{"id":7357,"date":"2011-05-01T00:00:40","date_gmt":"2011-04-30T22:00:40","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7357"},"modified":"2011-05-01T00:00:40","modified_gmt":"2011-04-30T22:00:40","slug":"una-cadena-de-alegria","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/una-cadena-de-alegria\/","title":{"rendered":"UNA CADENA DE ALEGR\u00cdA"},"content":{"rendered":"
Miguel \u00c1ngel Garc\u00eda Morcuende<\/strong> Los santos nos han precedido y ense\u00f1ado la senda que los ha conducido a la felicidad plena. La historia de la Iglesia est\u00e1 compuesta por un mosaico construido por infinidad de santos, lejanos en el tiempo y en el lugar, pero personas osadas que han proclamado con sencillez que el Evangelio de Jes\u00fas no es una delirio ni un imposible. Han encarnado de formas diversas y han hecho realidad a lo largo de sus vidas la afirmaci\u00f3n de Jes\u00fas: \u00abDichosos los pobres, los que lloran, los humildes, los que tienen hambre y sed de justicia, los compasivos, los limpios de coraz\u00f3n, los perseguidos… porque de ellos es el Reino de los cielos\u00bb. La santidad no es una calle de direcci\u00f3n \u00fanica: a menudo se ha despertado con la heroicidad de los m\u00e1rtires, con la brillantez de los grandes doctores y te\u00f3logos, o con la vida cotidiana y habitual de ap\u00f3stoles entre el Pueblo de Dios. \u00abGaudete in Domino!\u00bb.<\/em> As\u00ed quiso el Papa Pablo VI titular en 1975 su c\u00e9lebre exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica sobre la alegr\u00eda cristiana. Porque hablar de la alegr\u00eda del creyente, el inter\u00e9s por el mundo o la satisfacci\u00f3n por la vida cuando nos referimos a los santos no es una actividad fr\u00edvola o insignificante. Tenemos motivos y muchos. \u00a0<\/em> \u00bfQu\u00e9 suceder\u00eda si pens\u00e1ramos m\u00e1s a menudo en la iglesia de estas grandes personas de amor incondicional?\u00a0\u00bfQu\u00e9 suceder\u00eda si asumi\u00e9ramos m\u00e1s a menudo que la santidad es posible y necesaria porque la novedad del mensaje de Cristo, su plenitud, es como el vino nuevo que no cabe ya en los moldes viejos (Mc 2,22)? Miguel Angel Garc\u00eda Morcuende<\/p>\n Miguel \u00c1ngel Garc\u00eda Morcuende Discasterio Salesiano de Pastoral Juvenil, Roma. \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El autor, recordando la exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica \u201cGaudete in Domino!\u201d de Pablo VI sobre la alegr\u00eda cristiana, ofrece interesantes reflexiones sobre la alegr\u00eda y la santidad. Hace un recorrido a trav\u00e9s del testimonio de algunos santos de la Iglesia donde se puede […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1484,817,94],"tags":[],"class_list":["post-7357","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-412","category-miguel-angel-garcia-morcuende","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7357"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7357"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7357\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7357"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7357"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7357"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nDiscasterio Salesiano de Pastoral Juvenil, Roma.<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl autor, recordando la exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica \u201cGaudete in Domino!\u201d de Pablo VI sobre la alegr\u00eda cristiana, ofrece interesantes reflexiones sobre la alegr\u00eda y la santidad. Hace un recorrido a trav\u00e9s del testimonio de algunos santos de la Iglesia donde se puede ver c\u00f3mo la alegr\u00eda es uno de los dones caracter\u00edsticos del Esp\u00edritu.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nPor otra parte, incluso en aquellos tiempos en que el verdadero rostro de la Iglesia ha estado velado por la infidelidad y el desorden de algunos, en esos momentos \u2013 quiz\u00e1 ocultas a la mirada de las gentes \u2013 han existido almas santas y memorables que tomaron en serio la fe: sab\u00edan que Jes\u00fas viv\u00eda para ellos y que era Hijo de Dios. Aun en las \u00e9pocas m\u00e1s oscurecidas de la Iglesia, hay hombres y mujeres fieles que en medio de sus quehaceres han sido (y son) la alegr\u00eda de Dios en el mundo.
\nSon innumerables los fieles que han vivido su fe heroicamente: todos est\u00e1n en el Cielo, aunque la Iglesia haya canonizado solo a unos pocos. De hecho, estamos muy cerca de estos hombres y mujeres que son santos de verdad: hombres y mujeres que andan con nosotros el mismo camino y que se esfuerzan por conseguir una vida aut\u00e9nticamente cristiana, fieles al Evangelio de Jes\u00fas. En este mundo de hoy desmitificador y desacralizado parece un descubrimiento de anticuario tropezar con un santo. Pero s\u00ed, ha habido y hay personas que luchan por ser justos y pacificadores, pobres y compasivos, limpios de coraz\u00f3n y de coraz\u00f3n compasivo, seg\u00fan el esp\u00edritu de las bienaventuranzas. Abundan por doquier los santos y santas, muchos de ellos sin hornacina ni imagen reconocible en los retablos. Quiz\u00e1 nos cuesta descubrirlos. Pero ah\u00ed est\u00e1n. No despliega una actividad asombrosa y espectacular. Lo que ocurre es que son silenciosos. Y por eso pasan desapercibidos entre nosotros, aunque nos crucemos con ellos en la tienda o en la calle, en el trabajo o en la universidad. Son los santos de hoy y de aqu\u00ed que a\u00fan debemos descubrir.
\nEl santo ha modificado lentamente su mirada y ve en las personas a sus hermanos \u00abpor quienes Cristo ha muerto<\/em>\u00bb (1 Co 8, 11). El cortejo de los santos lo forman quienes pertenecen y viven otro estilo de vida: personajes originales y libres con una conciencia agradecida de ser hijos de Dios; olvidaron su propio inter\u00e9s, a pesar de la presencia de costes y obst\u00e1culos. El miedo cedi\u00f3 ante la alegr\u00eda, como la niebla cede un poco ante el sol. Ellos entendieron que no hay nada m\u00e1s absurdo, por intr\u00ednsecamente contradictorio, que una visi\u00f3n individualista de la felicidad: nadie puede ser feliz aislado de los dem\u00e1s, encerrado en s\u00ed mismo, sin dar y recibir, sin amar y ser amado. La dicha de los hijos de Dios no es un acontecimiento privado. Entregados desinteresadamente a los dem\u00e1s como misioneros y en el servicio de la oraci\u00f3n, supieron vivir su existencia impregn\u00e1ndola de amor, de bondad y de una entrega incondicional.
\n\u00a0<\/em><\/p>\n\n
\nDec\u00eda el Papa entonces: \u201cHermanos e hijos amad\u00edsimos: \u00bfNo es normal que tengamos alegr\u00eda dentro de nosotros, cuando nuestros corazones contemplan o descubren de nuevo, por la fe, sus motivos fundamentales? Estos son adem\u00e1s sencillos: Tanto am\u00f3 Dios al mundo que le dio su \u00fanico Hijo; por su Esp\u00edritu, su presencia no cesa de envolvernos con su ternura y de penetrarnos con su vida; vamos hacia la transfiguraci\u00f3n feliz de nuestras existencias, siguiendo las huellas de la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas. S\u00ed, ser\u00eda muy extra\u00f1o que esta Buena Nueva, que suscita el aleluya de la Iglesia no nos diese un aspecto de salvados. La alegr\u00eda de ser cristiano, vinculado a la Iglesia \u00aben Cristo\u00bb, en estado de gracia con Dios, es verdaderamente capaz de colmar el coraz\u00f3n humano. \u00bfNo es esta exultaci\u00f3n profunda la que da un acento tan conmovedor al escrito de Blas Pascal: \u00abAlegr\u00eda, alegr\u00eda, alegr\u00eda, l\u00e1grimas de alegr\u00eda\u00bb? Y cu\u00e1ntos escritores muy recientes \u2014pensamos por ejemplo en Georges Bernanos\u2014 saben expresar en una nueva forma esta alegr\u00eda evang\u00e9lica de los humildes, que brilla por todas partes en un mundo que habla del silencio de Dios<\/em>\u201d.
\nEn verdad, la alegr\u00eda verdadera que nac\u00eda de estas personas llenas de Dios, fuertes ante las tentaciones y las adversidades, les ayud\u00f3 a superar el pesimismo y gener\u00f3 en ellas un pensamiento abierto, creativo y flexible. Para ellos la fe del Evangelio era realmente \u201cBuena noticia\u201d. Por eso exploraron nuevos caminos, valoraron como positivo los eventos cotidianos, empapados de confianza en el Padre, movidos por la fuerza del Esp\u00edritu, sostenidos por la cruz del Se\u00f1or. Los santos fueron hombres y mujeres de visi\u00f3n amplia y profunda, que tomaron decisiones en su vida con la raz\u00f3n y el coraz\u00f3n, buscaron los pasos m\u00e1s convenientes, los m\u00e1s adecuados, pero tambi\u00e9n los m\u00e1s arriesgados.
\nEscribir sobre la alegr\u00eda y la felicidad se ha puesto de moda, no s\u00f3lo entre autores de manuales de autoayuda, sino tambi\u00e9n entre especialistas con pretensiones de monopolio exclusivo.\u00a0 Para los\u00a0 cristianos de todos los tiempos, los santos de toda edad, raza y condici\u00f3n han expresado como respuesta m\u00e1s hermosa al Creador su alegr\u00eda vital. Porque santidad es hacer luminosa la vida. Es siempre una santidad \u201cderivada\u201d, procede de Dios, \u00c9l es la fuente de toda santidad. Las personas son santas s\u00f3lo en la medida en que est\u00e1n en relaci\u00f3n con Dios.
\nLos cristianos creemos en un Dios que no puede contenerse de j\u00fabilo por la felicidad de sus hijos. Y que entonces no desea ni expresa otra cosa sino que tambi\u00e9n nosotros desbordemos alegr\u00eda. Por esto, el ideal de santidad no est\u00e1 reservado a unos pocos; ha sido siempre dirigido a todos sin excepci\u00f3n. Hace ya veinte siglos que esta fuente de\u00a0 alegr\u00eda no ha cesado de manar en la Iglesia. De hecho, son innumerables los testigos, los seguidores del programa de las bienaventuranzas, un programa fundamentalmente activo donde los santos han ofrecido una lectura limpia y provocadora del Evangelio. \u00a0Sus vidas no agotan la santidad de Dios y siendo historias diversas, no se excluyen unos a otros.
\nLeer sus vidas es constatar la cercan\u00eda de Dios, como gracia que desborda, como perfume que se derrama, como luz que se expande, como fuente que mana y transforma todo sin hacerse notar. Intentar recoger aqu\u00ed una lista concisa de ellos es una temeridad, pero es nuestro homenaje a tantos otros \u00a0\u201ciconos\u201d del Evangelio.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nMar\u00eda, la madre de Jes\u00fas<\/em>
\nAl margen de las bienaventuranzas de Mateo y Lucas, los evangelios contienen una serie de textos en los que son declaradas bienaventuradas toda una serie de figuras, los disc\u00edpulos, \u201cbienaventurados vosotros porque hab\u00e9is visto lo que muchos profetas y justos desearon ver y no vieron\u201d, los creyentes,\u00a0 \u201cbienaventurados los que sin ver crean\u201d, \u201cdichosos lo que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en pr\u00e1ctica\u201d, y especialmente, la Virgen Mar\u00eda, la Madre del Salvador, \u201cbienaventurada t\u00fa porque has cre\u00eddo\u201d.
\nAl comp\u00e1s de la alegr\u00eda y el dolor, la Virgen de Nazaret que concibe en la Encarnaci\u00f3n se va convirtiendo en la mujer fuerte, en la Madre que a los pies del madero da a luz a toda la humanidad. La sencillez y la alegr\u00eda hicieron de la Virgen, en lo humano, una mujer especialmente atrayente y acogedora. \u00bfCu\u00e1ndo aprenderemos los cristianos a ir por el mundo con estas dos realidades? La sencillez y la alegr\u00eda, que se perfeccionan mutuamente. Quiz\u00e1 la alegr\u00eda es una manifestaci\u00f3n de la humildad, de la claridad y\u00a0 transparencia en la vida.
\nMar\u00eda, con su maternidad que se gesta desde el anuncio del \u00e1ngel,\u00a0 trae al mundo, silenciosamente, el primer destello de alegr\u00eda aut\u00e9ntica. Con su asentimiento nos dio a Cristo, y actualmente, cada d\u00eda, nos lleva a \u00c9l y nos lo vuelve a entregar. El origen de nuestra alegr\u00eda est\u00e1 en Dios, un Padre que es capaz de alegrarse infinitamente, y la Virgen nos lleva a \u00c9l. \u00c9sta es la gran lecci\u00f3n que da la Madre de Jes\u00fas y Madre nuestra. Si Ella es la llena de gracia (Lc 1,28) \u2013 llena de Dios \u2013, es tambi\u00e9n la que posee la plenitud de la alegr\u00eda. La alegr\u00eda que nos contagia Mar\u00eda, no podemos olvidarlo jam\u00e1s, es estar con Jes\u00fas, aunque nos rodeen por todas partes dolores y contradicciones; la \u00fanica tristeza ser\u00eda no tenerle.
\n
\nSan Agust\u00edn<\/em>
\nEl \u00a0Obispo de Hipona y doctor de la iglesia, San Agust\u00edn (354-430),\u00a0 fue uno de los padres m\u00e1s j\u00f3venes en la iglesia cristiana de los or\u00edgenes, considerado hombre de gran temperamento y caracterizado por una gran pasi\u00f3n por la vida.
\nMuchos aprenden a trav\u00e9s de su autobiograf\u00eda a acercar sus corazones al coraz\u00f3n de Dios, el \u00fanico lugar en donde encontrar la verdadera felicidad. San Agust\u00edn hab\u00eda sido educado cristianamente por su madre, Santa M\u00f3nica. Como consecuencia de este desvelo materno mantuvo el recuerdo de Cristo, cuyo nombre \u00abhab\u00eda bebido\u00bb, dice \u00e9l, \u00abcon la leche materna\u00bb (Confesiones, 3, 4, 8).
\nDespu\u00e9s de una adolescencia inquieta, se convirti\u00f3. Y es que la vida del cristiano, nuestra vida, est\u00e1 acompa\u00f1ada de frecuentes conversiones. En este caminar que es la vida, San Agust\u00edn nos invita a no pactar con defectos y actitudes que entorpecen nuestra mirada de fe, a \u201creunir nuestros caminos\u201d delante de Dios.
\nPor otra parte, para recuperar la alegr\u00eda en el coraz\u00f3n es necesario tambi\u00e9n reconocer el querer de Dios y su fuerza en nuestras flaquezas y pecados, es recordarnos que Dios no cabe en s\u00ed de alegr\u00eda cuando uno de los que se han perdido emprenden el camino de vuelta. La conversi\u00f3n va de la mano de la confianza, se acomoda al ser de las cosas y respeta el tiempo y el momento de las mismas, sin romperlas; cuenta con las limitaciones propias y las de los dem\u00e1s. Esta fue la vida de San Agust\u00edn: una continua b\u00fasqueda de Dios; y esta ha de ser la nuestra. Cuanto m\u00e1s le encontremos y le poseamos, mayor ser\u00e1 dar buenos frutos para Dios.
\n
\nSan Francisco de As\u00eds<\/em>
\nSan Francisco de As\u00eds, fundador de la orden franciscana, fue hijo de un rico mercader. A un cierto punto, Francisco se convirti\u00f3 en el Poverello de As\u00eds, insatisfecho con el tipo de vida abundante que llevaba. Decidi\u00f3 entregarse al apostolado y servir a los pobres, ir a Dios con paso resuelto y ligero de equipaje para la marcha.
\nEn un momento de majestuosidad eclesi\u00e1stica, el Se\u00f1or le llam\u00f3 para que su vida pobre fuera como un fermento nuevo en aquella sociedad, hab\u00eda comprendido bien d\u00f3nde estaban las verdaderas riquezas de la vida.
\nAs\u00ed en 1206 renunci\u00f3 p\u00fablicamente a los bienes de su padre y vivi\u00f3 a partir de entonces como un ermita\u00f1o, una bofetada al\u00a0 desmedido af\u00e1n de comodidades que alimenta a diario la vida de muchos. Predic\u00f3 la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo donde el coraz\u00f3n se ensancha por el aire del Evangelio.
\nVerdaderamente Francisco fue un instrumento de Dios para ense\u00f1ar a todos que la alegr\u00eda ha de estar puesta solo en \u00c9l. Francisco, incluso despu\u00e9s de su muerte en 1226, hace resonar en todos los tiempos su testimonio de vida sencilla y gozosa, despojado de sus vestidos y del cintur\u00f3n de cuero. El Se\u00f1or misericordioso en su humildad regalaba en esta alma desprendida una especial alegr\u00eda: una vida plena y, a la vez, obedien\u00adte a las necesidades de los pobres como \u00a0signo eficaz de la presencia del Reino de Dios. En \u00e9l se cumplen a la perfecci\u00f3n las palabras del Maestro: Y Yo os dar\u00e9 una alegr\u00eda que nadie os podr\u00e1 quitar (Jn 16,22).
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\nTeresa de Jes\u00fas<\/em>
\nSanta Teresa de \u00c1vila, virgen y doctora de la Iglesia, agregada a la Orden de los Carmelitas. A los cuarenta y cinco, respondiendo a las gracias extraordinarias que recib\u00eda del Se\u00f1or, emprendi\u00f3 la reforma de la Orden, ayudada por San Juan de la Cruz.
\nA causa de esta reforma hubo de sufrir dificultades, que super\u00f3 con \u00e1nimo esforzado y la oraci\u00f3n, hasta su muerte el 4 de abril de 1582. La b\u00fasqueda seria de la santidad, cualquiera que sea la forma que adopte, ha reconocido siempre sin ambages la necesidad de la uni\u00f3n con Dios a trav\u00e9s de todo tipo de oraci\u00f3n. Es en la plegaria personal donde sacamos fuerzas para ir adelante, para llevar a cabo lo que el Se\u00f1or nos pide: \u201cEl que no deja de andar e ir adelante -ense\u00f1a la Santa – aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el camino sino dejar la oraci\u00f3n\u201d (Vida, 19, 5). En la tradici\u00f3n cristiana la dimensi\u00f3n orante de la vida adquiere un relieve enorme.\u00a0 Teresa no tuvo reparos en reflejar el amor loco y apasionado de Dios bajo la forma de conversaci\u00f3n de dos enamorados (por la noche) a trav\u00e9s del ventanal de la mujer. La m\u00edstica espa\u00f1ola del siglo XVI, aunque consagra su vida a la meditaci\u00f3n del amor de Dios y a cantar sus alabanzas, no se aparta de la so\u00adciedad que le rodea, no fue una mujer \u201cdesencarnada de su tiempo\u201d.
\nEsta forma enamorada de santidad, nos recuerda que nuestro Padre alberga un inmenso anhelo de que acudamos a \u00c9l; muchos desencantos y sombras desaparecen cuando nos ponemos en su presencia. Sin oraci\u00f3n no podr\u00edamos seguir a Cristo en medio del mundo.
\n
\nSan Francisco de Sales<\/em>
\nSan Francisco de Sales, obispo de Ginebra y doctor de la Iglesia, fue un verdadero pastor de almas. Hizo volver a la comuni\u00f3n cat\u00f3lica a muchos hermanos que se hab\u00edan separado y en \u00a0sus escritos su palabra es oportuna, serena y luminosa para ense\u00f1ar la devoci\u00f3n y el amor a Dios.
\nFund\u00f3, junto con santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitaci\u00f3n, y en Lyon entreg\u00f3 humildemente su alma a Dios el 28 de diciembre de 1621. Una realizaci\u00f3n notable de la fe, esperanza y, sobre todo, de la caridad. Fue uno de esos hombres que no necesitan dignidades eclesi\u00e1sticas para ser grande, le basta la santidad.
\nDe origen noble y formaci\u00f3n cultural, la santidad fue para Francisco armon\u00eda, sensibilidad, excepcional capacidad de comunicaci\u00f3n (sus mismas par\u00e1bolas e im\u00e1genes se expresan en forma de poes\u00eda), paciencia y dulzura, y enorme fortaleza ante la fatiga pastoral.
\nEl verdadero amor a Dios se manifest\u00f3 en san Francisco de Sales en un apostolado comprometido y tenaz, una flexibilidad pastoral. En el obispo de Ginebra, testimonio ejemplar de humanismo cristiano, experiment\u00f3 la eficacia de las relaciones y de la caridad de igual forma cuando se sent\u00eda ap\u00f3stol, predicador, acompa\u00f1ante, escritor, hombre de acci\u00f3n y de oraci\u00f3n.
\nTodo tiempo y todo estado de vida debe ser bueno para dar frutos. No podemos esperar circunstancias especiales para santificarnos, no esperar con los brazos cruzados situaciones ideales. Siempre, en toda circunstancia, en formas muy variadas, estamos llamados a la santidad \u201cviviendo en plenitud la presencia en el mundo y los deberes del propio estado\u201d. Es la visi\u00f3n clara de la santidad al alcance de todos, es la santificaci\u00f3n del cotidiano. Cada persona constituye una respuesta in\u00e9dita a la santidad. Francisco de Sales sigue al pie de la letra lo que Jes\u00fas recomienda a sus disc\u00edpulos: \u201cAprended de m\u00ed que soy manso y humilde de coraz\u00f3n\u201d.
\n
\nSan Ignacio<\/em>
\nSan Ignacio de Loyola, nacido en el Pa\u00eds Vasco, pas\u00f3 la primera parte de su vida en la corte\u00a0 hasta que, herido gravemente, se convirti\u00f3. Complet\u00f3 los estudios teol\u00f3gicos y conquist\u00f3 sus primeros compa\u00f1eros, con los que m\u00e1s tarde fundar\u00eda en Roma la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas, ciudad en la que ejerci\u00f3 un fructuoso ministerio y formando a sus disc\u00edpulos, todo para mayor gloria de Dios (1556). Para extender ese amor a Dios por el mundo entero necesitamos tenerlo en el coraz\u00f3n, como lo tuvo San Ignacio. No se puede escribir sobre San Ignacio olvid\u00e1ndose de Dios. Para mantener una vida cristiana activa no basta con la lucidez intelectual, sino que se necesita la realizaci\u00f3n notable de valores espec\u00edficamente cristianos, una fuerte personalizaci\u00f3n de la relaci\u00f3n de cada uno de nosotros con Dios. La atenci\u00f3n hacia nuestros movimientos interiores,\u00a0 esos que habitan a cada uno de nosotros,\u00a0 la din\u00e1mica de nuestros deseos, la fuerza y el contraste de las im\u00e1genes que\u00a0 habitan en nuestros pensamientos, la experiencia de la tristeza y de la alegr\u00eda vividas afectuosamente, es el punto de partida de la Espiritualidad Ignaciana,\u00a0es el discernimiento de los esp\u00edritus.\u00a0 Esta experiencia de Dios, este primer abrir de ojos, impulsa a Ignacio hacia una loca aventura en la b\u00fasqueda gozosa de Cristo. San Ignacio de Loyola supo transmitir a los dem\u00e1s su entusiasmo y amor por defender la causa del Se\u00f1or Jes\u00fas. Y en ello supo emocionar, contagiar y mover a otros. San Ignacio no ense\u00f1a hoy de nuevo a meditar en tres pasos: qu\u00e9 hizo Cristo por m\u00ed, qu\u00e9 hago yo por Cristo, y qu\u00e9 debo hacer para servir a Cristo.
\n
\nSan Juan Bosco<\/em>
\nSan Juan Bosco (1815 – 1888), tambi\u00e9n llamado Don Bosco, pas\u00f3 una ni\u00f1ez dura, despu\u00e9s de perder a su padre, tuvo que trabajar sin descanso. Quer\u00eda estudiar desde muy temprana edad para ser sacerdote y, al fin de pagar sus estudios, trabaj\u00f3 en toda clase de oficios. Ordenado en 1841 y preocupado por la suerte de los ni\u00f1os pobres, fund\u00f3 el Oratorio de San Francisco de Sales. Estableci\u00f3 luego las bases de la Congregaci\u00f3n de los Salesianos y de su rama femenina, el Instituto de Hijas de Mar\u00eda Auxiliadora.
\nEl elemento central de la santidad de Don Bosco fue su amor por los j\u00f3venes y su servicio a ellos en nombre de Dios. Toda vida se la entreg\u00f3 a ellos,\u00a0 propiamente desde los cinco a\u00f1os a los setenta y tres. Nadie ha dado con la misma intensidad de amor su vida por los j\u00f3venes. Sent\u00eda en su coraz\u00f3n como un fuego por la salvaci\u00f3n de sus almas. Dec\u00eda: \u201dos\u00a0 quiero con todo mi coraz\u00f3n, y basta que se\u00e1is j\u00f3venes para que os ame mucho m\u00e1s; podr\u00e9is encontrar personas m\u00e1s doctas y virtuosas que yo, pero dif\u00edcilmente encontrar\u00e9is a nadie que os ame m\u00e1s que yo en Cristo Jes\u00fas, y que desee m\u00e1s la verdadera felicidad para vosotros\u00bb.
\nEl suyo es un sacerdocio preparado y vivido en la pr\u00e1ctica de la caridad y en la mirada puesta en el Buen Pastor y en la Virgen Auxiliadora. Don Bosco pon\u00eda la santidad al alcance de la mano: \u201caqu\u00ed nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres\u201d, dec\u00eda Domingo Savio, alumno de San Juan Bosco a sus \u00a0compa\u00f1eros. Sus j\u00f3venes y sus salesianos, quienes conviv\u00edan con \u00e9l, \u00a0admiraban su capacidad para hacerse\u00a0 cargo de esas peque\u00f1as alegr\u00edas y\u00a0 tristezas de sus vidas.\u00a0 Lo m\u00e1s admirable de este tipo de santidad es su sorprendente claridad y sencillez. Es algo maravillosa\u00admente sugestivo y que provoca nuestra admiraci\u00f3n.\u00a0 La propuesta de vida cristiana recibida de Don Bosco pone en marcha el coraz\u00f3n oratoriano de sus salesianos, su vivencia personal de fe en Jesucristo y su capacidad pedag\u00f3gica.
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\nSan Maximiliano Kolbe<\/em>
\nMaximiliano Kolbe, presb\u00edtero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y m\u00e1rtir, que fue fundador de la Milicia de Mar\u00eda Inmaculada. Deportado a diversos lugares de cautiverio, finalmente, en el campo de exterminio de Auschwitz, se ofreci\u00f3 a los verdugos para salvar a otro cautivo, considerando su ofrecimiento como un holocausto de caridad y un ejemplo de fidelidad para con Dios y los hombres (1941).\u00a0 Desde los or\u00edgenes, la comunidad cristiana ha ofrecido este modelo de a los creyentes, \u201cJes\u00fas da la vida por sus amigos\u201d (Jn 15, 13). El\u00a0amor de Jes\u00fas hasta la muerte ha sido, desde entonces, fuente de fortaleza para innumerables m\u00e1rti\u00adres. El relato de Maximiliano nos recuerda qu\u00e9 significa dar la vida sustituyendo a otra persona. Es sano y resucitador saber aceptar esta santidad con la misma frescura y alegr\u00eda. Su vida nos recuerda el precio del discipulado: no hay seguimiento de Cristo sin autorrenuncia y sin aceptaci\u00f3n de la cruz diaria.\u00a0 Su gesto claro, simple y dram\u00e1tico nos habla de una vida plena, nos habla de la celebraci\u00f3n ininterrumpida de la Pascua. Maximiliano no muri\u00f3, \u00abdio la vida… por el hermano\u00bb. Maximiliano nos dice que hay cosas por las que merece la pena morir, siendo la primera de \u00e9stas nuestra fe en Cristo. Un m\u00e1rtir revela su alegr\u00eda a trav\u00e9s de la confesi\u00f3n de la fe. El verdugo revela su verdadero ser a trav\u00e9s de la persecuci\u00f3n y el asesinato del justo.
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\nEn la biograf\u00eda de cada uno de los santos hemos de reconocer personas magn\u00e1nimas, capaces de grandes empresas para Dios. Nos invitan tambi\u00e9n a reconocernos y aceptarnos en nuestras propias limitaciones, comprendiendo que Dios las abarca con su mirada y cuenta con ellas. No somos santos porque seamos intachables, sino simplemente porque somos, y vivimos y nos movemos y somos siempre en Dios y Dios en nosotros, tambi\u00e9n cuando nos sentimos mediocres e incluso encorvados sobre nosotros mismos.
\nLa amistad con Dios es un riesgo que cambia la vida, es, por tanto, una aventura peligrosa, en cuanto nos embarca en lo desconocido de Dios y de nosotros mismos. La luz de nuestras velas\u00a0 tiene su origen en el \u00fanico cirio que arde en la iglesia en tinieblas en la noche de Pascua y que nos remite al Resucitado.
\nSan Agust\u00edn nos recuerda: \u00abLos santos m\u00e1rtires han imitado a Cristo hasta el derramamiento de su sangre, hasta la semejanza de su pasi\u00f3n. Lo han imitado los m\u00e1rtires, pero no s\u00f3lo ellos. El puente no se ha derrumbado despu\u00e9s de haber pasado ellos; la fuente no se ha secado despu\u00e9s de haber bebido ellos\u00bb.<\/em>
\nOjal\u00e1 al leer estas p\u00e1ginas podamos encontrar una raz\u00f3n alegre para emprender cada ma\u00f1ana la tarea propia, esa que depende especialmente de cada uno: esa vocaci\u00f3n al servicio y a la fe. La santidad no est\u00e1 de ordinario en cosas llamativas, no hace ruido, no es extravagante, es sobrenatural, viene de Dios.
\nAl releer estas vidas y tantas otras, produce siempre una gran alegr\u00eda encontrar almas llanas, sin pliegues ni recovecos, en quienes se puede confiar y quienes se puede imitar. Vivimos queriendo ser eternos en el coraz\u00f3n y la mente de otros, queremos perpetuar nuestra imagen en todo lo que hacemos, y as\u00ed olvidamos la verdadera alegr\u00eda que nace de hacer todo sin dejar huellas, por la limpia elegancia de hacerlo, por el desnudo amor de vivirlo. La alegr\u00eda es el amor disfrutado; es su primer fruto. Cuanto m\u00e1s grande es el amor, mayor es la alegr\u00eda.
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