{"id":7414,"date":"2011-01-01T00:00:43","date_gmt":"2010-12-31T22:00:43","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7414"},"modified":"2011-01-01T00:00:43","modified_gmt":"2010-12-31T22:00:43","slug":"cine-actual-jovenes-y-perspectivas-vitales","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/cine-actual-jovenes-y-perspectivas-vitales\/","title":{"rendered":"CINE ACTUAL, J\u00d3VENES Y PERSPECTIVAS VITALES"},"content":{"rendered":"
Jes\u00fas Villegas<\/strong> Tras repasar la cartelera del \u00faltimo a\u00f1o, me atrevo a seleccionar las pel\u00edculas con j\u00f3venes m\u00e1s significativas de la temporada, entendiendo por \u201csignificativas\u201d aquellas que re\u00fanen, en parte o totalmente, una mezcla bastante heterodoxa de valores: calidad, repercusi\u00f3n en los medios, \u00e9xito de p\u00fablico, trascendencia del personaje o personajes j\u00f3venes en su desarrollo\u2026 De forma personal selecciono los siguientes t\u00edtulos para trabajar: Fish Tank, Alicia, El silencio de Lorna, El retrato de Dorian Gray, An education, Precious, Amador, La red social, Canino.<\/em> Dejo fuera con algunas dudas el cierre de la saga Crep\u00fasculo, La chica del tren, Kick-Ass, La cinta blanca, The lonely bones<\/em>, entre otras; algunas mediocres pel\u00edculas espa\u00f1olas (Campamento Flipy o\u00a0 El diario de Carlota<\/em>) y lo que se haya estrenado en noviembre y diciembre, pues estoy perge\u00f1ando estas p\u00e1ginas a finales de octubre. A la luz de lo hasta aqu\u00ed expuesto, nos atrevemos a aventurar algunas conclusiones que sirvan de cierre a estas notas: Jes\u00fas Villegas<\/p>\n Jes\u00fas Villegas \u00bfSabes lo que me gustar\u00eda ser? \u00bfSabes lo que me gustar\u00eda ser de verdad si pudiera elegir? \u00bfQu\u00e9? [\u2026] Muchas veces me imagino que hay un mont\u00f3n de ni\u00f1os jugando en un campo de centeno. Miles de ni\u00f1os. Y est\u00e1n solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigil\u00e1ndolos. S\u00f3lo yo. Estoy […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[66,1455,94],"tags":[],"class_list":["post-7414","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-jesus-villegas","category-materiales-408_409","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7414","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7414"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7414\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7414"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7414"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7414"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\n\u00bfSabes lo que me gustar\u00eda ser? \u00bfSabes lo que me gustar\u00eda ser de verdad si pudiera elegir?<\/em>
\n\u00bfQu\u00e9?<\/em>
\n[\u2026]<\/em>
\nMuchas veces me imagino que hay un mont\u00f3n de ni\u00f1os jugando en un campo de centeno. Miles de ni\u00f1os. Y est\u00e1n solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigil\u00e1ndolos. S\u00f3lo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los ni\u00f1os caigan en \u00e9l. En cuanto empiezan a correr sin mirar ad\u00f3nde van, yo salgo de donde est\u00e9 y los cojo. Esto es lo que me gustar\u00eda hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo ser\u00eda el guardi\u00e1n entre el centeno. Te parecer\u00e1 una tonter\u00eda, pero eso es lo \u00fanico que de verdad me gustar\u00eda hacer. S\u00e9 que es una locura.<\/em>
\nEl guardi\u00e1n entre el centeno<\/em>
\nJ. D. Salinger<\/em>
\n
\nQuer\u00eda empezar esta colaboraci\u00f3n rememorando estas inolvidables palabras del adolescente Holden Caulfield, uno de los personajes m\u00e1s ricos de la historia de la literatura. Cuando su hermana Phoebe le pregunta por lo que le gustar\u00eda ser de mayor, el muchacho, que est\u00e1 viviendo el fin de semana m\u00e1s absurdo, desolador y extraordinario de su corta vida, recuerda unos versos de un poema de Robert Burns (antes ha o\u00eddo canturrear a un ni\u00f1o un fragmento del mismo, precisamente las palabras que evoca en su intervenci\u00f3n: \u201cSi un cuerpo coge a otro cuerpo cuando van entre el centeno\u201d) y le propone el horizonte que antecede a este comentario: puesto a elegir una ocupaci\u00f3n en el futuro, a Holden le gustar\u00eda esperar pacientemente escondido en medio de un campo de centeno, mientras miles de ni\u00f1os juegan al borde de un precipicio y \u00e9l vela para que no se caigan por \u00e9l.
\nLa lectura simb\u00f3lica del fragmento nos permitir\u00eda avivar sugerencias de lo m\u00e1s diverso. La m\u00e1s explorada ha sido la que identifica el abismo con la p\u00e9rdida de la inocencia: Holden en el fondo expresa con su deseo de trabajar por que los ni\u00f1os no se despe\u00f1en por una sima enigm\u00e1tica el miedo al abandono de la propia infancia y el rechazo por el mundo adulto. Desde otra perspectiva, podr\u00edamos con facilidad encontrar en esa inusual misi\u00f3n una incuestionable llamada al compromiso por el bien del otro, por su defensa, sobre todo cuando es m\u00e1s d\u00e9bil: Holden est\u00e1 enunciando en su discurso una balbuceante inclinaci\u00f3n al altruismo.
\nNo obstante, las interpretaciones existenciales o psicol\u00f3gicas no agotan la carga po\u00e9tica del fragmento, que, para quien esto escribe, es el motivo fundamental de que permanezca imborrable en su memoria. El propio personaje califica de \u201ctonter\u00eda\u201d o de \u201clocura\u201d semejante aspiraci\u00f3n, lo cual subraya lo que de extra\u00f1o, inexplicable y, sin embargo, arrebatadoramente l\u00edrico tiene su deseo; a esto debe a\u00f1ad\u00edrsele el hecho de que, a lo largo de la misma conversaci\u00f3n con su hermana en que nos revela su extraordinaria vocaci\u00f3n, el muchacho haya insistido en que no hay pr\u00e1cticamente nada en su vida, en su entorno y, sobre todo, en el mundo adulto que le guste. De ah\u00ed que su declaraci\u00f3n, en este contexto, alcance una intensidad y un calado emotivo hond\u00edsimo. Holden quiere ser, solo y \u00fanicamente, guardi\u00e1n entre el centeno, y ese deseo absoluto est\u00e1 pre\u00f1ado a la vez de l\u00f3gica y de sinsentido, es al mismo tiempo la expresi\u00f3n de una voluntad preclara y un arrebato de misteriosa y enigm\u00e1tica iluminaci\u00f3n. En el fondo, muchas de las inclinaciones, elecciones y actos adolescentes nacen de esa misma e inexplicable intuici\u00f3n, de un saber lo que se quiere sin haberlo aprendido, sin poder justificarlo, sin ni siquiera estar en condiciones de garantizar que ese impulso gratuito sea la verdadera respuesta a lo que la existencia reclama.
\nQuiero compartir con vosotros algunas reflexiones sobre c\u00f3mo el cine m\u00e1s reciente se acerca al tema de la vocaci\u00f3n en los j\u00f3venes. No sab\u00eda si incluir en el t\u00edtulo de este trabajo esa palabra, \u201cvocaci\u00f3n\u201d, con fuertes resonancias religiosas, o decantarme por t\u00e9rminos que abrieran m\u00e1s el espectro de mi an\u00e1lisis (\u201cllamada\u201d, \u201cconstrucci\u00f3n del futuro\u201d, \u201cplan o sentido de la vida\u201d). En un principio me decant\u00e9 por la frase \u201cproyecto vital\u201d que, por un lado, supera la simple identificaci\u00f3n de la vida futura con lo laboral, y, \u00a0por otro, asume a sabiendas que, si en el t\u00e9rmino \u201cvocaci\u00f3n\u201d se subraya que es el otro- lo otro- el Otro quien condiciona nuestra propia opci\u00f3n de vida, con el sintagma \u201cproyecto vital\u201d se intensifica la responsabilidad del sujeto, del \u201cyo\u201d, en la definici\u00f3n del porqu\u00e9, el para qu\u00e9 y el c\u00f3mo vivir. Despu\u00e9s pens\u00e9 que, aunque \u201cvocaci\u00f3n\u201d y \u201cproyecto vital\u201d no nombran formas de entendimiento contradictorias de la experiencia humana de proyecci\u00f3n hacia el futuro, sino procesos complementarios (para el cristiano, por ejemplo, el proyecto vital surge de la vocaci\u00f3n), en el cine actual y, en gran medida, en la realidad nuestra del siglo XXI, predominan proyectos vitales sin vocaci\u00f3n\u2026 Y aqu\u00ed fue cuando no tuve m\u00e1s remedio que reconocer que, en realidad, m\u00e1s que proyectos (que exigen un planteamiento totalizador, unos objetivos, un proceso, un reconocimiento profundo de la realidad personal m\u00e1s \u00edntima), en las pantallas de hoy se dibujan personajes j\u00f3venes con vagas \u201cperspectivas\u201d vitales, con horizontes difusos que, en el fondo, no derivan de ning\u00fan proyecto. \u00a0De esta constataci\u00f3n, que demostraremos con el desarrollo de nuestro trabajo, nace, en conclusi\u00f3n, este estudio y el t\u00edtulo que le hemos atribuido.
\nHolden Caulfield, en su enunciaci\u00f3n casi intuitiva de un futuro imaginado, anticipa los condicionantes que en toda configuraci\u00f3n de unas expectativas vitales suelen adivinarse: la interpelaci\u00f3n de la personalidad (quiero ser quien creo que puedo ser, \u201caquel para lo que valgo\u201d), la influencia del entorno (la canci\u00f3n que oy\u00f3 al ni\u00f1o, la pasi\u00f3n que siente por su hermana peque\u00f1a Phoebe, su situaci\u00f3n personal de desubicaci\u00f3n) y las necesidades de los otros (los ni\u00f1os que juegan al borde de un precipicio). Sin embargo, este deseo concreto de ser \u201cguardi\u00e1n entre el centeno\u201d no se ha elevado a proyecto: es, en definitiva, pura perspectiva vital intuitiva, despojada de un enfoque totalizador. A lo largo de unas cuantas p\u00e1ginas penetraremos en cu\u00e1les son las aspiraciones de los j\u00f3venes del cine m\u00e1s reciente: de qu\u00e9 manera reaccionan a esa triple llamada cuando la escuchan (el yo, las circunstancias, los otros) y c\u00f3mo encuentran su particular lugar en el mundo, ese campo de centeno agitado por el viento de la incertidumbre.
\n <\/p>\n\n
\nVeamos cu\u00e1les son las perspectivas vitales de los j\u00f3venes que describen estas nueve pel\u00edculas de mi muy subjetiva y personal cala:
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\nFish Tank<\/strong>
\nLa adolescente protagonista de esta interesante pel\u00edcula brit\u00e1nica aspira a convertirse en bailarina de hip-hop. Vive en una barriada marginal, en compa\u00f1\u00eda de su madre, con la que mantiene una tirante relaci\u00f3n, y de su hermana peque\u00f1a, a la que aborrece con cari\u00f1o. A medida que el metraje avanza entablar\u00e1 una ambigua relaci\u00f3n con la nueva pareja de su madre, un v\u00ednculo que, si en un principio adquiere los matices de lo paterno-filial, poco a poco se decanta hacia lo sexual. Cuando descubre que este hombre que la ha seducido en realidad est\u00e1 casado y tiene una ni\u00f1a, la revelaci\u00f3n est\u00e1 a punto de desembocar en tragedia: mientras Holden Caulfield abogaba por salvar ni\u00f1os del precipicio, Mia, nuestra quincea\u00f1era, apuesta por arrojar a un r\u00edo a la hija inocente de su amante traidor, en una escena dolorosa y brutal que el director, sin embargo, aten\u00faa al ahorrarnos un desenlace mortal.
\nTenemos, en conclusi\u00f3n, a una muchacha problem\u00e1tica que en medio de circunstancias personales bastante s\u00f3rdidas sue\u00f1a, por un lado, con un triunfo discreto en el \u00e1mbito donde encuentra m\u00e1s directo cauce de expresi\u00f3n de una interioridad furiosa, escindida y doliente (el baile) y anhela, por otra, una relaci\u00f3n afectiva que, adem\u00e1s de colmar sus deseos adolescentes, compense tanto la falta de referencia paterna como la ausencia de una madre, m\u00e1s pendiente de su satisfacci\u00f3n personal que de la educaci\u00f3n de sus hijas. Si en esta segunda fuente de sentido ya hemos explicado que todo se frustra, tampoco en su faceta musical Mia va a encontrar una respuesta: en el momento en que es admitida para una prueba de baile, acaba constatando con dolor que en realidad la audici\u00f3n solo busca stripers que sepan contonearse alrededor de una barra.
\nEn esta pel\u00edcula, por tanto, las perspectivas vitales, identificadas con lo art\u00edstico y lo sentimental, se diluyen al verse asfixiadas por un contexto social opresor y degradado. S\u00f3lo la escapada hacia otros horizontes con la que culmina la proyecci\u00f3n, simbolizada a lo largo del metraje en un caballo encadenado que la protagonista intenta liberar de sus ataduras en un par de ocasiones, se presenta como posible puerta hacia unos mejores y m\u00e1s duraderos cauces de futuro.
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\nAlicia<\/strong>
\nEn la Alicia de Tim Burton, el personaje de Lewis Carroll se ha convertido en una jovencita veintea\u00f1era que viaja por segunda vez al reino de fantas\u00eda, el non sense y lo subconsciente. Esta\u00a0 segunda aventura, adem\u00e1s de un reencuentro con su propia capacidad de fabular y reinterpretar carencias y deseos en clave imaginaria, supone una toma de conciencia de sus perspectivas vitales adultas. Cuando arranca la pel\u00edcula, Alicia est\u00e1 a punto de casarse con un muchacho tan rico como vulgar. De ese matrimonio, impuesto por la presi\u00f3n del entorno, ella solo va a sacar cierta estabilidad econ\u00f3mica y social y un sometimiento d\u00f3cil a los prop\u00f3sitos de los otros. La recuperaci\u00f3n temporal del universo infantil que una vez habit\u00f3 supondr\u00e1 una inmersi\u00f3n total de su persona en la verdadera ra\u00edz de sus anhelos. Regresar al territorio del Sombrero Loco, la Reina Blanca y el gato de Cheshire significa recuperar una identidad que la adultez ha estado a punto de difuminar. Su conversi\u00f3n en hero\u00edna, que derrota a la Reina Roja y a todos sus adl\u00e1teres, culmina, adem\u00e1s, una \u00e9pica victoria simb\u00f3lica sobre todo aquello que aborrece y a lo que ha estado a punto de encadenarse.
\nEl desenlace de la pel\u00edcula, cuando la protagonista se enfrenta con el arma de su sinceridad a todos los invitados a su fiesta de compromiso, se erige en un furioso alegato contra las convenciones: Alicia asume en ese momento sus deseos y decide seguir con la empresa comercial de su padre, lo que debe interpretarse como un gesto evidente de autonom\u00eda. Si en Fish Tank <\/em>la posibilidad de concebir un proyecto vital exige escaparse de una realidad hostil y de unas ilusiones irreales o decididamente inalcanzables, en Alicia el mismo camino de\u00a0 liberaci\u00f3n pasa por una apuesta convencida por el yo profundo, aun a costa de desarmar las expectativas que otros han pretendido preestablecer para nosotros.
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\nEl silencio de Lorna<\/strong>
\nLos hermanos Dardenne aciertan una vez m\u00e1s, como nos tienen acostumbrados, a meter del dedo en la llaga de las heridas m\u00e1s sangrantes de nuestra sociedad occidental. En concreto, en esta pel\u00edcula retratan a una muchacha albanesa que no duda en contraer matrimonios de conveniencia a cambio de dinero. Una vez instalada en B\u00e9lgica, su prop\u00f3sito es ahorrar para alquilar un local con su novio y montar un bar. Sin embargo, cuando el marido de circunstancias con el que convive (un joven drogadicto en pugna continua con su adicci\u00f3n) se convierte en una molestia que la mafia para la que trabaja pretende aniquilar, en Lorna comienza a surgir un sentimiento de culpa y un afecto hacia la v\u00edctima que enfrentar\u00e1 a la muchacha con la mezquindad de sus acciones, la escasa catadura humana de aquellos que la rodean y la insuficiencia de sus ambiciones existenciales.
\nEl camino hacia la redenci\u00f3n de Lorna ser\u00e1 incierto, doloroso y fatal, pero su toma de conciencia (materializada en un embarazo psicol\u00f3gico tras el asesinato de su marido drogadicto) y los progresivos pasos hacia la dignidad logran devolver la humanidad a un personaje que, nacido en las sombras de la miseria de la otra Europa, hab\u00eda reinterpretado de forma ego\u00edsta y err\u00f3nea conceptos como bienestar o realizaci\u00f3n personal.
\nLorna sabe renunciar a una idea de futuro acomodaticia y miserable, que no duda en usar al pr\u00f3jimo como instrumento, porque logra ver los ojos del otro: su sufrimiento, su vulnerable debilidad act\u00faan como reclamo de los propios valores y de ah\u00ed nace una rebeld\u00eda y una honestidad que yac\u00eda sepultada bajo la tierra de la ambici\u00f3n materialista. Frente a Alicia o M\u00eda, que se mov\u00edan impulsadas por el temperamento, por los entresijos de sus identidades, nuestra hero\u00edna acepta el reclamo del otro a la hora de optar por una manera de vida: unas acertaban a vislumbrar perspectivas vitales m\u00e1s o menos meritorias; la otra, al aceptar la interpelaci\u00f3n de otro ser humano, atiende a las exigencias de una vocaci\u00f3n de una altura \u00e9tica incontestable.
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\nEl retrato de Dorian Gray<\/strong>
\nNo estamos, desde luego, ante una de las m\u00e1s conseguidas relecturas de la genial creaci\u00f3n de Oscar Wilde: ni la est\u00e9tica elegida ni los desacertados efectos especiales ni la presencia del actor protagonista colaboran en sacar de la m\u00e1s discreta mediocridad esta revisi\u00f3n del mito f\u00e1ustico. No obstante, la historia del joven que vende el alma al diablo a cambio de una juventud eterna llena de placeres sigue conmocion\u00e1ndonos incluso revestida con los ropajes de la m\u00e1s torpe realizaci\u00f3n cinematogr\u00e1fica. Si cada \u00e9poca ha sancionado su propio ideal humano, que a la vez act\u00faa como motor social (el h\u00e9roe, el santo, el guerrero, el aventurero, el cortesano o el sabio fueron modelos de referencia a lo largo de la historia) nuestra modernidad se ha ido decantando por arquetipos ensimismados en su promoci\u00f3n personal: el triunfador, el multimillonario, el vividor\u2026 Estos perfiles han actuado y act\u00faan como elementos preconfiguradores de las perspectivas vitales de generaciones enteras de individuos y, aunque no acaben por agotar las aspiraciones de cada ser humano concreto, condicionan en gran medida el mapa que de una vida plena muchos imaginan.
\nDorian Gray encarna a la perfecci\u00f3n una visi\u00f3n hedonista de la existencia: liberado de cortapisas morales, arriesga a convertir el disfrute sensual en el \u00fanico vector de una existencia en pos del placer sin l\u00edmite. Hay en el desenlace de esta entrega ilimitada a los dictados del instinto una recuperaci\u00f3n del prurito \u00e9tico, de los sentimientos y de la conciencia (un cierto amago de redenci\u00f3n, dir\u00edamos), pero la apuesta por apurar hasta las heces los m\u00e1s arrebatados apetitos nos sit\u00faa en las fronteras cortantes donde el ser humano deja de ser persona para ingresar en las formas en bruto de su animalidad. Cuando Dorian, en virtud de su persecuci\u00f3n implacable del goce, cree recorrer las sendas que conducen hacia el superhombre, hacia un eslab\u00f3n superior en la cadena evolutiva, sin embargo esta transitando una s\u00f3rdida senda que le lleva a la antesala de lo humano, a los momentos previos a nuestra definici\u00f3n como seres civilizados.
\nA las perspectivas vitales individualistas de Mia y Alicia le hac\u00eda contrapunto la emergencia del otro en la historia de Lorna. Con Dorian nos situamos de nuevo en el fiel de la balanza del egocentrismo, pero ahora este desemboca en una dictadura de la carne, una corporalidad absoluta y voraz, que demedia sin remedio a la persona. Aunque solo fuera por lo que tiene de radiograf\u00eda parcial de nuestra \u00e9poca merecer\u00eda la pena rese\u00f1ar esta pel\u00edcula en estas p\u00e1ginas.
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\nAn education<\/strong>
\nJenny, la protagonista de esta agradable pel\u00edcula ambientada en el Londres de los a\u00f1os 60, es una jovencita de diecis\u00e9is a\u00f1os inteligente y sensible. Sus padres, de un materialismo y una practicidad rayanos en la estupidez, se han volcado en su formaci\u00f3n con el prop\u00f3sito de que entre en Oxford o, en su defecto, encuentre un marido que le permita ascender en la escala social y le asegure una vida acomodada. Es entonces cuando la muchacha conoce a David, un treinta\u00f1ero forjado en la universidad de la vida, que la introduce en un mundo de conciertos, cenas, clubes y subastas. Jenny se ve atra\u00edda por esta rutilante alternativa vital, alejada tanto del convencionalismo burgu\u00e9s que encarnan sus padres, como de la grisura intelectual, el aburrimiento y la falta de emociones que cree reconocer en la vida de sus profesoras, en las que adivina una posible versi\u00f3n de lo que a ella misma le espera tras su formaci\u00f3n universitaria.
\nPar\u00eds, la m\u00fasica de Julliette Greco, el existencialismo, los cigarros Gauloise, la bohemia\u2026: para Jenny, la cultura francesa simboliza todo aquello que el mundo y la vida tiene de excitante y de dulce. Tentada por ese canto de sirenas, se deja arrastrar a una variante despreocupada y fr\u00edvola de la existencia a manos de David y sus colegas. Sin embargo, poco a poco va a ir descubriendo que las cosas a menudo no son como parecen: sus nuevos amigos pueden mantener su ritmo lujoso de vida porque se dedican a estafar a ancianas; adem\u00e1s (como ya ocurr\u00eda en Fish Tank), su pretendiente en realidad est\u00e1 casado y tiene un hijo\u2026 Al mismo tiempo, reparar\u00e1 en que su profesora, cuando insist\u00eda en que deb\u00eda perseverar en su proyecto de ir a Oxford, no se mov\u00eda ni por los intereses meramente cremat\u00edsticos de su padre, ni por un insano y envidioso deseo de condenar a su pupila a reproducir su misma y rutinaria existencia, sino por la intenci\u00f3n de dotar a su alumna de autonom\u00eda y verdadera plenitud. Al final, Jenny reconduce su vida, consigue ingresar en Oxford y procesa toda su traum\u00e1tica experiencia como una forma de educaci\u00f3n, dolorosa pero firme.
\nEn este interesante relato, de indudable carga moral, asistimos al cl\u00e1sico pulso entre deseo y realidad, encarnado en un continuo juego de contrarios: universidad de la vida frente a formaci\u00f3n acad\u00e9mica cl\u00e1sica; rebeld\u00eda frente a aburguesamiento; Par\u00eds versus Londres, sentimientos contra raz\u00f3n\u2026 Lo interesante de estas dicotom\u00edas, no obstante, es que, a pesar de la supuesta resoluci\u00f3n acomodaticia de la historia, con nuestra protagonista \u201cvolviendo al redil\u201d, en el fondo el mensaje no resulta ni mucho menos tan conservador como de una visi\u00f3n poco atenta se pueda deducir. En realidad, Jenny renuncia al proyecto de casarse con David y retoma sus estudios como un gesto valiente de asunci\u00f3n de su propio destino, que, hasta ese momento, han prefigurado, en primera instancia, sus padres y, despu\u00e9s, su novio. Nuestra adolescente no renuncia en ning\u00fan momento a Par\u00eds ni a los goces derivados de la sensibilidad, el arte o los sentimientos: la diferencia radical estriba en que, a consecuencia de lo vivido, ha pasado de ser una \u201cmantenida\u201d (material y espiritualmente hablando) a convertirse en quien maneja el tim\u00f3n y marca el rumbo en sus decisiones.
\nAn Education<\/em> contornea con m\u00e1s claridad algunos subtemas prefigurados en las primeras pel\u00edculas que hemos comentado y que se afianzar\u00e1n en las que estudiaremos a continuaci\u00f3n: de nuevo estamos ante un caso de proyecto vital sin vocaci\u00f3n, es decir, la historia de Jenny se construye desde la base de un individualismo posmoderno, ajeno en gran medida a todo aquello que no sea la propia realizaci\u00f3n personal; una vez m\u00e1s, la pel\u00edcula se centra en un personaje femenino, lo que suma a la siempre interesante tem\u00e1tica de las perspectivas vitales juveniles el aliciente de desarrollar esta tem\u00e1tica sobre personajes que deben reconquistar nuevos espacios en un mundo dominantemente masculino; as\u00ed mismo, vemos c\u00f3mo los adultos demedian, enturbian, frustran o dificultan la configuraci\u00f3n del futuro por parte de los j\u00f3venes (ya ocurr\u00eda en las cuatro pel\u00edculas anteriores y lo reconoceremos en Canino y Precious<\/em>), excepto en aquellos casos (aqu\u00ed, la profesora de Literatura) en los que la madurez sirve para ejercer de verdad una vocaci\u00f3n y, por tanto, los modelos adultos sit\u00faan al joven, no en el centro de sus intereses, ambiciones, deseos o prop\u00f3sitos inconfesables, sino en el coraz\u00f3n de sus preocupaciones.
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\nPrecious<\/strong>
\nPrecious apenas ha cumplido los diecis\u00e9is a\u00f1os y ya tiene dos hijos de su propio padre. Su madre la trata con una violencia verbal atroz, que a veces degenera en violencia f\u00edsica. Vive en Harlem, padece una obesidad m\u00f3rbida y acude a una escuela de la que forma parte como una pieza m\u00e1s del mobiliario. Su \u00fanica v\u00eda de escape ante tama\u00f1o c\u00famulo de sordidez es su propia fantas\u00eda: se imagina a s\u00ed misma como a una estrella de la canci\u00f3n, del cine o de la moda, deseada por fin por un hombre apuesto, mirada y admirada, redimida as\u00ed de su absoluta nulidad. Ella es nadie o menos que nadie y sus ficciones son la forma subliminal de conquistar un nombre, un rostro, una identidad que los otros, los que deb\u00edan subirla al pedestal de su yo mediante el amor, se han empe\u00f1ado en aniquilar a fuerza de brutalidad y abuso.
\nSi dos adultos (sus padres) se encargaron de dinamitar las expectativas vitales de Claireece Precious, ser\u00e1n otros dos, una profesora y una asistente social, las que comiencen a andamiar el alma malparada de nuestra protagonista. Primero, dot\u00e1ndola de voz a trav\u00e9s del di\u00e1logo o del diario que la se\u00f1orita Rain le obliga a cubrir; despu\u00e9s, depositando en ella todo el cari\u00f1o que la vida, hasta ese momento, se ha negado en regalarle.
\nA partir de este momento, las perspectivas vitales de Precious se ir\u00e1n delineando, aunque sea de forma titubeante: a pesar de su juventud, se empe\u00f1ar\u00e1 en mantener la tutela de sus hijas y criarlas en el entorno de amor que ella no pudo disfrutar. Adem\u00e1s, luchar\u00e1 por sacar adelante unos estudios que le permitan ampliar sus horizontes. Arropada por sus nuevas compa\u00f1eras de clase y, sobre todo, fortalecida por la aceptaci\u00f3n de s\u00ed misma a la que ha llegado, la historia de Precious enfilar\u00e1 un futuro que no dejar\u00e1 de ser duro e incierto (es seropositiva), pero que al menos estar\u00e1 forjado con materiales nobles como la fe en uno mismo, el amor y la palabra. Al final, nuestra hero\u00edna ya no necesitar\u00e1 ficciones que enmascaren sus propias carencias y miedos: al mirarse al espejo por fin se ver\u00e1 a ella misma y, lo que es m\u00e1s importante, reconocer\u00e1 que su nombre, Precious, no funciona como una feroz iron\u00eda, sino que menciona, exactamente, la imagen que ahora le devuelve el espejo: la de alguien que ha llegado a quererse.
\nEl protagonismo femenino en esta historia es absoluto, lo que refrenda aquello que anticip\u00e1bamos en el comentario de An Education<\/em>: si modelar el futuro resulta tarea \u00edmproba para cualquier joven, cuando adem\u00e1s se pertenece al sexo \u201cd\u00e9bil\u201d (debilitado por una historia inmensa de anulaci\u00f3n y desprecio) el reto alcanza proporciones tit\u00e1nicas. Quiero subrayar tambi\u00e9n, de cara a nuestras posteriores conclusiones, c\u00f3mo otra vez son adultos con vocaci\u00f3n los que liberan a una muchacha de una existencia sin sentido y la sit\u00faan en la senda de lo que merece la pena ser vivido. Tampoco quiero olvidarme del papel trascendental que se concede a la comunicaci\u00f3n en esta pel\u00edcula: recuperar, dotar, liberar la palabra son pasos trascendentales hacia la escucha de esa llamada hacia la propia realizaci\u00f3n que nos habita.
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\nAmador<\/em><\/strong>
\nTraigo a colaci\u00f3n Amador <\/em>por diversos motivos. Si hago un repaso de constantes, estamos una vez m\u00e1s ante una historia con protagonismo femenino, ambientada otra vez en los m\u00e1rgenes de la sociedad de bienestar (su personaje central, Marcela, es una emigrante peruana), que nos habla del paulatino adue\u00f1arse de alguien de sus decisiones. Pero, m\u00e1s all\u00e1 de las conexiones con la bater\u00eda de pel\u00edculas que estamos comentando, su inclusi\u00f3n en este trabajo responde a dos circunstancias.
\nEn Amador<\/em>, como suele ocurrir en buena parte del cine de Le\u00f3n de Aranoa, se juega con algunos s\u00edmbolos que van cohesionando el relato. Para muchos cr\u00edticos, estos pecan de ingenuos y de excesivamente literarios, amen de investir de lirismo impostado las inveros\u00edmiles historias donde se encajan. Sin dejar de reconocer cierta base real en estas valoraciones, no podemos negar que el director de Los lunes al sol<\/em> consigue que esas construcciones simb\u00f3licas soporten con solvencia las historias m\u00e1s o menos cre\u00edbles que desarrolla. En la pel\u00edcula que comentamos resaltan tanto las flores, que desde el primer plano cobran un protagonismo crucial en la trama y en el fondo de lo narrado,\u00a0 como los puzles. Es este segundo s\u00edmbolo el que alcanza resonancia a la hora de hablar de perspectivas vitales.
\nAmador, el anciano enfermo al que cuida Marcela, se entretiene montando puzles. En un di\u00e1logo clave, Amador explica a Marcela que el cielo en los puzles siempre es lo m\u00e1s dif\u00edcil de montar (recordemos que el nombre de la protagonista nace de la integraci\u00f3n de las palabras \u201cmar\u201d y \u201ccielo\u201d; que \u201ccielo\u201d es horizonte, futuro, aspiraci\u00f3n y Marcela ser\u00e1 una mujer que debe reconfigurar con muchas dificultades su futuro\u2026: este es el Le\u00f3n Aranoa simb\u00f3lico que muchos aborrecen); que, aunque pueda parecer absurdo, montar un cuadro desmontado, cuando se puede comprar ya \u00edntegro, tiene su sentido, pues es uno mismo quien lo arma; y, finalmente, que la vida de cada cual es como un puzle: al nacer ya tenemos todas las piezas en nuestras manos, solo hay que saber encajarlas. A partir de ese momento, la pel\u00edcula no dejar\u00e1 de recurrir a la figura del puzle y, lo que es m\u00e1s, a las resonancias simb\u00f3licas desatadas en la conversaci\u00f3n comentada, para recamar as\u00ed de profundidad la historia de Marcela. Por cierto, la pastora de la Primera parte de El Quijote<\/em>, que ha pasado a la historia como una de las primeras hero\u00ednas literarias del feminismo y la libertad, se llamaba tambi\u00e9n Marcela\u2026 \u00bfCasualidad o nuevo aldabonazo simb\u00f3lico?
\nLa teor\u00eda de la vida como puzle y, por tanto, el entendimiento del proyecto vital como una tarea de \u201cmontaje\u201d de lo ya dado a primera vista deslumbra con su brillo, pero en \u00faltima instancia se descubre insuficiente. Vivir, s\u00ed, consiste en ir encajando piezas, en volver el caos cosmos, pero no todo est\u00e1 en nuestras manos de principio, no todas las piezas se nos entregan al primer momento: ah\u00ed, en esa autosuficiencia, en esa negaci\u00f3n indirecta de lo otro\/el otro\/el Otro (la pieza con la que no se contaba), radica la carencia de muchos de los planteamientos de futuro que retrata el cine actual (l\u00e9ase lo dicho a prop\u00f3sito de El Silencio de Lorna<\/em>). En el fondo, la historia de Marcela desmiente ese aserto de Amador, pues su vida solo empieza a reorientarse tras el contacto con el anciano, es decir, tras el hallazgo de una pieza inesperada y trascendental.
\nComo ya ocurr\u00eda en Fish Tank<\/em> y se adivinaba en otras pel\u00edculas con j\u00f3venes, hoy en d\u00eda prefigurar un futuro consiste m\u00e1s en rechazar lo no deseado que en elegir una forma de vida concreta. Se sabe, se expresa, se renuncia a lo que no se quiere; pero falta fuerza o altura para definir con rotundidad lo que se anhela. La historia de Marcela sobre todo consistir\u00e1 en eso, en desmarcarse de las perspectivas de vida que un matrimonio anodino le ofrece, con un marido que no quiere tener hijos y que, adem\u00e1s de enga\u00f1arla, se obceca en medrar a fuerza de vender flores robadas, conservadas en un frigor\u00edfico y revendidas despu\u00e9s de haber sido perfumadas con ambientador\u2026 De esas flores momificadas, s\u00edmbolo pr\u00edstino de lo falso, huir\u00e1 Marcela al final, aunque, insisto, su huida carezca de rumbo. M\u00eda, Lorna y Marcela, al final de sus historias, han hallado aquello que no desean para ellas mismas, pero todav\u00eda est\u00e1n lejos de alcanzar un horizonte. Sus vidas son todav\u00eda puzles a medio hacer, sin cielo, a los que les faltan algunas piezas\u2026
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\nLa red social<\/strong>
\nComo viene siendo habitual en \u00e9l, el director David Fincher firma una interesant\u00edsima pel\u00edcula sobre un tema, el nacimiento de la red social Facebook, que le sirve de disculpa para indagar en las obsesiones, los miedos y las carencias de nuestra \u00e9poca. Desde el emblem\u00e1tico an\u00e1lisis del alma humana contempor\u00e1nea que fue el thrillerSeven <\/em>a la soberbia lecci\u00f3n sobre la vivencia presente de la temporalidad en un recorrido hist\u00f3rico memorable de su anterior El curioso caso de Benjam\u00edn Button<\/em>, el creador norteamericano ha insistido una y otra vez en tomarle el pulso al presente con una capacidad preclara para detectar sus constantes vitales y sus fisuras.
\nAdem\u00e1s, la historia del joven Mark Zuckerberg, el multimilloranio m\u00e1s joven del mundo, y de su emblem\u00e1tica aportaci\u00f3n al universo virtual se despliega ante nosotros como un memorable retrato sobre la \u00e9tica, la \u00e9pica y la est\u00e9tica (o su falta) del triunfador, un modelo humano que, a tenor de lo aqu\u00ed narrado, alcanza la cumbre del \u00e9xito, sin poder otear desde ella el horizonte del verdadero sentido de la vida.
\nLa complejidad de la descripci\u00f3n de este personaje se basa, primero, en su propia impermeabilidad; segundo, en la opci\u00f3n del director por mantener una absoluta neutralidad a la hora de perfilarlo y, tercero, en la soberbia interpretaci\u00f3n del actor que encarna a este genio contempor\u00e1neo: vulnerabilidad, torpeza, cinismo, apat\u00eda adobada de ataques de entusiasmo y, sobre todo, una sombra continua de infelicidad se pintan en cada gesto de Jesse Eisenberg, un tipo capaz de montar una red para establecer v\u00ednculos a escala planetaria y que, sin embargo, nos parece condenado a una desasosegante soledad.
\nSin caer en la moralina, vamos descubriendo c\u00f3mo el af\u00e1n megal\u00f3mano de Zuckerberg nace de una carencia afectiva: su creatividad, su ambici\u00f3n, su inteligencia aplicada al desarrollo de una idea, en \u00faltima instancia, solo aspira a compensar su torpeza para moverse en el mundo de las relaciones humanas. La mayor maquinaria de comunicaci\u00f3n que ha generado el ser humano la funda un tipo que, en el fondo, carece de habilidades sociales y muestra, en \u00faltima instancia, un desinter\u00e9s por sus semejantes como tales, sobre todo por falta de destreza para codearse con ellos en igualdad de intenciones.
\nLa pel\u00edcula est\u00e1 llena de sugerencias en la l\u00ednea del tema de nuestro estudio. Se\u00f1alemos, por ejemplo, c\u00f3mo la desorientaci\u00f3n vital del protagonista surge de un error de bulto, al intentar identificarse con un proyecto y sacrificar a esa m\u00e1scara todo lo dem\u00e1s (\u00e9tica, amistad, forma de vida), de tal modo que, en \u00faltimo extremo, de Mark no sabemos nada porque ha desaparecido en su propio entramado, en su propia red. A diferencia de los otros personajes que hemos estudiado, limitados por circunstancias diversas, Mark es un superdotado que dilapida sus talentos porque sobredimensiona su inteligencia y su creatividad, minusvalorando precisamente los valores que \u00e9l pretende facilitar mediante su invento, vinculados con los afectos y las relaciones. En la pel\u00edcula, por otra parte, se suceden las m\u00e1s diversas formas de entablar contacto (las que facilita internet; las de poder de los clubes de la prestigiosa universidad de Harvard; los amores de una noche; las juergas en discotecas, casas o fiestas privadas; las que el medio legal articula en un juicio\u2026) y todas tienen en com\u00fan algo que act\u00faa como s\u00edntoma de una \u00e9poca: la falta de verdadero t\u00fa a t\u00fa, el inter\u00e9s como motor, la carencia. A m\u00e1s supuesta comunicaci\u00f3n, m\u00e1s endeble calidad de los lazos.
\nMark se desmarca de los otros personajes de nuestro trabajo porque parece tener un proyecto vital, dispone de herramientas para realizarlo, alcanza sus metas; pero en ese itinerario hacia la realizaci\u00f3n personal no ha actuado movido m\u00e1s que por sus propias carencias: buscando respuestas que se hallan en la intimidad, ha lanzado una sonda in\u00fatil al universo inabarcable de lo virtual. Que te agreguen un mill\u00f3n de personas a su lista de amigos en Facebook no significa que tengas siquiera uno solo\u2026
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\nCanino<\/em><\/strong>
\nUna de las pel\u00edculas m\u00e1s perturbadoras del a\u00f1o pasado fue, sin duda, esta multipremiada cinta griega. El car\u00e1cter metaf\u00f3rico de la propuesta y su posible lectura pol\u00edtica no ahoga, sino que potencia, la posibilidad de situar esta creaci\u00f3n en la \u00f3rbita de aquellas obras que, como algunas de las aqu\u00ed comentadas, culpabilizan a los adultos de las carencias de los j\u00f3venes y, lo que es m\u00e1s grave, insin\u00faan que la cortedad de las perspectivas vitales juveniles procede de las amputaciones a las que estas se ven sometidas por los referentes de autoridad, sean familiares, educativos o sociales. \u00bfDe qu\u00e9 hablan pel\u00edculas como La cinta blanca o Pan negro<\/em>, si no es del nacimiento de monstruos, gestados en la infancia por medio de sistemas represores, tir\u00e1nicos y obscenos, aniquiladores de cualquier ideal? Y la ni\u00f1a de Kick Ass<\/em>, ultraviolenta, sin ning\u00fan prejuicio a la hora de exterminar enemigos (personaje que ha levantado ampollas en ciertos sectores cr\u00edticos), \u00bfacaso no es m\u00e1s que un reflejo brutal del padre que la educ\u00f3 en el ejercicio de una violencia sin l\u00edmite? De aquellos polvos familiares, estos lodos personales, que dice el saber popular.
\nEn Canino se desarrolla una f\u00e1bula que ya hemos visto otras veces en el cine (El bosque o El castillo de pureza<\/em>juegan las mismas bazas argumentales): unos padres deciden inventar un mundo ficticio que impida que sus tres hijos entren en contacto con el mundo real y se perviertan. Para ello, los mantienen encerrados en su casa mediante artima\u00f1as de falseamiento de la realidad, inventan un lenguaje castrante que evite mencionar abiertamente lo que pueda resultar incorrecto o amenazante y limitan su mundo a una endog\u00e1mica y viciada cadena de ritos y relaciones. La pel\u00edcula evoluciona desde el absurdo y el humor a la sordidez, a medida que una de las hijas toma conciencia de que hay vida al otro lado, de que existen fuerzas como el deseo y la fantas\u00eda y, sobre todo, de que habitan en una burda mentira. Sus afanes de huida chocar\u00e1n con la verdadera naturaleza dictatorial de su padre\u2026 La tragedia no tardar\u00e1 en desencadenarse.
\nLa pel\u00edcula, dur\u00edsima por momentos, desgarrada y malsana, combina el surrealismo de los comportamientos de unas criaturas ajenas a las costumbres del mundo exterior (la escena de la danza de las dos hermanas resulta sin duda memorable) con un hiperrealismo pre\u00f1ado de sentidos, que van de lo filos\u00f3fico a lo pol\u00edtico. Canino<\/em>, entendida como espejo de nuestro presente, nos interpela al proponer que quiz\u00e1s este entorno de bienestar en el que vivimos camufle y nos distraiga con satisfacciones inmediatas, como a los personajes de la pel\u00edcula, de la verdadera realidad, aquella en la que se juega el sentido \u00faltimo de la existencia.
\nQuiero terminar rese\u00f1ando c\u00f3mo, al igual que en Precious la recuperaci\u00f3n de la voz y de la palabra actuaban como revulsivos en el camino hacia la posibilidad de un futuro, en la pel\u00edcula griega es la manipulaci\u00f3n del lenguaje la mejor expresi\u00f3n de una realidad controlada, con conocimientos prohibidos e inquietudes interiores acalladas. Liberar la palabra o malversarla predisponen a los sujetos, o bien a su promoci\u00f3n, como en Precious, o bien a su definitiva castraci\u00f3n, como ocurre en esta historia.
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\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 En los j\u00f3venes del cine actual es infrecuente la llamada de lo\/el Otro. De las nueve pel\u00edculas estudiadas, solo hay alusiones a lo religioso en Amador,<\/strong><\/em> en una serie de escenas ambientadas en la iglesia, de fuerte componente ir\u00f3nico, y en una de las fantas\u00edas de Precious, <\/em>en la que se imagina cantante de Godspell. En los dem\u00e1s casos no se alude nunca, ni de forma simb\u00f3lica (tibiamente en El retrato de Dorian Gray<\/em>) ni directa a esta dimensi\u00f3n de la persona. No hay tampoco mediadores o misterios latentes que decanten estas historias en alg\u00fan momento en una direcci\u00f3n trascendente.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Cuando el otro llama lo hace encarn\u00e1ndose en figuras cercanas, como el hijo (Precious, Amador; <\/strong><\/em>en \u00a0<\/em><\/strong>El silencio de Lorna<\/em> se trata de un hijo imaginario, pero su fuerte pregnancia simb\u00f3lica lo eleva a figura crucial; tambi\u00e9n son hijos, ahora de otros, en Fish Tank o An education<\/em> los que reconducen desde el error hacia la autonom\u00eda a las adolescentes protagonistas).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Muy pocas veces se detecta la interpelaci\u00f3n de un pr\u00f3jimo ajeno al c\u00edrculo m\u00e1s inmediato de relaciones (en los casos analizados esto solo ocurre en El silencio de Lorna<\/em>).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Abundan los personajes femeninos sobre los masculinos. A pesar de la limitaci\u00f3n de sus expectativas, suele tratarse de personajes positivos: en ellas, respecto a sus coet\u00e1neos masculinos, aparece redoblada la intensidad de la b\u00fasqueda de sentido, las dificultades para emprender una senda personal, la energ\u00eda necesaria para reconducir hacia los propios deseos la voluntad de los otros. Solo en El retrato de Dorian Gray y La red social<\/em> el protagonismo es masculino: no es casual que sean las historias donde con m\u00e1s nitidez se muestra el fracaso de ciertas perspectivas vitales.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 En general los j\u00f3venes se caracterizan por el ensimismamiento: el entorno no act\u00faa como fuente de llamada y la realidad para ellos funciona como mero contexto o como simple herramienta a su disposici\u00f3n, nunca como detonante de la propia respuesta a la vida (si exceptuamos, de nuevo, El silencio de Lorna).<\/em>
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Act\u00faan movidos por su temperamento (Alicia, Fish Tank)<\/strong><\/em>, sus cualidades (<\/em><\/strong>An Education<\/em>), sus carencias (La red social),<\/em> sus deseos (El retrato de Dorian Gray<\/em>) o sus frustraciones (<\/em><\/strong>Precious, Amador, Canino<\/em>), es decir, se mueven ante los reclamos exclusivos de su identidad, con lo que, m\u00e1s que ejercicio de una vocaci\u00f3n, reconocemos, en el mejor de los casos, la puesta en pr\u00e1ctica de ciertos proyectos vitales egoc\u00e9ntricos.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Del mismo modo, muchos reconocen lo que no desean de sus vidas, aunque est\u00e1n confusos en el momento de establecer con claridad lo que buscan, tal y como ejemplifican Fish Tank, Amador o Canino.<\/strong><\/em> Empiezan por escapar de la atadura, aunque a partir de ah\u00ed la ruta se vuelva incierta. Por eso algunos personajes, m\u00e1s que de proyectos vitales, disponen de ciertas perspectivas incompletas y difusas.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Los referentes adultos act\u00faan en muchos casos como hitos negativos: se aprovechan de los j\u00f3venes (Fish Tank, El silencio de Lorna, Precious<\/em>), se empe\u00f1an en impedir su autonom\u00eda (adem\u00e1s de en las pel\u00edculas citadas, Canino, Alicia<\/em>), pervierten sus valores (El retrato de Dorian Gray, An education<\/em>).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Los referentes adultos positivos act\u00faan movidos por una vocaci\u00f3n bien configurada (Precious o An education<\/em>), que dirige a los j\u00f3venes hacia su crecimiento. A veces su influjo es menor y \u00a0se trata de meras figuras benefactoras que los acompa\u00f1an en un periodo de la vida (el sombrerero loco en Alicia, <\/strong><\/em>la prostituta y Amador a Marcela en Amador<\/em>).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La palabra y su ejercicio sanador ayudan a que la bruma entre la que se vislumbran sus destinos se disipe parcialmente: esto sucede en Fish Tank <\/em>(la amistad con el muchacho al que conoce en los episodios del caballo act\u00faa como forma de liberaci\u00f3n inicial), Precious, Amador <\/em>(las conversaciones de Marcela con Amador o con la vieja prostituta la animan a tomar la decisi\u00f3n de marcharse de casa), El silencio de Lorna.<\/em>
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 En numerosas ocasiones sus perspectivas vitales est\u00e1n confundidas, o bien por una err\u00f3nea interpretaci\u00f3n de lo que significa apurar la existencia a fondo (caso emblem\u00e1tico de El retrato de Dorian Gray, <\/strong><\/em>pero lo mismo le ocurre a Jenny durante buena parte de An education),<\/em> bien porque su imaginaci\u00f3n no corre pareja a los derroteros de la realidad (Fish Tank, El silencio de Lorna),<\/em> bien, finalmente, porque se ha equiparado el triunfo, el cumplimiento de una ambici\u00f3n o la expresi\u00f3n absoluta del ingenio con la verdadera vocaci\u00f3n (La red social),<\/em> cuando esto solo constituye una parcela incompleta de la realizaci\u00f3n personal.
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