{"id":7416,"date":"2011-01-01T00:00:00","date_gmt":"2010-12-31T22:00:00","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7416"},"modified":"2011-01-01T00:00:00","modified_gmt":"2010-12-31T22:00:00","slug":"por-donde-debe-ir-la-pastoral-vocacional-hoy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/por-donde-debe-ir-la-pastoral-vocacional-hoy\/","title":{"rendered":"\u00bfPOR D\u00d3NDE DEBE IR LA PASTORAL VOCACIONAL HOY?"},"content":{"rendered":"

Fabio Attard<\/strong>
\nConsejero General para la Pastoral Juvenil Salesiana<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nLa pastoral juvenil tiene conciencia clara del lugar que ocupa, en ella, la animaci\u00f3n vocacional. En primer lugar debemos partir de la realidad de los j\u00f3venes de hoy, suscitar cultura vocacional, comprender el valor eclesial de toda vocaci\u00f3n. El autor propone Ema\u00fas como paradigma del camino vocacional. Si hay una dimensi\u00f3n que no podemos arrinconar en la pastoral juvenil es nuestra capacidad, y dir\u00eda tambi\u00e9n, nuestro deber, de acompa\u00f1ar a los j\u00f3venes en un presente capaz de construir el futuro
\n 
\nEl tema de la animaci\u00f3n vocacional en estos \u00faltimos a\u00f1os est\u00e1 ocupando un lugar propio en la pastoral juvenil. No es cuesti\u00f3n de reconquista, sino de la conciencia de vivir una visi\u00f3n pastoral amplia, natural y eclesialmente m\u00e1s rica. Partiendo de esta constataci\u00f3n, la siguiente aportaci\u00f3n trata de ser, al mismo tiempo, una lectura de la realidad, con la propuesta de algunas l\u00edneas-madre que deben privilegiarse en nuestra acci\u00f3n pastoral.
\nNo se puede hablar de animaci\u00f3n vocacional sin partir de la historia de nuestros j\u00f3venes de hoy. Saber d\u00f3nde est\u00e1n, c\u00f3mo viven y qu\u00e9 esperan no es un ejercicio de naturaleza sociol\u00f3gica, sino una lectura en la que captamos la invitaci\u00f3n de Dios que nos llama como pastores para llevarles la buena nueva a su terreno. Su historia y su vida son para nosotros el \u2018locus theologicus\u2019.
\nLa comunidad creyente, que encuentra su fundamento y su sentido \u00faltimo en torno al misterio de Cristo, muerto y resucitado, se sit\u00faa con caridad pastoral ante la historia actual. La de nuestros j\u00f3venes forma una parte importante de la sociedad, frente a la que la comunidad creyente est\u00e1 presente en estado de escucha y de servicio. Y lo hace porque es consciente de que a esta historia es a la que el Se\u00f1or nos env\u00eda, es en esta historia en la que \u00c9l nos habla y es a esta generaci\u00f3n a la que nos env\u00eda como testigos.
\nLa comunidad creyente est\u00e1 llamada a dar testimonio a trav\u00e9s de su capacidad para suscitar procesos en los corazones de los que encuentra, acoge y acompa\u00f1a. Juan Pablo II daba un nombre a todo este proceso: cultura vocacional. Una cultura como actitud fundamental en el coraz\u00f3n del que cree y se entrega ayudando y acompa\u00f1ando a los otros, para que puedan encontrar en su coraz\u00f3n el proyecto personal de vida. Con otras palabras, favorecer procesos en los que el joven llega a preguntarse: \u00bfqu\u00e9 quiere Dios de m\u00ed?
\nA su vez no puede existir una cultura vocacional si la comunidad creyente no propone procesos, caminos, dentro de los que se maduren esas decisiones personales que facilitan el encuentro con Jes\u00fas. Caminos que sostienen a los j\u00f3venes en la dif\u00edcil peregrinaci\u00f3n de la b\u00fasqueda del sentido. En otras palabras, una verdadera comunidad creyente ve su propuesta pastoral no como un ofrecimiento fruto de su generosidad, sino como un deber fruto de su llamada, felizmente aceptada y compartida con convicci\u00f3n.
\nPor \u00faltimo, como un icono acompa\u00f1ante, no se puede olvidar nunca el relato post-pascual de Lucas, Ema\u00fas. Es una historia que permanece como un paradigma de aquella actitud pastoral marcada por una paciente espera, por un acompa\u00f1amiento que ensancha el coraz\u00f3n, y, finalmente, por la comunicaci\u00f3n amorosa que s\u00f3lo en la Eucarist\u00eda encuentra su punto \u00e1lgido, el punto de la apertura total del coraz\u00f3n al misterio de Dios.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Los j\u00f3venes de nuestro tiempo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Si echamos una ojeada a la situaci\u00f3n actual de los j\u00f3venes, la que encontramos en la cotidianidad de la vida, damos con un cuadro con sombras y luces. Me dejo guiar por algunas lecturas sobre la situaci\u00f3n, hechas por pastores que est\u00e1n ofreciendo no s\u00f3lo su vida, sino tambi\u00e9n su reflexi\u00f3n en este campo.
    \nA Enzo Bianchi, prior de Bose, hace algunos meses, en el diario La Stampa<\/a>, se le hizo una entrevista muy interesante sobre la situaci\u00f3n juvenil, que lleva el t\u00edtulo de \u2018J\u00f3venes la noche de la fe\u2019. Su lectura ofrece tres afirmaciones fundamentales.
    \nLa primera es la que brota de la investigaci\u00f3n sociol\u00f3gica. Dice Enzo Bianchi: \u201cQuien vive en contacto cotidiano con la realidad juvenil lo hab\u00eda advertido ya desde hace tiempo, aunque con frecuencia sus observaciones quedaban acalladas con afirmaciones perentorias; pero ahora los datos que emergen de un estudio nacional sobre \u00abLos j\u00f3venes frente al futuro y a la vida, con y sin fe\u00bb muestran un escenario preocupante, y no s\u00f3lo bajo una \u00f3ptica eclesial. La investigaci\u00f3n realizada por el Instituto Iard de Mil\u00e1n sobre una muestra de un millar de j\u00f3venes italianos entre los 18 y los 29 a\u00f1os ofrece una instant\u00e1nea de la relaci\u00f3n entre las nuevas generaciones y la fe que suscita m\u00e1s de un interrogante\u201d.
    \nLa conclusi\u00f3n de Enzo Bianchi es que debemos estar atentos a un f\u00e1cil optimismo que no casa con la realidad a ras de tierra. Su invitaci\u00f3n es que estemos atentos para no dejarnos seducir por lo que querr\u00edamos ver m\u00e1s que por lo que tenemos que reconocer.
    \nEl segundo punto que Enzo Bianchi comparte trata de la situaci\u00f3n de b\u00fasqueda de sentido en que se encuentran los j\u00f3venes de hoy. Su situaci\u00f3n nos interpela y nos desaf\u00eda: \u201cEn la fatigosa b\u00fasqueda de sentido para sus vidas con frecuencia y precozmente atravesadas por contradicciones, laceraciones familiares y desilusiones laborales, los j\u00f3venes no ambicionan tanto \u00abser\u00bb el futuro de una determinada realidad social o eclesial, como \u00abtener\u00bb ya ahora un futuro al que tender, una expectativa capaz de llenar de significado su presente\u201d.
    \nSobre este punto creo que ya podemos entrever los primeros trazos del reto pastoral. Lo que la lectura sociol\u00f3gica nos ofrece, un cuadro con sus luces y sus sombras, se convierte para nosotros en una ayuda para leer bien las se\u00f1ales de un grito profundo y muchas veces disimulado. Para nosotros, los pastores y educadores de los j\u00f3venes, ese grito nos interpela en\u00e9rgicamente porque en \u00faltimo t\u00e9rmino incide en el sentido profundo de nuestra vocaci\u00f3n.
    \nEl escenario actual est\u00e1 claramente marcado por la \u201cdesaparici\u00f3n de ideales compartidos, por la disminuci\u00f3n de lugares de encuentro y de discusi\u00f3n, por la focalizaci\u00f3n sobre los conflictos (que) acaban por hacer insoportable la contradicci\u00f3n que cada generaci\u00f3n debe afrontar y superar para pasar a la edad adulta y responsable: la no coincidencia entre la teor\u00eda y la pr\u00e1ctica, entre las ideas bonitas y la dura realidad, entre lo esperado y lo vivido\u201d. La interpretaci\u00f3n de Enzo Bianchi, lo sabemos bien, coincide perfectamente con la realidad que se nos presenta diariamente.
    \nEn el tercer punto, el autor nos ofrece una n\u00edtida propuesta pastoral que, mientras no niegue la dura realidad del d\u00eda a d\u00eda, sabr\u00e1 encontrarla al mismo tiempo con el sano realismo de esa memoria de la fe que sabe ser fuente de esperanza, y que debe compartirse necesariamente: \u201ccorresponde a los adultos encontrar en s\u00ed mismos los principios que se querr\u00edan que se viviesen en los j\u00f3venes, corresponde a la sociedad en su conjunto ofrecer signos de un pasado hacia el que se nos conduce con un recuerdo grato, testimoniar un presente de horizontes abiertos, proyectar un futuro que valga la pena vivirse, no en situaciones extraordinarias de momentos excepcionales, sino en lo cotidiano de una vida arm\u00f3nicamente compartida\u201d.
    \nEstos apuntes indicadores de Enzo Bianchi los tomaremos en la reflexi\u00f3n que sigue, dado que constituyen indicaciones prof\u00e9ticas para nuestra propuesta pastoral.
    \nJunto a este an\u00e1lisis y propuesta de Enzo Bianchi, querr\u00eda proponer otra lectura que sigue reforzando el tercer punto de Enzo Bianchi \u2013 saber proyectar un futuro que valga la pena vivirse. Es la lectura de un pastor de los j\u00f3venes, Daniel Ange, que despu\u00e9s de una vida pasada en la contemplaci\u00f3n y el estudio, hace unos veinte a\u00f1os fund\u00f3 la escuela de oraci\u00f3n y de evangelizaci\u00f3n \u2018Jeunesse Lumi\u00e8re\u2019: historia de un profeta de nuestro tiempo.
    \nEn resumen Daniel Ange comparte la lectura de Enzo Bianchi, de que la situaci\u00f3n actual de los j\u00f3venes no puede dejarnos tibios ni indiferentes: \u201cDespu\u00e9s de largos a\u00f1os de vida contemplativa en Ruanda he vuelto a Europa y he sentido el shock de descubrir esta juventud herida y desesperada.
    <\/a>.
    \nDespu\u00e9s de un largo discernimiento, llega para \u00e9l el momento de un giro pastoral. Lo que nos interesa a nosotros aqu\u00ed es que Ange acent\u00faa la dimensi\u00f3n de la sequedad espiritual, por una parte, y, por otra, la gran sed que se encuentra en los corazones de los j\u00f3venes: \u201ceste desierto espiritual de los j\u00f3venes me ha sacado del desierto con Dios. Fui a esa escuela donde qued\u00e9 desconcertado, por una parte por la ignorancia religiosa y, por otra, por la fant\u00e1stica sed de conocer al Se\u00f1or\u201d.
    \nUna tercera reflexi\u00f3n es la del arzobispo de Par\u00eds, el Cardenal Andr\u00e9 Vingt-Trois. En un art\u00edculo sobre el tema de las vocaciones,
    <\/a> empieza comentando la situaci\u00f3n actual de los j\u00f3venes y escribe: \u201cUna de las dimensiones de nuestra crisis cultural actual es precisamente la de una persona que quiere asumir firmemente un compromiso, que reclama para ello toda su vida y desea de modo instintivo estar segura de que no se equivoca\u201d.
    \nVingt-Trois, refiriendo su misma experiencia pastoral donde encuentra j\u00f3venes que comparten el deseo de convertirse en personas consagradas, pero tienen miedo de decirlo, escribe que la b\u00fasqueda existe y est\u00e1 viva, pero debe tener en cuenta las inhibiciones y las resistencias. \u00c9stas, la mayor parte de las veces, impiden que el deseo se exprese como un proyecto positivo. Y, con un toque final, que recuerda la invitaci\u00f3n de Enzo Bianchi, dice el cardenal de Par\u00eds: \u201cHace falta que tambi\u00e9n nosotros tengamos el mismo deseo id\u00e9ntico de que algunos j\u00f3venes se hagan sacerdotes\u201d.
    \nUna cuarta pista de reflexi\u00f3n la tomo de un sacerdote franc\u00e9s, Jacques Anelli, sacerdote de la di\u00f3cesis de Nanterre, que fue responsable del Servicio Nacional para las Vocaciones en Francia desde 2001 hasta 2007.
    \nEn un art\u00edculo que lleva el t\u00edtulo de \u2018Croire en des chemins d’avenir\u2019
    <\/a>, Anelli se refiere a la Carta a los cat\u00f3licos de Francia \u2013Proponer la fe en la sociedad contempor\u00e1nea-, y escribe: \u201cEsta carta es una llamada a comprender la situaci\u00f3n, entrar en el coraz\u00f3n de la fe y formar una Iglesia que propone la fe. Para salir del encantamiento, hay que establecer una conexi\u00f3n entre el cambio de las mentes y el de las estructuras sociales y la realidad de las vocaciones espec\u00edficas\u201d.
    \nJunto a esta invitaci\u00f3n, Anelli hace una reflexi\u00f3n en la que invita a interpretar y ver la realidad de las vocaciones especiales como una realidad que tiene que ver con un ambiente cultural, sociol\u00f3gico y tambi\u00e9n legislativo: \u201cEl tiempo de la transmisi\u00f3n se est\u00e1 agotando para dejar su lugar al de la experiencia, de la libre opci\u00f3n. Se trata aqu\u00ed de una revoluci\u00f3n cultural, de un cambio de \u00e9poca\u201d.
    \nDe esto se sigue que hay que convencerse de la necesidad de \u201chabitar en este tiempo nuestro\u201d. Refiri\u00e9ndose a la alta afluencia vocacional de los a\u00f1os treinta, que ten\u00eda como causa principal la vitalidad de los movimientos de la \u00e9poca, tambi\u00e9n nosotros hoy debemos preguntarnos cu\u00e1les podr\u00edan ser los lugares y las experiencias que marcar\u00e1n nuestra \u00e9poca. Anelli se pregunta si las dimensiones de comunidades m\u00e1s fraternas, de un compromiso apost\u00f3lico de cada creyente en cualquier estado de vida que se encuentre y de una vida comunitaria de los sacerdotes no ser\u00e1n algunos elementos que debamos favorecer. Este podr\u00eda ser el terreno para la animaci\u00f3n vocacional hoy y lo ser\u00e1 odav\u00eda m\u00e1s ma\u00f1ana.
    \nDe estas reflexiones creo que podemos concluir dos cosas: que los retos que nos vienen del mundo juvenil son muy elocuentes, al menos para los que quieren verlos. El segundo es que todos estos pastores no s\u00f3lo hacen la lectura de la situaci\u00f3n, sino que van m\u00e1s all\u00e1, ofreciendo propuestas y pistas para el futuro.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. La Iglesia: comunidad creyente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      Entramos en la segunda parte que se presenta como una continuaci\u00f3n de la lectura anterior, con sus luces y sombras, con sus perspectivas y oportunidades pastorales. Creo que es importante que nos preguntemos en qu\u00e9 \u00f3ptica-visi\u00f3n de Iglesia estamos situados nosotros, los pastores y educadores. Este cuerpo m\u00edstico de Cristo, al que pertenecemos, \u00bfde qu\u00e9 modo nos nutre, de qu\u00e9 manera nos dejamos plasmar por su dinamismo?
      \nY aqu\u00ed entra en juego todo lo que podemos llamar las convicciones eclesiales fundamentales que modelan nuestra comprensi\u00f3n y nuestra propuesta pastoral.
      \nSobre esta dimensi\u00f3n el Cardenal Vingt-Trois, ofrece palabras que exponen la centralidad del tema: \u201centre los elementos constitutivos de una vocaci\u00f3n se encuentra en el centro el mensaje que una comunidad cristiana testimonia en relaci\u00f3n con el ministerio sacerdotal. No se pueden llevar adelante la llamada y la invitaci\u00f3n a acoger la vocaci\u00f3n si las comunidades cristianas en su conjunto, y cada una de forma convencida, no progresan en su reflexi\u00f3n sobre el ministerio sacerdotal y c\u00f3mo lo consideran como un elemento constitutivo de la vida eclesial\u201d.
      \nEn esta reflexi\u00f3n vemos un cambio radical: desde la visi\u00f3n que interpretaba la vocaci\u00f3n como una cosa personal entre el candidato y Dios, y que despu\u00e9s aceptaba la Iglesia, hacia un paradigma eclesial en el que la llamada vocacional pide el compromiso de toda la comunidad creyente.
      \nHoy no podemos olvidar ya que, en el pasado, esa llamada interior se beneficiaba con un ambiente que favorec\u00eda ese crecimiento. Lo que ya no es el caso hoy. He aqu\u00ed, entonces, el interrogante central: \u00bfc\u00f3mo hacemos hoy nosotros para ofrecer ambientes en los que la inhibici\u00f3n y la falta de valent\u00eda puedan indicarse y superarse?
      \nNo existen soluciones prefabricadas. Pero tenemos algunas se\u00f1ales que nos indican ya algunas pistas que se pueden recorrer. Pero son pistas que se inspiran en un modelo de Iglesia en el que la comunidad creyente vive fraternamente su fe con alegr\u00eda. Comunidades que saben acoger a cada miembro como un don, sabiendo que cada creyente no est\u00e1 llamado sino a testimoniar con convicci\u00f3n su fe en la cotidianidad de la vida. S\u00f3lo as\u00ed los cristianos se convierten en levadura de los tiempos nuevos cuando la buena noticia puede compartirse, ofreciendo un ambiente que favorezca procesos de maduraci\u00f3n de fe.
      \nSi esta visi\u00f3n eclesial nutre nuestras experiencias y modela nuestras pr\u00e1cticas pastorales, entonces se traduce en una propuesta real aquello a lo que alud\u00eda Enzo Bianchi, esto es, la necesidad de adultos que encuentren en s\u00ed mismos \u201clos principios que se querr\u00eda que existiesen en los j\u00f3venes\u201d.
      \nSer verdaderos creyentes hoy significa \u201cofrecer signos de un pasado hacia el que se vuelve con un recuerdo agradable, testimoniar un presente de horizontes abiertos, proyectar un futuro que valga la pena vivirse\u201d. La vivencia de la fe tiene dentro de s\u00ed esa capacidad de dar sentido al tiempo, pero no s\u00f3lo eso. En la comunidad creyente se transmite una cultura, comienzan y se consolidan procesos y propuestas pastorales capaces de sostener los deseos fundamentales que, de otro modo, corren el riesgo de quedar escondidos sin tomar nunca el vuelo.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Una cultura vocacional<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        El tema de la cultura vocacional lo se\u00f1al\u00f3 Juan Pablo II en su Mensaje para la XXX Jornada Mundial por las Vocaciones, 1993<\/a>. El Papa sit\u00faa su reflexi\u00f3n de la \u2018cultura vocacional\u2019 en una plataforma muy amplia, la que capta la profundidad del coraz\u00f3n humano que anhela a su Creador: \u201cEs necesario, por tanto, promover una cultura vocacional que sepa reconocer y acoger esa aspiraci\u00f3n profunda del hombre, que lo lleve a descubrir que s\u00f3lo Cristo puede decirle toda la verdad sobre su vida\u201d.
        \nEn esta \u00f3ptica, la cultura vocacional trata de iluminar la vida en su integridad y no est\u00e1 ah\u00ed para iluminar una parte de ella. La vocaci\u00f3n de la persona tiene que ver con el cuadro amplio y profundo de la existencia humana donde todos nos sentimos llevados a descubrir la fuente que gu\u00eda nuestras decisiones, que nos indica el proyecto de vida propio: \u201cEsta cultura de la vocaci\u00f3n es la base de la cultura de la vida nueva, que es vida de gratitud y de gratuidad, de confianza y de responsabilidad; en su ra\u00edz, es cultura del deseo de Dios, que da la gracia de apreciar al hombre por s\u00ed mismo, y de reivindicar incesantemente su dignidad frente a todo lo que puede oprimirlo en el cuerpo y en el esp\u00edritu\u201d.
        \nApoy\u00e1ndonos en el tema anterior que se refiere a la visi\u00f3n eclesial, y a\u00fan m\u00e1s con la de la situaci\u00f3n de los j\u00f3venes, logramos captar que una experiencia marcada por una cultura vocacional, una cultura del deseo de Dios, es una experiencia que ensancha el horizonte mientras profundiza en el valor del estudio. Es una experiencia que da raz\u00f3n a la b\u00fasqueda de sentido, superando las inhibiciones y temores que se refuerzan en la falta de relaciones v\u00e1lidas y maduras.
        \nEl Papa lleva su reflexi\u00f3n sobre la cultura vocacional a su objetivo exacto. Lo hace con una propuesta muy clara que haremos bien en no perder: \u201cSobre todo ser\u00e1 necesario que la pastoral juvenil sea expl\u00edcitamente vocacional, y se dirija a despertar en los j\u00f3venes la conciencia de la \u00abllamada\u00bb divina, para que experimenten y gusten la belleza de la entrega, en un proyecto estable de vida\u201d.
        \nA lo que el Papa nos invita a nosotros, educadores y pastores de los j\u00f3venes, es a ser fieles al deber. Si hay una dimensi\u00f3n que no podemos arrinconar en la pastoral juvenil es nuestra capacidad, y dir\u00eda tambi\u00e9n, nuestro deber, de acompa\u00f1ar a los j\u00f3venes en un presente capaz de construir el futuro.
        \nSi fallamos en esto, nuestra presencia junto a ellos es una presencia enga\u00f1adora, corta de vista. \u00bfPara qu\u00e9 sirve un adulto que ofrece su vida en la educaci\u00f3n y en la evangelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes si no se logra darles la esperanza del futuro? \u00bfPara qu\u00e9 sirve un educador y un evangelizador si no es capaz de llevar a los j\u00f3venes a descubrir ese anhelo que se dilata en sus mismos corazones, y ayudarles a saciar su sed en la fuente de la plena humanidad que es Cristo?
        \nUn \u00faltimo apunte del mensaje de Juan Pablo II de 1993 es el que gira en torno a los protagonistas de esta cultura vocacional. Todos estamos llamados a promover esta cultura porque todos formamos parte de ese cuerpo m\u00edstico de Cristo que es la Iglesia: \u201ctodo cristiano, adem\u00e1s, dar\u00e1 de verdad prueba de que colabora en la promoci\u00f3n de una cultura para las vocaciones, si sabe comprometer su mente y su coraz\u00f3n en discernir lo que es bueno para el hombre: es decir, si sabe discernir con esp\u00edritu cr\u00edtico las ambig\u00fcedades del progreso, los pseudovalores, las insidias de las cosas artificiosas que algunas civilizaciones hacen brillar ante nuestros ojos, las tentaciones de los materialismos o de las ideolog\u00edas pasajeras.\u201d
        \nSi los retos son grandes, si siguen disminuyendo los espacios sociales y culturales que podr\u00edan aportar est\u00edmulo a favor de una cultura que sepa suscitar vocaciones, resulta entonces todav\u00eda m\u00e1s urgente el compromiso de cada creyente. Con una actitud pastoral que se deja impregnar por esta cultura, no estamos lejos de la verdad si decimos que el futuro lo debemos imaginar a trav\u00e9s del filtro de una propuesta pastoral que sea totalmente vocacional. S\u00f3lo as\u00ed nuestras comunidades educativas ser\u00e1n atrayentes y reveladoras en su capacidad de suscitar procesos vocacionales. S\u00f3lo as\u00ed llegamos a dar testimonio de que cada creyente vive su participaci\u00f3n como respuesta a una llamada, una llamada que viene del Padre que no deja de llamar obreros a su vi\u00f1a.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Una Pastoral Juvenil que lleva a Cristo y lleva hacia Cristo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Al llegar a este punto, creo que es obvio adentrarse en la experiencia de la pastoral juvenil. Con gozo se advierte una atenci\u00f3n siempre creciente a esta pastoral dentro de la Iglesia junto a una reflexi\u00f3n que se centra cada vez m\u00e1s en la persona de Cristo, evitando el peligro de dar a la dimensi\u00f3n antropol\u00f3gica un valor de autosuficiencia. La pastoral juvenil nos llama a ser como Cristo, pastores de los j\u00f3venes. En la l\u00f3gica de este don ofrecido a los j\u00f3venes, nada puede suplantar y ponerse por delante de la urgencia de anunciar a Cristo.
          \nEn los cambios antropol\u00f3gicos de los \u00faltimos a\u00f1os, con las crecientes atenciones positivas que han tra\u00eddo consigo, no han faltado tendencias que llevaban a rupturas entre el desarrollo humano y el crecimiento cristiano, la cultura y el Evangelio, como lo presenta el Papa Pablo VI en la enc\u00edclica Evangelii nuntiandi. Lo mismo podemos decir de una cierta atenci\u00f3n a los m\u00e9todos que no han sabido siempre ofrecer el lugar justo al contenido, que no es sino la experiencia viva de Cristo vivo.
          \nDon Egidio Vigan\u00f2, en una carta a los Salesianos sobre la \u201cnueva educaci\u00f3n\u201d se\u00f1ala esa tentaci\u00f3n en el sector que est\u00e1 m\u00e1s cerca de nosotros, la educaci\u00f3n, pero que se presenta como una tendencia a acaparar todo: \u201cLa reflexi\u00f3n sobre la mutua relaci\u00f3n entre maduraci\u00f3n humana y crecimiento cristiano debemos considerarla b\u00e1sica e indispensable en todas las situaciones. De su recta interpretaci\u00f3n depende la justa y eficaz aplicaci\u00f3n de nuestras mismas Constituciones (art\u00edculos desde el 31 al 43). Por tanto: giro antropol\u00f3gico, s\u00ed; pero en el v\u00e9rtice, Cristo, \u00a1el Hombre nuevo!… Este giro antropol\u00f3gico se piensa y se presenta hoy como una realidad que no hace falta que se refiera a Cristo porque el hombre tiene ye en s\u00ed mismo\u2014 prescindiendo del misterio del Verbo encarnado \u2014 todas las razones de su dignidad y todas las capacidades para dar sentido a la historia\u201d
          <\/a>.
          \nEn esta dial\u00e9ctica entre la maduraci\u00f3n humana y el crecimiento cristiano, lo que ha pagado el precio m\u00e1s alto ha sido la propuesta expl\u00edcita de Cristo. Lo que hoy estamos escuchando a los j\u00f3venes que est\u00e1n buscando, y debemos proponer, es que tengan la valent\u00eda de poner en el centro a Jes\u00fas. Jacques Anelli comenta as\u00ed esta fase delicada y urgente que nos concierne en la pastoral juvenil: \u201cOtro camino del futuro que me llena de gozo cada d\u00eda m\u00e1s es que la animaci\u00f3n vocacional se presenta dentro de la pastoral juvenil. Toda la pastoral debe ser una invitaci\u00f3n a vivir siguiendo a Cristo, y dejarse guiar por \u00c9l. Como sucede en nuestro camino de Ema\u00fas, donde \u00c9l nos revela el sentido de las Escrituras y nos deja descubrirlo en el pan partido, tambi\u00e9n lo hace en el pan compartido. Como toda vida es una vocaci\u00f3n, es urgente que se presenten las vocaciones espec\u00edficas como una realidad visible de nuestras comunidades. En esto, toda iniciativa permite a los j\u00f3venes intuir y descubrir la riqueza de lo que se vive \u2013discretamente, porque se hace naturalmente\u2013 dentro de la Iglesia; de una manera concreta les hace ver la diversidad de la misi\u00f3n as\u00ed como tambi\u00e9n de la llamada\u201d.
          \nLas dos l\u00edneas que la pastoral juvenil est\u00e1 llamada hoy a favorecer son la de la centralidad de Jes\u00fas y la propuesta serena y discreta de la llamada vocacional. En otras palabras, los j\u00f3venes tienen el derecho de o\u00edr el anuncio de Cristo, un anuncio que les lleva sentido y luz en su afanosa b\u00fasqueda
          <\/a>. Igual que tienen derecho, refiri\u00e9ndonos a la reflexi\u00f3n del cardenal Vingt-Trois, a encontrar lugares y personas donde sus temores e inhibiciones no tengan la \u00faltima palabra sobre el proyecto de su vida. En esta l\u00f3gica de cambio, pero tambi\u00e9n de apertura, es decir, de comunidades abiertas en su encuentro con j\u00f3venes en b\u00fasqueda, Enzo Bianchi escribe: \u201cpor lo dem\u00e1s, la fe, como la vida, se transmite de persona cre\u00edble a persona abierta a la posibilidad de creer y no se puede pensar que las estrategias o los escamoteos puedan sustituir a las relaciones interpersonales que se crean y se alimentan dentro de comunidades de vida concretas, desde la familia al barrio, a la parroquia, al asociacionismo organizado\u201d.
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Revivir Ema\u00fas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            Como \u00faltima parte de esta aportaci\u00f3n propongo una lectura pastoral del pasaje de Ema\u00fas en el que veo no s\u00f3lo un m\u00e9todo de acompa\u00f1amiento, sino sobre todo un icono que nos ilumina de un modo totalmente especial
            \nLa idea del camino emprendido fuera de la ciudad por los dos peregrinos explica muy bien lo que viven muchos j\u00f3venes hoy\u2013 la polis no es ya para ellos una oportunidad para el futuro. Son dos peregrinos que han perdido la esperanza, no creen ya en nada ni en nadie. En ese estado Jes\u00fas se une a ellos en el camino. Su desconcierto se convierte en el lugar de su misi\u00f3n. Su experiencia es el punto de partida. Lo que les ha desilusionado, lo que los est\u00e1 turbando se convierte en el objeto del di\u00e1logo que el mismo Jes\u00fas no intenta interrumpir, y mucho menos contradecir. La escucha que Jes\u00fas ofrece es una escucha sagrada. Su historia debe quedar acogida en el \u00e1mbito de la sacralidad. No hay prisa y mucho menos imposici\u00f3n, s\u00f3lo acogida respetuosa de la propia historia.
            \nAnte esta primera parte del icono, se nos ocurre preguntar qu\u00e9 urgencia hay hoy, m\u00e1s que ayer, de recuperar esa dimensi\u00f3n de una acogida fraterna, sagrada, de la historia de nuestros j\u00f3venes. En otras palabras, la urgencia de captar su necesidad de sentirse acogidos y escuchados para que puedan narrar su historia, sus miedos, sus inhibiciones, sus heridas.
            \nEn la parte siguiente Jes\u00fas se deja sentir tambi\u00e9n con su palabra. Y lo hace en el momento justo en que ellos han acabado de relatar y tambi\u00e9n de relatarse. Y Jes\u00fas, con gran claridad, comparte con ellos lo que necesitan o\u00edr. El respeto a su historia es la condici\u00f3n indispensable para que ahora, tambi\u00e9n ellos, adopten la misma actitud de escucha. Se han sentido escuchados y ahora escuchan. Y Jes\u00fas conduce el di\u00e1logo hacia el punto donde el coraz\u00f3n anhela encontrarse, el encuentro con la luz y la fuerza de la Palabra. Jes\u00fas no hace concesiones. Jes\u00fas sabe lo que est\u00e1n buscando y se lo ofrece con claridad iluminante, que todav\u00eda no se entiende del todo. El camino sigue lleno de la fuerza de la Palabra que necesita tiempo para llegar a su plena madurez.
            \nY la tercera parte del icono de Ema\u00fas nos ofrece el punto \u00e1lgido del camino. Los dos peregrinos han perdido la esperanza, y han perdido tambi\u00e9n la fe. Pero no han perdido la capacidad de la caridad: \u201c\u00a1Qu\u00e9date con nosotros!\u201d Es el gesto m\u00e1s exquisito de dos almas que no quieren que las arrastre el no-sentido. Aunque est\u00e9n decepcionados, les queda en el coraz\u00f3n esa brizna de humanidad que basta para reavivar el fuego.
            \n\u201cQu\u00e9date con nosotros\u201d fue su invitaci\u00f3n; y Jes\u00fas les correspondi\u00f3 \u201c\u00a1qued\u00e1ndose con ellos!\u201d.
            \nSu anhelo, alimentado por el que fue su compa\u00f1ero durante el viaje de la desesperaci\u00f3n, los ilumin\u00f3 con la Palabra y ahora se ofrece a ellos en la Eucarist\u00eda.
            \nLo que parec\u00eda imposible por causa de la oscuridad, ahora es posible a pesar de la oscuridad. La luz la han descubierto dentro de su coraz\u00f3n y no necesitan ya nada. Y recorren el mismo camino que los lleva a Jerusal\u00e9n a anunciar a los hermanos la buena noticia.
            \n <\/p>\n

              \n
            1. Conclusi\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

              Al final de esta reflexi\u00f3n querr\u00eda terminar con un deseo y tambi\u00e9n con una llamada pastoral.
              \nDeseo a tantos pastores y educadores que se entregan generosamente al bien de los j\u00f3venes, que logremos leer de manera serena los retos que los j\u00f3venes nos est\u00e1n ofreciendo; que logremos tener ese deseo permanente del coraz\u00f3n de ofrecerles una experiencia de Iglesia que sea verdaderamente una comunidad acogedora y fraterna en la que puedan encontrar a quien los escuche y acompa\u00f1e.
              \nUna comunidad que hace de su misi\u00f3n una propuesta que suscita procesos de maduraci\u00f3n, caminos vocacionales donde los j\u00f3venes descubran y vivan el proyecto que Dios tiene para cada uno de ellos. Y, por consiguiente, saber proponer con valent\u00eda y claridad itinerarios fuertes, que sean respetuosos no s\u00f3lo con el ritmo de cada joven, sino tambi\u00e9n con el anhelo que su coraz\u00f3n busca satisfacer: propuestas en las que Jes\u00fas est\u00e9 en el centro como camino, verdad y vida.
              \nHace algunas semanas asistimos a la experiencia pastoral del Papa Benedicto XVI en Escocia e Inglaterra. Entre todos sus discursos, creo que el de la vigilia de la beatificaci\u00f3n del Cardenal John Henry Newman ofrece un paradigma y una s\u00edntesis muy pertinente para nuestro tema. Creo que es un discurso que contiene en una forma densa el camino que he tratado de exponer aqu\u00ed.
              \nEn el cuerpo de ese discurso el Papa recuerda como \u201cuna de las meditaciones m\u00e1s gratas del Cardenal la que contiene estas palabras: \u00abDios me ha creado para ofrecerle un determinado servicio especial. Me ha confiado un trabajo determinado que no ha confiado a otros\u00bb (Meditations on Christian Doctrine). Vemos aqu\u00ed el realismo cristiano preciso de Newman, el punto en el que la fe y la vida inevitablemente se cruzan\u201d.
              \nEl Papa, uniendo la experiencia de la fe con la de la vida, como en una encrucijada, sigue acentuando dos aspectos fundamentales: (1) estar abiertos a la llamada, a la vocaci\u00f3n, en sus diversas formas, y (2) cualquiera que sea el proyecto de Dios, ser valientes y generosos en la respuesta que debe darse al Se\u00f1or que llama:
              \n\u201cAhora deseo decir una palabra especial a los muchos j\u00f3venes presentes. Queridos j\u00f3venes amigos: s\u00f3lo Jes\u00fas conoce qu\u00e9 \u00abservicio especial\u00bb tiene en su mente para vosotros. Estad abiertos a su voz que resuena en lo profundo de vuestro coraz\u00f3n: tambi\u00e9n ahora su coraz\u00f3n habla a vuestro coraz\u00f3n. Cristo tiene necesidad de familias que recuerden al mundo la dignidad del amor humano y la belleza de la vida familiar. \u00c9l tiene necesidad de hombres y mujeres que dediquen su vida al noble trabajo de la educaci\u00f3n, tomando a su cuidado a los j\u00f3venes y form\u00e1ndolos seg\u00fan los caminos del Evangelio. Tiene necesidad de quienes consagren su vida en la b\u00fasqueda de la caridad perfecta, sigui\u00e9ndolo en castidad, pobreza y obediencia, y sirvi\u00e9ndole en el m\u00e1s peque\u00f1o de nuestros hermanos y hermanas. Tiene necesidad del amor potente de los religiosos contemplativos que sostienen el testimonio y la actividad de la Iglesia mediante su continua oraci\u00f3n. Y tiene necesidad de sacerdotes, buenos y santos sacerdotes, hombres dispuestos a perder la vida por su propia grey. \u00a1Preguntad a Dios qu\u00e9 tiene en su mente para vosotros! \u00a1Pedidle la generosidad de decirle que s\u00ed! No teng\u00e1is miedo de daros totalmente a Jes\u00fas. Os dar\u00e1 la gracia necesaria para ser fieles a vuestra vocaci\u00f3n\u201d.
              \nQue la invitaci\u00f3n del Papa Benedicto XVI dirigida a los j\u00f3venes se traduzca para todos los educadores y pastores en una realidad pastoral real y verdadera.
              \n <\/p>\n

              Fabio Attard<\/p>\n

               
              \n 
              \n
              <\/a> Enzo Bianchi, Giovani la notte della fede, en La Stampa, 25 de abril de 2010; las citas siguientes se toman de la misma entrevista.
              \n
              <\/a> Daniel Ange, testimonios recogidos de algunos videos disponibles en la red. Se puede buscar tambi\u00e9n en el sitio:http:\/\/www.sentinelledipasqua.it<\/a>: o http:\/\/www.scuoladievangelizzazione.it<\/a>
              \n
              <\/a> Cardenal Andr\u00e9 Vingt-Trois, La relation avec des jeunes qui se posent la question de la vocation, en \u00c9glise et Vocations 9 (2010) pp. 105-112 ; las citas que se refieren al autor se han tomado del mismo art\u00edculo.
              \n
              <\/a> Jacques Anelli, Croire en des chemins d’avenir, en Eglise et vocations, 8 (2009) 133-138; las citas que siguen se toman del mismo art\u00edculo.
              \n
              <\/a> Mensaje de Juan Pablo II para la XXX Jornada Mundial para las Vocaciones, 1993, enhttp:\/\/www.vatican.va\/holy_father\/john_paul_ii\/messages\/vocations\/documents\/hf_jp-ii_mes_08091992_world-day-for-vocations_it.html<\/a>
              \n
              <\/a> Nueva Educaci\u00f3n, Carta publicada en ACG n. 337; v\u00e9ase tambi\u00e9n La \u00abNueva Evangelizaci\u00f3n\u00bb, Carta publicada en ACG n. 331.
              \n
              <\/a> Entrevista a don Riccardo Tonelli, \u201cRipensando quarant\u2019anni di servizio alla Pastoral Giovanile\u201d en Note di Pastoral Giovanile 5(2009) 11-65.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

              Fabio Attard Consejero General para la Pastoral Juvenil Salesiana S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO La pastoral juvenil tiene conciencia clara del lugar que ocupa, en ella, la animaci\u00f3n vocacional. En primer lugar debemos partir de la realidad de los j\u00f3venes de hoy, suscitar cultura vocacional, comprender el valor eclesial de toda vocaci\u00f3n. El autor propone Ema\u00fas como […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[1459,1315,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7416"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7416"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7416\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7416"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7416"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7416"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}