{"id":7424,"date":"2011-01-01T00:00:15","date_gmt":"2010-12-31T22:00:15","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7424"},"modified":"2011-01-01T00:00:15","modified_gmt":"2010-12-31T22:00:15","slug":"itinerarios-de-pastoral-vocacional","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/itinerarios-de-pastoral-vocacional\/","title":{"rendered":"ITINERARIOS DE PASTORAL VOCACIONAL"},"content":{"rendered":"

Ignacio Dinnbier Carrasco, SJ<\/strong>
\nCentro Arrupe, Valencia<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nReconoce el autor del art\u00edculos, en sus reflexiones, la importancia del documento vaticano \u201cIn verbo tuo\u201d. Este documento ofreci\u00f3 fecundos argumentos para la pastoral vocacional. Por ejemplo: la cultura vocacional, lo vocacional y las vocaciones, la mistagog\u00eda vocacional. En esta \u00faltima clave sit\u00faa Ignacio Dinnbier la categor\u00eda de Encuentro que siempre se reconoce a posteriori. En la \u00faltima parte del art\u00edculo, al autor, habla de los itinerarios vocacionales que son siempre itinerarios de vida que ayudan a tocar lo esencial, lo que anhelamos, lo inconcebible\u2026 impulsados por el Esp\u00edritu.
\n <\/strong>
\nTras la celebraci\u00f3n del Congreso Europeo sobre Vocaciones en 1997, se public\u00f3 el documento \u201cIn verbo tuo\u201d en el que se presenta la situaci\u00f3n vocacional europea, se desarrolla una teolog\u00eda de la vocaci\u00f3n y se proponen unos principios generales de pastoral vocacional. El mismo documento ofrece una serie de orientaciones que tienen que ver, entre otras cuestiones, con la promoci\u00f3n de una cultura vocacional, como condici\u00f3n de posibilidad para que se suscite la vocaci\u00f3n, con la necesidad de dar un salto de calidad en la pastoral vocacional o con el protagonismo de la comunidad cristiana.
\n\u201cIn verbo tuo\u201d realiza, igualmente, un pormenorizado an\u00e1lisis de la pastoral vocacional describiendo los rasgos que la identifican y aquellos que deber\u00edan tenerse en cuenta: no se resigna ante las circunstancias desfavorables; est\u00e1 animada por la convicci\u00f3n de que toda persona es un don original de Dios, que espera ser descubierto; ayuda a la persona para que sepa discernir el designio de Dios sobre su vida; no nace del miedo a la desaparici\u00f3n o a la disminuci\u00f3n de vocaciones sino que cede el puesto a la esperanza cristiana.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Lo vocacional y la vocaci\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Una de sus mejores aportaciones es, sin duda, la reflexi\u00f3n que realiza sobre lo vocacional y las consecuencias que tiene sobre la vocaci\u00f3n. El gran acierto de este planteamiento es destacar la centralidad del dinamismo vocacional como \u00e1mbito de experiencia antropol\u00f3gica y espiritual desde el que se suscita la vocaci\u00f3n. Esta diferenciaci\u00f3n no es, por tanto, un enrevesado juego de palabras sino una perspectiva que nos permitir\u00e1 pensar y proponer itinerarios de pastoral vocacional. Se trata, por ello, de un planteamiento muy clarificador en un momento en el que la preocupaci\u00f3n por las vocaciones puede hacernos perder de vista d\u00f3nde radica el problema: \u00bfest\u00e1 en su descenso num\u00e9rico y en las consecuencias que conlleva para el mantenimiento de determinados niveles de presencia o de obras? \u00bfEst\u00e1 en la irrelevancia con que podemos ser percibidos desde nuestra cultura o en la capacidad que tenemos para que los j\u00f3venes nos reconozcan de un modo significativo?
    \nPara el Documento final del Congreso Europeo sobre Vocaciones la cuesti\u00f3n est\u00e1 en un debilitamiento que se puede reconocer tanto en la comprensi\u00f3n vocacional de la vida como en el modo de hacer la propuesta vocacional a los j\u00f3venes o en la misma comunidad cristiana que debe realizarla. Y es que, como algunos autores afirman: \u201cel elemento vocacional intr\u00ednseco a la fe cristiana se ha desplazado en la vivencia de la fe de muchas comunidades a una zona marginal sin que constituya parte del n\u00facleo esencial, del terreno firme, de los expl\u00edcitos gozosos, evidentes y celebrados, desde los que se configura el entramado elemental y el armaz\u00f3n interior de la vida cristiana\u201d<\/a><\/em>
    \n 
    \nUna imaginaci\u00f3n secularizada<\/strong>
    \n\u00bfQu\u00e9 est\u00e1 provocando este debilitamiento de lo vocacional? En primer lugar hay un factor de tipo cultural. Una cultura se define por ser un entramado de significados compartidos por todas aquellas personas que la componen. Es lo que la sociolog\u00eda de la vida cotidiana denomina \u00abdefiniciones de la realidad\u00bb, es decir, aquellas interpretaciones b\u00e1sicas de la realidad con las que espont\u00e1neamente nos manejamos en la vida diaria: qu\u00e9 es lo deseable, lo concebible o imaginable\u2026
    \nEstos significados los tomamos prestados y los asimilamos, inconscientemente, de entre las actitudes vitales predominantes. De hecho, se constata que lo que moldea a la mayor\u00eda de las personas \u201ces la convergencia de toda una serie de mensajes impl\u00edcitos recibidos de su contexto social, que tienen un influjo decisivo sobre el horizonte de sus esperanzas\u201d<\/em>
    <\/a>. <\/em>Estos mensajes van impregnando la imaginaci\u00f3n y la van poblando, sin que nos demos cuenta, por medio de im\u00e1genes que interiorizamos hasta convertirse en presupuestos sobre la realidad. Por ello, si toda cultura tiene un modo propio de imaginar el mundo, el de nuestra cultura es una imaginaci\u00f3n secularizada donde lo vocacional, con todo lo que comporta, queda arrinconado. \u00bfPuede suscitarse la vocaci\u00f3n cuando lo vocacional est\u00e1 debilitado por esta imaginaci\u00f3n secularizada? \u00bfEs posible que un joven llegue a imaginar la posibilidad de una vocaci\u00f3n cuando se ha asimilado que la vida es la realizaci\u00f3n de los propios deseos, objetivos o metas? Lo vocacional no arraiga en lo que \u201cyo deseo\u201d sino en que \u201csoy deseado\u201d, por ello, todo itinerario vocacional deber\u00eda ayudar a despertar esta experiencia fundante sin la cual no es posible la vocaci\u00f3n.
    \n 
    \nSubrayados en el modo de proponer lo de Jes\u00fas<\/strong>
    \nUn segundo factor tiene que ver con el subrayado que se han hecho en algunas dimensiones del seguimiento de Jes\u00fas. La intenci\u00f3n es hacerlo comprensible y quiz\u00e1 por ello se ha presentado de una forma razonable. Proceder de este modo ha llevado a destacar aspectos como el compromiso, la opci\u00f3n personal o la felicidad. Nos las ingeniamos de mil maneras sabiendo que no lo tenemos nada f\u00e1cil y, a pesar de eso, triplicamos nuestra creatividad empleando m\u00e1s y mejores recursos. Reconocemos que en los j\u00f3venes se dan distintos tipos de respuesta que llegan a concretarse en compromisos de diversa intensidad y duraci\u00f3n. Sin embargo, contemplamos con perplejidad que s\u00f3lo en unos pocos lo vivido les lleva m\u00e1s all\u00e1 de lo concebible y razonable.
    \nQuiz\u00e1 esta situaci\u00f3n es un s\u00edntoma de algo m\u00e1s profundo que algunos autores han logrado identificar: \u201cel paradigma evangelizador de los \u00faltimos veinticinco a\u00f1os ha producido un cristianismo al que se ha identificado como \u00abcristianismo de tareas\u00bb: busca la eficacia del Amor y olvida la gratuidad, el don, el misterio que es el Amor. Ha primado la opci\u00f3n y la voluntad, lo prof\u00e9tico, el compromiso y la denuncia, frente a la gracia, la experiencia, la seducci\u00f3n, la comunicaci\u00f3n, la ternura y el anuncio, sin conseguir una integraci\u00f3n\u201d<\/em>
    <\/a>.<\/em> Cabe preguntarse entonces si una pastoral concebida de esta manera integra suficientemente el dinamismo vocacional y posibilita que la vocaci\u00f3n se pueda plantear.
    \nEl Congreso Europeo sobre vocaciones reconoci\u00f3 un papel esencial a la pastoral desde el convencimiento de que \u201ctoda la pastoral, y en particular la juvenil, es originariamente vocacional\u201d<\/em>
    <\/a>. Esta comprensi\u00f3n ha ido impregnando progresivamente el modo de concebirla de modo que es irrenunciable el presupuesto de que Dios llama a cada uno al seguimiento de Jes\u00fas y lo hace de modo personal a distintos estados de vida y modos de estar en la Iglesia y en el mundo. Por ello, toda forma de anuncio del Evangelio es vocacional. Si el ser cristiano es una vocaci\u00f3n al seguimiento de Jes\u00fas, toda pastoral, especialmente la juvenil, debe tener un componente vocacional ineludible que trata de hacer comprender que la vida es respuesta a la llamada de Dios. Como afirmaba Juan Pablo II con ocasi\u00f3n de la XXXII Jornada Mundial de Oraci\u00f3n por las Vocaciones: \u201cla dimensi\u00f3n vocacional, por tanto, es parte integrante de la pastoral juvenil, hasta el punto de que, en s\u00edntesis, podemos afirmar: la pastoral espec\u00edfica de las vocaciones encuentra en la pastoral juvenil su espacio vital; y la pastoral juvenil es completa y eficaz cuando se abre a la dimensi\u00f3n vocacional\u201d. <\/em>Estas reflexiones nos plantean preguntas que en alg\u00fan momento nos deber\u00edamos hacer para fortalecer lo vocacional en las propuestas pastorales que deseemos iniciar.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Mistagog\u00eda vocacional<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      El planteamiento mistag\u00f3gico que hace el documento In Verbo tuo<\/em>, es su segunda gran aportaci\u00f3n: \u0093O la pastoral vocacional es mistag\u00f3gica, y, por tanto, parte una y otra vez del Misterio (de Dios) para llevar al misterio (del hombre), o no es tal pastoral\u201d<\/em> (NVNE, 8).
      \nLos relatos b\u00edblicos presentan este car\u00e1cter mistag\u00f3gico al mostrar itinerarios que conducen a un reconocimiento del Misterio de Dios acogido con sobrecogimiento. Le sucede a Job tras un largo recorrido de preguntas ante tanta p\u00e9rdida y a El\u00edas tras llegar a la monta\u00f1a en la que se esconde huyendo de aquello que le amenaza; a Samuel le ocurrir\u00e1 en medio de la noche y el sue\u00f1o, a Jerem\u00edas bajando al taller del alfarero y a Jon\u00e1s huyendo de N\u00ednive.
      \nLo mistag\u00f3gico se despliega, por tanto, a partir de la irrupci\u00f3n del Misterio de Dios provocando en la persona un dinamismo espiritual: la transformaci\u00f3n de su horizonte vital y la reorientaci\u00f3n de su existencia. Benedicto XVI nos lo recuerda al afirmar que \u201cno se comienza a ser cristiano por una decisi\u00f3n \u00e9tica o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientaci\u00f3n decisiva\u201d<\/em> (DCE, 1) Aqu\u00ed se condensa el marco de todo itinerario vocacional que identificamos a partir de tres palabras clave: encuentro, horizonte y orientaci\u00f3n.
      \n 
      \nEl encuentro como acontecimiento<\/strong>
      \nEs evidente que todo lo que vivimos nos afecta de distintas maneras: hay situaciones que \u201cnos resbalan\u201d quedando en lo epid\u00e9rmico de cada uno sin llegar a tocar niveles hondos donde nos reconocemos afectados y conmovidos. Situaciones, en definitiva, que no son determinantes porque no dejan huella, no nos marcan ni dejan rastro en nosotros, tan solo algunas sensaciones. Pero tambi\u00e9n hay situaciones que \u201ctocan el coraz\u00f3n\u201d y tienen la capacidad de afectarnos hasta el punto de despertar algo nuevo. Son experiencias que tocan el fondo de la persona, son fundantes, marcando un antes y un despu\u00e9s.
      \nUna de esas experiencias tiene que ver con el encuentro en la medida que ponemos en juego nuestra capacidad de dejarnos afectar. Es entonces cuando algo<\/em> en nosotros se intensifica, cobra fuerza, se moviliza y dado que el deseo es el soporte afectivo de toda experiencia humana podemos reconocer que es justamente ah\u00ed, en el deseo, donde se produce esa intensificaci\u00f3n. Este deseo intensificado siempre busca mayor vinculaci\u00f3n e identificaci\u00f3n con aquel que nos ha afectado -\u201cm\u00e1s contigo\u201d y \u201cm\u00e1s como t\u00fa\u201d- desplegando un nuevo horizonte y apasionando m\u00e1s el coraz\u00f3n. Se trata, en definitiva, de una fuerza, un impulso que orienta toda la existencia en otra direcci\u00f3n.
      \nUn dinamismo as\u00ed se pone en movimiento a partir de experiencias como las de encuentro que ofrecen al deseo los contenidos que necesita y los intereses vitales que orientan y unifican las energ\u00edas afectivas en un mismo sentido. S\u00f3lo de este modo nos dejamos afectar y nos empezamos a preguntar qu\u00e9 significa lo vivido, qu\u00e9 fuerzas despiertan y hacia d\u00f3nde nos mueven. Llegar\u00e1 un momento en que el deseo se har\u00e1 proyecto que comprometa la libertad en una decisi\u00f3n.
      \n 
      \nTodo comienza con un encuentro<\/strong>
      \nAs\u00ed lo refiere Schillebeeckx: \u201cTodo comenz\u00f3 con un encuentro. Unos hombres \u2013jud\u00edos de lengua aramea y quiz\u00e1 tambi\u00e9n griega- entraron en contacto con Jes\u00fas de Nazaret y se quedaron con \u00e9l. Aquel encuentro y todo lo sucedido en la vida y en torno a la muerte de Jes\u00fas hizo que su vida adquiriera sentido nuevo y un nuevo significado. Se sintieron renovados y comprendidos, y esta nueva identidad personal se tradujo en una solidaridad an\u00e1loga con los dem\u00e1s, con el pr\u00f3jimo. El cambio de rumbo de sus vidas fue fruto de su encuentro con Jes\u00fas. No fue un resultado de su iniciativa personal, sino algo que les sobrevino desde fuera\u201d<\/em>
      <\/a>.
      \nEs una constante a lo largo de toda la Escritura: Dios sale al encuentro del hombre y lo hace en medio de cualquier circunstancia mostrando su iniciativa precedente a todo deseo humano. Y es que Dios \u201cse ofrece y nos busca permanentemente y de mil maneras a todos y cada uno de nosotros, a trav\u00e9s de personas, experiencias y acontecimientos que alientan nuestra existencia, nos interpelan y nos atraen hacia \u00e9l\u201d<\/em>
      <\/a>. Cuando este querer de Dios se hace iniciativa desplegada en la persona, \u00e9sta \u201cse orienta, m\u00e1s bien, a hacerse disponible, a escuchar y acoger, a sintonizar con la llamada que se le hace, a dejarse buscar por Dios. No se trata de conocer a Dios, sino, m\u00e1s bien, de reconocerlo: Dios estaba ah\u00ed, y yo no lo sab\u00eda (Gn 28,16)\u201d<\/em><\/a>.
      \nLas narraciones b\u00edblicas dejan constancia, igualmente, de que esta experiencia sobreviene desde fuera y que no ha sido provocada o pretendida por la persona: es la centralidad de la iniciativa de Dios que irrumpe en ella. De un modo inesperado y sorprendente se hace presente y el hombre se reconoce alcanzado por algo, mejor dicho, por Alguien que impacta de un modo desmedido y desmesurado. A partir de ese momento, todo se desencadena.
      \nQuien vive algo as\u00ed sabe que no responde a ninguna l\u00f3gica previsible sino que, m\u00e1s bien, es una fractura que marca un antes y un despu\u00e9s. No es cuesti\u00f3n de la intensidad con que se presenta sino de la brecha que abre, de la hondura que alcanza y la conmoci\u00f3n que provoca. Por eso, tales experiencias constituyen hitos en la vida de las personas, acontecimientos inolvidables que, con frecuencia, aunque no siempre, suponen el comienzo de una etapa nueva.
      \nBenedicto XVI lo expresa magistralmente cuando afirma: \u201cser cristiano es un proceso pasivo, algo que acontece en nosotros\u201d
      <\/a><\/em>. Y es que lo esencial de la vida no lo elegimos, nos encontramos con ello, nos es dado. Pero no es f\u00e1cil asimilar algo as\u00ed cuando estamos configurados desde categor\u00edas como la autorrealizaci\u00f3n que han llegado a tener carta de ciudadan\u00eda hasta en el modo de asimilar el seguimiento de Jes\u00fas. Quiz\u00e1 por ello son comprensibles las reacciones que se producen y las dificultades para entender lo qu\u00e9 est\u00e1 sucediendo: la irrupci\u00f3n del don hace que nos sintamos amenazados porque su aparici\u00f3n en el horizonte de nuestras vidas desarma el ego y \u00e9ste se defiende. Y surgen las reacciones.
      \nEst\u00e1n los que dicen \u201cahora no puedo\u201d y se llenan de justificaciones que lo explican. Motivos aparentes, cargados de razones que la persona se acaba creyendo. Oyes decir \u201cno puedo\u201d e intuyes que, en realidad, se est\u00e1 diciendo \u201cno quiero\u201d. \u00bfMiedo ante algo que resulta amenazante? Es bastante probable. Costar\u00e1 mucho reconocerlo y, mientras tanto, se desplaza el problema echando balones fuera con razones que justifiquen semejante actitud. Algo as\u00ed lo encontramos en el joven rico (Mc 10,17-22) o en los que ponen excusas (Lc.9,57-62).
      \nEst\u00e1n tambi\u00e9n los que van tomando algunas decisiones, y esto les transmite la sensaci\u00f3n de que ya est\u00e1n respondiendo a la invitaci\u00f3n que se les hace. En realidad, es un mecanismo de defensa que les evita enfrentarse con la decisi\u00f3n de responder a las claras: \u201cque vuestro s\u00ed, sea s\u00ed y vuestro no, sea no\u201d<\/em> (Mt. 5,37). Y siempre est\u00e1n los que logran acoger el horizonte que se despliega ante ellos y comienzan a dar pasos en esa direcci\u00f3n: son los que dejan de conjugar verbos tan extra\u00f1os al Evangelio como agarrar, aferrarse, acumular, apropiarse y poco a poco van aprendiendo otra gram\u00e1tica en donde se conjugan verbos tan parad\u00f3jicos como perder, soltar, desprenderse y desapropiarse. En definitiva, est\u00e1n haciendo suyo el horizonte de Jes\u00fas.
      \n <\/strong>
      \nLa comprensi\u00f3n de lo sucedido vendr\u00e1 luego<\/strong>
      \nConocemos el relato de la vocaci\u00f3n de san Pablo: va de camino a Damasco para apresar a los disc\u00edpulos que se hab\u00edan dispersado y ocultado tras la matanza del di\u00e1cono Esteban. En el camino vive un encuentro que alcanza lo m\u00e1s nuclear de su existencia: ve algo, mejor dicho, ve a Alguien que le sale al paso y se dirige a \u00e9l. Aquello le derrib\u00f3. Fue inesperado. Le ceg\u00f3. No entend\u00eda lo que pod\u00eda significar. Ante algo que irrumpe tan inesperadamente, Pablo queda desencajado e incapaz de nombrar lo que ha pasado. El horizonte en el que se estaba moviendo hasta ese momento queda completamente desdibujado: \u00abaunque ten\u00eda sus ojos bien abiertos, no ve\u00eda nada\u00bb<\/em> (Hch 9,8).
      \nLo que le sucede a Pablo en el camino de Damasco tiene que ver con ese tipo de experiencias desconcertantes, que rompen la armon\u00eda y el orden en que viv\u00eda hasta ese momento. Se encuentra ante algo que no es comparable con nada que le hubiera sucedido con anterioridad, y por ello lo percibe como novedad; se halla ante algo que supera los l\u00edmites de su marco interpretativo y por ello se siente desbordado. En ese momento aparece Anan\u00edas, que le ayudar\u00e1 a ver y comprender con claridad no s\u00f3lo lo que hab\u00eda sucedido en el camino sino tambi\u00e9n el horizonte hacia el que apunta: \u201c\u00e9l es mi instrumento elegido para difundir mi Nombre entre paganos, reyes e israelitas\u201d<\/em> (Hch.9,15).
      \nEs una realidad constatada en todas las narraciones b\u00edblicas: primero es la experiencia, m\u00e1s tarde, vendr\u00e1 la comprensi\u00f3n de lo sucedido. Se necesita, por tanto, tiempo para encajarlo y asimilarlo porque lo sucedido desborda el marco de comprensi\u00f3n al no haber categor\u00edas que lo expliquen: es la conciencia de que todo se queda peque\u00f1o en comparaci\u00f3n con lo que ha pasado a partir de este encuentro.
      \nPor ello, el reconocimiento y comprensi\u00f3n de lo vivido como momento constitutivo de lo mistag\u00f3gico es uno de los aspectos m\u00e1s caracter\u00edsticos del Evangelio: los disc\u00edpulos, los ap\u00f3stoles, los testigos, no acaban de comprender tras el impacto lo que les ha llegado. El sentido y la inteligencia vienen despu\u00e9s del acontecimiento. Hay un retraso en el entender. Dios pasa y no se le reconoce m\u00e1s de que de espaldas<\/em>, nos dice la Biblia, cuando ya ha pasado, despu\u00e9s del impacto. <\/strong>Por eso, Pablo no se entiende sin Anan\u00edas. El lugar que \u00e9ste ocupa en su itinerario es fundamental, y su modo de proceder exquisito: le acoge y le acompa\u00f1a en un momento fundante, y luego desaparece. Anan\u00edas tan solo est\u00e1 al servicio de aquello que el Esp\u00edritu ha despertado en Pablo, sin suplantar a Aquel que tiene el verdadero protagonismo, sin manipular la obra de Dios, consciente de que es \u00c9l quien va gestando lo nuevo, disc\u00edpulo que ve y escucha en profundidad, hasta el punto de percibir esos gemidos que el Esp\u00edritu va balbuciendo en cada criatura (Rm 8,23).
      \nAnan\u00edas ayuda a Pablo a nombrar lo que le ha sucedido en el camino porque toda experiencia comporta dos momentos: su vivencia y su comprensi\u00f3n. S\u00f3lo si lo vivido es asimilado e incorporado, la vivencia podr\u00e1 otorgar un nuevo horizonte y una nueva orientaci\u00f3n a la persona.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Itinerarios vocacionales<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u201cProponer hoy la fe a los j\u00f3venes. Una fuerza para vivir\u201d<\/em> fue el documento conclusivo de la Asamblea de los Obispos de Qu\u00e9bec en marzo de 2000. La propuesta que hac\u00edan era la de un doble desplazamiento: primero pasar de una comprensi\u00f3n de la transmisi\u00f3n de la fe donde todo se realiza de un modo progresivo transcurriendo de una etapa a otra, a una comprensi\u00f3n donde \u201clo que nos importa es remontar hasta all\u00ed donde la fe tiene su fuente; es decir, hasta el coraz\u00f3n de la experiencia de la gente. La fuente est\u00e1 en las personas, en los momentos esenciales de su vida, en las experiencias m\u00e1s b\u00e1sicas en que se dieron las primeras vibraciones, los primeros rumores de la fe. Esta fuente es la que est\u00e1 en el punto de partida de todos los caminos y es la que hay que volver a buscar continuamente, abrirla, canalizarla\u201d<\/em><\/a>.
        \nEl segundo desplazamiento tiene que ver con el paso de una propuesta de la transmisi\u00f3n de la fe programada a partir de cursos a otra dise\u00f1ada a modo de itinerarios: \u201cProponer hoy la fe a los j\u00f3venes no es tanto darles cursos cuanto sugerirles itinerarios de vida, invitarles a dar algunos pasos en el sentido del Evangelio, como quien hace un trecho del camino, como quien descubre poco a poco un pa\u00eds, un territorio nuevo, desconocido. Y todo ello con acompa\u00f1amiento\u201d
        <\/a><\/em>.
        \nLa experiencia da que, en ocasiones, las personas alcanzamos a tocar esta fuente cuando algo nos ha afectado de tal modo que nos ha puesto en contacto con esa profundidad y hondura que nos habita. En algunos es un instante casi imperceptible que se pierde y queda anegado en la vor\u00e1gine del d\u00eda a d\u00eda. En otros, es el inicio de un itinerario nuevo hecho a base de trazos discontinuos, desconcertantes e imprevisibles. No sabemos si eso que acontece de forma fragmentaria acabar\u00e1 produciendo un dinamismo vocacional pero no dejan de ser ocasiones donde algo nuevo puede comenzar.
        \n <\/strong>
        \nCuando alcanzamos a tocar el Misterio<\/strong>
        \nEn el hombre de hoy, como en el de todos los tiempos, existe el deseo de descubrir el Misterio que habita en su ser y la posibilidad de que, como Job, pueda recorrer un camino que le lleve a su reconocimiento, \u201cantes te conoc\u00eda de o\u00eddas, ahora te han visto mis ojos\u201d<\/em> (Job 42,5).
        \nEste reconocimiento del Misterio se puede dar en el \u00e1mbito del vivir cotidiano a partir de experiencias que hacen que el hombre roce lo desbordante de la vida y se le revele en todo lo que tiene de inabarcable. De pronto, irrumpe lo que de excesivo tiene la vida y la persona se reconoce desbordada por aquello que no logra controlar y se le escapa de las manos. Situaciones excepcionales, ciertamente, pero que posibilitan que viva con mayor hondura y conciencia el hecho de estar siendo remitida m\u00e1s all\u00e1 de s\u00ed misma. Y es que, \u201cla experiencia de Dios, m\u00e1s que ver, sentir, captar a Dios, consiste en vivir la vida humana a la luz de la fe en Dios […] requiere vivir este mundo con toda intensidad, hasta descubrir en \u00e9l la presencia que lo habita, el designio que lo gu\u00eda y la fuerza de la gravedad que lo atrae\u201d
        <\/a>.<\/em>
        \nDesde esta comprensi\u00f3n, la noci\u00f3n \u00abexperiencia de Dios\u00bb no puede concebirse en oposici\u00f3n a la noci\u00f3n \u00abexperiencia del hombre\u00bb ya que \u201cno es experiencia al margen de la vida cotidiana, sino que es justamente la manera de experienciar en todo ello la condici\u00f3n divina en que el hombre consiste\u201d<\/em>
        <\/a>. Es lo que Rahner ha descrito con detalle como \u00abla m\u00edstica de la cotidianidad\u00bb<\/em> y \u00abm\u00edstica de ojos abiertos\u00bb<\/em><\/a>. Pero el hombre no llega a este reconocimiento como fruto de sus esfuerzos, bien sea bajo la forma de introspecci\u00f3n personal o del an\u00e1lisis de lo que le rodea: la suma de todos estos esfuerzos no da como resultado la revelaci\u00f3n del Misterio que habita la vida y el propio ser.
        \nAlgunos itinerarios vocacionales comienzan justamente por ah\u00ed: el contacto con determinadas realidades les abre los ojos ante el Misterio de Dios que se despliega y revela. Es una intuici\u00f3n inesperada y fugaz pero que les deja marcados para siempre.
        \n <\/strong>
        \nCuando alcanzamos a tocar lo esencial<\/strong>
        \nHay personas que llegan a descubrir qu\u00e9 es lo esencial en la vida y te preguntas por qu\u00e9 s\u00f3lo unos pocos han dado con lo que nadie les podr\u00e1 quitar. Han encontrado la perla preciosa y todo aquello en lo que se hab\u00edan apoyado hasta entonces deja de ser suelo firme.
        \nComo en la par\u00e1bola de la casa cimentada sobre arena y sobre roca, sabemos que tarde o temprano la vida arrecia. Lo sabemos por experiencia. De pronto se desata la tormenta y la persona se ve zarandea hasta el punto de temer ser arrastrada por la fuerza de la corriente que golpea. En esos momentos, puede reconocer hasta d\u00f3nde han arraigado puntos de apoyo y anclajes que le permitan no ser anegada y acometer la embestida.
        \nY es que hay un momento en la vida de cada uno de nosotros en que nuestro centro vital coincide con un proyecto que apasiona o con un ideal al que te entregar\u00edas. La vinculaci\u00f3n con el Se\u00f1or est\u00e1 mediatizada por valores y se vive de expectativas buscando certezas en ideas que convencen. Llega un momento en que se descubre que solo el amor motiva creando certezas fundantes.
        \nAlgunos itinerarios vocacionales transcurren por estos derroteros. En quienes lo transitan el Esp\u00edritu ha ido creando un fondo afectivo que ancla el coraz\u00f3n ya no en la gratificaci\u00f3n sino en la gratuidad de lo dado y esto les permite distinguir entre el amor y la felicidad sentida, entre razones del coraz\u00f3n y caprichos de la sensibilidad. Han dado con lo esencial. Han recibido una medida rebosante, remecida y el coraz\u00f3n lo sabe.
        \n <\/strong>
        \nCuando alcanzamos a tocar lo que anhelamos<\/strong>
        \nQue todos anhelamos vivir con sentido es una evidencia inapelable: que ese anhelo se concrete en una b\u00fasqueda que comprometa la persona ya no lo es tanto, pero sucede. Es un impulso que algunos reconocen con distintas intensidades en alg\u00fan momento de su vida y que les lleva, por razones diversas y motivaciones diferentes, a embarcarse en una b\u00fasqueda de aquello que anhelan profundamente.
        \nEs probable que hasta ese momento hayan funcionado a base de metas que ellos mismos se hab\u00edan marcado o que otros les hab\u00edan se\u00f1alado. Muchas de esas metas respond\u00edan a expectativas generadas por el entorno familiar o social, asimiladas con una convicci\u00f3n insuficiente. Si les preguntas qu\u00e9 es lo quieren, probablemente te contestar\u00e1n que \u201cser felices\u201d a pesar de no tener muy claro en qu\u00e9 consiste y c\u00f3mo lograrlo. Esas metas y esa felicidad hacen pie en valores que se han ido asumiendo con la certeza de ser lo m\u00e1s l\u00f3gico y razonable. Han hecho de su vida la ocasi\u00f3n para lograrlas, entreg\u00e1ndose con todas sus fuerzas y empe\u00f1o a esta causa. Invierten mucho en ello: sacrifican lo que sea necesario, pagando el precio impuesto con la esperanza de llegar a ser felices. Algunos lo consiguen; otros terminan con la sensaci\u00f3n de haberse quedado a mitad camino.
        \nUna cultura capaz de justificar el sinsentido de unos medios para lograr determinados fines lleva a que algunos acaben haci\u00e9ndose preguntas que, en ocasiones, dan paso a una b\u00fasqueda vocacional. Personas que se acaban sintiendo piezas de un sistema, de un engranaje que los utiliza y les exige pagar altos precios en aras de un supuesto bien mayor. Se necesita mucho coraje para no ahogar ese anhelo profundo y poder iniciar una b\u00fasqueda que oriente en otra direcci\u00f3n. Esta b\u00fasqueda puede quedar diluida en medio de un ritmo de vida invadido por reclamos y exigencias insostenibles o pasar desapercibida en el ruido exterior e interior en el que vivimos.
        \nAlgunos itinerarios vocacionales comienzan justamente por ah\u00ed y ser\u00e1n ocasi\u00f3n propicia para reconocer cuales son los anhelos m\u00e1s profundos que mueven el coraz\u00f3n y orientan la vida.
        \n <\/strong>
        \nCuando alcanzamos a tocar lo inconcebible<\/strong>
        \nAsociamos la plenitud con la realizaci\u00f3n de las propias metas pero, \u00bfqu\u00e9 pasa cuando la propia vida est\u00e1 bien pero sientes que se queda corta? Algunos itinerarios vocacionales han comenzado justamente desde esta certeza: ven su vida y no es que est\u00e9 bien o mal, simplemente sienten que se les queda corta.
        \nNo han llegado hasta ah\u00ed por medio del an\u00e1lisis o la introspecci\u00f3n o de potentes ideales que se desean vivir o siguiendo el rastro de nobles metas que buscan alcanzar, sino a partir de evidencias que se les imponen. Un buen d\u00eda sucede: un choque frontal contra la realidad que se hab\u00eda intentado ocultar y que, de pronto, se planta con la arrogancia de quien se siente intocable e invulnerable; una fisura en la esperanza de llegar a ser lo que se deseaba; un desplome estrepitoso de los cimientos en los que se sustentaba; una hemorragia de ideales que parec\u00edan dar sentido y orientaci\u00f3n. La persona ha sido alcanzada de lleno por aquello que nos altera y descubre que ha quedado desnortada y descolocada. En esos momentos las cuentas dejan de cuadrar y la hoja de ruta marcada por la propia persona empieza a resultar inconsistente: las preguntas surgen a imparables; los intentos por seguir igual, in\u00fatiles; las negaciones de la evidencia, inservibles. No hay muchas respuestas, s\u00f3lo un c\u00famulo de preguntas que se van amontonando.
        \nAlex Rovira habla del efecto bofetada<\/em>, un momento de lucidez donde \u201clo que no nos planteamos por convicci\u00f3n nos estalla en las narices por compulsi\u00f3n y reclama una respuesta. Entonces, la reflexi\u00f3n sentida y el sentimiento pensado se imponen\u201d<\/em>
        <\/a>. Nos encontramos, por tanto ante una de esas ocasiones en que el mundo construido con tanto esfuerzo resulta alterado y se palpa la propia insuficiencia quedando expuesto a aquella palabra que uno no puede decirse a si mismo.
        \nAlgunos itinerarios vocacionales comienzan justamente as\u00ed, a partir de esa bofetada<\/em> que altera lo que hab\u00eda sido lo razonable y l\u00f3gico hasta ese momento. Es un tiempo nuevo en el que hay que aprender a situarse en otro escenario vital en el que no se tiene el control, en el que lo asimilado como razonable en la vida queda descolocado y desbancado.
        \n <\/strong>
        \nImpulsados por el Esp\u00edritu<\/strong>
        \nA lo largo de su Evangelio, san Lucas presenta a Jes\u00fas como aquel que es Impulsado por el Esp\u00edritu. As\u00ed lo reconocieron aquellos primeros testigos que compartieron durante tres a\u00f1os, d\u00eda tras d\u00eda, la vida con \u00c9l. Lo estaban viendo con sus propios ojos. Estaban viendo que Jes\u00fas era conducido a lugares que repelen, que se rechazan, que se evitan a toda costa. Lugares habitados por los perdedores, los fracasados, los que no cuentan, los ninguneados y los despreciados por inservibles para un sistema perverso.
        \nAll\u00ed, en medio de todas esas gentes, Jes\u00fas se hizo buen Pastor que carga sobre el hombro con todos los que andan perdidos, se hizo Camino que conduce a la Vida y Luz que permite avanzar y Puerta que da paso a la dignidad robada y Pan que fortalece en el camino. Fue justamente all\u00ed, en medio de todas estas gentes, donde Jes\u00fas ote\u00f3 un horizonte de Cuerpo entregado y Sangre derramada.
        \nLo estaban viendo con sus propios ojos pero se resist\u00edan. Lo que ellos ve\u00edan como p\u00e9rdida, para Jes\u00fas era ganancia y lo que para ellos era ganancia, para Jes\u00fas era p\u00e9rdida. No lo entend\u00edan pero le quer\u00edan con locura y s\u00f3lo deseaban estar a su lado. Jes\u00fas les quiso conducir a esos mismos lugares, con esas mismas gentes, porque sab\u00eda que all\u00ed abajo el Reino de Dios resplandece con tanta fuerza que es evidente y la alegr\u00eda es tan plena y tan desproporcionada que te desborda.
        \nQuiz\u00e1 sab\u00eda que los disc\u00edpulos, por ellos mismos, no ir\u00edan hasta all\u00ed, que no caer\u00edan tan bajo, tan abajo o que se agarrar\u00edan con fuerza a sus justificaciones para mantenerse en un status, en unas seguridades que por nada del mundo soltar\u00edan. Quiz\u00e1 por eso nos contagi\u00f3 su Esp\u00edritu para que fuera \u00c9l quien nos adentrara en esos itinerarios tan parad\u00f3jicos y que nos permiten descubrir cu\u00e1l es su deseo para nuestras vidas.
        \n <\/p>\n

        Ignacio Dinnbier<\/p>\n

         
        \n 
        \n
        <\/a> G.UR\u00cdBARRI, SJ La vida cristiana como vocaci\u00f3n, Todos Uno<\/em>, 149 (enero-marzo 2002)
        \n
        <\/a> M.P.GALLAGHER,SJ Nuevos horizontes ante el desaf\u00edo de la increencia: Humanitas<\/em> 6 (Abril-Junio 1997)
        \n
        <\/a> V.MARQU\u00c9S,SJ En busca de un nuevo paradigma de evangelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes, Misi\u00f3n Joven, <\/em>(Marzo 2000)
        \n
        <\/a> Instrumentum Laboris<\/em>, 59.
        \n
        <\/a> SCHILLEBEECKX, E., Cristo y los cristianos<\/em>. Gracia y liberaci\u00f3n, Ediciones Cristiandad, Madrid 1982, p. 13.
        \n
        <\/a> CARTA PASTORAL DE LOS OBISPOS DE NAVARRA Y EL PA\u00cdS VASCO, Al servicio de una fe m\u00e1s viva<\/em>, San Sebasti\u00e1n 1997, n.36
        \n
        <\/a> ib., n.37
        \n
        <\/a> Audiencia del 10 de diciembre de 2008
        \n
        <\/a> \u201cProponer hoy la fe a los j\u00f3venes. Una fuerza para vivir\u201d Asamblea de Obispos de Qu\u00e9bec (marzo de 2000), en Proponer la fe hoy<\/em>, Sal Terrae, p.168-169
        \n
        <\/a> Ibid, p.171
        \n
        <\/a> J.MART\u00cdN VELASCO, La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad contempor\u00e1nea, Santander 2002, 94-95
        \n
        <\/a> X.ZUBIRI, El hombre y Dios<\/em>, Madrid 1989, 402
        \n
        <\/a> K.RAHNER, Experiencia de la gracia:<\/em> Escritos de Teolog\u00eda, vol. III, Madrid 1961, 103-107; Id.; Experiencia del Esp\u00edritu<\/em>, Madrid 1977, 50-53
        \n
        <\/a> A.ROVIRA, \u201cLa hoja de ruta personal\u201d, El Pa\u00eds Semanal (27 Enero 2008)<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

        Ignacio Dinnbier Carrasco, SJ Centro Arrupe, Valencia S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Reconoce el autor del art\u00edculos, en sus reflexiones, la importancia del documento vaticano \u201cIn verbo tuo\u201d. Este documento ofreci\u00f3 fecundos argumentos para la pastoral vocacional. Por ejemplo: la cultura vocacional, lo vocacional y las vocaciones, la mistagog\u00eda vocacional. En esta \u00faltima clave sit\u00faa Ignacio Dinnbier […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[1459,1461,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7424"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7424"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7424\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7424"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7424"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7424"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}