{"id":7452,"date":"2010-11-01T00:00:10","date_gmt":"2010-10-31T22:00:10","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7452"},"modified":"2010-11-01T00:00:10","modified_gmt":"2010-10-31T22:00:10","slug":"asi-lo-vivi","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/asi-lo-vivi\/","title":{"rendered":"AS\u00cd LO VIV\u00cd"},"content":{"rendered":"
En el a\u00f1o 97, yo era una adolescente de 17 a\u00f1os que iba a misa m\u00e1s por tradici\u00f3n que por convicci\u00f3n, estaba a punto de confirmarme y, aunque la idea era continuar en alg\u00fan grupo de fe, la cosa no estaba nada clara.
\nLo malo de hacer las cosas sin ganas es que oyes, pero no escuchas, as\u00ed que una buena amiga me tuvo que contar que en misa hab\u00edan hablado de una Jornada Mundial de la Juventud que se celebrar\u00eda en Par\u00eds ese verano y que ella estaba pensando en apuntarse. Estaba claro: un viaje con mi mejor amiga donde conocer\u00eda a m\u00e1s gente de mi edad y que seguro que contaba con la aprobaci\u00f3n de mis padres.
\nDespu\u00e9s de alguna que otra duda, porque al final mi amiga decidi\u00f3 no ir, habl\u00e9 con una conocida que tambi\u00e9n iba y me anim\u00e9. A\u00fan no s\u00e9 qu\u00e9 me llamaba tanto la atenci\u00f3n de aquel viaje como para apuntarme, conociendo s\u00f3lo a tres personas con las que no ten\u00eda ninguna confianza.
\nLleg\u00f3 el d\u00eda y nos fuimos para Par\u00eds. La primera parada fue en Pontacq, cerca de Lourdes. All\u00ed dorm\u00ed en una tienda de campa\u00f1a con dos desconocidas y una persona con la que hab\u00eda hablado dos veces; adem\u00e1s sufrimos una tormenta estupenda y, cuando por fin consegu\u00ed dormir, alguien paso en una moto gritando: \u00ab\u00a1Vive la France!\u00bb. En ese momento, solo se me pas\u00f3 una cosa por la cabeza\u2026 \u00bfQu\u00e9 pinto yo aqu\u00ed?
\nAl d\u00eda siguiente, en Lourdes, pude ver la procesi\u00f3n de las velas desde un sitio un tanto privilegiado y me impresion\u00f3. La verdad es que no sabr\u00eda decir qu\u00e9 fue, pero parece que empezaba a merecer la pena estar all\u00ed y me empez\u00f3 a picar la curiosidad de d\u00f3nde me hab\u00eda metido.
\nLos d\u00edas en Par\u00eds fueron incre\u00edbles, ten\u00edamos catequesis en alg\u00fan punto de la ciudad por la ma\u00f1ana y luego el d\u00eda libre para hacer turismo, pero no era un turismo cualquiera. La ciudad que vive una Jornada Mundial se transforma y se convierte en una ciudad tomada por j\u00f3venes de todo el mundo con ganas de vivir en la comunidad que todos quisi\u00e9ramos tener. Se crea un ambiente diferente al que vivimos a diario. Me fui dando cuenta de que all\u00ed las banderas de cada pa\u00eds no era algo que causase diferencias.
\nPero, desde luego, en una Jornada Mundial lo mejor se guarda para el final: el encuentro con el Papa en los campos de Marte. All\u00ed, Juan Pablo II nos dijo: \u201cAbrid vuestros corazones a Cristo y compartid con los dem\u00e1s j\u00f3venes del mundo el tesoro de vuestra fe y los mejores valores de vuestras culturas.\u201d Eso era justo lo que hab\u00edamos vivido todos durante los d\u00edas de peregrinaci\u00f3n y realmente yo me di cuenta de que vivir as\u00ed era lo que quer\u00eda. La pregunta que me quedaba era: \u00bfqu\u00e9 pintaba Cristo en medio de todo aquello? \u00c9ramos j\u00f3venes juntos con ganas de pasarlo bien y sin ganas de \u201cmalos rollos\u201d, ya est\u00e1. Por eso se viv\u00eda aquel buen ambiente, hasta que en el hip\u00f3dromo de Longchamp, el Papa termin\u00f3 la homil\u00eda con una frase que lo aclaraba todo: \u201cComo miembros de la Iglesia, activos y responsables, \u00a1sed disc\u00edpulos y testigos de Cristo que revela al Padre, permaneced en la unidad del Esp\u00edritu que da la vida!\u201d. Y es que ese buen ambiente no era casual, es que Dios era el punto de uni\u00f3n y es una uni\u00f3n que est\u00e1 muy por encima de cualquier diferencia. \u00c9ramos un mill\u00f3n doscientos mil j\u00f3venes y yo sent\u00ed que el Papa me hablaba a directamente a m\u00ed.
\nEl lema de aquella Jornada era \u00abMaestro, \u00bfD\u00f3nde vives? Venid y ver\u00e9is\u00bb y yo siempre digo que yo fui y vi algo que cambio mi vida. Desde entonces, he participado en las Jornadas de Roma, Toronto y Colonia y siempre han sido experiencias que me han marcado por distintos motivos.
\nEl a\u00f1o que viene la Jornada se celebrar\u00e1 en Madrid. Esta vez paso de ser acogida a acoger y estoy segura de que ser\u00e1 otra forma de peregrinar, una forma de devolver parte de lo que he vivido durante estos a\u00f1os.<\/p>\n
Paula Cuesta<\/p>\n
Parroquia de San Miguel Arc\u00e1ngel<\/p>\n
Las Rozas de Madrid<\/p>\n
Luis D\u00edaz Diez-Picazo<\/em><\/p>\n Parroquia Nuestra Se\u00f1ora del Rosario<\/em><\/p>\n (Hoyo de Manzanares, Madrid)<\/p>\n Mar\u00eda Mart\u00ednez L\u00f3pez<\/p>\n Parroquia San Bernab\u00e9 Ap\u00f3stol<\/p>\n El Escorial (Madrid)<\/p>\n \u201cYO FUI Y VI ALGO QUE CAMBIO MI VIDA\u201d En el a\u00f1o 97, yo era una adolescente de 17 a\u00f1os que iba a misa m\u00e1s por tradici\u00f3n que por convicci\u00f3n, estaba a punto de confirmarme y, aunque la idea era continuar en alg\u00fan grupo de fe, la cosa no estaba nada clara. Lo malo de […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[257,1431,94],"tags":[],"class_list":["post-7452","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-autores-varios","category-experiencias-406","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7452"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7452"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7452\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7452"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7452"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7452"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n\u201cRecib\u00ed gratis ese mensaje y me gusta darlo gratis\u201d<\/strong>
\n\u201cJ\u00f3venes amigos, hermanos y hermanas de Polonia y de todo el mundo. Comienzo con emoci\u00f3n esta homil\u00eda, pronunciada en polaco, pero me consuela la conciencia de que nuestros hu\u00e9spedes la escuchan tambi\u00e9n en sus lenguas respectivas. Sucede algo semejante a lo que ocurri\u00f3 el d\u00eda de Pentecost\u00e9s en Jerusal\u00e9n; e incluso con m\u00e1s alcance, porque tambi\u00e9n los que se hallan lejos ven esta celebraci\u00f3n lit\u00fargica y escuchan esta homil\u00eda\u2026\u201d. Con estas palabras, iniciaba Juan Pablo II la homil\u00eda de la misa celebrada el 15 de Agosto de 1991 en el Santuario de Jasna Gora, en Czestochowa (Polonia), el lugar de peregrinaci\u00f3n m\u00e1s venerado por el pueblo polaco en torno a su Virgen Negra.
\nEl Santo Padre se dirig\u00eda a los miles de j\u00f3venes all\u00ed reunidos con motivo de las VI Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ). Uno de aquellos j\u00f3venes venidos de todo el mundo, era yo, con 17 a\u00f1os reci\u00e9n cumplidos y el Sacramento de la Confirmaci\u00f3n recibido hac\u00eda pocos meses. Aquel d\u00eda recib\u00ed una catequesis que nunca olvidar\u00e9 y que me ha marcado como persona y como cristiano, impartida por alguien tan excepcional como Juan Pablo II y en un marco tan especial como s\u00f3lo son las JMJ.
\nEl Santo Padre comenz\u00f3 a explicarnos, con las palabras arriba citadas, lo que para \u00e9l significaba el lema de las Jornadas: \u00abHab\u00e9is recibido un esp\u00edritu de hijos\u00bb (Rm 8, 15). Todos nosotros, da igual cu\u00e1l sea nuestra procedencia, de oriente u occidente, hemos recibido el Esp\u00edritu que nos hace hijos de Dios y, por tanto, nos une con el resto de los hombres como hermanos. Esta llamada del Santo Padre a la universalidad (o, lo que es lo mismo, catolicidad) y a la hermandad cristiana ten\u00eda especial relevancia hist\u00f3rica y social en 1991, dado que s\u00f3lo dos a\u00f1os antes hab\u00eda ca\u00eddo el muro de Berl\u00edn, hito hist\u00f3rico por el que luch\u00f3 con ah\u00ednco toda su vida Juan Pablo II y que conduc\u00eda hacia una Europa con menos barreras.
\nDespu\u00e9s de casi veinte a\u00f1os, la sociedad ha cambiado notablemente: globalizaci\u00f3n, nuevas tecnolog\u00edas, reestructuraci\u00f3n de fronteras y alianzas,\u2026 Pero la llamada a la universalidad, a ser Cat\u00f3licos, sigue viva y actual. Desde aquel Pentecost\u00e9s polaco, donde recib\u00ed gratis ese mensaje, me gusta darlo gratis a la m\u00ednima ocasi\u00f3n: tratando al \u201cdiferente\u201d con cercan\u00eda y buena cara; priorizando, ante un problema o discusi\u00f3n, lo que une y acerca; restando importancia a lo que separa; intentando reducir las barreras (\u00a1todav\u00eda quedan demasiadas!) que me ponen trabas para relacionarme mejor con los dem\u00e1s, en mi vida personal, familiar, laboral y social, etc. As\u00ed, conf\u00edo que, con la ayuda del Esp\u00edritu que me hace hijo de Dios, pueda tratar a todos los que me rodean como hermanos y responder as\u00ed a tan especial llamada de Juan Pablo II en las JMJ en Czestochowa.
\n <\/p>\n
\n\u201cLa JMJ de Colonia, reaviv\u00f3 en m\u00ed la sed de una mayor vida de Iglesia\u201d<\/strong>
\nUna de las cosas que me pesa de mis primeros a\u00f1os de juventud \u2013ahora pertenezco a esa difusa categor\u00eda de los j\u00f3venes adultos- es haberme subido al tren de las Jornadas Mundiales de la Juventud un poco tarde. De las de Par\u00eds y Roma s\u00f3lo me enter\u00e9 cuando ya estaban sucediendo, o incluso despu\u00e9s. Nadie me hab\u00eda invitado. A Toronto s\u00ed, pero la distancia me disuadi\u00f3. Creo que ni siquiera me plante\u00e9 en serio ir a Colonia hasta un par de meses antes. Les ve\u00eda un atractivo limitado, ese que, cuando ve\u00eda la multitud de j\u00f3venes entusiasmados en la Misa con el Papa, pensaba: \u201cDebe de ser bonito estar all\u00ed\u201d. Pero que no era suficiente para hacerme salir de mi tierra. Me parec\u00edan m\u00e1s bien como un partido de f\u00fatbol o una corrida de toros, de los que siempre he pensado que se ven mejor en casa.
\nAhora s\u00e9 que para valorarlo hace falta haber estado all\u00ed, sentir ese ambiente de alegr\u00eda, ver ondear banderas desconocidas y lanzarse a chapurrear en cualquier idioma del que uno conozca unas palabras. Todo eso deja un recuerdo imborrable, pero que ser\u00e1 est\u00e9ril si se pierde de vista \u2013y a veces resulta demasiado f\u00e1cil-: que todo eso es por Cristo, que \u00c9l ha salido a buscar a cada uno de los j\u00f3venes que ha llegado all\u00ed y que tiene algo \u00fanico que decirle o mostrarle a cada uno. S\u00f3lo vi al Papa por las pantallas, y no recuerdo m\u00e1s que dos o tres cosas de las que dijo. Pero, en Colonia, Benedicto XVI se convirti\u00f3 en nuestro Papa, el de los j\u00f3venes, como hasta unos meses antes lo hab\u00eda sido Juan Pablo II.
\nEso s\u00ed, desde el Papa hasta el peregrino de al lado, esa experiencia de universalidad de la Iglesia se quedar\u00e1 coja si no se ha vivido, de otra forma, en los d\u00edas previos. Por eso me quedo con la parte de la JMJ que no conoc\u00eda en absoluto: el contacto con la vida contemplativa \u201ccl\u00e1sica\u201d en el monasterio de Santa Mar\u00eda de Huerta (Soria) y Montserrat, y con la vida contemplativa \u201cde nuevo cu\u00f1o\u201d de las Hermanitas de Bel\u00e9n, en medio de los Alpes; la visita a Ars, antes de la cual no hab\u00eda o\u00eddo m\u00e1s de un par de frases sobre san Juan Mar\u00eda Vianney, y poder verlo a trav\u00e9s de los ojos de un joven sacerdote, entusiasmado, que nos acompa\u00f1aba. Pero, sobre todo, la vida de las iglesias locales que nos acogieron con brazos abiertos. La familia que, en Lyon, nos meti\u00f3 a unos cuantos en su casa, a pesar de que andaban preparando la peregrinaci\u00f3n de su propio hijo, que, con otros cientos de j\u00f3venes lioneses, fueron enviados por su obispo junto con nosotros.
\nPara ver y vivir tanto, la peregrinaci\u00f3n se hac\u00eda imprescindible. Horas y horas de autob\u00fas y algunas incidencias vividas con una gente que, de una forma u otra, al cabo de los 15 d\u00edas de peregrinaci\u00f3n se hab\u00edan convertido como en una gran familia. No voy a hablar de grandes amistades que duran toda la vida, porque en mi caso no ha sido as\u00ed. Pero durante unos d\u00edas nos fuimos conociendo, compartiendo nuestras experiencias de Iglesia, mirando unos por otros… y las veces que he vuelto a coincidir con alguno de ellos hemos comprobado que eso ha generado, si no amistad, s\u00ed un cari\u00f1o especial. Tambi\u00e9n es verdad que el haber ido de \u201cacoplada\u201d en ese grupo influy\u00f3 en esta experiencia. Para un grupo de j\u00f3venes del mismo lugar de origen, compartir esta experiencia puede ser determinante.
\nEso s\u00ed, despu\u00e9s de unos cuantos d\u00edas en ese plan itinerante, recibimos los D\u00edas en las Di\u00f3cesis, aunque fueran s\u00f3lo dos, como agua de mayo. El diaconato \u2013equivalente alem\u00e1n de los arciprestazgos- de L\u00f6rrach, y otros tres de la zona m\u00e1s al suroeste de Alemania nos esperaron con un cari\u00f1o y paciencia enormes y, durante dos d\u00edas, nos ense\u00f1aron su comunidad, su ciudad, la preciosa zona de la Selva Negra… mientras que las familias, cat\u00f3licas y protestantes, nos abr\u00edan sus casas. En mi caso, me acogi\u00f3 una familia de inmigrantes libaneses que, con motivo de nuestra presencia, convocaron comida familiar. De L\u00f6rrach me llev\u00e9 un grat\u00edsimo recuerdo, y tambi\u00e9n alg\u00fan virus en la maleta, porque un d\u00eda despu\u00e9s de dejarlos, ya en Bonn, un trancazo considerable me dio la oportunidad de sentirme cuidada por todos, desde mis compa\u00f1eros hasta los responsables de acogida que consiguieron que, aunque no me tocara, pudiera alojarme con una familia. Eso s\u00ed, me dio pena perderme un d\u00eda de la Jornada en cama.
\nQuiz\u00e1 por esa \u201cconvalecencia\u201d me cost\u00f3 m\u00e1s entrar en la din\u00e1mica de la Jornada, de catequesis, Festival de la Juventud, etc. Pero val\u00eda la pena s\u00f3lo hojear el libro del peregrino, y ver plasmada sobre el papel la intuici\u00f3n de los d\u00edas previos: el gran mosaico que es la Iglesia, y todo lo que tiene que ofrecer al mundo. Tambi\u00e9n es verdad que hab\u00eda ido a Colonia con una misi\u00f3n: ayudar a un grupo de voluntarios de la Delegaci\u00f3n de Juventud de Madrid a contar por Internet, lo m\u00e1s \u201cen vivo\u201d que permit\u00edan las circunstancias, todo lo que iba pasando para que nuestras familias y amigos de Madrid compartieran la experiencia con nosotros. Supuso algunas renuncias: a visitar actividades, a horas de sue\u00f1o, a un m\u00ednimo tiempo libre… pero tambi\u00e9n alguna que otra ventajilla log\u00edstica y, sobre todo, tener all\u00ed una segunda familia, m\u00e1s peque\u00f1a, unida por el af\u00e1n de servicio.
\nOtra experiencia, quiz\u00e1 menos agradable pero tambi\u00e9n enriquecedora, es haber conocido no s\u00f3lo a una Iglesia santa y magn\u00edfica, sino tambi\u00e9n formada por personas limitadas. La buena intenci\u00f3n de los alemanes no pudo suplir del todo las carencias organizativas, no lo digo s\u00f3lo por ellos, m\u00e1s bien por todos. El cansancio y las condiciones de la peregrinaci\u00f3n hac\u00edan que mi orgullo, la pereza de otro, la dejadez o el ego\u00edsmo de un tercero, la poca paciencia de un cuarto, la falta de consideraci\u00f3n de aquellos que antepon\u00edan su juerga al descanso de otros, y un mont\u00f3n de peque\u00f1os etc\u00e9teras pusieran todo en peligro. Pero esas peque\u00f1as cruces tambi\u00e9n te ense\u00f1an a valorar la importancia y la \u201crealidad\u201d de tu propio pecado, y ojal\u00e1 eso sirva para luchar m\u00e1s con nosotros mismos \u2013sabiendo que nos resulta imprescindible la ayuda de Dios- y a amar a los dem\u00e1s como son, aunque esperamos que lleguen a ser un poquito mejores.
\nHan pasado cinco a\u00f1os y muchas de las cosas que he plasmado aqu\u00ed no las pens\u00e9 y viv\u00ed as\u00ed por aquel entonces. M\u00e1s bien fueron semillas que cayeron y que ahora, al volver la vista atr\u00e1s, me encuentro creciditas, entrelazadas con otras muchas cosas vividas desde entonces. Porque, eso s\u00ed, la JMJ de Colonia, reaviv\u00f3 en m\u00ed la sed de una mayor vida de Iglesia y me hizo pensar, por primera vez en mi vida, en dedicarme de alguna forma a la pastoral con j\u00f3venes.
\n <\/p>\n
\n
\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"