{"id":7558,"date":"2010-05-01T00:00:07","date_gmt":"2010-04-30T22:00:07","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7558"},"modified":"2010-05-01T00:00:07","modified_gmt":"2010-04-30T22:00:07","slug":"la-participacion-de-los-laicos-y-laicas-en-la-iglesia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-participacion-de-los-laicos-y-laicas-en-la-iglesia\/","title":{"rendered":"LA PARTICIPACI\u00d3N DE LOS LAICOS Y LAICAS EN LA IGLESIA"},"content":{"rendered":"
Estrella Moreno Laiz<\/strong> A\u00fan es un tema muy incipiente, en el que se han dado muy pocos pasos, pero lo menciono aqu\u00ed porque probablemente lo poco que se ha hecho ha sido empujado por la constataci\u00f3n de la realidad de la participaci\u00f3n laical.<\/p>\n Estas pr\u00e1cticas ponen en entredicho la eclesiolog\u00eda del Pueblo de Dios[3]<\/a>.\u00a0 La igualdad fundamental de los hijos de Dios que nos hace hermanos (\u201c\u2026se da una verdadera igualdad entre todos en lo referente a la dignidad y la acci\u00f3n com\u00fan de todos los fieles para edificaci\u00f3n del cuerpo de Cristo\u201d LG32) necesita visibilizarse realmente en estructuras. Toda actuaci\u00f3n de la comunidad exige la participaci\u00f3n de sus miembros en su dise\u00f1o y puesta en pr\u00e1ctica. De lo contrario, \u00bfc\u00f3mo puede ser, si no, \u201cde la comunidad\u201d? \u00bfC\u00f3mo se pueden sentir los laicos concernidos e involucrados en ella? <\/p>\n ESTRELLA MORENO LAIZ<\/p>\n Estrella Moreno Laiz Instituto diocesano de Pastoral Bilbao \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Estrella Moreno es una cristiana de la di\u00f3cesis de Bilbao con encomienda pastoral y remuneraci\u00f3n desde hace 14 a\u00f1os. Comienza su estudio afirmando el resurgir de la vocaci\u00f3n laical en la Iglesia. Un resurgir motivado por cuestiones teol\u00f3gicas e hist\u00f3rico-coyunturales. En su argumentaci\u00f3n […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[595,1388,94],"tags":[],"class_list":["post-7558","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estrella-moreno-laiz","category-estudios-400","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7558","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7558"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7558\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7558"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7558"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7558"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nInstituto diocesano de Pastoral Bilbao<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEstrella Moreno es una cristiana de la di\u00f3cesis de Bilbao con encomienda pastoral y remuneraci\u00f3n desde hace 14 a\u00f1os. Comienza su estudio afirmando el resurgir de la vocaci\u00f3n laical en la Iglesia. Un resurgir motivado por cuestiones teol\u00f3gicas e hist\u00f3rico-coyunturales. En su argumentaci\u00f3n ve luces en este proceso y, tambi\u00e9n, algunas sombras. Propone seguir avanzando en colaboraci\u00f3n y corresponsabilidad.
\n
\n\u00bfEs posible hoy describir la realidad de la Iglesia sin referirse a los laicos y laicas? En mi opini\u00f3n, no. Gracias a la eclesiolog\u00eda del Pueblo de Dios y a la recuperaci\u00f3n de la figura del laico surgidas del Concilio, en las \u00faltimas d\u00e9cadas hemos asistido a un renacimiento de la realidad laical de la Iglesia, que puede calificarse como una muy buena noticia para el conjunto de la comunidad eclesial. Se podr\u00eda decir que nunca como hoy en la historia de la Iglesia ha habido tantos laicos vocacionalmente conscientes y corresponsables con la misi\u00f3n global de la Iglesia. Sin embargo, como todo en la vida, esta es una realidad con luces y sombras, con logros y retos pendientes, que es lo que voy a intentar desgranar a lo largo de esta exposici\u00f3n, seg\u00fan mi humilde experiencia y opini\u00f3n.
\nTengo que decir, tambi\u00e9n, para que vosotros, lectores, os situ\u00e9is respecto a qui\u00e9n escribe, que soy una cristiana de la di\u00f3cesis de Bilbao, laica, con encomienda pastoral y remuneraci\u00f3n desde hace 14 a\u00f1os. Por lo tanto, escribir\u00e9 desde lo que mi propia vivencia como persona eclesialmente comprometida me ha aportado, y desde las dificultades que he detectado, tambi\u00e9n en otros laicos, para poder ser realmente miembros adultos y corresponsables en nuestra Iglesia.
\n
\n1.- Una realidad de laicos participando<\/strong>
\nLa realidad laical de la Iglesia no s\u00f3lo es amplia en n\u00famero sino en formas. Comprende desde las vivencias m\u00e1s b\u00e1sicas de pertenencia eclesial a las m\u00e1s conscientes y comprometidas. Vamos a intentar recorrer esta pluralidad, pero desde una mirada concreta: la participaci\u00f3n en la dinamizaci\u00f3n de la vida eclesial. En la descripci\u00f3n voy de menor a mayor participaci\u00f3n y responsabilidad. Tambi\u00e9n este es el orden temporal: en los \u00faltimos a\u00f1os se ha vivido con intensidad c\u00f3mo los laicos se han hecho m\u00e1s presentes en el desarrollo de la acci\u00f3n evangelizadora, primero, y se han ido incorporando, despu\u00e9s, a tareas de responsabilidad.
\n
\na) <\/em>Los dominicales<\/em>
\nEl grupo m\u00e1s amplio dentro de los laicos sigue siendo aquel que mantiene un nivel b\u00e1sico de pertenencia eclesial, sobre todo a trav\u00e9s de la celebraci\u00f3n de la eucarist\u00eda. Es dif\u00edcil hablar de este grupo como un verdadero colectivo, porque tambi\u00e9n en \u00e9l podr\u00edamos diferenciar subgrupos con caracter\u00edsticas propias. Se declaran creyentes y miembros de la Iglesia, pero en general no se plantean dar pasos hacia una mayor implicaci\u00f3n con ella. No son dinamizadores, sino receptores de la acci\u00f3n eclesial, fundamentalmente lit\u00fargica. Muchos necesitar\u00edan pasar de ser meros bautizados a ser creyentes conscientes de su vocaci\u00f3n y misi\u00f3n, a vivirse como seguidores de Jes\u00fas. El reto, en este caso, es buscar espacios y herramientas adecuados para ir propiciando un encuentro transformador de estas personas con Jes\u00fas, que desemboque en una vivencia m\u00e1s consciente y comprometida de su fe.
\n
\nb) <\/em>Laicos implicados en el desarrollo de un \u00e1rea pastoral<\/em>
\nHoy hay un gran n\u00famero de laicos y laicas participando en todas las \u00e1reas pastorales, desde la catequesis o los procesos con j\u00f3venes y adolescentes, a otras que han ido tomando importancia como son la pastoral familiar (los procesos que preparan a los novios y a los padres que piden el bautismo para sus hijos, y los espacios que posteriormente se generan), la liturgia (desde los lectores que participan en la eucarist\u00eda a personas que dinamizan celebraciones de la Palabra entre semana o personas que dirigen las celebraciones dominicales en ausencia de presb\u00edtero), y Caritas (que adem\u00e1s de trabajadores cuenta con una infinidad de voluntarios en los que se apoyan los diferentes programas). Es decir, hay laicos implicados en todas las dimensiones de la acci\u00f3n eclesial: en el anuncio de la Palabra y la iniciaci\u00f3n a la fe, en la celebraci\u00f3n de la fe, en la pr\u00e1ctica de la caridad y en la animaci\u00f3n de la comunidad cristiana.
\nSon creyentes de todas las edades, aunque, mirados en conjunto, predominan los que se sit\u00faan en la franja 50-65 a\u00f1os. En una mayor\u00eda abrumadora, mujeres: ellas son el sustento de la acci\u00f3n evangelizadora de la Iglesia hoy, en su dimensi\u00f3n real y pr\u00e1ctica, aunque esto no se corresponda con el nivel de responsabilidad que detentan. Destacan tambi\u00e9n los j\u00f3venes, que si bien son una minor\u00eda dentro de su colectivo juvenil, son muy activos. Debemos valorar mucho su compromiso en este contexto social ap\u00e1tico e individualista, y religiosamente tan indiferente, sobre todo en este grupo de edad.
\nEstos laicos y laicas son los engranajes que hacen que los proyectos funcionen y el rostro visible y cercano de la Iglesia para muchas personas. Son personas entregadas, muchas de las cuales dedican un n\u00famero muy importantes de horas y de desvelos, en un compromiso que se prolonga durante muchos a\u00f1os de la vida.\u00a0 Pero m\u00e1s habitualmente de lo que nos gustar\u00eda son meros peones, sin oportunidad para participar en el dise\u00f1o de los proyectos en los que participan. Generalmente son entendidos como colaboradores del p\u00e1rroco o cura correspondiente, pero no como co-responsables o responsables. Raramente han recibido un env\u00edo p\u00fablico por parte del responsable pastoral que les hace tomar conciencia a ellos y a la comunidad, por una parte, de que son encomendados por ella a desarrollar esa tarea, y por otra, del valor y la importancia de su participaci\u00f3n. Se mueven en el terreno del voluntariado, generalmente durante muchos a\u00f1os de compromiso con un proyecto, habitualmente con dificultades para encontrar relevos que les sustituyan pasado un tiempo razonable. Muchos necesitar\u00edan reforzar su capacitaci\u00f3n teol\u00f3gico-pastoral, pero a veces no reciben las ofertas adecuadas para ello, y otras veces, las propias urgencias pastorales impiden que puedan dedicar un tiempo a este menester.
\n\u00a0<\/em>
\nc) Laicos responsabilizados en la coordinaci\u00f3n-dinamizaci\u00f3n de un \u00e1rea pastoral.<\/em>
\nSon personas responsables de \u00e1reas o de proyectos concretos que pueden referirse a una unidad pastoral o arciprestazgo (por ejemplo, la responsable del equipo de catequistas de la unidad pastoral, o la coordinadora de Caritas),\u00a0 o de un nivel vicarial o diocesano (por ejemplo el delegado de Apostolado Seglar de una di\u00f3cesis, o la directora del Secretariado Diocesano de Juventud). Estos laicos y laicas tienen un encargo pastoral que proviene de la comunidad parroquial, de una congregaci\u00f3n religiosa, de las Unidades Pastorales, Arciprestazgos o vicar\u00edas, o de la cabeza diocesana. En algunas ocasiones este encargo tiene un reconocimiento institucional y se recoge por escrito en un documento oficial que llamamos encomienda donde se detalla en qu\u00e9 consiste la tarea a desarrollar y durante cu\u00e1nto tiempo. Pero esta es una pr\u00e1ctica a\u00fan poco extendida, lamentablemente.
\nComo he mencionado, hay algunas congregaciones religiosas, como la escolapia, que comenzaron favoreciendo la creaci\u00f3n de comunidades de cristianos adultos que caminan en comuni\u00f3n con los religiosos, pero han dado un paso m\u00e1s proponiendo a personas de esas comunidades el ejercicio de ministerios en clave de corresponsabilizaci\u00f3n pastoral con los escolapios de la Provincia de Vasconia. Es todav\u00eda una experiencia incipiente que intenta responder a la nueva realidad de las congregaciones, la Iglesia y el mundo.
\nLos laicos y laicas que englobo en este grupo tienen un mayor nivel de responsabilidad y generalmente coordinan y dinamizan a un equipo de personas del perfil que hemos descrito en el apartado anterior. Normalmente est\u00e1n en relaci\u00f3n directa con el p\u00e1rroco o consiliario responsable final del \u00e1rea, aunque en algunas di\u00f3cesis, todav\u00eda como experiencias minoritarias, se han ido constituyendo equipos ministeriales donde se incorporan estos laicos. Estos son equipos donde, adem\u00e1s de los curas, participan los laicos y\/o religiosos responsables de las diferentes \u00e1reas, y en los que se intenta plantear y decidir la estrategia pastoral de conjunto. Las encomiendas de nivel diocesano, debido a sus caracter\u00edsticas propias, tienen otros espacios de coordinaci\u00f3n y control directamente gestionados por la cabeza diocesana.
\nEstos laicos son personas muy implicadas, con un compromiso en cuanto a horas invertidas y dedicaci\u00f3n muy fuerte. Viven experiencias diversas, pero demasiado habitualmente, sobre todo cuando se refiere a los voluntarios, hablan de un d\u00e9ficit de acompa\u00f1amiento en la tarea, la falta de responsabilidad real sobre ella y la dificultad de encontrar nuevas personas que vayan sustituyendo a las de m\u00e1s edad.
\nCuando el volumen de la tarea as\u00ed lo requiere, se ha abierto la v\u00eda de la remuneraci\u00f3n para facilitar la dedicaci\u00f3n necesaria de la persona a la misma, pero tambi\u00e9n \u00e9sta es una experiencia a\u00fan minoritaria, al menos cuando nos referimos al caso espa\u00f1ol, porque si extendi\u00e9ramos nuestra mirada a la realidad europea, nos quedar\u00edamos asombrados de la cantidad de laicos dedicados a la pastoral y remunerados que existen en Iglesias como la alemana, la francesa o la suiza[1]<\/a>. La di\u00f3cesis con m\u00e1s laicos dedicados a tareas pastorales con encomienda y liberaci\u00f3n en\u00a0 Espa\u00f1a es la de Bilbao, que actualmente cuenta con 35 personas en esta situaci\u00f3n.
\nEn el caso de la di\u00f3cesis de Bilbao, se da gran importancia a la formaci\u00f3n de estos laicos y laicas, especialmente de los que tienen remuneraci\u00f3n, que deben cursar, al menos, la diplomatura en Ciencias Religiosas.
\nUn apartado especial merecen los profesores de religi\u00f3n. Son un colectivo num\u00e9ricamente amplio y con una importante tarea a desarrollar. Estos laicos necesitan obligatoriamente el aval que otorga la Missio Canonica en virtud de una formaci\u00f3n teol\u00f3gica y pedag\u00f3gica obligatoria. Estos laicos s\u00ed reciben un env\u00edo o misi\u00f3n eclesial por parte de su obispo, casi los \u00fanicos en algunas di\u00f3cesis. Es un colectivo muy heterog\u00e9neo, con distintos grados de vinculaci\u00f3n eclesial y recorrido cristiano.
\n
\nd) <\/em>Laicos enviados participando en el \u00e1mbito secular<\/em>
\nUna menci\u00f3n tambi\u00e9n a estos laicos, realmente minor\u00eda. No porque no haya muchos cristianos, que los hay, participando en el espacio civil desde su condici\u00f3n de creyentes y en una clave de compromiso transformador, sino porque pocos se sienten en esta tarea enviados por la comunidad cristiana, y muchos menos reciben expl\u00edcitamente tal encomienda o env\u00edo. En este caso, es muy importante la labor que han hecho en este campo los movimientos apost\u00f3licos, que por una parte, han creado conciencia entre los laicos de la necesidad del compromiso transformador en medio del mundo, y que por otra, acompa\u00f1an a los militantes a vivir desde la fe el conjunto de su vida.
\n
\n2.- Elementos que han favorecido esta realidad<\/strong>
\nYo distinguir\u00eda dos tipos de razones: las teol\u00f3gicas y las hist\u00f3rico-coyunturales.
\n
\na) <\/em>Razones teol\u00f3gicas<\/em>
\nLa eclesiolog\u00eda del Pueblo de Dios por la que apost\u00f3 el Vaticano II, supera un modelo eclesial piramidal y basado en el binomio cl\u00e9rigos-laicos, para sustituirlo por una Iglesia de comuni\u00f3n y misi\u00f3n que apuesta por el de comunidad-ministerios. En este marco, el Concilio recupera y revitaliza la figura del laico. Se le reconoce miembro del Pueblo de Dios, incorporado a Cristo por el bautismo, hecho part\u00edcipe de la funci\u00f3n sacerdotal, prof\u00e9tica y real de Cristo (LG 31). Por primera vez se reconoce la vocaci\u00f3n laical como tal (vocaci\u00f3n admirable LG 34).
\nPor otra parte, se considera que hay una \u00fanica misi\u00f3n de todo el pueblo cristiano, la misi\u00f3n de la Iglesia, que es dilatar el Reino de Dios. El apostolado de los laicos, por tanto, no es uno derivado del de la jerarqu\u00eda, sino que es expresi\u00f3n del \u00fanico apostolado que es el de la Iglesia (LG 33). Aunque a la vocaci\u00f3n laical se la sit\u00faa prioritariamente en la construcci\u00f3n del Reino en la sociedad, se abre la posibilidad a los laicos a una \u201ccooperaci\u00f3n m\u00e1s inmediata con el apostolado de la jerarqu\u00eda\u201d (LG 33) en el ejercicio de determinados cargos eclesi\u00e1sticos. Y se da un paso m\u00e1s cuando se plantea la posibilidad de llegar a suplir al clero en tareas propias (LG 35,4).
\nCon estas breves referencias s\u00f3lo quiero poner de manifiesto que el Concilio abri\u00f3 unas posibilidades enormes para la participaci\u00f3n y la corresponsabilidad de los laicos en la Iglesia. Las Iglesias que han querido hacerlo, ten\u00edan razones para promover una nueva realidad eclesial con mayor protagonismo laical.
\n
\nb) <\/em>Razones coyunturales<\/em>
\nEs evidente que la realidad eclesial actual ha favorecido una mayor participaci\u00f3n de los laicos en la vida de la Iglesia.
\nEn primer lugar, la precariedad que se vive entre el colectivo de curas con sus diferentes manifestaciones ha sido determinante:
\n <\/p>\n\n
\nEn segundo lugar, entre algunos laicos ha ido naciendo la conciencia de su vocaci\u00f3n y su misi\u00f3n, ayudados por algunos curas, los movimientos apost\u00f3licos y otras organizaciones laicales. Eso ha favorecido tanto una disponibilidad mayor para participar eclesialmente, como que ellos mismos hayan tomado la iniciativa ofreci\u00e9ndose para realizar diferentes tareas y generando nuevos proyectos. Pero en este terreno, a\u00fan queda mucho por hacer.
\nEn tercer lugar, la secularizaci\u00f3n, la imagen negativa de la Iglesia entre muchos sectores sociales y el progresivo alejamiento de fieles de la Iglesia,\u00a0 han obligado a replantear el papel de \u00e9sta en la sociedad y las formas de evangelizaci\u00f3n. De esta manera, el contexto social e hist\u00f3rico ha marcado un terreno de juego m\u00e1s propicio para que los laicos comiencen a ser un nuevo rostro de Iglesia, m\u00e1s aceptable para muchos.
\nCreo que todos estos factores deber\u00edan ser le\u00eddos positivamente, como oportunidades que el Esp\u00edritu ofrece a la Iglesia para renovarse.
\n
\n3.- Luces en esta experiencia<\/strong>
\nLa incorporaci\u00f3n del laicado a la tarea evangelizadora ha supuesto poner en pr\u00e1ctica una Iglesia m\u00e1s corresponsable y participativa, que est\u00e1 generando, gracias a la aportaci\u00f3n laical:
\n <\/p>\n\n
\n
\n
\n4.- Sombras<\/strong>
\nSin embargo, dentro de esta experiencia hay tambi\u00e9n sombras y cuestiones graves que la oscurecen. Son verdaderos retos a afrontar si queremos consolidar esta experiencia.
\n <\/p>\n\n
\nLa Comisi\u00f3n Episcopal de Apostolado Seglar reconoc\u00eda esta situaci\u00f3n as\u00ed:<\/p>\n\n
\n
\nLa corresponsabilidad no pone en cuesti\u00f3n que en la Iglesia exista un principio de autoridad, pero ni ese principio debe estar ejerci\u00e9ndose permanentemente (en la mayor\u00eda de nuestros procesos y decisiones eclesiales no se pone en juego la comuni\u00f3n ni la verdad de la fe) ni el ministerio ordenado tiene sentido sin la comunidad: ese servicio ministerial no puede ejercerse al margen de la vocaci\u00f3n a la corresponsabilidad eclesial y el sentido de la fe fundados en el bautismo.
\nNos encontramos con muchos casos de hombres y mujeres adultos, con responsabilidades familiares, con formaci\u00f3n superior, en puestos de direcci\u00f3n en sus trabajos, que al llegar a la Iglesia son tomados por gente necesitada de permanente tutela y direcci\u00f3n. Con estas actitudes estamos provocando el hast\u00edo, la decepci\u00f3n, el \u00e9xodo de personas muy valiosas, en un contexto, adem\u00e1s, en el que la gente se acerca a la Iglesia por convicci\u00f3n, no por costumbre ni obligaci\u00f3n. Ni siquiera por razones utilitaristas, esta es una buena pr\u00e1ctica.
\nUna cosa es la inexperiencia o la falta de formaci\u00f3n y otra es la falta de capacidad. Las dos primeras s\u00f3lo se solucionan si dejamos que los laicos se curtan en el terreno pastoral y tomen responsabilidad: es precisamente el ejercicio de esta lo que nos hace crecer.
\n <\/p>\n\n
\n
\n
\nS\u00f3lo recojo este argumento si quiere ser un aviso para que los laicos no caigamos en las pr\u00e1cticas que detectamos en algunos curas y que criticamos: acaparar informaci\u00f3n, acaparar poder, tender al autoritarismo respecto a otros laicos\u2026
\n <\/p>\n\n
\n5.- Mirando hacia delante<\/strong>
\nPor un lado, se constata que en la Iglesia en los \u00faltimos a\u00f1os vivimos una involuci\u00f3n hacia posiciones m\u00e1s conservadoras en todos los campos. Desde ah\u00ed, podemos esperar que los m\u00e1ximos responsables eclesiales nogenerar\u00e1n grandes avances en lo que se refiere a la corresponsabilidad laical. El modelo de laicado a potenciar ser\u00e1 el laico colaborador, mero ejecutor de las indicaciones que el cura correspondiente le indique.
\n
\nSin embargo, tambi\u00e9n conf\u00edo en que la realidad se ir\u00e1 imponiendo: la Iglesia no se sostiene, y cada vez menos se va a sostener, s\u00f3lo con los curas. Contar con los laicos y laicas para desarrollar su tarea evangelizadora no ser\u00e1 una opci\u00f3n que se pueda elegir o no, sino una obligaci\u00f3n. Conf\u00edo tambi\u00e9n, que las nuevas generaciones laicales, nuestros j\u00f3venes de hoy, que mayoritariamente est\u00e1n viviendo unos procesos de iniciaci\u00f3n cristiana m\u00e1s vivenciales y participativos, que toman la iniciativa cuando se trata de iniciar a otros j\u00f3venes, que tienen mayor formaci\u00f3n\u2026, precisamente porque est\u00e1n viviendo otros modelos eclesiales, puedan seguir recre\u00e1ndolos y demand\u00e1ndolos. Creo que no podemos renunciar a nuestra tarea como laicos de reivindicar y buscar nuestro espacio en la Iglesia, pero un espacio de calidad, que reconozca nuestra dignidad y nuestras capacidades. Para eso es importante organizarse para no quedar diluidos en la globalidad eclesial. Tambi\u00e9n apoyarse en los curas y obispos m\u00e1s proclives a ello, generando pr\u00e1cticas de corresponsabilidad al menos a niveles locales.
\nLo fundamental es situarse en claves de cooperaci\u00f3n y no de competencia. Los laicos no est\u00e1n ah\u00ed como adversarios en una lucha de poder, sino como seguidores de Jes\u00fas que quieren responder a su llamada y colaborar en la edificaci\u00f3n de una Iglesia cada vez m\u00e1s fiel a Jesucristo. Confiemos en el Esp\u00edritu y su fuerza renovadora.
\n
\n <\/p>\n
\n[1]<\/a> Una descripci\u00f3n detallada, tambi\u00e9n del caso espa\u00f1ol, en Jes\u00fas Mart\u00ednez Gordo, Los laicos y el futuro de la Iglesia. Una revoluci\u00f3n silenciosa,<\/em>PPC, 2002.
\n[2]<\/a> CEAS, El seglar en la Iglesia y en el Mundo , <\/em>Edice, Madrid, 1987, p.28.
\n[3]<\/a> De hecho, es sintom\u00e1tico que ya se haya sustituido este t\u00e9rmino, en el mejor de los casos, por el de eclesiolog\u00eda de comuni\u00f3n, porque generalmente se presenta la eclesiolog\u00eda conciliar como de comuni\u00f3n jer\u00e1rquica.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"