Celebrar cristianamente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\nCuando una comunidad cristiana se re\u00fane para celebrar lo que hace es poner de manifiesto un misterio: el de Dios invisible y totalmente otro, pero que al mismo tiempo se revela a la humanidad. La celebraci\u00f3n cristiana es propiamente una epifan\u00eda. La Alianza de Dios con Israel, que tiene su cumplimiento en Cristo, revela la inmensidad del amor de Dios y desvela el significado profundo de la existencia humana en todas sus dimensiones.
\nSin embargo, Dios no se ha manifestado de un modo inmediato, sino adoptando la l\u00f3gica de las mediaciones humanas. El Verbo se ha hecho carne. La palabra de Dios ha tomado cuerpo en un pueblo y en su historia, por medio de su Hijo \u00fanico, y ha quedado transcrita en unos libros. La fe en Cristo salvador se ha transmitido a trav\u00e9s de los ritos, de la fracci\u00f3n del pan, del c\u00e1liz compartido\u2026
\nLo que verdaderamente est\u00e1 en juego en la celebraci\u00f3n cristiana es precisamente esta comunicaci\u00f3n, esta manifestaci\u00f3n de Dios a trav\u00e9s de la consistencia y significado de las palabras pronunciadas y de los gestos realizados en un lugar por todos los que comparten la acci\u00f3n lit\u00fargica. \u201cEl misterio est\u00e1 en lo visible, no en lo invisible\u201d. (O. Wilde).
\nLa celebraci\u00f3n cristiana se ve particularmente amenazada por dos factores, que la llevar\u00edan a una p\u00e9rdida de significado. Por una parte, el esoterismo<\/em>, muy cercano a la magia. Esa tendencia a considerar que cuanto menos se entiende lo que se dice y se hace, m\u00e1s cerca se est\u00e1 del misterio. Por otra, la rutina<\/em>, elautomatismo<\/em> que llevan a no estar presente en lo que se dice y se hace, y dan lugar a un formalismo vac\u00edo, a veces rubriquista, a veces maquinal y vanalizador. Ambos factores son enemigos mortales del arte de celebrar, como, en general, de cualquier arte. En la medida en que los gestos, palabras y objetos son significativos y empleados con sensatez, los ritos cristianos podr\u00e1n suscitar una participaci\u00f3n plena, consciente, activa, interior y exterior de los fieles cristianos (Constituci\u00f3n sobre la sagrada liturgia, <\/em>n\u00ba 14, 19, 21).
\nTenemos que a\u00f1adir, adem\u00e1s, que hoy estamos atravesando una etapa de incultura religiosa muy profunda. Ante este hecho real, algunos pueden pensar que hay que despojar \u201cde misterio\u201d la celebraci\u00f3n y hay que hacerla \u201cplana\u201dpara que se entienda<\/em>. Se olvida que hay cosas que nunca explicar\u00e1n las palabras. La celebraci\u00f3n, aunque tiene una dimensi\u00f3n did\u00e1ctica, no es \u00e9sa su principal misi\u00f3n. Se celebra aquello de lo que tenemos noticia, aunque no lo abarquemos totalmente con nuestra mente. Una celebraci\u00f3n jam\u00e1s puede ser \u201cplana\u201d, inteligible a simple vista, desprovista de \u201cm\u00e1s all\u00e1\u201d, de misterio. Situarse en esta perspectiva \u00a0\u201cplana\u201d es destruir y dejar sin sentido la misma realidad de la celebraci\u00f3n. En la celebraci\u00f3n siempre tiene que \u201cpasar algo m\u00e1s all\u00e1 de lo que se ve y palpa\u201d. Hay explicaciones que sobran porque nunca se podr\u00e1 explicar todo el misterio celebrado. M\u00e1s que explicaciones sobre lo que se celebra convendr\u00eda evocar el sentido celebrativo de las personas.
\n <\/p>\n\n- Formarse para el arte de celebrar<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Son bienvenidos todos los esfuerzos de la formaci\u00f3n lit\u00fargica que se llevan a cabo en el ciclo institucional de formaci\u00f3n de los presb\u00edteros; son dignos de aplauso los equipos lit\u00fargicos que van surgiendo en las parroquias e iglesias p\u00fablicas para atender y cuidar la celebraci\u00f3n; hay que reconocer el poder que tienen los medios de comunicaci\u00f3n en la retransmisi\u00f3n de celebraciones lit\u00fargicas ya sea desde Roma en las grandes solemnidades o desde la iglesia m\u00e1s humilde los domingos. Este tipo de hechos crean una referencia y un modo de hacer que es riqueza para el pueblo cristiano.
\nEl arte de celebrar <\/em>supone el conocimiento de la liturgia. Sin el cimiento de unas bases s\u00f3lidas de teolog\u00eda lit\u00fargica es imposible una buena celebraci\u00f3n. Pero adem\u00e1s de la teor\u00eda sobre la liturgia necesitamos una buena realizaci\u00f3n de la teor\u00eda.
\nEl arte de celebrar nos lleva a centrarnos en el c\u00f3mo llevamos a la pr\u00e1ctica las acciones simb\u00f3licas que son los sacramentos. La celebraci\u00f3n eucar\u00edstica o la celebraci\u00f3n bautismal son una composici\u00f3n de acciones que tienen coherencia interna y \u00e9sta debe hacerse visible por su modo ejecutarlas.
\nDe manera sucinta, y s\u00f3lo como evocaci\u00f3n, nos vamos a detener en algunos detalles del arte de celebrar. Esperamos que sirvan para hacer reflexionar y para mejorar nuestras celebraciones.
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\nEl lugar<\/strong>
\nEl lugar celebrativo o geograf\u00eda donde se desarrolla la acci\u00f3n sacramental es el primer elemento que hay que tener en cuenta. El lugar religioso nos precede (la iglesia del siglo XIII, la catedral del siglo XVII, el templo construido en una barriada joven con materiales prefabricados) y nos condiciona. No es lo mismo celebrar al aire libre que en un recinto cerrado. La colocaci\u00f3n de los actores, de los objetos, de los desplazamientos (procesiones) depende de la arquitectura del lugar.
\nCelebramos para poner en contacto a los participantes con su identidad (bautizados), con su existencia marcada por un acto de fe en el Dios que nos convoca para introducirnos en su acci\u00f3n salv\u00edfica, que alcanz\u00f3 toda su plenitud en Jesucristo. No se puede perder de vista esto. Es central.
\nCelebramos haciendo <\/em>unas determinadas acciones en un lugar concreto. <\/em>All\u00ed nos constituimos en asamblea que ocupa un espacio. Otras muchas generaciones nos han precedido en los mismos bancos. Vamos al templo no para ser espectadores de algo sino actores participativos.
\nPongamos el ejemplo de la procesi\u00f3n\u00a0 de entrada y de la proclamaci\u00f3n del Evangelio. Sin presidencia, a la comunidad cristiana le falta algo, no es a\u00fan comunidad constituida para celebrar. Conviene recordar la importancia que se da a la entrada en el estadio a los equipos que compiten, la entrada de los toreros en la plaza, la entrada del que preside en la inauguraci\u00f3n del parlamento\u2026 La procesi\u00f3n de entrada exige un espacio dentro del templo para realizarla con la cruz, el leccionario, los ministros principales de la celebraci\u00f3n, los cantores, los participantes en la celebraci\u00f3n. De la misma manera, la procesi\u00f3n para la proclamaci\u00f3n del Evangelio tiene que ver con el espacio. No tiene la misma importancia la primera y segunda lectura que el Evangelio. La liturgia contempla esta diferenciaci\u00f3n con acciones: desplazarse para tomar en la mano el evangeliario, caminar en procesi\u00f3n con el libro y ac\u00f3litos con velas encendidas hasta el amb\u00f3n, abrir el libro, saludar a la asamblea, incensar, anunciar el Evangelio, aclamar al final la palabra pronunciada, besar el libro, dejarlo all\u00ed o donde estaba, regresar cada uno a su lugar inicial.
\nDe una manera sencilla podemos decir que el lugar religioso (capilla, parroquia, catedral, bas\u00edlica\u2026) tiene su importancia y condiciona las posibilidades de celebraci\u00f3n. Y hay que a\u00f1adir, que en el lugar religioso hay espacios particulares, cada uno con su identidad y significado.
\nLo que hace que cada espacio sea propio y relevante es la acci\u00f3n que all\u00ed se realiza. Hablamos del espacio dedicado a la Reserva del pan consagrado, o del espacio para la celebraci\u00f3n del sacramento de la Penitencia, o para la acogida, o de las diversas capillas laterales\u2026 De la misma manera, en el hogar existe un espacio para comer, para la ropa, para descansar, para charlar, para almacenar las provisiones\u2026 Y cuando esto no se da, nos lamentamos diciendo: \u201cNo tenemos espacio. Nos falta espacio de intimidad, o no tenemos espacio apropiado para que los hijos estudien\u201d.
\nCada espacio pide su decoraci\u00f3n espec\u00edfica, sencilla, sin ostentaci\u00f3n.
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\nEspacios significativos<\/strong>
\nAcabamos de hablar de lugares y espacios. En el recinto celebrativo hay espacios que podr\u00edamos definir como propios porque est\u00e1n cargados de una densidad especial. Muchos cristianos poseen una incultura lit\u00fargica notable, y no digamos los visitantes o turistas que entran en un templo cristiano. Sin embargo, todos deber\u00edan \u201centender por los ojos\u201d cu\u00e1les son los espacios privilegiados de la iglesia.
\n <\/p>\n\n- El \u00e1bside, presbiterio y altar<\/em><\/li>\n<\/ul>\n
Aunque son cosas diferentes, en muchos sitios forman un conjunto donde sobre sale el altar. En el templo cristiano todo confluye hacia el altar, lugar donde se hace presente el sacrificio de la cruz y es la mesa de la Cena de Se\u00f1or. No se le puede convertir el altar en una \u201ccredencia donde se colocan todo orden de cosas\u201d. Hasta los candelabros es mejor que est\u00e9n rode\u00e1ndolo. S\u00f3lo despu\u00e9s de la presentaci\u00f3n de los dones se llevan al altar lo que es necesario para la Eucarist\u00eda. Al terminar la comuni\u00f3n, de nuevo quedar\u00e1 como al inicio.<\/p>\n
\n- El amb\u00f3n<\/em><\/li>\n<\/ul>\n
Es la \u201cmesa desde donde se reparte el pan de la palabra\u201d. Conviene que s\u00f3lo se use para su proclamaci\u00f3n. Para moniciones, anuncios, direcci\u00f3n de la asamblea, es aconsejable usar otro atril diferente. Respetar los lugares es una manera de reconocerles la importancia que tienen.<\/p>\n
\n- La sede del presidente<\/em><\/li>\n<\/ul>\n
La sede es el lugar donde quien preside la asamblea acoge al pueblo, ora, escucha las lecturas, despide al pueblo. Se diferencia del amb\u00f3n desde donde proclama el Evangelio y predica. Tambi\u00e9n tiene sentido diverso del altar, que es el espacio propio de la liturgia eucar\u00edstica hasta terminados los ritos de comuni\u00f3n.<\/p>\n
\n- La nave<\/em><\/li>\n<\/ul>\n
Con este t\u00e9rmino general nos referimos al espacio dedicado a los que participan en la celebraci\u00f3n. Es el espacio de la ecclesia, asamblea\u00a0 o pueblo de Dios donde los bautizados se encuentran con el Se\u00f1or, oran, escuchan. Este espacio debe ayudar a tomar conciencia de ser asamblea, no personas dispersas.<\/p>\n
\n- El baptisterio<\/em><\/li>\n<\/ul>\n
Colocado a la entrada de la Iglesia, tiene el sentido de \u201cp\u00f3rtico\u201d o \u201cumbral\u201d por donde se pasa a formar parte de la comunidad eclesial. Hoy es frecuente verle junto al presbiterio, entre el amb\u00f3n y el altar, como lugar de iniciaci\u00f3n a la escucha de la palabra de Dios y de la participaci\u00f3n en la Eucarist\u00eda. Es un espacio que debe recobrar sentido en la vida cristiana por ser la fuente, el inicio de la vida de los sellados por el Bautismo.<\/p>\n
\n- La capilla del Sant\u00edsimo<\/em><\/li>\n<\/ul>\n
De ordinario esta capilla est\u00e1 situada en un espacio tranquilo, propicio para la oraci\u00f3n y la adoraci\u00f3n. Debe estar convenientemente se\u00f1alada y que ofrezca en su decoraci\u00f3n y ambientaci\u00f3n aquellas condiciones b\u00e1sicas para que los cristianos puedan orar y adorar, hacer silencio o meditar. No es un espacio celebrativo comunitario, sino pensado para la devoci\u00f3n personal.
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\nLa preparaci\u00f3n<\/strong>
\nPreparar la celebraci\u00f3n no puede ser entendido de manera reductiva como preparar las cosas necesarias para la celebraci\u00f3n. Preparar una celebraci\u00f3n es, ante todo, prepararse uno mismo. Se est\u00e1 preparando la celebraci\u00f3n cuando se leen los textos b\u00edblicos, se reflexionan y se busca la palabra de homil\u00eda que los actualice hasta poder anunciar: Hoy se cumple esta palabra entre nosotros.
\nPrepararse es, adem\u00e1s, leer las oraciones, buscar la plegaria eucar\u00edstica mejor con el fin de dar armon\u00eda a todo el conjunto de la celebraci\u00f3n.
\nDespu\u00e9s podemos hablar ya de otra preparaci\u00f3n material: todo aquello que es necesario para la celebraci\u00f3n: espacio (limpieza, calefacci\u00f3n o ventilaci\u00f3n, colocaci\u00f3n de las sillas\u2026), objetos, libros, dones, ornamentos, personas que intervendr\u00e1n, cantos oportunos\u2026 \u00bfPor qu\u00e9 una celebraci\u00f3n en la gran nave si sabemos que vendr\u00e1n pocos a la Eucarist\u00eda? La elecci\u00f3n del espacio\u00a0 es importante. \u00bfPor qu\u00e9 no puede haber dos o tres capillas en uso para la celebraci\u00f3n eucar\u00edstica, seg\u00fan capacidad, para acomodarse al n\u00famero de personas que vienen a la Eucarist\u00eda?
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\nEl ritmo celebrativo<\/strong>
\nLa celebraci\u00f3n tiene su ritmo, es decir, una cadencia o sucesi\u00f3n de acciones, gestos, cantos, palabras. Cada parte de la celebraci\u00f3n est\u00e1 preparada por lo que precede y prepara a lo que sigue. As\u00ed, los ritos iniciales sirven para constituir la asamblea y disponerla para la escucha de la Palabra. La liturgia de la Palabra nos introduce en la celebraci\u00f3n de la acci\u00f3n sacramental ya sea la Eucarist\u00eda o cualquier otro de los sacramentos.
\nEs preciso evitar repeticiones o \u201cinflar\u201d demasiado un momento con detrimento de otros. Por ejemplo, despu\u00e9s de la comuni\u00f3n no es momento de acci\u00f3n de gracias. Si nos fijamos en el sentido que tienen las \u201coraciones despu\u00e9s de la comuni\u00f3n\u201d nos daremos cuenta de que todas insisten en que lo celebrado nos aproveche y nos llene de la fuerza divina para realizar en la vida lo que hemos celebrado sacramentalmente. Sobran, pues, esas acciones de gracias tras la comuni\u00f3n que est\u00e1n tan extendidas sin base realmente consistente. Otra cosa es que en el momento de los avisos se d\u00e9 gracias a los que han contribuido con su participaci\u00f3n al desarrollo de la celebraci\u00f3n. Quienes preparan la celebraci\u00f3n deben tener esto en cuenta y saber lo que es original de cada parte, de lo contrario se mezcla todo sin pies ni cabeza.
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\nLa importancia de la m\u00fasica<\/strong>
\n\u00bfPodr\u00edamos imaginarnos una pel\u00edcula en que la m\u00fasica no tuviera en cuenta lo que se desarrolla en la pantalla? La m\u00fasica sagrada debe estar \u00edntimamente ligada a la acci\u00f3n lit\u00fargica. La elecci\u00f3n de los cantos tiene que guardar estrecha relaci\u00f3n con el momento o acci\u00f3n en que ser\u00e1n cantados. Un canto penitencial no es para una procesi\u00f3n, ni un himno para el momento posterior a la comuni\u00f3n. La m\u00fasica debe llevar a los m\u00fasicos, cantores y a la asamblea entera a entrar y ahondar en la acci\u00f3n lit\u00fargica en que se entona.
\nDe igual manera la m\u00fasica deber\u00e1 sintonizar con el momento del a\u00f1o lit\u00fargico, respetando la originalidad de cada tiempo.
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\nLa expresi\u00f3n del cuerpo<\/strong>
\nEl cuerpo es palabra. El que preside y los que intervienen en la celebraci\u00f3n antes de dirigirse a la asamblea o leer ya \u201chan hablado\u201d con su cuerpo, con su forma de estar, de desplazarse por el tempo, de gesticular, de mirar a la asamblea, de hacer reverencias o genuflexiones\u2026 A los fieles les influye la actitud corporal. No es lo mismo el acto penitencial del rito de entrada en la celebraci\u00f3n mirando al crucifijo o con la mano en el pecho que recitado como una letan\u00eda m\u00e1s\u2026 No es lo mismo saludar al pueblo con El Se\u00f1or est\u00e9 con vosotros mirando al libro o buscando un papel perdido, que poniendo los ojos en la asamblea. Cuerpo y palabra deben ir arm\u00f3nicamente unidos. No es lo mismo presentar el Pan consagrado mirando a los ojos del que lo va a recibir, mientras se le anuncia: El Cuerpo de Cristo, que repartirlo de manera impersonal, mec\u00e1nica como quien reparte \u201calgo\u201d y no a \u201cAlguien\u201d.
\nTambi\u00e9n la participaci\u00f3n de los ni\u00f1os exige correcci\u00f3n y dominio del cuerpo. Ser ni\u00f1o no es excusa para hacer las cosas mal. Los ni\u00f1os y ni\u00f1as necesitan el apoyo de los adultos. Se les puede acompa\u00f1ar y, sobre todo, hay que ensayar y explicarles la importancia que tiene su comportamiento durante la celebraci\u00f3n. Lo entienden y saben comportarse. Lo malo est\u00e1 en la improvisaci\u00f3n. \u00a1C\u00f3mo deber\u00edan florecer los equipos de monaguillos en las parroquias! \u201cHacer de monaguillo\u201d es un ministerio y hay que tomarlo como un \u201cgrupo con identidad propia\u201d dentro de la comunidad. \u201cAyudar o servir en el altar\u201d no es un \u201csal all\u00ed y ponte junto al cura\u201d. Es algo m\u00e1s. Y puede ser un grupo vocacional.
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\nLas normas lit\u00fargicas<\/strong>
\nLas normas lit\u00fargicas responde a dos grandes principios: antropol\u00f3gico y eclesial. Las personas necesitamos saber que realizando algo de una manera se logra lo que se pretend\u00eda. Un matrimonio civil tiene su ritual, como lo tiene el cristiano. Eclesialmente, la celebraci\u00f3n de un sacramento es algo que excede a la interpretaci\u00f3n personal. Es un acto eclesial, de toda la Iglesia, y \u00e9sta lo ha recibido de Cristo y lo ha ido modelando con expresiones y ritos comunes para todos los cristianos de manera que todos se reconozcan en lo que se hace. Cada sacramento tiene su ritual, su manera de realizar aquello que significa. Detr\u00e1s est\u00e1 toda la Iglesia en una larga tradici\u00f3n. Por naturaleza el rito es conservador (repite, reitera), pero lo hace para asegurar a quienes lo realizan que han logrado lo que pretend\u00edan, y para preservarlos de defectos, omisiones o fantas\u00edas.
\nDicho esto, los rituales postconciliares dan mucha libertad para quienes los estudian de verdad. Es m\u00e1s f\u00e1cil repetir lo de siempre que ahondar en las posibilidades que se sugieren. Si llev\u00e1ramos a sus \u00faltimas consecuencias la expresi\u00f3n \u201ctirar de misal\u201d nos dar\u00edamos cuenta de lo reductor que es el uso que hacemos de los Rituales.
\nUna misa en un pueblo de la monta\u00f1a palentina con 4 o 6 personas sigue las mismas reglas que la misa de una gran catedral, pero no es lo mismo, es preciso el \u201ctoque\u201d que la realidad de la asamblea celebrante exige. El rito de acogida y formaci\u00f3n de la asamblea se ha realizado a la puerta de la iglesia charlando, esperando a fulanito que ha dicho que le \u201caguardemos\u201d porque estaba acabando de orde\u00f1ar. Y cuando llega entramos todos y nos ponemos en presencia del Se\u00f1or que nos llam\u00f3 al son de la campana, pedimos su misericordia y su gracia para escuchar y celebrar\u2026
\nLas quejas de muchos fieles a nuestras celebraciones se centran en que no entienden lo que se celebra <\/em>y que en no se sienten entendidos<\/em> porque se les habla \u201cen general\u201d sin tener en cuenta su realidad. \u201cSe les echa\u201d lo mismo a todos no s\u00f3lo en la rigidez de unas normas, sino en la contextualizaci\u00f3n del Evangelio proclamado, sin una palabra de cercan\u00eda, de atenci\u00f3n a la realidad que ellos son y viven.
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\nLas posturas<\/strong>
\nLas posturas corporales en la celebraci\u00f3n, igual que los gestos, est\u00e1n cargados de sentido. Ocurre lo mismo en la vida civil. Hay posturas rituales que hay que respetar, por ejemplo cuando se ofrecen flores a los ca\u00eddos de la Patria, o se escucha el himno nacional, o se est\u00e1 delante de una autoridad, o se brinda por alguien\u2026 Los gestos rituales est\u00e1n cargados de aquello que el grupo desea expresar en ellos: santiguarse con agua bendita al entrar en la iglesia nos recuerda el Bautismo y es un gesto penitencial porque nos sentimos necesitados de perd\u00f3n en presencia de Dios y de los hermanos; ponerse de pie para escuchar el Evangelio (mientras se ha estado sentado para escuchar las lecturas del Antiguo Testamento o de las Cartas apost\u00f3licas) es \u201cpor algo\u201d: hay una diferencia entre las palabras de los profetas y la palabra de Jes\u00fas; en otros tiempos Dios nos hab\u00eda hablado por boca de profetas, ahora nos ha hablado por su Hijo; inclinase o hacer genuflexi\u00f3n al pasar junto al Sagrario es una confesi\u00f3n silenciosa de fe en la Presencia real del Se\u00f1or\u2026
\nLos gestos rituales y las posturas en la celebraci\u00f3n son simb\u00f3licos: lo exterior nos lleva a una realidad m\u00e1s profunda. Cuando se pierde esto de vista, los gestos se convierten en \u201cgarabatos\u201d que no llegan a ser gestos verdaderos (inclinaciones o genuflexiones a medias, signos de la cruz que no se sabe qu\u00e9 son, o si \u201ccopian\u201d m\u00e1s a lo que determinados jugadores hacen al salir al campo o al meter un gol\u2026). Los gestos hechos sin sentido corren el riesgo de convertirse en magia: hacer gestos<\/em> para obtener el benepl\u00e1cito de los dioses y conseguir algo concreto.
\nLas posturas m\u00e1s habituales en la celebraci\u00f3n expresan una actitud interior:<\/p>\n\n- Estar de pie<\/em> es un signo de resurrecci\u00f3n; en la primitiva iglesia estaba prohibido arrodillarse el domingo, d\u00eda de la resurrecci\u00f3n. San Agust\u00edn dice: Rezamos de pie porque es un signo de resurrecci\u00f3n.<\/em><\/li>\n
- Estar sentados <\/em>es la postura de paz, de escucha. Uno es el que lee. Pero el que habla a su pueblo es el Se\u00f1or. De c\u00f3mo se lea depende en parte que se escuche mejor o peor. Todo ayuda y contribuye.<\/li>\n
- De rodillas <\/em>es la postura implorante y de arrepentimiento. Despu\u00e9s se dio a esta postura el sentido de adoraci\u00f3n.<\/li>\n<\/ul>\n
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\n- Conclusi\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
El arte de celebrar es una asignatura que cada d\u00eda y cada domingo nos exige una interpretaci\u00f3n acomodada a la realidad de lo que celebramos y a la realidad de la asamblea celebrante. Los rasgos expuestos no agotan en arte de celebrar; s\u00f3lo invitan a potenciar el arte de celebrar.
\nTerminamos la reflexi\u00f3n con una bonita comparaci\u00f3n tomada del libro que nos ha servido como inspiraci\u00f3n para cuanto se ha dicho: El arte de celebrar.<\/em>
\nSe podr\u00eda comparar la acci\u00f3n de celebrar con la interpretaci\u00f3n de una pieza musical por varios m\u00fasicos. Todo empieza con una partitura. En ella todav\u00eda no hay m\u00fasica, sino tan s\u00f3lo unos signos negros en una hoja de papel. S\u00f3lo ser\u00e1n m\u00fasica cuando los m\u00fasicos la interpreten. Por otra parte, los que la interpretan no son los compositores; la m\u00fasica procede de otro, y los m\u00fasicos van a interpretarla con rigurosa fidelidad, pero con un margen de libertad y de toque personal, lo que determinar\u00e1 que en la m\u00fasica de un mismo compositor existan diferencias seg\u00fan la interpretaci\u00f3n que de la misma hagan las diversas orquestas.
\nLo mismo, guardada la proporci\u00f3n, sucede con la liturgia. Est\u00e1 escrita en los libros oficiales de la Iglesia, pero no ser\u00e1 liturgia propiamente hasta que la asamblea la celebre. Los que celebran no son los autores: es como una partitura compuesta por la Iglesia en el correr de los siglos. Los fieles, cada uno seg\u00fan su funci\u00f3n, deben interpretarla con rigurosa fidelidad, pero tambi\u00e9n con el margen de libertad que imprime su forma particular en las distintas celebraciones dependiendo del lugar, las personas y los medios de que dispone esa asamblea.
\nPero, a diferencia de la m\u00fasica sinf\u00f3nica o de la m\u00fasica de c\u00e1mara, el arte de celebrar no es lo que se dice arte puro. Es un arte aplicado, funcional en el sentido inimitable que san Agust\u00edn daba al canto de la Iglesia, que \u00e9l comparaba a unos zapatos que, para poder andar a gusto, todos sabemos que no basta con que sean muy bonitos. El arte de celebrar est\u00e1 al servicio de lo que debe realizar la celebraci\u00f3n: la puesta en acci\u00f3n de un acto de alianza.
\nEl c\u00f3mo interpretamos la partitura eso es el arte de celebrar.
\n <\/p>\n\u00c1lvaro Ginel Vielva<\/p>\n
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\n[1]<\/a> Para estas reflexiones me he inspirado en el libro El arte de celebrar<\/em> que aparecer\u00e1 a lo largo de este a\u00f1o publicado en la Editorial CCS.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u00c1lvaro Ginel Vielva Directos de la revista CATEQUISTAS S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El autor relaciona las palabras arte y belleza, proponiendo la urgencia de un reflexi\u00f3n cr\u00edtica sobre nuestro modo de celebrar. El arte de celebrar consiste en celebrar con arte. Cuando una comunidad cristiana se re\u00fane para celebrar lo que hace es poner de […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[142,1376,94],"tags":[],"class_list":["post-7565","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-ginel","category-estudios-399","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7565","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7565"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7565\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7565"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7565"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7565"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}