{"id":7632,"date":"2009-12-01T00:00:43","date_gmt":"2009-11-30T22:00:43","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7632"},"modified":"2009-12-01T00:00:43","modified_gmt":"2009-11-30T22:00:43","slug":"espacios-juveniles-una-reflexion-sobre-su-sentido","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/espacios-juveniles-una-reflexion-sobre-su-sentido\/","title":{"rendered":"ESPACIOS JUVENILES: UNA REFLEXI\u00d3N SOBRE SU SENTIDO"},"content":{"rendered":"

Jes\u00fas Rojano Mart\u00ednez<\/strong> es director del Centro Juvenil Paseo y profesor en el Instituto Superior de Pastoral y en el CES Don Bosco de Madrid.
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nJes\u00fas Rojano se acerca creativamente a la palabra \u201cespacio\u201d desde el diccionario de la RAE, desde intuiciones de algunos fil\u00f3sofos, desde el cine. Acaba este acercamiento afirmando que hay un espacio vital que entendemos como propio, este es el espacio del que estamos reflexionando. A continuaci\u00f3n constata que hay espacios juveniles creados por los adultos para los j\u00f3venes y espacios juveniles creados por los mismos j\u00f3venes. En la \u00faltima parte del art\u00edculo deja una pregunta y una propuesta. Se pregunta qu\u00e9 espacios ofrece hoy la comunidad cristiana a los j\u00f3venes. La propuesta es hacer experiencias educativas entre j\u00f3venes y adultos (por ejemplo: catequesis intergeneracional).
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\nEl presente n\u00famero de Misi\u00f3n Joven est\u00e1 dedicado a estudiar los Espacios Juveniles: qu\u00e9 son, c\u00f3mo son, por qu\u00e9 y c\u00f3mo surgen y sus posibilidades educativas y pastorales. En los estudios que siguen a \u00e9ste se describen concretamente los que juzgamos m\u00e1s importantes en la actualidad: noche, m\u00fasica, amigos. Sin embargo, antes de hablar de ellos, queremos contribuir a aclarar qu\u00e9 son dichos espacios y qu\u00e9 sentido tiene y deber\u00edan tener, alejando para ello un poco el zoom de nuestra c\u00e1mara. Esta panor\u00e1mica general nos dar\u00e1 un encuadre m\u00e1s amplio que nos puede aportar sugerencias pastorales importantes.
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    \n
  1. Sentido antropol\u00f3gico del espacio<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nAntes de hablar de espacios juveniles, nos puede resultar muy clarificadora una introducci\u00f3n a la noci\u00f3n misma de \u201cespacio\u201d. Acudimos al Diccionario de la Real Academia Espa\u00f1ola (por ejemplo, en http:\/\/buscon.rae.es\/draeI\/), y all\u00ed encontramos pruebas de la enorme polisemia del t\u00e9rmino:
    \n 
    \nEspacio<\/em> (Del lat. spat\u012dum<\/em>).<\/p>\n

      \n
    1. m. Extensi\u00f3n que contiene toda la materia existente.<\/li>\n
    2. m. Parte que ocupa cada objeto sensible.<\/li>\n
    3. m. Espacio exterior<\/a><\/em>: Regi\u00f3n del universo que se encuentra m\u00e1s all\u00e1 de la atm\u00f3sfera terrestre.<\/li>\n
    4. m. Capacidad de terreno, sitio o lugar.<\/li>\n
    5. m. Transcurso de tiempo entre dos sucesos.<\/li>\n
    6. m. Tardanza, lentitud.<\/li>\n
    7. m. Distancia entre dos cuerpos.<\/li>\n
    8. m. Separaci\u00f3n entre las l\u00edneas o entre letras o palabras de una misma l\u00ednea de un texto impreso.<\/li>\n
    9. m. Programa o parte de la programaci\u00f3n de radio o televisi\u00f3n: Espacio informativo.<\/em><\/li>\n
    10. m. Impr.<\/em> Pieza de metal que sirve para separar las palabras o poner mayor distancia entre las letras.<\/li>\n
    11. m. Impr.<\/em> matriz<\/a><\/em> (letra o espacio<\/em> en blanco).<\/li>\n
    12. m. Mat.<\/em> Conjunto de entes entre los que se establecen ciertos postulados. Espacio vectorial.<\/em><\/li>\n
    13. m. Mec.<\/em> Distancia recorrida por un m\u00f3vil en cierto tiempo.<\/li>\n
    14. m. M\u00fas.<\/em> Separaci\u00f3n que hay entre las rayas del pentagrama.<\/li>\n
    15. m. ant. Recreo, diversi\u00f3n.<\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nHemos abusado de la paciencia del lector incluyendo hasta la acepci\u00f3n 15 (recreo, diversi\u00f3n) porque sospecho que es la predomina cuando hoy se habla de \u201cespacios juveniles\u201d. Luego volveremos sobre ello.
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      \nLa mayor\u00eda de los grandes fil\u00f3sofos y cient\u00edficos consideran que el espacio es una de las dimensiones fundamentales de la realidad, de cuanto existe, junto con el tiempo. As\u00ed, para Arist\u00f3teles, cada objeto, cada ser, tambi\u00e9n el ser humano, ocupa un espacio, un lugar que le corresponde, y es su \u201clugar natural\u201d. Por eso defend\u00eda el pensador griego la imposibilidad del vac\u00edo. Arist\u00f3teles considera el espacio como equivalente al lugar que ocupan las cosas, y por lo mismo, no podr\u00eda haber un \u201cvac\u00edo\u201d. No pod\u00eda sospechar Arist\u00f3teles que una tecla del ordenador con el que escribo estas palabras se llamar\u00eda \u201cespacio\u201d o \u201cespaciador\u201d, y parad\u00f3jicamente tiene la funci\u00f3n de introducir un vac\u00edo en mi texto. Una pregunta surge en nuestra mente: \u00bfQui\u00e9n introduce hoy vac\u00edos y por qu\u00e9 en esta sociedad, entre nuestra juventud\u2026? La respuesta podr\u00eda dar lugar a un art\u00edculo distinto, y la dejaremos por ahora aparcada. Qued\u00e9monos con una aplicaci\u00f3n antropol\u00f3gica de la hoy superada f\u00edsica aristot\u00e9lica: tambi\u00e9n cada grupo humano, cada pueblo, cada sector de edad, necesita ocupar su lugar, su espacio natural donde vivir, crecer y madurar.
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      \nInmanuel Kant describ\u00eda el espacio como una \u201cintuici\u00f3n sensible\u201d de nuestra mente. Para el fil\u00f3sofo alem\u00e1n, espacio y tiempo son como unas redes de nuestro entendimiento sin las cuales no podr\u00edamos percibir el mundo que nos rodea, ni relacionarnos, hablar, crear lenguaje y arte\u2026 Por su parte, el genial f\u00edsico y matem\u00e1tico Isaac Newton habla del \u201cespacio absoluto\u201d como el recept\u00e1culo que contiene el universo entero y lo considera una huella directa del propio Dios. De hecho, seg\u00fan la revelaci\u00f3n b\u00edblica, el propio Dios ha elegido encarnarse en un espacio determinado y en un tiempo concreto.
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      \nEstas breves pinceladas nos muestran que el ser humano siempre ha intuido que el espacio que habita y que le rodea tiene un papel fundamental en su nivel de humanizaci\u00f3n. En casi todas las culturas la vinculaci\u00f3n a un territorio concreto era un factor b\u00e1sico para la seguridad, estabilidad e identidad de los colectivos humanos. Es muy conocida la carta del jefe indio Seattle (1854) al presidente de EE.UU. \u00c9ste quiso ofrecerles dinero a cambio de su territorio, y la respuesta del jefe indio fue una hermosa expresi\u00f3n po\u00e9tica de esa vinculaci\u00f3n humana con la propia tierra, es decir, con el espacio propio de un pueblo
      [1]<\/a>.Tambi\u00e9n sabemos que es una creencia pr\u00e1cticamente universal el considerar que ha reca\u00eddo alg\u00fan tipo de maldici\u00f3n sobre los pueblos que son expulsados de su tierra, sobre los ap\u00e1tridas empujados a vagar por tierras extra\u00f1as, sobre los emigrantes que son obligados por la miseria o la persecuci\u00f3n pol\u00edtica a abandonar su pa\u00eds. La literatura est\u00e1 llena de relatos que simbolizan este hecho, como el mito del Holand\u00e9s Errante o la misma Odisea. Tampoco parece causalidad que casi todas las naciones miren mal, adem\u00e1s, a los pueblos n\u00f3madas, como los gitanos o jud\u00edos, tantas veces elegidos injustamente como chivos expiatorios en circunstancias diversas.
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      \nEn una de sus obras m\u00e1s conocidas
      [2]<\/a>, el pensador ingl\u00e9s Anthony Giddens mostraba c\u00f3mo la modernidad ha trastocado esa estabilidad de las sociedad humanas radicadas en un espacio y acostumbradas a un ritmo \u00fanico de tiempo. El cambio en la divisi\u00f3n del trabajo, la mejora de los transportes y comunicaciones y la aceleraci\u00f3n del ritmo de vida han revolucionado las sociedades modernas. Durante siglos, lo normal era que la mayor\u00eda de las personas vivieran y murieran sin haber salido de un territorio muy peque\u00f1o. Todo ten\u00eda su lugar y su momento, y estos eran pr\u00e1cticamente invariables. Hoy se puede trabajar de noche o en d\u00edas de fiesta, y se puede viajar continuamente a grandes distancias por trabajo o simplemente por turismo. Giddens cree que esto, junto con las indudables ventajas asociadas al progreso, ha creado una fuerte sensaci\u00f3n de desarraigo en muchas personas. Ahora se puede hacer algo a cualquier hora y casi en cualquier sitio, pero se han perdido las pautas estables que daban confianza y seguridad. Tambi\u00e9n la vinculaci\u00f3n a la tierra. De manera que el hombre posmoderno se ha vuelto n\u00f3mada, continuo peregrinante, sin hogar fijo ni ra\u00edces, como ha descrito con gran agudeza el soci\u00f3logo franc\u00e9s Michel Maffesoli[3]<\/a>.
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      \nEsa sensaci\u00f3n de no tener ninguna ra\u00edz en ning\u00fan sitio, el carecer de un espacio vital propio, es uno de los rasgos principales del nihilismo que rezuma la actual cultura posmoderna. En el mundo del cine se consider\u00f3 como un manifiesto de dicha posmodernidad est\u00e9tica la pel\u00edcula El\u00edgeme (1984) de Alan Rudolph. Su misterioso protagonista se presenta as\u00ed en un bar: \u201cVengo de Las Vegas y voy a Las Vegas\u201d. Y obtiene esta respuesta: \u201c\u00a1Nadie viene de Las Vegas!\u201d. Es una interesante y desenfadada met\u00e1fora de ese no tener lugar o espacio del hombre posmoderno. Una expresi\u00f3n equivalente m\u00e1s reciente podr\u00eda ser la letra de la canci\u00f3n Copenhague, del grupo madrile\u00f1o Vetusta Morla:
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      \n\u00c9l corr\u00eda; nunca le ense\u00f1aron a andar\u2026
      \nSe fue tras luces p\u00e1lidas.
      \nElla hu\u00eda de espejismos y horas de mar.
      \nAeropuertos, unos vienen, otros se van,
      \nigual que Alicia sin ciudad.
      \nEl valor para marcharse, el miedo a llegar.
      \nLlueve en el canal, la corriente
      \nense\u00f1a el camino hacia el mar.
      \nTodos duermen ya.
      \nDejarse llevar suena demasiado bien,
      \njugar al azar.
      \nNunca saber d\u00f3nde puedes terminar
      [4]<\/a>.
      \n 
      \nTambi\u00e9n se pueden encontrar testimonios de cr\u00edtica hacia esa forma de pensar. La pel\u00edcula Un lugar en el mundo (1992), de Adolfo Aristarain, defiende que todos podemos encontrar un espacio propio, el nuestro, nuestro lugar en el mundo, en el que luchar y comprometernos, aunque reconoce que hoy es especialmente dif\u00edcil.
      \n 
      \nPodemos enumerar, s\u00f3lo como muestra, unos cuantos testimonios m\u00e1s, del mundo del cine y del mundo \u201creal\u201d, que nos hablan de lo problem\u00e1tica que se ha vuelto en la actualidad esa vinculaci\u00f3n de los grupos humanos con su espacio, o con su p\u00e9rdida del espacio:
      \n <\/p>\n