{"id":7641,"date":"2009-11-01T00:00:54","date_gmt":"2009-10-31T22:00:54","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7641"},"modified":"2009-11-01T00:00:54","modified_gmt":"2009-10-31T22:00:54","slug":"elementos-externos-de-la-celebracion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/elementos-externos-de-la-celebracion\/","title":{"rendered":"ELEMENTOS EXTERNOS DE LA CELEBRACI\u00d3N"},"content":{"rendered":"<p><strong>Jos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios<\/strong><br \/>\n&nbsp;<br \/>\nLos elementos espirituales de la celebraci\u00f3n cristiana son fundamentales y conforman el sentido profundo de la misma. En cada celebraci\u00f3n se nos ofrece la posibilidad de entrar en contacto con la comunidad cristiana y recibir la acci\u00f3n salvadora y el amor de Dios Padre, presente en Jes\u00fas y prolongado en su Iglesia. Aqu\u00ed radica su n\u00facleo esencial.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nPero conviene tambi\u00e9n atender a determinados aspectos externos que contribuyen a facilitar una vivencia profunda del hecho celebrativo. A continuaci\u00f3n se repasan brevemente algunos elementos materiales que ayudan a mejorar la participaci\u00f3n y su adecuado desarrollo.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nAunque este art\u00edculo tiene presente al mundo infantil y juvenil, los puntos desarrollados son extensibles tambi\u00e9n a la comunidad cristiana en general.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\n<strong>Las personas<\/strong><br \/>\nUna celebraci\u00f3n debe tener siempre en cuenta las personas que intervienen, sus intereses, su cultura, su edad&#8230; Muchos ni\u00f1os y adolescentes que participan en celebraciones suelen tener escasa experiencia celebrativa. Este dato se manifiesta en su precaria capacidad para interiorizar y mantener un ambiente de silencio.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nEstos ni\u00f1os y j\u00f3venes forman parte de una sociedad medi\u00e1tica, marcada por una gran profusi\u00f3n de im\u00e1genes en movimiento, colores brillantes, m\u00fasica, ritmo y ruido. Han crecido inmersos en una cultura en la que priman sensaciones fugaces y una r\u00e1pida sucesi\u00f3n de secuencias: la cultura del espect\u00e1culo.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nAnte estos condicionamientos conviene desarrollar previamente la capacidad para interiorizar; aspecto complejo y que requiere un tratamiento particular.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nNo obstante, conviene:<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Los elementos cristianos esenciales ir\u00e1n acompa\u00f1ados de momentos que contribuyan a \u00abeducar los ojos\u00bb y a \u00abhacer sensible el alma\u00bb. Ense\u00f1ar a mirar en profundidad la vida y los acontecimientos es un paso previo e imprescindible para la escucha de la Palabra y la vivencia de los signos religiosos.<\/li>\n<li>Las celebraciones contendr\u00e1n \u00abelementos pedag\u00f3gicos\u00bb que favorezcan un itinerario que eduque de interioridad. El inter\u00e9s del catequista o del agente de pastoral no debe centrarse tan s\u00f3lo en \u00abcelebrar\u00bba cualquier precio, sino en \u00abense\u00f1ar a celebrar\u00bb<\/li>\n<li>All\u00ed donde sea posible, conviene establecer un itinerario gradual de interiorizaci\u00f3n.<\/li>\n<\/ul>\n<p>&nbsp;<br \/>\n<strong>El espacio f\u00edsico de la celebraci\u00f3n<\/strong><br \/>\nEs lugar que acoge la celebraci\u00f3n tiene importancia. Un espacio f\u00edsico cuidado facilita la vivencia religiosa. Por el contrario, un sitio descuidado en sus detalles materiales, puede dificultar la vivencia de los elementos religiosos. Para mejorar los espacios:<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Se debe procurar una sala acogedora. Ni muy grande ni muy peque\u00f1a.<\/li>\n<li>Conviene que est\u00e9 bien ventilada, e incluso levemente perfumada.<\/li>\n<li>Si el lugar del que se dispone es excesivamente grande para el grupo, se acotar\u00e1 con alg\u00fan elemento material que reduzca la sensaci\u00f3n psicol\u00f3gica de excesiva amplitud.<\/li>\n<li>Los lugares muy peque\u00f1os, en el que ni\u00f1os y adolescentes se hallan apretados, dificultan la serenidad y, sobre todo, el silencio.<\/li>\n<\/ul>\n<p>&nbsp;<br \/>\n<strong>La iconograf\u00eda y la decoraci\u00f3n<\/strong><br \/>\nCon frecuencia no se puede elegir la iconograf\u00eda del espacio f\u00edsico celebrativo. \u00c9sta se halla incorporada al lugar. No obstante es importante tener en cuenta algunas apreciaciones.<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>La decoraci\u00f3n de la sala puede convertirse en una pre-celebraci\u00f3n.<\/li>\n<li>Unos colores vivos y brillantes facilitan alegr\u00eda, espontaneidad, resurrecci\u00f3n y gozo&#8230; Los colores mate, con gradaciones hacia lo oscuro, facilitan la interiorizaci\u00f3n, el silencio y las miradas interiores.<\/li>\n<li>Los cuadros o im\u00e1genes de santos, aunque est\u00e9n en consonancia con la est\u00e9tica adulta, pueden resultar extra\u00f1os a la mentalidad y gustos est\u00e9ticos de ni\u00f1os y adolescentes. En estos casos, conviene centrar la atenci\u00f3n colocando un icono o p\u00f3ster supletorio en lugar bien visible.<\/li>\n<li>Da buen resultado explicar brevemente las im\u00e1genes y los materiales ornamentales.<\/li>\n<li>Tanto entre las obras art\u00edsticas antiguas, como en las actuales, hay elementos que facilitan el hecho celebrativo. El criterio de elecci\u00f3n ser\u00e1 el buen gusto y la capacidad que tenga un s\u00edmbolo religioso para transmitir las sensaciones deseadas.<\/li>\n<\/ul>\n<p><strong>La luz<\/strong><br \/>\nLa luz es un componente decorativo de primer orden. En la larga tradici\u00f3n de los templos cristianos la luminosidad ha sido cuidada por su capacidad para crear una atm\u00f3sfera que prepara a la vivencia religiosa.<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Las velas y las l\u00e1mparas de aceite no cumplen actualmente la antigua funci\u00f3n de iluminar. Se han convertido en elementos est\u00e9ticos que aportan belleza. Por ello se deber\u00e1n elegir con tiento. No sirve cualquier vela encontrada a \u00faltima hora en un rinc\u00f3n de la sacrist\u00eda. Contribuyen a crear belleza; deber\u00e1n estar en consonancia con su funci\u00f3n.<\/li>\n<li>La luz ambiental es como un velo inmaterial que envuelve toda la celebraci\u00f3n. Los grandes ventanales por los que se filtra el sol facilitan extroversi\u00f3n, alegr\u00eda, momentos compartidos&#8230; La luminosidad tenue y matizada, la penumbra, la luz indirecta&#8230; son complementos ideales para crear contextos de interioridad, reflexi\u00f3n y silencio.<\/li>\n<\/ul>\n<p>&nbsp;<br \/>\n<strong>La m\u00fasica ambiental<\/strong><br \/>\nLa m\u00fasica ha sido utilizada con profusi\u00f3n en la celebraci\u00f3n cristiana. No puede faltar la adecuada m\u00fasica de fondo y el canto vocal para expresar los sentimientos de la asamblea reunida en oraci\u00f3n.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nRespecto a la m\u00fasica ambiental conviene tener en cuenta:<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Estar\u00e1 en consonancia con las ideas fundamentales de la ceremonia. Se evitar\u00e1n estridencias y se procurar\u00e1 para su preproducci\u00f3n la mayor calidad t\u00e9cnica posible, equilibrando graves y agudos con una agradable equalizaci\u00f3n&#8230;<\/li>\n<li>La m\u00fasica instrumental ofrece mejores prestaciones para la ambientaci\u00f3n que la m\u00fasica cantada.<\/li>\n<li>A veces se propone la escucha de una canci\u00f3n ya grabada. Para que esta propuesta se desarrolle con \u00e9xito, la canci\u00f3n deber\u00e1 escucharse clara y n\u00edtidamente. Es de gran ayuda ofrecer el texto en un papel escrito.<\/li>\n<\/ul>\n<p><strong>\u00a0<\/strong><br \/>\n<strong>El encargado de los cantos<\/strong><br \/>\nLa persona que dirige los cantos debe asumir sin miedos su papel de animador. Evita el excesivo protagonismo, pero act\u00faa con seguridad cuando hay que entonar y acompa\u00f1ar un canto.<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Elige canciones conocidas por los participantes, evitando cantar siempre \u00abcanciones nuevas\u00bb o desconocidas.<\/li>\n<li>Un sencillo ensayo antes de comenzar la celebraci\u00f3n, facilita la tarea.<\/li>\n<li>Es importante ejecutar las canciones en un tono que facilite la participaci\u00f3n. Un grupo de personas se inhibe del canto cuando \u00e9ste es desconocido o se toca en un tono excesivamente alto.<\/li>\n<li>Un cancionero, u hoja de cantos, allana la tarea del canto vocal.<\/li>\n<\/ul>\n<p>&nbsp;<br \/>\n<strong>Montajes audiovisuales<\/strong><br \/>\nEn algunas celebraciones se utilizan proyecciones de im\u00e1genes mediante el programa inform\u00e1tico \u00abpower point\u00bb u otros de similares prestaciones. Hay que procurar huir del \u00abfetichismo audiovisual\u00bb. Una proyecci\u00f3n audiovisual no contribuye necesariamente a mejorar la celebraci\u00f3n. Las im\u00e1genes deben favorecer la vivencia e interiorizaci\u00f3n de los participantes. En sus aspectos t\u00e9cnicos hay que tener en cuenta:<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Preparar con antelaci\u00f3n el equipo: pantalla, ordenador, ca\u00f1\u00f3n de proyecci\u00f3n y sonido.<\/li>\n<li>Evitar la improvisaci\u00f3n. Los fallos t\u00e9cnicos, las dudas y esperas entorpecen la buena marcha de la celebraci\u00f3n y terminan por desorientar a los destinatarios.<\/li>\n<li>Elegir im\u00e1genes de buena calidad en lo fotogr\u00e1fico y alta definici\u00f3n en la resoluci\u00f3n.<\/li>\n<li>Adecuar im\u00e1genes y m\u00fasica para que el audiovisual forme una unidad compacta. Cualquier m\u00fasica no sirve para cualquier imagen. Las m\u00fasicas que recuerdan canciones muy conocidas no dan buenos resultados. Distraen.<\/li>\n<\/ul>\n<p>&nbsp;<br \/>\n<strong>Los signos y s\u00edmbolos<\/strong><br \/>\nForman parte de la celebraci\u00f3n. Son un complemento indispensable para dar visibilidad a ideas abstractas. Act\u00faan sobre la parte simb\u00f3lica del cerebro y hacen aflorar emociones y sentimientos no verbales. Conviene tener en cuenta:<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Evitar gestos sin sentido. Para ello, proponer tan s\u00f3lo aquellos que est\u00e9n en sinton\u00eda con la tem\u00e1tica de la celebraci\u00f3n.<\/li>\n<li>Introducirlos con una breve explicaci\u00f3n que oriente sobre el gesto que se va a realizar.<\/li>\n<li>Los signos deben ser visibles. Tendr\u00e1n un tama\u00f1o proporcional al n\u00famero de personas que celebran. Una \u00abcadena\u00bb, utilizada en una celebraci\u00f3n cuaresmal para simbolizar nuestras esclavitudes, no puede estar representada por una cadenita de diminutos eslabones&#8230;<\/li>\n<li>El factor sorpresa ayuda a captar la atenci\u00f3n y dar variedad. Para ello no es conveniente repetir siempre los mismos gestos y s\u00edmbolos. Por ejemplo, al llegar el ofertorio de la eucarist\u00eda ofrecemos unas flores, una vela&#8230; un bal\u00f3n y unos libros.<\/li>\n<li>Los gestos y signos se realizar\u00e1n con pausa, dando tiempo a la interiorizaci\u00f3n.<\/li>\n<li>Los movimientos corporales ser\u00e1n elegantes y bien medidos, evitando gestos rid\u00edculos o ambiguos.<\/li>\n<li>Si han de ser representados por ni\u00f1os o adolescentes, se realizar\u00e1 un ensayo previo. De esta forma se eludir\u00e1n improvisaciones y equivocaciones&#8230; que provocan risas entre los participantes y descentran.<\/li>\n<\/ul>\n<p>&nbsp;<br \/>\n<strong>Los lectores<\/strong><br \/>\nLa Palabra de Dios es un elemento central que no debe faltar en ninguna celebraci\u00f3n. Los textos elegidos estar\u00e1n en sinton\u00eda con la edad evolutiva de los participantes, siendo comprensibles para ellos. Hay que cuidar los siguientes elementos:<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<ul>\n<li>Elegir adecuadamente a los lectores y proporcionarles lecturas seg\u00fan su capacidad.<\/li>\n<li>Leer en voz alta, en p\u00fablico y en el \u00e1mbito de una celebraci\u00f3n suele generar una sensaci\u00f3n nerviosa en el lector principiante. Este nerviosismo se manifiesta en una lectura m\u00e1s r\u00e1pida de lo habitual, equivocaciones, respiraci\u00f3n ansiosa y pronunciaci\u00f3n defectuosa del final de las frases&#8230; Para minimizar estos riesgos hay que ensayar con los lectores, record\u00e1ndoles que deben leer pausadamente, respirando bien en cada punto y vocalizando.<\/li>\n<li>Hablar por micro es todo un arte que requiere pr\u00e1ctica y el ensayo. Los lectores se preparar\u00e1n haciendo pr\u00e1cticas ante el micro que vayan a utilizar en la celebraci\u00f3n.<\/li>\n<li>El coordinador de la celebraci\u00f3n est\u00e1 atento para que el micro \u201cest\u00e9 encendido\u201d en el momento justo. Es inc\u00f3modo para los participantes o\u00edr c\u00f3mo el lector comienza con el micr\u00f3fono apagado, ver c\u00f3mo se levanta el coordinador a encender el micro, volver a comenzar la lectura&#8230; Son factores que entorpecen el buen desarrollo.<\/li>\n<li>Es importante orientar la postura corporal mientras se proclama un texto en p\u00fablico. El coordinador de la celebraci\u00f3n ayuda a evitar gestos nerviosos y posiciones rid\u00edculas.<\/li>\n<\/ul>\n<p>&nbsp;<br \/>\n<strong>Conclusi\u00f3n<\/strong><br \/>\n<strong>\u00a0<\/strong><br \/>\nLa celebraci\u00f3n cristiana\u00a0 posee componentes materiales que, sin ser el n\u00facleo esencial de la misma, contribuye a facilitar la vivencia interior.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nEn las celebraciones con ni\u00f1os y adolescentes se debe desarrollar una \u201cpedagog\u00eda de la celebraci\u00f3n\u201d. Por ello, todos los elementos que intervienen deben ser cuidados en sus detalles y estar presididos por el buen gusto.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nEl catequista o agente de pastoral no deja nada a la improvisaci\u00f3n. Salvando los momentos de expresi\u00f3n y comunicaci\u00f3n, prev\u00e9 las situaciones y los materiales que configuran el entramado material sobre el que se asienta la celebraci\u00f3n.<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">Jos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios<\/p>\n<p>&nbsp;<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Jos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios &nbsp; Los elementos espirituales de la celebraci\u00f3n cristiana son fundamentales y conforman el sentido profundo de la misma. 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