{"id":7650,"date":"2009-11-01T00:00:41","date_gmt":"2009-10-31T22:00:41","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7650"},"modified":"2009-11-01T00:00:41","modified_gmt":"2009-10-31T22:00:41","slug":"educadores-y-maestros-de-espiritu","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/educadores-y-maestros-de-espiritu\/","title":{"rendered":"EDUCADORES Y MAESTROS DE ESP\u00cdRITU"},"content":{"rendered":"

Koldo Guti\u00e9rrez y Juan Crespo pertenecen al Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nDios usa un lenguaje, tiene una forma de relacionarse con nosotros. Poco a poco vamos aprendiendo algo de este lenguaje. Nos ayudan los educadores y maestros de esp\u00edritu. La propuesta, que hacen los autores, es recuperar un talante paterno en nuestra acci\u00f3n pastoral. Hablan de una dial\u00e9ctica continua entre el educador y el maestro de esp\u00edritu.
\n 
\n\u201cEscalar una monta\u00f1a desconocida sin gu\u00eda, es un riesgo, que puede costarnos la vida\u201d (Thomas Merton)
\n 
\nEs posible que te sientes inquieto o inquieta por las cosas espirituales. Sabemos que Dios, sobre todo, es un misterio. Su amor nos habita. Llega un momento en el que uno descubre que Dios no es una cosa m\u00e1s en la vida, sino el fundamento que le ayuda a vivir y a dar sentido a tantas experiencias y situaciones. Se trata de un fundamento que hace bien a la persona porque acerca a los dem\u00e1s y a la realidad. Llegar a ese punto no es f\u00e1cil. Algunas personas est\u00e1n m\u00e1s abiertas a este proceso y otras, en cambio, parecen nunca estar preparadas.
\n 
\nEl libro del G\u00e9nesis, en el relato de la creaci\u00f3n, nos cuenta con una bonita historia que somos seres tambi\u00e9n espirituales. El texto dice que Dios se hab\u00eda esmerado al modelar del barro al ser humano. Al finalizar ese trabajo insufl\u00f3 su esp\u00edritu en aquel barro y tom\u00f3 vida[1]<\/a>. Dios nos ha llenado de vida. En nuestro barro hay un soplo divino. Muchas veces nos decimos a nosotros mismos que somos un desastre. Tendr\u00edamos que decirnos que somos tambi\u00e9n seres espirituales, llenos de vida, la vida de Dios.
\n 
\nEs experiencia de todos que con el discurrir de los a\u00f1os vamos entendiendo un poco mejor el lenguaje humano. Dios tambi\u00e9n tiene su lenguaje, su manera de decir. Ese lenguaje tambi\u00e9n podemos ir entendi\u00e9ndolo progresivamente, a veces de manera costosa. Entender las cosas de Dios requiere una cierta pedagog\u00eda, un proceso. Necesitamos maestros, como en cualquier proceso pedag\u00f3gico. Quien tiene un maestro, camina m\u00e1s r\u00e1pido y seguro. El maestro-educador tiene experiencia, conocimientos, sabidur\u00eda y habilidades que le hacen apto para ayudar y acompa\u00f1ar a su disc\u00edpulo.
\n 
\nRecordemos al peque\u00f1o Samuel que no sab\u00eda de las cosas de Dios porque nadie se las hab\u00eda ense\u00f1ado. El Se\u00f1or le llama una y otra vez, pero \u00e9l no sabe qui\u00e9n llama a pesar de su buena voluntad. S\u00f3lo El\u00ed cae en la cuenta de que es Dios quien llama al muchacho y le dice: \u201c<\/em>Ve a acostarte, y si alguien te llama, t\u00fa dir\u00e1s: Habla, Se\u00f1or, que tu siervo escucha\u00bb<\/em>
[2]<\/a>. En la oscuridad, El\u00ed se da cuenta que en aquel joven hay una llamada; que Dios est\u00e1 haciendo en Samuel su obra, y le pone en camino.
\n 
\nEn los primeros siglos de la Iglesia a los catequistas les llamaban \u201cmistagogos\u201d. Mistagog\u00eda<\/em> es un t\u00e9rmino griego que, literalmente, significa \u201ciniciaci\u00f3n en los misterios\u201d. Mistagogo ser\u00eda aqu\u00e9l que, de una forma pedag\u00f3gica, introduce en la experiencia del misterio de Dios. El proceso pedag\u00f3gico de orientar y ayudar a crecer requiere de mediadores humildes que sean expertos en humanidad y en lo que acontece en el mundo interior entre Dios y la persona, \u201cmaestros de esp\u00edritu\u201d.
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\nQueremos compartir contigo nuestra intenci\u00f3n al escribir estas p\u00e1ginas. Estamos convencidos que en pastoral juvenil hay una gran necesidad de educadores y maestros de vida espiritual.<\/em> Quien se plantea el trabajo pastoral de esta manera debe ser una persona que ha hecho ella misma un camino espiritual y vital. \u201cNadie da lo que no tiene\u201d, dice la sabidur\u00eda popular.
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\nQuiz\u00e1s te paralice pensar que es una meta muy grande, una gran responsabilidad. Es cierto que ser educadores y pastores de j\u00f3venes es tarea delicada. Es cierto que el acercarte a la vida de los j\u00f3venes lo has de hacer con gran respeto. Es cierto que el ser maestro de esp\u00edritu<\/em> es un carisma que no todos reciben. Pero tambi\u00e9n es verdad que, en un sentido extenso, todos podemos ayudar en el encuentro con el Se\u00f1or. \u201cNo se comienza a ser cristiano por una decisi\u00f3n \u00e9tica o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientaci\u00f3n decisiva\u201d
[3]<\/a>.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Un modelo de autoridad en crisis<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Hoy ser maestro no est\u00e1 de moda. Los que se dedican a la educaci\u00f3n saben que su tarea ha perdido el prestigio que goz\u00f3 en otras \u00e9pocas; que muchas veces no reciben el apoyo necesario para su labor; que, en ocasiones, reman en direcci\u00f3n contraria. Parece que hoy todo invita al \u201ch\u00e1galo usted mismo\u201d\u2026; si es as\u00ed, sobran los gu\u00edas, no es tan importante la experiencia que puedan tener los maestros. Sin embargo, hoy parece claro que necesitamos padres y madres, maestros y educadores con autoridad y prestigio.
    \n 
    \nNo es sencillo buscar causas de este descr\u00e9dito. Posiblemente hay una confluencia de muchas causas. Sin ser exhaustivos, sugerimos algunas claves para la lectura de este fen\u00f3meno.
    \n 
    \nNos situamos en nuestro contexto cultural. Lo calificamos posmoderno y consumista, plural y con un mayor sentido de la autonom\u00eda personal. Al calificarlo de esta manera reconocemos que hoy se subrayan aspectos subjetivos y psicol\u00f3gicos. Se habla de bienestar, de calidad de vida, de sentirse bien. Todas estas cosas son grandes avances. Pero, al mismo tiempo, pueden quedar olvidados otros aspectos m\u00e1s objetivos, aspectos de contenido. Ese es el gran peligro. \u00bfCu\u00e1l es la consecuencia de este balanceo? Muchas personas, vitalmente, quedan como suspendidas en el aire, o encerradas en ellas mismas, sin referencia alguna.
    \n 
    \nUno de los conceptos que nuestro contexto cultural m\u00e1s ha cuestionado es el concepto de autoridad. Es obligado acercarse a los a\u00f1os sesenta, caracterizados por una crisis a toda referencia externa a la persona (instituciones, padres, maestros). Hay quien dice que est\u00e1 crisis todav\u00eda no est\u00e1 totalmente resuelta.
    \n 
    \nEste subrayado de lo \u201csubjetivo\u201d y este descr\u00e9dito de los maestros afectan evidentemente a la pastoral. A la luz de este proceso, entra en crisis, por una parte, la figura del \u201cpadre\/madre\u201d que ha experimentado la vida espiritual, y, por otra, una mediaci\u00f3n privilegiada que ayuda en la vida espiritual (paternidad\/maternidad).
    \n 
    \nAl producirse el giro arriba descrito nos encontramos con personas dedicadas a la pastoral h\u00e1biles en animaci\u00f3n y en organizaci\u00f3n; pero, quiz\u00e1s, personas con menor talante paterno y materno generadoras de vida interior. Se desdibuja la labor del acompa\u00f1ante, del gu\u00eda, del maestro, del director espiritual.
    \n 
    \nVamos a otro aspecto de nuestra reflexi\u00f3n y para formularlo nos servimos de una afirmaci\u00f3n de Pablo VI: \u201cEl hombre contempor\u00e1neo escucha m\u00e1s a gusto a los que dan testimonio que a los que ense\u00f1an\u2026, o si escuchan a los que ense\u00f1an, es porque dan testimonio<\/em>\u00ab
    [4]<\/a>. El Papa resalta dos aspectos: quedan en entredicho, o bajo sospecha, los maestros que no viven lo que dicen; y queda reafirmado el maestro que es testigo, que tiene experiencia de lo que habla y que deja ver su experiencia. Este segundo aspecto est\u00e1 pidiendo que quien es pastor de j\u00f3venes, haya hecho \u00e9l mismo un camino espiritual, que el maestro sea testigo de vida espiritual[5]<\/a>.
    \n 
    \nDando otro paso m\u00e1s, afirmamos que la autoridad del \u201cmaestro de esp\u00edritu<\/em>\u201d queda confirmada por una autoridad mayor que \u00e9l mismo y que su experiencia. Se trata de la autoridad de ser enviado como ap\u00f3stol de parte del Se\u00f1or Resucitado.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Algo nuevo est\u00e1 surgiendo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      Algunos entusiasmados por la ciencia con sus muchos adelantos, avances y posibilidades, pensaban que nuestro tiempo enterrar\u00eda algo tan elusivo como es la espiritualidad. Parece que no ha sido as\u00ed. Por el contrario, parece que las cosas del esp\u00edritu regresan con fuerza. Pero este regreso, nos recuerdan los soci\u00f3logos, no siempre se hace en los cauces de las instituciones que tradicionalmente aseguraban las realidades espirituales. Es una manifestaci\u00f3n m\u00e1s del fen\u00f3meno descrito arriba, ese balanceo hacia lo subjetivo en detrimento de lo objetivo. El hombre posmoderno parece poner lo sagrado en su propio horizonte y recela de la Iglesia y de su tradici\u00f3n espiritual.
      \n 
      \nLos hombres y mujeres de la sociedad actual buscan una esperanza, como demuestra la difusa y, a veces, confusa exigencia de espiritualidad y de una renovada b\u00fasqueda de referencias. Hay unas ganas soterradas de espiritualidad en el hombre y mujer de hoy. Es una oportunidad que, ojal\u00e1, sepamos interpretar y atender. Todo proyecto pastoral tiene como punto de arranque la escucha de la realidad. Hoy la realidad nos dice que algo nuevo est\u00e1 surgiendo. Es todo un reto. No sabemos muy bien qu\u00e9 es \u201ceso nuevo\u201d, hay quien habla de un nuevo paradigma de lo interior.
      \n 
      \nLos estudiosos de la personalidad llegan a formular la hip\u00f3tesis de la inteligencia espiritual, aquella que se relaciona con la trascendencia, lo sagrado y los comportamientos virtuosos: perd\u00f3n, gratitud, humildad y compasi\u00f3n.
      \n 
      \nPor otra parte, las nuevas generaciones no tienen creyentes de referencia, ni un lenguaje que les ayude a identificar e interpretar adecuadamente su mundo espiritual. Esta orfandad de lo espiritual se mezcla con la falta de identidad personal, la fragmentaci\u00f3n interna y la inseguridad psicol\u00f3gica.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. La educaci\u00f3n espiritual es un ministerio que necesita maestros<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        <\/strong>
        \nLa educaci\u00f3n espiritual<\/strong>
        \nTodo proyecto de pastoral juvenil es un proyecto espiritual siendo fieles a uno mismo, poniendo en relaci\u00f3n con Jesucristo y en uni\u00f3n con la Iglesia
        [6]<\/a>. Podemos hablar, por lo tanto, de educaci\u00f3n espiritual.
        \n 
        \nEducar es, en primer lugar, establecer una relaci\u00f3n, un intercambio de experiencias, de conocimientos, de actitudes vitales. La educaci\u00f3n espiritual pone en relaci\u00f3n a dos personas. Una de estas personas tiene m\u00e1s recorrido, m\u00e1s experiencia en las cosas del Esp\u00edritu. La otra persona est\u00e1 haciendo su propio camino espiritual.
        \n 
        \nEducar requiere una idea del hombre, una antropolog\u00eda. Nuestra antropolog\u00eda es cristiana. Para entender qu\u00e9 es la persona no podemos prescindir de Dios. \u00c9l es nuestra referencia, nuestro origen y nuestro fin
        [7]<\/a>. Dios nos llama y nosotros, en nuestra libertad, respondemos a la vida, al amor, a la vocaci\u00f3n, a la misi\u00f3n. La persona es imagen, huella de Dios. Para que el hombre vaya entendiendo, poco a poco, esta llamada de amor, necesita escuchar, hacer consciente y responder con sus palabras, actitudes y gestos. Necesitamos desarrollar esa dimensi\u00f3n espiritual que todos tenemos.
        \n 
        \nEn educaci\u00f3n hoy hay un choque de antropolog\u00edas. La sociedad ofrece una antropolog\u00eda, los medios de comunicaci\u00f3n otra, la familia otra, la escuela otra. La pregunta por el hombre, la antropolog\u00eda, es de gran actualidad.
        \n 
        \nEducar es ayudar a integrar las distintas dimensiones de la persona (lo psicol\u00f3gico, lo existencial, lo espiritual). Integrar no es sumar. En educaci\u00f3n unir sin m\u00e1s puede ser un grave error. Hablamos de integrar. Integrar es relacionar, referir a un eje, a una perspectiva, a una dimensi\u00f3n fundamental, a una experiencia central.
        \n 
        \nHay una gran paradoja en el mundo de la educaci\u00f3n. Se habla de educaci\u00f3n integral, reconociendo la importancia de la dimensi\u00f3n espiritual en la persona. Muchos educadores, en cambio, se sienten inc\u00f3modos cuando se habla de educar la espiritualidad. Algo falla: \u00bfLa antropolog\u00eda? \u00bfLa perspectiva integradora? \u00bfLa falta de un camino propio de vida espiritual?
        \n 
        \nEducadores y maestros de esp\u00edritu<\/strong>
        \nEste punto es clave en nuestra reflexi\u00f3n. Nos servimos de una imagen. Entendemos que entre \u201cEducadores y Maestros de esp\u00edritu\u201d hay una dial\u00e9ctica. En las cosas espirituales unos son, sobre todo, educadores, y otros maestros de esp\u00edritu. Hay una variaci\u00f3n continua de densidad entre ambos.
        \n 
        \nEducadores y maestros de espiritualidad tienen en com\u00fan una misma actitud paterna y una mima voluntad para ponerse en disposici\u00f3n y ayudar al crecimiento espiritual. Inmediatamente surge una pregunta: \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 la diferencia? La primera diferencia es carism\u00e1tica. Algunos, no todos, tienen un carisma especial, son maestros de esp\u00edritu. Desde otro punto de vista la misma necesidad del joven requiere una u otra ayuda. Es decir la edad, el momento existencial y vital (preparaci\u00f3n, equipamiento, iniciaci\u00f3n, decisi\u00f3n) piden la cercan\u00eda de un educador o de un maestro de espiritualidad.
        \n 
        \nEl educador tiene su papel: prepara el camino y las bases humanas de la espiritualidad. El maestro de espiritualidad, que tambi\u00e9n tiene olfato pedag\u00f3gico, sabe situar, mostrar el camino, proponer medios. Al maestro de espiritualidad le corresponde el acompa\u00f1amiento y el discernimiento
        [8]<\/a>.
        \n 
        \nPor \u00faltimo, hay que destacar una clara diferencia de objetivos, estrategias y densidad de las propuestas.
        \n 
        \nUn ministerio que necesita maestros<\/strong>
        \nCuando hablamos de educadores y maestros en la vida espiritual nos estamos refiriendo a personas con experiencia espiritual y tambi\u00e9n con sabidur\u00eda pedag\u00f3gica. Esa es nuestra apuesta pastoral.
        \n 
        \nEs interesante comentar el significado de las palabras. Educador viene de la palabra latina \u201ceducere\u201d, que significa sacar. El educador es quien ayuda a sacar, a dar a luz. El padre de S\u00f3crates era escultor y su madre partera. El se ve\u00eda m\u00e1s partera que escultor, porque lo suyo era ayudar a dar a luz. .
        \n 
        \nLa funci\u00f3n del Maestro espiritual se configura desde el Ministerio que recibe del Se\u00f1or. Maestro viene de \u201cmagister\u201d que nos habla del \u201cmagis\u201d, del m\u00e1s, en este caso del m\u00e1s en las cosas de la vida y en las cosas del Esp\u00edritu. Ministerio viene de \u201cminus\u201d que nos habla de siervo.
        \n 
        \nNecesitamos siervos que, con una probada experiencia, con largos tiempos de discernimiento, de estudio y oraci\u00f3n, se ha vuelto maestros en las cosas de Dios.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Educar (nos) en la vida espiritual<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Seguimos en la l\u00f3gica de nuestra exposici\u00f3n. Hablamos de testigos y maestros. Maestros porque nos proponemos ayudar en la educaci\u00f3n espiritual; testigos porque nos dejamos educar. Maestros y testigos, siempre en proceso.
          \n 
          \nEs pretencioso decir que nosotros podemos educar (nos) en la vida espiritual. Tenemos que reconocer que la vida espiritual, entendida como vida teologal, es un don. Estamos en el terreno de la gracia. \u201cDios entra donde se le deja entrar<\/em>\u201d
          [9]<\/a>. Nosotros podemos disponernos, desear, favorecer y pedir el encuentro con el Se\u00f1or. Nosotros podemos ayudar a que otros se encuentren con este Se\u00f1or. \u00a1S\u00f3lo ocurre por gracia!
          \n 
          \nEl cristiano nace en el bautismo y recorre un camino de crecimiento y maduraci\u00f3n. Este camino tiene etapas donde el cristiano consigue una mayor conciencia de la gracia recibida: internalizaci\u00f3n, iluminaci\u00f3n, experiencia gozosa.
          \n 
          \nLa vida espiritual tiene un componente siempre din\u00e1mico. Estamos siempre en camino, en un proceso temporal e hist\u00f3rico. La vida espiritual tiene su ritmo, su dinamismo, iluminada por la Palabra de Dios, la tradici\u00f3n de la Iglesia y los datos culturales de nuestro tiempo
          [10]<\/a>.
          \n 
          \nSan Pablo habla de un proceso de maduraci\u00f3n en la vida espiritual. Habla de una vida cristiana infantil y de una vida cristiana adulta
          [11]<\/a>. Ni\u00f1o es quien est\u00e1 al inicio de la vida cristiana. Adulto es el cristiano en el que la gracia recibida en el bautismo ha llegado a plenitud.
          \n 
          \nLa Iglesia en su historia, y tradici\u00f3n, nos presenta el cristiano adulto como un hombre o mujer de vida teologal (fe, esperanza y caridad), que ora, que participa en la vida sacramental, que est\u00e1 abierto a las necesidades de los dem\u00e1s, que vive en comuni\u00f3n con la Iglesia, para el bien del mundo.
          \n 
          \nLa vida teologal nos abre al amor de Dios Padre, manifestado en la obra redentora de Jesucristo y presente en la fuerza transformadora del Esp\u00edritu.
          \n 
          \nNuestra vocaci\u00f3n es conformar nuestra vida en Cristo
          [12]<\/a>. El encuentro personal con Jes\u00fas es la puerta certerade entrada para el proceso de la fe. Cuando acercamos a la Palabra de Dios, cuando hablamos de Jes\u00fas, cuando narramos nuestra fe\u2026estamos educando al encuentro con Jesucristo. El anuncio de Jes\u00fas es el mayor gesto deamor que puedo hacer a los j\u00f3venes[13]<\/a>. Reconocemos que este encuentro tiene en la vida sacramental su lugar privilegiado.
          \n 
          \nPara ese encuentro quisi\u00e9ramos sugerir algunos caminos, que son tambi\u00e9n caminos educativos. Desarrollar una propuesta de educaci\u00f3n espiritual excede la intenci\u00f3n de este art\u00edculo. A\u00fan as\u00ed nos parece oportuno dibujar un breve esbozo.
          \n <\/p>\n