{"id":7694,"date":"2009-07-01T00:00:37","date_gmt":"2009-06-30T22:00:37","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7694"},"modified":"2009-07-01T00:00:37","modified_gmt":"2009-06-30T22:00:37","slug":"jovenes-de-cine-ultima-cosecha","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/jovenes-de-cine-ultima-cosecha\/","title":{"rendered":"J\u00d3VENES DE CINE: \u00daLTIMA COSECHA"},"content":{"rendered":"

Jes\u00fas Villegas<\/strong>
\n 
\nEl verano es buen momento para disfrutar del cine. En los meses pasados se han estrenado una serie de pel\u00edculas protagonizadas por j\u00f3venes que, o bien por su calidad, o bien por su \u00e9xito de p\u00fablico, o bien, en algunos casos, por la trascendencia extracinematogr\u00e1fica que han alcanzado (caso de La ola<\/em><\/strong>, por ejemplo), merecen una atenci\u00f3n particular de todos aquellos que est\u00e9n interesados en el mundo juvenil. Esta es la raz\u00f3n de este art\u00edculo: primero, invitaros a ver estas diez pel\u00edculas por lo que pueden decir sobre la juventud del siglo XXI; despu\u00e9s, compartir algunas impresiones sobre ellas que os ayuden a contrastar vuestro punto de vista con el siempre subjetivo de otro espectador. Los que siguen mis art\u00edculos en esta revista intuir\u00e1n que estas p\u00e1ginas son complemento de los trabajos que el verano pasado public\u00f3 Misi\u00f3n Joven<\/em><\/strong> en el n\u00famero doble de verano, dedicado a los j\u00f3venes de cine.
\nCreo que las diez pel\u00edculas seleccionadas representan lo m\u00e1s significativo del cine con j\u00f3venes reciente. Hay otras que, por espacio, no he abordado, aunque he visto, pero que ahora nombro por si estos meses de est\u00edo os dan para m\u00e1s y quer\u00e9is seguir investigando en el tratamiento que de la figura juvenil hace el cine. Citar\u00e9 s\u00f3lo diez t\u00edtulos, para no abusar: Frozen river, Cuscus, Camorra, Acn\u00e9, The reader, El curioso caso de Benjam\u00edn Button, Fuga de cerebros, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, La teta asustada <\/em><\/strong>y El juego del ahorcado.<\/em><\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nMentiras y gordas<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Bendecida por el p\u00fablico y vapuleada sin misericordia por la cr\u00edtica,Mentiras y gordas <\/em><\/strong>se ha vendido como la nueva Historias del Kronen<\/em> por su mirada directa a cierto sector de la juventud, el que hace de la vida alegre y ociosa su \u00fanico centro de inter\u00e9s y su proclama. Sexo, drogas, cuerpos serranos, m\u00fasica y playita aderezan las experiencias monocordes de esta tribu urbana sin otros prop\u00f3sitos vitales que la efusi\u00f3n de adrenalina y el hedonismo sin tregua para el sentido com\u00fan. Su equipo t\u00e9cnico ha sabido aprovechar el tir\u00f3n televisivo de toda una generaci\u00f3n de actores j\u00f3venes para confeccionar un producto deficiente desde el punto de vista est\u00e9tico, pero interesante como reflejo de ciertas situaciones.
\nAunque muchos han defendido la solvencia de Historias del Kronen<\/em><\/strong>frente al desprop\u00f3sito de esta cinta, no es menos cierto que ambas aciertan en retratar a muchachos y muchachas enclaustrados en su propio vac\u00edo, que buscan \u201cdarle ca\u00f1a\u201d al cuerpo porque no saben qu\u00e9 otra cosa pueden hacer con su existencia. Los creadores de esta obra no otorgan a sus criaturas ni pasado ni futuro y su \u201cahoridad<\/em>\u201d perpetua, al carecer de rumbo y de historia, no deja de ser una profunda trampa que ni la inmediatez vers\u00e1til de los sentimientos en bruto ni ciertos amagos de camarader\u00eda pueden salvar. Sin ideales, sin responsabilidades, sin referentes adultos (s\u00f3lo hay alguna vaga alusi\u00f3n a las circunstancias familiares que pretende ser un apunte sociol\u00f3gico y no es m\u00e1s que una nota innecesaria), tantas ausencias acaban por descubrir que vivir en vacaciones permanentes no suele satisfacer en plenitud a nadie.
\nLa pel\u00edcula no deja mal gusto en la boca por su inoperancia art\u00edstica, sino, sobre todo, porque las vidas que vemos se sumergen en experiencias l\u00edmite y salen siempre de ese atolladero desmadejadas: el sexo, m\u00e1s que una forma de comunicaci\u00f3n, es una\u00a0 sucia escaramuza; las drogas conducen, no a para\u00edsos artificiales, sino a infiernos bald\u00edos; la fiesta, m\u00e1s que dicha y placer, ocasiona v\u00f3mito y sordera. Hay mucho de dantesco, de apocal\u00edptico en ciertos planos, como los que, a vista de p\u00e1jaro, nos muestran \u201cla vida\u201d en los ba\u00f1os de una macrodiscoteca, o la estampa final de la playa, atestada de j\u00f3venes anhelantes de una nueva sesi\u00f3n de desparrame y desahucio mental.
\nEs una pena que los directores no acierten con el tono adecuado para contar una historia sin historia tan interesante como esta, la de todos aquellos que reducen sus expectativas vitales al esplendor del fin de semana, la locura de una noche de fiesta o el pr\u00f3ximo verano incandescente en Ibiza. Y fracasan sus creadores, digo, porque unas veces apuestan por mirar desapasionadamente, sin juzgar; otras veces, al contrario, caen en el sarcasmo o en un humor f\u00e1cil, sostenido sobre situaciones escabrosas; y demasiado a menudo (comercialidad obliga) optan por no esconder una mirada admirativa hacia esos cuerpos espl\u00e9ndidos y tristes que se buscan con la urgencia del deseo\u2026 Y, entre tanto cambio de registro, entre tanta intenci\u00f3n globalizadora (amores heterosexuales, homosexuales, bisexuales, tr\u00edos, sexo en ba\u00f1os\u2026), todo con la sana intenci\u00f3n de no despe\u00f1arse en el f\u00e1cil \u201cdiscurso con mensaje\u201d, la pel\u00edcula navega como barco sin rumbo, sin encontrar ni el nervio ni el aplomo suficiente para mostrar sin moralizar, diseccionar sin buscar simpat\u00edas, reflejar sin que nada distorsione la dolorosa limpidez de una imagen sin fondo.
\nAl final, quedan las mentiras: personajes que se enga\u00f1an los unos a los otros, que se autoenga\u00f1an, que intentan esquivar la asunci\u00f3n de sus propias miserias y compromisos. Y, aunque s\u00f3lo haya, en \u00faltimo extremo, una v\u00edctima mortal, todos los j\u00f3venes que deambulan por este paisaje se nos antojan en realidad zombis inconscientes de la vida muerta que arrastran.
\n 
\nCrep\u00fasculo<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nCrep\u00fasculo <\/em><\/strong>es una pel\u00edcula de vampiros\u2026 buenos. Vampiros vegetarianos, por decirlo de alguna manera, aunque parezca parad\u00f3jica. El protagonista, un joven y atormentado \u201cvampiro a su pesar\u201d, se enamora de una humana, pero quiere ahorrarle a esta el tr\u00e1mite terrible y engorroso de ingresar de un mordisco en el reino oscuro de los no muertos. Por su parte, la muchacha est\u00e1 tan encandilada con este monstruo maravilloso que no le importar\u00eda lo m\u00e1s m\u00ednimo dejar la existencia ordinaria para pasar a engrosar las huestes noct\u00e1mbulas de los que se alimentan de sangre y est\u00e1n ligeramente muertos. En esa curiosa tensi\u00f3n (una chica que est\u00e1 dispuesta a entregarse por amor y un chico que se resiste a que la mujer amada pierda su flor m\u00e1s querida, la vida) ha querido verse una sutil invitaci\u00f3n a la virginidad, al respeto sexual, al amor sostenido sobre la espera y la canalizaci\u00f3n del deseo. No voy a decir yo que no, pero eso no impide que la pel\u00edcula sea un pastel de lo m\u00e1s sopor\u00edfero, que confunde romanticismo con bagatela, que reduce el mito del vampirismo a fuerza de sacrificar lo que este tiene de provocador por indagar en las zonas oscuras del deseo humano.
\nEspero que se me entienda bien: puede que la pel\u00edcula resulte irreprochable desde el punto de vista \u00e9tico, pero, si la primera responsabilidad \u00e9tica de una pel\u00edcula es su br\u00edo est\u00e9tico, Crep\u00fasculo <\/em><\/strong>cosecha un fracaso a\u00fan m\u00e1s sonado que el que obtiene Mentiras y gordas.<\/em><\/strong>
\nEstamos ante la en\u00e9sima historia f\u00e1cil de amor eterno para adolescentes en carne viva. La palidez de sus protagonistas no es malsana, sino interesante; ninguno de los personajes es marginal m\u00e1s que de pose; la atracci\u00f3n por la muerte (tan arraigada en el imaginario juvenil) es s\u00f3lo coqueteo sin consecuencias. Incluso el vampiro, a la luz del sol, muestra su verdadera naturaleza, que no es otra que una piel y un cuerpo diamantinos, es decir, chul\u00edsimos. El hambre de sangre humana se corrige con lingotazos de sangre animal y buena educaci\u00f3n. Los vampiros verdaderamente malos, que, como bestias, buscan desangrar a sus v\u00edctimas, reciben su merecido\u2026 Y as\u00ed todo el rato: ofrecemos, pues, una\u00a0 correcta conversi\u00f3n de lo fant\u00e1stico y terror\u00edfico, con lo que esto tiene de perturbador, en sentimentalismo del mont\u00f3n. A costa, insisto, de la decapitaci\u00f3n de un mito, del sacrificio (innecesario) de un s\u00edmbolo poderos\u00edsimo como es el del vampiro.
\nEn el fondo, los j\u00f3venes reciben, una vez m\u00e1s, un producto falso, esteticista, elemental y c\u00f3modo, que no les cuestiona, que corrobora ideas preconcebidas t\u00f3picas que ya manejaba, y todo ello tras renegar de la oportunidad de enfrentarse al miedo a lo desconocido, a la tentaci\u00f3n del abismo, a la dif\u00edcil emersi\u00f3n de los deseos\u2026 Crep\u00fasculo <\/em><\/strong>domestica, no reta o convulsiona; silencia, no interpela; sermonea, no busca desatar misterios.
\n\u00bfRecuperar el idealismo? \u00bfOfrecer a los j\u00f3venes unos modelos? Yo creo que el idealismo predirigido y los modelos precocinados no resuelven nada. Puede que por un momento entretengan, pero proponen formas de hero\u00edsmo indoloras: un hero\u00edsmo proyectado sobre personajes que no han pasado por el fuego ardiente que templa y vuelve resistente la pasta con la que est\u00e1 cocida toda persona. Si se quiere contar una buena historia de vampiros, tiene que haber sangre, sufrimiento, tentaci\u00f3n de muerte y agon\u00eda. Lo dem\u00e1s es cuento.
\nGracias a Dios, siempre nos quedar\u00e1n Vampyr, Nosferatu, <\/em><\/strong>los soberbiosDr\u00e1culas <\/em><\/strong>de Fisher o el de Badham, por citar s\u00f3lo algunas aproximaciones cl\u00e1sicas a esta figura. O la reciente, magistral, emotiva, verdaderamente vamp\u00edrica D\u00e9jame entrar<\/em><\/strong> que, sin salir de los m\u00e1rgenes del cine de terror, nos habla de soledad, de miedo, de acoso al diferente, de solidaridad entre los heridos. En fin, de vida de verdad (aunque escueza), y no de vampiros vegetarianos (aunque resulten pol\u00edticamente correctos).
\n 
\nHigh school musical 3<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Los muchachos de esta exitosa saga deben licenciarse. Han culminado su paso por el instituto y tienen que abandonar las aulas para fraguarse un futuro en la universidad. Se ver\u00e1n obligados a separarse, porque la vida los espera fuera, lejos de la c\u00f3moda madriguera que ha sido su colegio.
\nEl dilema es obvio. \u00bfQu\u00e9 elegir? \u00bfLo que esperan los otros de m\u00ed? \u00bfLo que llevo planeando desde hace a\u00f1os por camarader\u00eda con mi mejor amigo? \u00bfEstar cerca de la chica a la que amo? \u00bfC\u00f3mo calibrar, sin equivocarme, cu\u00e1l es mi lugar en el mundo, entre tantos est\u00edmulos, condicionantes, formas de presi\u00f3n? Al final vencer\u00e1 la voluntad propia y el amor, de modo que el protagonista buscar\u00e1 su destino sin dejar de lado a la chica que ha iluminado su transformaci\u00f3n y su crecimiento.
\nLos mismos defectos que achac\u00e1bamos a Crep\u00fasculo <\/em><\/strong>podr\u00edan atribuirse a esta discreta cinta, pero no. All\u00ed se atrev\u00edan a invocar en vano los principios del g\u00e9nero de terror, aunque fuera en versi\u00f3n juvenil. Aqu\u00ed estamos en el \u00e1mbito relajado y un tanto irreal de la comedia musical para adolescentes. La exigencia es, pues, menor. Se trata de un producto Disney, una franquicia archiconocida, de origen televisivo, cuyo \u00e9xito motiv\u00f3 que la \u00faltima entrega se estrenara en las salas comerciales. Todo esto aten\u00faa las evidentes limitaciones de este trabajo, con un gui\u00f3n endeble y unos n\u00fameros musicales m\u00e1s esforzados que brillantes. Su mensaje, transparente y acomodaticio, sus personajes, intrascendentes pero agradables, merecen nuestro perd\u00f3n cr\u00edtico. La pel\u00edcula no es nada, sin llegar a ofender por su nulidad.
\nDado el \u00e9xito de esta creaci\u00f3n, o el de Camp Rock, <\/em><\/strong>o el de Hannah Montana<\/em><\/strong>, todas ellas ideas procedentes del Canal Disney, todas ellas manufacturas con protagonistas adolescentes, que calan hondo sobre todo entre el p\u00fablico femenino preadolescente, quiz\u00e1s se imponga una reflexi\u00f3n m\u00e1s atenta sobre los sue\u00f1os y anhelos que estas f\u00e1bulas avivan. Fij\u00e9monos en los ingredientes de estas pociones m\u00e1gicas elaboradas para garantizar el \u00e9xito fulgurante: la m\u00fasica pop<\/em> como forma de expresi\u00f3n y evasi\u00f3n; la correcci\u00f3n y la blandura, disfrazados a veces de un humor socarr\u00f3n que nunca se desmanda; los personajes guapos sin apabullar, simp\u00e1ticos sin alarde, espont\u00e1neos y correctos, pero sin soser\u00eda; cierta naturalidad de cuento de hadas de andar por casa; est\u00e9tica visual televisiva, ramplona, nada elaborada\u2026 Todo esto altamente norteamericanizado (de fondo siempre un sistema educativo, unas tradiciones, unas convenciones que no son las nuestras, pero que hemos adoptado con cari\u00f1o sincero). Igual que el canal MTV ha dirigido los gustos y las tendencias musicales en medio mundo en las \u00faltimas dos d\u00e9cadas, es ahora el Canal Disney el que predispone en una determinada direcci\u00f3n a todos aquellos que est\u00e1n dejando de ser ni\u00f1os desde el punto de vista biol\u00f3gico y manejan como verdaderos adultos el patrimonio econ\u00f3mico de los hogares.
\nSorprende en este contexto, en un mundo donde, supuestamente, cada vez la inocencia se pierde antes, c\u00f3mo los ritos de paso culturales de la infancia a la juventud resultan de una candidez tan llamativa e insulsa. Nada de pruebas de fuego o ceremonias inici\u00e1ticas. Triunfa el desaf\u00edo de parque de atracciones, el acartonado amoldamiento del imaginario infantil y juvenil al esquematismo argumental de una teleserie de sobremesa. Al pasar por el Canal Disney, todo se adereza, se enmascara, se entrega demasiado suavizado. Es como si los sue\u00f1os de los que habl\u00e1bamos en el p\u00e1rrafo anterior nacieran domesticados. Los ni\u00f1os\u00a0descubren el amor, la rebeld\u00eda, la desaz\u00f3n p\u00faber con Pluto. Yo creo que luego el salto es mayor. Y atroz. Madurar con sobredosis de infantilismo (\u00bfy qu\u00e9 son High school musical <\/em><\/strong>o Crep\u00fasculo<\/em><\/strong> si no formas demasiado mullidas de iniciaci\u00f3n a la vida?) quiz\u00e1s predisponga a acabar protagonizando historias turbias, de inmadurez malsana, como las que relata Mentiras y gordas<\/em><\/strong>.
\nLa clase<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Las pel\u00edculas norteamericanas que se desarrollan en el entorno escolar y presentan el trabajo de un profesor o profesora con una clase de alumnado d\u00edscolo tienden hacia la hagiograf\u00eda. El docente acaba siempre por enderezar a sus pupilos y estos, por su parte, no dudan en sacar a relucir lo mejor de ellos mismos al contacto con un educador ejemplar por definici\u00f3n. La clase <\/em><\/strong>es otra historia, una historia muy diferente, m\u00e1s inc\u00f3moda, s\u00ed, pero tambi\u00e9n m\u00e1s aut\u00e9ntica. En esta pel\u00edcula, la c\u00e1mara acompa\u00f1a durante un curso a un profesor de lengua en un instituto franc\u00e9s de un barrio perif\u00e9rico. Su labor (m\u00e1s pundonorosa que efectiva), su did\u00e1ctica (nada memorable), el trato que propicia a sus tutorandos (que oscila entre lo paternalista y lo exasperado) no logran otra cosa que desd\u00e9n, abulia, broncas y pocos, pero que muy pocos resultados. El milagro americano se torna en manos de un director de cine europeo en agria constataci\u00f3n de un fracaso, un desfase o, cuanto menos, un conflicto.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La pel\u00edcula es honesta: as\u00ed son las cosas y as\u00ed se las contamos. Como ocurre en la vida, la tarea desgasta al educador, lo violenta, si no lo noquea. Y el alumno permanece impert\u00e9rrito en su pupitre, desencantado, esperando hastiado el timbre que tarda en sonar. Para este profesor, arrancar la motivaci\u00f3n de sus destinatarios resulta tarea tit\u00e1nica, a veces inaccesible. No estamos ante ning\u00fan genio de la pedagog\u00eda, es verdad, y se agradece por una vez la honesta confesi\u00f3n de un buen tipo que lo intenta a su manera, siempre oscilando entre el desaliento y la esperanza, entre el hartazgo y la vocaci\u00f3n, entre la cabezoner\u00eda y la tentaci\u00f3n del abandono. El material humano con el que trabaja, muchachos y muchachas de or\u00edgenes geogr\u00e1ficos muy distintos, asiste a clase como quien espera a que le extraigan una muela. Nada o casi nada de lo que van a ense\u00f1arles despierta en ellos inter\u00e9s; su mundo discurre a a\u00f1os luz de la pizarra\u00a0y el puente entre esos universos paralelos aparece roto sobre un abismo.
\nUna pel\u00edcula con j\u00f3venes de verdad, no con meros estereotipos; un discurso no dirigido por una moraleja, sino fluyente, inesperado, libre: as\u00ed es esta obra. Si se extrae alguna conclusi\u00f3n de su metraje, no ser\u00e1 por imposici\u00f3n de sus creadores, que reh\u00fasan cualquier lecci\u00f3n. Se necesita cine como este, que ense\u00f1e, no que aleccione, que mire, no que dise\u00f1e. La clase<\/em><\/strong>, con rigor casi espartano, planta la c\u00e1mara en el aula y, sin salir de esos muros, sin indagar en el entorno o los problemas personales de cada estudiante retratado, explora una realidad y un tiempo poco conocido a pesar de su cotidianidad, el de las horas lectivas.
\nLa pel\u00edcula, para cualquier educador, act\u00faa como revulsivo y como punto de partida. Aunque parezca una cr\u00f3nica de la imposibilidad, al final nos interpela y se convierte en una invitaci\u00f3n a la mejora. Hay nudos que deshacer, sendas que abrir, mentes que adecentar. Nunca ha sido f\u00e1cil hurgar en las conciencias y avivar curiosidades; pero estos j\u00f3venes, multiformes en sus ra\u00edces y uniformados por un sistema de vida globalizado,\u00a0 no son mejores ni peores que los de anta\u00f1o. Tarea \u00edmproba y excitante, condenada de antemano a la insuficiencia, pues mil horas de clase dan como fruto, a menudo, mucho olvido.
\nEl final de la pel\u00edcula rubrica la magnificencia de esta radiograf\u00eda envolvente: cuando el profesor pregunta lo que han aprendido despu\u00e9s de un curso, la mayor\u00eda de los estudiantes menciona alg\u00fan contenido suelto, quiz\u00e1s insignificante, quiz\u00e1s trascendente, aunque siempre mis\u00e9rrimo en comparaci\u00f3n con el despliegue de objetivos, actividades y explicaciones que un a\u00f1o escolar supone. Una vez que todos han abandonado la clase, una muchacha se dirige al profesor para confesarle, con angustia, que no quiere seguir estudiando, porque no ha aprendido nada, absolutamente nada, en diez meses de trabajo. Y eso nos hiere y, por qu\u00e9 no, nos invita a continuar sobre la tarima, o a bajarnos de ella, para seguir ense\u00f1ando.
\n 
\nLa ola<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nComparar La clase <\/em><\/strong>y La ola <\/em><\/strong>puede proporcionarnos interesantes revelaciones. Donde una apuesta por el rigor, la mostraci\u00f3n y la falta de alegatos, la otra se lanza a perorar, presuponer y corroborar tesis. Dos sistemas muy diferentes de plantear un relato: el de quien no sabe de antemano ad\u00f3nde va a llegar y, por lo tanto, deja que los hechos se sucedan (La clase<\/em><\/strong>), y el del que en el punto de partida ya ha decidido un desenlace y, en consecuencia, debe trazar una l\u00ednea recta a escuadra y cartab\u00f3n, un sendero previsible hacia la meta prefijada. Cine de la realidad y cine de tesis, por decirlo de alg\u00fan modo. Me gusta m\u00e1s el primero, aunque debemos reconocer que el segundo, en t\u00e9rminos pedag\u00f3gicos, resulta m\u00e1s manejable, impacta m\u00e1s y, no vamos a enga\u00f1arnos, se asemeja m\u00e1s a la din\u00e1mica educativa cl\u00e1sica de transmisi\u00f3n de unos conocimientos programados.
\nComo se trata de una obra muy comentada, s\u00f3lo recordar\u00e9 que esta pel\u00edcula alemana expone c\u00f3mo un profesor pretende demostrar vivencialmente a sus alumnos en un seminario que las circunstancias que condujeron al nazismo se pueden repetir en cualquier lugar y con cualesquiera sujetos: basta un l\u00edder carism\u00e1tico y manipulador, tres o cuatro consignas que creen un grupo fuerte y convencido, una estricta sumisi\u00f3n a unas normas, una est\u00e9tica y una leyenda y,alehop<\/em>, el autoritarismo, la segregaci\u00f3n del distinto y los himnos patri\u00f3ticos empezar\u00e1n a sonar. La pel\u00edcula se centra, pues, en el trabajo did\u00e1ctico de un profesional empe\u00f1ado en demostrar a sus educandos lo mismo que el director de cine quiere argumentar con im\u00e1genes a sus espectadores: curiosa caja china. Fij\u00e9monos que el proyecto o experimento educativo dise\u00f1ado es atractivo y est\u00e1 guiado por una imaginaci\u00f3n viva, lo que distancia a\u00fan m\u00e1s a este maestro del que, en La clase<\/em><\/strong>, intentaba ense\u00f1ar la aridez de la gram\u00e1tica con explicaciones y preguntas.
\nClaro, si un profesor juega con materiales inflamables como estos, primero, lograr\u00e1 su objetivo y, despu\u00e9s, el objetivo logrado, convertido en bomba, se le escapar\u00e1 de las manos y le estallar\u00e1 en las narices. Que sean j\u00f3venes alemanes vuelve m\u00e1s dolorosa y parad\u00f3jica esa posibilidad confirmada de repetir la barbarie totalitaria; que en el proceso quepan los disidentes, los dubitativos, los convencidos, los convertidos, los exaltados y el homicida asegura al menos un nutrido conjunto de retratos juveniles, depositarios de diferentes\u00a0actitudes vitales. No obstante, uno y otros, educador y educandos, se ajustan en sus perfiles al estereotipo. Mientras la reflexi\u00f3n que suscita La clase <\/em><\/strong>se deriva de la propia y conflictiva realidad, en La ola <\/em><\/strong>nos sometemos a los cauces de una narraci\u00f3n protot\u00edpica, que se desarrolla siempre dentro de los l\u00edmites de la convenci\u00f3n.
\nEstamos ante una pel\u00edcula de esas en las que la ficci\u00f3n se ve desbordada por la realidad. A veces distinguir d\u00f3nde termina el experimento y d\u00f3nde empieza la vida se torna complicado, y si nos tomamos demasiado en serio lo que s\u00f3lo pretend\u00eda ser una demostraci\u00f3n, quiz\u00e1s lo peor de nosotros aflore y el juego desencadene la verdad m\u00e1s turbia de cada uno. Por esta v\u00eda de lectura, creo, la pel\u00edcula resulta m\u00e1s aterradora e interesante que por la otra. Es decir, a m\u00ed me parece que, por mucho que lo pretenda, La ola <\/em><\/strong>no logra convencernos de que el experimento reproduzca las condiciones del nazismo (todo es un poco impostado de m\u00e1s), pero s\u00ed comunica c\u00f3mo, en ciertas circunstancias aparentemente inocuas o l\u00fadicas, nuestro yo \u00edntimo y oscuro brota con una fuerza destructiva insospechada. El ego hipertrofiado del profesor, los miedos, complejos y deseos secretos de los alumnos se desatan en medio de lo que, en teor\u00eda, s\u00f3lo es una clase, un proyecto, una actividad o un juego. \u00bfNo estamos, ahora s\u00ed, en el reino de la realidad? \u00bfNo estamos, en definitiva, ante el problema de lo virtual, del rol, del ciberespacio, del que se toma en serio una pel\u00edcula, una canci\u00f3n o un c\u00f3mic y decide exterminar a sus compa\u00f1eros de clase?
\n 
\nSlumdog millionaire<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nTras la santificaci\u00f3n de esta pel\u00edcula con el aluvi\u00f3n de oscars<\/em>, a uno le da apuro expresar que la cosa no es para tanto. Hermano bueno y dulce, hermano macarra pero redimible, una mujer amada con fiel perseverancia por el primero, buscada y perdida en varias ocasiones a lo largo del tiempo (infancia, adolescencia y juventud de los tres personajes protagonistas como marco vital de los hechos), hasta el definitivo final feliz\u2026 El idealismo de Jamal (el Abel de la funci\u00f3n) le permite sobreponerse a las dificultades y alcanzar sus metas\u2026 \u00bfCon trampas?, \u00bfgracias a la suerte?, \u00bfpor genialidad?, \u00bfpor destino? La pel\u00edcula se decanta por la \u00faltima posibilidad: si gana el m\u00e1ximo premio en el concurso \u201c\u00bfQuieres ser millonario?\u201d, si consigue a la chica amada, si la vida ha sonre\u00eddo al chico de la calle es porque el azar se ha aliado a su favor. \u00bfDivina providencia?, \u00bfconjugaci\u00f3n de los astros?, \u00bflas leyes universales que rigen el amor plat\u00f3nico?, \u00bfmera manipulaci\u00f3n narrativa? Ejem<\/em>, no expresar\u00e9 mi punto de vista para no ponerme pele\u00f3n. Si en La ola <\/em><\/strong>la tesis que guionista y director pretend\u00edan sostener reduc\u00eda la pel\u00edcula a una f\u00f3rmula cuadriculada, aqu\u00ed se postula con descaro aceptado que quien rige nuestras vidas es la fuerza ciega de la predestinaci\u00f3n, es decir, la cuadricula ahora se asienta en nuestras propias existencias. Me gustan m\u00e1s los h\u00e9roes que se forjan a contracorriente que los que se dejan arrastrar, y Slumdog Millionaire<\/em><\/strong> convierte la terquedad, la valent\u00eda y el saber de su protagonista, que lucha por lo que quiere con determinaci\u00f3n, en destilaciones no premeditadas de unas circunstancias todopoderosas. Una lectura espiritual del relato, que intente depositar la explicaci\u00f3n de su redondez y feliz desenlace en la intervenci\u00f3n del Misterio, a m\u00ed me desazona, porque la luz en esta obra procede de una mera estrategia de cine bienintencionado y no de una verdadera revelaci\u00f3n en medio del caos de lo existente. Puede ser otra pel\u00edcula muy aprovechable desde el punto de vista pedag\u00f3gico, pero su fondo \u00faltimo no logra la rotundidad de la Verdad ficticia, sino la amabilidad antigua de la ficci\u00f3n idealista.
\nA Slumdog Millionaire <\/em><\/strong>le beneficia mucho el envoltorio: una India entre tur\u00edstica y miserable (tur\u00edsticamente miserable, yo dir\u00eda), una banda musical de sonoridades hind\u00faes cl\u00e1sicas en medio de ritmos modernos, un ingenioso punto de partida argumental (por muy retorcido que sea, a saber, alguien sin cultura acierta las preguntas de un concurso, a pesar de su dificultad, porque las respuestas las ha ido hallando en su propio itinerario vital), una forma narrativa saltarina, en medio de una est\u00e9tica f\u00e1cil, bien ritmada y resultona\u2026 Todo esto conjugado camufla el clasicismo un tanto t\u00f3pico de su sustancia narrativa. Es una pel\u00edcula que se ve bien, pero que no remueve nada dentro de nosotros. Bonito cuento de hadas a lo Bollywood<\/em> o fr\u00edvola aproximaci\u00f3n a las entra\u00f1as de los despose\u00eddos, seg\u00fan la seriedad del cr\u00edtico; relato de un h\u00e9roe an\u00f3nimo que regala esperanza a los que menos tienen o mero confeti para quienes necesitan pan, todo seg\u00fan se mire.
\nQue el dinero no da la felicidad y nada vale sin amor; que todo relato es una mentira hermosa y necesaria (esa danza final, irreal y plet\u00f3rica, en la estaci\u00f3n), que el sacrificio obtiene su recompensa y las cosas ser\u00e1n lo que tienen que ser son moralidades de fondo poco discutibles y las aceptamos por su ternura de dieta blanda. Pero, \u00bfNos hace mejores la luz del imposible o urge afrontar las sombras de lo probable? Ocho oscars a <\/em>una pel\u00edcula en clave de felicidad, \u00bfes una buena noticia? El a\u00f1o pasado triunfaron las historias brutales (Pozos de ambici\u00f3n, No es pa\u00eds para viejos<\/em><\/strong>), \u00bfes lo de este a\u00f1o mejor, aunque se trate de peor cine? \u00bfO es mero caramelo en medio de la crisis, la multitud de seres humanos que no encuentran sentido a su vida o la desigualdad sangrante? Yo no s\u00e9. Eso s\u00ed, por naturaleza personal creo m\u00e1s en la esperanza que brota, dif\u00edcil, de la angustia, que en el exceso de jardines.
\n 
\nRevolutionary road<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Siempre me han interesado las pel\u00edculas que abordan ese momento clave en toda vida humana en el que los sue\u00f1os de juventud se tienen que ver las caras con la cruda realidad, el momento del paso a la madurez por la v\u00eda del aterrizaje forzoso en la cotidianidad adulta. En la mayor\u00eda de las ocasiones, aceptar la vida consiste, m\u00e1s que en verificar c\u00f3mo se cumplen las expectativas, en soportar con dignidad su vulgarizaci\u00f3n. Nuestras aspiraciones nunca suelen alcanzar la plenitud so\u00f1ada al materializarse. Uno aspira a comerse el mundo, aunque demasiado a menudo somos gente afortunada si este no nos devora a nosotros. Que conste que mi visi\u00f3n de las cosas no tiende al pesimismo: simplemente constato que el cumplimento literal de lo que nuestra ferviente imaginaci\u00f3n adolescente planeaba para nosotros es imposible y a la asunci\u00f3n tranquila, equilibrada y plet\u00f3rica de sentido de esa rebaja debe uno consagrar esfuerzos serenos si no quiere vivir en perpetua insatisfacci\u00f3n. Por supuesto: sin renunciar a todas aquellas metas que consideremos trascendentales, sin dejarnos vencer por la resignaci\u00f3n, pero tambi\u00e9n sin obcecarnos en perseguir Dorados o Atl\u00e1ntidas.
\nRevolutionary road <\/em><\/strong>es, sobre todo, la cr\u00f3nica de una mujer incapaz de soportar esa frustraci\u00f3n de los sue\u00f1os. Vivir en Par\u00eds, alejarse de la monocorde satisfacci\u00f3n burguesa de la urbanizaci\u00f3n en la que vive, seguir siendo, con su marido, la pareja m\u00e1s envidiada por joven, guapa y alegre: todo se desmorona paulatinamente hasta que la vida se vuelve insoportable para quien no supo granjearse la dicha en medio de lo corriente. Con brutal y tr\u00e1gica fuerza, el fraguarse de una nueva vida en su vientre, en lugar de esperanza, suministrar\u00e1 a esta mujer el \u00faltimo argumento para la desolaci\u00f3n y la muerte.
\nEstamos ante una historia con personajes en el l\u00edmite de la juventud. El matrimonio protagonista est\u00e1 casado, con dos hijos, una casa bien puesta, un trabajo. Pero un gusano, larvado desde hace tiempo, empieza a carcomer los cimientos de esta familia, el de la eterna pregunta: \u00bfy si las cosas pudieran ser distintas? Para el imaginario americano, Par\u00eds encarna lo exquisito, la bohemia, lo distinto: la eterna juventud, la otra y buena vida. Y cuando el plan de emigrar allende los mares para inventar una nueva vida se frustra porque el marido se conforma con permanecer en Estados Unidos a cambio de una mejora laboral, el veneno empieza a actuar hasta, al final, emponzo\u00f1arlo todo.
\nLa pel\u00edcula es pegajosa, inc\u00f3moda, desagradable dentro de su magnificencia. El progresivo deterioro de las relaciones matrimoniales, las breves aventuras adulteras sin sentido de ambos c\u00f3nyuges, las relaciones con amigos y compa\u00f1eros de trabajo, trufadas de peque\u00f1as envidias y medias verdades, o el reconocimiento de la propia mediocridad reflejada en aquellos a quienes no queremos parecernos…: todo este panorama termina por incomodar porque presentimos que el relato se adentra en el callej\u00f3n sin salida de la frustraci\u00f3n. El final, desesperanzado, puede abrumarnos… Y, entonces, \u00bfesta inmersi\u00f3n amarga en el sinsentido de quien no supo aceptarse es preferible a la liviandad triunfalista de Slumdog Millionaire<\/em><\/strong>?
\nAunque se suele defender (yo, el primero) desde la perspectiva de la lectura del cine en clave humanizadora y evang\u00e9lica el cine afirmativo, es decir, las obras que trasmiten valores a trav\u00e9s de personajes que encarnan en positivo lo mejor del ser humano, cada vez me convence m\u00e1s la necesidad de trabajar a la contra: las pel\u00edculas sobre el nihilismo, el vac\u00edo existencial, el error humano o el fracaso nunca invitan a imitar lo representado, sino que predisponen a la reflexi\u00f3n y al di\u00e1logo. Donde no hay problema, no hay posibilidad de soluci\u00f3n, y un cine\u00a0 idealista en extremo, empe\u00f1ado en los \u201cbuenos valores\u201d como principioaprior\u00edstico<\/em> puede caer en la insipidez. Slumdog Millionaire <\/em><\/strong>es f\u00e1cil de ver y oxigena, pero Revolutionary road<\/em><\/strong> interroga, hiere, amarga… Y, de ah\u00ed en adelante, est\u00e1 todo por hacer y en nuestras manos.
\n 
\nRudo y cursi<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>\u00bfPero qu\u00e9 pasa cuando los sue\u00f1os se alcanzan? Esta pel\u00edcula mejicana puede entenderse, en cierto sentido, como perfecto complemento deRevolutionary Road. <\/em><\/strong>Porque viene a demostrar que, si el incumplimiento de las aspiraciones puede destruirnos, cuando se hacen realidad nuestras mejores fantas\u00edas el peligro de ruina personal tampoco deja de amenazarnos. La historia de dos hermanos, provenientes de la miseria, que consiguen triunfar en el mundo del f\u00fatbol demuestra que detr\u00e1s de todo \u00e9xito hay a menudo una puerta abierta a la megaloman\u00eda, al delirio, al despilfarro y, por consiguiente, a la degradaci\u00f3n. Si tus deseos no se cumplen, malo, pero si se cumplen, \u00bfa\u00fan peor?
\nTato y Beto trabajan en una plantaci\u00f3n de pl\u00e1tanos. Son dos j\u00f3venes ya demasiado viejos, como los de la pel\u00edcula de Sam Mendes,\u00a0 en los \u00faltimos estertores de su juventud. En un par de a\u00f1os y si nadie lo remedia su vida estar\u00e1 encarrilada para siempre. Entonces aparece Batuta<\/em>, un cazatalentos futbol\u00edstico que reconoce en ambos muchachos dotes ciertas para el balompi\u00e9. Se los lleva a Ciudad de M\u00e9xico. Uno y otro se convierten en estrellas futbol\u00edsticas, Tato como portero, Beto como delantero. El dinero comienza a entrar a espuertas en sus arcas. Y, con \u00e9l, el juego, las apuestas, las drogas, las deudas impagadas (Tato) o el derroche, la mujeres interesadas, los proyectos descabellados (Beto en realidad aspira a ser cantante a pesar de sus pocas dotes), el descuido de la propia carrera deportiva… Al final ambos acaban casi como estaban al principio, un poco m\u00e1s magullados, pero con el amago de felicidad que proporciona regresar a la realidad modesta y an\u00f3nima desde las regiones de la fama.
\nRudo y cursi<\/em><\/strong> no disimula en ning\u00fan momento su condici\u00f3n de pel\u00edcula ecl\u00e9ctica. Sus di\u00e1logos frescos y espont\u00e1neos, llenos de coloquialismos mexicanos, y su desparpajo consiguen un verismo regionalista que, en contraste con su car\u00e1cter a medio camino entre la fantas\u00eda y el ap\u00f3logo moral,\u00a0 llevan a la pel\u00edcula a un curioso terreno de mezcla de lo did\u00e1ctico, lo esperp\u00e9ntico y lo naturalista. Real e irreal a un tiempo, socarrona y moralizante, con apariencia de pel\u00edcula modesta y, sin embargo, ambiciosa en int\u00e9rpretes y producci\u00f3n, Rudo y cursi<\/em><\/strong> se enreda al final en su propia filigrana, frecuenta el lugar com\u00fan y no acierta a rematar lo que propone, pero no deja de ser un entretenido desbarajuste.
\nEl narrador (el propio Batuta<\/em>) adereza el desarrollo de la acci\u00f3n con comentarios ingeniosos en los que se trazan analog\u00edas entre las leyes del f\u00fatbol y las reglas no escritas de la vida, con lo que esta estrategia de la frase lapidaria tiene siempre de supuesta potenciaci\u00f3n del trasfondo o, al menos, de mecanismo suministrador de frases de pel\u00edcula. Entre ellas destaca una para el tema que nos ocupa, y es aquella que viene a decir algo as\u00ed como que confundir talento e ilusi\u00f3n conlleva fatales consecuencias. Todos padecemos durante la juventud sobrepeso de ilusiones; s\u00f3lo algunos desarrollan un talento equiparable a esa hipertrofia: de encontrar el justo equilibrio entre unas y otro, y entre ambos y la pr\u00e1ctica vital tratan las dos \u00faltimas pel\u00edculas y tambi\u00e9n, por supuesto, la madurez de cada uno de nosotros.
\nPero no s\u00f3lo podemos relacionar esta creaci\u00f3n con Revolutionary Road,<\/em><\/strong>sino tambi\u00e9n con Slumdog Millionaire. <\/em><\/strong>Otra vez la relaci\u00f3n de amor, odio y rivalidad entre dos hermanos (con inevitables concomitancias b\u00edblicas) se despliega ante nosotros; de nuevo, un juego (antes un concurso televisivo; ahora, el f\u00fatbol) act\u00faa como met\u00e1fora de la vida y despierta el inter\u00e9s de todo un pa\u00eds (la India o M\u00e9xico), lo que permite aprovechar esa circunstancia para componer un retrato nacional; tambi\u00e9n se produce en ambas el cl\u00edmax ante las c\u00e1maras de televisi\u00f3n, y ambos espect\u00e1culos en realidad esconden para sus protagonistas una trama privada; de nuevo el dinero es un motivo central que se llena de significaciones… No apuraremos la analog\u00eda de estas obras que, dentro de los m\u00e1rgenes del cuento de hadas (este m\u00e1s predispuesto\u00a0 a lo sat\u00edrico y al cinismo amable), no dudan en gui\u00f1arle un ojo a la vida.
\n 
\nBen X<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nEl infierno son los otros. Ni la enfermedad\u00a0 ni las dificultades constituyen limitaciones insalvables: la vida s\u00f3lo se vuelve imposible cuando nuestros semejantes se empe\u00f1an en amarg\u00e1rnosla. De eso habla esta sugerente pel\u00edcula belga. Su protagonista, un adolescente que padece un tipo de autismo llamado s\u00edndrome de Asperger, mantiene una conflictiva relaci\u00f3n con su entorno. Imposibilitado para establecer con los seres humanos una comunicaci\u00f3n natural y fluida, encuentra su verdadero lugar en el mundo en un juego de rol en l\u00ednea, en el que ha alcanzado un nivel de destreza inusitado. En \u00e9l es quien le apetece ser, sin las cortapisas de la realidad, sus c\u00f3digos incomprensibles, sus repeticiones insidiosas, sus ruidos, sus apariencias restrictivas. Pero fuera, en su instituto, esel marciano<\/em>: sus compa\u00f1eros se burlan de \u00e9l. Lo ignoran, lo acosan, lo humillan. Dos de ellos, sobre todo, alcanzan altas cotas de bellaquer\u00eda y crueldad, en las que caben el insulto, la agresi\u00f3n f\u00edsica y el robo.
\nLa pel\u00edcula incluye muchos elementos de inter\u00e9s: aborda el tema del acoso en las aulas, se asoma a las simas del trastorno s\u00edquico, tantea los efectos de la dependencia de lo virtual… En este \u00faltimo asunto nos encontramos un planteamiento original: a Ben el mundo ficticio creado en la pantalla no le priva ni limita, sino que lo libera y sana. Es una forma de terapia. Frente a la tendencia al alarmismo que genera el ciberespacio, la pel\u00edcula reconoce que, gracias a esa realidad paralela, nuestro adolescente soporta la intensidad de lo f\u00edsico y puede enfrentarse a su caos con algunas armas. Existen formas de fantas\u00eda escapista y otras que, al contrario, nos adentran por caminos insospechados en las entra\u00f1as de lo real: con este segundo tipo de imaginaciones se escuda el personaje y de su necesidad nos habla la pel\u00edcula.\u00a0\u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El director visualiza en muchos momentos c\u00f3mo Ben se mueve por el mundo traduci\u00e9ndolo al peculiar lenguaje de avatares, enemigos, pruebas y encrucijadas de su videojuego. Por eso alterna una y otra vez su imagen real con la de su personaje en la ficci\u00f3n: sus compa\u00f1eros se convierten en monstruos; las calles, en mapas virtuales; sus deseos de liberaci\u00f3n, en luchas sin cuartel a espada. Cuando el personaje observa sobre la misma pantalla en que juega las im\u00e1genes brutales que sus compa\u00f1eros de clase han grabado de \u00e9l tras subirlo a una mesa y desnudarlo, comprueba que, mal herido por esa bocanada f\u00e9tida de realidad, ha llegado la hora de destruir el juego y, por tanto, de acabar con su vida. Sin la escapatoria imaginaria, Ben no puede enfrentarse al laberinto de su mente. En un final sorprendente que no descubrir\u00e9 del todo, la hero\u00edna con la que ha compartido cuitas ficticias sale de la pantalla para acompa\u00f1arlo en los compases definitivos de su aventura.
\nA lo largo de todo el metraje se insiste en trazar un sabroso paralelismo entre Ben y Jesucristo. Una clase de religi\u00f3n donde el profesor reflexiona sobre las palabras de\u00a0 Jes\u00fas en la cruz sobre el abandono del Padre; la humillaci\u00f3n del protagonista en el aula, con mucho de pasi\u00f3n p\u00fablica; las miradas que lanza a un crucifijo en la calle en un par de ocasiones, el hecho de que forje un crucifijo-estilete para vengarse de sus acosadores… Estamos ante una figura cr\u00edstica y esas continuas conexiones conducen hacia un desenlace que justifica todo este juego: si Jes\u00fas muere y resucita, entre otras cosas, para denunciar todas las injusticias del mundo, Ben se inmola y vuelve tambi\u00e9n a la vida para que se descubra el ignominioso comportamiento de quienes lo sometieron a indignidades y torturas.
\nComo transici\u00f3n a la \u00faltima pel\u00edcula que comentaremos hemos de decir que en una y otra se produce una soluci\u00f3n narrativa final muy ingeniosa: cuando esperamos que los protagonistas recurran a la venganza violenta para librarse de sus enemigos, la inteligencia de ambos encuentra una salida menos visceral y m\u00e1s efectiva a sus conflictos: aqu\u00ed, la puesta en evidencia de los linchadores del personaje central mediante una sorprendente estratagema; en Gran Torino<\/em><\/strong>, la inmolaci\u00f3n de un anciano para liberar a unos j\u00f3venes y posibilitar su futuro.
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\nGran Torino<\/strong>
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\nCuando un maestro del cine habla de senectud y muerte, de j\u00f3venes, de religi\u00f3n, del peso del pasado, de convivencia multicultural, emigraci\u00f3n, comunicaci\u00f3n entre generaciones, familia o delincuencia juvenil podemos esperar todo menos discursos previsibles. No habr\u00e1 limpias proposiciones \u00e9ticas, ni redondas geometr\u00edas, ni personajes estereotipados y maniqueos. Nada de correcci\u00f3n pol\u00edtica, nada de miedo a ofender o deseo de agradar. Si ese director es Clint Eastwood, que no ha escondido nunca su gusto por las formas m\u00e1s bruscas de la hombr\u00eda, su aceptaci\u00f3n de la violencia como salida al desorden, su escepticismo de perro viejo, su individualismo a ultranza, su tendencia al enaltecimiento del hero\u00edsmo a la americana (sea este un h\u00e9roe problem\u00e1tico, absoluto, a contracorriente o a su pesar), habr\u00e1 quien sospeche que buscar en este maremagno algo aprovechable en la clave humanista que proponemos se torna labor imposible.
\nSin embargo, la profunda verdad art\u00edstica de esta soberana pel\u00edcula relativiza todo lo dem\u00e1s, lo vuelve secundario: la grandeza de este relato sobre ocasos vitales, sacrificios mesi\u00e1nicos (otro m\u00e1s), puentes intergeneracionales y tolerancia al l\u00edmite nos dice m\u00e1s sobre los seres humanos (y eso es lo que importa en nuestra lectura de las pel\u00edculas: conocernos m\u00e1s y mejor a trav\u00e9s del cine) que cualquier bienintencionado canto a los buenos sentimientos de esos que esquivan las aristas del alma humana. El viejo director americano sabe que el deber de todo cineasta es contar con convicci\u00f3n una buena historia hasta hacerla verdadera. Lo dem\u00e1s es trampear y lanzar brindis al sol.
\nWalt Kowalski es un anciano que acaba de enviudar. Vive en un vecindario atestado de asi\u00e1ticos, a los que aborrece. No soporta a su familia, se burla de los valores religiosos. Es mal hablado, machista y mis\u00e1ntropo. No duda en enca\u00f1onar con su escopeta a cualquiera que le amenace en su ostracismo voluntario. Bebe de m\u00e1s. Un tipo, a primera vista, insoportable, que rehuye el trato humano y espera la muerte atrincherado en sus prejuicios. Poco a poco vamos descubriendo que nada es tan simple: su pasado poco heroico en la guerra de Corea sigue pasando factura a este excombatiente; la p\u00e9rdida de su mujer le ha condenado a la desorientaci\u00f3n vital; sus formas tienen mucho de mecanismo de defensa. Tampoco es un bendito ni ama con toda el alma a sus semejantes, no vayamos a enga\u00f1arnos. Pero el gigante ego\u00edsta no es s\u00f3lo un viejo cascarrabias sin coraz\u00f3n.
\nLa pel\u00edcula empieza a definirse cuando Kowalski entra en contacto con dos j\u00f3venes coreanos, dos hermanos que viven en la casa de al lado. Uno, Thao, el muchacho, intent\u00f3 robarle su viejo coche (el \u201cGran Torino\u201d del t\u00edtulo, que encarna lo mejor de los tiempos perdidos) a instancias de una banda de criminales de su misma familia. La otra, Sue, la hermana, establece con \u00e9l un v\u00ednculo estrecho y lleno de complicidad desde la naturalidad, la comunicaci\u00f3n, la invitaci\u00f3n a trazar puentes entre generaciones y culturas. Ella es el futuro posible, una mujer que, sin renunciar a sus ra\u00edces, se ha integrado en el pa\u00eds de adopci\u00f3n y, sin dejar de ser joven, acepta\u00a0 la amistad sincera de un hombre de otra \u00e9poca. Cuando el grupo de delincuentes juveniles abusa de Sue y amenaza con malear a Thao, al que el viejo Walt ha acogido bajo su protecci\u00f3n, este debe arriesgar una salida que posibilite el futuro de estos dos hermanos, personificaci\u00f3n de todos los j\u00f3venes de bien del mundo.
\nClint no es pedagogo ni lo pretende: una panda de macarras del calibre de los que perfila la pel\u00edcula no va a encontrar jam\u00e1s a un profesor de pel\u00edcula americana que los salve. S\u00f3lo merecen castigo. Pero, en un final impactante y sabio, el mejor Eastwood esquiva su pasado f\u00edlmico de vengador a tiros (recordemos Sin perd\u00f3n<\/em><\/strong>, por ejemplo) y opta por la autoinmolaci\u00f3n. Los malos deben acabar en la c\u00e1rcel, la violencia s\u00f3lo es una cadena sin fin que debe frenarse y si para ello un hombre sin mucho m\u00e1s futuro debe sacrificarse, bendita sea su entrega.
\nLlama la atenci\u00f3n que una pel\u00edcula rodada por un anciano sobre un viejo en d\u00edas postreros se erija en la m\u00e1s juvenil de las propuestas de la temporada y la que de forma m\u00e1s halag\u00fce\u00f1a hable de la posibilidad de un futuro para las nuevas generaciones. Paradojas s\u00f3lo al alcance de los genios.
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\n 
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Jes\u00fas Villegas   El verano es buen momento para disfrutar del cine. En los meses pasados se han estrenado una serie de pel\u00edculas protagonizadas por j\u00f3venes que, o bien por su calidad, o bien por su \u00e9xito de p\u00fablico, o bien, en algunos casos, por la trascendencia extracinematogr\u00e1fica que han alcanzado (caso de La ola, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[66,1311,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7694"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7694"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7694\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7694"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7694"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7694"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}