{"id":7701,"date":"2009-07-01T00:00:16","date_gmt":"2009-06-30T22:00:16","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7701"},"modified":"2009-07-01T00:00:16","modified_gmt":"2009-06-30T22:00:16","slug":"los-acentos-de-la-pastoral-que-priorizar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/los-acentos-de-la-pastoral-que-priorizar\/","title":{"rendered":"LOS ACENTOS DE LA PASTORAL: QU\u00c9 PRIORIZAR"},"content":{"rendered":"

Pedro Jos\u00e9 G\u00f3mez es Profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid)<\/strong>
\n 
\nLa pastoral de juventud que desarrolla la Iglesia pretende dar a conocer a Jes\u00fas a los j\u00f3venes a fin de que su persona, es decir, su experiencia de D\u00edos, sus valores, sus actitudes, su proyecto, su destino y su misma amistad, pueda llenar sus vidas de inspiraci\u00f3n, plenitud y sentido. Quienes la animamos cada d\u00eda tenemos experiencia personal de que el Evangelio es definitivamente bueno para el ser humano. No obstante, la situaci\u00f3n sociocultural de nuestra \u00e9poca presenta numerosos obst\u00e1culos a esta tarea de \u201cpresentar a los j\u00f3venes a un amigo que puede cambiar su vida\u201d. Por ello, est\u00e1 profundamente desencaminada cualquier forma de evangelizaci\u00f3n que hoy presuponga la normalidad social de la experiencia religiosa o de los valores esenciales del Evangelio. Un grave problema de credibilidad aqueja al cristianismo en el seno de la sociedad espa\u00f1ola, que hasta hace muy poco tiempo era una de las m\u00e1s religiosas de Europa[1]<\/a>. Enfrentarnos con lucidez y esperanza a este desaf\u00edo constituye, a mi parecer, el eje central de toda adecuada renovaci\u00f3n pastoral.
\nPersonalmente, creo que hoy afrontamos cinco retos pastorales fundamentales
[2]<\/a>. Para empezar, unescepticismo ambiental profundo<\/em> y muy generalizado hace desconfiar de la existencia de ese misterio amoroso que los cristianos llamamos Dios y tiende a generar actitudes existencialmente superficiales y evasivas. Por otra parte, el poder\u00edo de la cultura del bienestar<\/em> (el \u201cindividualismo posesivo\u201d como lo denominan los soci\u00f3logos), convierte el horizonte evang\u00e9lico de servicio a la fraternidad y la justicia en un ideal inc\u00f3modo para la mayor\u00eda de los que, como el \u201cjoven rico\u201d (Lc 18, 18-27), temen perder la seguridad y el confort al que se han acostumbrado o al que aspiran. El desajuste cultural del mensaje cristiano<\/em>, anclado en un mundo tradicional reactivo frente a la modernidad y la postmodernidad, convierte demasiadas veces en anacr\u00f3nico un mensaje que deber\u00eda rezumar inconformismo, actualidad, alegr\u00eda, provocaci\u00f3n y esperanza. La propia Iglesia -abandonando el esp\u00edritu deaggiornamento <\/em>propio del Concilio Vaticano II- ha perdido credibilidad<\/em> aceleradamente en los \u00faltimos tiempos (hasta llegar a ser la instituci\u00f3n peor valorada por los j\u00f3venes espa\u00f1oles), al padecer una esclerosis que la identifica a los ojos de propios y extra\u00f1os como una organizaci\u00f3n casi medieval, cuya estructura interna parece incapacitarla para la fraternidad y la evangelizaci\u00f3n. Por \u00faltimo, los propios agentes de pastoral se encuentran desalentados<\/em> por la confluencia de varios factores: cierto desamparo institucional, los escasos resultados de su labor, el envejecimiento de las comunidades y la falta de referencias vivas y estimulantes de un cristianismo joven-adulto.
\nDe acuerdo a esta somera radiograf\u00eda de las que, a mi modesto parecer, son las principales dificultades pastorales actuales, y teniendo en cuenta el car\u00e1cter subjetivo y experiencial que tiene hoy el descubrimiento de los caminos vitales de cada persona, cabe establecer cinco prioridades para nuestra actuaci\u00f3n educativa: (1) ayudar a recuperar la confianza radical en la vida y abrir a la experiencia del Dios; (2) proponer, a pesar del hedonismo individualista dominante, el valor del amor tomado en serio como el centro de una existencia lograda; (3) dialogar cr\u00edtica y acogedoramente con la sensibilidad moderna y posmoderna aceptando sus desaf\u00edos te\u00f3ricos, morales, est\u00e9ticos y organizativos; (4) crear, all\u00ed donde podamos, oasis de libertad y comuni\u00f3n en los que se verifique la enorme riqueza del compartir comunitario, pese al invierno eclesial que padecemos y (5) cuidar con esmero y de un modo integral a los agentes de pastoral. La atenci\u00f3n a estas prioridades no aspira primeramente a recobrar la capacidad de expandir la fe e incorporar la Iglesia a nuevos miembros \u2013algo que, en todo caso, me parecer\u00eda muy positivo-, sino a una cuesti\u00f3n previa: recuperar la significatividad del cristianismo como extraordinaria Buena Noticia que se ofrece -humilde pero convencidamente- a la libertad de todos los seres humanos como promesa de felicidad. Profundicemos un poco en la formulaci\u00f3n de estas propuestas.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Abrir a la experiencia de Dios<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nEn sus \u00faltimos trabajos, Johann Baptist Metz ha llegado a afirmar que, en Europa estamos padeciendo una verdadera crisis de Dios,<\/em> que resulta mucho m\u00e1s radical y amenazadora que la, por otra parte obvia, crisis de la instituci\u00f3n eclesial
    [3]<\/a>. Efectivamente este es un reto formidable, porque nosotros no pensamos que Jes\u00fas sea s\u00f3lo un magn\u00edfico maestro de la vida, un l\u00edder \u00e9tico radical o un carism\u00e1tico gu\u00eda espiritual, sino que en \u00e9l reconocemosel rostro humano de Dios<\/em>[4]<\/a>.
    \nLa persona y la misi\u00f3n de Jes\u00fas de Nazaret quedar\u00edan completamente falseadas sin la referencia a aquel al que denominaba Padre y que sostuvo e inspir\u00f3 toda su existencia. Pero abrirse hoy a la trascendencia resulta dif\u00edcil por muchos motivos. Desde el permanente est\u00edmulo a la evasi\u00f3n y el entretenimiento de la cultura audiovisual, al miedo generalizado a entrar en uno mismo -por temor a encontrar algo terrible en el propio coraz\u00f3n o un completo vac\u00edo-, pasando por el rechazo a mirar con profundidad los aspectos m\u00e1s interpelantes de la realidad para evitar que nos compliquen la existencia o la tendencia a dejarse arrastrar por un suave nihilismo que el bienestar intenta disimular con desigual \u00e9xito.
    \nNadie puede provocar la fe de otro, pero el cultivo de una actitud de b\u00fasqueda honrada de una respuesta al enigma que somos nosotros y el mundo s\u00ed puede educarse. M\u00e1s a\u00fan, parecer\u00eda natural que estos interrogantes formaran parte de las preocupaciones habituales de todos los seres humanos. Con todo, ya se\u00f1alaba el hermano Roger -prior de Taiz\u00e9- que el mayor veneno que lastraba nuestras sociedades econ\u00f3micamente desarrolladas era la falta de confianza en la bondad y consistencia de la vida y, en consecuencia, el temor a preguntarse en profundidad por su significado. La actitud contemplativa de los j\u00f3venes solo puede abrirse paso si alguien es capaz de ayudarles a crear los espacios oportunos que rompan la inercia de la trivialidad y permitan que afloren las dimensiones ut\u00f3picas y esperanzadas de la persona. Es en este terreno en el que los j\u00f3venes pueden situarse a la escucha del testimonio de quienes tienen alguna experiencia de Dios y percibir en ellos mismos que ese testimonio apela a algo suyo, que resuena en su propio interior.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Proponer el valor del amor<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nLa afirmaci\u00f3n central de nuestra fe es que \u201cDios es Amor\u201d (1 Jn 4, 16), que \u201cel amor es el \u00fanico mandamiento\u201d de Jes\u00fas (Jn 13, 34) y que los cristianos saben por experiencia que \u201chay m\u00e1s alegr\u00eda en dar que en recibir\u201d (He 20, 35). Sin negar en modo alguno el valor positivo de la reciprocidad, no cabe tampoco duda alguna de que Jes\u00fas promueve un estilo de vida muy concreto que ejerci\u00f3 \u201chasta el extremo\u201d (Jn 13, 1): el del servicio gratuito. As\u00ed la incre\u00edble escena del lavatorio de los pies en la \u00faltima cena termina con esta sentencia: \u201cHab\u00e9is visto lo que he hecho con vosotros\u2026Haced vosotros lo mismo\u201d (Jn 13, 14).
      \nEntendamos, eso s\u00ed, el \u00e1gape<\/em> o la caridad<\/em>, en su sentido serio, pleno y global (personal y estructural), para no hacer de esta actitud una caricatura piadosa o hip\u00f3crita. Pues bien, en el contexto de la \u201ccultura de la satisfacci\u00f3n\u201d -como muy bien defini\u00f3 nuestra sociedad el economista estadounidense John Kenneth Galbraith
      [5]<\/a>– la propuesta de Jes\u00fas no parece hoy menos \u201clocura\u201d y \u201cnecedad\u201d que en la \u00e9poca de Pablo (1\u00aa Cor 1, 23). Asistimos, pues, a unacrisis de Evangelio<\/em> en las sociedades ricas[6]<\/a>. Algo que no deja de ser natural, pues, para nosotros, los ricos, el Evangelio con su exigencia de solidaridad s\u00f3lo puede representar un peligro o un incordio que amenazan el tesoro en el que hemos puesto el coraz\u00f3n y la confianza en que podemos salvarnos solos. Algo que aprenden pronto los j\u00f3venes de los adultos: que eso que propone cristianismo es \u201cun cuento de hadas\u201d, no \u201cel mundo real\u201d en el que lo importante es situarse, sobrevivir y disfrutar. Y, sin embargo, son muchos los j\u00f3venes con los que hablo que se dan cuenta de que no es lo mismo -como dir\u00eda Alejandro Sanz- \u201cestar satisfechos\u201d o \u201cpasarlo bien\u201d y \u201cser felices\u201d o llevar una \u201cvida plena\u201d; que no es lo mismo tener una \u201cjuerga\u201d que \u201cla alegr\u00eda completa\u201d de la que habla el evangelio de Juan (Jn 15, 10-11).
      \nPor eso, y porque la capacidad de entrega, justicia y solidaridad est\u00e1n tambi\u00e9n inscritas en nuestro c\u00f3digo gen\u00e9tico y no s\u00f3lo las pulsiones narcisistas, violentas o ego\u00edstas, puede educarse en el amor. Sobre todo necesitamos que la solidaridad \u2013descubierta y practicada a trav\u00e9s de acciones progresivas- llegue a ser para los j\u00f3venes una experiencia vivida en profundidad y no un modo mas de consumir sensaciones fuertes. Una experiencia que permita sintonizar con ese criterio cristiano nuclear de la preferencia por los pobres que Jes\u00fas asumi\u00f3 con tanta radicalidad. Tambi\u00e9n ser\u00e1 preciso capacitarles poco a poco para sus exigencias, porque ellos se ven muchas veces atra\u00eddos por este valor, pero demasiado d\u00e9biles o carentes de energ\u00eda interior para ejercitarlo a fondo.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Di\u00e1logo cr\u00edtico y acogedor<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nRespecto al desajuste cultural del mensaje cristiano son muchas las iniciativas que podr\u00edamos adoptar. Padecemos una aguda crisis de comunicaci\u00f3n y de lenguaje<\/em> que necesitamos superar cuanto antes. Todo menos seguir alimentando un conjunto de mediaciones religiosas que convierten en desfasado el mensaje de Jes\u00fas a los ojos de nuestros contempor\u00e1neos. Asumiendo del todo los valores positivos de la modernidad, tendr\u00eda que ser perfectamente posible ser cristiano y, al mismo tiempo, mantener una actitud cient\u00edfica, tener un esp\u00edritu libre y cr\u00edtico, defender sin paliativos la igualdad en todos los \u00e1mbitos (g\u00e9nero, estados eclesiales, etc.) y comprometerse social y pol\u00edticamente desde una perspectiva liberadora. Acoger la posmodernidad significa recuperar el valor de la subjetividad, la originalidad de cada individuo, la reconciliaci\u00f3n de la fe con el placer, reconocer lo que hay de muy humano en la vulnerabilidad, la debilidad y la duda.
        \nCualquiera puede darse cuenta de que el vocabulario que he utilizado no choca con el esp\u00edritu evang\u00e9lico, sino al contrario. Lo que no impide que, en un verdadero di\u00e1logo con la cultura actual, no haya que bendecir, sin m\u00e1s todas sus realizaciones. Ya sabemos que algunas opciones de nuestra cultura generan m\u00e1s muerte que vida tanto a escala individual como colectiva. Pero no podemos permitir que la reflexi\u00f3n teol\u00f3gica, las normas morales, las celebraciones lit\u00fargicas o las formas organizativas eclesiales se encuentren tan empapadas de formas pasadas que impidan a los j\u00f3venes ser cristianos y vivir plenamente en el mundo actual
        [7]<\/a>. Si no pueden dar raz\u00f3n de su esperanza y expresarla con su propia sensibilidad, malamente podr\u00e1n acceder y perseverar en la fe.
        \nEn este \u00e1mbito, la historia de la Iglesia muestra la enorme creatividad cultural de las comunidades cristianas de otras \u00e9pocas, que deber\u00edamos intentar imitar. Con la advertencia de que no se trata de \u201cestar a la moda\u201d o de \u201cbarnizar\u201d superficialmente los muebles para que parezcan nuevos, sino de creerse de verdad que el Esp\u00edritu de Dios tambi\u00e9n est\u00e1 presente en la eclosi\u00f3n cultural de a modernidad y la posmodernidad y que de muchos de su valores podemos afirmar que \u201cvio Dios que eran buenos\u201d, por lo que hemos de incorporarlos a la vida de nuestra comunidades. Aplicando el principio de presunci\u00f3n de inocencia, no condenar \u201csin pruebas\u201d a los nuevos valores.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Crear caminos de libertad y comuni\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nLa crisis de la Iglesia<\/em> es la m\u00e1s frecuentemente reconocida por todos los observadores y realmente tiene su importancia aunque, a mi modo de ver, menor que las anteriores
          [8]<\/a>. Creo que muchas veces las cr\u00edticas a la Iglesia son una forma c\u00f3moda de desentenderse de la interpelaci\u00f3n evang\u00e9lica que resulta demasiado exigente para nosotros ya que desnuda la orientaci\u00f3n narcisista de nuestra vida. Con todo, resulta necesario afrontar la crisis institucional dada la funci\u00f3n imprescindible de la comunidad para el anuncio, cultivo y realizaci\u00f3n de la fe cristiana que, es radicalmente eclesial. Como alguna vez he comentado la pregunta que hemos de plantearnos respecto a la Iglesia -igual que en un conocido anuncio de sopa- es: \u00bfHoy la Iglesia \u201ccuece\u201d o \u201cenriquece\u201d a los j\u00f3venes?
          \nEn este terreno, nos enfrentamos a tres problemas que se superponen. Por una parte, resulta evidente que la configuraci\u00f3n eclesial es deficiente en el plano estructural y no solo al nivel de los defectos personales -pensemos, por ejemplo, en la escandalosa discriminaci\u00f3n de g\u00e9nero- lo que genera un rechazo en la mayor\u00eda de los j\u00f3venes actuales. En segundo lugar, el imaginario social de la Iglesia es profundamente injusto al magnificar algunas de sus deficiencias y ocultar sistem\u00e1ticamente los numeros\u00edsimos signos de solidaridad y lucha por la justicia protagonizados por los creyentes. Y esta imagen distorsionada hace poco apetecible la pertenencia eclesial a las nuevas generaciones. Muchos j\u00f3venes cristianos saben el \u201ctributo en explicaciones\u201d que conlleva que se manifiesten como tales entre sus iguales. Por \u00faltimo, hemos de reconocer tambi\u00e9n que el ascenso imparable del individualismo dificulta la participaci\u00f3n comunitaria de los j\u00f3venes.
          \nPor ello, la acci\u00f3n pastoral debe articularse en dos frentes: el de la renovaci\u00f3n de las estructuras eclesiales impulsando aquellas que m\u00e1s favorezcan la igualdad, la libertad, la fraternidad, el testimonio y el servicio -al menos en los espacios en los que nosotros nos encontramos- y el de la educaci\u00f3n en la capacidad de compartir intensamente la fe y la vida, una actividad extraordinariamente enriquecedora pero que requiere el cultivo de unas actitudes para las que nos encontramos hoy particularmente atrofiados: acogida, escucha, fidelidad, perd\u00f3n, transparencia, ayuda\u2026 A mi no me cabe duda de que, conforme ha aumentado nuestro nivel de vida, han perdido calidad y solidez muchas de nuestras relaciones interpersonales lo que supone, a la postre, un gran empobrecimiento. Tambi\u00e9n en este terreno hace falta una educaci\u00f3n paulatina porque, lo que en mi juventud ve\u00eda como gran oportunidad \u2013la participaci\u00f3n en un grupo- hoy es percibido como amenaza. Los j\u00f3venes sienten antes las dificultades y costes de la fraternidad (riesgo de comunicar, p\u00e9rdida de libertad, esfuerzo de la ayuda, temor a la decepci\u00f3n, etc.) que su enorme capacidad para dar plenitud a su vida.
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Cuidar a los agentes de pastoral<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

             
            \nLa recuperaci\u00f3n espiritual de los agentes de pastoral constituye la \u00faltima prioridad pastoral que planteo. Sucrisis de confianza<\/em> debe ser abordada con prontitud. A\u00fan recuerdo cuando con 16 a\u00f1os escuch\u00e9 por primera vez a Jos\u00e9 Ram\u00f3n Urbieta el \u201cprincipio y fundamento\u201d de la pastoral de juventud: \u201cdonde no hay mata, no hay patata\u201d. Semejante principio conserva todo su valor es este momento de profundo \u201ccambio clim\u00e1tico y deforestaci\u00f3n religiosa\u201d. No puede haber \u201ccontagio\u201d, si la \u201cenfermedad\u201d no ha arraigado en nosotros o las defensas y las vacunas han atemperado su virulencia.
            \nHemos de reconocer que, con frecuencia, hemos domesticado el fuego del Esp\u00edritu, convirtiendo la revoluci\u00f3n de Jes\u00fas en una religi\u00f3n formal e inofensiva. Por eso mismo, la preocupaci\u00f3n -leg\u00edtima- por preparar pedag\u00f3gicamente a los agentes de pastoral y proporcionarles recursos y materiales para preparar las reuniones, deber\u00eda dar paso a otra prioridad m\u00e1s fundamental: realizar un trabajo sistem\u00e1tico con ellos orientado a que experimenten la pasi\u00f3n del Evangelio en primera persona, su capacidad para inspirar estilos de vida alternativos, para alimentar utop\u00edas sociales igualitarias, para fomentar la compasi\u00f3n ante el dolor y la indignaci\u00f3n frente a la injusticia. Personas enamoradas de Dios y su proyecto, que son capaces de encontrarse con otros j\u00f3venes y hacer -como los disc\u00edpulos de Ema\u00fas- un camino con ellos que insufle en las brasas de su coraz\u00f3n el viento que pueda convertirlas en llama.
            \nA la postre, se trata de fortalecer en los agentes de pastoral el aut\u00e9ntico seguimiento de Jes\u00fas. Esa capacidad para leer cr\u00edticamente la realidad, para descubrir el paso de Dios por su propia vida, para vivir en clave vocacional, para comunicarse con los dem\u00e1s j\u00f3venes en escucha y empat\u00eda tiene m\u00e1s de cultivo de una fuerte espiritualidad experimentada en primera persona que de aprendizaje te\u00f3rico, aunque \u201ccon la que est\u00e1 cayendo\u201d tampoco vendr\u00eda mal difundir entre nuestros evangelizadores un poco de buena teolog\u00eda y no dos fotocopias mal grapadas entregadas en una convivencia.
            \n 
            \nNi que decir tiene que el desarrollo de estas prioridades tiene como requisito la existencia de cristianos convencidos y comunidades vivas en las que el Evangelio pueda \u201cverificarse\u201d de alguna manera. Repito, una vez m\u00e1s, unas palabras de Julio Lois que me parecen insuperables: \u00abLa primera condici\u00f3n para comunicar la fe de forma cre\u00edble y significativa podr\u00eda formularse as\u00ed: la comunicaci\u00f3n ha de brotar o estar enraizada en una experiencia gozosa y liberadora de la fe, capaz de percibir su car\u00e1cter atrayente y hasta fascinante, su belleza y fecundidad. Es la experiencia que se da en el seguimiento de Jes\u00fas vivido en el seno de una comunidad creyente. S\u00f3lo ofertan la fe con credibilidad los convertidos, es decir, aquellos a quienes Dios les ha salido al encuentro en Jes\u00fas, les ha llamado y han respondido con fidelidad gozosa\u00bb
            [9]<\/a>. Del mismo modo, deber\u00eda quedar claro que proponer estas prioridades pastorales significa \u201ccoger el toro por los cuernos\u201d ya que nos sit\u00faa a contracorriente de algunas tendencias culturales dominantes. S\u00f3lo la convicci\u00f3n de que dichas \u201cevidencias\u201d culturales constituyen pobres suced\u00e1neos del camino de verdad y alegr\u00eda que brota del Evangelio pueden mantener una actitud evangelizadora entusiasta, realista y confiada.
            \nPara terminar esta breve reflexi\u00f3n me gustar\u00eda dejar constancia de que no nos encontramos inermes ante los desaf\u00edos pastorales que hemos descrito, como si no tuvi\u00e9ramos ni idea de por donde tirar. En este sentido, el Forum de Pastoral con J\u00f3venes que hemos celebrado el pasado noviembre ha sido un verdadero laboratorio que -m\u00e1s all\u00e1 de los detalles puntuales que pueden haber resultado m\u00e1s o menos afortunados-, nos ha permitido convencernos de que no tenemos que inventar la p\u00f3lvora o descubrir el Mediterr\u00e1neo: la fuerza dinamizadora de un encuentro numeroso; el trabajo en equipo de iguales, la riqueza de las experiencias compartidas; la apertura a la diversidad sin renunciar a la comuni\u00f3n; el deseo de hacer una pastoral en di\u00e1logo que parte de una acogida respetuosa a los j\u00f3venes, sigue por la honrada escucha de sus inquietudes, no reh\u00fasa a proponerles un horizonte de sentido y culmina con una palabra de bendici\u00f3n y est\u00edmulo; el potencial simb\u00f3lico de los lenguajes afectivo, emocional y est\u00e9tico, la urgencia de la reflexi\u00f3n cr\u00edtica pero ilusionada, el valor del silencio habitado, la necesidad de idear procesos que articulen itinerarios progresivos con ritmos, actividades y pertenencias flexibles, etc
            [10]<\/a>.
            \nPorque una cosa es constatar con el mayor realismo las dificultades ambientales a las que se enfrenta la labor evangelizadora en nuestra \u00e9poca, as\u00ed como las resistencias que percibimos en la Iglesia para abrirse plenamente a la novedad cultural del momento, y otra, muy distinta, que no sepamos el tipo de vida cristiana capaz de ser hoy \u201csal y luz\u201d para el mundo o el modelo de Iglesia que podr\u00eda constituir \u201cun recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando\u201d (plegaria VI b) o los caminos pedag\u00f3gicos que hoy pueden acercar a los j\u00f3venes inquietos al encuentro personal con Jes\u00fas. Esta es mi convicci\u00f3n final -que se enra\u00edza en la confianza en que el Esp\u00edritu de Dios habita misteriosamente en todos los seres humanos-: \u201cS\u00ed, podemos\u201d.<\/p>\n

            PEDRO JOS\u00c9 G\u00d3MEZ<\/p>\n

             
            \n
            [1]<\/a> GONZ\u00c1LEZ-ANLEO, Juan y GONZ\u00c1LEZ-ANLEO, Juan Mar\u00eda: Para comprender la juventud actual<\/em>, Verbo Divino, Estella 2008, pp-261-285.
            \n
            [2]<\/a> CEREZO, Jos\u00e9 Joaqu\u00edn y G\u00d3MEZ, Pedro Jos\u00e9: J\u00f3venes e Iglesia. Caminos para el reencuentro.<\/em> PPC, Madrid, 2006. G\u00d3MEZ SERRANO, Pedro Jos\u00e9: \u201cComunidades cristianas para el comienzo del siglo XXI\u201d, Sinite<\/em> n\u00ba 137, septiembre-diciembre 2004, pp. 389-413, Ediciones San P\u00edo X, Madrid.
            \n
            [3]<\/a> METZ, Johann Baptist: Memoria passionis. <\/em>Una evocaci\u00f3n provocadora en una sociedad pluralista<\/em>, Sal Terrae, Santander, 2007.
            \n
            [4]<\/a> GONZ\u00c1LEZ F\u00c1US, Jos\u00e9 Ignacio: El rostro humano de Dios<\/em>, Sal Terrae, Santander, 2007.
            \n
            [5]<\/a> GALBRAITH, John Kenneth: La cultura de la satisfacci\u00f3n<\/em>, Ariel, Barcelona 1992.
            \n
            [6]<\/a> AAVV: \u00bfCristianismo en crisis?<\/em>, CONCILIUM 311, julio 2005.
            \n
            [7]<\/a> TORRES QUIRUGA, Andr\u00e9s: Fin del cristianismo premoderno<\/em>, Sal Terrae, Santander, 2000.
            \n
            [8]<\/a> \u201cAnte la crisis eclesial\u201d: manifiesto firmado por 300 te\u00f3logos espa\u00f1oles el 8 de abril de este a\u00f1o, 2009.
            \n
            [9]<\/a> LOIS, Julio: \u00abConsideraciones para una teor\u00eda de la comunicaci\u00f3n y transmisi\u00f3n de la fe\u00bb, en La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad actual.<\/em> II Semana de Estudios de Teolog\u00eda Pastoral. Verbo Divino. Instituto Superior de Pastoral, Madrid, 1991, pp. 249-250.
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            [10]<\/a> Para una informaci\u00f3n m\u00e1s amplia del Forum: www.forumpj.org<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

            Pedro Jos\u00e9 G\u00f3mez es Profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid)   La pastoral de juventud que desarrolla la Iglesia pretende dar a conocer a Jes\u00fas a los j\u00f3venes a fin de que su persona, es decir, su experiencia de D\u00edos, sus valores, sus actitudes, su proyecto, su destino y su misma amistad, pueda llenar […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[606,94,540],"tags":[],"class_list":["post-7701","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-390_391","category-mision-joven-2","category-pedro-jose-gomez-serrano"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7701","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7701"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7701\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7701"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7701"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7701"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}