{"id":7728,"date":"2009-06-01T00:00:25","date_gmt":"2009-05-31T22:00:25","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7728"},"modified":"2009-06-01T00:00:25","modified_gmt":"2009-05-31T22:00:25","slug":"el-otro-tendon-de-aquiles","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-otro-tendon-de-aquiles\/","title":{"rendered":"El \u00abotro\u00bb tend\u00f3n de Aquiles"},"content":{"rendered":"

Reflexi\u00f3n sobre la vulnerabilidad<\/h1>\n

 
\nJos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios es Delegado de Escuelas de la Provincia Salesiana de Valencia. Miembro del Consejo de Redacci\u00f3n de Misi\u00f3n Joven.<\/strong>
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nParte este art\u00edculo de la experiencia de la vulnerabilidad presente siempre en los seres humanos. Presenta las caracter\u00edsticas y ra\u00edces de la vulnerabilidad que sufrimos actualmente y traza un mapa de las personalidades vulnerables, para detenerse especialmente en sugerir algunas pistas educativas que contribuyan a afianzar la personalidad y a tornarla menos vulnerable. Subraya la importancia de la educaci\u00f3n de la voluntad y del car\u00e1cter, de promover la cultura del esfuerzo, de prevenir los rasgos de inmadurez, acompa\u00f1ando educativamente el camino de la madurez humana.
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\nLa palabra \u00abvulnerable\u00bb proviene del lat\u00edn vulnus-eris<\/em>, que significa herida, y del sufijo able<\/em>, que indica posibilidad. As\u00ed pues, una persona vulnerable es aquella que puede ser herida o recibir una lesi\u00f3n, bien sea f\u00edsica o moral.
\nEste t\u00e9rmino se aplica tambi\u00e9n a la personalidad, indicando: debilidad, falta de fortaleza, facilidad para recibir da\u00f1os y propensi\u00f3n a no hacer frente a las dificultades. Recientemente se utiliza con cierta profusi\u00f3n en el \u00e1mbito psicol\u00f3gico, pedag\u00f3gico e incluso religioso. Se aplica a personalidades con escasa capacidad para el esfuerzo y tendentes a dejarse vencer por las dificultades y situaciones negativas de la vida.
\n1. Vulnerabilidad en la literatura antigua<\/strong>
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\nEl concepto \u00abvulnerabilidad\u00bb ya fue intuido por el ser humano en los inicios de su andadura literaria. En varias leyendas escritas aparecen vestigios de esta realidad. Las historias de Aquiles y Gilgamesh son paradigma de vulnerabilidad f\u00edsica y psicol\u00f3gica respectivamente.
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\n\u00a0Aquiles o la vulnerabilidad f\u00edsica<\/strong>
\nHomero cuenta que Aquiles era un h\u00e9roe, el hijo de un hombre y una diosa. Su padre fue un humano llamado Peleo. Su madre, la ninfa Tetis. Queriendo \u00e9sta que su peque\u00f1o fuera invencible, sumergi\u00f3 al beb\u00e9 Aquiles en el r\u00edo Estigia; curso fluvial que separaba el mundo de los vivos del mundo de los muertos; puerta abierta hacia el m\u00e1s all\u00e1.
\nTetis ba\u00f1\u00f3 al peque\u00f1o agarr\u00e1ndole por el tal\u00f3n, parte corporal que no recibi\u00f3 el ba\u00f1o de las aguas de la inmortalidad. De esta forma, Aquiles result\u00f3 invulnerable en todo su cuerpo menos en el tal\u00f3n; circunstancia que aprovech\u00f3 Paris para darle muerte clav\u00e1ndole una flecha emponzo\u00f1ada en esta parte de su cuerpo.
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\n \u00a0Gilgamesh o la vulnerabilidad psicol\u00f3gica<\/strong>
\nHacia el a\u00f1o 2.750 antes de Cristo, el pueblo sumerio escribi\u00f3 en tablillas de barro, historias que narraban gestas de hombres y dioses. Ha llegado hasta nosotros la epopeya del rey Gilgamesh, modelada en un largo poema que abarca doce tablillas cuneiformes. Dice en el pr\u00f3logo: \u00abProclamar\u00e9 al mundo las haza\u00f1as de Gilgamesh… el hombre que sab\u00eda todas las cosas. Era sabio y conoc\u00eda los secretos de la vida. Nos trajo una historia de antes de la inundaci\u00f3n. Parti\u00f3 en un largo viaje, estaba abatido, cansado de trabajar. Al regresar descans\u00f3 y grab\u00f3 en una tablilla todo el relato\u00bb. (Pr\u00f3logo del Poema \u00c9pico de Gilgamesh)<\/em>
\nEn el transcurso de la narraci\u00f3n, Gilgamesh ve morir a su amigo Enkidu, compa\u00f1ero y amigo de batallas y fatigas. Gilgamesh, al ver de cerca la muerte, siente que su personalidad se derrumba. Sufre el duelo por la desaparici\u00f3n de un ser cercano. En el antiguo poema se describe la primera \u00abdepresi\u00f3n\u00bb psicol\u00f3gica. A ra\u00edz del quebranto, Gilgamesh emprende un largo viaje en busca de la inmortalidad. El rey Gilgamesh puede ser considerado como paradigma de la vulnerabilidad psicol\u00f3gica.
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\nDebilidades ampliamente presentidas<\/strong>
\nDesde los balbuceos de la literatura escrita, el ser humano narra experiencias de \u00abvulnerabilidad\u00bb f\u00edsica y psicol\u00f3gica. Es una condici\u00f3n que acompa\u00f1a al devenir humano. A partir de la narraci\u00f3n de Homero se ha hecho popular la expresi\u00f3n \u00abel tal\u00f3n de Aquiles\u00bb; locuci\u00f3n utilizada para designar debilidades que presenta una persona u organizaci\u00f3n. Alguien o algo es vulnerable cuando carece de capacidad para anticipar, sobrevivir, resistir o recuperarse del impacto de una amenaza f\u00edsica o ps\u00edquica.
\nAquiles, el h\u00e9roe ba\u00f1ado en las aguas de la inmortalidad, dotado de fuerte car\u00e1cter y equipado con armas fabricadas por el dios Vulcano… presenta puntos d\u00e9biles.
\nEl rey Gilgamesh, hombre sabio y conocedor de los secretos de la vida y de los adelantos del progreso, cae en estado de abatimiento al ver c\u00f3mo la muerte hunde sus garras en su amigo Enkidu. Nadie es tan fuerte que no presente espacio f\u00edsico o psicol\u00f3gico en el que pueda ser herido.
\nLa vulnerabilidad perturbar\u00e1 negativamente al ser humano cuando abarque m\u00faltiples facetas de la vida, est\u00e9 presente con gran profusi\u00f3n y bloquee las facultades. Por el contrario, la vulnerabilidad ser\u00e1 ocasi\u00f3n de crecimiento positivo cuando la persona se sobreponga a ella y cuando, reconociendo la propia limitaci\u00f3n, busque modos de superaci\u00f3n.
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\n2. Las ra\u00edces de la vulnerabilidad actual<\/strong>
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\nLa Ilustraci\u00f3n ha sido uno de los mayores logros ideol\u00f3gicos de nuestra cultura occidental. El afianzamiento de la identidad personal y la libertad de conciencia, brillan con luz propia entre sus muchas consecuciones. Situarse en los par\u00e1metros de la Ilustraci\u00f3n es abrir una ventana al universo personal. El ser humano est\u00e1 llamado a ser el \u00fanico due\u00f1o de su existencia, sin imposiciones externas.
\nPero lo\u00a0 que en un inicio fue tan positivo para la humanidad, ha terminado por generar problemas: El valor del \u00abyo\u00bb ha crecido desmesuradamente, poniendo entre par\u00e9ntesis otros valores tambi\u00e9n importantes. Poco a poco el ser humano se ha convertido en la \u00fanica medida de sus aspiraciones, deseos y propuestas.
\nEl hombre occidental, a fuerza de mirarse a s\u00ed mismo, corre peligro de convertirse en un nuevo \u00abNarciso\u00bb, tan pagado de s\u00ed mismo y tan ajeno a otras realidades. Sin referencias que le trasciendan, la persona se cansa pronto de su propia finitud. Atiborrado de objetos que le proporcionen placer inmediato, corre el peligro de ser tan s\u00f3lo un consumidor \u00abunidireccional\u00bb. Ansioso por llenarse de im\u00e1genes que le proporcionan placeres sensoriales, olvida su capacidad racional para convertirse en \u00abhomo videns\u00bb.
\nLa democratizaci\u00f3n del lujo y el bienestar, el ocaso del compromiso, las adicciones, la sociedad de la decepci\u00f3n, la privatizaci\u00f3n de la fe… son caracter\u00edsticas de este tiempo que pueden hacernos vulnerables.
\n 
\n2.1. La democratizaci\u00f3n del bienestar y del lujo<\/strong>
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\nEl bienestar y el lujo han llegado a las capas populares de nuestra sociedad. Es uno de los grandes logros de la cultura occidental, aunque tras su brillo aparente se esconden dificultades para vivir con profundidad la existencia.
\nLas clases sociales ricas tuvieron en exclusiva, y durante siglos, el acceso a bienes caros y refinados. Nuestra sociedad ha dado un vuelco espectacular a esta tendencia con la democratizaci\u00f3n del lujo. El derecho a consumir y a participar del lujo se ha convertido en aspiraci\u00f3n com\u00fan. La democratizaci\u00f3n de los bienes de consumo ha terminado por ensalzar la felicidad privada, el deseo compulsivo de placer, la adquisici\u00f3n constante de objetos y el disfrute de los medios de comunicaci\u00f3n…
\nEsta situaci\u00f3n ha minado la moral del sacrificio, del esfuerzo, del deseo postergado, de la austeridad…\u00a0 A fuerza de proponer nuevos espacios para el lujo, los valores antropol\u00f3gicos y religiosos, que otorgan profundidad y densidad a la persona, se difuminan.
\nEl ser humano, acostumbrado a la comodidad, al lujo y a la satisfacci\u00f3n inmediata del deseo, se torna m\u00e1s \u00abvulnerable\u00bb. Muchos adultos y j\u00f3venes han perdido la capacidad de hacer frente a las incomodidades y dificultades. La \u00e9tica de la austeridad y el esfuerzo es dura de soportar, pero otorga un \u00abplus de resistencia\u00bb a la persona y le capacita para defenderse de la frustraci\u00f3n y erguirse ante las contrariedades.
\n2.2. El ocaso del compromiso<\/strong>
\nDurante muchos siglos fue Dios el principio moral que reg\u00eda el comportamiento de la persona. De la vivencia religiosa emanaban normas y formas de comportamiento para orientar la vida. Pero la \u00e9tica cristiana sufre, desde hace m\u00e1s de un siglo, un fuerte proceso de secularizaci\u00f3n. La \u00e9tica sin Dios es uno de los ideales del estado laico.
\nSignificados pensadores promovieron una \u00e9tica sin ning\u00fan recurso a la religi\u00f3n. El mito de Prometeo ha sido, durante d\u00e9cadas, el icono de la \u00abheroica moral laica\u00bb. Pero la etapa de la heroica \u00e9tica laica tambi\u00e9n ha concluido. La moral que priva actualmente no exige consagrarse a un fin superior a uno mismo. Se trata de una \u00abmoral indolora\u00bb, hecha a imagen y semejanza de la cultura individualista.
\nEn esta nueva concepci\u00f3n: los placeres privan sobre el esfuerzo personal, el gusto propio sobre el mandato, la seducci\u00f3n sobre la obligaci\u00f3n. Los grandes ideales han cedido terreno a los sue\u00f1os de felicidad inmediata, escueta y privada.
\nLos goces del presente, el culto al propio cuerpo, el esfuerzo medido y racionado, la comodidad… se han convertido en los pilares de la nueva moral. \u00abLo m\u00e1s acertado es no hacer renuncias ni grandes sacrificios, no ponerse l\u00edmites, no encorsetarse en un credo determinado, mantener la libertad de abandonar cualquier compromiso para entregarse a la inmediatez de los deseos y necesidades: patinar, flotar, volar, no atarse ni dejarse entusiasmar por la pasi\u00f3n\u00bb
\nLa falta de directrices con densidad, hacen a la persona humana m\u00e1s fr\u00e1gil y vulnerable, le anclan en el presente y le privan de un horizonte de futuro. Cuando se presentan las dificultades de la vida, el ser humano no dispone de grandes recursos para hacerles frente.
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\n2.3. Una sociedad que propicia las adicciones<\/strong>
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\nEl nivel material de vida ha aumentado considerablemente en la sociedad occidental. Es un importante logro. Tenemos acceso a alimentos, ropa y calzado, vivienda, sanidad, educaci\u00f3n, tiempo libre\u2026
\nEste modelo consumista hace prestar m\u00e1s atenci\u00f3n a lo que se posee que a lo que se es, provocando la desaparici\u00f3n de determinados valores. La carencia de valores profundamente antropol\u00f3gicos es una caracter\u00edstica de nuestra cultura. Algunas personas enfrentan el problema y lo encauzan adecuadamente. Sin embargo otras muchas, tienen sensaci\u00f3n de vac\u00edo, soledad e insatisfacci\u00f3n que pretenden paliar y llenar con adicciones no-t\u00f3xicas. De entre las m\u00e1s habituales, se\u00f1alamos tan s\u00f3lo algunas:
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\nAdicci\u00f3n a los \u00abpersonal media\u00bb<\/strong>
\nInternet es actualmente uno de los mejores medios de comunicaci\u00f3n, informaci\u00f3n, trabajo, ocio… Tiene muchas ventajas, pero algunas personas quedan atrapadas en su telara\u00f1a medi\u00e1tica, sustituyendo las relaciones personales directas por relaciones virtuales en las que no existe la presencia f\u00edsica. Quienes act\u00faan de esta forma se tornan vulnerables al ejercicio diario de la comunicaci\u00f3n real. Acostumbrados a la realidad virtual, se sienten inc\u00f3modos ante las personas de carne y hueso y terminan por abandonar el esfuerzo por crecer en relaci\u00f3n.
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\nAdicci\u00f3n a la imagen corporal<\/strong>
\nEl cuidado del cuerpo es una preocupaci\u00f3n cultivada a lo largo de la historia. Pero cuando esta preocupaci\u00f3n proviene de la carencia de otros valores, priva al ser humano de defensas para hacer frente a las cuestiones profundas, aumentando la vulnerabilidad. La val\u00eda de una persona no se agota con su imagen corporal. Aquellas personas que, abandonando la profundidad existencial, centran toda su preocupaci\u00f3n en la imagen corporal, se tornan muy vulnerables. Los c\u00e1nones de belleza propuestos\u00a0 por la \u00abcultura de la delgadez\u00bb generan un sufrimiento constante a quienes han hecho del cuerpo el \u00fanico elemento de su val\u00eda personal. Quienes sufren esta adicci\u00f3n son muy vulnerables al c\u00famulo de im\u00e1genes medi\u00e1ticas que propugnan modelos de belleza inalcanzables.
\n\u00a0<\/strong>
\nAdicci\u00f3n a una alimentaci\u00f3n sana<\/strong>
\nLa posibilidad de elegir los alimentos y conocer sus caracter\u00edsticas es otra de las m\u00faltiples ventajas de nuestra sociedad. Llevada al extremo presenta un peligro que recibe nombre propio: ortorexia. La ortorexia es una obsesi\u00f3n centrada en comer lo m\u00e1s sano posible, en la dieta y en beber agua continuamente para que el metabolismo realice una \u00ablimpieza\u00bb sistem\u00e1tica y continua del organismo. Cuando la obsesi\u00f3n por \u00abcomer sano\u00bb se lleva al extremo, controlar la alimentaci\u00f3n se convierte en una esclavitud para sentirse seguros, tranquilos y due\u00f1os de la imagen corporal.
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\n2.4. La sociedad de la decepci\u00f3n, fuente de vulnerabilidad<\/strong>
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\nLa cultura actual promete la felicidad a todos y anuncia placeres en cada esquina. El concepto de calidad de vida se ha extendido a todos los \u00e1mbitos: alimentaci\u00f3n, trabajo, vivienda, entorno, vida comunitaria o familiar, ocio… \u00e9ste es el horizonte deseado.
\nCuanto las expectativas de bienestar material superan los l\u00edmites de lo razonables, m\u00e1s posibilidades tiene el sujeto de sufrir decepciones.
\nLa civilizaci\u00f3n del bienestar ha hecho desaparecer la pobreza absoluta en el mundo occidental, pero ha aumentado la pobreza interior y la sensaci\u00f3n de subsistir en un mundo dif\u00edcil donde los ideales de felicidad material est\u00e1n siempre m\u00e1s lejos de donde se puede llegar.
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\n2.5. Marcados por el proceso de la secularizaci\u00f3n.<\/strong>
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\nLa palabra secularizaci\u00f3n viene del lat\u00edn \u00absaeculum\u00bb, que originariamente significaba \u00absiglo\u00bb. A lo largo del siglo XIX la palabra secularizaci\u00f3n recibi\u00f3 un nuevo significado cultural: muchas tareas para las que la Iglesia parec\u00eda imprescindible, fueron asumidas por la sociedad y pasaron de la Iglesia al mundo. La secularizaci\u00f3n se ha extendido a todos los campos de la actividad humana: la medicina, la astronom\u00eda, la legislaci\u00f3n, la sanidad, la sexualidad, la \u00e9tica, la educaci\u00f3n, los servicios sociales…
\nLa secularizaci\u00f3n ha ayudado a purificar la imagen de Dios y ha hecho al hombre m\u00e1s responsable de los problemas del mundo. Pero la dificultad aparece cuando la secularizaci\u00f3n no se contenta con eliminar esa imagen falsa de Dios, sino que pretende arrasar cualquier sentido trascendente de la vida. Es lo que se llama secularismo.
\nPara el secularismo la apertura la trascendencia, es irrelevante. Aquello que da sentido es la resoluci\u00f3n de los problemas econ\u00f3micos, t\u00e9cnicos y pol\u00edticos. El secularismo hace m\u00e1s vulnerables a la persona al privarle de elementos que le ayuden a situarse ante las grandes cuestiones de la existencia.
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\n2.6. La privatizaci\u00f3n de la fe origen de creyentes vulnerables<\/strong>
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\nNuestra cultura occidental pretende relegar la religi\u00f3n al \u00e1mbito de la vida privada. Su presencia p\u00fablica es cada vez m\u00e1s peque\u00f1a. Lo que se espera de la religi\u00f3n es que aporte a los individuos \u00fanicamente elementos de car\u00e1cter espiritual: consuelo, paz interior, serenidad frente al m\u00e1s all\u00e1… Y se le exige que no traspasen esa frontera.
\nLa fe que no es compartida, manifestada y celebrada, se torna intimista y vulnerable. F\u00e1cilmente desdibuja sus contornos en el silencio de la conciencia personal.
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\n3. Mapa actual de las personalidades vulnerables<\/strong>
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\nLa vulnerablidad es una experiencia humana que hunde sus ra\u00edces en la noche de los tiempos y se manifiesta de diversas formas, seg\u00fan \u00e9pocas y circunstancias. Las caracter\u00edsticas de nuestra \u00e9poca acarrean una serie de debilidades propias del momento actual. Afortunadamente son muchas las personas que saben hacer frente a las debilidades derivadas de nuestro tiempo, construyendo su personalidad sobre cimientos s\u00f3lidos. Pero tambi\u00e9n existe un considerable n\u00famero de j\u00f3venes y adultos marcados por nuevas debilidades. A continuaci\u00f3n se dibuja el mapa de las personalidades vulnerables. Estas caracter\u00edsticas pueden incidir total o parcialmente en un mismo individuo.
\n 
\nPersonalidades emocionales<\/strong>
\nSon aquellas que otorgan excesiva importancia a lo emocional, a los signos de la est\u00e9tica, a la visibilidad social y a la apariencia. A fuerza de peregrinar continuamente por las modas del momento,\u00a0 carecen de fundamentos s\u00f3lidos. Todo es relativo, cambiante y revisable. Se han instalado en el d\u00eda a d\u00eda, y quedan a merced del impacto emotivo de los acontecimientos. Esta actitud les hace vulnerables: las emociones externas fluyen constantemente y les mantienen en una indefinici\u00f3n permanente.
\n 
\nPersonalidades sin relieve hist\u00f3rico<\/strong>
\nCarecen de relieve hist\u00f3rico. Abandonaron el pasado por considerarlo irrelevante, y desconf\u00edan de un futuro al que perciben como amenazante e incierto. Se aferran al \u00abjuvenilismo\u00bb. Se esfuerzan por mantenerse en una juventud indefinida cuidando el vestido y los aspectos externos. Los esfuerzos de algunos adultos entrados en a\u00f1os por situarse en una \u00abeterna juventud\u00bb resultan rid\u00edculos y hasta histri\u00f3nicos. Mirar al pasado les es ajeno; crecer y madurar les produce v\u00e9rtigo. Desde su presentismo, son vulnerables a cualquier propuesta de sabidur\u00eda llegada desde el pasado. Al mismo tiempo, les deslumbran los proyectos de futuro pero son incapaces del compromiso necesario para construirlos.
\n 
\nPersonalidades ancladas en los valores \u00abprox\u00e9micos\u00bb<\/strong>
\nHan perdido toda confianza en los valores colectivos. Consideran que ninguna instituci\u00f3n es capaz de promover cambio alguno. Tildan de burocr\u00e1tica a cualquier tipo de organizaci\u00f3n. Para ellos tan s\u00f3lo cobran sentido aquellos lugares donde se dan valores prox\u00e9micos (de proximidad): la amistad, el encuentro personal, el afecto, las breves pero constantes comunicaciones, la familia como refugio afectivo… Este tipo de personalidades tienen dificultad para integrarse en organizaciones dotadas de estructura con proyectos a medio o largo plazo. Se sienten perdidos en el seno de cualquier instituci\u00f3n, se quejan de falta de humanidad y les agobia la presi\u00f3n estructural.
\n 
\nPersonalidades temerosas<\/strong>
\nEn este tipo de personalidades late un temor constante a enfrentar la vida. Temen a lo incierto del futuro, a la competitividad creciente, a no estar al d\u00eda, a perder las pocas seguridades que les otorga el momento presente… En la adolescencia se hace insoportable el miedo a no ofrecer una adecuada imagen de su persona. Crece la obsesi\u00f3n por el aspecto f\u00edsico. Vestir a la moda les otorga una seguridad similar a la que ofrecen las m\u00e1scaras en los rituales: disfrazarse de un suplemento de personalidad que disimule las carencias.
\n 
\nPersonalidades sin proyecto propio<\/strong>
\nSon aquellas personalidades que no tienen densidad personal para soportar verse solicitadas por varios polos de inter\u00e9s al mismo tiempo. El bombardeo ideol\u00f3gico, procedente de la cultura de contaminaci\u00f3n en la que se\u00a0entrecruzan mensajes diversos y opuestos, torna d\u00e9bil a su personalidad. Son muy vulnerables a los \u00abpersonal media\u00bb y \u00absocial media\u00bb.
\nIncapaces de una visi\u00f3n cr\u00edtica y selectiva de la realidad, carecen de un proyecto propio de vida.
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\nPersonalidades \u00abirreales\u00bb<\/strong>
\nEn esta sociedad que propone una \u00ab\u00e9tica indolora\u00bb, algunas personas se afanan por eludir cualquier esfuerzo. Se muestran incapaces de integrar el sufrimiento, sumergi\u00e9ndose en un mundo irreal. Intentan vivir en el gozo constante de lo l\u00fadico frente al dolor. Prefieren los contactos virtuales frente a una comunicaci\u00f3n en profundidad. Los procesos de aprendizaje deben ser divertidos, a\u00fan a costa de quedarse en conocimientos fragmentados sin una s\u00f3lida asimilaci\u00f3n de los saberes. Su vida se sit\u00faa en un plano irreal que les hace vulnerables a cualquier sufrimiento concreto.
\n 
\nPersonalidades creyentes vulnerables<\/strong>
\nLos procesos de secularizaci\u00f3n y el avance del estado laico pueden afectar de dos modos a la personalidad del creyente. En primer lugar, provocando \u00abuna religiosidad a la carta\u00bb donde no hay exigencia, sino elecciones provisionales de elementos religiosos fragmentados. El compromiso religioso es escaso, moment\u00e1neo y conducido por la emoci\u00f3n. La religiosidad se recluye a la esfera de lo privado y pierden toda visibilidad, llegando a sentir verg\u00fcenza por manifestar la propia fe. Otra forma de reaccionar ante los cambios en lo religioso es la \u00abpropuesta neo-integrista\u00bb. La inseguridad provocada por los cambios sociales y religiosos, lleva a algunos creyentes a reforzar la b\u00fasqueda de seguridad. Ello provoca: malestar ante cualquier cambio, cr\u00edticas a la sociedad en general y a los j\u00f3venes en particular, cierta obsesi\u00f3n por el cumplimiento de las normas lit\u00fargicas y la mezcla de elementos religiosos con situaciones pol\u00edticas coyunturales. Tanto quienes se sumergen en \u00abuna religiosidad a la carta\u00bb como quienes se afanan en \u00abpropuestas neo-integristas\u00bb se privan a s\u00ed mismos de una vivencia serena y fecunda de la fe, torn\u00e1ndose vulnerables en lo religioso.
\n 
\n4. Terapias desde la educaci\u00f3n para superar la vulnerabilidad<\/strong>
\n 
\nLa vulnerabilidad afecta a muchos campos de la personalidad. Ayudar a vencerla requerir\u00e1 soluciones globales. No obstante se enumeran a continuaci\u00f3n algunas pistas educativas que, aunque limitadas,\u00a0 contribuyen a afianzar la personalidad para tornarla menos vulnerable.
\n 
\n4.1. Educar la voluntad y el car\u00e1cter<\/strong>
\n 
\nCada ser humano posee un car\u00e1cter que le es propio. En todo car\u00e1cter hay elementos positivos y limitaciones. La educaci\u00f3n contribuye a mejorar las cualidades positivas de un car\u00e1cter y a minimizar sus defectos. Algunas estrategias para reforzar el car\u00e1cter y la voluntad y hacer menos vulnerable a la persona, son las siguientes:
\n 
\nReciedumbre<\/strong>
\nLa vulnerabilidad halla un campo abonado en las personalidades d\u00e9biles. La debilidad se manifiesta en actitudes cotidianas que conviene corregir: No puede ser que un joven viva como un drama el levantarse de la cama a la hora que debe, o que le resulte insoportablemente mon\u00f3tona una hora de estudio, o que rechace sistem\u00e1ticamente los alimentos que no le gustan, o que sea incapaz de controlar los mensajes que manda desde su m\u00f3vil… Una personalidad recia controla sus quejas y dispone de capacidad de esfuerzo. Para ello: aprender a no quejarse; ejercitarse en realizar esfuerzos progresivos; postergar en el tiempo la gratificaci\u00f3n; terminar las cosas comenzadas; evitar las muestras desmesuradas de que se ha sufrido una contrariedad; controlar el mal humor… e incluso aprender a sonre\u00edr cuando las cosas no van bien.
\n 
\nValent\u00eda<\/strong>
\nLa sobreprotecci\u00f3n se ha instalado en nuestra cultura. Muchos menores crecen amparados en una burbuja as\u00e9ptica. Padres y madres les evitan enfrentarse a situaciones desagradables. De resultas de ello, la personalidad de los adolescentes se torna quebradiza ante las dificultades y cualquier contratiempo habitual es vivido como un drama. Conviene ejercitar la valent\u00eda. Para ello: Favorecer la toma de decisiones; acompa\u00f1ar educativamente a los adolescentes que se enfrentan con un obst\u00e1culo, pero sin eliminar la dificultad; favorecer situaciones en las que es preciso vencer la timidez; no colaborar con situaciones injustas; ayudarles a asumir las responsabilidades derivadas de sus acciones…
\n 
\nAutodominio<\/strong>
\nEl dominio sobre uno mismo es uno de los remedios que nos hacen menos vulnerables. Conseguir cierto autodominio no es tarea f\u00e1cil, pero conviene iniciar este largo aprendizaje en la infancia para consolidarlo en etapas posteriores. Algunos indicadores de autodominio son los siguientes:
\n– Serenidad y equilibrio.<\/em> Es de gran utilidad en la vida. Por ejemplo: Saber mantener la atenci\u00f3n a varios frente sin aturdirse ni abandonar la concentraci\u00f3n. Controlar el enfado cuando hay un fracaso de por medio. No \u00abperder la cabeza\u00bb por cualquier tonter\u00eda…
\n– Paciencia.<\/em> Es una virtud olvidada en la cultura de la satisfacci\u00f3n inmediata. Para recuperar la paciencia es muy \u00fatil el hacer ejercicios de gratificaciones postergadas; aprender a guardar el turno; esperar a que el otro haya terminado de hablar para intervenir; hacer ejercicios de atenci\u00f3n, aprendiendo a soportar la monoton\u00eda.
\n– Saber ganar y saber perder.<\/em> Ense\u00f1ar a los adolescentes y j\u00f3venes a evitar la embriaguez del triunfo moment\u00e1neo para luego caer en la resaca de la apat\u00eda . Mostrar c\u00f3mo conservar la calma cuando las cosas se tuercen y no transcurren como se hab\u00edan previsto.
\n– Nobleza y lealtad. <\/em>La palabra mantenida, la lealtad en la amistad, la generosidad con quien nos ha ofendido… son valores de rara circulaci\u00f3n en la feroz competencia del mundo empresarial o en la lucha de la pol\u00edtica partidista.
\n– Equilibrar la imaginaci\u00f3n, fortalecer la atenci\u00f3n. <\/em>Las nuevas generaciones nacen y crecen sumergidas en una icono-esfera de im\u00e1genes en movimiento que se suceden en r\u00e1pidas secuencias. Ello provoca inestabilidad, ansiedad, impaciencia y falta de concentraci\u00f3n. Los ejercicios de atenci\u00f3n e interiorizaci\u00f3n son imprescindibles para equilibrar la personalidad.
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\nSencillos compromisos progresivos<\/strong>
\nNo corren buenos tiempos para los compromisos mantenidos en el tiempo. Tan s\u00f3lo tienen relativa validez los compromisos moment\u00e1neos generados por el sentimiento. Muchas actuaciones est\u00e1n motivas por la apetencia del momento. Pero no es aconsejable dejar que solamente la emoci\u00f3n dirija la vida. Conviene proponer concretos y sencillos compromisos, f\u00e1ciles de evaluar.
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\nAusteridad voluntaria<\/strong>
\nCon la reciente crisis econ\u00f3mica el mundo occidental ha descubierto que \u00abviv\u00eda por encima de sus posibilidades\u00bb. Quiz\u00e1s esto mismo est\u00e9 ocurriendo en muchas familias al facilitar que sus hijos \u00abtengan de todo\u00bb. Hay padres y madres atentos a colmar cualquier capricho de los hijos incluso antes de ser formulado por \u00e9stos. El resultado tiene graves repercusiones: el desinter\u00e9s, la apat\u00eda, los \u00abni\u00f1os tirano\u00bb insatisfechos con todo y con todos… Imprescindible educar en la austeridad voluntaria. Para ello: procurar que valoren las cosas de las que disponen; ense\u00f1arles a ser responsables y cuidadosos de sus pertenencias, colaborando en las tareas de la casa; acostumbrarles a que se ganen las cosas con esfuerzo y dedicaci\u00f3n; ense\u00f1ar a que \u00abcoman de todo\u00bb y eliminar el h\u00e1bito de comer entre comidas; promover la responsabilidad en administrar el dinero que se les entrega; evitar incentivarlos por realizar las tareas dom\u00e9sticas que son obligaci\u00f3n de todos los miembros de la familia; reforzar el respeto hacia las personas con dificultades; potenciar la solidaridad concreta que se manifiesta en gestos de ayuda…
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\n4.2. Promover la cultura del esfuerzo<\/strong>
\nLa sobreprotecci\u00f3n familiar, los modelos de \u00e9xito f\u00e1cil aireados por las televisiones, la cultura del espect\u00e1culo que incita a vivir actitudes l\u00fadicas en todo momento… son circunstancias que desdibujan la capacidad de esfuerzo. Se ha consolidando un estilo de vida que tiene a esquivar el trabajo constante y a medir la felicidad tan s\u00f3lo por la consecuci\u00f3n de cotas de placer inmediato. Nada m\u00e1s alejado de la realidad.
\nSin esfuerzo no s\u00f3lo no se consiguen las metas deseadas, sino que la personalidad pierde defensas y se torna fr\u00e1gil ante cualquier dificultad. El esfuerzo progresivo es la mejor \u00abvacuna\u00bb por prevenir el derrumbe psicol\u00f3gico de la persona ante las dificultades. Para promover la cultura del esfuerzo hay que hacer frente a tres mitos instalados en nuestra cultura:
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\n– Aprender sin esfuerzo<\/em>. Se ha generalizado la idea del aprendizaje f\u00e1cil y divertido. Pero s\u00f3lo con el esfuerzo se puede construir una personalidad s\u00f3lida. Es imprescindible recuperar \u00ablos impulsos continuados a lo largo del tiempo\u00bb.
\n– El paternalismo impaciente<\/em>. Muchos padres y educadores suelen mostrarse impacientes cuando ni\u00f1os y adolescentes no terminan de desenvolverse adecuadamente ante un determinado problema. La soluci\u00f3n f\u00e1cil es resolver ellos el problema. Pero cada vez que el educador evita trabajo y esfuerzo, est\u00e1 minando la construcci\u00f3n seria de la personalidad.
\n– La ingenuidad de la omnipotencia<\/em>. Otro mito es el siguiente: \u00abTodas las personas pueden hacer todo si se esfuerzan\u00bb. Nada m\u00e1s alejado de la realidad. Nuestra personalidad tiene una serie de cualidades y l\u00edmites. Por naturaleza estamos mejor dotados para una serie de actividades que para otras. Hay que descubrir las potencialidades de cada cual y trabajar sobre ellas.
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\nAs\u00ed mismo, para progresar en la cultura del esfuerzo conviene insistir en algunas actitudes:
\n– Practicar la pedagog\u00eda de la contrariedad. <\/em>Ni\u00f1os y adolescentes deben acostumbrarse a sufrir las contrariedades habituales de la vida. Padres y educadores les acompa\u00f1ar\u00e1n y no les dejar\u00e1n solos, pero nunca pretender\u00e1n evitarles problemas o sustituirles en las dificultades. Quien nunca encuentra obst\u00e1culos en la vida, nunca aprende a superarlos.
\n– Las formas externas son tambi\u00e9n importantes. <\/em>Se ha subrayado en sobremanera la importancia de las motivaciones interiores en detrimento de los aspectos externos. Pero los elementos exteriores deben ser cuidados. Dif\u00edcilmente mantendr\u00e1 una disciplina de vida y esfuerzo aquel o aquella adolescente que se pasa toda la tarde en pijama, que estudia tumb\u00e1ndose en la cama, que adopta posturas dejadas en el sof\u00e1, que escucha m\u00fasica a todo volumen o permanece largas horas absorto y enganchado a los auriculares del MP3, que mantienen un perpetuo desorden en su habitaci\u00f3n…
\nLas formas corporales y el orden externo, sin ser lo m\u00e1s importante, contribuyen decisivamente a estructurar la persona y dotarla de reciedumbre y capacidad de esfuerzo.
\n– Ense\u00f1ar a distinguir placer de felicidad.<\/em> Nuestra cultura es muy dada a las sensaciones fugaces de placer, olvidando la felicidad. El placer es esa sensaci\u00f3n agradable producida por la realizaci\u00f3n de una actividad que gusta al sujeto. El placer suele ser inmediato y a corto plazo. Por el contrario, la felicidad es un estado de \u00e1nimo prolongado en el tiempo y con hondas ra\u00edces. La realizaci\u00f3n de un esfuerzo comprometido y prolongado no suele proporcional placer inmediato, pero otorga un estado de felicidad que facilita nuevos compromisos.
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\n4.3. Personalidades maduras<\/strong>
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\nLa inmadurez hace vulnerable a la persona. La madurez no es una medida est\u00e1ndar. Un individuo presentar\u00e1 diversos grados de madurez\u00a0 a lo largo de su proceso de crecimiento, dependiendo de su edad y experiencias vividas. Para contribuir a formar personalidades maduras, conviene comenzar por prevenir aquellos rasgos indicadores de inmadurez:
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\nRasgos de una personalidad inmadura<\/strong>
\n– Desfase entre la edad cronol\u00f3gica y la edad mental.
\n– Desconocimiento de s\u00ed mismo, que priva de saber cu\u00e1les son las cualidades y limitaciones.
\n– Inestabilidad emocional, que se manifiesta en cambios bruscos de estados de \u00e1nimo. Una persona inmadura suele ser inestable y presentar oscilaciones de car\u00e1cter frecuentes y sin motivos aparentes. Pasa de la euforia al abatimiento.
\n– Poca o nula responsabilidad.
\n– Deficiente percepci\u00f3n de la realidad. No se entera de lo que ocurre a su alrededor y vive encerrado en su mundo individual.
\n– Ausencia de un proyecto de vida. No sabe porqu\u00e9 hace las cosas ni cu\u00e1l es la finalidad.
\n– Falta de madurez afectiva. Es incapaz de querer a los dem\u00e1s y ayudar desinteresadamente.
\n– Falta de madurez intelectual. Una persona inteligente sabe centrar un problema, buscar informaci\u00f3n y procesarla adecuada y ordenadamente.
\n– Carencia de voluntad. Act\u00faa tan s\u00f3lo por impulsos movidos por el sentimiento moment\u00e1neo. Es incapaz de prolongar el inter\u00e9s y el trabajo en el tiempo.
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\nLa madurez, ant\u00eddoto contra la vulnerabilidad<\/strong>
\nLa madurez personal contribuye a minimizar riesgos. Conviene acompa\u00f1ar educativamente para facilitar una madurez personal que haga menos vulnerable a la persona.
\n– <\/strong>Equilibrar emoci\u00f3n y raz\u00f3n<\/em>. No es aconsejable vivir solamente a merced de sentimientos, impulsos o tendencias. El ser humano debe mantener equilibrio entre raz\u00f3n y sentimiento. Los principios, las convicciones y la orientaci\u00f3n personal deben ocupar un puesto importante.
\n– Regresar a la conciencia personal.<\/em> La conciencia ayuda a no depender \u00fanicamente de los criterios de la moda, de las tendencias que circulan por el exterior o de los grandes acontecimientos que impactan en la emotividad. La persona madura forma su conciencia y es ella quien rige el comportamiento.
\n– Proponer actitudes de donaci\u00f3n y apertura.<\/em> La autonom\u00eda personal es fundamental, pero puede degenerar en individualismo. El mito de \u00abnarciso\u00bb llama continuamente a la persona que busca tan s\u00f3lo la propia autorrealizaci\u00f3n. Hay que habilitar espacios para la apertura, la donaci\u00f3n y la entrega a los dem\u00e1s.
\n– Educar los ojos, hacer sensible el alma.<\/em> Los acontecimientos, transformados en noticias sensacionalistas, se agolpan ante los ojos del hombre moderno. Pero pasan r\u00e1pidos por la epidermis, como las canciones de moda o las tendencias del dise\u00f1o. Una persona madura sabe mirar con profundidad la realidad, interiorizando y desarrollando respuestas comprometidas y equilibradas.
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\nConclusi\u00f3n<\/strong>
\nLa vulnerabilidad ha existido siempre y se ha manifestado de m\u00faltiples formas a lo largo de la historia. En la actualidad muchas fragilidades f\u00edsicas de anta\u00f1o han sido mitigadas por la ciencia y la medicina.
\nPero nuestra cultura presenta tambi\u00e9n una serie de puntos d\u00e9biles que configuran el \u00abmapa actual de la vulnerabilidad\u00bb. Gran parte de estas fragilidades hunden sus ra\u00edces en la proliferaci\u00f3n de personalidades acomodaticias e inmaduras, en la carencia del sentido de la vida, en el ocaso del compromiso y la ca\u00edda de la cultura del esfuerzo. La educaci\u00f3n ofrece propuestas para hacer frente a las dificultades actuales surgidas en este campo.
\n 
\nBibliograf\u00eda<\/strong>
\nGonz\u00e1lez Carvajal, Luis. Ideas y creencias del hombre actual<\/em>, Sal Terrae, Santander 1991.
\nLipovetsky, Gilles. La era del vac\u00edo<\/em>, Anagrama, Barcelona 2006.
\nMardones, Jos\u00e9 Mar\u00eda. La transformaci\u00f3n de la religi\u00f3n<\/em>, PPC, Madrid 2005
\nRojano, Jes\u00fas. \u00abCultura actual y fe cristiana\u00bb. pro-manuscrito. Godelleta 2009.
\nMaganto, Carmen. La sociedad del bienestar<\/em>, Frontera. 2008-1. ADG-N, Valencia 2008.
\nLipovetsky, Gilles. El crep\u00fasculo del deber<\/em>, Anagrama, Barcelona 2008.
\nLipovetsky, Gilles. La sociedad de la decepci\u00f3n<\/em>, Anagrama, Barcelona 2008.
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Reflexi\u00f3n sobre la vulnerabilidad   Jos\u00e9 Joaqu\u00edn G\u00f3mez Palacios es Delegado de Escuelas de la Provincia Salesiana de Valencia. Miembro del Consejo de Redacci\u00f3n de Misi\u00f3n Joven.   S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Parte este art\u00edculo de la experiencia de la vulnerabilidad presente siempre en los seres humanos. Presenta las caracter\u00edsticas y ra\u00edces de la vulnerabilidad que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[1308,56,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7728"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7728"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7728\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7728"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7728"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7728"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}