{"id":7744,"date":"2009-05-01T00:00:59","date_gmt":"2009-04-30T22:00:59","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7744"},"modified":"2009-05-01T00:00:59","modified_gmt":"2009-04-30T22:00:59","slug":"el-mundo-afectivo-de-los-adolescentes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-mundo-afectivo-de-los-adolescentes\/","title":{"rendered":"El mundo afectivo de los adolescentes:"},"content":{"rendered":"
Roberto Cort\u00e9s.<\/strong> Psic\u00f3logo, Director Pedag\u00f3gico del Colegio \u201cLos Boscos\u201d (Logro\u00f1o) \u00abEl hecho de sentirnos escuchados y o\u00eddos, particularmente en momentos de lucha y de limitaciones, nos ayuda a valorarnos y a fortalecernos. Nos vemos a nosotros mismos y nuestra humanidad en el espejo del otro, adem\u00e1s de saber que no estamos solos. Vemos que nuestra imagen tiene muchas facetas y cambiamos sintiendo un movimiento hacia nuevas posibilidades<\/em>\u00bb.<\/p>\n Barrett-Lenneard<\/p>\n <\/u><\/em><\/p>\n El primer cambio que se experimenta en la primera adolescencia a nivel social viene marcado por el sistema educativo[1]<\/a>: el paso de Educaci\u00f3n Primaria a Educaci\u00f3n Secundaria y, con \u00e9l, en muchos casos, el cambio de centro escolar. Aquellos que tienen que enfrentarse al cambio de colegio tienen que \u201cnegociar\u201d interiormente la fidelidad a sus antiguos compa\u00f1eros y la incertidumbre de ser aceptados en un grupo nuevo[2]<\/a>. En todos los casos supone el paso de formar parte del grupo \u201cde los mayores\u201d a pasar a ser \u201cde los peque\u00f1os\u201d. En la consideraci\u00f3n de los otros socialmente significativos tenemos que tener en cuenta algunos mecanismos<\/em> que, consciente o inconscientemente, marcan el estilo de relaci\u00f3n del adolescente con el mundo y con su forma de interpretarlo: <\/strong> <\/strong> ROBERTO CORT\u00c9S<\/p>\n Un reto para educadores Roberto Cort\u00e9s. Psic\u00f3logo, Director Pedag\u00f3gico del Colegio \u201cLos Boscos\u201d (Logro\u00f1o) S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Siguiendo los ejes fundamentales en los que se construye la personalidad del adolescente (social, psicol\u00f3gico, cognitivo) y el desarrollo que cada uno de ellos impulsa, el art\u00edculo se\u00f1ala pistas y orientaciones para la acci\u00f3n educativa, subrayando que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1300,94,1301],"tags":[],"class_list":["post-7744","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-388","category-mision-joven-2","category-roberto-cortes-garcia"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7744","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7744"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7744\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7744"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7744"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7744"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nSiguiendo los ejes fundamentales en los que se construye la personalidad del adolescente (social, psicol\u00f3gico, cognitivo) y el desarrollo que cada uno de ellos impulsa, el art\u00edculo se\u00f1ala pistas y orientaciones para la acci\u00f3n educativa, subrayando que educaci\u00f3n y acompa\u00f1amiento de los adolescentes requiere tiempo para ayudarles a ver las cosas con objetividad y llamarlas por su nombre, para aceptar la propia realidad y la de los otros, y para cambiar.
\n <\/p>\n
\nLa primera dificultad que me plantea hablar de la adolescencia es enclavar este periodo vital: No encuentro criterio fiable que marque el comienzo o el final de la misma. Por ello, parto de que la adolescencia m\u00e1s que un periodo cronol\u00f3gico es un periodo bio\u2013psico\u2013social en el que el ser humano reconoce su limitaciones y carencias \u2013no en vano una de las acepciones de adolescencia es la de adolecer<\/em>, la de estar falto<\/em> y en b\u00fasqueda<\/em>, es decir, busca la consecuci\u00f3n de su propia identidad. Estas son la claves: b\u00fasqueda e identidad, ensayo de roles yautoconcepto<\/em>.
\nEn cuanto a b\u00fasqueda, la adolescencia es un periodo de cambios bio\u2013psico\u2013sociales, es decir:
\n– biol\u00f3gicos<\/em>: que se ven, entre otros, en los caracteres sexuales primarios como son la dilataci\u00f3n de los ovarios y la menstruaci\u00f3n en las mujeres o el desarrollo del pene y los test\u00edculos y la aparici\u00f3n de la eyaculaci\u00f3n en los hombres; o caracteres sexuales secundarios como son el vello p\u00fabico y facial, el crecimiento de los senos o el cambio de la voz.
\n – psicol\u00f3gicos<\/em>: b\u00fasqueda de una identificaci\u00f3n personal \u2013autoconcepto\u2013 que a\u00fane lo que he sido, lo que soy y lo que quiero llegar a ser; sin olvidar lo que los dem\u00e1s quieren que sea. La idea que se repite es clara: lo que quiero llegar a ser<\/em>; es decir, la autorrealizaci\u00f3n personal.
\n– sociales<\/em>: periodo de ensayos y tanteos, de imitaci\u00f3n y de oposici\u00f3n, de juego de papeles para ser reconocido y aceptado por aquellos que son socialmente significativos<\/em>, y para sobrevivir en medio de las demandas que la sociedad impone.
\n <\/p>\n\n
\nLa adolescencia es \u00e9poca de cambios y de consolidaci\u00f3n. El adolescente tiene que llegar a sentirse c\u00f3mo dentro del traje que \u00e9l mismo se teje y para ello tiene que enfrentarse:
\n– a los cambios que se van a dar en su cuerpo y que, con frecuencia, ser\u00e1n fuente de desajustes y de comparaci\u00f3n con otros;
\n– al crecimiento intelectual que experimenta y que, mal encauzado, ser\u00e1 utilizado por el adolescente como el arma todopoderosa con la que argumentar, convencer y vencer al otro a trav\u00e9s de sus racionalizaciones, sin darse cuenta de que, intelectualizar es la forma m\u00e1s sutil de ocultar la realidad;
\n– a la aparici\u00f3n de la capacidad de introspecci\u00f3n y, con ella, el descubrimiento de cambios emocionales injustificados y a veces incontrolables, y alfuncionamiento enfrentado<\/em> de la l\u00f3gica del coraz\u00f3n y la l\u00f3gica de la raz\u00f3n;
\n– a la independencia emocional que va descubriendo paulatinamente en funci\u00f3n de la cual, sus gustos, preferencias y apetencias tienen cada vez m\u00e1s peso en la sensaci\u00f3n global<\/em> de ser feliz;<\/em>
\n– a la incipiente autonom\u00eda que va descubriendo al tener que afrontar decisiones relacionadas con estudios, ocupaci\u00f3n, valores, elecci\u00f3n de amigos, etc.
\n– a la apertura a la plaza p\u00fablica con m\u00e1s tiempo para estar fuera de casa con la posibilidad de practicar el debate, la negociaci\u00f3n;
\n– al cambio de intereses a la hora de elegir amigos. En la adolescencia las amistades empiezan a ser asim\u00e9tricas<\/em>: Los amigos pasan de ser meros compa\u00f1eros de juego a ser proveedores<\/em> de consejo y de apoyo, y se convierten<\/em> en fuente de informaci\u00f3n, comparaci\u00f3n y confrontaci\u00f3n para evaluar las cualidades y la competencia personal;
\n– a los cambios de rol, unas veces buscados y otras, impuestos. Cambios que obligan a tantear<\/em> respuestas e incluso a jugar a \u201cser como si\u201d fuera el modelo a quien se quiere parecer. El adolescente tiene que jugar bien sus cartas para integrar progresivamente en la partida<\/em>, elementos que le hagan saberse competente a nivel acad\u00e9mico, laboral, deportivo\u2026, para sentirse dotado de cierto atractivo f\u00edsico, con aceptaci\u00f3n social, capaz de establecer relaciones \u00edntimas\u2026
\n
\nVivir inmerso en tanto cambio supone para algunos adolescentes reacciones emocionales inesperadas de las que muchas veces no son conscientes y que explicaran la inestabilidad y los cambios de humor. Esta situaci\u00f3n puede crear enel adolescente inseguridad, inquietud, sensaci\u00f3n de soledad, etc. Si a estos sentimientos a\u00f1adimos la capacidad de introspecci\u00f3n que el adolescente est\u00e1 descubriendo no hay que extra\u00f1arse de que algunos adolescentes se replieguen en s\u00ed mismo y aparezcan episodios inesperados de tristeza, llanto, irritabilidad, culpabilidad inadecuada, auto\u2013reproches, pensamientos distorsionados\u2026o, en el otro polo, conductas desafiantes, oposicionistas, agresivas, err\u00e1ticas socialmente.
\nEl dilema esencial del adolescente est\u00e1 en saber elegir bien entre desempe\u00f1ar adecuadamente los roles que se esperan de \u00e9l o ser \u00e9l mismo. En esta \u00e9poca de cambios el adolescente tiene que saber elegir el papel que tiene que jugar en cada momento y las expectativas que \u00e9l mismo tiene sobre \u201cqui\u00e9n quiere llegar a ser\u201d. En esta etapa de cambios y de crisis, al adolescente se le pide que sea capaz de consolidar sus elecciones<\/em> en un todo coherente<\/em> que constituya la esencia de su persona, que le haga ser \u00e9l mismo aceptando su herencia personal \u2013expectativas familiares, del grupo de iguales, de los adultos, de la clase social, etc.\u2013 y manteniendo su individualidad.
\nLa palabra clave de esta periodo va a ser el autoconcepto<\/em> entendiendo por tal la idea global de un sentido del yo<\/strong> que incluya la imagen corporal, la autoestima, la competencia percibida, la coherencia e integraci\u00f3n de los diversos papeles que hay que jugar \u2013hijo, compa\u00f1ero, confidente, amigo\u2026 o estudiante, trabajador en pr\u00e1cticas, compa\u00f1ero de trabajo\u2026 o amigo, pareja, amante\u2026\u2013 de manera que todas esas formas de ser<\/em> se acoplen como piezas de un puzzle, formen una imagen, un todo coherente en el que reconocerse, sinti\u00e9ndose bien al ver que dentro de la propia personalidad puede haber atributos contrapuestos y que puede comportarse de forma diferente en situaciones diferentes (agresivo en una situaci\u00f3n y c\u00e1lido en otra, indiferente con una persona y cari\u00f1oso con otra, etc.)
\n
\nHay tres ejes en los que se ir\u00e1 construyendo este autoconcepto<\/em>: la aceptaci\u00f3n e integraci\u00f3n de lo biol\u00f3gico -imagen corporal, demandas fisiol\u00f3gicas, etc. (aspecto que no va a ser tratado en este art\u00edculo)- de lo social -nivel de competencia social percibido: la imagen que tengo de m\u00ed mismo y la valoraci\u00f3n que los otros hacen de mi- y del componente psicol\u00f3gico -c\u00f3mo me percibo globalmente y c\u00f3mo me gustar\u00eda percibirme-.
\n <\/p>\n\n
\n
\nEstos cambios suponen el sentirse cuestionado por los otros y por uno mismo en cuanto a competencia acad\u00e9mica, atractivo f\u00edsico, cualidades deportivas, fuerza, habilidades sociales, etc. y la puesta en crisis de los autoconcepto<\/em>s[3]<\/a>que el adolescente se va formando. El adolescente puede pasar de ser el m\u00e1samigable<\/em> de la clase por ser el que mejor nota sacaba a ser el empoll\u00f3n<\/em> con el que no se quiere tratos; o de ser el chico gracioso<\/em> de la clase a ser uno de los malotes<\/em>, orgulloso de formar parte de los gamberros<\/em> del colegio. Si los cambios, en el modo de ser visto y de verse uno mismo, son bruscos el paso de una etapa a otra puede estar cargado de sufrimiento y de dolor que, para ser apaciguado interiormente<\/em> se disfraza de pasotismo, aislamiento, frialdad emocional.
\nEl adolescente tiene una gran necesidad de reconocimiento por parte de los otros, necesita ver reconocida y aceptada su identidad por las personas que son significativas para \u00e9l. \u00c9ste reconocimiento y aceptaci\u00f3n por parte de los otros socialmente significativas \u2013ya sean del grupo de iguales, del grupo de referencia o del mundo de los adultos\u2013 asegura un concepto positivo de s\u00ed mismo.
\n <\/p>\n\n
\n– Identificaci\u00f3n afectiva<\/em>
\nSe da cuando una persona est\u00e1 tan unida a otra afectivamente que hace suyos los patrones de conducta [por imitaci\u00f3n] las ideas [por ausencia de criterio propio] y los sentimientos [por fusi\u00f3n y\/o adhesi\u00f3n con el otro].
\nPor identificaci\u00f3n afectiva los ni\u00f1os peque\u00f1os asimilan o copian pautas de conducta y se identifican con valores y creencias de la familia o del grupo de referencia que les dan seguridad. Cuando dejamos de ser ni\u00f1os las conductas, opiniones, valores o decisiones de futuro se hacen por opci\u00f3n personal y no por identificaci\u00f3n con otros.
\nLa identificaci\u00f3n afectiva puede dar paso a la anulaci\u00f3n del sentido cr\u00edtico aceptando como propio el pensamiento del otro o a la confusi\u00f3n de atractivo, fuerza, armon\u00eda o belleza f\u00edsica con \u201catracci\u00f3n sexual\u201d o \u201cagrado por estar con el otro\u201d con \u201camor\u201d.
\n
\n– Efecto espejo<\/em>
\nLa presencia de ciertas personas \u2013e incluso el recuerdo de las mismas\u2013 provoca que el adolescente reaccione de acuerdo a las expectativas que esa persona tiene sobre su comportamiento.
\nUn planteamiento intergeneracional de este efecto nos lo encontramos, por ejemplo, en \u201copciones vocacionales\u201d <\/em>que se toman en funci\u00f3n de las expectativas de los padres o de la tradici\u00f3n familiar; opciones que responden m\u00e1s a la imagen que los otros quieren ver que a lo que uno quiere llegar a ser. El adolescente que es capaz de reconocer este \u201cefecto\u201d sobre \u00e9l, llega a sentirse manipulado por los otros, con sentimientos de falta de identidad personal, ausencia de capacidad de decisi\u00f3n\u2026 y o bien sumirse en la tristeza, la melancol\u00eda o la impotencia y reaccionar con rebeld\u00eda, agresividad o ira.
\n
\n– Rebeld\u00eda necesaria<\/em>
\nRespuesta que damos en ciertas ocasiones, cuando nos encontramos con demandas a las que no podemos dar respuesta, o efecto por el cual una persona consigue de la otra el efecto contrario de lo que pretend\u00eda.
\nCuando nos encontramos con demandas parad\u00f3jicas \u2013madre que, ante las malas notas del hijo le dice \u201chaz lo que te d\u00e9 la gana\u201d esperando que el hijoadivine<\/em> lo que tiene que hacer\u2013 o mal planteadas \u2013madre que, para motivar a su hijo en una tarea desagradable, insiste en que \u201cte va gustar\u201d\u2013 la respuestas m\u00e1ssaludable<\/em> muchas veces es salirse de la norma marcada. Este intento de dar respuesta a lo imposible es visto con perplejidad por el adolescente al experimentar que, haga lo que haga, no acertar\u00e1. Esta perplejidad puede dar paso o bien, a una imagen personal de incompetencia o inadaptada, etc.
\nEn esta rebeld\u00eda, creo que es necesario distinguir entre rebeld\u00eda regresiva<\/em> \u2013no asumir el aqu\u00ed y el ahora, volviendo a comportamientos del pasado\u2013, agresiva<\/em> \u2013dejarse llevar por el ego\u00edsmo o la b\u00fasqueda del propio beneficio sin tener en consideraci\u00f3n el aqu\u00ed y el ahora\u2013 y progresiva<\/em> \u2013cuando se acepta el aqu\u00ed y el ahora y, cumpliendo las normas y asumiendo la propia responsabilidad, se discute y se critica para mejorar la realidad\u2013. \u00c9sta \u00faltima genera en el adolescente una imagen personal de competencia y autoeficacia que ayudan a afrontar con valent\u00eda las exigencias del futuro.
\n
\n– Respuestas de diferenciaci\u00f3n<\/em>
\nSituaciones en las que el adolescente busca decir que, dentro del grupo, \u00e9l tiene sus propias ideas, su forma de hacer, su forma de ser\u2026
\nEsta forma de hacer, en la que el adolescente siempre encuentra un \u201cpero\u201d o un matiz en el que decir que \u00e9l es distinto, tiene la doble misi\u00f3n de garantizar la seguridad de un grupo de pertenencia al que no se quiere fusionar. As\u00ed, por ejemplo, cuando en una situaci\u00f3n familiar en la que todos act\u00faan del mismo modo, la diferenciaci\u00f3n del adolescente con una prenda de vestir diferente, un matiz distinto en una conversaci\u00f3n o una conducta distinta con un familiar es su forma de verse como parte de la familia pero siendo \u00e9l mismo: con sus gustos, sus opiniones, su forma de hacer.
\n
\n– Disidencia<\/em>
\nHace referencia a la necesidad que tiene el adolescente de hacer ver que es distinto. La diferenciaci\u00f3n quiere marcar la identidad personal dentro del grupo; la disidencia quiere significar la no pertenencia a ese grupo.
\nEn l\u00edneas generales, los peligros de la disidencia son dos: que sean s\u00f3lo fruto de la idealizaci\u00f3n e identificaci\u00f3n con el otro y, por consiguiente, faltos de criterio propio; y que la militancia en el nuevo grupo busque s\u00f3lo ser distinto al grupo de referencia y, en esta b\u00fasqueda de ser distinto, se pierda la propia identidad.
\n
\n– Confrontaci\u00f3n<\/em>
\nLa manifestaci\u00f3n m\u00e1s expl\u00edcita de este mecanismo la vemos en conductas abiertamente
\noposicionistas o desafiantes pero tiene manifestaciones m\u00e1s sutiles como son los mutismos selectivos, las indirectas, las frases a medias\u2026 La confrontaci\u00f3n es una respuesta inadecuada a un desacuerdo con la que el adolescente quiere hacerse presente. Lo importante no es el motivo de la lucha.<\/em> Lo que se pretende es que se sepa que est\u00e1 en guerra.
\nInstalarse en dicha confrontaci\u00f3n tiene entre otros inconvenientes: Que las heridas que se ocasionen pueden ser muy dolorosas, y se puedan llegar a perder \u2013por iniciativa propia o por saturaci\u00f3n<\/em> del otro\u2013 a personas que son importantes \u2013amigos, adultos, familiares\u2026\u2013, que consoliden un modo err\u00e1tico de resolver conflictos y genere m\u00e1s desencuentros y alimenten una imagen de \u201cresentimiento<\/em>\u201d, falta de capacidad de negociaci\u00f3n e incompetencia que contaminen la autoestima<\/em> \u2013por la identificaci\u00f3n de \u201cval\u00eda personal\u201d con \u201ccapacidad de hace da\u00f1o\u201d y de \u201cautoafirmaci\u00f3n\u201d con \u201crechazo\u201d\u2013 y alimente elautoconcepto<\/em> de competencia social con conductas err\u00e1ticas.
\nCon el uso y manejo de estos mecanismos el adolescente ensaya su forma de ser con otros y se eval\u00faa compar\u00e1ndose con ellos disfrutando de sus conquistas personales. Estamos hablando de una \u00e9poca de encuentros y desencuentros, de \u00e9xitos y fracasos, del buen manejo del conflicto y de situaciones mal resueltas\u2026 El peligro para muchos est\u00e1 en considerar que la falta de coherencia, los fracasos en las relaciones interpersonales, la desorganizaci\u00f3n del comportamiento y el ensayo de nuevos papeles y patrones de pauta de conducta es parte normal y necesaria de la adolescencia, y que no se puede hacer nada, pues, corremos el riesgo de dejar solo<\/strong> en medio del caos a alguien que, sumido en sus dificultades, necesita ayuda.
\n
\n– Sensibilidad social<\/em>
\nLa apertura de la adolescencia a nuevos espacios de relaci\u00f3n, a la ciudad, al pa\u00eds y al mundo, hace que crezca la sensibilidad social y distinga:
\nSensibilidad ante la persona<\/em>: A lo largo de la adolescencia, se va a dar un cambio progresivo en el que se pasa de vivir socialmente sumidos en el ego\u00edsmo (los malos son los que no respetan o defienden mis intereses personales) a la consideraci\u00f3n de los derechos del otro, por el mero hecho de ser persona.
\nLas banderas que hay que enarbolar, ser\u00e1n al comienzo de la adolescencia, las que defiendan a mi amigo por el mero hecho de ser amigo y sin tener en cuenta, ni el porqu\u00e9, ni las circunstancias de la disputa. Esta forma de hacer, reafirma elautoconcepto<\/em> de lealtad y de generosidad y, con el paso del tiempo y el uso del sentido cr\u00edtico, dar\u00e1 paso a nuevas causas: los intereses de mi grupo. El marco de actuaci\u00f3n es distinto (mi clase, mi asociaci\u00f3n, mi\u2026) siendo el motivo el mismo. Este cambio de escenario permite el ensayo de nuevas formas de hacer, abre la puerta a la relaci\u00f3n con otros que comparten los mismos intereses, y ofrece un espacio de ensayo de discusi\u00f3n y negociaci\u00f3n que alimentan la imagen de val\u00eda personal.
\nEl salto definitivo se da con la defensa del otro, a\u00fan en contra de mis intereses. Defender al otro, puede suponer comprar en \u201ccomercio justo\u201d sabiendo que pago m\u00e1s, o renunciar al tiempo libre en beneficio de otros, a los que ni conozco, ni conocer\u00e9\u2026; pero supone, sobre todo, saberse generoso, altruista, comprometido con una causa noble, trascendente.
\n
\nSensibilidad ante las normas de grupo<\/em>. Nos hacemos seres socialesendoculturiz\u00e1ndonos<\/em>; es decir, conocimiento e identificaci\u00f3n con los valores de la propia cultura. Si no se ejercita al ni\u00f1o para vivir y valorar las normas (escritas y no escritas) de la propia cultura y para saber poner l\u00edmites a su conducta (respetar al otro, controlar la impulsividad, saber demorar las gratificaciones, etc.) la ausencia de l\u00edmites se convierte en un factor de a\u2013socializaci\u00f3n y de auto\u2013marginaci\u00f3n en tanto en cuanto se vive instalado el egocentrismo y la negaci\u00f3n del otro.
\nLa adolescencia es un periodo en el que se tiene que pasar del uso interesado de las normas \u2013para defenderme del otro, para que no me castiguen\u2026\u2013 a la interiorizaci\u00f3n de la norma<\/em> como valor. Saber asumir normas y respetarlas \u2013aunque nadie te vea\u2013 genera un autoconcepto<\/em> de autonom\u00eda y de autoridad en cuanto que capacita para saber poner normas a otros (compa\u00f1eros, subordinados, hijos, etc.)
\n <\/p>\n\n
\nNo existe algo que pueda llamarse afectividad. Convivimos a diario con est\u00edmulos o comportamientos que provocan en nosotros emociones y que van tejiendo una sensaci\u00f3n de agrado o desagrado que configura y da forma a nuestro modo de estar y de sentirnos. La capacidad de introspecci\u00f3n que irrumpe en la primera adolescencia favorece los di\u00e1logos internos y ayuda a ir tomando conciencia de la red de sentimientos latentes en cada experiencia. Darse cuenta de lo que sentimos nos permite poner nombre a lo que vivimos y, al nombrarlo, nos capacita para adue\u00f1arnos de nuestra experiencia, de nuestro mundo afectivo.
\nLa adolescencia es un camino en el que se pasa de experiencia bipolares \u2013bien o mal\u2013 a la percepci\u00f3n de matices, en donde se mezcla lo bueno con lo malo, lo agradable con lo inc\u00f3modo, lo placentero con la verg\u00fcenza\u2026 y, coloreados con las diversas tonalidades afectivas que nombramos, vamos creando una imagen de nuestro \u201cyo\u201d emocional y tomamos conciencia de unautoconcepto<\/em> emocional provisional que nos permite compararnos con los otros: Soy m\u00e1s tierno o m\u00e1s duro que\u2026 soy m\u00e1s amigable o m\u00e1s borde que\u2026 soy m\u00e1s feliz o m\u00e1s infeliz que\u2026 Y as\u00ed, por comparaci\u00f3n con los otros, nos formamos una imagen amable \u2013digna de ser amada- en la que se juntan los diversosautoconcepto<\/em>s -social, escolar, familiar, emocional, etc.- a la que llamamos nuestra autoestima personal.
\nEl grupo de iguales proporciona un espacio en el que, libre de la protecci\u00f3n -sobreprotecci\u00f3n en algunos casos- de los adultos, se puede experimentar modos de relaci\u00f3n, practicar roles, compartir intereses, aprender habilidades sociales\u2026 y descubrirse autoeficaz en el ejercicio de la autonom\u00eda personal que se adquiere con cada \u00e9xito personal.
\nLos primeros encuentros de comunicaci\u00f3n afectiva del adolescente se caracterizan por la cantidad de tiempo y de palabras, y en ellos se identifica amistad y mundo afectivo: la amistad es sin\u00f3nimo de confianza, comunicaci\u00f3n de intimidades, afecto conocimiento mutuo\u2026 Los amigos son aquellos con los que se puede compartir todo.
\nPoco a poco, el grupo de amigos se hace mixto y aparece la actividad sexual que va desde masajes, caricias, mimos o besos casuales (algunas veces incluso en forma de juego) hasta el coito. Con este tipo de comportamientos se satisfacen gran cantidad de necesidades, de las cuales la menos importante es el placer f\u00edsico. M\u00e1s importante que el placer sexual son, por ejemplo, la aceptaci\u00f3n de la otra persona, la capacidad para desenvolverse en esa relaci\u00f3n de cercan\u00eda y contacto o la aceptaci\u00f3n de lo sentimientos que afloran. Todo ello, capacita para crecer en intimidad, mejorar la comunicaci\u00f3n, proporcionar afecto, acogida y madurez, acabar con presiones (personales, de la pareja o del grupo), descubrir e investigar los misterios del amor\u2026
\nEl alto grado de intimidad, que chicos y chicas alcanzan en sus relaciones de amistad, unido a las necesidades afectivas y fisiol\u00f3gicas de este periodo, da pie a la exploraci\u00f3n del propio cuerpo en solitario o en compa\u00f1\u00eda, y a experiencias de auto masturbaci\u00f3n o de masturbaci\u00f3n con otros, y no es infrecuente la aparici\u00f3n de relaciones homosexuales. La mayor\u00eda de estas experiencias no van a continuar en la adolescencia tard\u00eda o adulta. Tambi\u00e9n puede ser, que en el comienzo de la adolescencia se sienta cierta atracci\u00f3n hacia chicos o chicas del mismo sexo: las amistades se idealizan y en este tiempo de cambios y de descubrimientos, lo biol\u00f3gico<\/em> y lo afectivo<\/em> se confunden, llegando a llamaratracci\u00f3n<\/em> a lo que es mera idealizaci\u00f3n<\/em> del otro, o amor<\/em> a lo que es sentirse acogido, valorado<\/em> y aceptado. Tambi\u00e9n vamos a encontrar el caso contrario: Chicos y chicas que han vivido con satisfacci\u00f3n relaciones con el otro sexo, comenzar\u00e1n a forjar una identidad y una orientaci\u00f3n de car\u00e1cter homosexual. La mayor\u00eda de los chicos y chicas que sienten deseos hacia compa\u00f1eros o compa\u00f1eras del mismo sexo, lo niegan y se esfuerzan en hacerse pasar por heterosexuales; llegando en algunos casos a mostrarse muy masculinos o muy femeninas. Reconocerse, aceptarse y quererse como uno es, lleva su tiempo. Esta actitud inicial hay que saber tolerarla <\/em>pues, si no se encauza bien, lleva al adolescente a despreciarse y desvalorizarse a s\u00ed mismo, con consecuencias negativas para la autoestima y la identidad personal.
\nEl valor de la amistad a lo largo de la adolescencia cambia, y en cada cambio, el adolescente experimenta una gran gama de sentimientos y valores \u2013positivos como, por ejemplo, el cari\u00f1o, la confianza o la lealtad; o negativos, como los celos, la ira o la agresividad\u2013 que le ayudan a evaluar su competencia social desde los indicadores que cada cual, en funci\u00f3n del momento que est\u00e1 viviendo, considera m\u00e1s importantes. En la primera adolescencia ser\u00e1 la vestimenta o la apariencia f\u00edsica e ir\u00e1 dando paso a cualidades <\/em> como la capacidad de empat\u00eda o de establecer relaciones \u00edntimas. Con todo ello, el adolescente va a compone una imagen de autoeficacia<\/em> en las relaciones interpersonales y un autoconcepto<\/em> de ser valioso m\u00e1s all\u00e1 de lo que hace: estar con otros \u2013ya sea el grupo de amigos o \u201cla pareja\u201d\u2013, sin necesidad de decir o hacer cosas, hace que uno se descubra valioso por el mero hecho de ser \u00e9l mismo. Es ahora, cuando el adolescente deja de necesitar imperiosamente el halago de los otros y puede pasar de ser el rey de la casa<\/em> o el ombligo del mundo<\/em> a ser uno m\u00e1s, con sus luces y sus sombras, con la certeza de que, independientemente de lo que le digan los otros, se quiere a s\u00ed mismo y es digno de ser querido por los otros.
\nSaberse querido y, por consiguiente, saber que no necesita hacer nada para ser aceptado capacita para aceptar incondicionalmente al otro y para que, libres del temor de qu\u00e9 dir\u00e1n y de la carga de cuestionarse en todo, se pueda aceptar la responsabilidad de compartir vida y proyectos con el otro.
\n <\/p>\n\n
\nEste periodo de cambios y descubrimientos, en el que la clave va a ser, el dar nombre a la propia experiencia, a los sentimientos que en ella afloran y a la imagen, que con ellos cada cual se va formando de s\u00ed mismo, va acompa\u00f1ado del componente cognitivo: el adolescente se juzga a s\u00ed mismo haciendo continuamente comparaciones: se compara en c\u00f3mo era y c\u00f3mo es, c\u00f3mo se ve y c\u00f3mo le gustar\u00eda verse y\/o c\u00f3mo esperan los dem\u00e1s que sea\u2026 Estos juicios, unas veces conscientes y otras inconcientes, tienen inevitablemente un componente afectivo y van configurando im\u00e1genes personales o autoconcepto<\/em>s provisionales que integran elementos corporales, ps\u00edquicos, sociales y morales.
\nUna de las diferencias entre el adulto y el adolescente est\u00e1 en la capacidad que el adulto tiene, para contrastar sus ideas o pensamientos con la realidad. El adolescente va aprendiendo poco a poco, estrategias para salir de su mundo de las ideas y ver en qu\u00e9 medida su forma de pensar se adec\u00faa con la realidad. \u00c9ste es un proceso lento y doloroso para muchos adolescentes que, viendo c\u00f3mo son capaces de convencer en el grupo de iguales e incluso a los adultos, se topan con la realidad y no saben d\u00f3nde est\u00e1 el desajuste entre la realidad y sus ideas generalizadas, sus idealizaciones, sus racionalizaciones, sus pensamientos bipolares en donde no hay t\u00e9rmino medio\u2026; entre lo que ellos saben desde sus prejuicios y sus ideas preconcebidas y sus ideas sacadas de los libros y lo que ven en sus relaciones diarias, etc.
\nEn esta etapa es fundamental la existencia y la compa\u00f1\u00eda de alguien que ayude al adolescente a asumir que la realidad no es el reflejo fiel de lo que est\u00e1 en su mente, y que hay veces en las que su forma de ver el mundo est\u00e1 condicionada por su estado afectivo, sus fobias o sus gustos.
\n <\/p>\n\n
\nEn este periodo de cambios el adolescente se acerca, de vez en cuando, al adulto pidiendo ayuda. No siempre la forma de pedir ayuda es la m\u00e1s adecuada: unas veces es con gritos y reproches y otras con palabras halagadoras que facilitan el di\u00e1logo; puede, que nos lo pida expl\u00edcitamente o puede, que sus conductas est\u00e9n siendo un grito de auxilio para que alguien le lance un lazo de amistad al que agarrarse, y con el que subsistir en la tormenta. Quiz\u00e1 su llamada sea una duda o quiz\u00e1 se exprese con un juicio rotundo con el que enfrentarse al mundo\u2026
\nLo que el adolescente demanda del adulto no son discursos: esos ya est\u00e1n en los libros. Lo que el adolescente necesita, como cualquiera de nosotros, es encontrarse con un t\u00fa que, sin juzgarle, le tienda la mano para descifrar juntos el mensaje que trae y para que, escuchando en profundidad el mensaje, le ayude a ver las implicaciones \u2013en sus conductas, en sus pensamientos y en su mundo afectivo\u2013 que dicho mensaje encierra.
\nComo se ha dicho en m\u00e1s de una ocasi\u00f3n: el adolescente no busca maestros con discursos elocuentes, busca modelos a los que imitar.
\nNuestra labor de educar\u2013acompa\u00f1ar a los adolescentes, con independencia de si somos padres, educadores o amigos, requiere tres tiempos:
\ntiempo para parar<\/strong>; es decir, tiempo para que, sin dejarnos llevar por el caos y la vor\u00e1gine del momento, ayudemos al otro a ver las cosas con objetividad y a nombrarlas por su nombre huyendo de llamar injusticia a lo que es justo, incapacidad a lo que es miedo, \u201cmalo\u201d a quien se porta mal, etc.;
\ntiempo<\/strong> para aceptar<\/strong>, sabiendo que cada cual requiere su proceso y que el proceso de asumir la realidad (la nuestra, la de los otros y la del mundo) tiene que pasar necesariamente por la cabeza y por el coraz\u00f3n;
\ntiempo<\/strong> para cambiar<\/strong> con la certeza de que cuando el cambio no es impuesto sino que es algo que brota del coraz\u00f3n, ese cambio llega a ser aut\u00e9ntico.
\n <\/p>\n
\n
\n[1]<\/a> Lo mismo que se dice para la primera adolescencia y el cambio de Educaci\u00f3n Primaria a ESO se puede decir de la adolescencia media o tard\u00eda y de cualquiera de los cambios en el sistema educativo: pasar a Bachillerato, P.C.P.I. o Ciclos Formativos; e incluso llegar a la universidad o al mundo laboral como alumno en pr\u00e1cticas, becario\u2026
\n[2]<\/a> Hablo de grupo nuevo por considerar que la p\u00e9rdida de un miembro o la incorporaci\u00f3n de un miembro nuevo en un grupo hace que \u00e9ste sea distinto: hay una nueva negociaci\u00f3n de liderazgo, fidelidades, alianzas y coaliciones\u2026 En esta negociaci\u00f3n puede haber p\u00e9rdidas y\/o ganancias reales o percibidas que pueden ser fuente de integraci\u00f3n o de aislamiento.
\n[3]<\/a> Utilizo la expresi\u00f3n \u201cautoconceptos<\/em>\u201d para dar a entender que el concepto que uno tiene de s\u00ed mismo est\u00e1 configurado de las im\u00e1genes o autoconceptos<\/em>parciales que uno hace en funci\u00f3n del criterio que considere: como alumno, como amigo, como hijo, como deportista, etc. Tambi\u00e9n utilizar\u00e9 la expresi\u00f3n \u201cautoconceptos provisionales<\/em>\u201d para reflejar que la culminaci\u00f3n de este periodo bio\u2013psico\u2013social que es la adolescencia culmina con la adquisici\u00f3n e identificaci\u00f3n con una imagen personal o autoconcepto<\/em> estable fruto de las valoraciones parciales que sujeto hace a lo largo del tiempo.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"