{"id":7748,"date":"2009-04-01T00:00:00","date_gmt":"2009-03-31T22:00:00","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7748"},"modified":"2009-04-01T00:00:00","modified_gmt":"2009-03-31T22:00:00","slug":"entre-anuncio-y-catequesis","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/entre-anuncio-y-catequesis\/","title":{"rendered":"Entre anuncio y catequesis"},"content":{"rendered":"<p style=\"padding-left: 30px;text-align: right\"><em>El primer anuncio se dirige a los no creyentes y a los que, de hecho, viven en la indiferencia religiosa. Asume la funci\u00f3n de anunciar el Evangelio y llamar a la conversi\u00f3n. La catequesis, promueve y hacer madurar esta conversi\u00f3n inicial, educando en la fe al convertido e incorpor\u00e1ndolo a la comunidad cristiana<\/em> (DGC 61).<\/p>\n<p>&nbsp;<br \/>\nDe esta manera distingue el Directorio General para la Catequesis entre primer anuncio y catequesis. Si el primer anuncio se refiere al \u201cid\u201d de Jes\u00fas y se orienta a la conversi\u00f3n. La catequesis parte ya de la fe, busca educarla, alimentarla, robustecerla. Pero el mismo Directorio advierte enseguida que en la pr\u00e1ctica pastoral, no son f\u00e1cilmente delimitables las fronteras entre ambas acciones.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nLa reflexi\u00f3n que ofrecemos en este n\u00famero de <strong><em>Misi\u00f3n Joven<\/em><\/strong> se sit\u00faa precisamente en este horizonte en el que las fronteras se diluyen, porque quienes acceden a la catequesis necesitan una verdadera conversi\u00f3n.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nEn primer lugar, <strong>\u00c1lvaro Ginel<\/strong> se\u00f1ala la necesidad de una evangelizaci\u00f3n misionera previa, teniendo en cuenta que lo previo en el proceso de evangelizaci\u00f3n es precisamente el primer anuncio. En la acci\u00f3n pastoral esta atenci\u00f3n implica tanto la preparaci\u00f3n y cultivo intencionado de una manera de ser persona que se propone a los no bautizados y a los bautizados indiferentes para que puedan acoger el mensaje de Jes\u00fas, como tambi\u00e9n la presentaci\u00f3n amplia o anuncio primero del mismo mensaje, que abre los ojos a la novedad de la Revelaci\u00f3n y suscita las ganas de conocer mejor y de acoger m\u00e1s profundamente la persona y las palabras de Jesucristo. Todo ello es necesario para la construcci\u00f3n s\u00f3lida del edificio del creyente. Por ello, siguiendo al mismo Directorio, aboga por una institucionalizaci\u00f3n pastoral del primer anuncio en la Iglesia.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nEn esa construcci\u00f3n s\u00f3lida est\u00e1 comprometida la catequesis. Lamentablemente, como afirma <strong>Emilio Alberich<\/strong>, sigue siendo, en la mayor\u00eda de nuestras comunidades y parroquias, una signatura pendiente: no funciona, no consigue los frutos esperados, no responde a las fuerzas invertidas. Al considerarla como momento esencial y prioritario del proceso de evangelizaci\u00f3n, queremos resaltar su car\u00e1cter fundamental. Tiene que contribuir a entrar en un dinamismo de construcci\u00f3n, de crecimiento, de perfeccionamiento. No se trata de una simple transmisi\u00f3n de conocimientos o de la ense\u00f1anza de un dep\u00f3sito doctrinal. Se trata de aut\u00e9ntica educaci\u00f3n de la fe, dentro de un dinamismo evangelizador de crecimiento en la fe. S\u00f3lo una catequesis seria y continuada permite al acto de fe ir adquiriendo los rasgos de una realidad consistente y firme que penetra y se integra en el conjunto de la personalidad.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nRecientemente ha tenido lugar un acontecimiento sumamente importante en la Iglesia: el S\u00ednodo de los Obispos, celebrado en Roma durante el pasado mes de octubre. Toda la reflexi\u00f3n sinodal se centr\u00f3 en \u201cla Palabra de Dios en la vida y misi\u00f3n de la Iglesia\u201d. Las proposiciones aprobadas y entregadas al Santo Padre se refieren tambi\u00e9n a una pastoral b\u00edblica, al anuncio misionero, a la <em>lectio divina<\/em>, a la evangelizaci\u00f3n y a la catequesis. Para completar nuestra reflexi\u00f3n \u201centre anuncio y catequesis\u201d, <strong>Jordi Latorre<\/strong> rastrea en los textos sinodales para se\u00f1alar sus ejes fundamentales y, de manera especial, para proponer los aspectos dirigidos m\u00e1s directamente al proceso de evangelizaci\u00f3n y a la catequesis. Y hay, sin duda, un aspecto que merece destacarse de manera especial: la revitalizaci\u00f3n del anuncio cristiano y de la catequesis pasa por centrarlos en sus mismas ra\u00edces. No son otras que la Revelaci\u00f3n cristiana. En cuanto proceso de educaci\u00f3n en la fe, la catequesis debe plantar sus ra\u00edces en la Revelaci\u00f3n de Dios en Jesucristo y en la historia de la salvaci\u00f3n, que nos ha llegado a trav\u00e9s del texto b\u00edblico de la Palabra de Dios. La Escritura ha de convertirse realmente en el motor de la educaci\u00f3n en la fe y del proceso evangelizador.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nPrimer anuncio, anuncio expl\u00edcito, catequesis, han de situarse en el dinamismo evangelizador de la Iglesia y han de enraizarse en la Palabra de Dios, siempre \u201cviva y eficaz\u201d. Como explic\u00f3 Pablo VI en <em>Evangelii nuntiandi<\/em>, la evangelizaci\u00f3n es un proceso complejo y din\u00e1mico, que ha de integrar diversos elementos; cada uno de ellos es fundamental en la vida de la Iglesia, aunque, simplemente en s\u00ed mismo, ninguno refleja la rica realidad que comporta la evangelizaci\u00f3n. En la base, centro y a la vez culmen de este dinamismo est\u00e1 la proclamaci\u00f3n de Jesucristo, Hijo de dios hecho hombre, muerto y resucitado.<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">EUGENIO ALBURQUERQUE FRUTOS<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">directormj@misionjoven.org<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>El primer anuncio se dirige a los no creyentes y a los que, de hecho, viven en la indiferencia religiosa. Asume la funci\u00f3n de anunciar el Evangelio y llamar a la conversi\u00f3n. La catequesis, promueve y hacer madurar esta conversi\u00f3n inicial, educando en la fe al convertido e incorpor\u00e1ndolo a la comunidad cristiana (DGC 61). 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