{"id":7783,"date":"2009-01-01T00:00:17","date_gmt":"2008-12-31T22:00:17","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7783"},"modified":"2009-01-01T00:00:17","modified_gmt":"2008-12-31T22:00:17","slug":"el-camino-de-la-cruz","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-camino-de-la-cruz\/","title":{"rendered":"El Camino de la Cruz"},"content":{"rendered":"
\u00c1lvaro Ginel<\/strong> *\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 *\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 *<\/p>\n \u00c1lvaro Ginel Primera estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas es condenado a muerte\u201d He pasado haciendo el bien a todos; pero ellos me condenan a muerte. He abierto los ojos al ciego, he limpiado la piel del leproso, he saciado el hambre de los pobres; pero ellos me condenan a muerte. He tratado con bondad al pecador, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[142,1277,94],"tags":[],"class_list":["post-7783","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-ginel","category-materiales-384_385","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7783","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7783"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7783\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7783"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7783"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7783"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nPrimera estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas es condenado a muerte\u201d<\/strong>
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\nHe pasado haciendo el bien a todos; pero ellos me condenan a muerte. He abierto los ojos al ciego, he limpiado la piel del leproso, he saciado el hambre de los pobres; pero ellos me condenan a muerte. He tratado con bondad al pecador, he ense\u00f1ado la verdad a todos, la verdad que hace libres; pero ellos me condenan a muerte.
\nAs\u00ed son de injustos los juicios humanos. Padre, mi coraz\u00f3n se siente aplastado por la ingratitud, pero no les tomes en cuenta este pecado, que es fruto m\u00e1s de ignorancia y prejuicios, que de maldad. Yo les hab\u00eda dicho: \u201cNo juzguen y no ser\u00e1n juzgados\u201d; pero ellos, en su ceguera, han llegado a juzgar a su propio Juez.
\nAcepto con amor este juicio injusto, al fin y al cabo tan esperado, para que en esta vida los hombres se vean libres de la man\u00eda de juzgar y condenar a sus semejantes, y en la otra se vean libres de la sentencia condenatoria del Juicio.
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\nSegunda estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas es cargado con la cruz\u201d<\/strong>
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\nGracias, Padre, por esta cruz, esperada y amada. Es tosca, es pesada para estos hombros llagados por los azotes; pero, aceptada con amor, se me hace yugo suave y carga ligera. Los hombres me la imponen como vergonzoso pat\u00edbulo de malhechores, para humillarme; yo har\u00e9 de ella instrumento de redenci\u00f3n y liberaci\u00f3n, para levantarlos de su postraci\u00f3n y ennoblecerlos. Ellos me la cargan para darme la muerte; yo la abrazo para darles la vida.
\nPadre m\u00edo, yo quisiera con el peso de esta cruz aliviar la cruz del dolor de tantos enfermos, de tantos esclavos, de tantos hambrientos, de tantos sumidos en el vicio; quisiera cargar sobre mis hombros el peso de toda la humanidad. Haz que los hombres, movidos por mi ejemplo, se ayuden unos a otros a soportar sus cargas.
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\nTercera estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas cae por primera vez\u201d<\/strong>
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\nRealmente la cruz est\u00e1 pesada. Casi no puedo m\u00e1s. Es que no es s\u00f3lo la madera lo que pesa. Esos insultos que oigo de la gente grosera, esas palabras hip\u00f3critas con que quieren los escribas justificar su actuaci\u00f3n, esa indiferencia con que me miran muchos, el abandono de quienes por tres a\u00f1os han comido conmigo y a quienes he llamado \u201camigos\u201d, la ingratitud que hay detr\u00e1s de todo eso\u2026 Padre, todo esto pesa; casi estoy desanimado, como anoche en el huerto. Pero quiero levantarme y seguir, porque no puedo dejar a medias el sacrificio de amor que he empezado.
\nCu\u00e1ntos disc\u00edpulos m\u00edos, m\u00e1s tarde, necesitar\u00e1n ver este ejemplo m\u00edo de fortaleza, cuando en el extremo de la resistencia se sientan tentados de abandonar la fidelidad a su matrimonio, a su sacerdocio, a sus compromisos religiosos, a tus mandamientos. Ti\u00e9ndeles tu mano, Padre.
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\nCuarta estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas encuentra a su Sant\u00edsima Madre\u201d:<\/strong>
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\n\u00a1Hola, mam\u00e1! \u00bfQu\u00e9 tal est\u00e1s? \u00bfLloras? Siento mucho tener que causarte este dolor. Lo siento mucho. Realmente no ha sido por mi culpa, t\u00fa lo sabes. Les he hecho todo el bien que me ha sido posible. He tratado de cumplir con responsabilidad la misi\u00f3n que el Padre me ha confiado. T\u00fa misma me ense\u00f1aste a ser as\u00ed: a guardar la voluntad del Padre y a amar a todos.
\nAhora sufres; pero estoy seguro de que en el fondo te sientes contenta, \u00bfNo es verdad? Y de que sigues queri\u00e9ndolos como hijos: ahora es cuando m\u00e1s te necesitan.
\nYo sigo mi camino. Acomp\u00e1\u00f1ame con tu dolor, con tu comprensi\u00f3n, con tu cari\u00f1o: me hacen tanto bien!
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\nQuinta estaci\u00f3n: \u201cSim\u00f3n de Cirene ayuda a Jes\u00fas a llevar la cruz\u201d<\/strong>
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\nGracias, buen hombre. Ya me sent\u00eda desfallecer. Ahora me siento aliviado. Verdaderamente, t\u00fa al principio consideraste este encuentro conmigo como un desdichado contratiempo, tu detenci\u00f3n como un abuso de autoridad, esta cruz como un madero infamante. Luego, al encontrarse tus ojos con los m\u00edos, tu evidente desagrado se fue transformando en compasi\u00f3n, en servicio humanitario, en colaboraci\u00f3n aceptada con amor. Ahora ya comprendes el plan de Dios: es El quien te puso sobre mi camino, porque te quiere.
\nHoy, con este compasivo servicio que me has prestado, ha entrado la salvaci\u00f3n a tu casa; tus hijos, Alejandro y Rufo, ser\u00e1n mis disc\u00edpulos; tu nombre ser\u00e1 recordado hasta el fin de los tiempos, y este gesto tuyo servir\u00e1 de ejemplo para tantas almas generosas que se dedican a aliviar a sus hermanos, miembros m\u00edos dolientes, en sus necesidades materiales y espirituales. Gracias, Sim\u00f3n.
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\nSexta estaci\u00f3n: \u201cLa Ver\u00f3nica enjuga el rostro de Jes\u00fas\u201d<\/strong>
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\nGracias, buena mujer. Sim\u00f3n alivi\u00f3 mi cuerpo, t\u00fa alivias mi alma. En medio de tanta insensibilidad e ingratitud, es delicada y noble tu gratitud por haberte yo curado en Cafarnaum de tu flujo de sangre. En medio de tanta cobard\u00eda y respeto humano, es heroico y atrevido tu gesto de abrirte paso y llegarte a m\u00ed para ofrecerme este religioso servicio.
\nVes qu\u00e9 desfigurado y sucio est\u00e1 mi rostro. Dichosa t\u00fa que has sabido reconocerme tras estas apariencias. Tu ejemplo seguramente servir\u00e1 a muchos para que en sus hermanos pobres sepan ver y servir a mi misma persona. Dichosa t\u00fa porque no te has avergonzado de m\u00ed y me has confesado delante de los hombres; yo tambi\u00e9n un d\u00eda te confesar\u00e9 delante de mi Padre del Cielo. Ll\u00e9vate una prenda de mi gratitud, ll\u00e9vate mi rostro impreso en ese lienzo. Gracias, buena mujer.
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\nS\u00e9ptima estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas cae por segunda vez bajo el peso de la cruz\u201d<\/strong>
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\nPadre m\u00edo, ya no tengo fuerzas. El camino es largo, la marcha es lenta, la cruz pesada. Dame una mano, ay\u00fadame a levantarme, que estoy solo. La gente alrededor no comprende el misterio de mi amor; s\u00f3lo est\u00e1n de curiosos. Me vuelven a la mente todas las escenas de anoche en el huerto cuando sud\u00e9 sangre; me parece que todo este sacrificio va a ser in\u00fatil; que los hombres no comprender\u00e1n mi mensaje y que seguir\u00e1n en sus pecados.
\nPero no, Padre. Quiero levantarme y seguir mi camino. Mi fidelidad hasta la muerte es condici\u00f3n para que ellos tambi\u00e9n, muchos, se levanten de sus vicios, se despierten y reaccionen ante sus actitudes en que se han fatalmente instalado.
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\nOctava estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas encuentra a las piadosas mujeres\u201d<\/strong>
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\nBuenas mujeres, les agradezco mucho esta expresi\u00f3n de su amor. Acepto esas l\u00e1grimas sinceras, brotadas de la fe. Pero atentas, traten de ir al fondo del significado de las cosas. Mi rostro desfigurado, mi caminar vacilante, mi sufrimiento, la sentencia de muerte que pesa sobre m\u00ed, son apenas el efecto.
\nPero, preg\u00fantense, \u00bfcu\u00e1l es la causa? \u00bfpor qu\u00e9 se lleg\u00f3 a este extremo? \u00bfNo son acaso los pecados? El legalismo, la autosuficiencia, los prejuicios, el orgullo, el desprecio de los dem\u00e1s, la envidia, el odio ciego, la estrechez de coraz\u00f3n. Esto, todo esto hay que llorar.
\nQue mi Padre les conceda comprender estas cosas, para que este dolor las lleve a un celo aut\u00e9ntico: el de luchar contra el pecado, ra\u00edz de todo mal.
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\nNovena estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas cae por tercera vez bajo la cruz\u201d<\/strong>
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\nAhora s\u00ed, ya no m\u00e1s, a pesar de los azotes que me dan para que me levante; ya no m\u00e1s. El sendero es empinado y pedregoso, f\u00e1cilmente uno resbala; la cruz la siento siempre m\u00e1s inc\u00f3moda, dura, insoportable. Pero, sobre todo, miro al futuro.
\nSiento que sobre m\u00ed pesa todo el mundo y sus pecados. Veo a aquellos j\u00f3venes aplastados por el peso de las tentaciones: acosados, empujados, arrastrados para que caigan en el mal. El inter\u00e9s comercial de individuos sin escr\u00fapulos, el mal ejemplo de los adultos, la invitaci\u00f3n de los amigos, la publicidad obscena, la costumbre, la moda, el respeto humano, las burlas, los prejuicios, el atractivo del placer\u2026: todo, todo los acobarda, los aturde, y caen, y no pueden levantarse, est\u00e1n con el rostro en el polvo, esclavos.
\nPero \u00bfc\u00f3mo podr\u00e1n levantarse, si yo no me levanto? \u00bfQui\u00e9n les dar\u00e1 la fuerza, si yo no sigo fiel a mi entrega hasta la cruz?
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\nD\u00e9cima estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas es despojado de sus vestiduras\u201d<\/strong>
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\nMe lo han quitado todo. Han dejado al descubierto mi cuerpo llagado. Es la hostia para el sacrificio. Ya no tengo nada m\u00edo: pobre nac\u00ed y pobre muero: T\u00fa me bastas, Padre. Ahora todo est\u00e1 listo. Me dan, compasivamente, vino mezclado con mirra, para que no sienta el dolor. As\u00ed hacen los hombres: no quieren sentir el dolor; y evaden. Evaden con el licor, con las drogas, con las diversiones, con los viajes de placer, con ciertos espect\u00e1culos, con mil inventos fatuos.
\nQuieren olvidar. Y as\u00ed pierden una preciosa ocasi\u00f3n para reflexionar, para recapacitar, para entrar en s\u00ed mismos y madurar. Les har\u00eda tanto bien.
\nPadre m\u00edo, yo quiero sufrir con plena conciencia y lucidez el tormento de la cruz; quiero ofrec\u00e9rtelo con todo amor a Ti en favor de los hombres, para que ning\u00fan espejismo los enga\u00f1e.
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\nUnd\u00e9cima estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas es clavado en la cruz\u201d<\/strong>
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\nPadre m\u00edo, perd\u00f3nales, porque no saben lo que hacen. Estos clavos desgarran mis venas, mis nervios, y hacen crujir mis huesos. Estos martillazos retumban en mis o\u00eddos. Estoy sufriendo mucho. Todo el cuerpo se rebela. Pero, aunque los clavos no me sujetaran a la cruz, mi amor a los hombres me atar\u00eda a ella indisolublemente. Desde hoy yo y la cruz formaremos una sola cosa; no se me podr\u00e1 encontrar sino clavado en ella. Para los Griegos ser\u00e1 necedad, para los Jud\u00edos esc\u00e1ndalo; pero para los que crean, ser\u00e1 tabla de salvaci\u00f3n, la \u00fanica.
\nY ahora alivia, Padre, por mi sufrimiento, el sufrimiento de todos aquellos que est\u00e1n clavados en una cama de hospital, en una silla de inv\u00e1lidos, en la mesa del trabajo, en el puesto del deber. Y as\u00ed como con mi amor he transformado el sentido de esta cruz, conc\u00e9deles a ellos transformar sus cruces en expresi\u00f3n de amor.
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\nDuod\u00e9cima estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas muere en la cruz\u201d<\/strong>
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\nDios m\u00edo, Dios m\u00edo, \u00bfpor qu\u00e9 me has abandonado? \u00bfPor qu\u00e9 no respondes? \u00bfPor qu\u00e9 te quedas lejos? Me siento solo, solo. Mi garganta est\u00e1 seca: tengo sed. Pero m\u00e1s sed siente mi coraz\u00f3n de amistad, de correspondencia.
\nSoy como la serpiente que Mois\u00e9s levant\u00f3 en el desierto: quien me mira con fe, queda salvado. Pero qu\u00e9 pocos me miran con fe: lo hizo este amigo de la derecha, y hoy mismo lo llevar\u00e9 al Para\u00edso; pero muchos otros siguen insult\u00e1ndome, provoc\u00e1ndome a que baje de la cruz. No debe bajar; quiero entregarme hasta el final.
\nPadre, estoy suspendido entre el cielo y la tierra, punto focal del universo y de la historia: atrae hacia m\u00ed a todos los hombres; derriba todos los muros de separaci\u00f3n; que en m\u00ed reencuentren la unidad perdida por el pecado. Acepta la vida del pastor por la de las ovejas; la del hermano que se entrega libremente por sus hermanos.
\nPadre, en tus manos pongo mi esp\u00edritu.
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\nDecimotercera estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas es bajado de la cruz\u201d<\/strong>
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\nAqu\u00ed me tienes, mam\u00e1. Como el hijo que vuelve de la guerra, como el hijo que vuelve a la tarde polvoriento del trabajo. Cansado, ensangrentado, pero victorioso. Debes estar orgullosa de tu Hijo: he sido fiel a la misi\u00f3n que mi Padre me hab\u00eda confiado. Yo tambi\u00e9n estoy orgulloso de ti: te has portado como los valientes bajo la cruz; has sido fuerte; has sido generosa: has ofrecido al Hijo de tus entra\u00f1as por esos otros innumerables hijos tuyos, desorientados como pr\u00f3digos por los caminos del mundo.
\nAhora yo me voy al Padre; un d\u00eda te llevar\u00e9 conmigo. Entre tanto, cuida a esos mis hermanos: ahora es cuando m\u00e1s necesitan tus cuidados maternales. \u00a1Adi\u00f3s, mam\u00e1!
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\nDecimocuarta estaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas es depositado en el sepulcro\u201d<\/strong>
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\nTodo est\u00e1 cumplido, Padre. He anunciado tu nombre a mis hermanos. Ahora vengo a tu descanso. En el mundo se ha ocultado el Sol; pero no es m\u00e1s que un ocaso de tres d\u00edas. Luego estallar\u00e1 la aurora y una gran luz brillar\u00e1 definitivamente en el cielo de la humanidad, para iluminar y orientar cada vida de hombre que viene a este mundo.
\nYa no quedar\u00e1n hu\u00e9rfanos; ya definitivamente tendr\u00e1n una puerta, un camino y un pastor; no les faltar\u00e1 agua viva y pan del cielo. He aqu\u00ed que comienzo a hacer nuevas todas las cosas, porque mi victoria sobre el pecado, el mal y la muerte, ha sido decretada irrevocablemente y ya ha empezado.
\nGracias, Padre: tus planes son siempre magn\u00edficos.
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\n <\/p>\n
\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"