{"id":7797,"date":"2009-01-01T00:00:29","date_gmt":"2008-12-31T22:00:29","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7797"},"modified":"2009-01-01T00:00:29","modified_gmt":"2008-12-31T22:00:29","slug":"en-las-nuevas-fronteras-de-la-mision","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/en-las-nuevas-fronteras-de-la-mision\/","title":{"rendered":"En las nuevas fronteras de la misi\u00f3n"},"content":{"rendered":"
Jos\u00e9 Mar\u00eda Blanco es Delegado Provincial de Marginaci\u00f3n (Salesianos Le\u00f3n)<\/strong> <\/strong> <\/strong> <\/strong> JOS\u00c9 MAR\u00cdA BLANCO<\/p>\n Jos\u00e9 Mar\u00eda Blanco es Delegado Provincial de Marginaci\u00f3n (Salesianos Le\u00f3n) S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Aborda y expone el art\u00edculo la reflexi\u00f3n y confrontaci\u00f3n del Cap\u00edtulo General 26 de los Salesianos sobre las nuevas fronteras de la misi\u00f3n. Se trata de una opci\u00f3n eclesial y salesianamente prioritaria que pide a los agentes de pastoral reavivar la vocaci\u00f3n […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1280,1281,94],"tags":[],"class_list":["post-7797","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-384_385","category-jose-maria-blanco","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7797","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7797"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7797\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7797"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7797"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7797"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nAborda y expone el art\u00edculo la reflexi\u00f3n y confrontaci\u00f3n del Cap\u00edtulo General 26 de los Salesianos sobre las nuevas fronteras de la misi\u00f3n. Se trata de una opci\u00f3n eclesial y salesianamente prioritaria que pide a los agentes de pastoral reavivar la vocaci\u00f3n de misioneros de los j\u00f3venes m\u00e1s pobres y se\u00f1ala, al mismo tiempo, algunas orientaciones precisas a la pastoral juvenil: dejarse afectar para llegar a un nueva manera de mirar e interpretar el mundo, sentirse interpelados y comprometidos para ser capaces de \u201cdar m\u00e1s a quien ha recibido menos\u201d, de salir de la propia tierra y de responder con audacia a las nuevas situaciones de exclusi\u00f3n.
\n
\nCon motivo del CG 26, los salesianos hemos querido confrontarnos seriamente con Don Bosco, con su vida, con sus opciones, con su pasi\u00f3n educativa y pastoral, y preguntarnos con valent\u00eda si realmente estamos siendo plenamente fieles a su esp\u00edritu o tal vez las adherencias propias del paso del tiempo, el aumento y complejidad de las estructuras que hemos ido creando, la tendencia a la inercia y las resistencias a los cambios propias de toda instituci\u00f3n grande, etc., nos han ido alejando poco a poco de \u00e9l, no s\u00f3lo hist\u00f3ricamente sino sobre todo carism\u00e1ticamente.
\nEn el an\u00e1lisis realizado creemos con sinceridad que hay muchos signos positivos de fidelidad a Don Bosco en la vida de los salesianos, de las comunidades, de los seglares con los que compartimos carisma y misi\u00f3n. Pero tambi\u00e9n constatamos la necesidad de asumir con mucha mayor audacia prof\u00e9tica algunas opciones que para Don Bosco fueron decisivas pero que en muchos casos, para nosotros, aunque te\u00f3ricamente est\u00e1n presentes y asumidas, en la pr\u00e1ctica han quedado relegadas a un segundo plano o no hemos sido capaces de responder con todas las consecuencias a lo que implican. A estas opciones es a las que el Cap\u00edtulo ha denominado las nuevas fronteras<\/em> de la misi\u00f3n.
\nEntre ellas, la que hemos considerado como prioritaria, porque es en la que m\u00e1s nos jugamos nuestra fidelidad a Don Bosco, es sin duda la de la opci\u00f3n por los j\u00f3venes m\u00e1s pobres. No es posible \u201cvolver a Don Bosco<\/em>\u201d, lema de nuestro Cap\u00edtulo General, sin una vuelta real y concreta a los j\u00f3venes m\u00e1s pobres<\/em>, destinatarios fundamentales de su pasi\u00f3n apost\u00f3lica. Don Bosco no fund\u00f3 una congregaci\u00f3n para cuidar a los j\u00f3venes bien instalados, con amplias oportunidades de estudios, trabajo, formaci\u00f3n religiosa, etc. Su preocupaci\u00f3n fueron siempre los chavales de la calle, los inmigrantes del campo que llegaban a Tur\u00edn y no ten\u00edan nada, los marginados y rechazados por todos, los j\u00f3venes sin familia y sin parroquia, los j\u00f3venes explotados cruelmente en las nuevas f\u00e1bricas o los que abarrotaban las c\u00e1rceles porque nadie se hab\u00eda ocupado previamente de ellos.
\n <\/p>\n\n
\nDon Bosco fue siempre un hombre de frontera, en lo educativo, en lo social y en lo pastoral. Fue un educador-pastor que supo arriesgarse, que no se conform\u00f3 con ser un cura como la mayor\u00eda de los curas de su tiempo, que no quiso dedicarse a los j\u00f3venes a los que ya se dedicaba la mayor\u00eda de los educadores de su tiempo, que no se limit\u00f3 a llevar a cabo una educaci\u00f3n y una pastoral como la tradicional en la mayor parte de las escuelas y parroquias de su tiempo.
\nTen\u00eda claro que el lugar de su misi\u00f3n no era el \u201ccentro\u201d de la ciudad, de la sociedad y de la Iglesia, sino que su sitio estaba en los m\u00e1rgenes, en las periferias, all\u00ed donde se encontraban los j\u00f3venes excluidos de lo social-pol\u00edtico-eclesialmente \u201ccorrecto\u201d, los j\u00f3venes que no interesaban a casi nadie porque no sab\u00edan \u201cni ayudar a misa\u201d. Y se dedicar\u00e1 a recorrer las calles de Tur\u00edn, las c\u00e1rceles, las f\u00e1bricas, los orfanatos\u2026y pondr\u00e1 su obra en Valdocco, uno de los barrios perif\u00e9ricos de peor fama de Tur\u00edn. Esa ser\u00e1 su tierra de misi\u00f3n pastoral, en la frontera\u2026 Muchos le tildaron de loco, de cura con comportamientos poco \u201cdecorosos\u201d, indignos de su condici\u00f3n sacerdotal, o simplemente de estar perdiendo el tiempo con esa \u201cchusma\u201d de chavales. Pero \u00e9l sigui\u00f3 adelante porque ten\u00eda clara su vocaci\u00f3n de educador y de pastor para los j\u00f3venes pobres.
\nY quiso una congregaci\u00f3n, y un movimiento de personas, que apostase tambi\u00e9n por lo mismo, en lo educativo, en lo social y en lo pastoral. Arraigados firmemente en Cristo y el Evangelio, centro de la fe, sinti\u00e9ndose enviados por \u00c9l, pero trabajando, evangelizando, en \u201cla frontera\u201d, con los j\u00f3venes excluidos por m\u00faltiples pobrezas de la vida digna y feliz que Dios sue\u00f1a para todos sus hijos e hijas. Y por eso \u201cinvent\u00f3\u201d, o potenci\u00f3, estructuras e iniciativas \u201cde frontera\u201d como el oratorio-centro juvenil salesiano, a mitad de camino entre el cl\u00e1sico oratorio parroquial y un centro socioeducativo abierto a todos los j\u00f3venes de la zona, los Talleres Profesionales, como plataforma intermedia entre la escuela y el mundo del trabajo, el Sistema Preventivo, un modo original de educar y evangelizar pensado sobre todo para los j\u00f3venes con m\u00e1s dificultades, las Misiones salesianas, para llevar la fe hacia las lejanas tierras de frontera, etc.
\nComo continuadores de Don Bosco hoy, nos hemos sentido interpelados en este Cap\u00edtulo, para revitalizar y reavivar nuestra vocaci\u00f3n de misioneros de los j\u00f3venes m\u00e1s pobres, de testigos de la Buena Noticia del Evangelio en las nuevas fronteras de la sociedad y de la Iglesia.
\nNuevas fronteras porque nuevos son los retos y desaf\u00edos que nos plantean las pobrezas actuales de los j\u00f3venes. Nuevas fronteras porque en ellas resuena siempre la novedad del Evangelio que puede renovar tambi\u00e9n nuestras vidas. Nuevas fronteras porque nos obligan a nuevos planteamientos, estructuras y m\u00e9todos pastorales.
\nEl Cap\u00edtulo nos ha ayudado a tomar conciencia del reto. Ahora hay que encontrar los caminos para responder a ese reto. Aunque evidentemente no partimos de cero. Siempre ha habido salesianos y obras salesianas dedicadas a los m\u00e1s pobres. Es significativo el crecimiento continuo en los \u00faltimos a\u00f1os de las plataformas sociales salesianas en Espa\u00f1a. La sensibilizaci\u00f3n y formaci\u00f3n en este campo ha ido tambi\u00e9n increment\u00e1ndose. La toma de conciencia de nuestra responsabilidad en la defensa de los derechos humanos, especialmente de los menores, va encontrando cauces s\u00f3lidos de reflexi\u00f3n y compromiso. La cooperaci\u00f3n al desarrollo llevada a cabo por nuestras ong\u2019s son un apoyo important\u00edsimo para tantos proyectos en los pa\u00edses empobrecidos. Son todas realidades muy positivas que hay que saber reconocer y valorar. Pero al mismo tiempo tenemos que ser conscientes tambi\u00e9n de que a\u00fan nos queda mucho recorrido por hacer.
\n <\/p>\n\n
\nUn \u00e1mbito donde habr\u00e1 que profundizar con seriedad es precisamente el de la pastoral juvenil: \u00bfqu\u00e9 implicaciones tiene para la pastoral juvenil el poner en el centro de nuestros proyectos a los j\u00f3venes m\u00e1s pobres, a los alejados y excluidos?, \u00bfqu\u00e9 tipo de obras, de educadores-pastores y de ofertas son necesarios?, \u00bfc\u00f3mo anunciar a Jes\u00fas e iniciar en la fe a estos j\u00f3venes que en un principio parecen tan alejados de todo este \u00e1mbito?, \u00bfc\u00f3mo hacer para que nuestros ambientes tradicionales de pastoral juvenil (escuelas, parroquias, centros juveniles) est\u00e9n abiertos y preparados a una pastoral que llegue a los \u00faltimos?
\nSi ya en general toda pastoral juvenil es de por s\u00ed \u201cpastoral de frontera\u201d, por todas las dificultades que entra\u00f1a hoy en d\u00eda, con mucha m\u00e1s raz\u00f3n lo es una pastoral juvenil que opte por los j\u00f3venes excluidos. Y sin embargo, no nos podemos inhibir, porque somos bien conscientes de que los destinatarios prioritarios del Evangelio y, por lo tanto, de la pastoral son precisamente los m\u00e1s pobres.
\nA todas esas preguntas habr\u00e1 que ir dando respuesta poco a poco, descubriendo en ellas la llamada que Dios hoy nos hace como agentes de pastoral de frontera. A trav\u00e9s de la reflexi\u00f3n y de la escucha atenta y profunda de la realidad juvenil actual, de la experiencia educativa y pastoral compartida de tantas personas comprometidas ya en este campo, de la elaboraci\u00f3n de itinerarios y proyectos pastorales \u201cexperimentales\u201d cuya pr\u00e1ctica y evaluaci\u00f3n nos puede ir dando pistas interesantes de futuro, etc., tendremos que ir descubriendo esas nuevas respuestas, esos nuevos caminos.
\nEl Cap\u00edtulo, sin concluir las reflexiones, ofrece un amplio conjunto de pistas sobre todas estas cuestiones. Aunque dirigidas fundamentalmente a los salesianos, creo que pueden ser pistas interesantes para todos los agentes de pastoral interesados e implicados en estas nuevas fronteras.
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\n2.1. Conversi\u00f3n de la mirada y del coraz\u00f3n<\/strong>
\n <\/strong>
\nNo es posible ser fieles al Evangelio, no es posible ser seguidores de Jes\u00fas, sin una opci\u00f3n clara y decidida por los m\u00e1s pobres. El Dios anunciado y encarnado en Jes\u00fas es el Dios de los pobres, el Dios que siente compasi\u00f3n y se conmueve hasta las entra\u00f1as ante el grito de dolor de los oprimidos, el Dios que se manifiesta como liberador del pueblo esclavizado en Egipto y que se pone siempre del lado de los humildes y de los \u00faltimos, el Dios que alza su voz a trav\u00e9s de los profetas contra las injusticias y la corrupci\u00f3n de los gobernantes, el Dios que a trav\u00e9s de la palabra y sobre todo de las acciones de Jes\u00fas se revela como Buena Noticia para los pobres. El camino que lleva a Dios pasa necesariamente a trav\u00e9s del amor tierno y comprometido por los que sufren, por los excluidos de la sociedad. M\u00edstica y compromiso, contemplaci\u00f3n y lucha, son ejes que se implican mutuamente en la experiencia cristiana, tal y como la vivi\u00f3 Jes\u00fas y como la han vivido a lo largo de la historia todos los grandes seguidores y seguidoras de Jes\u00fas.
\nAs\u00ed lo entendi\u00f3 tambi\u00e9n Don Bosco, cuya pasi\u00f3n por Dios no le llev\u00f3 a un falso misticismo, a un espiritualismo desencarnado, sino que le llev\u00f3 a ver y sentir la realidad con la mirada y el coraz\u00f3n de Dios. Y, como Dios mismo, oy\u00f3 el grito de los j\u00f3venes pobres que vagaban por la ciudad de Tur\u00edn, que eran explotados en las nuevas f\u00e1bricas, que se maleaban en las c\u00e1rceles, o que, sin familia y tal vez sin fe, estaban solos en la encrucijada m\u00e1s importante de su vida donde se decid\u00eda su futuro, v\u00edctimas de una sociedad que se aprovechaba de ellos y se serv\u00eda de ellos mientras le eran \u00fatiles y luego se desprend\u00eda de ellos en las c\u00e1rceles o dej\u00e1ndoles morir por las enfermedades y las p\u00e9simas condiciones de vida, cuando ya no les necesitaba.
\n\u00bfNo recuerda todo esto lo que hoy estamos viviendo con los inmigrantes que llegan a nuestro pa\u00eds?, \u00bfo con los menores en situaci\u00f3n de riesgo o exclusi\u00f3n?, \u00bfo con pueblos enteros de los que nos hemos enriquecido, y seguimos haci\u00e9ndolo, y que abandonamos a su suerte cuando se ponen en peligro nuestros privilegios?
\n
\nAsumir la frontera de la pobreza implica en primer lugar asumir una nueva manera de mirar e interpretar el mundo y la sociedad<\/em>. Es adquirir una mirada, una sensibilidad, un modo de leer la realidad, que nos haga abrir los ojos y ver esa frontera de la pobreza no como algo lejano sino como algo que tenemos muy cerca de nosotros, en las consecuencias y a\u00fan m\u00e1s en las causas, fruto de nuestro estilo de vida, de nuestra indiferencia, o de nuestra falta de coraje en muchos casos. S\u00f3lo si se nos conmueven las entra\u00f1as como a Jes\u00fas ante el sufrimiento de las personas, s\u00f3lo si, como Don Bosco, quedamos \u201chorrorizados\u201d ante el espect\u00e1culo de la pobreza, podremos adentrarnos con pasi\u00f3n en el mundo de los pobres.
\nPor ello, la primera pista a la que nos invita el Cap\u00edtulo General 26 en este n\u00facleo, es hacer nuestra la experiencia de Don Bosco de dejarnos \u201cafectar\u201d existencialmente por las situaciones de pobreza actuales de los j\u00f3venes: \u201cAl recorrer los caminos del mundo, tambi\u00e9n nosotros nos encontramos en los rostros de los j\u00f3venes inmigrantes, a muchachos explotados por el turismo sexual y por el trabajo de menores, a t\u00f3xico-dependientes, a enfermos de SIDA-HIV, a inadaptados sociales, a desocupados, a v\u00edctimas de la violencia, de la guerra y de los fanatismos religiosos, a ni\u00f1os-soldado, a muchachos de la calle, a disminuidos f\u00edsicos y ps\u00edquicos, a j\u00f3venes en peligro. Quedamos impresionados por lugares de marginaci\u00f3n en los que los j\u00f3venes viven, como en periferias de ciudades y barrios de chavolas, y por algunas situaciones de marginaci\u00f3n como las de los refugiados, de los ind\u00edgenas, de los gitanos y de las minor\u00edas \u00e9tnicas. Reconocemos tambi\u00e9n las esperanzas de los j\u00f3venes espiritual y culturalmente pobres, que solicitan nuestro compromiso: j\u00f3venes que han perdido el sentido de la vida, carentes de afecto a causa de la inestabilidad de la familia, desilusionados y vac\u00edos por la mentalidad consumista, indiferentes religiosamente, desmotivados por el permisivismo, por el relativismo \u00e9tico, por la extendida cultura de muerte\u201d[1]<\/a>.
\nVolver a Don Bosco, volver al Evangelio con la pasi\u00f3n de Don Bosco, exige, en primer lugar, una conversi\u00f3n de la mirada y del coraz\u00f3n, un preguntarnos c\u00f3mo es nuestra sensibilidad ante todas estas realidades, hasta qu\u00e9 punto nos hemos acostumbrado a ellas, o peor a\u00fan, si en nuestro modo de verlas y juzgarlas nos hemos \u201ccontagiado\u201d tanto de la mentalidad dominante que nos alegramos cada vez que se anuncia \u201cmano dura\u201d con los inmigrantes, con los menores, con los \u201cdiferentes\u201d por motivos religiosos, culturales, sexuales, etc., en vez de verlos con los ojos y coraz\u00f3n misericordiosos de Dios que nos recuerda que son hermanos y hermanas nuestras, hijos e hijas del mismo Padre, que nos dice: \u201clo que hicisteis con uno de estos mis hermanos m\u00e1s peque\u00f1os, a m\u00ed me lo hicisteis\u201d (Mt 25,40).
\n <\/strong>
\n2.2. Sentirse interpelados y comprometidos<\/strong>
\n <\/strong>
\nPero tampoco podemos quedarnos ah\u00ed. Otros muchos contempor\u00e1neos de Don Bosco vieron tambi\u00e9n a los j\u00f3venes pobres de las calles de Tur\u00edn. Pero se quedaron en la lamentaci\u00f3n, o en la espera de que otros hiciesen algo. Sin embargo Don Bosco, se sinti\u00f3 interpelado en primera persona<\/em>. \u201cDon Bosco se sinti\u00f3 enviado por Dios para responder al grito de los j\u00f3venes pobres e intuy\u00f3 que, si era importante dar respuesta inmediata a su m\u00edsera situaci\u00f3n, todav\u00eda lo era m\u00e1s prevenir las causas\u201d[2]<\/a>.
\nAnte los nuevos desaf\u00edos, ante las nuevas fronteras de la pobreza juvenil, Don Bosco responde con audacia. Conjugando \u201crespuestas inmediatas\u201d con \u201cprevenir las causas\u201d. Dos aspectos fundamentales de la acci\u00f3n pastoral salesiana: la urgencia y pragmatismo de las respuestas ante la pobreza, y la capacidad de ir m\u00e1s all\u00e1 con respuestas m\u00e1s globales que vayan a las causas mediante la educaci\u00f3n de los j\u00f3venes y la transformaci\u00f3n de la sociedad. \u201cSiguiendo su ejemplo, queremos ir a su encuentro, convencidos de que el modo m\u00e1s eficaz para responder a sus pobrezas es precisamente la acci\u00f3n preventiva (\u2026), educaci\u00f3n \u00e9tica, promoci\u00f3n de la dignidad de la persona, compromiso socio-pol\u00edtico, ejercicio de la ciudadan\u00eda activa, defensa de los derechos de los menores, lucha contra la injusticia y construcci\u00f3n de la paz\u201d[3]<\/a>.
\nDesaf\u00edos como \u00e9stos requieren aut\u00e9nticos esfuerzos de renovaci\u00f3n y procesos de cambio de mentalidades y de estructuras: \u201cde una atenci\u00f3n ocasional a los j\u00f3venes pobres, a proyectos precisos y duraderos a su servicio; de una mentalidad asistencial, a la implicaci\u00f3n de los j\u00f3venes pobres para que sean protagonistas de su desarrollo y se comprometan en el \u00e1mbito sociopol\u00edtico; de una intervenci\u00f3n directa por las v\u00edctimas de la injusticia, a un trabajo en red para combatir sus causas\u201d[4]<\/a>.
\nUnos procesos que nos tienen que llevar a \u201ctomar opciones valientes a favor de los j\u00f3venes pobres y en peligro\u201d[5]<\/a>, que exigen sensibilidad personal y comunitaria, predilecci\u00f3n por los pobres, proyectos expl\u00edcitamente dedicados a los j\u00f3venes m\u00e1s pobres de la zona, solidaridad con las obras sociales, valor para resituar y reajustar las obras para que est\u00e9n al servicio de los j\u00f3venes pobres, b\u00fasqueda de alternativas a determinadas situaciones negativas de los j\u00f3venes, defensa de los derechos de los menores con valor prof\u00e9tico y sensibilidad educativa.
\n <\/strong>
\n2.3. Optar por lo m\u00e1s evang\u00e9lico<\/strong>
\n <\/strong>
\nEl Rector Mayor, en su discurso de clausura, constataba que \u201cla atenci\u00f3n a los \u00faltimos, a los m\u00e1s pobres, a los m\u00e1s menesterosos est\u00e1 llegando a ser una sensibilidad institucional<\/em> que, poco a poco, implica muchas obras de la Inspector\u00edas. Se han multiplicado las plataformas sociales, se ha dado lugar a un trabajo en red y se est\u00e1 operando en sinergia con otras agencias que trabajan en el mismo campo. Es como si se hubiese comenzado a salir de los muros<\/em>, girando por la ciudad y escuchando el grito y la invocaci\u00f3n de auxilio de los j\u00f3venes\u201d[6]<\/a>. O como dice m\u00e1s adelante: \u201cHoy el trabajo de los pioneros ha sido asumido por la Instituci\u00f3n, y sobre todo se est\u00e1 adquiriendo una mentalidad que nos permite colocarnos en todas partes con esta clave de lectura, haciendo la opci\u00f3n a favor de los m\u00e1s excluidos y marginados. Es una gracia observar que en la Congregaci\u00f3n est\u00e1 creciendo esta mentalidad:dar m\u00e1s a quien ha recibido meno<\/em>s\u201d[7]<\/a>.
\nEsta sensibilidad y opci\u00f3n crecientes es expresi\u00f3n ineludible de lo que significa una vuelta real a Don Bosco, con su mismo coraz\u00f3n compasivo y creativo, con su misma predilecci\u00f3n por los j\u00f3venes m\u00e1s pobres. Es hacer experiencia hoy de lo que Don Bosco sinti\u00f3 y vivi\u00f3 recorriendo las calles y las c\u00e1rceles de Tur\u00edn: \u201cCon el mismo coraz\u00f3n de Don Bosco sentimos que tenemos que encontrar nuevas formas de oposici\u00f3n al mal que aflige a tantos j\u00f3venes (\u2026). No podemos dar como caridad<\/em> lo que les corresponde a ellos como justicia<\/em>\u201d[8]<\/a>.
\nDon Bosco al entrar en contacto con los muchachos de la c\u00e1rcel de Tur\u00edn supo comprender la realidad social y leer su significado en profundidad, haciendo nacer en \u00e9l una inmensa compasi\u00f3n por aquellos muchachos. De esa compasi\u00f3n nacen sus proyectos sociales de prevenci\u00f3n, planteados con una gran fantas\u00eda educativa y pastoral, con respuestas nuevas a los nuevos desaf\u00edos: \u201cAs\u00ed es como Don Bosco piensa ante todo prevenir estas experiencias negativas, acogiendo a los muchachos que llegan a la ciudad de Tur\u00edn en busca de trabajo, los hu\u00e9rfanos o aquellos cuyos padres no pueden o no quieren cuidarse de ellos, los que vagan por la ciudad sin un punto de referencia afectivo y sin una posibilidad material de una vida digna. Les ofrece una propuesta educativa centrada en la preparaci\u00f3n para el trabajo, que los ayuda a recuperar confianza en s\u00ed mismos y el sentido de la propia dignidad. Ofrece un ambiente positivo de alegr\u00eda y amistad, en el que asuman, casi por contagio, los valores morales y religiosos. Ofrece una propuesta sencilla, adecuada a su edad y sobre todo alimentada por un clima positivo de alegr\u00eda y orientada hacia el gran ideal de la santidad. Consciente de la importancia de la educaci\u00f3n de la juventud y del pueblo para la transformaci\u00f3n de la sociedad, Don Bosco se hace promotor de nuevos proyectos sociales de prevenci\u00f3n y de asistencia\u201d[9]<\/a>.
\nY todo ello lo hace Don Bosco superando una visi\u00f3n meramente asistencialista, buscando ir a las ra\u00edces, a las causas de la exclusi\u00f3n, buscando una trasformaci\u00f3n cultural, un cambio de mentalidad en la sociedad que previniese esas situaciones, implicando al mayor n\u00famero posible de personas.
\nEsta preocupaci\u00f3n por avanzar m\u00e1s decididamente en esta direcci\u00f3n no es nueva. Ha estado muy presente en los \u00faltimos Cap\u00edtulos Generales de los SDB y en diversas circulares de los Rectores Mayores. Muy significativa fue la carta que don Vecchi escribi\u00f3 en 1997 afrontando este tema, \u201cSinti\u00f3 compasi\u00f3n de ellos <\/em>(Mc 6, 34)\u201d<\/em>[10]<\/a>, de la cual podemos recordar algunos textos a modo de ejemplo, aunque toda ella es un est\u00edmulo para avanzar en esta frontera de las nuevas pobrezas juveniles: \u201cel anuncio de salvaci\u00f3n a los pobres es el signo por excelencia del Reino y por consiguiente la dimensi\u00f3n m\u00e1s profunda de nuestra misi\u00f3n educativa\u201d[11]<\/a>; \u201c(la opci\u00f3n preferencial por los pobres) no corresponde a algunos, sino que es obligaci\u00f3n de toda la Iglesia. No hay que realizarla aisladamente, sino en comuni\u00f3n; no hay que instrumentalizarla con protagonismo de personas o de grupos, sino que debe realizarse con la complementariedad de dones, prestaciones y proyectos\u201d[12]<\/a>; \u201cdel encuentro con los j\u00f3venes pobres naci\u00f3 nuestra pedagog\u00eda (\u2026), de la situaci\u00f3n de los muchachos pobres surgen las iniciativas y los programas que surcan nuestra historia: el Oratorio, las Escuelas de Formaci\u00f3n Profesional, el internado como si fuera una familia (\u2026). Parece pues natural que parta desde aqu\u00ed para renovarse\u201d[13]<\/a>; \u201cmuchas iniciativas son \u2018buenas\u2019, pero no todas hablan con la misma elocuencia, realismo y verdad. Muchas obras pueden ser de cierta utilidad, pero no todas manifiestan el Evangelio, el amor de Dios sembrado en el coraz\u00f3n de los creyentes con la misma inmediatez y profundidad. Muchas acciones parecen aceptables, funcionales en la sociedad en la que vivimos, algunas son fuertemente \u2018evangelizadoras\u2019 y prof\u00e9ticas. La presencia entre los j\u00f3venes m\u00e1s necesitados est\u00e1 entre \u00e9stas\u201d[14]<\/a>.
\n <\/strong><\/p>\n\n
\nEl Rector Mayor recordaba al inicio del Cap\u00edtulo: \u201cHoy la situaci\u00f3n del mundo y de la Iglesia nos pide caminar con el Dios de la historia. No podemos renunciar a nuestra vocaci\u00f3n de ser, como consagrados, la punta de diamante en el Reino de Dios, los centinelas del mundo y los sensores de la historia. (\u2026). Un elemento t\u00edpico de Don Bosco y de la Congregaci\u00f3n ha sido siempre la sensibilidad hist\u00f3rica y hoy, m\u00e1s que nunca, no podemos descuidarla. Ella nos har\u00e1 atentos a las instancias de la Iglesia y del mundo. Nos har\u00e1 \u201cir\u201d y \u201csalir\u201d a la b\u00fasqueda de los j\u00f3venes.\u201d[15]<\/a>.
\nPues bien, esa sensibilidad hist\u00f3rica y pastoral puede hacer de los agentes de pastoral, personas capaces de responder hoy con valent\u00eda y confianza a estas nuevas fronteras. Como a Abrah\u00e1n, Dios nos est\u00e1 llamando a salir de una tierra conocida y tranquila hacia otra desconocida e imprevisible: \u201cSal de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre y vete a la tierra que yo te indicar\u00e9\u201d(Gn 12, 1). Habr\u00e1 algunos que, como los enviados por Mois\u00e9s para explorar la tierra prometida, s\u00f3lo vean \u201cgigantes\u201d(Nm 13, 32-33), problemas y dificultades, con el coraz\u00f3n lleno de miedo, pero otros en cambio ver\u00e1n, como Josu\u00e9, una tierra llena de oportunidades, \u201cuna tierra muy buena\u201d(Nm 14, 7), una tierra que antes que nada es la tierra a la que Dios nos env\u00eda, y donde \u00c9l nos espera, \u201cel Se\u00f1or est\u00e1 de nuestra parte; \u00c9l nos har\u00e1 entrar en ella y nos la dar\u00e1; es una tierra que mana leche y miel\u201d(Nm 14, 8).
\nComo agentes de pastoral no podemos quedar indiferentes ante este nuevo reto. Las nuevas fronteras de las pobrezas juveniles son nuestro campo privilegiado de trabajo educativo-pastoral, son el campo donde nos jugamos nuestra fidelidad a lo esencial de nuestra misi\u00f3n evangelizadora: \u201cEl Esp\u00edritu del Se\u00f1or me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Noticia, me ha enviado a proclamar la liberaci\u00f3n a los cautivos y a la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un a\u00f1o de gracia del Se\u00f1or<\/em>\u201d(Lc 4, 18-19). Habr\u00e1 que buscar con audacia, paciencia y creatividad los caminos, que pueden ser diversos seg\u00fan las situaciones y los destinatarios, pero sin perder nunca de vista la meta, la frontera, el horizonte de nuestro caminar.
\n <\/p>\n
\n[1]<\/a> CG 26, Nuevas fronteras<\/em>, n\u00ba 98.
\n[2]<\/a> CG 26, Nuevas fronteras<\/em>, n\u00ba 98
\n[3]<\/a> Ibidem, n\u00ba 98.
\n[4]<\/a> Ibidem, n\u00ba 104.
\n[5]<\/a> Ibidem, n\u00ba 105.
\n[6]<\/a> Ibidem, p. 206.
\n[7]<\/a> Ibidem, p. 210.
\n[8]<\/a> Ibidem, p. 210.
\n[9]<\/a> CG 26, Documentos Capitulares<\/em>, Discurso del Rector Mayor en la clausura del CG 26, p. 208.
\n[10]<\/a>J. E. Vecchi, Sinti\u00f3 compasi\u00f3n de ellos (Mc 6, 34)<\/em>. Nuevas pobrezas, misi\u00f3n salesiana y \u201csignificatividad<\/em>\u201d, ACG, 359 (1997).
\n[11]<\/a> Ibidem, p. 35.
\n[12]<\/a> Ibidem, pp. 12-13.
\n[13]<\/a> Ibidem, p. 24.
\n[14]<\/a> Ibidem, pp 37-38.
\n[15]<\/a> CG 26, Documentos Capitulares<\/em>, Discurso del Rector Mayor en la apertura del CG 26, pp. 156-15<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"