{"id":7851,"date":"2008-12-01T00:00:30","date_gmt":"2008-11-30T22:00:30","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7851"},"modified":"2008-12-01T00:00:30","modified_gmt":"2008-11-30T22:00:30","slug":"celebraciones-con-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/celebraciones-con-jovenes\/","title":{"rendered":"CELEBRACIONES CON J\u00d3VENES"},"content":{"rendered":"

\u00c1lvaro Ginel es Director de la revista CATEQUISTAS<\/em><\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nRecoge este art\u00edculo la intervenci\u00f3n del autor en el F\u00f3rum<\/em> de Pastoral con J\u00f3venes<\/em>celebrado en Madrid 7-9 de noviembre de 2008. Aborda la relaci\u00f3n entre j\u00f3venes y celebraci\u00f3n, en primer lugar, desde una perspectiva hist\u00f3rica, a partir de los a\u00f1os setenta hasta nuestros d\u00edas, indicando c\u00f3mo se encontraba la situaci\u00f3n de la pastoral lit\u00fargica, se\u00f1alando algunas claves de referencia, fij\u00e1ndose en las nuevas exigencias que emergen de los itinerarios de catequesis a partir del final de los 80 y proponiendo algunas pistas de autocr\u00edtica. Ya en la segunda parte, de manera sint\u00e9tica ofrece un amplio conjunto de propuesta para reactivar la celebraci\u00f3n con j\u00f3venes.
\n 
\nEl mero hecho de tratar este tema de celebraciones con j\u00f3venes <\/em>en elF\u00f3rum<\/em> de Pastoral con J\u00f3venes[1]<\/strong><\/a> <\/em>es ya significativo. Hablamos y reflexionamos sobre lo que nos preocupa, sobre lo que no vemos claro, sobre algo que queremos profundizar para ir m\u00e1s all\u00e1. Quiere decir que, al menos en algunos sectores de la Iglesia, los j\u00f3venes interrogan la celebraci\u00f3n de la comunidad cristiana. Probablemente las interrogaciones no sean las mismas. Para unos, la preocupaci\u00f3n se centrar\u00e1 en la pr\u00e1ctica religiosa <\/em> de los j\u00f3venes; para otros, el acento recaer\u00e1 m\u00e1s de lleno sobre el c\u00f3mo hacer una celebraci\u00f3n que atraiga a los j\u00f3venes; <\/em>otros ver\u00e1n las cosas desde la misma celebraci\u00f3n y su inquietud consistir\u00e1 en preguntarse c\u00f3mo la celebraci\u00f3n es momento provocador<\/em>[2]<\/a> para los j\u00f3venes. <\/em>En todo caso, j\u00f3venes<\/em> y celebraci\u00f3n<\/em> es un tema que la pastoral con j\u00f3venes tiene que afrontar. Al abordar esta encrucijada en la que las palabras claves son j\u00f3venes<\/em> y celebraci\u00f3n<\/em> lo hago desde una perspectiva hist\u00f3rica y de proposici\u00f3n.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Aproximaci\u00f3n hist\u00f3rica<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    <\/strong>
    \nDejo para los investigadores la elaboraci\u00f3n de tesis de doctorado que recojan el ambiente de las celebraciones con j\u00f3venes del inmediato postconcilio, final de los a\u00f1os sesenta, la d\u00e9cada de los setenta, la m\u00e1s rica, y el declinar de las celebraciones con j\u00f3venes en los ochenta progresivamente hasta nuestros d\u00edas
    \nCreo que se puede afirmar que la franja de los j\u00f3venes <\/em>fue un motor de creatividad celebrativa impresionante tanto para la m\u00fasica religiosa, para los textos utilizados, para la expresividad de gestos y para la misma estructura de la celebraci\u00f3n
    [3]<\/a>. Los j\u00f3venes fueron los que m\u00e1s demandaban un cambio, una novedad, una corriente de aire nuevo en la liturgia, una liturgia que se \u201centendiera\u201d[4]<\/a>. No bastaba con la novedad del uso de las lenguas vern\u00e1culas en la liturgia, permitido por el Concilio. Se necesitaba \u201cretocar\u201d la misma manera de celebrar.
    \nCreo que hay que se\u00f1alar como un elemento importante de creatividad las llamadas paraliturgias<\/em>
    [5]<\/a>. <\/em>Ellas abrieron la puerta de la creatividad y de ellas pasaron algunos elementos a las celebraciones de los sacramentos, especialmente de la Eucarist\u00eda. Recuerdo con gusto las paraliturgias de la capilla de Saint Bernard, junto a la estaci\u00f3n parisina de Montparnasse, que congregaban a estudiantes para celebrar la Palabra de manera nueva mezclando el s\u00edmbolo, la poes\u00eda, la danza, el canto, la expresi\u00f3n corporal, la participaci\u00f3n\u2026 Quiz\u00e1s la ciudad del Sena estaba penetrada por entonces del eslogan del mayo 68: \u201cla imaginaci\u00f3n al poder\u201d.
    \nEn nuestro \u00e1mbito cultural m\u00e1s cercano, tenemos que se\u00f1alar los libros de celebraciones de la Palabra
    [6]<\/a> y los \u201chappening\u201d[7]<\/a> que eran los materiales de pastoral que se ofrec\u00edan a los animadores de grupos de j\u00f3venes.
    \n\u00bfC\u00f3mo explicar aquello y c\u00f3mo explicar la realidad que vivimos hoy? Creo que nada es comparable. El ambiente religioso y social de hoy y el de los a\u00f1os sesenta, setenta y ochenta no tienen nada que ver. Afirmar\u00eda que entonces hab\u00eda una mayor cultura y formaci\u00f3n religiosa, una sociedad menos secularizada, un contexto socio-religioso, en general, muy diverso al actual. La participaci\u00f3n en la misa semanal era un fen\u00f3meno con \u00edndices mayores a los de hoy. Desde dentro se respiraba un ambiente de cambio y una acogida favorable a la creatividad. Posiblemente se hicieron cosas \u201cte\u00f3ricamente\u201d no de acuerdo con los c\u00e1nones de la celebraci\u00f3n. Pero exist\u00eda un contexto que admit\u00eda el \u201censayo\u201d
    [8]<\/a>, la \u201cb\u00fasqueda\u201d de otras formas de hacer las cosas.
    \n 
    \n1.1. De d\u00f3nde venimos<\/strong>
    \n 
    \nLa Iglesia celebra lo que cree. Ora lo que cree. Esta ley eclesial me lleva a analizar los movimientos celebrativos en la perspectiva del movimientocatequ\u00e9tico. Se puede percibir una correlaci\u00f3n entre la catequesis y la celebraci\u00f3n
    [9]<\/a>.
    \nEl final del siglo XIX, todo el siglo XX, y especialmente despu\u00e9s del acontecimiento del concilio Vaticano II
    [10]<\/a>, vivieron una serie de \u00e1mbitos de reflexi\u00f3n sobre la vida de la Iglesia en diversas \u00e1reas. Hay dos movimientos com\u00fanmente reconocidos: el movimiento lit\u00fargico y el movimiento b\u00edblico. El \u201cmovimiento lit\u00fargico\u201d[11]<\/a> dio origen a la Constituci\u00f3n sobre la Sagrada LiturgiaSacrosanctum<\/em> Concilium[12]<\/strong><\/a>, <\/em> y el \u201cmovimiento b\u00edblico\u201d[13]<\/a> cristalizar\u00eda muchas de sus reflexiones en la Constituci\u00f3n Dei<\/em> Verbum[14]<\/strong><\/a>. <\/em>Junto a estos movimientos hay que situar el \u201cmovimiento catequ\u00e9tico\u201d[15]<\/a>, es decir, la acci\u00f3n organizada de un n\u00famero cada vez mayor de agentes, unidos entre s\u00ed en la reflexi\u00f3n. Esta armon\u00eda es la que poco a poco produce la renovaci\u00f3n en la legislaci\u00f3n, en la organizaci\u00f3n y en los planteamientos de la catequesis[16]<\/a>.
    \nLa realidad de la catequesis viva en las comunidades cristianas es hoy fuente de no pocas preguntas y retos para la reflexi\u00f3n catequ\u00e9tica y para la praxis catequ\u00edstica. Lo que muchos catequistas hacen en sus comunidades cristianas deja una cierta insatisfacci\u00f3n. La acci\u00f3n catequ\u00edstica no logra los objetivos que se propone. Da la impresi\u00f3n de que la fe no \u201cpasa\u201d, no \u201cse transmite\u201d como antes
    [17]<\/a>. Se a\u00f1ade a esta constataci\u00f3n el hecho de que a\u00fan aquellos que asisten a la catequesis, celebran poco mientras est\u00e1n en catequesis y hay un enorme abandono de la pr\u00e1ctica religiosa y de la comunidad despu\u00e9s de recibido el sacramento. Estos hechos nos llevan hoy a repensar la catequesis no s\u00f3lo en el momento concreto del acto catequ\u00e9tico, sino de manera mucho m\u00e1s amplia, que incluye tambi\u00e9n la relaci\u00f3n de la catequesis y la celebraci\u00f3n. Repensamos la catequesis no para modificar un elemento, sino para reorganizarla de manera nueva desde el seno de la comunidad, teniendo en cuenta que la comunidad cristiana est\u00e1 implantada en una sociedad que se rige y organiza por principios y normas que no beben en las fuentes cristianas. Como consecuencia de esta realidad, los cambios en la catequesis no apuntan s\u00f3lo a la forma de hacer, sino a la forma de entender la comunidad la acci\u00f3n catequ\u00e9tica.
    \nDe esta primera observaci\u00f3n hist\u00f3rica nos sit\u00faa en un dinamismo en el que lo celebrativo tiene que ser entendido desde lo catequ\u00e9tico. Bien es verdad que la Iglesia puso primer las bases de lo celebrativo que de lo catequ\u00e9tico. La liturgia fue tema expl\u00edcito del Vaticano II y cristaliz\u00f3 en la Constituci\u00f3nSacrosanctum<\/em> Concilium<\/em>
    [18]<\/a>. <\/em>La catequesis fue detr\u00e1s, y el primer directorio de catequesis[19]<\/a> apareci\u00f3 a los ocho a\u00f1os del documento conciliar.
    \n 
    \n1.2. Referencias para una comprensi\u00f3n del fen\u00f3meno<\/strong>
    \n 
    \nLas expresiones \u201ccelebrar con ni\u00f1os\u201d, \u201ccelebrara con j\u00f3venes\u201d son de reciente formaci\u00f3n
    [20]<\/a>. Su nacimiento lo podemos datar en el postconcilio con leDirectorio de misas con ni\u00f1os<\/em>.
    \nA mi entender, existe una conexi\u00f3n entre la forma de hacer la catequesis y la forma de celebraci\u00f3n. Simplemente me propongo enunciar algunos datos que ayuden a comprender la interrelaci\u00f3n de la liturgia y la catequesis. Soy consciente de que el an\u00e1lisis exigir\u00eda una precisi\u00f3n mayor que dejo a la consideraci\u00f3n de otros estudios m\u00e1s sistem\u00e1ticos y especializados.
    \nProgresivamente, a lo largo del siglo XX, se va rompiendo la uniformidad en la formaci\u00f3n religiosa que ten\u00eda como referencia \u00fanica el catecismo. Los estudios de psicolog\u00eda y la influencia de la escuela, que pon\u00eda textos espec\u00edficos para cada curso, impuls\u00f3 la aparici\u00f3n de catecismos escolares o textos de religi\u00f3n para cada franja de edad. Podemos hablar del paso del \u00fanico catecismo al catecismo por edades<\/em>. Surgir\u00e1 una nueva comprensi\u00f3n del catecismo. Pasar\u00e1 de ser \u201cinstrumento directo para la catequesis
    [21]<\/a>\u201d, a ser instrumento de referencia<\/em> para elaborar materiales de catequesis<\/em>. De la misma manera que hab\u00eda libros en la escuela por edades\u2026 se hacen itinerarios de formaci\u00f3n religiosa tanto para la escuela como para la catequesis.
    \nDe esta manera de hacer la catequesis surgir\u00e1 una necesidad celebrativa:orar y celebrar con los grupos de catequesis,<\/em> que eran \u201cgrupos por edades\u201d. De ah\u00ed las \u201cmisas de ni\u00f1os\u201d, \u201cmisas de j\u00f3venes\u201d, que despu\u00e9s se corregir\u00eda por \u201cmisas con ni\u00f1os\u201d, \u201cmisas con j\u00f3venes\u201d. La misa \u201cno es de nadie\u201d. Es de la Iglesia. La forma de celebrar por edades era exigida por la forma de hacer la catequesis y la formaci\u00f3n religiosa.
    \nLa atenci\u00f3n que se presta al destinatario en la catequesis sigue este principio que recoge Catechesi<\/em> Tradendae <\/em>(1979): \u201cConviene que el m\u00e9todo escogido se refiera en fin de cuentas a una ley fundamental para toda la vida de la Iglesia: la fidelidad a Dios y la fidelidad al hombre, en una misma actitud de amor\u201d (n\u00ba 55). \u00bfNo ser\u00eda igualmente valido el principio para la celebraci\u00f3n, especialmente de la Eucarist\u00eda?
    \nPor otra parte, quienes animaban las celebraciones ya no eran los presb\u00edteros, sino que muchos catequistas se vieron obligados, por el hecho de ser catequistas, a ser animadores de la oraci\u00f3n y de la celebraci\u00f3n con sus grupos, sin haber estudiado liturgia ni las leyes fundamentales de la celebraci\u00f3n cristiana. As\u00ed, todo el universo celebrativo quedaba sacudido por la forma de hacer la catequesis.
    \nEn 1973 aparece el Directorio para las misas con ni\u00f1os<\/em> que, por una parte, reconoc\u00eda una realidad que se estaba dando, y por otra, intentaba regular con un abanico amplio de posibilidades la celebraci\u00f3n teniendo en cuenta la realidad de los celebrantes m\u00e1s j\u00f3venes de la comunidad. No tenemos un documento parecido para los j\u00f3venes, pero es norma com\u00fan acudir a esteDirectorio<\/em> para justificar las adaptaciones en las celebraciones con j\u00f3venes.
    \n 
    \n1.3. Nuevas exigencias catequ\u00e9ticas<\/strong>
    \n 
    \nA partir del final de la d\u00e9cada de los ochenta, y, progresivamente, hasta nuestros d\u00edas, aparece una constataci\u00f3n en la catequesis: los itinerarios de catequesis no operan en los destinatarios el cambio o conversi\u00f3n al Evangelio que se esperaba. Se acaban itinerarios, y los tiempos se\u00f1alados de preparaci\u00f3n para un sacramento, se terminan libros, pero los miembros del grupo no alcanzan la madurez cristiana prevista. Se recorren caminos marcados por libros, pero no hay procesos personales interiores. Lo que se \u201caprende\u201d no entra a formar parte de una manera de vivir la vida en cristiano ni de incorporarse en la comunidad cristiana para la que, en principio, se formaba a las j\u00f3venes generaciones. Despu\u00e9s de los grandes itinerarios de preparaci\u00f3n a los sacramentos de la Eucarist\u00eda y de la Confirmaci\u00f3n (los m\u00e1s frecuentes en nuestro entorno religioso) lo que se da es un abandono de la comunidad, no una incorporaci\u00f3n a ella. Algo tiene la celebraci\u00f3n que se abandona antes que la formaci\u00f3n religiosa o catequesis. Se puede asistir a catequesis, sin participar ya en la celebraci\u00f3n
    [22]<\/a>.
    \nHay intentos de mantener tanto a adolescentes como a j\u00f3venes en las llamadas comunidades de j\u00f3venes<\/em>, una especie de comunidad cristiana por edades \u201cparalela\u201d a la comunidad cristiana parroquial. Estos intentos se apoyan en tres puntos: la catequesis, el compromiso o estilo de vida donde se visibiliza en Mensaje hecho vida pr\u00e1ctica y la celebraci\u00f3n. Lo que m\u00e1s cuesta asumir de la comunidad cristiana es la \u201cforma de celebraciones\u201d que ofrece que \u201cno dice nada\u201d ni a los ni\u00f1os ni a los j\u00f3venes. Ni ni\u00f1os ni j\u00f3venes se sienten atra\u00eddos por la comunidad cristiana ni por sus celebraciones despu\u00e9s del tiempo de catequesis preparatoria. La preparaci\u00f3n para la Confirmaci\u00f3n daba la impresi\u00f3n de que presentaba una comunidad cristiana distinta de la real. La \u201cte\u00f3rica\u201d no ten\u00eda nada que ver con la \u201creal\u201d, de la que los confirmados hu\u00edan. Se aprecia como una reducci\u00f3n o identificaci\u00f3n: una comunidad es su forma de celebrar.
    \nAs\u00ed corren paralelas de nuevo la catequesis y la celebraci\u00f3n. Un estilo de catequesis pide un estilo de celebraci\u00f3n. Hay ejemplos laudables de estas apuestas de comunidades \u201cpor edades o por homogeneidad en algo\u201d ya sea la cultura, la profesi\u00f3n, el estado civil\u2026. Pero \u201clas nuevas comunidades\u201d surgidas de un elemento aglutinador com\u00fan no se generalizan, aunque s\u00ed existan.
    \nEn el momento actual, la catequesis vive una situaci\u00f3n especial dereajuste de \u00e9poca:<\/em> busca su reinterpretaci\u00f3n mirando sobre todo al catecumenado bautismal, a las orientaciones del Directorio General para la Catequesis
    [23]<\/strong><\/a> <\/em>y a la nueva manera de estar la comunidad cristiana en medio de la sociedad. Los grupos de catequesis han disminuido considerablemente en las parroquias; no ir a catequesis ya no es una excepci\u00f3n.
    \nEl modo de celebrar est\u00e1 siempre presente en estos intentos de reestructuraci\u00f3n catequ\u00e9tica. Muchas veces hay disonancias entre la iniciaci\u00f3n en la celebraci\u00f3n que realiza la catequesis y el modo de celebraci\u00f3n que los iniciados encuentran en la comunidad. La interrelaci\u00f3n entre catequesis y celebraci\u00f3n tiene su explicaci\u00f3n por estos dos motivos: la catequesis, como hemos indicado m\u00e1s arriba, cuenta entre sus tareas la de iniciar en la vida de oraci\u00f3n y lit\u00fargica, y, en segundo lugar, porque la catequesis, a la hora de renovarse, mira hacia el modelo catecumenal en el que la catequesis est\u00e1 en \u00edntima conexi\u00f3n con los sacramentos de la iniciaci\u00f3n.
    \nEn algunos intentos de catequesis que est\u00e1n realiz\u00e1ndose hoy, como la llamada \u201ccatequesis familiar\u201d, o, m\u00e1s ampliamente, \u201ccatequesis intergeneracional\u201d la dimensi\u00f3n celebrativa est\u00e1 muy presente y en manos de los catequistas laicos.
    \nLa b\u00fasqueda de modos de anuncio de las nuevas generaciones influye en la iniciaci\u00f3n en la celebraci\u00f3n lit\u00fargica. La catequesis intuye hoy que una comunidad homog\u00e9nea o por edades, que tiene muchas ventajas y no se podr\u00e1 abandonar, pero tiene tambi\u00e9n l\u00edmites al impedir la riqueza de confrontaci\u00f3n y de intercambio de vivencia de la fe entre las diversas generaciones y las diversas etapas de la vida. El aislamiento por franjas de edades se descubre como empobrecimiento mutuo. Cada edad tiene su riqueza y puede sorprender y aportar algo a las dem\u00e1s edades. Esta catequesis intergeneracional quiere armonizar a la vez lo espec\u00edfico de cada edad, tratado y celebrado en grupo homog\u00e9neo, con momentos comunes de participaci\u00f3n; una especie de acorde\u00f3n que conjuga a la vez lo espec\u00edfico por edades y la riqueza del conjunto de edades tanto en la catequesis como en la celebraci\u00f3n. De estas experienciascatequ\u00e9ticas est\u00e1 surgiendo un redescubrimiento de la celebraci\u00f3n donde confluyan todas las edades. Pero esta celebraci\u00f3n tiene que tener en cuenta realmente la presencia de los m\u00e1s j\u00f3venes y hacerles un hueco sin relegarlos de manera habitual a una celebraci\u00f3n espec\u00edfica para ellos.
    \n 
    \n1.4. Pistas para una autocr\u00edtica<\/strong>
    \n 
    \nDespu\u00e9s de haber sugerido la relaci\u00f3n estrecha que existe entre la catequesis y la celebraci\u00f3n espec\u00edfica de ni\u00f1os y j\u00f3venes, y antes de se\u00f1alar los centros donde se debe fijar la atenci\u00f3n para el futuro de la celebraci\u00f3n por edades, quisiera hacer una pausa de autocr\u00edtica. Creo que hay que reconocer que no todos los intentos de celebraciones con j\u00f3venes han sido acertados. En algunos casos se intent\u00f3 ser creativos y elaborar una celebraci\u00f3n de j\u00f3venes prescindiendo de elementos esenciales.
    \nHablar de creatividad
    [24]<\/a> no tiene nada que ver con crear \u201cex nihillo\u201d siempre. La repetici\u00f3n es uno de los rasgos caracter\u00edsticos del rito. El rito es una representaci\u00f3n tipificada de los hechos de salvaci\u00f3n. Estos hechos son siempre los mismos. Cuando en la celebraci\u00f3n eucar\u00edstica \u201crememoramos\u201d los gestos de Jes\u00fas en la \u00faltima cena, los hacemos presentes y nos acercamos al sentido \u00faltimo y pleno iniciado por Jes\u00fas. El gesto de Jes\u00fas tiene en s\u00ed tanta plenitud que no se agota por mucho que los repitamos. Al contrario, la repetici\u00f3n nos desvela cada vez m\u00e1s el misterio que encierra haci\u00e9ndolo un poco m\u00e1s luminoso. La raz\u00f3n de que algo es aburrido porque \u201csiempre es lo mismo\u201d, \u201csiempre se repite lo mismo\u201d deber\u00e1 ser matizada. En la vida humana hay cosas que tienen raz\u00f3n de ser porque siempre son lo mismo. Es eso lo que les da consistencia y profundidad. Cambiar para hacer las cosas m\u00e1s \u201cplanas\u201d puede ocasionar m\u00e1s cansancio y vac\u00edo que \u201clo de siempre\u201d. Hay cosas que hacemos, que, aunque no se entiendan, son profundas. La cuesti\u00f3n no est\u00e1, pues, en el cambio por el cambio, sino en llegar poco a poco al coraz\u00f3n de lo que celebramos \u201csiempre con el mismo rito o las mimas palabras\u201d.
    \nLa creatividad no est\u00e1 en dejar de hacer o repetir determinados ritos o gestos, sino en la \u201cpalabra \u00edntima\u201d, en el \u201cpedacito\u201d de misterio vislumbrado y captado en la celebraci\u00f3n de hoy y que se verbaliza en la asamblea.
    \nLa creatividad as\u00ed entendida es profundidad y hondura del misterio celebrado, es palabra arrancada del silencio. La creatividad no es puro cambio ni un hacer as\u00ed o de la otra manera porque s\u00ed. La creatividad es el encuentro de lo de siempre con el misterio para hacerlo m\u00e1s significativo. La creatividad no es ruptura de una estructura ritual lit\u00fargica, sino palabra que hace m\u00e1s reveladora dicha estructura… La creatividad es adaptaci\u00f3n e inculturaci\u00f3n, nunca es improvisaci\u00f3n ni espontane\u00edsmo facil\u00f3n. La creatividad une en una nueva palabra el rito lit\u00fargico, la palabra proclamada, la vida y la actualidad de la comunidad que celebra.
    \nLa creatividad exige, adem\u00e1s, conocer bien la estructura celebrativacristiana. Es penoso ver c\u00f3mo algunos construyen una acci\u00f3n de gracias o prefacio sin tener en cuenta la estructura misma del prefacio como canto y reconocimiento de la acci\u00f3n de Dios por medio de Jesucristo. Es penoso ver c\u00f3mo la oraci\u00f3n despu\u00e9s de la comuni\u00f3n se convierte en otro momento de acci\u00f3n de gracias repetitivo y fuera de sitio, cuando de lo que se trata no es de dar gracias, sino de pedir que lo realizado y vivido seamos capaces de hacerlo vida, de sacarlo a la calle, de alimentarnos de aquello que hemos celebrado.
    \n <\/p>\n