{"id":7853,"date":"2008-12-01T00:00:23","date_gmt":"2008-11-30T22:00:23","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7853"},"modified":"2008-12-01T00:00:23","modified_gmt":"2008-11-30T22:00:23","slug":"un-dafo-comentado","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/un-dafo-comentado\/","title":{"rendered":"UN DAFO COMENTADO"},"content":{"rendered":"

Orar y celebrar con j\u00f3venes<\/h1>\n

Jos\u00e9 Mar\u00eda Alvear, Centro ATMAN (Cadiz)<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nPara renovar pastoralmente la oraci\u00f3n con los j\u00f3venes, el art\u00edculo propone\u00a0 seguir los pasos de revisi\u00f3n seguidos en otras actividades humanas: partir de la realidad, saber d\u00f3nde se quiere llegar, priorizar objetivos y buscar los medios adecuados. Para realizar este an\u00e1lisis se fija en las debilidades (una oraci\u00f3n que aburre, falta de sentido religioso de los j\u00f3venes), amenazas (fuerza del mercado, pragmatismo cultural), fortalezas (primac\u00eda de lo afectivo-relacional, deseo de espiritualidad) y oportunidades (rica tradici\u00f3n oracional, el Esp\u00edritu de Jes\u00fas) que ordinariamente encontramos en la acci\u00f3n pastoral, alentando no s\u00f3lo a aprender a orar sino tambi\u00e9n a ser orantes.
\nVivimos una \u00e9poca religiosa dif\u00edcil en la que el desenganche de los m\u00e1s j\u00f3venes preocupa a muchos educadores y animadores de la fe. Todas las crisis son una llamada a volver a lo esencial y \u00e9sta tambi\u00e9n lo es. Pero \u00bfqu\u00e9 es lo esencial? No lo son ni la moral, ni los ritos, ni los dogmas\u2026 Lo esencial de la fe cristiana es una persona: Jesucristo, que viene constantemente a nuestro encuentro. Y a las personas no se las analiza, sino que se las acoge; no se las juzga, sino que se las escucha; no se las ignora, sino que se las ama. Por eso hoy tenemos como prioridad abrir un espacio renovado y significativo a la oraci\u00f3n, porque \u00e9se es el lugar apropiado para estar \u00edntima y amorosamente en relaci\u00f3n con Jes\u00fas. Por encima de todo, la oraci\u00f3n quiere sencillamente estar en su presencia, para escucharle y amarle, para abrirle nuestro coraz\u00f3n y nuestros brazos.
\n\u00bfC\u00f3mo podemos entonces renovar nuestra oraci\u00f3n? Para mejorar nuestra oraci\u00f3n hay que seguir los mismos pasos que en la revisi\u00f3n de otras actividades humanas: partir de la realidad y saber a d\u00f3nde queremos llegar; priorizar los objetivos de cambio y buscarle medios adecuados. Nosotros vamos a intentarlo en estas p\u00e1ginas.
\nPara analizar la realidad es bueno tener herramientas de an\u00e1lisis. Hoy en d\u00eda se est\u00e1 poniendo de moda el llamado DAFO, acr\u00f3stico de cuatro palabras interesantes para clasificar nuestra informaci\u00f3n de la realidad: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Seguramente lo conoc\u00e9is pero quiero recordaros algunas claves: combina con sabidur\u00eda las carencias, Debilidades<\/em> yAmenazas<\/em>, y los recursos, Fortalezas<\/em> y Oportunidades<\/em>; los elementos propios,Debilidades<\/em> y Fortalezas<\/em>, y los externos o ambientales, Amenazas<\/em> yOportunidades<\/em>.
\nPues bien: imaginemos que partimos haciendo un DAFO entre los responsables de pastoral, animadores de la fe y los propios j\u00f3venes sobre la oraci\u00f3n. Despu\u00e9s de hacer una s\u00edntesis dr\u00e1stica, el resultado podr\u00eda ser m\u00e1s o menos \u00e9ste:
\n <\/p>\n\n\n\n\n
Debilidades<\/strong>
\n1. Una oraci\u00f3n que aburre
\n2. La falta de sentido religioso de los j\u00f3venes<\/td>\n
Amenazas<\/strong>
\n1. La fuerza del mercado
\n2. La cultura de lo pragm\u00e1tico
\n <\/td>\n<\/tr>\n
Fortalezas<\/strong>
\n1. Una rica tradici\u00f3n sobre la oraci\u00f3n
\n2. El esp\u00edritu de Jes\u00fas<\/td>\n
Oportunidades<\/strong>
\n1. La primac\u00eda de lo afectivo-relacional
\n2. La sed de espiritualidad<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

 
\n 
\nA la hora de analizar los resultados del registro nos encontramos con un problema: el orden oportuno para tratarlos. La cultura dominante suele tener una tendencia pesimista que le llevar\u00eda a subrayar las amenazas (m\u00e1s que las propias debilidades) y ver poco las oportunidades (aunque s\u00ed se cree muy fuerte); en estas p\u00e1ginas queremos partir de y llegar a lo m\u00e1s cercano, porque as\u00ed nos permitir\u00e1 ser m\u00e1s responsables con nuestro propio proceso. Dejamos lo positivo para el final para darle m\u00e1s peso, ya que tendemos a relativizarlorespecto a lo m\u00e1s negativo.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Debilidades<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nQue la comunidad cristiana pasa por unos malos momentos en las culturas y sociedades desarrolladas no es nada nuevo. Pero considerarnos en debilidad no es, ni mucho menos, una desventaja; desde el Esp\u00edritu hay una llamada a la conversi\u00f3n que pasa por la humildad, por el humus<\/em>, el tocar tierra y hacerse peque\u00f1o. Por eso podemos aprender mucho y crecer (hacia adentro) en circunstancias de debilidad.
    \n\u00bfCu\u00e1les son las debilidades m\u00e1s patentes de la situaci\u00f3n actual respecto a la oraci\u00f3n? \u00bfQu\u00e9 podemos aprender de ellas?
    \n 
    \n1.1. Una oraci\u00f3n que aburre<\/strong>
    \n <\/p>\n\n\n\n
    Es el comentario habitual de muchos j\u00f3venes y animadores de la fe. Las oraciones que les ofrecemos suelen ser tediosas. \u00bfPor qu\u00e9? Quiz\u00e1s porque, por su parte, hay un enfriamiento religioso, y por la de los responsables, hemos consagrado un estilo de celebraci\u00f3n que est\u00e1 lejos de la vida de los j\u00f3venes.<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

     
    \nLlegar en la oraci\u00f3n a una situaci\u00f3n de tedio es algo habitual: todos tenemos la experiencia de desiertos, sequedades, ca\u00eddas en la rutina\u2026 pero despu\u00e9s de a\u00f1os. El problema es que la oraci\u00f3n se percibe como un rollo desde el principio, incluso antes de haberla probado. Eso es prejuicio.
    \nPero cabe pensar que si la oraci\u00f3n es un encuentro entre Dios y nosotros y esa relaci\u00f3n resulta aburrida, algo no funciona: Dios no es aburrido, y si lo vemos as\u00ed es que no lo hemos descubierto en su esencia y tenemos una imagen falsa e interesada de \u00e9l. Entonces, \u00bfsomos nosotros los aburridos? Probablemente. Porque hemos convertido la oraci\u00f3n en unas entelequias que nada dicen de la vida.
    \nSi la oraci\u00f3n es espacio de encuentro entre Dios y los j\u00f3venes, la oraci\u00f3n tiene que estar centrada en la vida de los j\u00f3venes, que es donde Dios quiere encarnarse. \u00c9se es el Dios cristiano, el Dios de la Encarnaci\u00f3n: los otros son dioses paganos. Pero nosotros seguimos pensando que la vida no es causa suficiente para una oraci\u00f3n: \u00bfcu\u00e1ndo fue la \u00faltima vez que celebramos una oraci\u00f3n por los ligues en los grupos?, \u00bfy por los aprobados de fin de curso? O es que Dios no tiene nada que aportar a todo eso. Si nosotros no celebramos esas cosas, ellos s\u00ed: con un buen botell\u00f3n y unos porritos.
    \nOtro aspecto de este aburrimiento depende de la forma de celebrar. Me llama mucho la atenci\u00f3n que las comunidades gitanas hayan abandonado la confesi\u00f3n cat\u00f3lica y prefieran la evang\u00e9lica. Si se les pregunta, te contestan que en sus ritos les permiten comportarse como gitanos que cantan y bailan flamenco. As\u00ed pasa tambi\u00e9n con los j\u00f3venes. Los responsables de las celebraciones son cada vez m\u00e1s mayores y sienten que ya est\u00e1n muy cansados como para celebrar ahora con las cosas de los m\u00e1s j\u00f3venes. Los estilos de celebrar son deudores de su tiempo y no hay un tiempo mejor que otro como para consagrarse definitivo. Lo m\u00e1s cl\u00e1sico primero fue rompedor y contracultural.
    \nLa oraci\u00f3n no tiene que ser entretenida, ni perseguimos hacer malabares de circo, pero si tiene que ser acogedora, interesante y con fuerza para enganchar a los m\u00e1s j\u00f3venes.
    \n 
    \n1.2. La falta de sentido religioso de los j\u00f3venes<\/strong>
    \n <\/p>\n\n\n\n
    En las \u00faltimas d\u00e9cadas estamos asistiendo a una desaparici\u00f3n de la cultura religiosa que alcanza de manera especial a los j\u00f3venes, incluso a los que est\u00e1n en nuestros grupos, comunidades y aulas. Este cambio cultural se evidencia no s\u00f3lo en la incapacidad de retener los contenidos religiosos, sino que afecta tambi\u00e9n a los mismos par\u00e1metros y valores de la fe, al sentido religioso.<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

     
    \nLa socializaci\u00f3n religiosa de la infancia era patrimonio de los padres; hoy, en algunos hogares, son sustituidos por los abuelos\u2026 Pero no hay continuidad y la vida religiosa est\u00e1 ausente de la vida familiar. Cuando los adolescentes se emancipan y se confunden en el grupo de iguales, los temas, s\u00edmbolos y valores religiosos est\u00e1n ya completamente ausentes o carentes de sentido trascendente. Vemos rosarios colgados en el pecho, cruces por pendientes o im\u00e1genes tatuadas, pero me temo que no nos gusta el sentido que les dan.
    \nEstamos en un contexto de p\u00e9rdida del sentido de lo sagrado. Lo sagrado son espacios, tiempos, personas y cosas especiales y distintas de las habituales o profanas. Con Jes\u00fas y, sobre todo, desde Pentecost\u00e9s lo sagrado se funde con todo lo humano, por eso la religi\u00f3n cristiana es especial. Pero en vez de caminar hacia la presencia de Dios en todo, estamos caminando hacia la ausencia de Dios en todo, incluso de los objetos, lugares, personas y tiempos sagrados.
    \nLa educaci\u00f3n en el sentido de lo sagrado es vital en la oraci\u00f3n. Cuando nos sentamos a orar estamos entrando en el \u00e1mbito de lo sagrado. Por eso el tiempo y el espacio tienen que estar marcados especialmente. Podemos orar en el campo o en el autob\u00fas, porque Dios est\u00e1 en todas partes; pero las capillas y oratorios que destinamos especialmente para la oraci\u00f3n tienen que tener unas condiciones que permitan descubrir la presencia de Dios con m\u00e1s facilidad. Este sentido de lo sagrado no puede estar unido a lo oscuro, lo viejo, lo fr\u00edo o lo sucio, porque Dios no es as\u00ed: la capilla tiene que ser luminosa, alegre, c\u00e1lida, pulcra, porque son las mejores maneras de delatar la presencia de Dios. No podemos tener capillas que den miedo, sino que inspiren amor y confianza. Para educar el sentido de lo sagrado es necesario tambi\u00e9n que cuidemos ciertos ritos de entrada y salida de la capilla, m\u00e1s o menos formales, y no entrar en ella como quien entra en un aula o en una tienda. El silencio respetuoso, al menos como asentamiento, puede llegar a ser imprescindible.
    \nCuando estamos en las celebraciones con ellos tenemos que ser conscientes de que hay que partir de cero como si no hubieran conocido nada de la vida y la oraci\u00f3n cristianas. Si no lo somos, podemos provocar que algunos no entiendan lo que estamos haciendo y se desorienten, entonces desconectan y se aburren. Partir de cero significa tener que explicarlo todo, aunque sea recordando brevemente; para eso es oportuno crear h\u00e1bitos que nos ayuden a entrar en un clima de oraci\u00f3n sin tener que cortar mucho con muchas explicaciones. Pero hay que ser conscientes que las formas pueden caer en el absurdo si dejan de tener sentido, por eso es oportuno de vez en cuando comprobar que se sabe por qu\u00e9 hacemos ciertas cosas. Las explicaciones nunca deben formar parte de las oraciones y celebraciones (una homil\u00eda no es una explicaci\u00f3n, sino un comentario de la Palabra), por eso todo lo que se tenga que explicar hay que hacerlo antes de entrar en oraci\u00f3n; si hay que comentar algo ocurrido, hay que esperara a que la celebraci\u00f3n acabe. Incluso hay que discernir si la capilla es el lugar apropiado para estas cosas.
    \nPartir de cero implica tambi\u00e9n empezar por los tipos de celebraciones y m\u00e9todos de oraci\u00f3n m\u00e1s sencillos. Por ejemplo; en Taiz\u00e9 se canta mucho, porque cantando todo el mundo (y no s\u00f3lo el coro), se est\u00e1 participando. Al principio les da mucho corte hablar en p\u00fablico y hay que evitarlo si se hace sin una ayuda. Oraciones sencillas como las de repetici\u00f3n pueden ser m\u00e1s apropiadas que las espont\u00e1neas, porque no estar\u00e1n preocupados en qu\u00e9 palabras voy a decir y si gustar\u00e1n a los dem\u00e1s. El uso de s\u00edmbolos o la realizaci\u00f3n de gestos pueden ser una manera de participaci\u00f3n menos embarazosa, aunque no siempre si se exponen demasiado en p\u00fablico. \u00a1No podemos dar nada por descontado!
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Amenazas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nUna amenaza es la percepci\u00f3n que tenemos de un posible peligro; entonces reaccionamos con miedo. Las amenazas son muy sanas, porque de ellas aprendemos que no somos perfectos y que no podemos con todo. Al removernos e inquietarnos entramos en contacto con m\u00e1s facilidad con nuestros l\u00edmites y despertamos de nuestros sue\u00f1os de grandeza.
      \nLa cultura actual tiene que ayudarnos a sentirnos muy peque\u00f1os, pues la magnitud de las amenazas es descomunal. Estamos inmersos en un proceso desecularizaci\u00f3n<\/em> que dificulta much\u00edsimo la vida de fe y la difusi\u00f3n del mensaje cristiano. Dentro de este macrocontexto que algunos han definido comoincreencia<\/em>, podemos resaltar dos elementos que est\u00e1n en el coraz\u00f3n de su mecanismo.
      \n 
      \n2.1. La fuerza del mercado<\/strong>
      \n <\/p>\n\n\n\n
      En las sociedades llamadas desarrolladas pr\u00e1cticamente todo se compra y se vende; asistimos a la cultura del usar y tirar y a la consagraci\u00f3n del principio de \u201ctanto tienes, tanto vales\u201d. Desgraciadamente, los tent\u00e1culos del mercado son tan poderosos que los disidentes r\u00e1pidamente son convertidos en moda y objeto de consumo.<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

       
      \nCuando Jes\u00fas descubre los entresijos de la cultura de su \u00e9poca, comprende que el gran competidor de Dios Padre no es otro que el dinero. Desde la aparici\u00f3n del libre mercado y el desarrollo de las sociedades industrializadas, esta idolatr\u00eda se ha incrementado. Antes que las ideolog\u00edas pol\u00edticas, los gustos est\u00e9ticos o los movimientos espirituales, la amenaza principal a la fe proviene de la l\u00f3gica del mercado, del poder material y la confianza de que teniendo dinero est\u00e1s salvado, porque no te faltar\u00e1 de nada. \u00a1Insensatos! Lo que realmente vale, es tan importante que no se compra con dinero. El amor de tu madre, la sonrisa de un ni\u00f1o o la satisfacci\u00f3n de la amistad no tienen precio material, son muy humanas, necesarias para una vida plena y se construyen a base de tiempo y cari\u00f1o.
      \nEntonces, \u00a1la oraci\u00f3n salvar\u00e1 al mundo!, porque es un espacio esencialmente fuera del mercado. Pero ninguno de nosotros est\u00e1 libre de esta mentalidad mercantilista y por eso tenemos que tener cuidado a la hora de preservar la oraci\u00f3n fuera se esta l\u00f3gica.
      \nLa oraci\u00f3n es el espacio de la gracia y la gratuidad. Es fin en s\u00ed misma, como el amor. Parafraseando a San Bernardo podar\u00edamos decir que oro por orar<\/em>, sin otra justificaci\u00f3n. Esta convicci\u00f3n hay que cultivarla, porque podemos entrar en la capilla con otras intenciones que, a corto o largo plazo, quedan frustradas (quien sabe del Esp\u00edritu y de la gracia sabe que es as\u00ed). Por eso es bueno que fomentemos entre las distintas formas de oraci\u00f3n las que mejor conectan con la gratuidad. Por ejemplo: no tenemos ning\u00fan reparo en usar (y abusar) de la oraci\u00f3n de petici\u00f3n, pero practicamos muy poco la alabanza o la adoraci\u00f3n. Es m\u00e1s: en todas las celebraciones incluimos peticiones, pero pocas veces damos el mismo trato a la acci\u00f3n de gracias. \u00bfNo ser\u00e1 que tenemos que recuperar ciertos aspectos olvidados? Cuando acudimos a Dios a pedirle cosas, muchas veces estamos mercantilizando, negociando nuestra relaci\u00f3n con \u00e9l: do ut des<\/em>, el dar para que me den, se sustituye por el dame para que yo te de (y crea en ti).
      \nNo podemos olvidar que la tradici\u00f3n siempre nos ha recordado que la actitud b\u00e1sica para entrar en la oraci\u00f3n es la disponibilidad porque es el Esp\u00edritu quien nos gu\u00eda. Por mucho que nos empe\u00f1emos en aprender nuevas formas y m\u00e9todos, la oraci\u00f3n es mucho m\u00e1s que eso; es algo completamente distinto, porque pertenece a la esfera de la gracia. Si no cultivamos conscientemente la gratuidad, la oraci\u00f3n est\u00e1 abocada a ser una explosi\u00f3n de fuegos artificiales, que despu\u00e9s de mucha luz y de la maravilla, se apaga y vuelve a ser noche y todo sigue igual, como si no hubiera pasado nada. Dios no se deja mercantilizar y escapar\u00e1 de cualquier intento de que lo pongamos a nuestro servicio, cambiando el orden l\u00f3gico de las cosas\u2026 Con el Esp\u00edritu no se juega; con los j\u00f3venes tampoco. A ellos hay que decirles la verdad, avis\u00e1ndoles que la oraci\u00f3n es peligrosa y que, si no quieren que su vida cambie, no conviene que se acerquen al fuego del Esp\u00edritu.
      \n 
      \n2.2. La cultura de lo pragm\u00e1tico<\/strong>
      \n <\/p>\n\n\n\n
      El desarrollo de la ciencia y la t\u00e9cnica ha generado en nosotros una manera de ver y analizar toda la realidad: se valora lo que es mensurable, met\u00f3dicamente comprobable y lo que sirve para solucionar un problema material. Los discursos te\u00f3ricos y espirituales se consideran que pertenecen a la esfera de lo privado y subjetivo, ya que no se pueden demostrar. Como consecuencia nos instalamos en el individualismo, porque lo que construye la sociedad (los valores, las creencias, etc.) se convierte en relativo y su verdad depende de cada persona.<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

       
      \nLa eficacia, la competencia, el cientifismo, el relativismo, son otras tantas piedras de tropiezo que dificultan la incorporaci\u00f3n de los j\u00f3venes a la vida de fe y, en concreto a los h\u00e1bitos de oraci\u00f3n. Conviene que seamos conscientes de que una educaci\u00f3n as\u00ed hay que tomarla desde muy lejos. A lo mejor no podemos todav\u00eda esperar que los m\u00e1s j\u00f3venes alcancen el silencio, vivan la presencia de Dios, aprendan a escuchar lo que quiere decirles\u2026 Para eso hay que educarles en cosas mucho m\u00e1s b\u00e1sicas.
      \nLo espiritual es una dimensi\u00f3n que est\u00e1 dentro de nosotros, en lo profundo, en conexi\u00f3n con nuestra conciencia, con nuestro YO. Es donde me siento habitado por Dios y por mi esencia que s\u00f3lo \u00e9l conoce. Para llegar a lo profundo hay que ir dentro, no fuera, y la interiorizaci\u00f3n se convierte en un objetivo previo para poder conectar con mi centro. Por eso, la iniciaci\u00f3n a la oraci\u00f3n y las celebraciones se ver\u00e1 coherente dentro de un plan m\u00e1s amplio de interiorizaci\u00f3n para los grupos de movimientos, comunidades parroquiales y centros educativos. La interiorizaci\u00f3n supone unas destrezas de autoconocimientoy de manejo de mis situaciones personales. Forman parte de ella: la escucha y cuidado de mi equilibrio corporal, el reconocimiento y manejo de mis sentimientos habituales, el control de mis pensamientos irracionales y el desarrollo de un pensamiento positivo[1]<\/a>\u2026
      \nEntre otros aspectos, tenemos que prestar un especial cuidado a la elaboraci\u00f3n del relativismo propio de una cultura individualista, donde m\u00e1s o menos todo vale y defender valores comunes es dif\u00edcil y hablar de una verdad revelada es fundamentalismo. La fuerza de este individualismo nos obliga a no enfrentarnos directamente contra \u00e9l, sino a plantear estrategias m\u00e1s apropiadas de educaci\u00f3n. La oraci\u00f3n puede ser un espacio muy \u00fatil para combatir dicho relativismo. Para eso hay que cuidar en la oraci\u00f3n, no s\u00f3lo la dimensi\u00f3n comunitaria, sino la vivencia de la misma comuni\u00f3n, como acuerdo libre de voluntades y quereres, como experiencia directa de los lazos que unen, a pesar de las diferencias. Podemos entonces comprobar que es Dios mismo el que no une y nos re\u00fane, que la comuni\u00f3n es fruto de su Esp\u00edritu. Crear un espacio donde podemos abrazarnos y compartir con el que piensa y vive distinto, porque no es de mi grupo, de mi clase, de mi parroquia, de mi colegio, de mi raza o de mi religi\u00f3n\u2026 y llegar a sentirnos unidos, y concordar en valores y en ideas. Quiz\u00e1s sea m\u00e1s bien un sue\u00f1o, o una fe en el Esp\u00edritu, pero de eso estamos hablando\u2026
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Oportunidades<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nCuando vemos todo negro o todo blanco lo m\u00e1s seguro es que necesitemos gafas. Las mismas sombras de las amenazas dejan entrever las luces de las oportunidades. Sin ellas no hay amor posible por este mundo y caeremos en la descalificaci\u00f3n constante de lo que ocurra fuera de la comunidad cristiana. Lo m\u00e1s grave de este pesimismo cr\u00f3nico es que se debe a una falta de fe en la presencia y la acci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo en la Historia.
        \nDetr\u00e1s de estas oportunidades (y de otras muchas que no hemos seleccionado) est\u00e1 la mano de Dios que va sembrando luz, amor, justicia\u2026 m\u00e1s all\u00e1 de nuestros c\u00e1lculos y expectativas.
        \n 
        \n3.1. La primac\u00eda de lo afectivo-relacional<\/strong>
        \n <\/p>\n\n\n\n
        La recuperaci\u00f3n de la comunicaci\u00f3n personal, donde lo afectivo define la relaci\u00f3n, es uno de los gritos que se alzan contra la opresi\u00f3n que la cultura dominante ejerce ante lo \u00edntimo. Los grandes discursos, los compromisos socio-pol\u00edticos, los sistemas filos\u00f3ficos que no han respetado a las personas tienen cerca su fin. Hoy pedimos: ante la frialdad, calor humano; ante el compromiso estable, la presencia diaria; ante el futuro, el presente.<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

         
        \nQuiz\u00e1s sea el rasgo cultural m\u00e1s definitorio de la generaci\u00f3n joven. Aunque la cr\u00edtica posmoderna del olvido de la persona tenga un alcance m\u00e1s amplio, la sed de encuentro y de poder mostrar sus sentimientos es clara entre los j\u00f3venes (lo cual no quiere decir que lo consigan, pero s\u00ed que lo buscan). Este rasgo ha modificado significativamente los procesos educativos, donde lo importante no son los contenidos, sino la relaci\u00f3n educador-joven. No hay referentes adultos claros y el joven se mueve en un terreno sin suelo firme, por eso necesitan sentirse seguros y acogidos.
        \nLa oraci\u00f3n tiene que ser un espacio c\u00e1lido, donde ellos se encuentren a gusto. Dios quiere ser para ellos precisamente esa roca, esos cimientos que les permita sentirse seguros. La oraci\u00f3n tiene que ser esa Tienda del Encuentro donde Mois\u00e9s acud\u00eda para hablar con Dios como un amigo habla a otro. Hay que generar espacios y h\u00e1bitos de amistad real con Jes\u00fas, donde contarle en intimidad y en silencio mis cosas, y sentirme querido, acogido, escuchado, comprendido\u2026 Seguramente no es la relaci\u00f3n que ellos demandan, pero nosotros sabemos que es la fundamental.
        \nEsta relaci\u00f3n con Dios en confianza tiene que favorecer y expresarse en las relaciones entre ellos. La m\u00fasica, los cantos (sus cantos), los abrazos, pueden expresarse en la oraci\u00f3n con una especial sensaci\u00f3n de seguridad. Estamos en un espacio sagrado, que no serio, profundo, que no inexpresivo\u2026 Lo que ah\u00ed ocurre tiene que ser siempre especial. Es normal que esta conexi\u00f3n con Dios se pierda siempre que introducimos un rito, un gesto que fomente el contacto entre ellos y suponga movimiento o dispersi\u00f3n, sobre todo al principio (por nervios, falta de interiorizaci\u00f3n, cansancios\u2026). Pero no podemos tener miedo. Hay que ser constantes y volver siempre al sentido de los gestos, no corrigiendo, sino evidenciando lo que Dios hace, d\u00f3nde estaba en esos momentos\u2026 Con el tiempo aprenderemos a conciliar las dos dimensiones, vertical y horizontal, a la hora de expresarnos y compartirnos. Creemos que la vida cristiana no s\u00f3lo se vive en grupos, sino que es esencialmente comunitaria. Y no olvidemos que la comunidad no es una entelequia, sino una realidadcelebrativa, una fraternidad con lazos afectivos y solidarios entre sus miembros, un amor que se vive y se celebra. Dios es su fuente y la alegr\u00eda su m\u00e1xima expresi\u00f3n. \u00bfLo podemos recordar cuando celebremos nuestra fe?
        \n 
        \n3.2. La sed de espiritualidad<\/strong>
        \n <\/p>\n\n\n\n
        Proliferan entre los adultos much\u00edsimos fen\u00f3menos que vienen a sustituir a las religiones tradicionales. La cultura dominante es espiritualmente da\u00f1ina y cada vez nos encontramos m\u00e1s necesitados de terapias y caminos espirituales alternativos. La matriz de estos fen\u00f3menos son las religiones orientales, mucho m\u00e1s tolerantes que las religiones del libro (juda\u00edsmo, cristianismo e Islam) y han sido difundidas por la New<\/em> Age<\/em>. Las \u00faltimas llegadas son, sin duda, las espiritistas y cham\u00e1nicas de Am\u00e9rica y \u00c1frica.<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

         
        \nCuando los j\u00f3venes nos ven practicar Tai-Chi piensan que estamos ya mayores. Es cierto que hay una identificaci\u00f3n de ciertas pr\u00e1cticas de espiritualidad con estar de vuelta de muchas cosas, cansados de la vida o en b\u00fasqueda existencial. Parece l\u00f3gico que los j\u00f3venes no las practiquen\u2026 pero no las rechazan. Nos gusten o no, las ofertas espirituales est\u00e1n en las revistas, en las estanter\u00edas de librer\u00edas y tiendas de discos o en los MCS e invade incluso hasta la publicidad. Dos detalles: \u00bfOs hab\u00e9is dado cuenta que para cuidar \u201cel interior\u201d no hay nada mejor que un yogurt de soja o una mortadela de pavo? Hace unos d\u00edas veo con estupefacci\u00f3n que una famosa actriz americana ha patrocinado la edici\u00f3n de la Biblia en formato revista de moda, con fotograf\u00edas de lujo y mucho glamour, \u00a1y de la primera entrega se han vendido 80.000 ejemplares en un mes!
        \nEn todo este movimiento hay mucha confusi\u00f3n, algunos aprovechados y mucha, much\u00edsima buena fe de gente que busca. Con sus pr\u00e1cticas los nuevos movimientos han aportado tambi\u00e9n un enriquecimiento a la espiritualidad cristiana. No olvidemos que los primeros espacios de di\u00e1logo con Oriente se abrieron en los pa\u00edses asi\u00e1ticos por misioneros cristianos de cultura occidental que se pusieron a aprender Zen, Yoga o Vipassana. \u00bfQu\u00e9 podemos aprovechar para la oraci\u00f3n?
        \nUna de las cosas que nos han recordado es la necesidad de cuidar el ambiente donde la practicamos. Frente a un excesivo racionalismo occidental que ha descuidado los s\u00edmbolos, desde Oriente nos llegan las modas de velas, s\u00e1ndalos y m\u00fasicas de relajaci\u00f3n. Los antiguos hablaban de la preparaci\u00f3n remota y pr\u00f3xima, pero se refer\u00edan a actitudes mentales, como la tranquilidad, o a tareas muy conceptuales, como la elecci\u00f3n del texto de meditaci\u00f3n. Creo que podemos hablar tambi\u00e9n de una preparaci\u00f3n ambiental, donde ser\u00eda interesante ir educando a algunos j\u00f3venes en la participaci\u00f3n. Adornar la capilla o la sala puede ser una buena ocasi\u00f3n para prepararme mental y afectivamente a un acontecimiento importante.
        \nLa tradici\u00f3n oriental nos ha recordado tambi\u00e9n la necesidad de superar los discursos racionales donde nos implicamos poco y que nos afectan menos. Con la cabeza elaboramos la realidad, pero no la acogemos. La meditaci\u00f3n oriental nos ha aportado la importancia del silencio de la mente; para ello nos invita a conectar con nuestro cuerpo y reconocer las emociones que se reflejan en \u00e9l. No es nada nuevo: No el mucho saber harta y satisface al alma, sino el gustar de las cosas internamente<\/em>, dec\u00eda San Ignacio. Este tesoro com\u00fan a toda tradici\u00f3n espiritual ha sido puesto de relieve con los nuevos movimientos. Sus posturas y t\u00e9cnicas de relajaci\u00f3n bien pueden servir para asentarnos en la oraci\u00f3n y poder escuchar a Dios con m\u00e1s disponibilidad y apertura. Mientras m\u00e1s dif\u00edcil sea entrar dentro de nosotros mismos (por ejemplo, desde nuestras prisas o en la inmadurez), m\u00e1s importante es no entrar demasiado r\u00e1pido en el tema de la oraci\u00f3n y dedicar un tiempo para ir acallando la mente y despertando la conexi\u00f3n con el cuerpo y el coraz\u00f3n.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Fortalezas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nSin una conciencia clara de las fortalezas no hay posibilidad de cambiar nada. No tendr\u00edamos recursos para afrontar la situaci\u00f3n del momento presente, por eso son esenciales en cualquier b\u00fasqueda de salidas, en todo deseo de conversi\u00f3n y de reforma de algo.
          \nCuriosamente nuestras fortalezas no tienen que ver con el ser poderosos, sino todo lo contrario: somos fuertes porque somos canales e instrumentos de una mano m\u00e1s grande. Y la calidad de la herramienta est\u00e1 en dejar entrever la mano que la trabaja. Por eso somos enanos a hombros de gigantes, que podemos revivir la vida que llen\u00f3 a la Iglesia y la Historia en otras \u00e9pocas; somos colaboradores con el mismo Dios en transformar nuestra vida y nuestra sociedad. Esas son nuestras fuerzas.
          \n 
          \n4.1. Una rica tradici\u00f3n sobre la oraci\u00f3n<\/strong>
          \n <\/p>\n\n\n\n
          Frente a los nuevos movimientos de espiritualidad, la tradici\u00f3n cristiana es rica en maestros y ense\u00f1anzas sobre la oraci\u00f3n: desde los padres del desierto, los m\u00edsticos europeos medievales y el siglo de oro espa\u00f1ol a los m\u00e1s recientes maestros de oraci\u00f3n poseemos un tesoro que nos permite asimilar e integrar en su justo t\u00e9rmino lo que es o no oraci\u00f3n cristiana.<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

           
          \nYa San Pablo nos recordaba: Examinadlo todo y quedaos con lo bueno<\/em> (1Tes 5, 21). Pero para saber qu\u00e9 es realmente lo bueno tenemos que acudir a los que nos han precedido en el camino de la oraci\u00f3n. Y cuando acudimos a los maestros de la fe nos encontramos con certezas que mueven a la confianza. Por eso fueron siempre bastante dialogantes con las novedades. No olvidemos que muchos de ellos fueron acusados y perseguidos y es que los hombres y mujeres de Dios son inquietantes, porque la experiencia que de \u00e9l tienen los transforma con fuerza y los vuelve singulares.
          \n\u00bfQu\u00e9 podemos recordar de lo que nos dicen los maestros?
          \n <\/p>\n