{"id":7871,"date":"2008-10-01T00:00:07","date_gmt":"2008-09-30T22:00:07","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7871"},"modified":"2008-10-01T00:00:07","modified_gmt":"2008-09-30T22:00:07","slug":"cuidar-de-los-jovenes-como-pastor-bueno","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/cuidar-de-los-jovenes-como-pastor-bueno\/","title":{"rendered":"CUIDAR DE LOS J\u00d3VENES COMO PASTOR BUENO"},"content":{"rendered":"
\u00a0Juan Carlos Garc\u00eda Domene<\/strong> es p\u00e1rroco de Los Ramos en Murcia y profesor de Did\u00e1ctica de la ERE El buen pastor da su vida por las ovejas<\/em> (Jn 10.11)<\/p>\n \u00a0<\/strong>\u00a0<\/strong> \u00a0<\/strong>
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\n\u00a0S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>Tres cuestiones fundamentales vertebran el art\u00edculo: \u00bfqu\u00e9 piden los j\u00f3venes al sacerdote?, \u00bfqu\u00e9 les puede ofrecer \u00e9l?, \u00bfqu\u00e9 le aporta la dedicaci\u00f3n y trabajo pastoral con los j\u00f3venes? Se enmarcan en la situaci\u00f3n precisa actual que atraviesa la pastoral de juventud, necesitada de recobrar el entusiasmo y ardor apost\u00f3lico. Y desembocan en algunas propuestas formuladas de forma breve y sencilla desde la misma experiencia de la praxis pastoral con los j\u00f3venes.
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\nMuchos sacerdotes, incluso algunos con pocos a\u00f1os de ministerio, parece que hayan desistido del encargo conciliar de atender \u201ccon diligencia especial\u201d a los j\u00f3venes (PO 6). Son muchos los problemas que acarrea entrar en el mundo juvenil, son muchas las excusas que se ponen para escapar y muchos los temores y preocupaciones que lleva consigo esta dedicaci\u00f3n pastoral. Parecer\u00eda que, en l\u00edneas generales, buena parte del clero hubiera tirado la toalla. Hoy por hoy, esta acci\u00f3n pastoral no es vistosa,\u00a0 ni de inmediata gratificaci\u00f3n, tanto para el sacerdote como para los animadores. La experiencia nos dice que \u00e9ste es un ministerio arriesgado que requiere gran audacia, un suplemento a\u00f1adido de entrega personal, una fuerte confianza en Dios y un apoyo permanente de parte de la comunidad cristiana. Podemos reconocer que entre el clero, tambi\u00e9n entre el diocesano, la pastoral de juventud, es una dedicaci\u00f3n minoritaria.
\nAlgunos sacerdotes mayores, que en sus primeros a\u00f1os de ministeriohicieron de la pastoral de juventud lo fuerte de su dedicaci\u00f3n, dicen ahora que no se sienten capaces, que ya no conectan, que no tienen fuerzas y no saben c\u00f3mo hacerlo. Otros sacerdotes, de edad mediana, parecen sentirse mucho m\u00e1s reconocidos en otros sectores: la\u00a0 liturgia, la acci\u00f3n caritativa y social, el cuidado espiritual, la administraci\u00f3n, las obras o las infraestructuras, o simplemente la pastoral parroquial ordinaria, en sus servicios m\u00ednimos. De nuevo lo urgente hace descuidar lo importante. Los sacerdotes menores de 35 a\u00f1os, que parecer\u00edan los m\u00e1s cercanos, los m\u00e1s capaces y los m\u00e1s preocupados por los j\u00f3venes no son tampoco -en l\u00edneas generales- los que han tomado como generaci\u00f3n el relevo de la pastoral de juventud. Si lo hacen, quieren resultados inmediatos y cuidan poco los procesos. Podr\u00edamos decir, y servir\u00eda de arranque para esta reflexi\u00f3n, que es cada vez m\u00e1s raro encontrar sacerdotes que se vuelquen con entusiasmo y a tiempo pleno con adolescentes y j\u00f3venes y que hagan de este trabajo el eje de su ministerio sacerdotal.
\nUrge, por tanto, encontrar razones que devuelvan el entusiasmo y el ardor apost\u00f3lico y que lleven a renovar en el clero la llamada pastoral a trabajar con los j\u00f3venes, a encontrarse con ellos, a escucharles y a entregarles la vida. Urge devolverles el tiempo y la pasi\u00f3n para que conozcan a Jesucristo y su Evangelio. Ser\u00e1 bueno sondear qu\u00e9 esperan ellos del clero y qu\u00e9 piden los j\u00f3venes al sacerdote. A la vez conviene recordar qu\u00e9 puede aportar al cura el contacto con los j\u00f3venes. Son tiempos de horas bajas para el clero si tenemos en cuenta la relevancia social y cultural y el n\u00famero de efectivos, y por ello, convendr\u00eda apostar por el futuro m\u00e1s que refugiarse en el pasado. Como siempre, el evangelizador es el primer beneficiado de la obra de la evangelizaci\u00f3n: ofrecer a Jesucristo es el mejor camino para encontrarlo.
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\nSi pregunt\u00e1ramos a los j\u00f3venes c\u00f3mo querr\u00edan que fuera el sacerdote que est\u00e9 con ellos en las catequesis, en su parroquia, en las actividades, en los campamentos, en los encuentros o en las celebraciones de la fe encontrar\u00edamos algunos t\u00f3picos muy recurrentes.
\nMuchos j\u00f3venes simplemente pasar\u00edan de largo ante la pregunta. Algunos, incluso, dir\u00edan que esa figura les parece la de alguien trasnochado, in\u00fatil o nocivo, que verdaderamente no les importa. Para un buen grupo, especialmente para los que frecuentan la Confirmaci\u00f3n o son alumnos de la Escuela Cat\u00f3lica o pertenecen a familias cristianas, el sacerdote deber\u00eda ser alguien cercano, con capacidad de escucha y de atenci\u00f3n permanente, siempre disponible. Suele en general reclamarse la imagen de un \u201ccura enrollado\u201d, simp\u00e1tico y atrayente, de constante buen humor, que utiliza un lenguaje directo, claro y poco sermoneador. Cuando se entra a un nivel de cierta intimidad, en el trato personal, las primeras cuestiones que se plantean suelen ser: \u00bfpor qu\u00e9 no se casan?, \u00bfverdaderamente es posible ser c\u00e9libe y no mantener relaciones sexuales?, \u00bfpor qu\u00e9 tienen que obedecer al Papa y a los obispos?, \u00bfson de veras tan pobres como predican\u2026?, \u00bfc\u00f3mo surgi\u00f3 la vocaci\u00f3n?, \u00bfrecibiste una llamada directa, una voz te habl\u00f3\u2026?
\nM\u00e1s all\u00e1 de estas demandas o de esta imagen p\u00fablica, a veces muy superficial, hay una demanda y una necesidad m\u00e1s seria, m\u00e1s honda y serena. Del cura se espera que sea, m\u00e1s all\u00e1 de los t\u00f3picos,\u00a0 un gran creyente, un tipo coherente, libre, profundo y bueno, disponible y entregado, fiel a lo que hace y testigo de lo que ha visto y ha o\u00eddo. Nunca lo formular\u00edan as\u00ed los j\u00f3venes, quiz\u00e1 lo dir\u00edan con otras palabras, pero es importante que sepamos vislumbrar la l\u00ednea de fondo de sus demandas, m\u00e1s all\u00e1 de las formas. Nadie esperar\u00eda de un m\u00e9dico o de un ingeniero, o del cocinero que prepara la comida, o del conductor que conduce nuestro autob\u00fas que hiciera mal su trabajo, que traicionara la confianza comunitaria depositada en \u00e9l. Del cura se espera que sea cura, evang\u00e9lico, hombre de Dios, pobre, arriesgado, profeta, pastor y maestro, aunque su ense\u00f1anza no nos interese tanto.
\nPara la mayor\u00eda, la verdadera actitud ante los sacerdotes suele ser una mezcla de desconocimiento, de no confesada admiraci\u00f3n y de fuerte curiosidad. Junto a esta ignorancia, o este pasar de ellos, hay que tener en cuenta que el cura forma parte del mundo de los adultos, y esa realidad siempre es una amenaza a la libertad del adolescente y del joven, toda autoridad es un crisol de exigencia y un desaf\u00edo para quien est\u00e1 en b\u00fasqueda de su identidad y de su lugar en el mundo.
\nJunto a los t\u00f3picos y las demandas tradicionales, encontramos nuevos desaf\u00edos y nuevas demandas que los j\u00f3venes plantean al sacerdote, de un modo latente o de forma expl\u00edcita.
\nEn primer lugar, la nueva configuraci\u00f3n psicol\u00f3gica y sociocultural de los j\u00f3venes y la nueva realidad familiar exige del sacerdote nuevas respuestas y quiz\u00e1 dibuja un nuevo perfil para el presb\u00edtero. \u00bfQu\u00e9 sacerdote anhela una juventud tan emotiva, corporalista, noct\u00e1mbula, individualista, \u201cfriki\u201d, apol\u00edtica, solidaria ocasionalmente y de escasos v\u00ednculos familiares? Algunos j\u00f3venes, sin duda, reclamar\u00e1n, aun sin saberlo, un sacerdote directivo, fuerte, clarificador ante su propia incertidumbre que les devuelva, quiz\u00e1, el padre que no han tenido o al que no han conocido psicol\u00f3gicamente. Otros j\u00f3venes le rechazar\u00e1n sin darle cancha, sin dejarle el derecho a existir o a opinar porque no acaban de aceptar su ausencia y no pueden entrar en relaciones de alteridad por su gran narcisismo. S\u00f3lo unos pocos, quiz\u00e1 los nuevos llamados generaci\u00f3n Einstein<\/em>, dejar\u00e1n entrar en su vida al presb\u00edtero si est\u00e1 debidamente preparado, si es muy coherente y si puede servirles de espejo o de ayuda, si es firme y optimista y s\u00f3lo si respeta su leg\u00edtimo protagonismo.
\nEn segundo lugar, el individualismo dominante en la vida de los j\u00f3venes exige al sacerdote una capacidad de relaci\u00f3n mucho m\u00e1s personal que social. No se reclama un liderazgo p\u00fablico, sino una interlocuci\u00f3n personal, en ocasiones \u00fanicamente privada. No importa tanto cu\u00e1l es el rol social o eclesial del sacerdote, como su capacidad relacional personal, el t\u00fa a t\u00fa,\u00a0 por encima incluso del nosotros. La imagen de un sacerdote que deja hacer, que les permite que tomen la iniciativa y que se muestra respetuoso en exceso y poco intervencionista, no parece la m\u00e1s deseable para una generaci\u00f3n que quiere, por encima de otras cosas, que se les haga mucho caso.
\nEn tercer lugar, la multiculturalidad y la sensibilidad europe\u00edsta marcan ya la vida de la Iglesia y de la sociedad y por eso, de modo natural los m\u00e1s j\u00f3venes reclaman del sacerdote una mentalidad global, cosmopolita y plural y unacualificaci\u00f3n de mayor tolerancia e integraci\u00f3n de otras razas, culturas y credos. Sin duda, se le exige un manejo mayor de idiomas y una fuerte sensibilidad ecum\u00e9nica e interreligiosa. El toque internacionalista del sacerdote es cada vez m\u00e1s apreciado. El ecumenismo vivido, verdadera novedad en la Iglesia espa\u00f1ola, es signo de este tiempo de cambios y movilidad.
\nEn cuarto y \u00faltimo lugar, tambi\u00e9n las nuevas tecnolog\u00edas configuran el mundo real de los j\u00f3venes y de los adultos, y de ah\u00ed que se reclame del cura una habilidad y una presencia importante en este campo tanto como oportunidad como desaf\u00edo pastoral. \u00bfQu\u00e9 podr\u00eda hacer un sacerdote entre j\u00f3venes de la imagen y de la comunicaci\u00f3n ilimitada si no conoce y maneja Internet, correo electr\u00f3nico, Chat, MSN, si no mantiene abierto un blog, si no se entiende con los nuevos gustos y soportes musicales y digitales. Tecnolog\u00eda y mestizaje cultural vienen de la mano y desaf\u00edan y ayudar\u00e1n por igual al presb\u00edtero en su triple oficio.
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