{"id":7877,"date":"2008-11-01T00:00:15","date_gmt":"2008-10-31T22:00:15","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7877"},"modified":"2008-11-01T00:00:15","modified_gmt":"2008-10-31T22:00:15","slug":"los-jovenes-ante-los-medios-de-comunicacion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/los-jovenes-ante-los-medios-de-comunicacion\/","title":{"rendered":"Los j\u00f3venes ante los medios de comunicaci\u00f3n."},"content":{"rendered":"
<\/strong> JOS\u00c9 CARLOS FERN\u00c1NDEZ<\/p>\n Educaci\u00f3n del sentido cr\u00edtico Jos\u00e9 Carlos Fern\u00e1ndez es profesor y director pedag\u00f3gico del Colegio Salesiano \u201cEl Pilar\u201d de Soto del Real (Madrid). S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El art\u00edculo recoge los datos principales de una investigaci\u00f3n realizada por el autor sobre la educaci\u00f3n del sentido cr\u00edtico de los j\u00f3venes ante los medios de comunicaci\u00f3n social y […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1258,1259,94],"tags":[],"class_list":["post-7877","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-382","category-jose-carlos-fernandez","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7877"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7877"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7877\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7877"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7877"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7877"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nJos\u00e9 Carlos Fern\u00e1ndez es profesor y director pedag\u00f3gico del Colegio Salesiano \u201cEl Pilar\u201d de Soto del Real (Madrid).<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo recoge los datos principales de una investigaci\u00f3n realizada por el autor sobre la educaci\u00f3n del sentido cr\u00edtico de los j\u00f3venes ante los medios de comunicaci\u00f3n social y las nuevas tecnolog\u00edas. A partir de estos datos ofrece una reflexi\u00f3n educativa y propone un conjunto de pistas a padres y educadores para ayudar en la formaci\u00f3n de la personalidad y en proceso de madurez humana de tantos adolescentes abandonados en la trama de la red de redes.
\n
\nAfirmaba Juan Pablo II en una de sus \u00faltimas misivas a los periodistas: \u201cVivimos en una \u00e9poca de comunicaci\u00f3n global, en la que muchos momentos de la existencia humana se articulan a trav\u00e9s de procesos medi\u00e1ticos, o por lo menos, con ellos se deben confrontar. Me limito a recordar la formaci\u00f3n de la personalidad y de la conciencia, la interpretaci\u00f3n y la estructuraci\u00f3n de lazos afectivos, la articulaci\u00f3n de las fases educativa y formativa, la elaboraci\u00f3n y la difusi\u00f3n de fen\u00f3menos culturales, el desarrollo de la vida social, pol\u00edtica y econ\u00f3mica.\u201d [1]<\/a>
\nLos medios de comunicaci\u00f3n y las tecnolog\u00eda de la informaci\u00f3n y de la comunicaci\u00f3n, se han convertido en la actualidad en la primera alternativa del ocio juvenil y por lo tanto, tambi\u00e9n de formaci\u00f3n o deformaci\u00f3n de sus personalidades y de sus conciencias. La programaci\u00f3n televisiva est\u00e1 dise\u00f1ada para un p\u00fablico adulto. Los guiones de las series de televisi\u00f3n, que ven de manera masiva los j\u00f3venes, les muestran modelos familiares y conductuales que no son los propios de su edad.
\nPor otro lado, las revistas que se est\u00e1n comercializando para el p\u00fablico juvenil, no responde a las necesidades de estos, sino que les introducen en la sociedad de consumo, invitando al joven lector a iniciarse en h\u00e1bitos que normalmente sus padres y educadores les desaconsejamos, pero que parad\u00f3jicamente subvencionamos sin supervisarlos.
\nSon muchos los estudios como el de la Asociaci\u00f3n para la Investigaci\u00f3n de Medios de Comunicaci\u00f3n[2]<\/a>, que constatan el uso abusivo de Internet entre los ni\u00f1os y j\u00f3venes, \u00e9stos sobrepasan a los adultos en el acceso promedio de Internet. Los ni\u00f1os constituyen el 48.95% del consumo de la red de redes en nuestro pa\u00eds.
\nLos medios de comunicaci\u00f3n social y las nuevas tecnolog\u00edas, se pueden convertir en grandes y valiosas herramientas para el proceso formativo, madurativo y educativo de los j\u00f3venes, pero para ello, hay que educar en el sentido cr\u00edtico a los ni\u00f1os y adolescentes, para que puedan defenderse ante los ataques comerciales y el relativismo moral.
\nRecientemente realic\u00e9 un estudio[3]<\/a> en la Universidad San Pablo CEU, dirigido por el catedr\u00e1tico y doctor don Gabriel Gald\u00f3n. En este estudio pude confirmar la urgencia de redescubrir un modelo educativo, en lo que a medios de comunicaci\u00f3n y nuevas tecnolog\u00edas se refiere. Este modelo, es el que deber\u00eda servir de referencia a las familias y en general a todos los agentes que participamos en la educaci\u00f3n de los j\u00f3venes. Es el modelo propuesto y dise\u00f1ado a lo largo de los \u00faltimos cincuenta a\u00f1os por la Iglesia Cat\u00f3lica, pero que debemos redescubrir y ponerlo en pr\u00e1ctica, saliendo todos, padres, educadores e instituciones, del aturdimiento que nos han causado los medios de comunicaci\u00f3n y las nuevas tecnolog\u00edas. En el 2005 nos exhortaba Juan Pablo II ante la necesidad de \u201cuna vasta tarea formativa para hacer que los medios de comunicaci\u00f3n sean conocidos y usados de manera consciente y apropiada.\u201d[4]<\/a>
\n <\/p>\n\n
\nDesde hace a\u00f1os la televisi\u00f3n se han convertido en un elemento imprescindible en los hogares espa\u00f1oles. Este medio, hab\u00eda restado comunicaci\u00f3n en los hogares, pero hab\u00eda conseguido unir a los familiares entorno a ella. Pero la situaci\u00f3n parece cambiar, la gran demanda medi\u00e1tica ha causado numerosas discusiones familiares y ha conseguido que muchos progenitores claudiquen y compren una televisi\u00f3n para cada miembro de la familia, lo que inevitablemente causa un desmembramiento de la unidad familiar durante el tiempo en el que ven la televisi\u00f3n, que es mucho.
\nEs tambi\u00e9n muy preocupante el elevado n\u00famero de horas que parecen estar dedicando los j\u00f3venes a este medio, sin duda, uno de los motivos por los que muchos adolescentes se encuentran ante un preocupante fracaso escolar.
\nLolo Rico, profesional de los medios que ha dirigido algunos de los mejores programas infantiles y juveniles de la televisi\u00f3n espa\u00f1ola, afirma: \u201cMida el tiempo que los ni\u00f1os permanecen ante el televisor y contr\u00f3lelo, pero no lo reglamente s\u00f3lo con arreglo al reloj sino a la programaci\u00f3n. Es preferible que se puedan ver determinados programas concretos y que sean los propios ni\u00f1os quienes los escojan aunque usted controle posteriormente los contenidos a dejarse llevar s\u00f3lo por un horario.\u201d[5]<\/a>
\nUna de las muchas consecuencias de la cultura de la imagen en la que est\u00e1n insertos nuestros j\u00f3venes es el bajo nivel de lectura. Los adolescentes ya no tienen tiempo, ni ganas de leer. Afirma Javier Urra, especialista en psicolog\u00eda educativa, \u201cSe lee poco, se escribe menos, se reflexiona escasamente, vivimos en la inmediatez, la superficialidad de la imagen moment\u00e1nea. La televisi\u00f3n es y puede ser un correcto instrumento al servicio de la educaci\u00f3n y el conocimiento del mundo. Es la principal fuente de socializaci\u00f3n y educaci\u00f3n, que est\u00e1 transformando y generando un nuevo tipo de ser humano, aunque m\u00e1s que socializar y humanizar, desinforma y deshumaniza, moldea d\u00eda a d\u00eda nuestras creencias y actitudes y nos hace a su imagen y semejanza. Afecta positiva y negativamente, sobre todo a las personas no formadas\u201d[6]<\/a>
\nGiovanni Sartori tambi\u00e9n nos avisa sobre el peligro del \u201cvideo-ni\u00f1o\u201d: \u201c\u2026 la verdad es que la televisi\u00f3n es la primera escuela del ni\u00f1o (la escuela divertida que precede a la escuela aburrida); y el ni\u00f1o es un animal simb\u00f3lico que recibe su importa educacional, en im\u00e1genes de un mundo centrado en el hecho de ver. (\u2026)Por el contrario, desde el otro punto de vista, el ni\u00f1o formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y por tanto, la mayor\u00eda de las veces, es un ser \u201creblandecido por la televisi\u00f3n\u201d adicto de por vida a los videojuegos.\u201d[7]<\/a>
\nTenemos que evitar que nuestros j\u00f3venes se conviertan, en los \u201csordos de por vida\u201d que anuncia G. Sartori. \u201csordos\u201d ante la cultura escrita. Adultos del ma\u00f1ana que podr\u00edan responder s\u00f3lo a se\u00f1ales exclusivamente audiovisuales.
\n <\/p>\n\n
\nTodas las investigaciones consultadas demuestran que son los ni\u00f1os los que seleccionan lo que ven en sus casas, de manera mayoritaria. Al consentir este comportamiento, los padres est\u00e1n permitiendo que los j\u00f3venes vean la televisi\u00f3n sin su tutela, recordemos que muchos de ellos seleccionan lo que ven a puerta cerrada en su habitaci\u00f3n. Los progenitores no ejercen su funci\u00f3n como gestores de los contenidos a los que se exponen sus hijos, por lo que ya no son ellos los que valoran lo que deben ver o no ver sus hijos. Normalmente, sin un adulto al lado, y sin una formaci\u00f3n previa sobre el tema, el joven no tiene herramientas para hacer una lectura cr\u00edtica de los contenidos que est\u00e1 visualizando. Adem\u00e1s, por su edad, no tiene todav\u00eda madurez para ello. El papel del adulto-educador, desaparece y el adolescente se encuentra s\u00f3lo ante los medios sin saber muy bien c\u00f3mo utilizarlos, convirti\u00e9ndose en materia prima f\u00e1cilmente amasable para cualquier programador, s\u00f3lo debe darle lo que m\u00e1s le gusta consumir, que no siempre es lo mejor. Muchos tutores est\u00e1n olvidando su papel de educadores ante los medios.
\nNumerosos autores est\u00e1n previniendo sobre esta situaci\u00f3n. Lolo Rico escribe: \u201cNo permita que sus hijos dispongan de televisi\u00f3n ni en el dormitorio ni en el cuarto de jugar -si es que lo tienen-, porque usted no podr\u00eda controlar ni el tiempo que la usan ni sus contenidos. Siempre que sea posible vea con ellos la televisi\u00f3n o, al menos, ent\u00e9rese de lo que est\u00e1n viendo. Ser\u00eda importante conocer, como m\u00ednimo un programa o un episodio de esa serie concreta que tanto les interesa. (\u2026) Ens\u00e9\u00f1eles a seleccionar (\u2026) Cuando hayan seleccionado un programa, ens\u00e9\u00f1eles a conectar el televisor al llegar el momento de la emisi\u00f3n para desconectarlo en cuanto termine (\u2026)\u201d.
\nMuchos adolescentes opinan en su mayor\u00eda, que siempre o casi siempre est\u00e1 encendida la televisi\u00f3n en sus hogares, por lo tanto, no se le est\u00e1 ense\u00f1ando a seleccionar los mejores programas de la oferta televisiva.
\nNo debemos utilizar este medio como \u201ctelevisi\u00f3n-ni\u00f1era\u201d debemos hablar mucho de televisi\u00f3n con los ni\u00f1os y j\u00f3venes. Es imprescindible dialogar sobre la programaci\u00f3n y analizarlos con ellos.
\nEl padre o la madre, debe asistir a sus hijos ante los medios de comunicaci\u00f3n, as\u00ed lo aseveraba el Papa Juan Pablo II en la Jornada Mundial de las Comunicaciones de 1994: \u00abFormar los h\u00e1bitos de los hijos, a veces puede querer decir sencillamente apagar el televisor porque hay cosas mejores que hacer, o porque la consideraci\u00f3n hacia otros miembros de la familia lo requiere o porque la visi\u00f3n indiscriminada de la televisi\u00f3n puede ser perjudicial. Los padres que hacen un uso prolongado de la televisi\u00f3n como si se tratara de una \u00abni\u00f1era\u00bb electr\u00f3nica, abdican de su deber de principales educadores de sus hijos. Tal dependencia de la televisi\u00f3n puede privar a los miembros de la familia de la oportunidad de relacionarse los unos con los otros mediante la conversaci\u00f3n, las actividades y las oraciones comunes. Los padres prudentes son, adem\u00e1s, conscientes de que tambi\u00e9n los buenos programas deben ser complemen\u00adtados por otras fuentes de informaci\u00f3n, entretenimiento, educaci\u00f3n y cultura\u00bb[8]<\/a>.
\nDebemos educar en el consumo responsable de los medios, teniendo en cuenta que la programaci\u00f3n se basa en espacios divertidos, sencillos. Espacios televisivos dise\u00f1ados para todos los p\u00fablicos, orientados a fines comerciales que en muchas ocasiones poco favorece, al proceso formativo de los adolescentes.
\n <\/p>\n\n
\nNo es aconsejable que se conecte el televisor nada m\u00e1s atravesar el umbral de la puerta, pero muchos ni\u00f1os y adolescentes lo hacen, quiz\u00e1 por costumbre o porque se han convertido en uno de los muchos ni\u00f1os, que pasan las tardes solos en sus hogares, a causa de las largas jornadas laborales de sus padres. La televisi\u00f3n puede y quiz\u00e1 debe verse un poco todos los d\u00edas, pero antes de sentarse ante ella los ni\u00f1os deben cumplir con algunos requisitos como asearse, merendar o contar a sus padres sus experiencias en el colegio.
\nEs una mala costumbre encender la televisi\u00f3n nada m\u00e1s llegar a casa, deber\u00edamos ense\u00f1ar a nuestros j\u00f3venes a encender la televisi\u00f3n cuando va a emitirse el programa que deseen ver. Pero desde las empresas medi\u00e1ticas est\u00e1n haciendo esto cada vez m\u00e1s dif\u00edcil, ya que var\u00edan las horas de emisi\u00f3n sin previo aviso, retrasando los horarios por motivos comerciales.
\nEfectivamente, la televisi\u00f3n se ha convertido en un elemento imprescindible en la integraci\u00f3n social de los ni\u00f1os y de los j\u00f3venes. Las series, los programas o el \u00faltimo partido siempre son tema de conversaci\u00f3n en los colegios y en la calle. En muchas ocasiones, no haber visto un cap\u00edtulo de una serie o un programa de humor puede dejar al joven fuera de la conversaci\u00f3n en el grupo de iguales.
\n\u201cLa repetici\u00f3n continua de programas no se detiene en la pantalla sino que trasciende. Ocupa charlas y comentarios y no s\u00f3lo en el hogar, sino que llega a la calle, al trabajo, a la cafeter\u00eda, al colegio\u201d[9]<\/a>, afirma Javier Urra.
\nLa programaci\u00f3n de la noche anterior adquiere un gran protagonismo a la ma\u00f1ana siguiente en la clase y en el patio del colegio, donde se convierte en un elemento de identificaci\u00f3n, comparaci\u00f3n o imitaci\u00f3n. Los contenidos televisivos quedan insertos de tal modo en el adolescente, que llegan a constituir parte del proceso de socializaci\u00f3n. Por lo que la soluci\u00f3n, no es que los ni\u00f1os no vean la televisi\u00f3n, sino que vean contenidos adaptados a su edad y con el asesoramiento de un adulto educador.
\nLas cadenas de televisi\u00f3n est\u00e1n dise\u00f1ando programaciones que gusten a todos los p\u00fablicos. En las parrillas han desaparecido pr\u00e1cticamente los espacios dedicados exclusivamente a ni\u00f1os o a adultos, especialmente en las horas deprime time<\/em>. Ahora toda la programaci\u00f3n es para todos, en una clara apuesta por parte de los programadores de apoderarse de la mayor audiencia. Los objetivos comerciales, imperan sobre los formativos.
\nLos j\u00f3venes, que como hemos visto son los que seleccionan los contenidos, no siempre eligen los m\u00e1s apropiados para su edad. La televisi\u00f3n nos transmite un mundo irreal con valores e ideales irreales. Esto es especialmente trascendente cuando analizamos cu\u00e1les son los programas m\u00e1s vistos por los adolescentes.
\nAdem\u00e1s, los educadores debemos tener en cuenta que los j\u00f3venes, que todav\u00eda no han adquirido plenamente su capacidad cr\u00edtica, no encuentran l\u00edmite en los contenidos televisivos que consumen. Los medios les han retirado los avisos, los rombos y todas las protecciones en general. El adolescente, que se encuentra en un momento decisivo de su desarrollo emocional, se ve gravemente perjudicado por programas y series que no le proporcionan las herramientas para configurar su personalidad, y se deja arrastrar por la cultura dominante, una cultura \u201caudiovisual\u201d, basada en el relativismo moral.
\nLa programaci\u00f3n que est\u00e1 consumiendo el p\u00fablico juvenil no se ajusta a sus necesidades y no responde a la formaci\u00f3n de su personalidad y no ayuda a la articulaci\u00f3n de las fases educativas y formativas del adolescente.
\nPor otro lado, muchas de las series que afirman ver los j\u00f3venes, finalizan entorno a la media noche, teniendo que ir al d\u00eda siguiente al colegio. Por lo cual, en la mayor\u00eda de los casos no alcanzan las ocho o nueve horas necesarias para un buen rendimiento escolar. A todo ello, debemos sumar otra advertencia. En muchas hogares, los padres ya no controlan los horarios de sus hijos, permiti\u00e9ndoles ver la televisi\u00f3n hasta tarde, e incluso de madrugada durante los d\u00edas lectivos.
\nPara que los j\u00f3venes aprovechen correctamente su jornada escolar y para una vida saludable, deben descansar adecuadamente durante la noche. Por ello, no resulta conveniente que los ni\u00f1os y adolescentes vean la programaci\u00f3n de noche y de madrugada.
\n <\/p>\n\n
\nEn los \u00faltimos a\u00f1os, una de las disyuntivas en las que se han encontrado los padres, es si deben o no comprar un m\u00f3vil a sus hijos durante la infancia o adolescencia. Hoy en d\u00eda, la mayor\u00eda de los adolescentes mayores de 12 a\u00f1os tienen su propio tel\u00e9fono m\u00f3vil. \u00c9ste lo sienten como algo suyo, del que no deben dar cuentas en su casa.
\nLas cadenas de televisi\u00f3n, para aumentar sus ingresos, han entrado de lleno en el mercado de los m\u00f3viles, solicitando al p\u00fablico joven que opine o vote en directo. Tambi\u00e9n se ofertan las descargas de sinton\u00edas en numerosos programas, y la inmensa mayor\u00eda son consumidores de estos productos sin informar a sus padres, ya que ellos consideran que el m\u00f3vil es algo personal de lo que no deben dar cuentas.
\nLos educadores debemos tener en cuenta que las empresas medi\u00e1ticas se est\u00e1 aprovechando comercialmente de esta situaci\u00f3n. Los padres, pueden y deben supervisar el consumo que realizan sus hijos del m\u00f3vil, asesorarlos y dosificarlos si fuera necesario. En ocasiones, estamos poniendo en sus manos medios inofensivos para un adulto pero no para un ni\u00f1o. As\u00ed mismo, debemos valorar la necesidad de la compra de un m\u00f3vil y educar a los ni\u00f1os y j\u00f3venes en el consumo responsable.
\n <\/p>\n\n
\nLa inmensa mayor\u00eda de los j\u00f3venes se conecta a Internet de manera diaria. Ellos declaran que utilizan Internet por tres motivos fundamentales: para buscar informaci\u00f3n, para conectarse con sus amigos por Messenger y para entretenerse.
\nSi este uso de la red de redes est\u00e1 gestionado y supervisado por los adultos, en principio no tendr\u00eda que dar mayores problemas. Es conveniente que los j\u00f3venes aprendan cuanto antes el manejo del ordenador y de Internet.
\nLo grave es que el estudio demuestra, que los j\u00f3venes est\u00e1n utilizando Internet sin la suficiente asistencia de sus padres, ya que en la mayor\u00eda de los casos los j\u00f3venes han mantenido conversaciones con otros individuos, por medio del Chat o del Messenger. Esto conlleva un grave peligro, los j\u00f3venes no conocen la identidad, ni la edad de la persona que est\u00e1 al otro lado, por lo que exponemos al joven ante una conversaci\u00f3n con un desconocido sin la tutela de un adulto, pudiendo, en algunos casos, rozar lo delictivo.
\nEl 52.88% y el 59.40% de varones y mujeres de doce a catorce a\u00f1os han mantenido conversaciones por Internet con desconocidos. Cifra que asciende peligrosamente en los alumnos de quince a dieciocho a\u00f1os. El dato de los varones es de 71.55% y el de la mujeres de 77.31%.
\nUna vez examinados los datos puedo asegurar que los j\u00f3venes est\u00e1n utilizando Internet sin la suficiente tutela por parte de sus padres. La inmensa mayor\u00eda de los j\u00f3venes han mantenido conversaciones con desconocidos por Internet. Por otro lado, constato la necesidad de realizar un trabajo en profundidad sobre las publicaciones m\u00e1s le\u00eddas por los j\u00f3venes espa\u00f1oles.
\nLos adolescentes varones leen publicaciones para adultos, mientras que las chicas leen publicaciones dise\u00f1adas, desde el punto de vista comercial, para ellas. En ambos casos habr\u00eda que analizar si estas revistas atienden a sus necesidades formativas.
\nLos varones entrevistados afirman ojear de manera peri\u00f3dica la prensa deportiva y nacional. Adem\u00e1s nos encontramos entre las publicaciones m\u00e1s consultadas, revistas como Siete o FHM, que no atienden a las necesidades formativas de los adolescentes.
\nLas mujeres aseguran leer publicaciones como Bravo, SuperPop, Loka, You o Vale. revistas que se dise\u00f1an para el p\u00fablico femenino de esta edad, Se hace necesario un estudio que analice estas publicaciones para ver si verdaderamente ayudan en el proceso formativo de las alumnas.
\n <\/p>\n\n
\nNuestros j\u00f3venes son grandes consumidores de medios de comunicaci\u00f3n, y no siempre este consumo est\u00e1 tutelado correctamente. Es responsabilidad de todos: padres, educadores y medios de comunicaci\u00f3n, la formaci\u00f3n del sentido cr\u00edtico ante los medios de los ni\u00f1os y j\u00f3venes. Esta es la \u00fanica forma de alcanzar una sociedad de la informaci\u00f3n \u201cfundada en la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad\u201d.[10]<\/a>
\nLos datos de este an\u00e1lisis arrojan la inminente necesidad de dise\u00f1ar en nuestro pa\u00eds una estrategia educativa sobre el sentido cr\u00edtico ante los medios de comunicaci\u00f3n que beneficie a nuestros j\u00f3venes. Un buen camino el marcado por el magisterio de la Iglesia Cat\u00f3lica. Ante todo lo expuesto podr\u00edamos llegar a las siguientes conclusiones:
\n
\n– Las familias tienen un elevado n\u00famero de receptores en sus hogares, y la mitad de los j\u00f3venes tienen televisor en su habitaci\u00f3n lo que fomenta la desuni\u00f3n familiar.
\n
\n– La mitad de los j\u00f3venes del estudio est\u00e1n consumiendo m\u00e1s de dos horas diarias de televisi\u00f3n. Por lo tanto, desde los hogares no se est\u00e1 midiendo el tiempo que los adolescentes pasan antes el televisor, ni la programaci\u00f3n que estos ven. Esto no es beneficioso para su proceso formativo y madurativo de los adolescentes.
\n
\n– La familia, la escuela y las instituciones deben velar por la formaci\u00f3n infantil y juvenil, solucionando el conflicto que se ha producido en los \u00faltimos a\u00f1os entre la cultura escrita y la audiovisual. Como se ha constatado, la ingente cantidad de horas utilizadas por los j\u00f3venes en ver la televisi\u00f3n, provoca una merma considerable en el tiempo dedicado a la lectura, creando adultos del ma\u00f1ana que responder\u00e1n con mucha dificultad ante los est\u00edmulos de la cultura escrita.
\n
\n– En la mayor\u00eda de los casos, los programas de televisi\u00f3n que aseguran ver los adolescentes son desaconsejables para su proceso madurativo. El tiempo en el que se desarrollan algunos de estos espacios, perjudica a los adolescentes en el horario de estudio o en el tiempo de descanso necesario, lo que podr\u00eda afectar a su rendimiento acad\u00e9mico.
\n
\n– Los j\u00f3venes est\u00e1n adquiriendo h\u00e1bitos adictivos ante la televisi\u00f3n. Encienden el receptor nada m\u00e1s llegar a sus casas y est\u00e1 encendido siempre o casi siempre.
\n
\n– Los medios de comunicaci\u00f3n deben tener en cuenta que las noticias son visualizadas por un p\u00fablico joven, por lo que hay que cuidar y adecuar el lenguaje y la imagen a un p\u00fablico que no siempre se est\u00e1 teniendo en cuenta
\n
\n– Se est\u00e1 ofreciendo a los j\u00f3venes una programaci\u00f3n que no les hace pensar ni reflexionar. La programaci\u00f3n se basa en espacios divertidos y sencillos. Espacios televisivos dise\u00f1ados para todos los p\u00fablicos, orientados a fines comerciales que poco favorece, al proceso formativo de los adolescentes.
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\n– La televisi\u00f3n se ha convertido en un elemento de socializaci\u00f3n para los j\u00f3venes. La programaci\u00f3n de la televisi\u00f3n es tema de conversaci\u00f3n entre los adolescentes, adem\u00e1s en muchas ocasiones comienzan a ver un espacio televisivo por influencia de sus amigos.
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\n– Todas las cadenas de televisi\u00f3n est\u00e1n realizando programaciones que valgan para todos los p\u00fablicos. Por lo cual, la programaci\u00f3n que est\u00e1 consumiendo el p\u00fablico juvenil no se ajusta a sus necesidades, y no responde a la formaci\u00f3n de su personalidad y de su conciencia, y por supuesto no ayuda en la articulaci\u00f3n de las fases educativas y formativas del adolescente.
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\n– En mucho hogares, no existe una hora para marcharse a la cama, decidiendo los mismos adolescentes cuando hacerlo. Esto, les lleva a ver la televisi\u00f3n hasta muy tarde, por lo que no duermen el tiempo necesario para un buen rendimiento escolar.
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\n– Los j\u00f3venes desean reproducir en sus vidas las experiencias que viven los personajes de ficci\u00f3n de las teleseries. Adem\u00e1s, encuentran dificultad en separar la ficci\u00f3n de la realidad.
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\n– La televisi\u00f3n se est\u00e1 aprovechando comercialmente de los j\u00f3venes, que est\u00e1n utilizando el m\u00f3vil sin la suficiente supervisi\u00f3n de sus padres. Por su parte, los j\u00f3venes consideran que el m\u00f3vil que les han regalado en casa es algo personal, que no debe ser controlado por sus padres. Env\u00edan de manera cotidiana SMS sin la inspecci\u00f3n de un adulto.
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\n– Los j\u00f3venes est\u00e1n utilizando Internet sin la suficiente tutela por parte de sus padres. La inmensa mayor\u00eda de los j\u00f3venes han mantenido conversaciones con desconocidos por Internet.
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\n– Los adolescentes varones leen publicaciones para adultos, mientras que las mujeres leen publicaciones dise\u00f1adas, desde el punto de vista comercial, para ellas. En ambos casos habr\u00eda que analizar si estas revistas atienden a sus necesidades formativas.
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\n[1]<\/a> Carta Apost\u00f3lica del Sumo Pont\u00edfice Juan Pablo II a los responsables de las Comunicaciones Sociales, 24 de enero de 2005.
\n[2]<\/a> Tercer estudio de AIMC sobre la relaci\u00f3n de los ni\u00f1os espa\u00f1oles de entre 8 y 13 a\u00f1os con los medios de comunicaci\u00f3n.
\n[3]<\/a> Investigaci\u00f3n para la obtenci\u00f3n del Diploma de Estudios Avanzados, \u201cLa educaci\u00f3n del sentido cr\u00edtico de los j\u00f3venes: el caso del Colegio Salesiano El Pilar\u201d, 2006. Puede consultarse en la biblioteca central de la Universidad San Pablo-CEU.
\n[4]<\/a> Carta Apost\u00f3lica del Sumo Pont\u00edfice Juan Pablo II a los responsables de las Comunicaciones Sociales, 24 de enero de 2005.
\n[5]<\/a> Lolo Rico:<\/strong> \u201cEl Buen Telespectador. C\u00f3mo ver y ense\u00f1ar a ver televisi\u00f3n\u201d. Espasa Hoy, Madrid 1994.
\n[6]<\/a> Javier Urra: El peque\u00f1o dictador. Cuando los padres son las v\u00edctimas. Del ni\u00f1o consentido al adolescente agresivo<\/em>, La Esfera de los libros, Madrid 20062<\/sup>.
\n[7]<\/a> Giovanni Sartori: Homo videns. La sociedad teledirigida<\/em>, Taurus, Madrid5<\/sup>, 2002.
\n[8]<\/a> Mensaje de Juan Pablo II sobre televisi\u00f3n y Familia, con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en el a\u00f1o 1994.
\n[9]<\/a> Op. Cit. p\u00e1g 439.
\n[10]<\/a> Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica, 2494.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"