{"id":7889,"date":"2008-10-01T00:00:58","date_gmt":"2008-09-30T22:00:58","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7889"},"modified":"2008-10-01T00:00:58","modified_gmt":"2008-09-30T22:00:58","slug":"presbiteros-en-pastoral-juvenil","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/presbiteros-en-pastoral-juvenil\/","title":{"rendered":"Presb\u00edteros en pastoral juvenil"},"content":{"rendered":"<p style=\"text-align: right\"><em>Os dar\u00e9 pastores seg\u00fan mi coraz\u00f3n<\/em><\/p>\n<p style=\"text-align: right\">(Jr 3, 15)<\/p>\n<p>&nbsp;<br \/>\nLa exhortaci\u00f3n postsinodal de Juan Pablo II sobre la formaci\u00f3n de los sacerdotes en la situaci\u00f3n actual (a\u00f1o 1992) comienza con estas palabras del profeta Jerem\u00edas que ponemos como ep\u00edgrafe en la presentaci\u00f3n de este n\u00famero de <strong>Misi\u00f3n Joven<\/strong>. Con ellas, Dios promete a su pueblo no dejarlo nunca privado de pastores que lo gu\u00eden. Quiz\u00e1s lo verdaderamente importante ser\u00eda que, en las comunidades cristianas, los j\u00f3venes experimentaran esta promesa prof\u00e9tica, es decir, que sintieran realmente la presencia, cercan\u00eda y acompa\u00f1amiento de los presb\u00edteros en su camino de maduraci\u00f3n humana y cristiana.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nDedicamos este n\u00famero precisamente a esta cuesti\u00f3n concreta. Nos hemos referido con frecuencia, en n\u00fameros anteriores de nuestra Revista, a los agentes de pastoral en general, a los animadores juveniles. En \u00e9ste, queremos mirar directa y expresamente a los sacerdotes y a la necesidad de su presencia y acci\u00f3n entre los j\u00f3venes. A pesar de proclamar muchas veces de palabra la importancia de la pastoral de juventud, la realidad es que son muchos los sacerdotes que con facilidad dejan a un lado esta preocupaci\u00f3n primordial para la Iglesia. Por una parte, <strong>Jes\u00fas Rojano<\/strong> ofrece una reflexi\u00f3n en torno a la relaci\u00f3n sacerdote-j\u00f3venes, considerando no s\u00f3lo las dificultades y problemas actuales, sino se\u00f1alando tambi\u00e9n pistas posibles para emprender este quehacer pastoral. Por otra, <strong>Juan Carlos Garc\u00eda Domene<\/strong> quiere motivar y presentar las razones que devuelvan el entusiasmo y el ardor ap\u00f3stolico, que lleven a renovar en el clero la llamada pastoral a trabajar con los j\u00f3venes, a encontrarse con ellos, a escucharles y a entregarles la vida.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nY hemos querido tambi\u00e9n en este n\u00famero presentar, comentar y valorar el renovado Proyecto Marco de Pastoral de Juventud de la Conferencia Episcopal Espa\u00f1ola (Comisi\u00f3n de Apostolado Seglar), que se\u00f1ala las orientaciones fundamentales para plantear y programar la pastoral de juventud. Precisamente el Proyecto Marco dedica en su \u00faltima parte un apartado de gran inter\u00e9s sobre el sacerdote en la pastoral juvenil. Reconoce su papel fundamental, traza su verdadero perfil, se\u00f1ala las actitudes que le deben acompa\u00f1ar en su ministerio y destaca especialmente su funci\u00f3n y cometido espec\u00edficos.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nSeg\u00fan el documento, al sacerdote en la pastoral juvenil se le pide y conf\u00eda especialmente una labor de acompa\u00f1amiento, de ayuda para discernir la voluntad de Dios, de gu\u00eda en la vida espiritual y de coordinaci\u00f3n en los diversos niveles, siendo lazo de uni\u00f3n entre las personas y los grupos. Se trata, pues, de un quehacer propio, que se sit\u00faa en la perspectiva de la formaci\u00f3n personal y espiritual, un quehacer que dif\u00edcilmente puede ser confiado y desarrollado por otros.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nEstas funciones propias del sacerdote implican, ante todo, que el sacerdote viva con alegr\u00eda y entusiasmo la identidad sacerdotal, creyendo en la gracia y la fuerza del propio sacerdocio. Pero implican tambi\u00e9n conocer, aceptar y amar a los j\u00f3venes; acompa\u00f1ar a los j\u00f3venes, animadores y educadores cuidando su formaci\u00f3n personal, espiritual, pedag\u00f3gica; ser testigo de la fe, el amor, la comuni\u00f3n, contagiando con la Palabra de Dios y no tanto con las propias palabras. Realmente, la figura del sacerdote tiene que recordar la imagen del buen Pastor, de Cristo caminando con los disc\u00edpulos de Ema\u00fas, acompa\u00f1ando con paciencia y comprensi\u00f3n a las personas en el proceso educativo. Y, en cuanto imagen de Cristo, buen Pastor, necesita gran capacidad de escucha y di\u00e1logo, paciencia ante las dificultades, ante el ritmo y proceso de crecimiento de cada persona, audacia y coraje para evangelizar en medio de situaciones nada f\u00e1ciles, verdadera opci\u00f3n y compromiso por los pobres, gratuidad y aceptaci\u00f3n de la cruz, del fracaso.<br \/>\n&nbsp;<br \/>\nAl dedicar este n\u00famero de <strong>Misi\u00f3n Joven<\/strong> a los sacerdotes en modo alguno queremos decir que toda la pastoral juvenil tiene que depender del clero. No depende simplemente de los obispos, de los sacerdotes, de los religiosos; depende de toda la comunidad cristiana. Ha de siempre compartida. Pero en esta misi\u00f3n compartida en la comunidad, ciertamente al sacerdote le corresponde una labor sumamente importante, que no puede eludir.<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">EUGENIO ALBURQUERQUE<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">directormj@misionjoven.org<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Os dar\u00e9 pastores seg\u00fan mi coraz\u00f3n (Jr 3, 15) &nbsp; La exhortaci\u00f3n postsinodal de Juan Pablo II sobre la formaci\u00f3n de los sacerdotes en la situaci\u00f3n actual (a\u00f1o 1992) comienza con estas palabras del profeta Jerem\u00edas que ponemos como ep\u00edgrafe en la presentaci\u00f3n de este n\u00famero de Misi\u00f3n Joven. 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