{"id":7899,"date":"2008-10-01T00:00:09","date_gmt":"2008-09-30T22:00:09","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7899"},"modified":"2008-10-01T00:00:09","modified_gmt":"2008-09-30T22:00:09","slug":"sydney-2008-unidos-por-el-espiritu","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/sydney-2008-unidos-por-el-espiritu\/","title":{"rendered":"SYDNEY 2008: UNIDOS POR EL ESP\u00cdRITU"},"content":{"rendered":"
Marta Cesteros Yag\u00fce<\/strong> MARTA CESTEROS YAG\u00dcE<\/p>\n Movimiento Juvenil Salesiano<\/p>\n Di\u00f3cesis de Madrid<\/p>\n XXIII Jornada Mundial de la Juventud Marta Cesteros Yag\u00fce Movimiento Juvenil Salesiano. Di\u00f3cesis de Madrid Si no hemos participado nunca en una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), quiz\u00e1 caigamos en la tentaci\u00f3n de quedarnos con la imagen que de ellas nos trasmiten los medios de comunicaci\u00f3n de nuestro pa\u00eds: un mont\u00f3n de chavales […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1254,1255,94],"tags":[],"class_list":["post-7899","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-experiencias-381","category-marta-cesteros","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7899","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7899"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7899\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7899"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7899"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7899"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nMovimiento Juvenil Salesiano. Di\u00f3cesis de Madrid<\/strong>
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\nSi no hemos participado nunca en una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), quiz\u00e1 caigamos en la tentaci\u00f3n de quedarnos con la imagen que de ellas nos trasmiten los medios de comunicaci\u00f3n de nuestro pa\u00eds: un mont\u00f3n de chavales que aclaman al Papa como si fuera la \u00faltima estrella del rock. Sin embargo, los que ya llevamos algunas ediciones a nuestras espaldas, sabemos por experiencia que la cosa es mucho m\u00e1s profunda y compleja, y que, a menudo, ha sido tambi\u00e9n una oportunidad para la conversi\u00f3n y el compromiso de muchos j\u00f3venes que han vivido las Jornadas Mundiales como un punto de inflexi\u00f3n en su vida de fe.
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\nAustralia, la Tierra del Esp\u00edritu Santo.<\/strong>
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\nEn esta ocasi\u00f3n, la JMJ se celebraba en Sydney, en la hermos\u00edsima tierra australiana, bautizada por su descubridor, el espa\u00f1ol Pedro Fern\u00e1ndez de Quir\u00f3s, como la \u201cTierra Australia del Esp\u00edritu Santo\u201d, cuando tomaba posesi\u00f3n de ella un 14 de mayo de 1606, festividad de Pentecost\u00e9s. Probablemente por este motivo, el Pontificio Consejo para los Laicos, \u00faltimo responsable de la organizaci\u00f3n de las JMJ, eligi\u00f3 para esta edici\u00f3n el lema tomado del primer cap\u00edtulo de los Hechos de los Ap\u00f3stoles: \u201cRecibir\u00e9is la fuerza del Esp\u00edritu Santo, que vendr\u00e1 sobre vosotros, y ser\u00e9is mis testigos\u201d (Hch 1, 8).
\nEfectivamente, la ciudad de Sydney y, en especial, el recinto del Hip\u00f3dromo de Randwick, que alberg\u00f3 los actos finales de esta XXIII JMJ, se convirtieron, tal y como deseaba el Papa al comienzo de la eucarist\u00eda final, en un \u201cnuevo cen\u00e1culo\u201d[1]<\/a>, en el que sin duda, el Esp\u00edritu Santo se hizo presente entre los chicos y chicas de toda raza, lengua y naci\u00f3n all\u00ed reunidos en presencia del sucesor de Pedro. Ante la inmensa asamblea, que rondaba el medio mill\u00f3n de personas, hermanadas y dialogantes como en un nuevo Pentecost\u00e9s, Benedicto XVI rogaba: \u201cQue el fuego del amor de Dios descienda y llene vuestros corazones para uniros cada vez m\u00e1s al Se\u00f1or y a su Iglesia y enviaros, como nueva generaci\u00f3n de Ap\u00f3stoles, a llevar a Cristo al mundo\u201d[2]<\/a>. As\u00ed, la presencia del Esp\u00edritu Santo ha sido la constante de este encuentro festivo de la fe, del que han sido protagonistas 250.000 j\u00f3venes de todo el mundo.
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\nD\u00edas de fe y alegr\u00eda.<\/strong>
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\nLa Jornada Mundial de la Juventud no se reduce al fin de semana de encuentro con el Papa, en el que se celebra la Vigilia de oraci\u00f3n y la Misa Final. Miles de j\u00f3venes empezaban su peregrinaje a Australia casi 15 d\u00edas antes, participando primero en lo que se conoce como la Semana en las Di\u00f3cesis Previas. Durante estos d\u00edas, las comunidades cristianas de las di\u00f3cesis vecinas acogen a los j\u00f3venes que van llegando de todos los puntos cardinales, para compartir con ellos la fe com\u00fan en el Se\u00f1or resucitado. La mayor\u00eda de los j\u00f3venes espa\u00f1oles, casi 5000, que han participado en esta JMJ, fueron acogidos por las familias de la di\u00f3cesis de Melbourne, donde habita una fuerte comunidad hispana. All\u00ed tuvieron la oportunidad de descubrir las particularidades de la Iglesia australiana y de celebrar las bases de nuestra fe com\u00fan, a trav\u00e9s de catequesis, celebraciones lit\u00fargicas y actividades festivas.
\nDespu\u00e9s de esta primera toma de contacto, los j\u00f3venes viajaron hasta Sydney, la ciudad anfitriona, que llevaba ya d\u00edas preparada para recibir a sus hu\u00e9spedes, adornada con banderolas de colores, carteles y folletos anunciadores, y que hab\u00eda desplegado ya todo un dispositivo de infraestructura para asegurar la buena marcha del encuentro y para lograr que sus vecinos atendieran con cari\u00f1o y generosidad a esta avalancha de chicos y chicas que estaba a punto de invadir sus calles.
\nY, desde luego, la invasi\u00f3n se produjo. Al t\u00e9rmino de la JMJ, en la conferencia de prensa tras la Misa final, el obispo Anthony Fisher, coordinador del comit\u00e9 organizador, dec\u00eda que Sydney se hab\u00eda visto \u201csacudida por un tsunami de fe y alegr\u00eda\u201d. Ciertamente, resultaron palabras muy adecuadas para describir el ambiente que se vivi\u00f3 en Sydney entre los d\u00edas 15 y 20 de julio.
\nEl colorido de las banderas, la m\u00fasica, las risas y los gestos de amistad fueron las manifestaciones externas de la atm\u00f3sfera de concordia y fraternidad que los j\u00f3venes crearon, gracias a su profunda y entusiasta fe en Cristo. Por las ma\u00f1anas, ten\u00edan lugar las catequesis, impartidas por obispos de todo el mundo en diversas parroquias de la ciudad. Los j\u00f3venes de habla hispana tuvieron la oportunidad de establecer un di\u00e1logo cercano con varios obispos espa\u00f1oles e hispanoamericanos, entre otros Don Lluis Mart\u00ednez Sistach, Don Ricardo Bl\u00e1zquez, Don Antonio Mar\u00eda Rouco Varela o al Cardenal salesiano de Tegucigalpa (Honduras), Don \u00d3scar Rodr\u00edguez Maradiaga, quien, por su estilo cercano y desenfadado, suele congregar en cada edici\u00f3n a mayor n\u00famero de j\u00f3venes.
\nEstas catequesis se estructuraron en torno al eje central del encuentro, el Esp\u00edritu Santo, abordando tres aspectos distintos: Vivir seg\u00fan el Esp\u00edritu, el Esp\u00edritu Santo como alma de la Iglesia y, por \u00faltimo, el Esp\u00edritu que nos env\u00eda a una misi\u00f3n. La profundidad y madurez de los j\u00f3venes participantes en la JMJ qued\u00f3 patente en la atenci\u00f3n con que siguieron la exposici\u00f3n de los obispos y, sobre todo, en el tipo de cuestiones que planteaban a los prelados durante el coloquio, muchas de ellas relativas al discernimiento de la propia vocaci\u00f3n y a las dificultades para dar testimonio de la fe en un mundo secularizado.
\nOtros muchos eventos llenaban las tardes, todos ellos ofrecidos como herramientas para celebrar y compartir la fe: festivales musicales, exposiciones art\u00edsticas, proyectos de voluntariado social, espacios y momentos para la reconciliaci\u00f3n y la oraci\u00f3n, etc. Entre ellos, cabe destacarse el espectacular Via<\/em>Crucis<\/em>, representado por las calles del centro de la ciudad el viernes por la tarde. Mediante una escenograf\u00eda elegante y cuidada, combinando m\u00fasica, efectos visuales y expresi\u00f3n corporal, consigui\u00f3 crear una atm\u00f3sfera oracional que contagi\u00f3 a todos los presentes, fueran o no peregrinos.
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\nImpulsados por el Esp\u00edritu.<\/strong>
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\nEl jueves 17 de agosto, S.S. el Papa, Benedicto XVI, se incorporaba oficialmente al desarrollo de la Jornada. Lleg\u00f3 en barco, recorriendo las orillas de la bah\u00eda de Sydney entre la multitud de j\u00f3venes que lo recib\u00edan como amigo y Pastor. Un grupo de j\u00f3venes australianos daba la bienvenida al Santo Padre en el muelle de Barangaroo, con una guardia de honor. La comunidad aborigen, inmersa en un proceso de reconciliaci\u00f3n abierto por la Iglesia durante este a\u00f1o, ha tenido una relevancia especial en todos los actos de esta JMJ. Es una muestra m\u00e1s de c\u00f3mo la celebraci\u00f3n de la JMJ ha supuesto para todo el pa\u00eds un paso de crecimiento humano, dado que el trato recibido por el pueblo aborigen por parte del gobierno australiano ha sido, durante siglos, un camino de injusticias hoy dispuesto a superarse.
\nEn su primera alocuci\u00f3n a los j\u00f3venes, desde el recinto de Barangaroo, el Papa habl\u00f3 de la belleza de la creaci\u00f3n de Dios y de la necesidad de cuidarla. Se centr\u00f3, especialmente, en el ser humano como criatura de Dios y en su dignidad inalienable, e invit\u00f3 a los j\u00f3venes a dejarse impulsar por el Esp\u00edritu para optar por la Verdad, en medio de un mundo que les arrastra a su degradaci\u00f3n, desde el marco de la dictadura del relativismo. \u201cEl relativismo, -dec\u00eda el Papa- dando en la pr\u00e1ctica valor a todo, indiscriminadamente, ha hecho que la experiencia<\/em> sea lo m\u00e1s importante de todo. En realidad, las experiencias, separadas de cualquier consideraci\u00f3n sobre lo que es bueno o verdadero, pueden llevar, no a una aut\u00e9ntica libertad, sino a una confusi\u00f3n moral o intelectual, a un debilitamiento de los principios, a la p\u00e9rdida de la autoestima, e incluso a la desesperaci\u00f3n\u201d[3]<\/a>. Al proclamar la existencia de una \u00fanica Verdad en Cristo, lanzaba a los j\u00f3venes este reto: \u201cNo os dej\u00e9is enga\u00f1ar por los que ven en vosotros simplemente consumidores en un mercado de posibilidades indiferenciadas, donde la elecci\u00f3n en s\u00ed misma se convierte en bien, la novedad se hace pasar como belleza y la experiencia subjetiva suplanta a la verdad. Cristo ofrece m\u00e1s. Es m\u00e1s, ofrece todo. S\u00f3lo \u00e9l, que es la Verdad, puede ser la V\u00eda y, por tanto, tambi\u00e9n la Vida\u201d.[4]<\/a>
\nUn fin de semana lleno de Dios.<\/strong>
\nEl momento culminante de esta XXIII JMJ, llegaba con el fin de semana. El s\u00e1bado por la ma\u00f1ana, los j\u00f3venes peregrinos iniciaban su camino hacia el recinto de Randwick, para participar esa tarde en la Vigilia de Oraci\u00f3n, pasar all\u00ed la noche y celebrar, a la ma\u00f1ana siguiente, la Eucarist\u00eda conclusiva del encuentro. Durante la caminata por las calles de Sydney, los j\u00f3venes iban contentos, cantando y rezando por las gentes de Sydney y del mundo. Cada cierto trecho, se deten\u00edan en las \u201cEstaciones de fuerza\u201d que la organizaci\u00f3n hab\u00eda dispuesto a lo largo del camino como puntos especiales para la oraci\u00f3n en torno a cada uno de los dones del Esp\u00edritu.
\nLa Vigilia se abr\u00eda con la llegada de la luz de Cristo, en un marco escenogr\u00e1fico digno de cualquier gran espect\u00e1culo, con una danza con velos blancos. A continuaci\u00f3n, cobraron protagonismo los dos s\u00edmbolos de las Jornadas Mundiales: la Cruz de los j\u00f3venes y el icono de la Virgen, que hab\u00edan recorrido durante los meses anteriores las di\u00f3cesis australianas, y hac\u00edan su entrada en el escenario, coronado por la paloma del Esp\u00edritu Santo. Tras la llegada del Papa, el acto lit\u00fargico se desarroll\u00f3 en la l\u00ednea de ediciones anteriores, trenzando testimonios, cantos, y oraci\u00f3n. El momento m\u00e1s especial de la Vigilia fue, sin duda, la exposici\u00f3n del Sant\u00edsimo, en el cual se produc\u00eda el sobrecogedor silencio oracional de los m\u00e1s de 250.000 j\u00f3venes all\u00ed congregados, adorando a Jes\u00fas sacramentado, y que se prolong\u00f3 durante m\u00e1s de un cuarto de hora. Un momento impresionante que nos puede llevar a reflexionar sobre la necesidad de recuperar la importancia del Sant\u00edsimo y del sacramento de la Eucarist\u00eda en la pastoral con j\u00f3venes. Ellos, a menudo infravalorados en cuanto a sus requerimientos en materia de fe, reclaman una mayor exigencia en nuestras propuestas pastorales. Sin duda, los j\u00f3venes cristianos quieren que sus catequistas y Pastores les muestren a Cristo en toda su plenitud.
\nMuestra, tambi\u00e9n, de este alto nivel de profundidad que los j\u00f3venes cat\u00f3licos est\u00e1n demostrando fue la entusiasta acogida con que recibieron las palabras del Papa, quien desarroll\u00f3 toda una profunda catequesis sobre la figura del Esp\u00edritu Santo y su actuaci\u00f3n en la vida del cristiano. Benedicto XVI, como el gran maestro y te\u00f3logo que es, traz\u00f3 una clar\u00edsima y seria exposici\u00f3n sobre el papel del Esp\u00edritu Santo en la unidad de la Iglesia y en la tradici\u00f3n apost\u00f3lica. A este respecto, dec\u00eda a los j\u00f3venes: \u201cEs el Esp\u00edritu quien gu\u00eda a la Iglesia por el camino de la verdad plena y la unifica en la comuni\u00f3n y en servicio del ministerio (cf. Lumen gentium<\/em>, 4). Lamentablemente, la tentaci\u00f3n de \u00abir por libre\u00bb contin\u00faa. Algunos hablan de su comunidad local como si se tratara de algo separado de la as\u00ed llamada Iglesia institucional, describiendo a la primera como flexible y abierta al Esp\u00edritu, y a la segunda como r\u00edgida y carente de Esp\u00edritu. La unidad pertenece a la esencia de la Iglesia (cf. Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica<\/em>, 813); es un don que debemos reconocer y apreciar.\u201d[5]<\/a>
\nA continuaci\u00f3n, el Santo Padre fue desgranando algunos aspectos claves para comprender la actuaci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo como v\u00ednculo unificador de la Trinidad, bas\u00e1ndose en los estudios de San Agust\u00edn: unidad como comuni\u00f3n, unidad como amor duradero, unidad como dador y don. Como resumen de su exposici\u00f3n, el Papa ped\u00eda a los j\u00f3venes: \u201cInspirados por las intuiciones de san Agust\u00edn, haced que el amor unificador<\/em> sea vuestra medida, el amor duradero<\/em>vuestro desaf\u00edo y el amor que se entrega<\/em> vuestra misi\u00f3n\u201d.[6]<\/a>
\nLos j\u00f3venes pasaron la noche al aire libre, bajo el cielo invernal de Sydney, con el cuerpo fr\u00edo pero el coraz\u00f3n ardiente, en la espera de la ma\u00f1ana del domingo, en la que se celebrar\u00eda la Misa Final. A esta celebraci\u00f3n, se incorporaban miles de fieles de Sydney, y el n\u00famero de los presentes rozaba casi el medio mill\u00f3n de personas. Durante la ceremonia, 24 j\u00f3venes de diversos pa\u00edses recibieron el sacramento de la Confirmaci\u00f3n, la plenitud del Esp\u00edritu Santo. A ellos \u2013y, por extensi\u00f3n, a todos los j\u00f3venes cristianos- se dirig\u00eda en su homil\u00eda, record\u00e1ndoles el significado de ser \u201csellados\u201d con el don del Esp\u00edritu: \u201c\u00bfQu\u00e9 significa recibir el \u00absello\u00bb del Esp\u00edritu Santo? Significa ser marcados indeleblemente, inalterablemente cambiados, significa ser nuevas criaturas. Para los que han recibido este don, ya nada puede ser lo mismo. Estar \u00abbautizados\u00bb en el Esp\u00edritu significa estar encendidos por el amor de Dios\u201d.[7]<\/a> El Papa volvi\u00f3 a resaltar la importancia de dejarse guiar por el Esp\u00edritu para ser, de verdad, esas criaturas nuevas que nacen en el Bautismo, capaces de transformar el mundo con el amor de Dios: \u201cQueridos j\u00f3venes amigos, el Se\u00f1or os est\u00e1 pidiendo ser profetas de esta nueva era, mensajeros de su amor, capaces de atraer a la gente hacia el Padre y de construir un futuro de esperanza para toda la humanidad\u201d.[8]<\/a>
\nLos pr\u00f3ximos retos.<\/strong>
\nAl t\u00e9rmino de la Eucarist\u00eda Final, tras el tradicional rezo del \u00c1ngelus<\/em>, Benedicto XVI citaba a los j\u00f3venes para encontrarse en la pr\u00f3xima edici\u00f3n internacional de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrar\u00e1 en Madrid, en la tercera semana de agosto del 2011. La Iglesia madrile\u00f1a y, por extensi\u00f3n, toda la Iglesia espa\u00f1ola tiene ahora en sus manos el reto, no s\u00f3lo de organizar la JMJ, sino de aprovechar estos tres a\u00f1os de preparaci\u00f3n, de manera que la organizaci\u00f3n de la JMJ sea para los j\u00f3venes cristianos de Espa\u00f1a un motivo para impulsar su fe y crecer, para dar testimonio de Cristo en sus ambientes cotidianos y lograr as\u00ed que, cuando llegue el momento, Madrid ofrezca un marco adecuado para que los j\u00f3venes de todo el planeta puedan asentar su fe, compartirla y manifestarla al mundo. De todos nosotros, agentes de pastoral, animadores, catequistas y miembros de la Iglesia espa\u00f1ola, depende ahora que Madrid sea un digno altavoz desde donde pregonar al mundo que Cristo vive y que los j\u00f3venes apuestan por \u00c9l.
\nY ahora, \u00bfqu\u00e9 quedar\u00e1 de la JMJ de Sydney? En la tierra australiana, se ha abierto sin duda un camino a la esperanza. Los j\u00f3venes cristianos han abierto una ventana a la luz en una sociedad que era indiferente a la presencia de Dios. Pero, adem\u00e1s, a los chicos y chicas que han tenido la inmensa suerte de vivir esta Jornada, se les pone por delante la tarea de comunicar y trasmitir a sus amigos, a sus vecinos y a sus familias lo que han visto y o\u00eddo. Tal y como los ap\u00f3stoles, en el d\u00eda de Pentecost\u00e9s, revestidos de la fuerza del Esp\u00edritu Santo, salieron al mundo a comunicar la Buena Noticia de Jes\u00fas Resucitado, los j\u00f3venes tienen ahora el reto de hacer lo mismo. El Papa se lo ha encomendado: \u201cLlevad este fuego santo a todos los rincones de la tierra. Nada ni nadie lo podr\u00e1 apagar, pues ha bajado del cielo. Esta es vuestra fuerza, queridos j\u00f3venes amigos. Por eso, vivid del Esp\u00edritu y para el Esp\u00edritu\u201d.[9]<\/a><\/p>\n
\n[1]<\/a> Homil\u00eda de la Misa Final, S\u00e1ndwich, Sydney, 20-07-08
\n[2]<\/a> Ibidem<\/em>
\n[3]<\/a> Discurso en Barangaroo, Ceremonia de acogida, 17-07-08
\n[4]<\/a> \u00cdbidem<\/em>
\n[5]<\/a> Vigila de Oraci\u00f3n. Hip\u00f3dromo de Randwick. 19-07-08
\n[6]<\/a> \u00cdbidem<\/em>
\n[7]<\/a> Homil\u00eda de la Misa Final. Hip\u00f3dromo de Randwick. 20-07-08
\n[8]<\/a> \u00cdbidem<\/em>
\n[9]<\/a> \u00c1ngelus. Hip\u00f3dromo de Randwick. 20-07-08<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"