{"id":7935,"date":"2008-06-01T00:00:46","date_gmt":"2008-05-31T22:00:46","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7935"},"modified":"2008-06-01T00:00:46","modified_gmt":"2008-05-31T22:00:46","slug":"la-potencia-de-la-hierba-pisoteada","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-potencia-de-la-hierba-pisoteada\/","title":{"rendered":"LA POTENCIA DE LA HIERBA PISOTEADA"},"content":{"rendered":"

Julio Yague es p\u00e1rroco, educador social, especializado en intervenci\u00f3n con menores (Madrid).<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo narra la propia experiencia y reflexi\u00f3n del autor con gente que tiene que enfrentarse en la vida con graves dificultades, y analiza algunos criterios sobre las posibilidades de desarrollo de todo ser humano. Sit\u00faa el problema en el \u00e1mbito de una sociedad de traumas, que es adem\u00e1s una sociedad de vulnerables. En ella conviven el traumatizado y el resiliente: dos tipos de respuesta a los conflictos y problemas. Ante ellas, valora las actitudes del educador y se\u00f1ala tambi\u00e9n propuestas educativas concretas.
\n <\/p>\n

\u201cEl hombre que se levanta es a\u00fan m\u00e1s fuerte que el que no ha ca\u00eddo\u201d.<\/em><\/p>\n

(Victor Frankl)<\/p>\n

<\/strong>
\nLo primero que tendr\u00e9 que contar para que la reflexi\u00f3n sea de tu inter\u00e9s, es la motivaci\u00f3n de este tema. Desde el \u2018vivimos en el mejor de los mundos\u2019<\/em> a la opini\u00f3n de que \u2018aqu\u00ed no hay quien viva\u2019<\/em>, existen muchas variantes. Pero creo que podemos todos admitir que, en cierto sentido, estamos viviendo las consecuencias de unasguerras, <\/em>de unas posguerras, <\/em>aunque los campos de batalla no sean los tradicionales. No dejamos de sorprendernos cada d\u00eda de alguna batalla o batallita que dejan heridos o muertos. Basta abrir los peri\u00f3dicos. (En los momentos en que escribo se anuncia una gran batalla econ\u00f3mica, que dejar\u00e1 muchos heridos en las cunetas). Y podemos preguntarnos qu\u00e9 habr\u00e1 sido hoy, despu\u00e9s de un a\u00f1o, de aquella ni\u00f1a que presenci\u00f3 la muerte de su madre a manos de su padre; qu\u00e9 ser\u00e1 de aquellos ni\u00f1os y j\u00f3venes, v\u00edctimas de alguna de las cat\u00e1strofes que cada d\u00eda conocemos.
\nSin embargo, nos admiramos de c\u00f3mo, en medio de los momentos m\u00e1s dif\u00edciles de la historia, han surgido los genios. No sucumbieron a los tiempos oscuros. Al cabo de a\u00f1os de la segunda guerra mundial, hemos conocido los grandes hombres que se forjaron en los barracones de los campos de concentraci\u00f3n. Basta conocer las reflexiones profundas, las propuestas logoterap\u00e9uticas de un Victor Frankl, nacidas en los momentos en los que afrontaba su duda de no ser el pr\u00f3ximo en entrar en los hornos crematorios\u2026
\nEstas dos experiencias enfrentadas, la de los que se hunden y la de los que nadan guardando la ropa, nos hacen pensar en las consecuencias que podemos sacar para ense\u00f1ar a crecer a ni\u00f1os y j\u00f3venes que viven, a veces con dureza, el enfrentamiento de situaciones vitales dif\u00edciles que crea este mundo, esta sociedad. Incluso, por oposici\u00f3n, quien vive situaciones de facilidad y del todo y todos a mi servicio<\/em>, se ve empujado a una decepci\u00f3n ante la primera dificultad que encuentra en su camino. Dificultad que puede terminar con su vida, cuando la falta de sentido y est\u00edmulos para seguir viviendo, le puede sumergir en una depresi\u00f3n que anula sus ansias y posibilidades de crecimiento.
\nPor eso quiero expresar mis experiencias y reflexiones con gente joven y no tan joven que enfrentan graves dificultades. Al mismo tiempo quiero criticar tantos criterios equivocados sobre las posibilidades de todo ser humano y las sorpresas que he descubierto en muchos muchachos y muchachas, que han sido capaces de enfrentar las dificultades de su vida, sembrada en medio de la pobreza y marginaci\u00f3n. De haber nacido en una familia sin dificultades, tal vez no ser\u00edan la maravillosa clase de personas que hoy son[1]<\/a>. Las cat\u00e1strofes que vivimos, naturales incluso, nos invitan con mayor fuerza a buscar razones y c\u00f3digos para la esperanza. Es la maravillosa experiencia que, como educadores y evangelizadores, podemos tener: ser testigos de las primaveras de vida que surgen en medio de tantos inviernos que sufre gente joven con la que tratamos.
\nLos educadores que acompa\u00f1amos a estos adolescentes y j\u00f3venes en riego aprendemos mucho. Sacamos conclusiones de las capacidades que todo ser humano esconde dentro. As\u00ed nos damos cuenta que educar es sacar lo mejor de cada persona<\/em>, sin que se derrumbe ante el primer empuj\u00f3n que le da la propia historia. En eso se resume la tarea educativa. La hierba pisoteada retoma fuerzas para levantarse hacia el sol. M\u00e1s tarde ser\u00e1 capaz de florecer y dar frutos como cualquier otra planta. O tal vez mejor, ya que ha tenido que sacar mayor energ\u00eda para sobrevivir. As\u00ed podemos definir con esta imagen ese t\u00e9rmino tan extra\u00f1o que llamamos resiliencia<\/em>
[2]<\/em><\/a>.
\nSiento que en el camino del art\u00edculo descubrir\u00e1s muchos bultos tirados en la cuneta. Los temas son muy complejos y hay que matizar y escoger lo que en pocas p\u00e1ginas se puede decir. Siento que el tema se d\u00e9 en bruto. Es una manera de que admires todo lo que puede haber dentro. Y puede ser un estimulante para lanzarte a limar las asperezas y descubrir, por ti mismo, las caras que pueden ocultar este tema de la resiliencia y su referencia con la labor educativa.
\n <\/p>\n

    \n
  1. El problema<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    <\/strong>
    \n1.1. Sociedad de traumas<\/strong>
    \n 
    \nS\u00f3lo el comienzo de nuestro siglo XXI, del que gozamos, ha sido un golpe tras otro. Cada d\u00eda esperamos uno nuevo y m\u00e1s violento. Recuerdo el estallido que escuch\u00e9 el 11-M al salir del coche, poco despu\u00e9s de las 8 de la ma\u00f1ana. Proven\u00eda de la cercana estaci\u00f3n de Atocha. Desde entonces, cualquier ruido fuerte me hace pensar en lo que entonces no supon\u00eda: \u00bfSer\u00e1 otra desgracia? Al d\u00eda siguiente acud\u00ed al auxilio de los familiares de las v\u00edctimas. La onda expansiva dej\u00f3 el dolor sembrado en muchos hogares. Me impresion\u00f3 el silencio de los pabellones del parque Juan Carlos I, que acog\u00eda a las v\u00edctimas y a sus familiares. Muchas l\u00e1grimas se derramaron y muchas vidas se partieron. Las de los muertos, las primeras, pero mayor dureza qued\u00f3 entre los vivos. Deb\u00edan buscar razones para seguir en pie. Son muchos los traumas que vivimos d\u00eda tras d\u00eda. \u201c<\/strong>\u00bfC\u00f3mo la gente enfrenta eventos dif\u00edciles que cambian su vida? \u00bfC\u00f3mo reacciona a eventos traum\u00e1ticos como la muerte de un ser querido, la p\u00e9rdida del trabajo, una enfermedad dif\u00edcil, un ataque terrorista y otras situaciones catastr\u00f3ficas<\/em>?\u201d
    [3]<\/a>.
    \nSe desarroll\u00f3 en aquellos momentos un ambiente de victimizaci\u00f3n. Era sana y l\u00f3gica la empat\u00eda con aquellas personas que sufr\u00edan. Pasada la primera impresi\u00f3n, esa realidad se pod\u00eda leer de otra manera. \u201cAl focalizar la atenci\u00f3n de forma exclusiva en los potenciales efectos patol\u00f3gicos de la vivencia traum\u00e1tica, se ha contribuido a desarrollar una \u201ccultura de la victimolog\u00eda\u201d que ha sesgado ampliamente la investigaci\u00f3n y la teor\u00eda psicol\u00f3gica\u201d
    [4]<\/a>\u201c<\/em>y que ha llevado a asumir una visi\u00f3n pesimista de la naturaleza humana. As\u00ed, podemos decir que dos peligrosas asunciones subyacentes a esta cultura de la victimolog\u00eda en relaci\u00f3n al trauma son: que el trauma siempre conlleva grave da\u00f1o y que el da\u00f1o siempre refleja la presencia de trauma\u201c[5]<\/a>.
    \nLa psicolog\u00eda positiva va en busca de las posibilidades que surgen al afrontar un trauma. Y se ve claramente c\u00f3mo, en esos momentos dif\u00edciles de la vida, surgen, en lo m\u00e1s profundo del ser humano, resortes que buscan la vida, que luchan por levantarse frente a los empujes que tratan de hundir. La misma Beatriz Vera Poseck expone las conclusiones de las reacciones de las v\u00edctimas del 11-S, as\u00ed como las del 11-M, en contra de las alarmantes noticias period\u00edsticas que exageran las repercusiones de esta desgracia en las vidas de los que la sufrieron y de sus familiares y allegados. \u201c<\/em>Un estudio realizado tras los atentados del 11-S demuestra que si bien en una primera evaluaci\u00f3n realizada un mes despu\u00e9s de los atentados la prevalencia de TEPT (Trastorno de Estr\u00e9s Postraum\u00e1tico) en la poblaci\u00f3n general de Nueva York era de 7,5%, seis meses despu\u00e9s hab\u00eda descendido a un 0,6% (Galea et al., 2003), de forma que la gran mayor\u00eda de estas personas hab\u00edan seguido un proceso de recuperaci\u00f3n natural donde los s\u00edntomas desaparecen y se vuelve a un nivel de funcionalidad normal\u201d
    [6]<\/a>.
    \nCreo que es un tema importante para profundizar los padres y educadores, ya que a veces evitamos la maduraci\u00f3n de la persona que sufre un trauma\/duelo. El excesivo paternalismo en los momentos traum\u00e1ticos, que, como es l\u00f3gico, provocan una crisis en la persona, hace que cada individuo no madure por s\u00ed mismo. La crisis y el trauma son naturales en la evoluci\u00f3n hist\u00f3rica de cada uno de nosotros y nos ha servido a todos para un crecimiento y un mejor conocimiento de nosotros mismos. No debemos evitar esa experiencia enriquecedora. Conocemos situaciones que han sido traum\u00e1ticas en la vida de personas conocidas, que agradecen esos momentos como fundamentales en sus vidas. \u201cEs curioso \u2013afirma G. Orwel, participante de las brigadas internacionales de nuestra guerra civil, en \u201cHomenaje a Catalu\u00f1a\u201d– <\/em>pero despu\u00e9s de las experiencias que he vivido no tengo menos sino m\u00e1s fe que antes en la honradez de los seres humanos. Esta guerra me ha dejado much\u00edsimos recuerdos desagradables, pero no habr\u00eda querido perd\u00e9rmela\u201d.<\/em>
    \nTodo trauma tiene su proceso, que hay que dejar discurrir sin detenerlo:
    \n– trastorno<\/strong>: que es el l\u00f3gico desequilibrio ante un golpe inesperado de la vida;
    \n– trastorno retardado<\/strong>: en el que pueden aparecer los desequilibrios tiempo m\u00e1s tarde;
    \n– recuperaci\u00f3n<\/strong>: \u201clos datos apuntan a que alrededor de un 85% de las personas afectadas por una experiencia traum\u00e1tica siguen este proceso de recuperaci\u00f3n natural y no desarrollan ning\u00fan tipo de trastorno\u201d<\/em>
    [7]<\/em><\/a>.
    \n– resiliencia<\/strong>: los resilientes<\/em> pasan tambi\u00e9n por este per\u00edodo de trastorno, pero no se quedan pegados a \u00e9l. Hablaremos de ello en el art\u00edculo como objetivo central.
    \n– crecimiento<\/strong>: la persona sale fortalecida de la experiencia traum\u00e1tica, despu\u00e9s de reflexionar la ense\u00f1anza que le queda. Se conoce mejor y se siente m\u00e1s fuerte.
    \nLa psicolog\u00eda positiva cree en las capacidades de la persona: somos capaces de reaccionar ante el trauma, ante el mal momento. Costar\u00e1 m\u00e1s o menos, pero al final saldremos con mayor conocimiento de nosotros mismos, as\u00ed como de las t\u00e9cnicas que cada uno debemos utilizar para salvar el puente sobre aguas turbulentas<\/em> que supone todo trauma. El trauma llega a ser como la vacuna que inocula dosis de ant\u00edgenos que provocan al cuerpo para que reaccione y domine esos elementos negativos. El cuerpo se prepara as\u00ed para luchar contra los males que le pueden causar serias enfermedades. El ejemplo es claro para entender la reacci\u00f3n ante el trauma que cada uno debemos aprender para no derrumbarnos.
    \nEn esta sociedad de la satisfacci\u00f3n<\/em>, la educaci\u00f3n no facilita el camino de maduraci\u00f3n, ya que evita que cada persona, menor, joven o adulta, vaya generando sus propios recursos para superar las dificultades de la vida. Con tal de que el ni\u00f1o no sufra la mam\u00e1 es capaz de ocultar cualquier circunstancia que pueda herir las susceptibilidades<\/em>. Al final el joven sucumbir\u00e1 ante la primera contradicci\u00f3n que tenga que vivir en solitario. Es interesante la tesis de. A. Rocamora que dice con dureza: \u201c<\/em>Hay que inocular al ni\u00f1o que la frustraci\u00f3n es el pan nuestro de cada d\u00eda\u2026es una vacuna contra su sufrimiento futuro\u201d
    [8]<\/a>,
    \nEl trauma, la contradicci\u00f3n, el problema, el conflicto, la dificultad\u2026 son inherentes a la historia de cada persona. Lo importante no est\u00e1 en que no haya problemas, sino en que exista la energ\u00eda suficiente en la persona para encontrar las salidas. Todo problema es una oportunidad para madurar. Y desgraciadamente nos fijamos m\u00e1s en los que caen que en los que se levantan. Preocupan los que exhiben las heridas de las numerosas explosiones que padecemos, m\u00e1s que en los que vuelven a levantar su casa despu\u00e9s del hurac\u00e1n.
    \n 
    \n1.2. Sociedad de vulnerables<\/strong>
    \n <\/strong>
    \nAunque los vientos de la vida soplen fuerte soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie. <\/em>Esta invitaci\u00f3n del D\u00fao Din\u00e1mico a la generaci\u00f3n beat <\/em>sigue siendo provocativa para esta generaci\u00f3n. Aunque los padres y educadores han evitado, con frecuencia, las dificultades de crecimiento (l\u00f3gicas en todo ser vivo), para ir aprendiendo a afrontar contrariedades m\u00e1s duras en el porvenir. El mismo Estado de bienestar<\/em> ha querido dejar las cosas f\u00e1ciles a la generaci\u00f3n que no hab\u00eda vivido los momentos de las guerras (espa\u00f1ola y europea). Lo que yo he sufrido no quiero que lo sufra mi hijo,<\/em> era el lema de muchos padres. Y ahora existe un clamor general de que no lo hemos hecho del todo bien. El \u00faltimo informe de la OCDE sobre la realidad educativa de nuestro pa\u00eds nos da qu\u00e9 pensar. En la comparaci\u00f3n que se ha hecho con otras pol\u00edticas extranjeras, se ha visto que el problema no est\u00e1 en una mayor inversi\u00f3n para mejorar la educaci\u00f3n, sino en el trabajo personal que se puede hacer con esos medios. Bastantes pa\u00edses con menos inversi\u00f3n obtienen resultados m\u00e1s ricos y muchachos y muchachas mejor preparados.
    \nEste estado de protecci\u00f3n social, base del estado de bienestar, ha llevado a crear una infantilismo ciudadano<\/em>que hace pasar de la beneficencia a la dependencia (situaci\u00f3n propia del menor, pero que se extiende hasta la mayor\u00eda de edad). Es bueno analizar las consecuencias que trae en los barrios necesitados la actuaci\u00f3n de las rentas m\u00ednimas (REMI), a las que acuden muchas personas antes de ir a prepararse y buscar un empleo. Estas actuaciones pol\u00edticas, propias de las \u00e9pocas electorales, aportan a una poblaci\u00f3n necesitada la idea de que el Estado es el responsable de arreglar mi vida. Crea en muchos chic@s el mal del institucionalismo<\/em> del que no se liberar\u00e1n algunos en toda su vida. La pobreza en estas circunstancias se hace end\u00e9mica, profunda, personalizada, cultural e incluso estructural. A nivel de educaci\u00f3n es un elemento peligroso, pues nunca crearemos un sujeto \u2018independiente\u2019, poseyendo todo ser la capacidad para lograrlo, en mayor o menor medida. Siempre necesitar\u00e9 de pap\u00e1 para poder superar los problemas. \u00bfPara qu\u00e9 dejar la familia si me solucionan todo?
    \nEsta superprotecci\u00f3n<\/em> lleva a crear generaciones cada d\u00eda m\u00e1s vulnerables ante cualquier dificultad inherente a la vida humana. No se trata de culpabilizar a la persona del ni\u00f1o que crece. El s\u00f3lo es capaz de respirar el aire que le proporciona el ambiente. Es la misma sociedad, los adultos, padres, educadores, medios de comunicaci\u00f3n\u2026 los que creamos, a nivel social y ambiental, las bases de la vulnerabilidad. Las bases de esta vulnerabilidad son, en principio, externas: trabajo precario, inestabilidad en las relaciones, sentido vital fr\u00e1gil
    [9]<\/a>; pero tienen tambi\u00e9n su componente interno: dependencia de cosas y personas ( principio de toda adicci\u00f3n), debilidad para afrontar los problemas, hundimiento ante las dificultades, escasa confianza en uno mismo.
    \nEstos condicionamientos sociales y personales llevan a aumentar la vulnerabilidad en cada persona que va creciendo. Alain Touraine dec\u00eda en un foro sobre \u201cJuventud y exclusi\u00f3n social\u201d, que los t\u00e9rminos que definen a este momento socio-cultural son: volatilidad, inestabilidad, caos\u2026 lo que hace dif\u00edcil para nuestros menores encontrar una piedra de soporte para poder dar el salto hacia situaciones de m\u00e1s seguridad. Los hacemos vulnerables con el tipo de sociedad que estamos sosteniendo.
    \nUn apartado especial merece el tema de la familia, \u00e1mbito antes de seguridad y crecimiento de resiliencia, pero que se mueve en nuestros d\u00edas entre la superprotecci\u00f3n que inutiliza, y el abandono que hace saltar las alarmas de los factores de riesgo. Es en el ambiente cercano donde se dan las mayores utilizaciones y trastornos para los menores. Existen elementos tanto externos (pobreza, inmigraci\u00f3n, abandono, maltrato\u2026) como internos (escaso di\u00e1logo, ausencias, faltas de expectativas, rupturas) que hacen que las relaciones que ten\u00edan que crear factores de protecci\u00f3n, se conviertan con frecuencia en factores de riesgo. Con todo, hay que proclamar contra los malos ag\u00fceros que la familia es el grupo social mejor considerado por los adolescentes y j\u00f3venes en todas las encuestas. Esto supone una puerta de esperanza de que muchos hogares siguen dando el calor suficiente para que bajo este techo protector puedan crecer much@s ni\u00f1@s con la fortaleza de la resiliencia que crear\u00e1 adultos felices capaces de superar las dificultades que la sociedad ponga en su camino.
    \nDesde estas circunstancias es desde donde el educador debe trabajar. No tenemos facilidades para hacerlo. No se trata de facilitar el camino<\/em>, porque al final se le priva a la persona de los propios recursos para responsabilizarse de su propio crecimiento. La tarea principal que tenemos como educadores (maestros, pastoralistas, sacerdotes, animadores\u2026) es la de acompa\u00f1ar al educando para que, llegado su momento, no precise de \u00e9l, sino que, como el padre y la madre hacen muy bien al ense\u00f1ar a andar al hijo, \u00e9l mismo pueda soltarse y sentir el dominio de sus pies que avanzan por el camino. Educamos hoy para ma\u00f1ana, como bien apuntaba J. M. Petitclerc en uno de sus escritos. Hace un tiempo me pidi\u00f3 una persona joven acompa\u00f1arla al cementerio para estar delante de los restos de sus padres. Despu\u00e9s de cinco a\u00f1os no hab\u00eda podido hacerlo. Hoy ya es capaz de seguir sosteniendo encendida la vela del recuerdo de los suyos. Es una manera de fortalecer sus lazos familiares. Es este el acompa\u00f1amiento que debemos hacer para que cada muchach@ que pasa por nuestras manos, tenga los resortes suficientes para saltar por encima de las dificultades. Es el prop\u00f3sito de estas ideas que comparto contigo.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. El traumatizado y el resiliente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nSon los dos tipos de respuesta a las situaciones dif\u00edciles, traumas, conflictos, malos momentos, crisis\u2026 que todo ser humano vive, los dos modos de responder a los huracanes que pasan por nuestras vidas. Las vivencias y dificultades pueden ser las mismas, pero las reacciones son diferentes, como diferentes somos cada uno. La respuesta depender\u00e1 de los resortes profundos que cada uno tengamos dentro. Por eso es bueno conocer en qu\u00e9 consiste cada una de las formas de responder, para que preparemos los elementos que ayudar\u00e1n a la persona a actuar de manera madura. As\u00ed seguir\u00e1 creciendo y sinti\u00e9ndose feliz porque va logrando ser actor victorioso de su propia historia. No ser\u00e1 una historia de triunfitos<\/em> televisivos. Ser\u00e1 la victoria de alguien que sabe, como dice A. Rocamora, que \u201c<\/em>el sufrimiento es s\u00f3lo el camino hacia la felicidad, hay que afrontarlo con madurez\u201d.<\/em> Es la experiencia dura y fundante de Victor Frankl: \u201cEl inter\u00e9s principal del hombre, es el de encontrar un sentido a la vida, raz\u00f3n por la cual el hombre est\u00e1 dispuesto, incluso a sufrir a condici\u00f3n de que este sufrimiento tenga un sentido\u201d
      [10]<\/a>. Frente al cl\u00e1sico homo sapiens<\/em>, Frankl tiene la audaz osad\u00eda de oponerle al homo<\/em> patiens<\/em>, al \u201chombre doliente\u201d, dice el fil\u00f3sofo Llu\u00eds Pifarr\u00e9. El que no toma este camino de resiliencia entra en el grupo de los traumatizados de la vida.
      \nCreo que es aqu\u00ed donde se puede fundar toda la pedagog\u00eda preventiva<\/em> que es tan caracter\u00edstico del mundo salesiano. No se hace prevenci\u00f3n con la protecci\u00f3n, el cobijo\u2026
      \nsino ayudando a leer el verdadero sentido del trauma vivido y a buscar los mejores senderos de salida hacia los espacios abiertos que nos seguir\u00e1n ayudando a avanzar en nuestra madurez. Aunque tengamos muchos a\u00f1os.
      \n 
      \n2.1. Posturas traumatizadoras<\/strong>
      \n <\/strong>
      \nAnte estas situaciones traum\u00e1ticas y la vulnerabilidad propia de esta sociedad que vivimos, muchos se sienten, como dec\u00eda Chaplin, sparring<\/em> de la vida. Para unos sirve el trauma para tomar la conciencia de v\u00edctima \u00a1y vivir traumatizado toda la vida. Todos conocemos gente cercana que al vivir los problemas que tiene toda vida y crecimiento, toman el carnet de traumatizados<\/em>, al sentirse incapaces de superar esa dificultad. Quedan en ellos se\u00f1ales fisiol\u00f3gicas (problemas de sistema nervioso, pautas problem\u00e1ticas de alimentaci\u00f3n, falta de atenci\u00f3n e inter\u00e9s, alteraci\u00f3n de sue\u00f1o, psicosis diversas\u2026), as\u00ed como cicatrices psicol\u00f3gicos (miedo, inseguridad, exclusi\u00f3n social, incapacidad de comunicaci\u00f3n\u2026). Los traumas no superados son a veces como los catarros: quedan cr\u00f3nicos.
      \nSon noticia frecuente la intervenci\u00f3n de los padres en los centros educativos para defender la incomprensi\u00f3n que los profesores\/educadores tienen con su peque\u00f1o ni\u00f1o, traumatizado por una nota o una advertencia ante su mal comportamiento o agresividad ante los compa\u00f1eros o autoridades acad\u00e9micas
      [11]<\/a>. Se\u00f1alar este hecho no es vano, ya que supone para los padres una manera de defender a su peque\u00f1o, lo que va haciendo crecer su sensaci\u00f3n de que es v\u00edctima de la sociedad, que no lo entienden, que lo tienen rabia, que es incomprendido, que van contra \u00e9l\u2026<\/em> Y, con el tiempo, perder\u00e1 la capacidad de afrontar las contrariedades que toda vida social tiene. Estudios \u00faltimos nos han advertido contra este sentimiento muy normalizado en los adolescentes, ni\u00f1os ayer[12]<\/a>.
      \nLa respuesta que con frecuencia se da al maltrato, el abandono, la utilizaci\u00f3n infantil\u2026 es la institucionalizaci\u00f3n del menor, con el fin de que tenga los mismos medios que cualquier otr@ de su edad. El proteccionismo lleva a evitar que le falte nada, con la mejor intenci\u00f3n, sin duda. Pero nos resulta, como bastantes educadores de centros reconocen, que los hacemos in\u00fatiles para enfrentar despu\u00e9s lo que la vida tiene de dificultad. Un resumen de lo que la vida significa lo dice una frase muy visual: la vida es un oficio que hay que hacerlo de pie<\/em>. Y con esta superprotecci\u00f3n que el Estado de bienestar promociona, llegamos a un producto<\/em> (\u00a1perd\u00f3n por el t\u00e9rmino!) no preparado para afrontar el fr\u00edo que el invierno social sostiene. Tal vez no sea el mejor modo de ayudar a un desprotegido a afrontar la vida. El subvencionismo no es \u00edndice de buenos resultados educativos, como hemos dicho m\u00e1s arriba. Y caemos, los mismos educadores, en esta tentaci\u00f3n, pues nuestros centros, asociaciones, talleres, instituciones\u2026 deben subsistir. La respuesta se debe dar en otro lenguaje, aunque siempre se necesitan medios econ\u00f3micos, pero no s\u00f3lo. Educar canta en otros registros.
      \n2.2. Posturas resilientes<\/strong>
      \n <\/u><\/strong>
      \nAnte los mismos traumas y vulnerabilidades, muy propios de esta sociedad m\u00e1s que de sociedades anteriores existen en las personas, incluso las m\u00e1s peque\u00f1as, respuestas sorprendentes de reequilibrio y maduraci\u00f3n. Sin sospecharlo, te encuentras que al agacharte a recoger del suelo a un peque\u00f1o golpeado por la vida, le encuentras sonriente y diciendo con toda la seguridad de alguien maduro: \u2026no te preocupes, que yo sigo adelante\u2026<\/em>Esta expresi\u00f3n sencilla te hace descubrir una serie de resortes que antes desconoc\u00eda y que el golpe recibido hace aflorar a la superficie. No es gente que se vea derrotada y que no vea otro remedio que el de cerrar los ojos y tirar adelante por si vienen tiempos mejores. Es la postura de la madurez del que quiere crear una vida positiva y lo que acaba de conmoverle no entra dentro de sus planes de construcci\u00f3n.
      \n \u201c<\/em>En un estudio m\u00e1s reciente sobre el atentado en Nueva York del 11 de septiembre (uno de los pocos estudios sobre el 11-S que no se han centrado en estudiar la patolog\u00eda y la vulnerabilidad), se ha demostrado que experimentar emociones positivas como gratitud, amor o inter\u00e9s, entre otras, tras la vivencia de un suceso traum\u00e1tico, aumenta a corto plazo la vivencia de experiencias subjetivas positivas\u201d
      [13]<\/a>. Esta lectura del trauma es lo que queremos profundizar, pues es el mejor medio de preparar a la persona, educarla para afrontar las dificultades de un mundo y sociedad complejos. La prevenci\u00f3n no viene por evitar <\/em>los problemas propias de cualquier vida, sino por tener los elementos suficientes para que la hierba de la vida que nos han pisado, como titulamos esta reflexi\u00f3n, no se hunda y se pudra bajo la bota del trauma que nos ha tocado vivir; sino que resurja, se levante con nuevos \u00e1nimos y sepa restaurar esas hojas que se han perjudicado. Pero el tallo vuelve a levantar su cara al sol que le puede hacer crecer.
      \nEsta experiencia se da tambi\u00e9n en el tema de la salud. No en vano una de las ramas de la resiliencia, va por los campos sanitarios, tratando de dar al enfermo la fuerza necesaria para que su actitud sea positiva a la hora de afrontar el mal. \u201dForma parte de la historia de la lucha del ser humano por mejorar la calidad de vida. Decir calidad de vida es hacer \u00e9nfasis en la mejora de la salud y bienestar subjetivo y objetivo, en vez de centrarse en la reducci\u00f3n de factores de riesgo y el tratamiento de la enfermedad. Esta perspectiva positiva y centrada en losrecursos de los sujetos y comunidades para superar la adversidad constituye el n\u00facleo central de la teor\u00eda y pr\u00e1ctica de la invulnerabilidad\u201d<\/em>
      [14]<\/a>. <\/em>Es lo que vamos a proponer como sugerencias para poder cargar en la mochila de nuestr@s chic@s los elementos que les van a hacer falta en el camino para levantarse con nuevos \u00e1nimos.
      \n 
      \n2.3. Respuestas educativas<\/strong>
      \n 
      \nTodos nacemos con una resiliencia innata, y con capacidad para desarrollar rasgos o cualidades que nos permiten ser resilientes, tales como el \u00e9xito social (flexibilidad, empat\u00eda, afecto, habilidad para comunicarse, sentido del humor y capacidad de respuesta); habilidad para resolver problemas (elaborar estrategias, solicitar ayuda, creatividad y criticidad); autonom\u00eda (sentido de identidad, autosuficiencia, conocimiento propio, competencia y capacidad para distanciarse de mensajes y condiciones negativas); prop\u00f3sitos y expectativas de un futuro prometedor (metas, aspiraciones educativas, optimismo, fe y espiritualidad). Es la opina Bonnie Benard, creador de muchos estudios sobre este tema, as\u00ed como de una fundaci\u00f3n
      [15]<\/a>. Pero la resiliencia se puede educar y preparar, en todas las edades y sobre todo en las m\u00e1s j\u00f3venes, para que la persona tenga suficientes recursos para sobreponerse a los golpes que la vida de por s\u00ed ya trae.
      \nLa resiliencia hay que considerarla como una cualidad ordinaria, no extraordinaria. Se necesita en los momentos ordinarios en los que podemos sucumbir o tomar caminos que marcan la vida de la persona. Alg\u00fan drogodependiente me ha preguntado alguna vez por qu\u00e9 en los momentos de su inicio en el mundo de los estupefacientes no le ense\u00f1aron alternativas para salir de sus angustias. De haber tenido recursos internos o apoyos externos, su vida hubiese tomado otros derroteros. Pero el \u00fanico que est\u00e1 en el momento preciso y en el lugar exacto, es la propia persona que vive el problema. Si saca sus recursos resilientes sabr\u00e1 levantarse, saltar, reaccionar para escoger los senderos que le llevan a la salida del laberinto en el que todos nos encontramos a veces.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Educar en la resiliencia<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nLa educaci\u00f3n m\u00e1s que una ciencia es un arte. Tiene sus normas, como la pintura, pero en cada mano se utiliza de manera diferente. El educador es, como el pintor, quien es capaz de sacar una obra de arte donde otros s\u00f3lo rellenan un bastidor de colores. Por eso dividimos en dos secciones la respuesta educativa de la resiliencia: la de la educaci\u00f3n y la del educador.
        \nLa educaci\u00f3n en la resiliencia tiene un dec\u00e1logo que propone la Asociaci\u00f3n. Psicol\u00f3gica Americana
        [16]<\/a>. Parto de \u00e9l cambiando algunas apreciaciones.
        \n <\/p>\n