{"id":7989,"date":"2008-01-01T00:00:40","date_gmt":"2007-12-31T22:00:40","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7989"},"modified":"2008-01-01T00:00:40","modified_gmt":"2007-12-31T22:00:40","slug":"lo-biblico-en-el-cine-actual","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/lo-biblico-en-el-cine-actual\/","title":{"rendered":"LO B\u00cdBLICO EN EL CINE ACTUAL"},"content":{"rendered":"
Jes\u00fas Villegas<\/strong> es profesor del colegio Mar\u00eda Auxiliadora<\/em> de Vigo \u00a0<\/strong> En una adaptaci\u00f3n los sucesos clave, los personajes, los ambientes son los de la obra versionada, aunque en su proceso de traducci\u00f3n puedan verse sometidos a modificaciones varias. Eso s\u00ed, las fases cruciales del argumento se mantienen y cualquier espectador que conozca el original est\u00e1 en condiciones de reconocerlas en su nueva apariencia. Hablamos de cine b\u00edblico en su m\u00e1s estricto sentido. En la actualidad, si exceptuamos las obras inspiradas en Jes\u00fas (Natividad<\/em><\/strong>, por ejemplo), este s\u00f3lo ha encontrado un peque\u00f1o margen de cultivo en el \u00e1mbito del cine de animaci\u00f3n. Sus obras m\u00e1s representativas son El pr\u00edncipe de Egipto <\/em><\/strong>y Joseph, rey de los sue\u00f1os.<\/em><\/strong> Actualizar significa saltarse el oc\u00e9ano de los siglos y verter en el presente una historia situada unos miles de a\u00f1os atr\u00e1s. Mediante este procedimiento se repiten, aqu\u00ed y ahora, sucesos que tuvieron lugar, o bien en otro tiempo, o bien en ese espacio inconmensurable de la f\u00e1bula. El a\u00f1o pasado se estrenaron dos pel\u00edculas La cosecha<\/em><\/strong>y Sigo como Dios<\/em><\/strong> que resituaban en el presente el episodio de las diez plagas de Egipto y la historia de Noe respectivamente. El cine no s\u00f3lo muestra unos hechos, sino que puede reflexionar sobre ellos. Confluye, en estas ocasiones, la veta narrativa y el ensayo, la pura sucesi\u00f3n y la disquisici\u00f3n. Contar mientras se indaga en la significaci\u00f3n de lo referido, pues. Yo ya he hablado en estas p\u00e1ginas de Jes\u00fas de Montreal<\/em><\/strong>, un buen ejemplo de obra que no s\u00f3lo actualiza la vida de Jes\u00fas, sino que se aventura por el terreno peligroso (yo creo que con acierto) de la especulaci\u00f3n razonada y las explicaciones. Hace un par de a\u00f1os Abel Ferrara opt\u00f3 por esta v\u00eda para aproximarse a la Mar\u00eda Magdalena de los Evangelios Ap\u00f3crifos en Mary<\/em><\/strong>.<\/em><\/strong> Una variante de esta opci\u00f3n es la que encontramos en pel\u00edculas llamemos seudo-reflexivas, como El C\u00f3digo Da Vinci, <\/em><\/strong>que especulan con argumentaciones y datos ficticios y los mezclan con otros hist\u00f3ricos para generar obras de puro entretenimiento sin ninguna fiabilidad intelectual. En esta cuarta posibilidad las pel\u00edculas siguen todav\u00eda mostrando en su esencia una vinculaci\u00f3n con un episodio preexistente, al menos en sus l\u00edneas maestras. Pero ahora el margen de libertad del artista es mayor: sin olvidar el n\u00facleo narrativo de lo evocado, la obra se mueve sin ning\u00fan prejuicio ni l\u00edmite creativo entre los materiales que maneja. Anticipemos los dos ejemplos que despu\u00e9s anotaremos: en G\u00e9nesis<\/em><\/strong>, un documental que aborda la historia de los or\u00edgenes del universo y de la vida, as\u00ed como su lucha por perpetuarse, uno reconoce un parentesco remoto con todos aquellos relatos, los de nuestra tradici\u00f3n tambi\u00e9n, que han poetizado el misterio de los inicios. En otro sentido, una pel\u00edcula de animaci\u00f3n como La profec\u00eda de las ranas<\/em><\/strong> transforma la historia del diluvio en una f\u00e1bula sobre el poder, la ecolog\u00eda y la dificultad de convivir. En ambos casos est\u00e1 ausente cualquier referencia a la divinidad, con una premeditaci\u00f3n absoluta de laicizar los relatos. Lo curioso es que esa renuncia vuelve presente lo ausente: al escamotearse esa clave (la posibilidad de un Dios que explique el sentido y la dimensi\u00f3n \u00faltima de los sucesos) se evidencia la intenci\u00f3n de recrear unas primeras formulaciones m\u00edtico-religiosas en clave cient\u00edfico \u2013 l\u00edrica (Genesis<\/em><\/strong>) o pol\u00edtico – \u00e9tica (La profec\u00eda de las ranas)<\/em><\/strong>. Hablaremos ahora de la alternativa m\u00e1s com\u00fan: ya no es toda una historia, sino una alusi\u00f3n, un detalle, caracterizado casi siempre por su fuerza simb\u00f3lica, el que es utilizado por los artistas para enriquecer tem\u00e1tica oic\u00f3nicamente sus pel\u00edculas.\u00a0 La universalidad de ese signo, su reiteraci\u00f3n a lo largo de la historia de la representaci\u00f3n (pict\u00f3rica, teatral, literaria, f\u00edlmica\u2026), la incre\u00edble intensidad dram\u00e1tica que emana de \u00e9l lo transforma en un recurso muy sugerente. El G\u00e9nesis<\/em> y el \u00c9xodo<\/em> nos proporcionan multitud de estas piedras preciosas para construir el edificio de las ficciones, y, as\u00ed, podemos rastrear en el cine edenes, becerros de oro, \u00e1rboles de la sabidur\u00eda, tierras prometidas\u2026 El eco de Sodoma y Gomorra se siente aqu\u00ed y all\u00e1 en todo el thriller<\/em>moderno o en el cine de terror actual; Babel forma parte del imaginario com\u00fan y es el eje sobre el que se vertebran las pel\u00edculas de protagonista colectivo; la historia de Ca\u00edn y Abel se ha repetido hasta la saciedad de mil y una formas, sobre todo en el cine espa\u00f1ol (en el que los ecos de la guerra civil, cainismo en su m\u00e1s pura veta, no ha dejado de escucharse). \u00bfY qu\u00e9 es el cine norteamericano del oeste si no una apropiaci\u00f3n en toda regla de los mitos del \u00e9xodo y del encuentro y civilizaci\u00f3n de una tierra prometida? Pel\u00edculas como Al este del Ed\u00e9n <\/em><\/strong>o Babel<\/em><\/strong>se sit\u00faan a prop\u00f3sito, expl\u00edcitamente, desde el mismo t\u00edtulo, bajo esta \u00e9gida; otras s\u00f3lo reconocen esta deuda por un aroma remoto e impl\u00edcito, pero que yo dir\u00eda cierto (El puente hacia Terabithia, <\/em><\/strong>como despu\u00e9s se demostrar\u00e1, y su revisi\u00f3n del mito del Jard\u00edn del Ed\u00e9n). Desde un salmo (recomiendo revisar El hombre elefante<\/em><\/strong> para constatar el peso que este puede tener en la emoci\u00f3n de un relato) hasta el tono de todo un libro (hay mucho del pesimismo del\u00a0 Eclesiast\u00e9s en cierto cine moderno), la reintegraci\u00f3n de motivos constituye una soluci\u00f3n f\u00e9rtil a la hora de dotar a una pel\u00edcula de profundidad. En Quincea\u00f1era <\/em><\/strong>se especula con la posibilidad de que su protagonista se haya quedado embarazada a pesar de su virginidad. Al parecer ocurri\u00f3 as\u00ed, pero no por la intervenci\u00f3n de una realidad sobrenatural, sino por motivos bien distintos (haberse arriesgado a una pr\u00e1ctica sexual de riesgo que no conllevaba penetraci\u00f3n, pero s\u00ed contacto con semen). Desde ese momento, sobre la historia de esta adolescente gravitar\u00e1 el recordatorio de la virginidad de Mar\u00eda (el padre de nuestra protagonista es un hombre muy religioso; convivir\u00e1 con dos desclasados, que la sit\u00faan en la \u00f3rbita de los \u201cbienaventurados\u201d, por decirlo de alguna forma\u2026). Creemos que es un buen ejemplo de todas aquellas historias que, a lo lejos, casi juguetonamente, sit\u00faan alg\u00fan elemento con reminiscencias b\u00edblicas, sin apostar por exprimir\u00a0 las posibilidades significativas que en la anterior opci\u00f3n present\u00e1bamos. Alientos mesi\u00e1nicos, concomitancias prof\u00e9ticas (el cine actual est\u00e1 lleno de augurios m\u00e1s o menos sobrenaturales, premoniciones, anticipos\u2026), vagas reverberaciones ang\u00e9licas (en El \u00faltimo show <\/em><\/strong>de Robert Altman aparece una bella y misteriosa mujer que se acaba descubriendo como el \u00e1ngel de la muerte): todo eso nos retrotrae a lo b\u00edblico, aunque sea por el camino tangencial de los temas secundarios. Si el lector recuerda mi presentaci\u00f3n, all\u00ed hablaba de que a veces es el espectador formado en cuestiones b\u00edblicas el que adivina una familiaridad vaga entre los aconteceres de una ficci\u00f3n y alguna de las memorables vicisitudes que pueblan los Libros Sacros. Puede que no exista ninguna intenci\u00f3n manifiesta de evocar esos aromas por parte de los perge\u00f1adores de la obra contempor\u00e1nea, pero se detectan algunas muescas en el relato que nos autorizan a forzar una filiaci\u00f3n remota con la Biblia. Todo pastoralista puede aprovechar estas conexiones en su beneficio. Casi siempre ocurre que en la pel\u00edcula que act\u00faa como detonante de esa analog\u00eda falta la aparici\u00f3n estelar de Dios, y esa laguna en ocasiones inclina los actos humanos hacia el fracaso.
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nRastreando un conjunto de recientes pel\u00edculas, el art\u00edculo supone una comprobaci\u00f3n del reconocimiento de la presencia de ciertos elementos b\u00edblicos en el cine actual. Desde una escala de verificaci\u00f3n, se explican diversas formas de integraci\u00f3n de lo b\u00edblico en las pel\u00edculas actuales. Estas formas son: adaptaci\u00f3n, actualizaci\u00f3n, revisi\u00f3n reflexiva, recreaci\u00f3n, reintegraci\u00f3n de motivos, resonancia, proyecci\u00f3n.
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\nAntes de nada, advertir\u00e9, para que nadie se desanime o se llame a enga\u00f1o, que este art\u00edculo no va a versar sobre el cine b\u00edblico, aquel que, en torno a los a\u00f1os cincuenta del anterior siglo, cop\u00f3 las pantallas con argumentos, personajes y ambientes extra\u00eddos m\u00e1s o menos fielmente de las Sagradas Escrituras, y cuyos estertores se prolongaron durante algunas d\u00e9cadas. Mi propuesta es otra: he revisado un buen n\u00famero de pel\u00edculas recientes teniendo en cuenta algunos de los relatos m\u00e1s populares del Antiguo Testamento (sobre todo, aunque tambi\u00e9n recurra en alguna ocasi\u00f3n al Nuevo) y, a la luz de los motivos, personajes y s\u00edmbolos de los libros religiosos, me he atrevido a postular las diferentes estrategias con que guionistas y directores asimilan estos elementos narrativos en sus trabajos. Se tratar\u00eda, en definitiva, de comprobar si lo b\u00edblico (as\u00ed, en su m\u00e1s gen\u00e9rica formulaci\u00f3n) puede reconocerse de alguna forma en el cine reciente.
\nPresentar\u00e9 de antemano algunas conclusiones que luego podr\u00e1n constatarse en la lectura \u00edntegra de este estudio:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Deben distinguirse aquellas obras que de forma expl\u00edcita aluden, remiten, citan o se apoyan en textos b\u00edblicos de aquellas otras en las que nosotros, conocedores de los itinerarios que transitan los Testamentos, rastreamos ciertos indicios emparentables con lo que el Libro de los Libros desarrolla. En el primer caso hay una deuda evidente y una intenci\u00f3n m\u00e1s o menos manifiesta por parte de los creadores contempor\u00e1neos de colocarse en la estela de una tradici\u00f3n; en el segundo nos limitamos a proyectar nuestro saber teol\u00f3gico sobre una trama para arrancarle unos contenidos que sus art\u00edfices no han perseguido de modo premeditado. Decir, por ejemplo, que hay en Ratatouille<\/em><\/strong> h\u00e1litos de la historia de Jos\u00e9 en Egipto sonar\u00e1 a ciencia ficci\u00f3n desde el primer punto de vista, pero en un ejercicio de resignificaci\u00f3n como el que recomiendo en la segunda alternativa la idea quiz\u00e1s no resulte tan descabellada.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 En la Biblia<\/em> existen dos protagonistas incuestionables: Dios y su pueblo. La traslaci\u00f3n del primero como personaje al \u00e1mbito del cine conlleva serios problemas. En todo buen relato hay un error de gui\u00f3n que se conoce con el nombre de deus<\/em> ex machina<\/em>. A saber: resolver un conflicto por una intervenci\u00f3n extraordinaria no atribuible a lo l\u00f3gica de los hechos constituye una soluci\u00f3n narrativa insatisfactoria. Por tanto, que Dios (intervenci\u00f3n extraordinaria donde las haya) sea el que articule, defina o cierre un nudo argumental, en principio, s\u00f3lo parece justificado en obras de g\u00e9nero religioso (g\u00e9nero, hoy en d\u00eda, muy poco cultivado) o en aquellas otras donde la irrupci\u00f3n de lo irracional (cine de terror, cine fant\u00e1stico, comedia\u2026) no arrastre a los derroteros de lo inveros\u00edmil una historia. Conclusi\u00f3n: a la hora de aprovechar las innumerables tramas que los textos b\u00edblicos regalan, o bien entraremos en el \u00e1mbito del cine no realista, o bien se operar\u00e1 en muchos casos manteniendo la dimensi\u00f3n en exclusiva humana de lo narrado y suprimiendo la inc\u00f3moda copresencia de la divinidad.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Hemos de aceptar que muchas de las situaciones que la Biblia <\/em>relata se inspiran en mitos universales, revisan tradiciones y leyendas preexistentes antes de su reformulaci\u00f3n religiosa o, simplemente, describen peripecias humanas no por extraordinarias menos comunes. Todas las culturas tienen su teor\u00eda de los or\u00edgenes, sus propias nociones de muerte y regeneraci\u00f3n, sus milagros y misterios, sus cat\u00e1strofes, sus pugnas entre hermanos, sus h\u00e9roes salv\u00edficos. Que nosotros apostemos por atribuir el manantial del que brotan ciertas constantes de la morfolog\u00eda de los relatos a nuestro objeto de estudio, la Biblia,<\/em> no se debe a un ejercicio insano de etnocentrismo, sino al incuestionable dato de que el cine nace en occidente y se desarrolla hasta su m\u00e1ximo esplendor en algunos pa\u00edses de una fort\u00edsima tradici\u00f3n judeo-cristiana (Estados Unidos, ah\u00ed es nada).
\nPor ahora es suficiente para movernos por estas intricadas sendas. Espero que mis aportaciones os alimenten de alguna manera.
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\nCuando un creador se inspira en una historia previa para generar su propia invenci\u00f3n debe decidir el grado de fidelidad a la fuente, as\u00ed como el tipo de manipulaciones al que va a someter los materiales inspiradores. Partiendo de estas dos operaciones, podemos distinguir, pues, una especie de escala que va del cambio de lenguaje de una historia sin m\u00e1s (pasar de la palabra a la imagen, por ejemplo, en el cine b\u00edblico) a la utilizaci\u00f3n m\u00e1s o menos anecd\u00f3tica de un detalle (un personaje, un s\u00edmbolo, un espacio como el Ed\u00e9n o la Tierra Prometida). Esa gradaci\u00f3n, que admite entre medias multitud de formas de modelado de la argamasa primera, es la que vamos a recorrer en nuestro trabajo. Se me ocurren al menos siete maneras de integraci\u00f3n de lo b\u00edblico en las pel\u00edculas actuales. Las presentamos ahora en orden, seg\u00fan se muestren m\u00e1s o menos pr\u00f3ximas las obras resultantes al texto original:
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\nEste mecanismo funciona con solvente eficacia a la hora de explicar a ciertos personajes. Cojamos el caso de Abraham. Su confianza inquebrantable en Dios le lleva a aceptar su voluntad, por incomprensible que le parezca, hasta el punto de sacrificar a su propio hijo Isaac si aquel se lo exige. En El buen pastor <\/em><\/strong>Dios es sustituido por el gobierno de los Estados Unidos. Su protagonista, Edward Wilson, fundador de los servicios de espionaje moderno de su pa\u00eds, entrega su vida a ese ente todopoderoso en pro de la idea de seguridad de estado. Al final no duda en forzar el dolor y la destrucci\u00f3n emocional de su hijo a favor de un supuesto ideal superior que acaba por deshumanizarlo del todo. Pero no es lo mismo un Dios misericordioso que un pa\u00eds; no es lo mismo un relato en clave religiosa y nunca literal que pretende ejemplificar de forma extrema la fe, que la biograf\u00eda humana de alguien que est\u00e1 dispuesto a sustituir los dictados de la conciencia por un poder insensible a los individuos. A este ejercicio de analog\u00eda es al que llamo proyecci\u00f3n: iluminar una trama presente con destellos provenientes de una obra atemporal.
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\nLa extensi\u00f3n de este art\u00edculo me obliga a un recorrido muy parcial por los materiales de los que he deducido las anteriores consideraciones. Me limitar\u00e9 a anotar una pista, una breve orientaci\u00f3n a prop\u00f3sito de veinticinco pel\u00edculas que pueden servir de ejemplos para esta divisi\u00f3n en siete categor\u00edas:
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\n2.1. Adaptaci\u00f3n<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nEl Pr\u00edncipe de Egipto <\/strong>(1998; B. Chapman-S. <\/strong>Hickner<\/strong>-S. Wells<\/strong>)
\nNo olvidemos que los relatos b\u00edblicos no aspiran al logro est\u00e9tico, sino a la transmisi\u00f3n de una verdad religiosa. Por el contrario, toda pel\u00edcula antepone su vocaci\u00f3n art\u00edstica a su contenido ideol\u00f3gico. Por eso, frente a la sequedad estil\u00edstica de muchos de los pasajes del Libro, en las adaptaciones se impone la tendencia a la dramatizaci\u00f3n y a la espectacularizaci\u00f3n de lo mostrado sobre la pantalla. Para lograr el primero de estos prop\u00f3sitos, en El Pr\u00edncipe de Egipto <\/em><\/strong>se desarrolla la relaci\u00f3n fraterna entre Mois\u00e9s y Rams\u00e9s, el futuro fara\u00f3n, (v\u00ednculo inexistente en el \u00c9xodo), hasta tal punto que su enfrentamiento adquiere una dimensi\u00f3n humana desgarradora: no s\u00f3lo chocan dos pueblos, dos maneras de comprender lo sagrado, sino tambi\u00e9n dos seres humanos unidos por unos lazos afectivos muy estrechos. La imagen m\u00e1s lograda de la pel\u00edcula, a mi entender, es aquella en la que con medio rostro de cada uno de los protagonistas se forma en primer plano uno completo, hasta que ambos se desgajan y se disponen, preparados para la embestida, uno frente al otro. El otro ingrediente, el espect\u00e1culo, se sustenta sobre unos n\u00fameros musicales brillantes y algunas escenas sobrenaturales de notable ejecuci\u00f3n (el paso del Mar Rojo, la s\u00edntesis de las diez plagas). En estas se alterna, con mucha perspicacia, la exhibici\u00f3n de efectos con la contenci\u00f3n, este \u00faltimo rasgo sobre todo manifiesto en aquellos fragmentos donde Dios se hace presencia. Son geniales tanto el momento de la zarza ardiente como la muerte de los primog\u00e9nitos, m\u00e1s insinuada que mostrada, con una Luz que es Viento o un Viento que es Luz mientras recorre las tierras del fara\u00f3n y ejecuta su fatal misi\u00f3n.
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\nJoseph, rey de los sue\u00f1os <\/strong>(2000; R. Ram\u00edrez \u2013 R. Caduca<\/strong>)
\nAunque est\u00e9 producida por Dreamworks, la empresa de Spielberg que coste\u00f3 El Pr\u00edncipe de Egipto, <\/em><\/strong>ni el trabajo de animaci\u00f3n ni la creatividad de esta propuesta est\u00e1n a la altura de su predecesora. Baste comparar la recreaci\u00f3n del Antiguo Egipto de una y otra para evidenciar el abismo que las separa. Y es una pena. Probablemente la historia de Jos\u00e9 sea la m\u00e1s completa desde el punto de vista humano que recoge la Biblia: <\/strong><\/em>la multitud de sentimientos extremos que se ponen en juego (envidia, traici\u00f3n, seducci\u00f3n, despecho,\u00a0 ingenio, amor, sufrimiento y sacrificio, venganza y perd\u00f3n\u2026) y el c\u00famulo de momentos clim\u00e1ticos, lances, quiebros y sorpresas que incluye su desarrollo dotan a este argumento de una incre\u00edble intensidad melodram\u00e1tica que, en este caso, est\u00e1, a mi juicio, desaprovechada. El hecho de que Dios en este episodio, al contrario que en el de Mois\u00e9s, no intervenga de forma patente sino de manera mucho m\u00e1s sutil en el transcurso de la acci\u00f3n (no hay prodigios de ning\u00fan tipo, m\u00e1s all\u00e1 del don de Jos\u00e9 de interpretar sue\u00f1os) motiva en la pel\u00edcula un juego correcto con la luz como signo de su presencia, o con s\u00edmbolos como el \u00e1rbol que Jos\u00e9 consigue cultivar a partir de un d\u00e9bil brote durante su estancia en la c\u00e1rcel (en la mejor idea de la pel\u00edcula: una estupenda plasmaci\u00f3n del proceso de fortalecimiento de la propia fe desde la crisis al esplendor); pero, m\u00e1s all\u00e1 de esto, los sue\u00f1os est\u00e1n visualizados con singular torpeza, la m\u00fasica no alcanza en ning\u00fan momento la inspiraci\u00f3n necesaria y los personajes se agostan sin acabar de cobrar cuerpo. La historia sentimental de Jos\u00e9 con Asenet o la relaci\u00f3n afectuosa con su primer amo, tramas secundarias no contenidas o s\u00f3lo apuntadas en el original, no aportan nada a un conjunto as\u00e9ptico y decepcionante. S\u00f3lo el ejercicio de\u00a0 comparaci\u00f3n con los cap\u00edtulos del G\u00e9nesis permitir\u00e1 alguna alegr\u00eda al espectador interesado.
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\n2.2. Actualizaci\u00f3n<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nLa cosecha <\/strong>(2007; S. Hopkins<\/strong>)
\nDe nuevo las diez plagas de Egipto asolan el mundo, en este caso, un pueblecito de la Am\u00e9rica m\u00e1s profunda llamado Haven. La duda crucial que vertebrar\u00e1 la intriga de este relato es la siguiente: una vez constatado que todo lo que ocurre all\u00ed s\u00f3lo puede responder a causas sobrenaturales, \u00bfqui\u00e9n ocasiona todo el estropicio, Dios o Diablo? La pel\u00edcula a\u00fana en su desarrollo este dilema (d\u00f3nde acaba el bien y empieza el mal, c\u00f3mo reconocer ambos cuando usan medios similares), una historia de recuperaci\u00f3n de la fe, un relato sobre una secta sat\u00e1nica perversa, la presencia de una supuesta ni\u00f1a pose\u00edda por el demonio que en realidad es un \u00e1ngel, unos apuntes sobre c\u00f3mo desmontar cient\u00edficamente ciertos milagros para patentar otros, el repaso epid\u00e9rmico de ciertos vers\u00edculos b\u00edblicos\u2026: todo un resumen, en fin, de las formas de abordaje (as\u00ed, en plan pirata) m\u00e1s frecuentes de lo religioso en el cine actual. Desde luego, a los productores, interesados sobre todo en la pirotecnia, el producto se les ha escapado de las manos, pues es muy dif\u00edcil lograr que cuaje tanta y tan compleja materia prima. Para lo que nos interesa, lo b\u00edblico aqu\u00ed es una mera disculpa vistosa para apuntalar una pel\u00edcula de intriga sobrenatural en la que Dios se comporta como hace treinta siglos, cuando Jes\u00fas a\u00fan no hab\u00eda refinado sus maneras: dando pu\u00f1etazos sobre el mundo como quien aporrea una mesa.
\n
\nSigo como Dios <\/strong>(2007; T. Shadyac<\/strong>)
\nSi La cosecha<\/em><\/strong> se serv\u00eda de la Historia Sagrada sin prejuicios, con vagas e inocuas \u00ednfulas trascendentes,Sigo como Dios <\/em><\/strong>es tan correcta y tan moralizadora que asusta. En la pel\u00edcula de la que esta es secuela, Como Dios, <\/em><\/strong>ya se plante\u00f3 con claridad y hasta simpat\u00eda una determinada imagen de la divinidad, tan irreprochable como poco comprometida con las aristas m\u00e1s cortantes del mundo. El volver sobre el particular otra vez, am\u00e9n de innecesario, se salda ahora con un estrepitoso fracaso: poca comedia, pol\u00edtica de baratillo y moralina sonrojante y forzada. Evan Baxter, ahora congresista de los Estados Unidos, debe construir un arca ante la inminencia de un nuevo diluvio. Su lema pol\u00edtico, el que le ha dado la confianza del pueblo, es \u201cCambiar el mundo\u201d.\u00a0 Tras su particular peregrinar por el desierto, acaba aprendiendo que s\u00f3lo cambiando uno cambia el mundo y que el verdadero arca son los Actos Radiantes de Calidad Altruista (casi me sonrojo de verg\u00fcenza ajena ante un acr\u00f3nimo tan forzado). El diluvio se origina por la rotura de una presa mal construida (hay un mensaje ecol\u00f3gico de fondo rampl\u00f3n y barato) y esta permite la consabida y esperada exhibici\u00f3n de efectos especiales tanto en la recreaci\u00f3n del arca y todo su relleno (los innumerables animales que lo pueblan) como en la posterior cat\u00e1strofe. La profusi\u00f3n de mensajes expl\u00edcitos (\u201cDios no da nada, ofrece oportunidades\u201d, \u201cDios nos escogi\u00f3 a todos\u201d, \u201cLa historia del diluvio habla de creer en los dem\u00e1s, no de un castigo divino\u201d, \u201cCambiaste el mundo porque diste hogar a un perro y pasas m\u00e1s tiempo con la familia\u201d) estomaga por su explicitud de sermoncillo m\u00e1s que alienta. Por si fuera poco, que el Arca del Nuevo No\u00e9 aterrice a las puertas de la Casa Blanca en EEUU ser\u00e1 visto como un acto de provocaci\u00f3n pol\u00edtica, pero aqu\u00ed no podemos por m\u00e1s que digerirlo como un nuevo gesto de prepotencia cultural.
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\n2.3. Revisi\u00f3n reflexiva<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nMary<\/strong> (2005; A. Ferrara<\/strong>)
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Mary<\/em> <\/strong>me parece una pel\u00edcula imperfecta pero fascinante. Tres personajes, un periodista a punto de tener un hijo, un director de cine egoc\u00e9ntrico y caprichoso y una brillante actriz, entran en contacto con la vida y el mensaje de Jes\u00fas. El primero presenta un programa de televisi\u00f3n en el que, a trav\u00e9s de entrevistas, pretende abordar la figura de Cristo desde todas las perspectivas posibles (teol\u00f3gica, art\u00edstica, hist\u00f3rica\u2026). Los otros dos han rodado una pel\u00edcula inspirada en los Evangelios ap\u00f3crifos. La ciudad de Nueva York y la Jerusal\u00e9n en continuo conflicto, los problemas de convivencia en pareja y las dudas sobre el sentido de la propia vida, las presiones de los grupos religiosos ultraconservadores ante el estreno de la pel\u00edcula y la repentina irrupci\u00f3n de la enfermedad y la muerte: la propuesta vital y trascendente de Jes\u00fas circula en estos \u00e1mbitos y situaciones, se aviva en ellos, los fecunda, buscando c\u00f3mo encajar su sentido eterno y esencial (Dios es amor, aun en medio del sinsentido) en la tumultuosa realidad hist\u00f3rica, social y personal.
\nMarie, la protagonista, tras encarnar a la Mar\u00eda Magdalena del evangelio ap\u00f3crifo que se le atribuye (ni prostituta ni amante de Jes\u00fas: una disc\u00edpula m\u00e1s, quiz\u00e1s la m\u00e1s querida), ha decidido abandonarlo todo para buscarse a s\u00ed misma. La paz interior y la mejora individual son sus nuevas metas. Unas palabras de Esta es mi sangre,<\/em> la pel\u00edcula en la que trabaj\u00f3, resuenan en su nuevo proyecto de vida: \u201cAll\u00ed donde est\u00e1 el v\u00ednculo, yace el tesoro\u201d. Jes\u00fas, Dios, m\u00e1s que en la oraci\u00f3n o en el autoconocimiento, est\u00e1 en el v\u00ednculo, es decir, en el noble y doloroso ejercicio de atarnos amorosamente a los otros seres humanos.
\nLa pel\u00edcula, poli\u00e9drica y sugerente, compleja por rica y profunda, acierta a expresar los distintos efectos que el conocimiento de Jes\u00fas causa en sus personajes: desde la revoluci\u00f3n personal al autocuestionamiento, de la mera curiosidad intelectual o art\u00edstica a la interrogaci\u00f3n sobre el sufrimiento humano o sobre la posibilidad de conciliar lo material y lo espiritual, el abanico de actitudes, reacciones, luces y sombras que a\u00fan es capaz de suscitar el Dios-Hombre, se despliega ante nosotros.
\nQuiz\u00e1s la mejor s\u00edntesis de esta visi\u00f3n caleidosc\u00f3pica se encuentre en las reflexiones de uno de los entrevistados por Ted, el periodista. Son las palabras que, intuyo, parecen haber movilizado al creador a rodar esta pel\u00edcula. El gran regalo de Jes\u00fas, su r\u00fabrica definitiva est\u00e1, no en el s\u00edmbolo de la cruz, sino en el gesto del lavatorio de pies. Esa locura divina que significa saltarse todas las l\u00f3gicas y jerarqu\u00edas para imponer la jerarqu\u00eda \u00fanica del amor, del v\u00ednculo, debe asumirse como el verdadero legado, la verdadera y perdurable invitaci\u00f3n de Dios.
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\n2.4. Recreaci\u00f3n<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nG\u00e9nesis <\/strong>(2005; C. Nuridsany- M. Per\u00e9nnou<\/strong>)
\n\u201cEl vac\u00edo da a luz un min\u00fasculo huevo de materia y energ\u00eda: es el nacimiento del espacio y del tiempo\u201d. Para los guionistas de esta hermosa pel\u00edcula documental sobre el universo y la vida, los or\u00edgenes de todo se pierden en el misterio, pero ese misterio, desde su \u00f3ptica radical y honestamente materialista, no se resuelve con la intervenci\u00f3n de la divinidad, sino con la propia inmanencia del cosmos. Un griot<\/em>, una especie de trovador o cuenta-cuentos africano, ser\u00e1 el encargado de desgranar esta breve historia de los puentes entre el macrocosmos y el microcosmos, del parentesco entre la vida de los seres y la del universo. Su voz articulando el discurso y sus gestos ilustrando los comienzos del mundo (una cerilla que se enciende resume el big-bang; un pu\u00f1ado de harina lanzado al aire encadena con las formas de la V\u00eda L\u00e1ctea) reemplazan los actos creadores de la divinidad: su palabra po\u00e9tica persigue anular la Palabra aunque, sin querer, yo creo que la autoriza. Igual que los inicios inexplicables no admiten ni exigen un Ser Todopoderoso, aqu\u00ed se postula que al final nuestra materia se reintegrar\u00e1 en la materia: \u201cMi cuerpo abandonar\u00e1 la lucha y devolver\u00e1 al mundo la materia de la que est\u00e1 hecho\u201d \u201cMis \u00e1tomos ir\u00e1n a otros cuerpos\u201d. Y eso ser\u00e1 todo. El origen y el final, el amor, la lucha por la supervivencia est\u00e1n narrados en esta singular propuesta con una poes\u00eda embriagadora, tanto verbal como visual. Y es en ese tono, es en esa vocaci\u00f3n de recuperar el misterio en la vibraci\u00f3n l\u00edrica de palabras e im\u00e1genes, donde se presiente la palpitaci\u00f3n de lo sacro. Lo que se despliega como un ejercicio de ciencia po\u00e9tica o de poes\u00eda cient\u00edfica, de espaldas a cualquier trascendencia, acaba por erigirse en un soberbio canto en honor de todo lo existente, incluso de aquello que est\u00e1 M\u00e1s \u00c1lla y que aqu\u00ed se presiente en\u00a0 los interrogantes abiertos y se adivina tras la belleza de lo creado. Un nuevo G\u00e9nesis que, en definitiva, cuando refuta el otro, lo refuerza.
\n
\nLa profec\u00eda de las ranas <\/strong>(2003; J-R Girerd<\/strong>)
\nEl otro ejemplo de recreaci\u00f3n de lo b\u00edblico que manejamos tambi\u00e9n opera sobre la base de extirpar todo componente religioso de sus entra\u00f1as. Es m\u00e1s, la \u00fanica alusi\u00f3n a lo sagrado en la pel\u00edcula est\u00e1 te\u00f1ida de una evidente iron\u00eda: Juliette, la madre de origen africano de Tom, invoca en un par de ocasiones a la Pachamama, <\/em>sin ning\u00fan resultado. Sus intentos de orde\u00f1ar una vaca sin tocarla o de convertir una patata en filete por mediaci\u00f3n divina fracasan con estr\u00e9pito. Ella se r\u00ede de s\u00ed misma, antes de comentar que en tiempos de su abuela esos m\u00e9todos s\u00ed que funcionaban. Si este es el \u00fanico apunte sacro en una obra inspirada en un episodio b\u00edblico, quiz\u00e1s no sea exagerado sospechar que se nos est\u00e9 invitando a considerar lo religioso un arca\u00edsmo ahora sin sentido ni funci\u00f3n: una superstici\u00f3n simp\u00e1tica pero puramente folkl\u00f3rica. La defensa de los valores humanos de la convivencia reemplaza cualesquier otros postulados de alcance diferente, como si unos y otros fueran incompatibles. Y aqu\u00ed encaja la f\u00e1bula propuesta: un nuevo diluvio servir\u00e1 para que animales herb\u00edvoros y carn\u00edvoros aprendan a convivir y no se devoren en un arca singular, que es resumen del mundo. \u201cEn este barco para sobrevivir los colmillos deben dejar de incordiar\u201d, dice Ferdinand, el nuevo Noe. Habr\u00e1 un malvado con \u00ednfulas de dictador que propague, por odio, un credo de violencia y exterminio entre los carn\u00edvoros hasta poner en peligro la dif\u00edcil armon\u00eda lograda, y unos cocodrilos que, como amenaza externa, asedien este reducto conflictivo. Al final todo vuelve a su cauce y la singular familia protagonista (el padre es un anciano; la mujer, africana; el hijo, adoptado, e incluso han acogido a una vecina a la que creen hu\u00e9rfana: una s\u00edntesis de nuestras sociedades complejas y mestizas) arriba a tierras secas, junto a una flota de barcos de todo tipo, \u00e9poca y envergadura, en una imagen tan conseguida como redonda de un planeta m\u00faltiple, globalizado y, gracias a Dios, todav\u00eda hermoso.
\n
\n2.5. Reintegraci\u00f3n de motivos<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nEl puente hacia Terabithia <\/strong>(2007; G. Csupo<\/strong>)
\nLos dos ni\u00f1os protagonistas de esta historia, nuevos Ad\u00e1n y Eva, levantan en un bosque un mundo fant\u00e1stico al que huyen cada tarde. Son marginados en la escuela y en la familia, pero todav\u00eda disponen de una f\u00e9rtil imaginaci\u00f3n infantil que les permite viajar a un universo paralelo y esquivar moment\u00e1neamente esa realidad fea y opresiva. Lo m\u00e1s interesante de esta pel\u00edcula es que esta conexi\u00f3n entre Para\u00edso e infancia, tantas veces evocada, se problematiza: frente a la muerte, al sufrimiento, a los conflictos, frente a las distintas formas, en fin, de manzana del \u00e1rbol del conocimiento, la vuelta al territorio ed\u00e9nico como mera alternativa escapista resultar\u00e1 ya insuficiente. Caben dos soluciones: la destrucci\u00f3n de ese espacio (v\u00eda cl\u00e1sica) o su reformulaci\u00f3n, opci\u00f3n que aqu\u00ed se explora. El protagonista, cuando muere su compa\u00f1era en un desgraciado accidente, aprender\u00e1 que ese reino inventado puede ayudarle a reinterpretar lo vivido, a encontrar, con las herramientas narrativas de lo legendario, el sentido de las cosas, aun las m\u00e1s desgraciadas. La imaginaci\u00f3n al final le servir\u00e1, en definitiva,\u00a0 para enfrentarse a la realidad, no para rehuirla: ese es el puente al que alude el t\u00edtulo, el que permite el feliz tr\u00e1nsito de la vida real al mundo inventado que la sublima. Y eso es crecer, en definitiva: saber integrar el dolor y el fracaso real en una estructura simb\u00f3lica de sentido. Recomiendo, como otras veces, volver a Big<\/em><\/strong> fish<\/em><\/strong> para comprender mejor lo que digo.
\n\u00a0<\/strong>
\nNuestra m\u00fasica <\/strong>(2004; J. L. Godard<\/strong>)<\/p>\n\n
\nLa fuente de la vida (2006; D<\/strong>. Aronofsky)
\nEl motivo b\u00edblico integrado en esta pel\u00edcula es el del\u00a0 \u00c1rbol de la Vida que se menciona en el G\u00e9nesis. En tres \u00e9pocas distintas (la conquista de Am\u00e9rica, el presente y un futuro lejano) un mismo personaje intenta lograr la salvaci\u00f3n de la mujer que ama mediante este \u00e1rbol, capaz de otorgar la eterna juventud (historia pasada), lasanaci\u00f3n de una enfermedad incurable (presente) o el reencuentro de dos seres humanos m\u00e1s all\u00e1 del tiempo (el futuro). En \u00faltimo extremo, esta lucha por la inmortalidad se salda de la \u00fanica manera posible: el ser humano debe asumir su mortalidad, porque todo intento de perpetuarse en vida est\u00e1 condenado al fracaso. En esta pel\u00edcula, como en muchas otras de los \u00faltimos a\u00f1os (no olvidemos el comentario a Un puente hacia Terabithia; <\/em><\/strong>revisad bajo esta clave tambi\u00e9n El orfanato<\/em><\/strong>) se nos muestran la dificultades de las personas para asimilar la p\u00e9rdida y superar los procesos de duelo. En nuestro mundo contempor\u00e1neo, consagrado al eterno presente, la juventudperpetua y el pleno disfrute hedonista, la muerte, el envejecimiento o la destrucci\u00f3n est\u00e1n siendo escamoteados de la vida p\u00fablica como tab\u00faes insoportables y eso dificulta a\u00fan m\u00e1s los procesos de integraci\u00f3n del sufrimiento. Sobre este tema versan en parte estas pel\u00edculas y muchas otras (s\u00f3lo cito tres t\u00edtulos recientes que me han gustado: La soledad, Los testigos, Las alas de la vida<\/em><\/strong>). Un \u00faltimo apunte: La fuente de la vida<\/em><\/strong> combina la tradici\u00f3n b\u00edblica, las creencias mayas y el budismo, en una operaci\u00f3n fascinante de sincretismo y conexi\u00f3n de fuentes. Es una l\u00e1stima que cierta frialdad expositiva, una narrativa embarullada y algunas im\u00e1genes rid\u00edculas o pedantes cuando pretenden ser po\u00e9ticas desluzcan un producto mucho m\u00e1s prometedor en sus planteamientos que en sus resultados.
\n
\nBabel <\/strong>(2006; A.G<\/strong>. I\u00f1\u00e1rritu<\/strong>)
\nEsta historia de historias conectadas a pesar de los miles de kil\u00f3metros que separan a sus protagonistas sigue el cauce abierto por una buena n\u00f3mina de pel\u00edculas con protagonista colectivo y peripecias vitales cruzadas (Crash<\/em><\/strong>, Bobby, Nueve vidas, Magnolia, Short cuts, <\/em><\/strong>por citar s\u00f3lo algunos ejemplos, tres recientes y dos fundacionales). La tesis de partida sobre la que se sostiene esta pel\u00edcula (nuestro planeta globalizado es la nueva Babel) no es demasiado ingeniosa, pero su trasfondo s\u00ed me lo parece. Porque Babel<\/em><\/strong> estipula que el primer laberinto que debe desentra\u00f1arse, antes que el que componen culturas, razas, credos y tradiciones en dif\u00edcil convivencia, es el que trazan los sentimientos en el alma humana. En la pel\u00edcula se presentan conflictos entre culturas (norteamericanos y africanos, mexicanos y estadounidenses\u2026), pero sobre todo hay choques afectivos, desencuentros emocionales, tensiones entre almas que no terminan por sintonizar\u2026 Esposo con esposa, padre con hija, adultos con j\u00f3venes: el problema esencial de nuestro mundo, la mayor y bab\u00e9lica frontera es la que separa a los que est\u00e1n m\u00e1s pr\u00f3ximos y no acaban de entenderse. La confluencia de la incomprensi\u00f3n interpersonal y las tensiones socio-pol\u00edticas redunda en una confusi\u00f3n de dimensiones s\u00edsmicas. Quiz\u00e1s la pel\u00edcula peque de pretenciosa (hablar de todos los grandes temas en un tono de elevaci\u00f3n tr\u00e1gica ampuloso), pero sus redobles, como los que anteceden a una ejecuci\u00f3n, no dejan a nadie impasible.
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\nSin city <\/strong>(2005; F. Miller \u2013 R. Rodr\u00edguez \u2013 Q. Tarantino<\/strong>)
\nSeven<\/em><\/strong> de David Fincher fue una pel\u00edcula visionaria. Planteaba con amargo pesimismo c\u00f3mo Sodoma yGomorra se ubican en realidad en la propia conciencia del hombre contempor\u00e1neo, negado para resistirse al reclamo de los pecados capitales cuando estos se le ofrecen como alternativa vital o como soluci\u00f3n a los problemas individuales. Este desalentador diagn\u00f3stico motiv\u00f3 que buena parte del cine contempor\u00e1neo retratara ambientes de pesadilla, mundos en descomposici\u00f3n, atm\u00f3sferas personales o colectivas pestilentes. El brutal (y genial) c\u00f3mic deFrank Miller que adapta Sin City<\/em><\/strong> sit\u00faa a sus personajes en esa \u201cCiudad de pecado\u201d que nombra el subt\u00edtulo de la pel\u00edcula. Incomunicaci\u00f3n, violencia, crimen, corrupci\u00f3n impregnan decorados nocturnos donde la lucha por la supervivencia s\u00f3lo la ganan los m\u00e1s fuertes o aquellos que han sepultado cualquier escr\u00fapulo moral. Los h\u00e9roes desencantados recurren a los mismos medios que los villanos, la barbarie ha campado a sus anchas, los \u00e1pices de nobleza s\u00f3lo se adivinan como una moneda desgastada y ya sin valor entre basura, canibalismo e infierno. Negrura est\u00e9tica y existencial, sin margen para otro ideal u otra creencia que no sea la perentoria necesidad del calor de otro ser antes del definitivo exterminio. Estamos, es verdad, en medio de una propuesta est\u00e9tica que radicaliza las constantes del cine negro, de ah\u00ed su expresionismo l\u00edmite. Pero, m\u00e1s all\u00e1 de que sus logros est\u00e9ticos contrapesen su nihilismo filos\u00f3fico, en ese mundo en blanco y negro sin Dios ni ley se reconoce una inc\u00f3moda met\u00e1fora de lassodomas nuestras de cada d\u00eda.
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\nEl diablo viste de Prada <\/strong>(2006; D. Frankel<\/strong>)
\nPuestos a identificar becerros de oro en las ficciones contempor\u00e1neas, los hallaremos de todos los pelajes: por poner algunos ejemplos recientes,\u00a0 el dinero (Concursante<\/em><\/strong>),\u00a0 el poder (Todos los hombres del presidente<\/em><\/strong>), la fama (Dreamgirls<\/em><\/strong>), el sexo (Juegos secretos<\/em><\/strong>), una obsesi\u00f3n (Zodiac<\/em><\/strong>) han complicado la vida de cientos de personajes. El diablo viste de Prada<\/em><\/strong> juguetea con c\u00f3mo el trabajo y el entorno de convenciones que genera\u00a0puede conducirnos tambi\u00e9n a una forma de idolatr\u00eda autodestructiva. La protagonista, una periodista con ideales personales e \u00ednfulas literarias, entrar\u00e1 a trabajar como ayudante de la directora de la revista neoyorquina de moda m\u00e1s prestigiosa. Su vida personal se ver\u00e1 amenazada por la tentaci\u00f3n del beautiful<\/em> people<\/em>, la sofisticaci\u00f3n y el lujo, todo un entorno de apariencias y superficialidad repugnante para una intelectual, pero mucho m\u00e1s chic <\/em>que la gris cotidianidad. Como estamos en el territorio de la comedia \u00e1cida pero amable, en \u00faltimo extremo nuestra hero\u00edna salva su independencia, incluso con la admiraci\u00f3n y la estima de su diablo particular (la jefa que la ha torturado a lo largo de toda la funci\u00f3n). Como dictan las convenciones, lograr\u00e1 rehacer su vida al lado del hombre que de verdad la ama y aprender\u00e1 bastante de la vida. En esta pel\u00edcula, no obstante, me escama c\u00f3mo la supuesta cr\u00edtica de la banalidad, de las reglas del juego social y del mundo de la moda al final se asiente sobre una aceptaci\u00f3n impl\u00edcita de sus presupuestos: el personaje central, al final, con menos desali\u00f1o y m\u00e1s ropa de marca, ha ganado en atractivo; su fascinaci\u00f3n por las alharacas y baratijas se nos contagia a los espectadores, boquiabiertos ante las evoluciones de modelos y dise\u00f1adores en el mundo de purpurina en el que habitan. En \u00faltimo extremo parece que reservarse en el bolsillo un par de cuernos del becerro tampoco va a hacernos demasiado da\u00f1o: nadar y guardar la ropa, en fin, siempre ha resultado mucho m\u00e1s rentable que lanzarse de cabeza al fondo de lo que de verdad creemos.
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\nNuevo mundo <\/strong>(2006; E. Crialese<\/strong>)
\nCebollas del tama\u00f1o de la copa de un \u00e1rbol, zanahorias de la longitud de un ariete, monedas de oro que penden de los \u00e1rboles o caen en chaparr\u00f3n, r\u00edos caudalosos de leche: as\u00ed es Am\u00e9rica para los pobres e ignorantes emigrantes sicilianos que emprenden su particular \u00e9xodo desde los pedregales inh\u00f3spitos donde se han criado.Nuevo Mundo <\/em><\/strong>acompa\u00f1a a sus protagonistas (la familia Mancuso\u2026 y una misteriosa mujer inglesa) en este itinerario entre dram\u00e1tico y surreal. La marcha del pueblo, las dificultades para embarcar, la odisea mar\u00edtima y, en \u00faltimo extremo, las revisiones m\u00e9dicas, sicol\u00f3gicas e intelectuales o los matrimonios de conveniencia en la Isla deEllis, \u00faltimo escollo ya a las puertas de oro de Nueva York, constituyen los jalones de esta aventura que es todas\u00a0las aventuras de quienes han buscado una tierra de promisi\u00f3n m\u00e1s all\u00e1 de la esclavitud de la miseria.
\nAm\u00e9rica no llega a verse: es s\u00f3lo un banco de niebla, o unas torres misteriosas adivinadas a lo lejos desde lo alto de un ventanal, o una lengua incomprensible, o el sue\u00f1o de miles y miles de emigrantes de nadar en man\u00e1. La pel\u00edcula apuesta por depositar toda su carga expresiva en un uso muy inteligente del sonido (el silencio arcaico de las primeras secuncias, el tumulto en el puerto, los gritos de los pasajeros en plena tempestad, s\u00f3lo intuida por sus golpes y ca\u00eddas en el interior de la nave, el parox\u00edstico c\u00e1ntico siciliano de dos hombres la noche antes de arribar a tierra\u2026), en la alternancia de im\u00e1genes on\u00edricas con otras de una realidad tan inesperada que parecen arrancadas a los propios sue\u00f1os (dos hombres escalando una monta\u00f1a con sendas piedras en la boca como penitencia, el mayor de los Mancuso sepultado en la tierra, con s\u00f3lo el rostro al aire, para exigir a su madre que consienta la marcha de la familia a Am\u00e9rica, los peces espada a hombros de los marineros en el puerto, la multitud aglomerada en el puerto desgaj\u00e1ndose de los que se hacinan en el barco que parte, inm\u00f3viles todos y en silencio\u2026), en la construcci\u00f3n de unos personajes, a veces an\u00f3malos, siempre entra\u00f1ables\u2026 Como en todo \u00e9xodo, hay en este el p\u00e1lpito de una esperanza, la magia de lo por venir, el acre y decisivo olor de sudores y esfuerzos compartidos, de afectos tan estrechos que abrazan al propio espectador y le recuerdan su condici\u00f3n tambi\u00e9n de extranjero en el mundo y de so\u00f1ador incorregible.
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\nMalena es un nombre de tango\/Los aires dif\u00edciles <\/strong>(1996-2006; G. Herrero<\/strong>)
\nLos escritores de la Generaci\u00f3n del 98 anticiparon nuestra Guerra Civil en sus reflexiones sobre el cainismo. Dibujaban esta terrible tendencia al odio entre hermanos como un rasgo reconocible en la idiosincrasia del alma hispana. Novelas como Abel S\u00e1nchez<\/em><\/strong> de Unamuno o poemas narrativos como La tierra de Alvargonz\u00e1lez<\/em><\/strong>\u00a0 de Antonio Machado perdurar\u00e1n siempre como radiograf\u00edas de nuestro car\u00e1cter y como dolorosas profec\u00edas de una conflagraci\u00f3n de consecuencias funestas a\u00fan hoy vivas.
\nHermano contra hermano por envidias, por odio acerbo, por causas inextricables pero siempre humanas: es f\u00e1cil rastrear este t\u00f3pico en las historia del cine. As\u00ed, por citar dos ejemplos recientes, El viento que agita la cebada<\/em><\/strong> ficcionaliza el proceso de surgimiento del IRA y\u00a0 expone c\u00f3mo dos hermanos se separan y enemistan a consecuencia de la diferente visi\u00f3n que cada uno tiene de la lucha por la independencia de su pueblo; en El sue\u00f1o de Casandra<\/em><\/strong>, el fratricidio final de un hermano a manos de otro no llega a consumarse, aunque la tragedia dirige ambos destinos, unidos por un crimen compartido, hacia la perdici\u00f3n. En el \u00e1mbito hispano, anoto brevemente el tratamiento que del tema del cainismo se detecta en la narrativa de Almudena Grandes y en las dos adaptaciones que de sendas novelas de esta escritora realiz\u00f3 Gerardo Herrero. Tanto en Malena <\/em><\/strong>como en Los aires dif\u00edciles<\/em><\/strong>dos hermanos (hermanas en el primer caso) acaban por airear sus diferencias. Lo interesante es que Ca\u00edn y Abel intercambian muchos de sus rasgos, se confunden, se complican. En la primera cinta, Malena, la supuesta poseedora de la mala sangre de la familia, act\u00faa impulsada siempre por el coraz\u00f3n y el deseo, sin imponer l\u00edmites ni cortapisas de ning\u00fan tipo a los dictados de sus impulsos; Reina, sin embargo, se mueve de forma sibilina dentro del orden social para lograr sus prop\u00f3sitos, bien sea alejar\u00a0 a su hermana del hombre que la ama y que la ha rechazado a ella, bien sea para robarle despu\u00e9s el marido o el hijo. Malena maldice, al final de la cinta, a laaparente Abel con alma de Ca\u00edn con palabras resonantes: \u201cMaldita seas y malditas sean las hijas de tus hijas. Que s\u00f3lo circule agua por sus venas y que ninguna sepa lo que es tener una gota de sangre podrida en ellas\u201d. En Los aires dif\u00edciles, <\/em><\/strong>Dami\u00e1n y Jos\u00e9 dirimen sus diferencias sobre el tablero de juego de una mujer, Charo. Aqu\u00ed Ca\u00edn- Dami\u00e1n se define como un tipo desp\u00f3tico, brutal y machista. Arrebata a su hermano a la mujer que ama y se casa con ella, aunque Juan y Charo mantendr\u00e1n en secreto durante a\u00f1os una relaci\u00f3n ad\u00faltera. En el desenlace, en un nuevo giro de tuerca a este motivo, Dami\u00e1n, en plena pelea con su hermano, cae por unas escaleras. Malherido, Juan-Abel, tras dudar un instante, decide acabar con su vida desnuc\u00e1ndolo contra un escal\u00f3n. Si en la primera propuesta, la piel de Abel escond\u00eda a Ca\u00edn y la sangre de Ca\u00edn se mostraba m\u00e1s noble en sus debilidades que la del aparente cordero manso, en esta segunda Abel decide ejecutar a Ca\u00edn para fundar as\u00ed la posibilidad de una vida nueva. Curiosas variaciones de un motivo, muy en sinton\u00eda con la visi\u00f3n actual de los valores.
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\n2.6. Resonancia<\/strong>
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\nQuincea\u00f1era <\/strong>(2006; R. Glatzer \u2013 W. Wesmoreland<\/strong>)
\nComo ya explicamos\u00a0 en la presentaci\u00f3n de las distintas maneras de presencia de lo b\u00edblico en el cine, enQuincea\u00f1era <\/em><\/strong>se juega con la idea de virginidad y embarazo. Este detalle sirve para reforzar la caracterizaci\u00f3n de una serie de personajes que acaban conviviendo en una misma casa al verse marginados del orden social: un viejo sin familia pero con mucho de \u00e1ngel tutelar para toda la comunidad, un chaval homosexual expulsado por su padre del hogar familiar y la propia adolescente embarazada forman un nuevo modelo de relaciones, an\u00f3malo y no por ello menos carism\u00e1tico, que reemplaza as\u00ed a la\u00a0 familia cl\u00e1sica como garante de v\u00ednculos afectivos y seguridades. En Los aires dif\u00edciles<\/em><\/strong>, en Peque\u00f1a Miss Sunshine<\/em><\/strong>, en V\u00edas cruzadas,<\/em><\/strong> en Transam\u00e9rica<\/em><\/strong>, <\/em><\/strong>en Cachorro <\/em><\/strong>(y cito a vuela pluma) se especula tambi\u00e9n sobre estructuras que llamar\u00edamos disfuncionales si no fuera porque sus miembros, al menos tal y como sugieren estas obras, alcanzan ciertas formas de armon\u00eda y felicidad que los esquemas tradicionales de parentesco no proporcionan. Quiz\u00e1s, en este contexto, no sea descabellado afirmar que el embarazo seudo-milagroso de la protagonista de Quincea\u00f1era<\/em><\/strong>, amen de translucir su inocencia profunda, aspira a establecer una rima entre el grupo humano diferente y provocador en el que le toca vivir y la mism\u00edsima\u2026 Sagrada Familia.
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\n2.7. Proyecciones<\/strong>
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\nEl buen pastor <\/strong>(2006; R. de Niro<\/strong>)
\nLa irrupci\u00f3n de Dios en la vida de Abraham enriquece su vida hasta l\u00edmites insospechados: una gran familia, reba\u00f1os, tierras. Todo de forma gratuita, a cambio de fe y de la disposici\u00f3n a acatar los dictados de quien lo ha escogido como instrumento de un proyecto liberador. No en vano, Abraham es el patriarca del que nacen las tres religiones monote\u00edstas m\u00e1s importantes. Adem\u00e1s, su religiosidad no le resta ni una pizca de humanidad, como demuestra su actitud con Lot o su intento de mediar por Sodoma y Gomorra. Incluso su gesto m\u00e1s pol\u00e9mico, el sacrificio de Isaac, s\u00f3lo corrobora una fe en Dios que no resulta defraudada: la humanidad de Dios al evitar tal sacrificio enriquece su persona con el don de un Dios que tambi\u00e9n es Padre y que se sit\u00faa as\u00ed, ya para siempre, a la escala del hombre.
\nLa historia de El buen pastor <\/em><\/strong>invierte en todos sus t\u00e9rminos estas premisas: desde que Edward Wilson se entrega a los Servicios Secretos de su pa\u00eds, su catadura moral y humana va vi\u00e9ndose mermada. El fingimiento y la fractura imposible de cicatrizar entre su trabajo y su vida privada le condenan a\u00a0 un c\u00famulo de renuncias, traiciones y cr\u00edmenes que lo desposeen de identidad propia. Cuando se diviniza una misi\u00f3n de dudoso sentido, la idea de bien p\u00fablico, con sus peligrosos perfiles abstractos, exige a veces inmolaciones de individuos concretos y eso enturbia la legitimidad de cualquier proyecto. Si la historia de Abraham es la de un hombre que gana en integridad humana y religiosa, la de Edward Wilson se salda con el endurecimiento de un car\u00e1cter y la ruina. El poder del pueblo de Dios proviene de un hombre santo; el poder de los Estados Unidos modernos, de la conjura, el maquiavelismo y los tejemanejes de ciertos corazones desalmados. Una manera desafiante, pues, de leer la historia del Nuevo Mundo.
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\nEl truco final <\/strong>(2006; C. Nolan<\/strong>)
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Si Abraham es \u00edntegro y honesto, la historia de su hijo Jacob est\u00e1 repleta de claroscuros. Sus enga\u00f1os, sus maneras de tracista para aprovecharse de su hermano Esau, sus viajes y peregrinaciones en pos del bien propio nos regalan el retrato de un ser ego\u00edsta, complejo e imperfecto, dispuesto a todo por su propio bien. S\u00f3lo el Dios que se manifiesta en sus sue\u00f1os o que incluso se enzarza con \u00e9l en feroz combate acaba por reconducirlo a la senda por la que transit\u00f3 su propio padre.
\nEn El truco final <\/em><\/strong>se narra el enfrentamiento art\u00edstico entre dos magos, dos suplantadores tambi\u00e9n, capaces de cualquier cosa por conseguir el truco m\u00e1s brillante. Fingen, sacrifican a los seres que aman, incluso se mutilan con tal de alcanzar la gloria art\u00edstica. El mejor n\u00famero de ambos, El hombre teletransportado<\/em>, les obliga a una existencia atroz: Borden ejecuta con maestr\u00eda este efecto porque mantiene en secreto a lo largo de toda su vida que en realidad \u00e9l no es uno, sino el resultado del pacto de silencio de dos hermanos gemelos. Ha tenido que vivir s\u00f3lo media vida para conquistar la cima est\u00e9tica. El sacrificio de Angler, El Gran Danton<\/em>, es a\u00fan mayor: ha comprado una m\u00e1quina que duplica su propio ser a la vez que lo teletransporta. A cambio, debe matar a una de las dos criaturas (uno de sus \u201cyoes\u201d, el engrendrado o el original, nunca sabe cu\u00e1l) cada noche y morir por tanto una vez al d\u00eda para seguir siendo el \u00fanico. Mientras en la historia de Jacob, Dios consigue reconducir a un hombre encenagado en su propia tendencia prestidigitadora, en el fascinante relato que comentamos nada ni nadie logra sacar a estos hombres de su enloquecida inmersi\u00f3n en las simas de la obsesi\u00f3n: ni las mujeres que los aman ni el hombre que fabrica para ellos m\u00e1quinas e ingenios. Cuando la lucha feroz con lo peor de nosotros (historia de Jacob) es sustituida por la rivalidad con el otro y la ambici\u00f3n aun a costa de uno mismo, el sinsentido se apodera de la vida humana. Si Jacob encuentra la verdader luz, Angler y Borden prefieren las candilejas.
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\nRatatouille <\/strong>(2007; B. Bird)
\nSupongo que sugestionado por este trabajo, en cuanto termin\u00e9 el visionado de la historia de Remy, la rata que aspiraba a ser chef<\/em>, me vino a la cabeza la vida de Jos\u00e9. Las similitudes son forzadas, pero nada peregrinas: Jos\u00e9 en Egipto es Remy en Par\u00eds, dos desclasados fuera de tiesto: ambos separados forzosamente de su familia, ambos extranjeros en una tierra inh\u00f3spita. Al don de interpretar los sue\u00f1os de Jos\u00e9 le corresponde la innata sensibilidad culinaria de nuestra entra\u00f1able rata; al Dios on\u00edrico del Antiguo Testamento lo sustituye el Gran Chef fantasmal que alecciona al roedor. El fara\u00f3n ahora es el sobrino del difunto maestro de la cocina y s\u00f3lo la genialidad inspirada de su amigo con bigotes y cuatro patas permitir\u00e1 su triunfo en el reino de las cazuelas, como en la Historia Sagrada el triunfo pol\u00edtico del m\u00e1ximo mandatario egipcio se sostuvo sobre las sagaces intuiciones de un pobre esclavo. Los \u00e9xitos de Jos\u00e9 tienen bastante parang\u00f3n con los triunfos gastron\u00f3micos del roedor.\u00a0 El pueblo jud\u00edo que, al final de las peripecias novelescas del h\u00e9roe b\u00edblico, se asienta en Egipto puede asociarse con la gran familia de ratones que en el desenlace de la pel\u00edcula encuentra su lugar en el restaurante de etiqueta donde trabajaRemy\u2026 Y, en definitiva, aunque all\u00ed se trataba de vacas flacas y gordas y de espigas de grano dorado, aqu\u00ed no abandonamos tampoco el \u00e1mbito de lo alimenticio.
\nSi la historia de Jos\u00e9 culmina con una emigraci\u00f3n en masa que luego, generaciones despu\u00e9s, motivar\u00e1 la esclavitud del pueblo judio, en Ratatouille<\/em><\/strong> puede reconocerse un movimiento similar. La repugnancia casi instintiva que desatan las ratas de alcantarilla trasladadas al mundo de la alta cocina admite una lectura pol\u00edtica revulsiva: sustit\u00fayase a los animales por emigrantes de rec\u00f3nditos pa\u00edses y a los fogones por nuestros propios estados desarrollados y extr\u00e1iganse las conclusiones pertinentes a prop\u00f3sito de esta f\u00e1bula social.
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\nAzur y Asmar <\/strong>(2006; M. Ocelot<\/strong>)
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>De Abraham nacen Ismael e Isaac. Uno es hijo de la esclava Hagar y el otro, de Sara, la esposa leg\u00edtima. De la primera desciende el pueblo \u00e1rabe; de la segunda, el pueblo de Israel. Un tronco com\u00fan del que derivan dos tradiciones, dos culturas, dos religiones: la musulmana y la judeo-cristiana. Destinadas a entenderse: condenadas, hoy por hoy, en demasiadas ocasiones, al enfrentamiento, el odio, la destrucci\u00f3n mutua.
\nAzur y Asmar <\/em><\/strong>es una bell\u00edsima pel\u00edcula de animaci\u00f3n que contin\u00faa con otros protagonistas esa historia de hermandad a veces rota.\u00a0 Azur, hijo de un caballero cristiano, y Asmar, de origen \u00e1rabe, comparten una misma nodriza, la madre del segundo. Uno es rubio y de ojos azules; el otro, moreno y de ojos negros. Ambos, ya adultos, emprender\u00e1n la aventura maravillosa de liberar al hada de los Djinns, primero por separado, con recelo, casi como enemigos, hasta que poco a poco afloren los lazos fraternos que los hermanan y uno se sacrifique por el otro en la consecuci\u00f3n de su objetivo. De esta entrega nacer\u00e1 el triunfo de los dos y la boda de ambos: uno, Azur (rubio y ojos azules), con el hada de los Djims (morena y de ojos negros) y el otro, Asmar, con la de los Elfos, rubia y de ojos azules. En el itinerario se encontrar\u00e1n con\u00a0 seres fant\u00e1sticos, retos que superar, llaves m\u00e1gicas y personajes nada convencionales: todo para conectar la historia con los relatos fabulosos de