{"id":7993,"date":"2008-01-01T00:00:05","date_gmt":"2007-12-31T22:00:05","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7993"},"modified":"2008-01-01T00:00:05","modified_gmt":"2007-12-31T22:00:05","slug":"dios-no-es-como-te-lo-imaginas-por-eso-otro-mundo-es-posible-las-parabolas-de-jesus","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/dios-no-es-como-te-lo-imaginas-por-eso-otro-mundo-es-posible-las-parabolas-de-jesus\/","title":{"rendered":"Dios no es como te lo imaginas, por eso, otro mundo es posible Las par\u00e1bolas de Jes\u00fas"},"content":{"rendered":"

Alberto de Mingo<\/strong> Kaminouchi<\/strong> es profesor del Instituto Superior de Ciencias Morales (Madrid) y director de la Revista Moralia<\/em>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo explica que para comprender el contenido del mensaje de Jes\u00fas hay que prestar atenci\u00f3n al modo en que Jes\u00fas lo presentaba. Hablaba en par\u00e1bolas, que no son pura estrategia pedag\u00f3gica. Salen al encuentro del oyente en las situaciones de la vida cotidiana. Su contexto original es la proclamaci\u00f3n del Reino, centro del ministerio de Jes\u00fas. Pero, adem\u00e1s de rey, Jes\u00fas nos habla de Dios como padre, en aquel tiempo, figuras de autoridad y poder. Pero las par\u00e1bolas son expresiones de un poder alternativo, subversivo.
\n\u00a0<\/strong>
\nMarcus Borg, uno de los investigadores del Jes\u00fas hist\u00f3rico m\u00e1s le\u00eddos en el mundo, afirma que existe hoy un consenso entre los historiadores en considerar a Jes\u00fas como \u201cmaestro de una sabidur\u00eda subversiva\u201d. Este acuerdo est\u00e1 basado en algo que cualquier lector de los evangelios ha experimentado alguna vez: despu\u00e9s de dos mil a\u00f1os las palabras de Jes\u00fas no han perdido su capacidad de sorprender.
\nEl mensaje de Jes\u00fas es subversivo, porque cuestiona ideas preconcebidas acerca de Dios, el ser humano y el mundo. Nos dice: Dios no es como te lo imaginas, y por eso, otro mundo es posible<\/em>. Las autoridades religiosas y pol\u00edticas de su tiempo fueron perfectamente concientes de las consecuencias sociales de este cambio de perspectivas que provocaban las palabras de Jes\u00fas. Por eso les resultaba molesto.
\nPrestar atenci\u00f3n al modo <\/em>en que Jes\u00fas presentaba su mensaje es esencial para llegar a comprender el contenido: Jes\u00fas no hablaba de la divinidad de forma abstracta, como lo har\u00eda un fil\u00f3sofo, lo suyo eran las historias. Un hombre de la cultura oral, este predicador criado en la aldea de Nazaret se dirig\u00eda principalmente a campesinos de su entorno, y lo hac\u00eda utilizando un lenguaje cargado de im\u00e1genes. Su forma favorita de comunicaci\u00f3n eran laspar\u00e1bolas<\/em>, peque\u00f1as narraciones cargadas de simbolismo. Los evangelios recogen unas cuarenta.<\/p>\n

    \n
  1. La par\u00e1bola da que pensar<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Pero las par\u00e1bolas son algo m\u00e1s que una estrategia pedag\u00f3gica para hacerse entender por una audiencia de analfabetos. Por muy cultos y sofisticados que lleguemos a ser, para hablar de Dios necesitamos de met\u00e1foras. Los mitos y los s\u00edmbolos son mediaciones necesarias para acceder a las profundidades del ser humano y poder hablar de Dios.
    \nEl fil\u00f3sofo Paul Ricoeur (1913-2005) hizo c\u00e9lebre la frase: \u201cla met\u00e1fora da que pensar\u201d. Las par\u00e1bolas de Jes\u00fas, en cuanto met\u00e1foras historizadas, \u201cdan que pensar\u201d. Cristo no trat\u00f3 de suplantar un sistema dogm\u00e1tico por otro: \u201cJes\u00fas eligi\u00f3 una forma de discurso que apelaba a la libertad humana\u201d. Sus relatos introducen al oyente o lector en una reflexi\u00f3n abierta sobre Dios, el ser humano y el mundo. Al sumergirnos en las par\u00e1bolas, nuestra imaginaci\u00f3n intuye verdades que rompen con esquemas preconcebidos y nos devuelven a la libertad de dejarnos sorprender por el Dios desconocido.
    \nLas par\u00e1bolas de Jes\u00fas arrancan siempre de situaciones de la vida cotidiana, son \u201crelatos radicalmente profanos\u201d. No hay en ellas apariciones de \u00e1ngeles, ni se narran las leyendas de los tiempos primordiales. Sus protagonistas son un labrador que siembra su campo o un mercader que hace sus negocios, una l\u00e1mpara que se enciende en una habitaci\u00f3n oscura o una mujer que busca la moneda perdida. Es verdad que nos hablan de Dios, casi siempre de modo bastante expl\u00edcito, pero lo hacen a trav\u00e9s de im\u00e1genes de la normalidad; interpelan no a la persona sagrada en nosotros, sino precisamente la persona profana, la persona secular.
    \nEn esto Jes\u00fas se diferencia del idiolecto en que se ha convertido el discurso religioso en muchas comunidades cristianas. El exegeta norteamericano John Donahue comenta: \u201cA menudo, la predicaci\u00f3n cristiana es ineficaz porque se hace en un dialecto religioso que llega a ser ininteligible para la mayor\u00eda\u201d. Las par\u00e1bolas se encuentran en las ant\u00edpodas de f\u00f3rmulas religiosas repetidas hasta la saciedad para crear espacios seguros, aislados de la dura realidad de la vida: \u201cEl realismo de las par\u00e1bolas significa que Jes\u00fas coloca el punto de contacto entre Dios y la persona en el mundo cotidiano de la experiencia humana\u201d.
    \nLas par\u00e1bolas salen al encuentro del oyente en las situaciones de la vida cotidiana, en personajes y objetos bien reconocibles, al menos para su audiencia original formada por campesinos galileos. Pero traen siempre un punto de paradoja o de exageraci\u00f3n, de extravagancia<\/em>. Seg\u00fan Ricoeur, esta \u201cexcentricidad que interrumpe el curso soberbiamente pac\u00edfico de la acci\u00f3n\u201d hace que lo divino irrumpa en lo cotidiano.
    \nEn una de las par\u00e1bolas, un rey prepara la boda de su hijo y elabora una lista de invitados. Hasta aqu\u00ed nada de extraordinario. Algo m\u00e1s extra\u00f1o, pero a\u00fan dentro de lo posible, es que los invitados se excusen por no poder asistir. El elemento sorprendente viene despu\u00e9s: el rey manda a sus servidores a recorrer los caminos e invitar a todo cuantos encuentren: \u201cY aquellos siervos salieron por los caminos, y reunieron a todos los que encontraron, tanto malos como buenos; y el sal\u00f3n de bodas se llen\u00f3 de comensales\u201d (Mt 22,1-13).
    \nLa extravagancia de este rey invita a una reflexi\u00f3n sobre Dios. Su Reino irrumpe, no para unos privilegiados, sino para todos, \u201cbuenos y malos\u201d. Est\u00e1 claro que no se trata del viejo y conocido Dios \u201cque premia a los buenos y castiga a los malos\u201d. El Reino es algo nuevo, y est\u00e1 llegando.
    \nNo puedo evitar recordar aqu\u00ed una an\u00e9cdota que cuenta el te\u00f3logo y obispo anglicano Tom Wright de cuando era capell\u00e1n en Oxford. Siguiendo las normas de aquella universidad, Wright se entrevistaba al comienzo del curso con cada uno de los alumnos de su college<\/em>. Algunos le comentaban: \u201cMire, creo que no me va a ver mucho por aqu\u00ed, es que no creo en Dios\u201d. A lo que el te\u00f3logo sol\u00eda responder: \u201c\u00a1Oh, qu\u00e9 interesante! D\u00edgame, \u00bfen qu\u00e9 Dios no cree usted?\u201d El estudiante, cogido por sorpresa, respond\u00eda algo as\u00ed como: \u201cPues un ser que desde arriba en el cielo vigila a los hombres, interviene ocasionalmente haciendo milagros, y finalmente castiga a los malos envi\u00e1ndolos al infierno y premia a los buenos con el cielo\u201d. A lo que Wright replicaba con humor: \u201cNo me extra\u00f1a que no crea en un Dios as\u00ed. Yo tampoco creo en ese Dios\u201d. Tras este intercambio, asegura el profesor, la conversaci\u00f3n se volv\u00eda menos tensa, m\u00e1s franca y profunda.
    \nS\u00f3lo quien deja que se cuestione su imagen del Dios -en el que cree o no cree- da una oportunidad a las par\u00e1bolas de Jes\u00fas. \u00c9stas abren en nosotros un espacio de nuevas promesas, nos invitan a la aventura. Fundamentalismos hay de todos los colores: isl\u00e1micos, cristianos y laicos. Es m\u00e1s, todos nos refugiamos en alguna medida en el \u201cya me lo s\u00e9\u201d en cuestiones esenciales de la existencia. Las par\u00e1bolas son sugerencias a la imaginaci\u00f3n, resquicios abiertos para permitirnos huir de las seguridades asfixiantes, de las identidades asesinas.<\/p>\n

      \n
    1. Reino de Dios<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      El contexto original de las par\u00e1bolas es la proclamaci\u00f3n del Reino de Dios, que fue el centro del ministerio de Jes\u00fas; muchas se refieren expl\u00edcitamente al Reino. Jes\u00fas habla de Dios como de un rey que viene a ejercer efectivamente su soberan\u00eda sobre el mundo.
      \nAunque la expresi\u00f3n \u201cReino de Dios\u201d es original de Jes\u00fas, muchos antes y despu\u00e9s de \u00e9l han usado la met\u00e1fora de la realeza para referirse a Dios. Al fin y al cabo se supone que el primer atributo de Dios es su poder. Dios es todopoderoso. Resulta natural, pues, hablar de Dios compar\u00e1ndolo con la figura de autoridad por excelencia en la sociedad humana, el rey. En esto Jes\u00fas fue muy poco original. En diversas culturas y religiones los dioses son presentados como reyes y los reyes como dioses. Lo novedoso del mensaje de Jes\u00fas fue c\u00f3mo imagin\u00f3 este Reino y su afirmaci\u00f3n de que estaba haci\u00e9ndose realidad.
      \nEn el inicio de su relato, el evangelista Marcos resume as\u00ed el mensaje de Cristo: \u201cEl reino de Dios se ha acercado; cambiad de mentalidad y creed en la buena noticia\u201d (1,15). El verbo que he traducido aqu\u00ed como \u201ccambiad de mentalidad\u201d es en el original griego metanoeite<\/em>, y se traduce tambi\u00e9n como \u201carrepent\u00edos\u201d o \u201cconvert\u00edos\u201d. Muchas veces, la piedad cristiana ha entendido esta conversi\u00f3n como corregir el comportamiento para ajustarse a la norma establecida<\/em>. Pero lo que est\u00e1 en juego en esta palabra es algo m\u00e1s profundo. Lo que se pide es una transformaci\u00f3n \u2013el prefijo meta <\/em>indica cambio- de la no\u00ea<\/em>, -la mente<\/em>-. Se trata de cambiar la forma de pensar, de sentir, de percibir la realidad, para adecuarse al Reino de Dios que est\u00e1 irrumpiendo.
      \n\u00bfC\u00f3mo imaginar el Reino de Dios, es decir, ese espacio en el que Dios ejerce plenamente su soberan\u00eda? Estable, s\u00f3lido, impecable,… As\u00ed lo imagin\u00f3 el que mand\u00f3 construir el complejo de los Nuevos Ministerios, en Madrid, un edificio que representa un estado como Dios manda: cuadriculado, monol\u00edtico, enorme, gris. De colores son las atracciones de Disney World, otro modo de imaginar hoy el estado de perfecta felicidad. \u00bfCon qu\u00e9 comparar el reino de Dios?
      \n\u201cEl reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tom\u00f3 y sembr\u00f3 en su campo, y que es la m\u00e1s peque\u00f1a de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace \u00e1rbol, de modo que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas\u201d (Mt 13,31-32).
      \nJes\u00fas imagina el Reino como algo bien peque\u00f1o que, sin embargo, est\u00e1 cargado de porvenir. Su imagen del Reino es lo opuesto a lo est\u00e1tico e inamovible. Crece hasta hacerse un \u00e1rbol<\/em>. Pero este \u00e1rbol no es como el cedro, que en el Antiguo Testamento es s\u00edmbolo de la grandeza de Israel. La planta de la\u00a0 mostaza es una herb\u00e1cea que como mucho alcanza los tres metros de altura. Lo que interesa no es la grandeza como signo de poder, es suficiente que haya espacio para acoger.<\/p>\n

        \n
      1. Dios Padre<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        La otra gran imagen con la que Jes\u00fas se refiri\u00f3 a Dios es el de \u201cPadre\u201d. Pero esto es dif\u00edcilmente original. En multitud de religiones, se apela a la divinidad como padre de los humanos. Seg\u00fan G. Schenk, \u201cLa invocaci\u00f3n de la divinidad bajo el nombre de padre pertenece a los fen\u00f3menos primordiales de la historia de las religiones\u201d. Contrasta esta afirmaci\u00f3n global, referida a las religiones del mundo, con el hecho de que \u201cel Antiguo Testamento es muy reservado en el uso de esta designaci\u00f3n de padre en relaci\u00f3n con Yahv\u00e9\u201d. Esta reserva se explica como reacci\u00f3n contra el uso de la imagen del dios<\/em> padre<\/em> por los pueblos cananeos, vecinos y enemigos de Israel. La expresi\u00f3n \u201cpadre\u201d aplicada a Dios tra\u00eda un eco de representaciones m\u00edticas que los profetas rechazaban decididamente. La Biblia Hebrea evita la met\u00e1fora \u201cPadre\u201d para prevenir el deslizamiento hacia formas de comprender a Dios propias de sus vecinos paganos.
        \nA los profetas les interesa enfatizar que el Dios de los jud\u00edos es trascendente y no se confunde con las realidades de este mundo. Pero esta prevenci\u00f3n no implica que la imagen de Dios Padre est\u00e9 ausente de la Biblia Hebrea. El profeta Jerem\u00edas escribi\u00f3: \u201cY me dec\u00eda [Dios]: Me llamar\u00e1s \u2018Padre m\u00edo\u2019 y no te volver\u00e1s de detr\u00e1s de m\u00ed\u201d (3,19). E Isa\u00edas: \u201cT\u00fa, YHWH, eres nuestro padre\u201d (63,16). En el Salmo 103, leemos \u201cComo un padre tiene compasi\u00f3n con sus hijos, as\u00ed YHWH se compadece de los que le temen\u201d (Sl 103,13). En la oraci\u00f3n Shemoneh<\/em> Esreh<\/em>, una plegaria jud\u00eda que a\u00fan hoy se recita en las sinagogas, podemos leer: \u201cPerd\u00f3nanos, Padre nuestro, porque hemos pecado, perd\u00f3nanos, Rey nuestro, porque hemos cometido falta. Porque t\u00fa eres Dios bueno y perdonador. Bendito eres, YHWH, misericordioso y rico en perd\u00f3n\u201d. Es claramente injusto el estereotipo que ha contrapuesto el \u201cDios cercano\u201d de los cristianos y el \u201cDios lejano e innombrable\u201d de los jud\u00edos.
        \nSi bien en el uso de la imagen de padre para referirse a la divinidad, Jes\u00fas no fue original, s\u00ed lo fue en el modo directo con el que se dirigi\u00f3 a Dios llam\u00e1ndole \u201cAbba\u201d. No existe en la literatura jud\u00eda un ejemplo semejante de alguien que haya llamado a Dios as\u00ed. Pero incluso esta peculiaridad ha de entenderse dentro de una imagen de Dios que era compartida en muchos de sus rasgos por contempor\u00e1neos jud\u00edos. Sin el marco que ofrece la religi\u00f3n de Israel, ni Jes\u00fas ni el cristianismo ser\u00edan comprensibles.
        \nEl origen y significado de la palabra \u201cAbba\u201d, tal como fue empleado por Jes\u00fas y por el cristianismo primitivo, ha hecho correr r\u00edos de tinta. Este debate se sustenta, en realidad, en s\u00f3lo tres textos del Nuevo Testamento, dos en las cartas paulinas (Gal 4,6 y Rom 8,15) y una en el evangelio seg\u00fan San Marcos (14,36), los \u00fanicos lugares en los cuales puede encontrarse este t\u00e9rmino.
        \nSe ha convertido en lugar com\u00fan la idea, popularizada por Joachim Jeremias, de que la expresi\u00f3n \u201cAbba\u201d tendr\u00eda su origen en el lenguaje infantil. Seg\u00fan esta interpretaci\u00f3n, \u201cabba\u201d ser\u00eda el equivalente al castellano \u201cpap\u00e1\u201d o \u201cpapi\u201d. El mismo Jeremias abjur\u00f3 m\u00e1s tarde de esta posici\u00f3n consider\u00e1ndola \u201cun caso de inadmisible ingenuidad\u201d, pero el error continu\u00f3 extendi\u00e9ndose. No existen argumentos serios que fundamenten esta forma de traducir el t\u00e9rmino. Por el contrario, pueden aducirse evidencias textuales del uso de \u201cAbba\u201d por adultos en documentos jud\u00edos antiguos, como el Targum.
        \nEs un producto de la imaginaci\u00f3n moderna la idea de que Jes\u00fas se dirigi\u00f3 a Dios como un ni\u00f1o a su padre a trav\u00e9s del uso de una palabra proveniente del lenguaje infantil. \u201cAbba\u201d es sencillamente el vocativo de \u201cAb\u201d (padre), un t\u00e9rmino usado por igual por adultos y ni\u00f1os, que no denota de por s\u00ed una especial intimidad o ternura, mucho menos un matiz infantil. Abba no es pap\u00e1<\/em>, y menos a\u00fan, papi<\/em>.
        \nJes\u00fas utiliz\u00f3, entre otras met\u00e1foras la de \u201cpadre\u201d para referirse a Dios, con esto no aport\u00f3 nada radicalmente nuevo que no fuera de uso en las religiones de la humanidad en general o en la suya, el juda\u00edsmo, en particular. Lo original de Jes\u00fas fue el modo<\/em> en que fue dibujando una imagen de Dios a trav\u00e9s del uso de esta y otras met\u00e1foras. En sus par\u00e1bolas, Jes\u00fas narra un padre bien distinto de los padres de su cultura patriarcal. Quiz\u00e1s ninguna resulta m\u00e1s ilustrativa que la que se nos presenta en el relato, as\u00ed llamado, del hijo pr\u00f3digo (Lc 15,11-32).
        \nEn esta historia, el menor de dos hermanos pide a su padre \u201cla parte de la hacienda que me corresponde\u201d. En aquella sociedad, igual que en la nuestra, los hijos no se repart\u00edan los bienes paternos en vida, sino a su muerte, como herencia. Pero este padre, contra toda expectativa, distribuye su herencia en vida al hijo que se lo pide. Lo que viene a continuaci\u00f3n es m\u00e1s previsible. El joven que se ve de pronto en posesi\u00f3n de una fortuna lo malgasta irresponsablemente y se queda al poco tiempo sin nada. Luego llega la penuria, y entonces, -la narraci\u00f3n deja claro que lo que le motiva es el hambre, no los sentimientos m\u00e1s nobles- decide volver a casa. En el camino, prepara el discurso del reencuentro: \u201cPadre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; tr\u00e1tame como a uno de tus trabajadores\u201d (Lc 15,18-19).
        \nEl verdadero momento de la sorpresa llega ahora, en el desenlace de la par\u00e1bola: el padre, verdadero protagonista del relato, hace algo que en el contexto sociocultural de Jes\u00fas y sus oyentes resultaba chocante: corre, se echa sobre cuello de su hijo y lo besa (15,20). Correr y tener tales efusiones de afecto fuera del \u00e1mbito de la casa era un comportamiento impropio, vergonzante<\/em> para un patriarca de aquella cultura. El padre del hijo pr\u00f3digo se comporta como una madre. \u2013 \u201c\u00a1Qu\u00e9 verg\u00fcenza!\u201d, exclamar\u00eda un defensor del orden establecido \u2013 Y, sin embargo, millones de hombres y mujeres de aquella cultura y de muchas otras se han conmovido hasta las entra\u00f1as al escuchar este relato de Jes\u00fas.<\/p>\n

          \n
        1. Otro poder<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Reyes y padres eran las figuras de autoridad por excelencia en el mundo antiguo. En las sociedades grecorromanas, como en la mayor\u00eda de las sociedades de la era preindustrial, las dos instituciones b\u00e1sicas eran lacasa <\/em>o familia (oik\u00f3s<\/em> en griego) y la ciudad <\/em>(polis<\/em> en griego), que cumpl\u00eda con las funciones del estado. Esto marca una gran diferencia con respecto a las sociedades modernas. En nuestro mundo actual hay una gran variedad de instituciones adem\u00e1s de la familia y el estado, que constituyen el denso tejido de la sociedad civil, entre las que juega un papel fundamental la empresa<\/em>.
          \nLa mayor\u00eda de los ciudadanos adultos de las sociedades modernas pasan la mejor parte de sus d\u00edas en empresas, y a ellas dedican gran parte de sus energ\u00edas. No era as\u00ed en la \u00e9poca grecorromana. El t\u00e9rmino \u201ceconom\u00eda\u201d (norma \u2013nomos<\/em>\u2013 de la casa \u2013oik\u00f3s<\/em>\u2013) da testimonio de c\u00f3mo en el mundo antiguo, el proceso productivo se realizaba en la familia. En aquella sociedad, el paterfamilias<\/em> era el jefe<\/em> del \u00e1mbito laboral, como lo es hoy el director o superior jer\u00e1rquico en la empresa.
          \nLa paternidad, que es en nuestros d\u00edas una funci\u00f3n sobre todo afectiva y al margen del trabajo productivo, era en aquella \u00e9poca una funci\u00f3n, ante todo, de poder. El padre organizaba el trabajo y exig\u00eda obediencia. Pod\u00eda en el caso del derecho romano administrar justicia a los miembros de su casa, incluida la aplicaci\u00f3n de la pena de muerte. El \u201cpadre\u201d de la antig\u00fcedad no es el \u201cpap\u00e1\u201d de la familia de la era posindustrial.
          \nLlamar a Dios \u201crey\u201d y \u201cpadre\u201d es reconocer la autoridad de Dios. En esto Jes\u00fas fue muy poco original. Cualquier religi\u00f3n que se precie afirma que la divinidad es una fuerza superior con autoridad sobre los humanos y la realidad. Lo peculiar de Jes\u00fas fue el modo en que present\u00f3 a este padre<\/em> y rey<\/em>. Jes\u00fas ofrece una imagen del poder de Dios que subvierte las im\u00e1genes humanas del poder. Dios es poderoso, incluso Todopoderoso, pero no ejerce su poder al modo de los poderosos de la tierra. Jes\u00fas invita a sus disc\u00edpulos a convertirse por su comportamiento en met\u00e1foras vivas de este otro<\/em> poder:
          \n\u201cSab\u00e9is que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se ense\u00f1orean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos. Pero entre vosotros no es as\u00ed, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande ser\u00e1 vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero ser\u00e1 siervo de todos\u201d (Mc 10,42-44)
          \nJes\u00fas no dice que Dios es padre para hacernos entender que Dios nos ama como nos ama nuestro padre. Justo al contrario, lo hace para decirnos que Dios nos ama en un modo en que los padres no se atreven a amar en una cultura patriarcal. Jes\u00fas anuncia la llegada del Reino de Dios no para decirnos que Dios ejerce el poder como lo har\u00eda un rey, sino justo al contrario, para subvertir el modo en que gobiernan los poderosos de la tierra.
          \nDios es llamado \u201cPadre\u201d no s\u00f3lo ni fundamentalmente para ofrecer una imagen cercana y cari\u00f1osa de Dios, sino sobre todo para subvertir lo que la cultura patriarcal entiende por paternidad. Esto explica, al menos en parte, por qu\u00e9 Jes\u00fas prefiri\u00f3 la imagen de \u201cpadre\u201d a la de \u201cmadre\u201d para referirse a Dios: quer\u00eda poner en cuesti\u00f3n el poder, un atributo paterno y no materno en aquella cultura. Que Jes\u00fas no comenzara su oraci\u00f3n con \u201cMadre nuestra que est\u00e1s en los cielos\u201d no es ni mucho menos una prohibici\u00f3n del uso de im\u00e1genes femeninas para referirnos a Dios. El uso de invocaciones a Dios en femenino puede dar continuidad a intuiciones profundas del evangelio.
          \nLas par\u00e1bolas de Jes\u00fas son expresiones de este poder alternativo, met\u00e1foras que hacen intuir la verdadera naturaleza del poder Dios, que no se impone jam\u00e1s. Abren la puerta a un \u00e1mbito en el que el amor, lejos crear dependencia, es fuente de libertad. En palabras del biblista espa\u00f1ol Rafael Aguirre, \u201cel Reino de Dios es oferta desarmada a la libertad humana\u201d.
          \nQueda por dilucidar una cuesti\u00f3n que se ha planteado en numerosas ocasiones en debates tanto eruditos como populares entorno a la figura de Jes\u00fas. \u00bfFue su mensaje eminentemente espiritual, dirigido al coraz\u00f3n <\/em>de las personas? \u00bfO fue Jes\u00fas un revolucionario social preocupado m\u00e1s por el bienestar material de sus contempor\u00e1neos? Una aproximaci\u00f3n a las condiciones sociales y culturales del mundo de Jes\u00fas revela r\u00e1pidamente que este es un falso dilema.
          \nLa religi\u00f3n como cuesti\u00f3n privada del individuo es un invento de la Ilustraci\u00f3n europea y norteamericana. En la \u00e9poca de Jes\u00fas, toda afirmaci\u00f3n sobre Dios ten\u00eda inmediatas consecuencias pol\u00edticas. El Imperio Romano se sosten\u00eda ideol\u00f3gicamente en la divinizaci\u00f3n del emperador dentro de un pante\u00f3n polite\u00edsta. Las reivindicaciones nacionalistas de los jud\u00edos tambi\u00e9n se apoyaban en una determinada visi\u00f3n del Dios \u00fanico y del papel confiado a Israel como pueblo elegido. La guerra que estall\u00f3 entre los jud\u00edos y el Imperio en el a\u00f1o 66 d.C., y que concluy\u00f3 con la quema del Templo y la destrucci\u00f3n de Jerusal\u00e9n en el a\u00f1o 70, escenific\u00f3 de forma brutal el choque de dos teolog\u00edas.
          \nEs claramente anacr\u00f3nico el dilema que plantea decidir de forma excluyente si el Reino de Dios predicado por Jes\u00fas era una entidad pol\u00edtica o religiosa. En el mundo de Jes\u00fas era simplemente imposible un mensaje sobre Dios que no fuera al mismo tiempo una proclama pol\u00edtica. Tanto la imagen de un Jes\u00fas \u201creligioso\u201d ajeno a los problemas sociales como su opuesta, la de un Jes\u00fas revolucionario social desinteresado de las cuestiones espirituales, son proyecciones de nuestra modernidad secularizada.
          \nLa ense\u00f1anza de Jes\u00fas fue, sin dejar de ser totalmente teol\u00f3gica, un mensaje social de alto contenido pol\u00edtico. No terminan en la cruz las almas c\u00e1ndidas, sino los revolucionarios. Lo ha expresado muy bien Rafael Aguirre: \u201cJes\u00fas expresaba religiosamente la protesta ante la realidad y los anhelos de algo alternativo de los campesinos galileos. El Reino de Dios no es la legitimaci\u00f3n religiosa de lo existente, sino, al contrario, su denuncia y la afirmaci\u00f3n de que Dios abre otras posibilidades en la realidad\u201d
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          Alberto de Mingo Kaminouchi es profesor del Instituto Superior de Ciencias Morales (Madrid) y director de la Revista Moralia \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El art\u00edculo explica que para comprender el contenido del mensaje de Jes\u00fas hay que prestar atenci\u00f3n al modo en que Jes\u00fas lo presentaba. Hablaba en par\u00e1bolas, que no son pura estrategia pedag\u00f3gica. […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1204,1203,94],"tags":[],"class_list":["post-7993","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alberto-de-mingo-kaminouchi","category-estudios-372_373","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7993"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7993"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7993\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7993"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7993"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7993"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}