{"id":7996,"date":"2008-01-01T00:00:23","date_gmt":"2007-12-31T22:00:23","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=7996"},"modified":"2008-01-01T00:00:23","modified_gmt":"2007-12-31T22:00:23","slug":"anunciar-el-evangelio-en-tiempos-de-perplejidad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/anunciar-el-evangelio-en-tiempos-de-perplejidad\/","title":{"rendered":"Anunciar el Evangelio en tiempos de perplejidad"},"content":{"rendered":"

Jos\u00e9 Luis Villota<\/strong> es Delegado de Pastoral Juvenil de la Provincia Salesiana de Bilbao
\n 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO
\nEl presente art\u00edculo se enmarca en el proceso de reflexi\u00f3n de la pastoral\u00a0 juvenil salesiana en Espa\u00f1a, iniciado en el seminario \u201cEvangelizaci\u00f3n y j\u00f3venes, entre la perplejidad y el desaf\u00edo\u201d,\u00a0 celebrado en Madrid del 27 al 29 de septiembre del 2007. Intenta recoger, en un notable esfuerzo de s\u00edntesis, la orientaci\u00f3n de las ponencias y la riqueza del di\u00e1logo de los participantes, al mismo tiempo que abre un nuevo horizonte a la reflexi\u00f3n iniciada.
\n 
\nEl evangelio nos trae de cabeza. \u00bfQu\u00e9 nos pasa que no acertamos a evangelizar? El anuncio de Jes\u00fas y su buena noticia se nos ha convertido en una gran preocupaci\u00f3n. Unos le echamos la culpa al contexto socio-cultural laicista y materialista en el que se mueven los j\u00f3venes y nosotros mismos. Otros se la echan a los agentes de pastoral, que son demasiado tibios y no hacen propuestas exigentes y convincentes. Otros a la Iglesia, siempre a la defensiva, y muchos al gobierno, que quebranta los principios m\u00e1s elementales de la \u00e9tica y la convivencia. Lo peor es que en medio de este galimat\u00edas, a todos se nos hincha la vena, y nos lanzamos invectivas a veces inmisericordes. \u00a1Y todo por el Evangelio! \u00bfNo era aquello de la Buena Noticia?
\nA fin de no ganar lo menos \u2013nuestras razones- y peder lo m\u00e1s \u2013el mismo evangelio-, puede ser bueno desdramatizar el asunto, sabiendo por supuesto, que lo que est\u00e1 en juego no son cosas nimias, sino la mismatrasmisi\u00f3n del evangelio y de la fe. Tengo la impresi\u00f3n de que buena parte de la ofuscaci\u00f3n que sufrimos es por un enfoque equivocado. El anuncio del evangelio \u00bfno puede ser un asunto, en buena medida, de competencia comunicativa?
\nAprovechando un texto del mismo evangelio – la par\u00e1bola maravillosa de los \u201cDos hijos\u201d- quisiera corroborar lo que acabo de decir. El texto es de sobra conocido, por lo que ahorro los detalles narrativos. En definitiva, el hijo menor ha marchado de casa, dejando en ella a su padre y su hermano mayor. Despu\u00e9s de dilapidar todo -dinero y dignidad- le viene al recuerdo el hogar paterno, y su condici\u00f3n de hijo. En la par\u00e1bola original, el hijo recapacita y vuelve. Es consciente de que se ha perdido, de que no merece nada, de que malvive por culpa exclusivamente suya. Pero conserva el recuerdo de su Padre, de su casa y de la dignidad que en ella se viv\u00eda. Por eso decide volver.
\nEl drama de nuestros j\u00f3venes es que, tal vez lejos y alienados como el hijo pr\u00f3digo, no saben de una casa, de un padre amoroso, y de la dignidad que tienen como hijos. Ante este drama, el deber ineludible es anunciar que no son hu\u00e9rfanos, que tienen un hogar; y acto seguido, acompa\u00f1arles en el camino que lleva a la casa.
\n <\/p>\n

    \n
  1. La pastoral juvenil: entre la perplejidad y el desaf\u00edo.<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nEstamos viviendo ya desde hace ya varias d\u00e9cadas una situaci\u00f3n de encrucijada. Las viejas Iglesias europeas no logran salir del impasse en donde ellas mismas se pusieron, por m\u00e1s que la llamada imperiosa a lanueva evangelizaci\u00f3n<\/em> propuesta por Juan Pablo II al comienzo de su pontificado, quisiera dotarlas de nuevos br\u00edos, a la vez que ponerles en la b\u00fasqueda de m\u00e9todos actualizados. Con el paso de los a\u00f1os, el estancamiento se hace m\u00e1s manifiesto. La secularizaci\u00f3n acelerada, la crisis de Dios y de la fe, la indiferencia religiosa, los viejos m\u00e9todos catequ\u00e9ticos, entre otros, vienen a reconocer el fracaso aparente del empe\u00f1o.
    \nAnte esta situaci\u00f3n, en ciertos ambientes, se incuba el pesimismo. Y \u00e9ste adopta formas plurales. En unos casos, se pone el traje de lo rutinario, aplicando viejos clich\u00e9s que alg\u00fan d\u00eda funcionaron. En otros, se enmascara tras actitudes demonizadoras de los tiempos y la cultura dominantes. En otros, adopta la forma de la intransigencia. Sea como fuere, el miedo no nos hace avanzar. Paraliza la mente y nos relega a un estadocatat\u00f3nico que reniega de cualquier planteamiento novedoso y no asume ning\u00fan riesgo pastoral.
    \nAsumir, no obstante, nuestra perplejidad puede ser saludable. La perplejidad, y no el miedo, s\u00ed puede dar lugar a algo provechoso. La perplejidad es esa situaci\u00f3n de confusi\u00f3n, de no \u201cdar cr\u00e9dito\u201d a lo est\u00e1 pasando. Alguien se siente perplejo, por poner un caso, cuando en un d\u00eda soleado nota que una extra\u00f1a lluvia le cala la cabeza. Perplejo est\u00e1 quien asiste a un desfile nudista por mitad de la calle sin saber que est\u00e1n rodando un anuncio publicitario. O quien ve remontar a su equipo un partido imposible en tan solo cinco minutos, casi por arte de birlibirloque. La perplejidad es esa actitud que resulta de comprobar un elemento parad\u00f3gico en una situaci\u00f3n determinada. Mientras el miedo invita al repliegue, la perplejidad sacude la curiosidad y llama a la voluntad a descifrar aquella realidad que aparece como extra\u00f1a o rara.
    \nEn el terreno que nos ocupa, todos podr\u00edamos detectar esos elementos que nos dejan perplejos y confusos a nivel pastoral. Siguiendo a Pedro Jos\u00e9 G\u00f3mez, podr\u00edamos se\u00f1alar las siguientes:
    \n– Nuestra propia crisis como agentes de pastoral, desanimados y desorientados.
    \n– Crisis por\u00a0 la escasa convocatoria juvenil, casi de monopolio en otros tiempos.
    \n– La ausencia de Dios de la vida de la gente.
    \n– La dificultad para el anuncio del evangelio, en una cultura del \u00e9xito y que formula su estatuto de felicidad en base a suced\u00e1neos.
    \n– La irrelevancia cultural de la tradici\u00f3n cristiana, convertida casi en pieza de museo.
    \n– La sensaci\u00f3n de repliegue y miedo \u2013a veces bajo formas agresivas- que ofrece la propia Iglesia.
    \nNo cabe duda de que estamos ante elementos de fondo, que condicionan nuestra acci\u00f3n evangelizadora. Sin embargo, estamos llamados a descodificar<\/strong> y a buscar el sentido de estos \u201celementos extra\u00f1os\u201d que se nos han colado de rond\u00f3n. Este es el primer desaf\u00edo que debemos afrontar. Un desaf\u00edo que tiene un doble sentido. Por un lado, ser capaces de percibir el mensaje que nos manda la realidad \u2013la cultura y los j\u00f3venes-; para en un segundo momento ser capaces de comunicar \u2013desvelar y anunciar- la alegr\u00eda del evangelio.
    \n 
    \n1.1. Primer desaf\u00edo: descodificar la realidad<\/strong>
    \n 
    \nResulta curioso c\u00f3mo en muchos encuentros donde nos damos cita \u2013catequistas, animadores juveniles, animadores vocacionales, educadores- los agentes de pastoral venimos con el secreto deseo de que, por fin, alguien nos d\u00e9 pistas novedosas \u2013acaso infalibles- par afrontar tantos retos que nos consumen. Curioso tambi\u00e9n, el que nunca llega nuestro particular Merl\u00edn, con la bolsa de los encantamientos.
    \nEn el fondo, lo que buscamos es \u201carreglar\u201d las cosas, \u201csolucionar\u201d problemas. Presos de la cultura tecnicista, buscamos el artilugio \u2013aparato, chisme, rel\u00e9- que activ\u00e1ndolo d\u00e9 con la soluci\u00f3n de los asuntos.
    \n 
    \nPero volvamos a la par\u00e1bola de los dos hijos<\/em> a la que nos refer\u00edamos al comienzo. Hay algo muy sugerente. Pong\u00e1monos en el papel del padre. Cuando el hijo marcha de casa con la parte de la herencia que le corresponde, podemos imaginarnos al buen padre confuso y perplejo. Sin ton ni son, y sin motivo aparente, el hijo peque\u00f1o y caprichoso se acababa de marchar. Sin explicaciones. El padre se encuentra con la papeleta de descodificar la situaci\u00f3n. Descodificar no tiene un sentido moral (reprochar al hijo su comportamiento o reprocharse lo que pudo hacer mal). Afecta al campo de la comunicaci\u00f3n y la interpretaci\u00f3n.
    \nEn la escena que comentamos, la realidad \u2013como emisor en el proceso de comunicaci\u00f3n- env\u00eda un mensaje que invita a interpretar. Nos invita a preguntarnos: \u00bfqu\u00e9 est\u00e1 pasando? y \u00bfpor qu\u00e9? Estas cuestiones activan en nosotros todas nuestras facultades: las intelectuales y las emocionales. Del padre nada se dice acerca de su mundo interior, ni de c\u00f3mo proces\u00f3 los datos; pero s\u00ed se nos dice algo encantador. C\u00f3mo cada ma\u00f1ana sal\u00eda de casa hasta la atalaya pr\u00f3xima y oteaba el horizonte para ver si el hijo volv\u00eda. Tal vez, nada mejor que el desconcierto que nos produce la realidad para cultivar actitudes b\u00e1sicas, como son la espera, la resistencia, el consuelo en la duda, y por qu\u00e9 no, la invocaci\u00f3n confiada.
    \nAnte el asunto que nos corresponde a nosotros, el de la incertidumbre pastoral de estos tiempos, tenemos la imperiosa necesidad de percibir la realidad de la manera m\u00e1s l\u00facida de la que seamos capaces. Percibir la realidad es dejarnos afectar por ella, aceptar que nos pertenece. Todas nuestras dudas y crisis deber\u00edan ser oportunidad para darnos cuenta de qui\u00e9nes somos, cu\u00e1les son nuestras esperanzas m\u00e1s profundas, cu\u00e1les nuestros l\u00edmites humanos y creyentes. Muchas veces se nos olvida que la realidad no solo aparece como \u201ccarga\u201d molesta, tambi\u00e9n nos llama a \u201ccargar con ella\u201d y a \u201cencargarnos\u201d de ella de manera responsable. Este es el primer fruto que nos aporta aceptar vivir la Perplejidad.
    \n 
    \n1.2. Segundo desaf\u00edo: ayudar a desvelar la realidad<\/strong>
    \n 
    \nDesde nuestra condici\u00f3n de acompa\u00f1antes de j\u00f3venes hay otra interpelaci\u00f3n a la que debemos hacer frente. \u00bfEstamos percibiendo bien la realidad de los j\u00f3venes? \u00bfEstamos enganchados con sus anhelos? Es m\u00e1s, \u00bfCompartimos sus lugares, a veces poco humanizadores, y nos asomamos al v\u00e9rtigo de sus relojes? \u00bfNos importa la soledad en la que viven la gran mayor\u00eda; sabemos de sus temores y el vac\u00edo de vivir? Solo si compartimos\u00a0lugares y tiempos con ellos ser\u00e1 posible activar nuestra compasi\u00f3n. Si estamos al lado de sus rutinas, de sus miedos, o de sus fantas\u00edas, podemos quererlos tal como son, y desde ah\u00ed, tal vez, so\u00f1ar y recorrer juntos los caminos de la vida.
    \nEste es, precisamente, el segundo argumento. Por norma general, los chavales viven al ritmo de los acontecimientos. Casi no invierten tiempo en procesar los datos, y\u00a0 por tanto hay muchas cosas a las que no dan \u201cimportancia\u201d porque carecen de significado. El salir por rutina, el beber por beber, el no \u201ctener planes\u201d para dentro de una semana, el agobio de los \u201clunes\u201d,\u00a0 revelan lo dif\u00edcil que les resulta procesar la realidad.
    \nLos educadores necesitamos poner en juego mecanismos para la comunicaci\u00f3n. Educar, tal vez, hoy tenga mucho que ver con aprender a leer los significantes de la vida, y referirlos a sus significados. Los hechos de la\u00a0vida y sus avatares son los grandes significantes. Darles su significado es lo que nos distingue precisamente a los seres humanos\u00a0 de los animales. Cuando esto se produce decimos que vivimos con Sentido. Precisamente esto, el Sentido, constituye una de las\u00a0 pretensiones fundamentales de la misma evangelizaci\u00f3n. Creo que \u00e9sta fue tambi\u00e9n la pretensi\u00f3n de Jes\u00fas: ayudar a leer la vida en todas sus dimensiones.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. La comunicaci\u00f3n como hecho educativo.<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \n2.1. Mucho m\u00e1s que transmisi\u00f3n de un mensaje<\/strong>
      \n 
      \nLlegados a este punto, y siguiendo con la lectura que estamos haciendo de la transmisi\u00f3n del evangelio desde el punto de vista de la comunicaci\u00f3n, conviene que refresquemos unos conceptos, por todos conocidos.
      \nSeg\u00fan la \u201cTeor\u00eda de la Informaci\u00f3n\u201d (Roman Jakobson, entre otros ling\u00fcistas), todo acto comunicativo requiere de un emisor<\/em>, un mensaje<\/em> y un receptor<\/em>. En este proceso de comunicaci\u00f3n es necesario que tanto el emisor como el receptor conozcan los significantes y los significados de los signos \u2013verbales o no- que se ponen en juego. Si esto se produce, el acto comunicativo logra su \u00e9xito.
      \nHasta aqu\u00ed todo correcto. Incluso evidente. Pero hay algo m\u00e1s para que un acto comunicativo tenga \u00e9xito. Esto nos lo ense\u00f1a la psicolog\u00eda. El mecanismo mediante el cual un individuo capta el mensaje que un hipot\u00e9tico emisor env\u00eda, no depende \u00fanicamente de su competencia ling\u00fc\u00edstica. La percepci\u00f3n de un mensaje est\u00e1 en estrecha relaci\u00f3n con la manera en la que cada individuo puede captar la realidad y, al mismo tiempo, est\u00e1 vinculada con la historia personal, los intereses, el aprendizaje, la motivaci\u00f3n. La forma de conectarnos, las emociones que nos inspira un objeto o mensaje, determinan en buena medida, que captemos en esencia todo el significado propuesto.
      \nEsto nos lleva a una primera apreciaci\u00f3n respecto de nuestro tema. \u00bfQu\u00e9 sucede con el anuncio del evangelio? \u00bfPodemos deducir ya algo? Creo que s\u00ed. Este no depende \u00fanicamente de nuestra competencia comunicativa, sino de la voluntad del destinatario, y el inter\u00e9s de \u00e9ste por el mensaje. El \u00e9xito de la evangelizaci\u00f3n no radica principalmente en la sabia exposici\u00f3n de los contenidos de la fe, ni en c\u00f3mo los sistematicemos; sino en una adecuada actitud del propio sujeto, que le hagan sentir el deseo por conocer lo que se le quiere comunicar.
      \nEstamos inmersos en una cultura audiovisual, que emite mensajes constantemente. La mayor\u00eda de ellos son mensajes ic\u00f3nicos, sobre todo los que tienen que ver con el mundo publicitario. Las empresas de comunicaci\u00f3n emplean sofisticadas t\u00e9cnicas de mercadotecnia para conocer los gustos del consumidor, y para generarle otros ni siquiera imaginados. En medio de este panorama, los agentes eclesiales seguimos empe\u00f1ados en un tipo de comunicaci\u00f3n basada en la palabra, muy poco imaginativa; en donde lo que importase fuera de manera primordial trasmitir fielmente el mensaje. Sin negar la mayor, parece irrenunciable prestar mayor importancia a otros elementos para que el acto comunicativo, y por tanto, la misma evangelizaci\u00f3n sea posible.
      \n\u00a0<\/strong>
      \n2.2. El arte de comunicar con competencia<\/strong>
      \n 
      \nLa ling\u00fc\u00edstica nos habla del lenguaje como ciencia \u2013o arte- en la que es posible manejar o emplear diversas funciones. Las funciones del lenguaje ser\u00edan aquellos usos que el sujeto hace de la lengua seg\u00fan sus intenciones. De esta manera, es cl\u00e1sico considerar las siguientes funciones:
      \nFunci\u00f3n comunicativa<\/em><\/strong>: cuando la intenci\u00f3n se pone sobre los hechos a comunicar.
      \nFunci\u00f3n emotiva<\/em>:<\/strong> cuando la intenci\u00f3n se pone sobre el emisor y sus sentimientos.
      \nFunci\u00f3n conativa<\/em><\/strong>: cuando la intenci\u00f3n se pone sobre el receptor para que act\u00fae.
      \nFunci\u00f3n f\u00e1tica<\/em>:<\/strong> cuando la intenci\u00f3n se pone sobre el canal de comunicaci\u00f3n.
      \nFunci\u00f3n po\u00e9tica<\/em><\/strong>: cuando la intenci\u00f3n se pone sobre el propio mensaje para causar sorpresa o extra\u00f1eza.
      \nFunci\u00f3n meta-ling\u00fc\u00edstica<\/em><\/strong>: cuando la intenci\u00f3n se pone sobre el mismo lenguaje.
      \n 
      \nDe acuerdo con lo anterior, hablar de comunicaci\u00f3n humana es un asunto complejo. La competencia comunicativa implica saber hacer uso de todas estas funciones para activar en cada caso la m\u00e1s apropiada. Alguien que quisiera en todos los momentos \u201ccomunicar\u201d cosas (primera de las funciones), estar\u00eda limit\u00e1ndose a trasmitir una serie de informaciones a su interlocutor, sin buscar el necesario feed-back, propio de todo hecho comunicativo, por ejemplo. Del mismo modo, el sujeto que pretendiera activar por costumbre la funci\u00f3n \u201cconativa\u201d procurar\u00eda un discurso moralizante en su interlocutor, e impedir\u00eda a la larga el acto comunicativo.
      \nLa publicidad incide normalmente sobre las funciones emotivas y po\u00e9ticas, sin dejar por ello de informar acerca del producto, o referenciar al consumidor a determinados valores de prestigio o inter\u00e9s social. La funci\u00f3n po\u00e9tica hace extra\u00f1ar el mensaje al receptor. El fin de ello es obligarle a mantener su atenci\u00f3n sobre el mismo mensaje, de manera que emplee tiempo en descodificarlo. La funci\u00f3n emotiva le llevar\u00e1 entretanto a un mundo de ensue\u00f1o y seducci\u00f3n.
      \nEn el \u00e1mbito educativo, cuando planteamos el hecho comunicativo, lo hacemos como si esto tuviera que ver sobre todo con las herramientas de la comunicaci\u00f3n (ordenadores, internet, programas de dise\u00f1o gr\u00e1fico o aplicaciones multimedia). Si hablamos de la \u201ccomunicaci\u00f3n social\u201d con frecuencia cargamos tintas hacia los medios o hacia los mensajes de la publicidad. Los tachamos de parciales, cuando no de mentirosos. Muchas veces lo son. Pero lo que olvidamos con frecuencia es que comunicar es ser capaces de emitir y descodificar mensajes en unas gamas ricas y variadas. Entre otras:
      \nser capaces de expresar la realidad<\/em><\/strong> de las cosas con objetividad,
      \ndecir verdad<\/em><\/strong>,
      \nmanejar y expresar<\/em><\/strong> estados de \u00e1nimo y sentimientos<\/em><\/strong>,
      \nayudar<\/em> a<\/strong> los dem\u00e1s a emitir respuestas aut\u00f3nomas y adecuadas<\/em>,<\/strong>
      \nseducir-provocar-turbar<\/em><\/strong> mediante la belleza de la expresi\u00f3n.
      \n 
      \nGanar competencia en este terreno, en primer lugar, es poner en nuestras manos y en las de los dem\u00e1s, unas \u201carmas\u201d extraordinarias contra la manipulaci\u00f3n: medi\u00e1tica, pol\u00edtica, social. Aprender a distinguir los mensajes, saber qu\u00e9 c\u00f3digo emplean en cada circunstancia, y emplear, a su vez, los m\u00e1s oportunos deber\u00eda ser un aprendizaje constante.
      \nAdem\u00e1s de esto, qu\u00e9 bueno ser\u00eda abrir el ba\u00fal de la creatividad. Nada como aprender y ense\u00f1ar a mirar la \u201cpaleta crom\u00e1tica\u201d que tiene lo bello y lo bueno. Nada como atrevernos a plasmar hacia fuera el rico mundo interior que llevamos dentro; eso que nos hace sentirnos bien, eso que nos constituye y que es nuestro bagage m\u00e1s propio y personal. \u00bfNo creen que aprender y ayudar a comunicarnos en las claves que decimos, podr\u00edan activar en tantas personas \u2013j\u00f3venes incluidos- unos resortes indispensables para la posterior escucha y acogida del evangelio?
      \n <\/p>\n

        \n
      1. El \u201cbuen anuncio\u201d del Evangelio<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \n3.1. Comunicar a Dios desde el encuentro personal con El<\/strong>
        \n 
        \nEl que s\u00ed ha demostrado su competencia como comunicador es Dios mismo. \u201cDe muchas y de muy diversas maneras habl\u00f3 Dios en el pasado a nuestros padres por los Profetas\u201d,<\/em> comienza la carta a los Hebreos. Este es su oficio: desvelar constantemente qui\u00e9n es, y darnos su Gracia y su Vida. Por la Escritura conocemos que Dios es relacional y comunicativo.
        \nEn Jes\u00fas, el Logos eterno se hizo \u201cpalabra\u201d, o tal vez habr\u00eda que decir \u201cgram\u00e1tica\u201d. \u201cAhora, en esta etapa final, nos ha hablado por un Hijo, al que nombr\u00f3 heredero de todo\u201d.<\/em> Desde entonces, la persona de Jes\u00fas ha tenido y tiene una enorme fuerza fascinadora. Su persona \u2013como gran significante- tiene la capacidad de orquestar una sinfon\u00eda de significados complementarios. Los hombres y mujeres de todas las \u00e9pocas siguen pregunt\u00e1ndose qui\u00e9n fue esta persona maravillosa, cu\u00e1l fue el sentido de su vida-muerte-resurrecci\u00f3n; y qu\u00e9 tiene que ver todo ello con nosotros y nuestro destino como seres humanos. Su misterio \u201csiempre abierto\u201d nos remite a un Dios mayor que todas las palabras que podamos pensar o pronunciar. La encarnaci\u00f3n del Hijo de Dios nos permite, por tanto, saber de Dios de manera excepcional, y comunicarlo. Hacer a Dios y al misterio de \u00e9ste revelado en Jes\u00fas, objeto de nuestra comunicaci\u00f3n es situarnos en l\u00ednea con Dios mismo, que busca revelarse cada vez m\u00e1s profundamente a todos los hombres, de cualquier condici\u00f3n.
        \nLo complejo es el c\u00f3mo hacerlo. Ense\u00f1ar un Dios-asignatura es relativamente f\u00e1cil, pero in\u00fatil. Esto no vale para mostrar c\u00f3mo es Dios. Comunicar a Dios pasa por comunicar la experiencia<\/strong> que cada uno tenemos de El. Los Disc\u00edpulos comunicaron el suceso de Jes\u00fas no en base a teor\u00edas, sino por haber sido testigos de algo sin igual. Por ello, al acontecimiento de Jes\u00fas, en su globalidad, lo denominaron Evangelio o Buena noticia. Todo El \u2013sus gestos, palabras, pretensi\u00f3n, destino final- tiene car\u00e1cter salvador para la humanidad y para cada hombre\/mujer en particular, \u00bfhay mejor noticia que \u00e9sta?
        \nNo pocos agentes de pastoral van percibiendo la necesidad de realizar cada vez m\u00e1s, una viva experiencia de encuentro personal con Jes\u00fas. En otros momentos hemos querido ver en la metodolog\u00eda (saber hacer) la panacea que nos guiar\u00eda al \u00e9xito. Hoy notamos un repunte por privilegiar la espiritualidad, como garant\u00eda de lo que se intenta anunciar. Primero vivir, despu\u00e9s anunciar. O anunciar lo que realmente se experimenta.\u00a0 Darse cuenta de esto, lleva al \u201canunciante\u201d a tener dedicaci\u00f3n y tiempos personales para interpretar-valorar la vida a la luz del Evangelio; y al cultivo de una profunda espiritualidad, que le permita ser testigo a la vez que maestro de lo que anuncia. Aqu\u00ed est\u00e1 el quicio de la evangelizaci\u00f3n. Sin ello, lo dem\u00e1s, queda en ret\u00f3rica, en formulismo vac\u00edo.
        \n 
        \n3.2. Jes\u00fas como comunicador<\/strong>
        \n 
        \nLos evangelios retratan a Jes\u00fas desde los encuentros concretos que tiene con las gentes en sus situaciones particulares. Desde estos relatos, Jes\u00fas aparece como un comunicador singular. Sobre todo quiere ayudar a las personas a descodificar la realidad. Y sirvi\u00e9ndose de lo m\u00e1s particular encamina a lo m\u00e1s profundo. Las par\u00e1bolas (Tesoro escondido, dracma perdida, la gran redada de peces, los Dos hijos\u2026) desvelan el Reino de Dios y al Dios del Reino, desde la experiencia concreta de los oyentes. Los discursos, sus diatribas o paradojas ayudan a percibir la existencia humana en su justa medida, percibiendo lo accidental de lo que lleva a la Vida.
        \nResulta tambi\u00e9n interesante ver su competencia comunicativa, teniendo en cuenta las funciones desde las que activa la comunicaci\u00f3n. A modo de ejemplo, que puede dar lugar a una mayor exploraci\u00f3n, advertimos c\u00f3mo Jes\u00fas:
        \n 
        \nInforma<\/em><\/strong> acerca de s\u00ed mismo y su destino final (Lc 18, 31-34)
        \nTrasmite emociones<\/em><\/strong> profundas, al comprobar c\u00f3mo los sencillos acogen el mensaje (Lc. 10, 21-24)
        \nExhorta<\/em> <\/strong>a sus disc\u00edpulos en pos de actitudes verdaderas (Mc. 11, 20-26)
        \nInterroga<\/em> <\/strong>sobre el canal<\/em><\/strong> mismo de la comunicaci\u00f3n<\/em><\/strong>, y la dificultad para entender (Mt. 13, 10-17)
        \nHabla po\u00e9ticamente<\/em><\/strong> de c\u00f3mo es el coraz\u00f3n de Dios (Lc. 15, 11-32)
        \n 
        \nDejando esto sin el debido desarrollo, s\u00ed me gustar\u00eda mencionar algo sin lo cual el evangelio no ser\u00eda tal. Se trata de un tipo especial de lenguaje que Jes\u00fas empleaba; y del que s\u00f3lo El era capaz de articular de manera cabal. Jes\u00fas desvelaba el Reino de Dios y su din\u00e1mica mediante palabras que se convert\u00edan en acciones<\/em><\/strong>. Los milagros de Jes\u00fas hablan de la eficacia de la palabra, tajante como espada de doble filo que penetra hasta el coraz\u00f3n del hombre, trasform\u00e1ndolo.
        \nLa filosof\u00eda del lenguaje denomina lenguajes performativos<\/strong> a la cualidad que tienen algunos enunciados de poner en acto lo que ellos mismos expresan. Un enunciado performativo es cuando alguien expresa, por ejemplo, una expresi\u00f3n del tipo \u00abYo prometo\u00bb. El hecho de prometer se realiza en el instante mismo en el que se emite el enunciado, no se describe un hecho, sino que se realiza la acci\u00f3n. Podemos decir lo mismo con el enunciado \u201cYo te bautizo\u201d. La palabra pronunciada realiza la acci\u00f3n. Ahora bien, tambi\u00e9n diremos que para que un enunciado performativo sea tal, es necesario un contexto determinado<\/em><\/strong> (presencia de agua en el caso del \u201cYo te bautizo\u201d), y unos criterios de autenticidad<\/em><\/strong>. Despu\u00e9s volveremos a ello.
        \nEste tipo de enunciados performativos son los que aparecen con frecuencia en el evangelio. Expresiones del tipo \u201cQueda limpio\u201d \u201cTus pecados te son perdonados\u201d \u201cA ti te lo digo, coge la camilla y levanta\u201d\u2026 se convierten en actos salv\u00edficos que curan y cambian la realidad de los seres humanos. El G\u00e9nesis refiere este car\u00e1cter generador de la Palabra en el relato de la creaci\u00f3n, y est\u00e1 presente, como se\u00f1al de la presencia de Dios, en los profetas de Israel. La Iglesia sigue actuando estas mismas palabras generadoras de Vida Nueva, en las acciones sacramentales, de manera preferente.
        \nEn la praxis pastoral convendr\u00eda advertir que el correcto anuncio del evangelio debe incluir este tipo de enunciados performativos. Y estos no se encuentran solamente en las acciones sacramentales.
        \nAntes de nada, ser\u00eda importante aprender a articular aquellas palabras-enunciados que sean necesarios y vitales a los destinatarios en cada ocasi\u00f3n. Expresiones como \u201cToma mi mano\u201d, \u201cConf\u00edo en ti\u201d, \u201cTe doy mi tiempo\u201d pueden activar en nosotros por decirlas, y en los receptores por escucharlas, actitudes nuevas, si van acompa\u00f1adas de esos criterios de autenticidad, que el propio lenguaje performativo demanda y exige. Tal vez, \u00e9stos sean los enunciados m\u00e1s aptos para el despertar religioso de los adolescentes, que hagan posible, por referencia, el \u201cPrimer Anuncio\u201d de Jes\u00fas y su Buena Noticia.
        \nDel mismo modo, y desde una perspectiva misionera, no son indiferentes los contextos. Antes nos hemos referido a ellos. Los contextos validan o no nuestros mensajes. De tal manera, no se puede proferir una expresi\u00f3n del tipo: \u201cTe doy mi tiempo\u201d por carta o a distancia. Lo mismo que no cabe un \u201cConf\u00edo en ti\u201d desde el desconocimiento del otro o el descompromiso. Llevar el Evangelio precisa, hoy como siempre, de encarnaci\u00f3n; que es esa actitud de ponerse en camino juntos, e interpretar las cosas peque\u00f1as de la vida, como signos del misterio may\u00fasculo de Dios.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Vivir y anunciar la fe comunitariamente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          4.1. La intemperie y sus na\u00fafragos<\/strong>
          \nLas sociedades actuales est\u00e1n configur\u00e1ndonos como sujetos cada vez m\u00e1s individualistas. Cada vez nos habituamos a pasar m\u00e1s tiempo solos. Los hogares est\u00e1n constituidos por n\u00facleos muy reducidos e inestables. Los ni\u00f1os y adolescentes tienen por ni\u00f1era la tele o los juegos virtuales\u2026 Apenas so\u00f1amos porque no tenemos mitos ni relatos que alimenten nuestro mundo interior; tampoco expectativas ni grandes utop\u00edas. Ni siquiera merecen la pena el sacrificio que merec\u00edan antes las causas nobles.
          \nEn este contexto, est\u00e1 siendo cada vez m\u00e1s importante un tipo de relaci\u00f3n-comunicaci\u00f3n abierta a lo global y sin ning\u00fan tipo de restricci\u00f3n. Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia (Enciclopedia libre en la Red), cuenta c\u00f3mo el sue\u00f1o que est\u00e1 detr\u00e1s de esta enciclopedia global es el de reunir todo el saber de la humanidad, y la posibilidad de que \u00e9sta est\u00e9 al alcance de un clic para cualquier persona en cualquier parte del mundo.\u00a0 El \u00e9xito de Wikipediase basa en que cualquiera puede ser autor e interactuar con un sinf\u00edn ilimitado de personas en todo el mundo. A la base de estos procesos, est\u00e1n la confianza en las personas y la libertad plena. No s\u00e9 si nos damos cuenta de lo que esto puede significar.
          \nAlgo similar ocurre con ciertas marcas, que se est\u00e1n convirtiendo en espacios de relaciones sociales. FNAC no es una tienda de libros, dvds y electr\u00f3nica de consumo, es un espacio de ocio cultural. Un espacio en el que, adem\u00e1s de asistir a proyecciones, conciertos y exposiciones, por supuesto, te puedes comprar libros, dvds y electr\u00f3nica de consumo. Estas nuevas marcas basan su \u00e9xito en que est\u00e1n sustentadas por comunidades defans\/consumidores a las que les unen emocionalmente v\u00ednculos de reconocimiento y respeto mutuo, con las que se comparte una misma visi\u00f3n de la vida y del mundo.
          \nEstos son en definitiva los nuevos contextos en los que nos encontramos. Las identidades se van creando desde un sinf\u00edn de influjos dispares. Las relaciones est\u00e1n globalizadas y no est\u00e1n sujetas a ning\u00fan tipo de reglamentaci\u00f3n. La libertad adquiere una nueva dimensi\u00f3n, puesto que lo permite todo y no compromete a nada. \u00bfAfecta esto en algo a nuestra experiencia y comunicaci\u00f3n de la fe?
          \n 
          \n4.2. Oasis de referencia<\/strong>.
          \n 
          \nNuestra experiencia de fe necesita de espacios comunitarios; le son inherentes. No podemos creer, celebrar, ni anunciar desde la falta de contextos. En medio de este oc\u00e9ano inmenso en donde vivimos, nuestras gentes y nosotros necesitamos tocar tierra firme de vez en cuando. Un peque\u00f1o islote puede ser suficiente para arribar, descansar y recobrar fuerzas con otros semi-na\u00fafragos de esta civilizaci\u00f3n. Las comunidades de referencia, deben seguir siendo esos lugares donde poder expresar la vida y cultivar nuestra fe.
          \nLas \u201ccomunidades de referencia\u201d, as\u00ed llamadas, pueden tener rostros diferentes y plurales. \u00danicamente aqu\u00ed me har\u00e9 eco de un tipo de \u201ccomunidades\u201d, que m\u00e1s que nunca hoy son imprescindibles. Hoy la pastoral est\u00e1 necesitada de lugares<\/em><\/strong> alternativos a los existentes (parroquias, centros de culto tradicionales). Los lugares tienen como cualidad que se constituyen desde el contacto personal y el reconocimiento mutuo. Est\u00e1n en contraposici\u00f3n a los no lugares<\/em>:<\/strong> esos centros o espacios en donde nadie es nadie y las identidades se difuminan hasta desaparecer. Frente a las grandes superficies<\/em> y centros de ocio masivo<\/em> el Centro juvenil<\/em><\/strong> o Comunidades de amplio espectro juvenil<\/em><\/strong>, pueden ser verdaderamente lugares<\/em>. Lugares habitados, en donde cada uno se pueda expresar de forma original, en donde las identidades se reconocen, y en donde los peque\u00f1os deseos se van convirtiendo en utop\u00edas por las cuales vivir y esperar.
          \nComo Iglesia misionera debemos promover estos \u201clugares\u201d, situados como atalayas en tierra de nadie. Est\u00e1n puestos en la frontera para quien est\u00e9 necesitado de encontrarse consigo mismo, a trav\u00e9s del encuentro con otras personas reales de carne y hueso. En unos casos ser\u00e1 la casualidad la que lleve hasta all\u00ed, en otros el tir\u00f3n de las actividades que se realizan, en otros los propios amigos\u2026De la manera que sea, el Centro juvenil, como lugar pastoral, debe ser el espacio para la acogida sin l\u00edmites y el pastoreo cuidadoso y paciente de los que van llegando.
          \nEste nuevo tipo de \u201ccomunidades\u201d o \u201clugares pastorales\u201d de frontera no est\u00e1n en contraposici\u00f3n con las \u201ccomunidades eclesiales\u201d con una fuerte identidad y vivencia cristiana. Unas y otras se complementan y atienden a necesidades diversas. Est\u00e1 claro que los lugares pastorales de los que hablamos pueden pagar el precio de la indefinici\u00f3n, y el acabar convertidos en lugares \u201cseculares\u201d con muy pocas referencias al evangelio y al esp\u00edritu del Resucitado. De ah\u00ed la necesaria apelaci\u00f3n a la calidad de vida y experiencia creyente de los agentes que animan estas plataformas educativo-pastorales. Al igual, que se hace necesario un proyecto bien definido en sus finalidades \u00faltimas, y bien articulado en los procesos y actividades que pueda proponer.
          \n 
          \nPara acabar<\/strong>
          \n 
          \nEl hijo perdido lleg\u00f3\u2026sin nada, habi\u00e9ndolo perdido todo. Pero lleg\u00f3. Antes de poner los pies en la casa, el Padre, loco de contento, le cubre de besos abraz\u00e1ndolo. Le devuelve la dignidad – \u00e9sa que siempre posey\u00f3 y que solo \u00e9l dilapid\u00f3- y lo ingresa de nuevo en el hogar, d\u00e1ndole las llaves de casa.
          \nLa par\u00e1bola con la que inici\u00e1bamos este comentario, nos recuerda el movimiento que todas las personas debemos hacer en busca de nuestra identidad y del sentido de la vida. Forma parte del hecho de ser personas. El relato nos hace pensar sobre todo en los adolescentes y j\u00f3venes, en constante vaiv\u00e9n. Y nos hace pensar tambi\u00e9n en el Padre Dios que vive, como tantos buenos agentes de pastoral, tiempos de perplejidad. Desde su atalaya, siempre movediza, se conmueve por todos sus hijos que viven situaciones de zozobra y de infelicidad. Pero este buen Dios no se conforma, no es impasible. Y se hace Palabra y Signo, tomando la apariencia de uno de nosotros. Y por nuestra boca y a trav\u00e9s de tantos signos, se sigue insinuando como el \u00danico Sentido<\/em><\/strong> de la vida, para que lo encuentre quien lo busca.
          \nAquella tarde-noche, algunos de los que escucharon este relato de boca del Maestro de Nazaret, entendieron una historia bonita, acaso conmovedora. Otros, advirtieron tal vez que se hablaba de un Dios \u201calternativo\u201d, distinto, que llenaba de peligros la fe de Israel. Tal vez muy pocos \u2013\u00bfacaso alguno?- se dieron cuenta de lo ins\u00f3lito. Dios era de quien se hablaba en el relato, y a la vez el mismo que hablaba.
          \nEsto mismo hoy sigue sucediendo. Y de mientras, el hijo mayor sigue renegando porque esto ya no es lo que era, porque cada uno hace lo que quiere en esto de la pastoral, o porque la acogida, la paciencia y la misericordia \u2013siempre escandalosa- se anteponen a una exposici\u00f3n \u201cclara y n\u00edtida\u201d del Mensaje.
          \nDe la manera que sea, aprendamos del Padre a organizar una Fiesta cada vez que uno de sus hijos entra por las puertas de casa, cansado de vivir a la intemperie. Aunque solo sea para descansar un rato, saludar a los presentes y volver a marchar en busca de otros referentes.<\/p>\n

          JOS\u00c9 LUIS VILLOTA<\/p>\n

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          Jos\u00e9 Luis Villota es Delegado de Pastoral Juvenil de la Provincia Salesiana de Bilbao   S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El presente art\u00edculo se enmarca en el proceso de reflexi\u00f3n de la pastoral\u00a0 juvenil salesiana en Espa\u00f1a, iniciado en el seminario \u201cEvangelizaci\u00f3n y j\u00f3venes, entre la perplejidad y el desaf\u00edo\u201d,\u00a0 celebrado en Madrid del 27 al 29 […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1203,1205,94],"tags":[],"class_list":["post-7996","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-372_373","category-jose-luis-villota-cosio","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7996","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7996"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7996\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7996"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7996"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7996"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}