{"id":8027,"date":"2007-11-01T00:00:00","date_gmt":"2007-10-31T22:00:00","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8027"},"modified":"2007-11-01T00:00:00","modified_gmt":"2007-10-31T22:00:00","slug":"los-otros-riesgos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/los-otros-riesgos\/","title":{"rendered":"LOS OTROS RIESGOS"},"content":{"rendered":"

\u00c1lvaro GINEL<\/strong>
\n\u00c1lvaro Ginel es director de la revista CATEQUISTAS
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nExisten en la vida de las personas unos \u201cgrandes riesgos\u201d, a los que todos los medios de comunicaci\u00f3n aluden (droga, delincuencia, alcohol, etc.), y tambi\u00e9n muchos \u201cpeque\u00f1os riesgos\u201d que suelen pasar desapercibidos y a los que, con frecuencia, no se les da ninguna importancia, y que, sin embargo condicionan la manera de ser y de comportarse; a ellos se refiere el art\u00edculo. El autor observa y reflexiona sobre estas otras posibles conductas de riesgo desde la perspectiva de la maduraci\u00f3n humana y creyente, se\u00f1alando pistas de inter\u00e9s para la acci\u00f3n educativa y pastoral.
\n 
\nLlevo unos a\u00f1os animando unos grupos de adultos que surgen despu\u00e9s de la comuni\u00f3n de los hijos. Son grupos de reflexi\u00f3n cristiana muy abiertos. Est\u00e1n formados por personas que durante las charlas de preparaci\u00f3n a la comuni\u00f3n de sus hijos han sentido una inquietud religiosa que se aviva en el peque\u00f1o grupo.
\nEn el trato con los adultos que acuden, una mayor\u00eda abrumadora es de madres, he aprendido algunas cosas<\/em> que se repiten siempre en los miembros que participan en ellos. Hablo, pues, situado en esta realidad de la animaci\u00f3n pastoral de adultos muy concretos en un espacio y tiempo. Uno de los temas que les encanta tocar es todo lo referente a la educaci\u00f3n de sus hijos, c\u00f3mo ser mejores madres y padres \u201ccristianos\u201d.\u00a0 Reflexiono sobre lo que he escuchado en las reuniones una veces como queja, como pregunta o como confesi\u00f3n: \u201cme he equivocado\u201d. Lo pronunciado es mi material de trabajo. El t\u00edtulo del art\u00edculo es intencionado: \u201cLos otros riesgos\u201d. Me refiero a modos de educar en la familia, a comportamientos de los padres y madres que, a la larga, pueden resultar \u201cun riesgo\u201d en la maduraci\u00f3n de la persona. Y hablo de \u201criesgos con min\u00fasculas\u201d. Creo que hay \u201criesgos con may\u00fasculas\u201d que la mayor\u00eda de la gente admite: el riesgo de la droga, el riesgo de la delincuencia, del alcohol, etc. No es mi tema hablar de los \u201criesgos con may\u00fasculas\u201d.
\nLa vida familiar y la educaci\u00f3n est\u00e1n llenas de \u201criesgos con min\u00fasculas\u201d a los que damos \u201cmenos importancia\u201d o en los que \u201cno caemos en la cuenta\u201d pero que tambi\u00e9n son \u201criesgos que condicionan la manera de ser personas y de ser creyentes\u201d. Muchos comportamientos de adultos y de j\u00f3venes tienen su origen en conductas familiares vividas de manera habitual en las que nunca hemos reflexionado o que hemos dado por buenas sin m\u00e1s.
\nMi intenci\u00f3n en este art\u00edculo es sencillamente enumerar una serie de comportamientos familiares que pueden encerrar un riesgo en la formaci\u00f3n de la personalidad con consecuencias tanto para una buena maduraci\u00f3n humana como para una adecuada apertura al Evangelio de Jes\u00fas. Quiero precisar que lo que aqu\u00ed se menciona como conducta de riesgo, en la realidad concreta familiar puede estar muy matizado o equilibrado o contrarrestado con otros comportamientos de los padres llenos de dedicaci\u00f3n, de entrega, de seguimiento de los hijos, de presencia cercana\u2026 de tal suerte que, lo que \u201cen teor\u00eda podr\u00eda ser una conducta de riesgo\u201d, en la pr\u00e1ctica no lo es porque est\u00e1 compensado con fuertes dosis de otros comportamientos.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Lo primero son los hijos<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \n\u201cLo primero son los hijos\u201d, dicen muchas madres y padres. A los c\u00e9libes nos suelen mirar a los ojos y comentar: \u201cVosotros no pod\u00e9is entender lo que es un hijo para una madre o para un padre. Es lo m\u00e1s grande que existe. No se puede entender lo que se siente por un hijo. Por un hijo uno dar\u00eda todo siempre. Ver morir a un hijo es lo \u00faltimo para una madre\u201d. Y tienen toda la raz\u00f3n. Hay realidades que s\u00f3lo se atisban desde la cercan\u00eda y desde la vivencia.
    \nPero tambi\u00e9n desde la orilla de no ser padres de \u201cestas\u201d personas concretas a quien un hombre y una mujer llaman \u201cmi hijo, mi hija\u201d podemos decir algo al observar el modo de ejercer la maternidad o la paternidad.
    \nMe he encontrado con algunas madres que tienen muy claro que \u201clo primero no son los hijos; lo primero es ser uno mismo, lo segundo es aquel a quien eligieron como esposo, y lo tercero son los hijos\u201d. Pero este baremo hay pocos que lo aceptan. Abunda m\u00e1s el grupo de madres o padres que afirman: \u201cLo primero son los hijos\u201d. Sobre todo cuando los hijos son peque\u00f1os y d\u00e9biles.
    \nEsta escala de importancia tiene consecuencias. Pero no es momento de entrar en ella. S\u00ed podemos afirmar que al elegir esposo o esposa la persona tuvo oportunidad de escoger, de decidir y de pronunciar: \u201cDe entre todos los hombres y mujeres que he conocido, te elijo, te prefiero, te escojo, te hago \u00fanico o \u00fanica en mi vida\u201d. Este primer paso es la causa de todos los siguientes, entre otros, de la forma de tratar y de querer a los hijos. Se desea y decide tener un hijo, pero no se pueden elegir las caracter\u00edsticas del hijo deseado.
    \n\u201cLo primero son los hijos\u201d tiene que ser bien entendido porque condiciona los futuros comportamientos, la educaci\u00f3n y la posibilidad de adoptar formas de riesgo no percibidos como tales. Cuando se proclama que \u201clo primero son los hijos\u201d a lo mejor se comienza a olvidar el trato, el mimo, la comunicaci\u00f3n y el cuidado espec\u00edfico de la pareja y esto puede influir en el futuro mismo de la realidad de pareja. Casi sin darse cuenta se vuelcan en el hijo y se olvidan de s\u00ed mismos, se va enfriando la relaci\u00f3n o \u00e9sta se reduce a hablar de lo que el hijo necesita. \u201cA nosotros si nos quitas los temas de los estudios de los hijos, de las compras y algo del trabajo ya no tenemos de qu\u00e9 hablar\u201d, dec\u00eda una esposa en el grupo. Ati\u00e9ndase al hijo sin olvidar que la pareja no puede pasar a segundo plano.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Comportamientos de riesgo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nCuando aqu\u00ed ahora hablamos de comportamientos familiares de riesgo entendemos maneras de educar, modelos de ser persona que los adultos, especialmente los padres, adoptan en la vida ordinaria y que pueden tener consecuencias en el futuro de la persona educada ya sea porque se oriente hacia modos de vida marginales, o porque en el proceso de maduraci\u00f3n personal experimente limitaciones.
      \nEnumero aqu\u00ed algunas conductas de riesgo m\u00e1s habituales y que he detectado que son comentadas en los grupos con m\u00e1s frecuencia. La enumeraci\u00f3n no conlleva una valoraci\u00f3n de mayor a menor riesgo. Se trata simplemente de ordenaci\u00f3n sucesiva de conductas.
      \n 
      \n2.1. Mi hijo es un santo<\/strong>
      \n 
      \nEducadores, animadores o catequistas se encuentran con frecuencia con padres y madres que defienden tanto a su hijo que no son capaces de ver la verdad. El punto de partida de dichos padres es que \u201chay que defender por encima de todo al hijo y que el hijo tiene siempre raz\u00f3n, aunque no la tenga\u201d. Por decirlo de manera m\u00e1s sencilla: existe una gran dificultad de objetividad respecto al hijo. Recogemos algunas expresiones que aclaren lo que queremos se\u00f1alar: \u201cMi hijo es un santo\u201d, \u201cyo conozco bien a mi hijo y s\u00e9 que eso es imposible que lo haya dicho, hecho\u2026\u201d, \u201cmi hijo me lo cuenta todo\u201d\u2026, \u201c\u00a1me van a decir a m\u00ed c\u00f3mo es mi hija y yo s\u00e9 bien que es incapaz de esas cosas!\u201d. Los lazos de amor llevan a determinados\u00a0 padres a una defensa del hijo tal que es m\u00e1s importante la defensa que la verdad. El amor se vuelve ciego de manera que los equivocados son los otros: los educadores, los amigos, los que est\u00e1n junto a su hijo. El hijo nunca tiene la culpa de nada. La verdad est\u00e1 siempre de parte del hijo; la mentira o la equivocaci\u00f3n siempre reside en \u201clos otros\u201d.
      \nEsta es una conducta de riesgo porque impide que el hijo vea su realidad. El hijo puede hacer lo que quiera porque sabe que en su defensa saldr\u00e1 siempre su madre. Se le protege tanto que se le hace \u201cintocable\u201d. Los otros son \u201clos malos\u201d, los que no saben ver la realidad.
      \nCon este tipo de comportamientos se est\u00e1 educando a la persona para vivir \u201cechando las culpas a los dem\u00e1s\u201d, incapacit\u00e1ndolos para ver sus propios errores. No se les abre a la b\u00fasqueda de la verdad, de su propia verdad, ni al reconocimiento de la propia realidad, ni al di\u00e1logo con los otros para caminar juntos hacia la verdad.
      \nEste tipo de comportamientos familiares sumerge al ni\u00f1o o a la ni\u00f1a en una burbuja irreal: haga lo que haga est\u00e1 bien; sus padres le dan la raz\u00f3n y le defienden. Me parece que con esta \u201cdefensa del hijo\u201d se est\u00e1 potenciando, desde el inicio, un comportamiento farisaico. Los fariseos estaban incapacitados para ver la verdad que ven\u00eda de fuera. S\u00f3lo era verdad \u201csu\u201d verdad. No val\u00edan argumentos ni demostraciones. M\u00e1s a\u00fan, los argumentos, los hechos y palabras de Jes\u00fas eran retorcidos hasta llamarle \u201cendemoniado\u201d (Jn 8,48.52). La verdad no les remov\u00eda de \u201csu\u201d verdad;\u00a0 m\u00e1s bien les encerraba en un callej\u00f3n sin salida. El argumento final de este estilo de personas se puede resumir en estas palabras: \u201cDigan lo que digan, a m\u00ed no me convencen\u201d.
      \n 
      \n2.2. Toma lo que quieras, pero d\u00e9jame en paz\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong>
      \n 
      \n\u00a1Qui\u00e9n no reconocer\u00e1 la multiplicad de asuntos a los que los adultos tienen que atender en el d\u00eda a d\u00eda! \u201cVivo en un sin vivir\u201d, escucho a muchas madres que se multiplican para llegar a la casa, al trabajo, a los hijos, a la compra, a los amigos\u2026 (casi siempre los olvidados son la propia persona y el esposo). No hay tiempo para nada. En este contexto de \u201cfalta de tiempo\u201d y de necesidad de \u201cespacios de tranquilidad\u201d, hay adultos que adoptan un comportamiento con sus hijos que resumimos en esta expresi\u00f3n: \u201cToma lo que quieras, pero d\u00e9jame en paz, por favor\u201d.
      \nVaya por delante el reconocimiento de lo explicable que es esta conducta cuando la vida amontona tareas sobre las espaldas de los adultos y se llega al final de la jornada llenos de cansancio. Admitido el reconocimiento de la acumulaci\u00f3n de tareas, es necesario ser cr\u00edticos con la opci\u00f3n de una educaci\u00f3n basada en esta perspectiva: \u201cToma lo que quieras, pero d\u00e9jame en paz\u201d. Una educaci\u00f3n as\u00ed puede esconder riesgos serios en la formaci\u00f3n de los hijos. Lo que subyace en el fondo de todo esto es la prioridad de la necesidad del adulto sobre la del ni\u00f1o o adolescente. Es comprensible que un<\/em> d\u00eda podamos obrar as\u00ed. M\u00e1s, es comprensible que haya padres que no tienen m\u00e1s salida que obrar as\u00ed, porque no disponen ni de un minuto de tiempo libre o necesitan descansar. Pero una educaci\u00f3n de los hijos sustentada habitualmente<\/em> en este principio acarrea consecuencias: el hijo crece \u201chaciendo lo que le da la gana\u201d, sin l\u00edmites en su conducta y en sus caprichos. Sus caprichos se convierten en \u201cla norma de su comportamiento\u201d. El d\u00eda en que no pueda \u201cfuncionar\u201d seg\u00fan sus caprichos, \u00bfqu\u00e9 pasar\u00e1?
      \nAdem\u00e1s, detr\u00e1s de esta formulaci\u00f3n que resume un estilo de educaci\u00f3n familiar, se puede esconder una especie de \u201ccomercio\u201d: se paga un precio<\/em> (\u201ctoma lo que quieras\u201d, \u201c\u00bfqu\u00e9 es lo que quieres?\u201d), por una conducta<\/em> (\u201cd\u00e9jame en paz\u201d). El comportarse de una manera o de otra tiene \u201cpaga\u201d. No se ense\u00f1a al otro a comportarse por unos principios o valores, sino por el bienestar del otro.
      \nEs cierto que los hijos saben \u201ccomprender\u201d lo mucho que sus padres hacen por ellos y saben disculpar que no les puedan dedicar m\u00e1s tiempo o que les digan: \u201chaz lo que quieras, pero d\u00e9jame en paz\u00a0 que bastante tengo en el trabajo; ahora no tengo ganas de contemplaciones\u201d. Quiz\u00e1s los hijos comprendan, pero a pesar de todo se quedan sin la presencia activa de sus padres para hablar, para jugar, para re\u00edrse, para contrastar opiniones y actuaciones, para estar ocup\u00e1ndose juntos\u2026 En el aire queda una pregunta que viene del lado de los hijos: \u00bfPor qu\u00e9 te ocupas tanto en otras cosas que no puedes ocuparte de nosotros? \u00bfPor qu\u00e9 hay cosas que son m\u00e1s importantes que nosotros de manera habitual? Nos dejas hacer lo que queramos con tal de no molestarte, \u00bferes t\u00fa m\u00e1s importante que nosotros? Si t\u00fa no nos haces importantes, tampoco te haremos importante ni a ti ni a lo que t\u00fa nos digas\u2026 Lo importante en el futuro ser\u00e1 \u201chacer lo que nos d\u00e9 la gana\u201d, y lo que me d\u00e9 la gana ser\u00e1 aquello por lo que obtenga un beneficio, una paga. \u00bfD\u00f3nde quedan los comportamientos de generosidad, de solidaridad, de amor samaritano? He aqu\u00ed el riesgo.
      \n 
      \n2.3. \u00bfMe he portado mal?<\/strong>
      \n 
      \nUna conversaci\u00f3n. Viajaba en el tren. Cerca de m\u00ed hab\u00eda una madre con su hijo. En un momento escuch\u00e9 esta conversaci\u00f3n:
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Mam\u00e1, quiero patatas fritas.
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a1No hay patatas fritas!
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00bfPor qu\u00e9?
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Te he dicho que no hay patatas fritas.
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00bfMe he portado mal?
      \nMe parece que esta breve conversaci\u00f3n es paradigm\u00e1tica de una manera de relacionarse hoy padres e hijos. Portarse bien tiene \u201cpremio\u201d: te doy lo que te he prometido, te doy lo que te gusta. Portarse mal conlleva \u201ccastigo\u201d: no te doy lo que te gusta.
      \nEl est\u00edmulo en la educaci\u00f3n, como en otros aspectos de la vida, es de por s\u00ed bueno y necesario. Los premios son una forma de est\u00edmulo. Es est\u00edmulo la bolsa de patatas fritas, como es est\u00edmulo (\u00a1y de qu\u00e9 forma!) la palabra que se dice al otro: \u201cEstoy orgulloso de ti\u201d, \u201cvaloro lo que est\u00e1s haciendo aunque despu\u00e9s no logres sacar la materia\u201d, \u201cnoto que progresas, que te esfuerzas, que intentas dar pasos de cambio\u201d, \u201cs\u00e9 que te ha costado, pero lo has realizado\u201d, \u201c\u00e1nimo\u201d, \u201c\u00a1qu\u00e9 bien te has comportado hoy!\u201d, etc. Los padres, los educadores no podemos omitir el est\u00edmulo, la palabra, la aprobaci\u00f3n ante comportamientos de los hijos. Al obrar de esta manera estamos dando a los hijos razones de\u00a0 autoestima, pautas seguras de comportamiento, recompensa por el esfuerzo de luchar por ideales, por valores, por adquirir una personalidad. El premio de la \u201clucha\u201d es la manera de construirse y de ser persona que el ni\u00f1o va adquiriendo.
      \nEl riesgo se da cuando el comportamiento es una moneda de cambio para conseguir \u201cunas patatas fritas\u201d. El riesgo est\u00e1 en convertir la educaci\u00f3n en una especie de comercio: me comporto, hago tal cosa para \u201cser pagado\u201d o \u201crecompensado\u201d. Una vez recibido el \u201cpremio\u201d ya no me interesa nada m\u00e1s. No vale y no moviliza a la persona \u201clo que no es remunerado\u201d. Si me pagas soy capaz de lo que sea. Sin \u201cpaga\u201d, no muevo ni un dedo.
      \nEl comportamiento no es algo que interiorizo y que incorporo a mi manera de ser, sino algo exterior realizado para obtener un beneficio. Si comparamos este funcionamiento con el mandamiento nuevo del cristianismo, la entrega generosa y desinteresada al otro, la vida samaritana en la que no s\u00f3lo no recibes paga, sino que \u201ct\u00fa pagas\u201d al otro su indigencia, su necesidad, podemos ver qu\u00e9 consecuencias acarrea para la comprensi\u00f3n y vivencia del cristianismo.
      \n 
      \n2.4. No llames al fijo, ll\u00e1mame al m\u00f3vil<\/strong>
      \n 
      \nEscuch\u00e9 en una reuni\u00f3n de adultos comentarios sobre los fines de semana de algunos adolescentes-j\u00f3venes. Me llam\u00f3 la atenci\u00f3n la narraci\u00f3n que una madre hac\u00eda sobre unos padres conocidos. La hija de \u00e9stos sal\u00eda de fin de semana con las amigas y \u201csupuestamente\u201d se quedar\u00eda a dormir en casa de una amiga. La realidad es que hab\u00eda todo una trama de complicidades y enga\u00f1os entre adolescentes y sus padres muy bien programada y urdida. En vez de quedarse en casa de la amiga, se pasaba las dos noches del fin de semana en un hotel con amigos hechos por internet. Toda una pel\u00edcula. La manera de estar localizados era el m\u00f3vil. Con el m\u00f3vil est\u00e9s donde est\u00e9s<\/em> entras en contacto. \u201cNo me llames al fijo, ll\u00e1mame al m\u00f3vil\u201d ten\u00eda un secreto truco de localizaci\u00f3n real. Los adultos \u201cenga\u00f1ados\u201d se \u201ctragaban\u201d las historias de sus hijas con toda la tranquilidad del mundo y, adem\u00e1s, estaban seguros de que no les ment\u00edan, de que les ten\u00edan al corriente de todo lo que hac\u00edan fuera de casa.
      \nEstas historias \u201cde adolescentes\u201d me ha llevado a pensar en una forma de dar libertad a los hijos adolescentes. He escuchado a muchas madres la contradicci\u00f3n en la que algunas veces se sienten entre el respeto a la libertad de los hijos, y ese \u201cpel\u00edn\u201d de \u201cdetectives\u201d que les brota dentro de su coraz\u00f3n para cerciorarse de las amistades de sus hijos e hijas, de sus idas y venidas. Los medios modernos (m\u00f3vil, internet, chat\u2026) se lo pone bien dif\u00edcil\u2026
      \nHe comentado muchas veces en los grupos que \u201cla mejor inversi\u00f3n de los padres es el tiempo que dedican a sus hijos, y sobre todo, el tiempo que dedican para escucharles<\/em> desde peque\u00f1os<\/em>\u201d. Escuchar a un hijo no es hacer una pregunta y esperar una contestaci\u00f3n. Escuchar no es \u201ctirarles de la lengua\u201d para sacarles todo lo que nos interesa saber. Escuchar es dar tiempo, esperar la palabra, estar para que hablen cuando quieran, \u201cdarles tiempo para que hablen\u201d de lo que quieran, antes de que hablen de lo que nosotros adultos queremos. La palabra de verdad pide mucho tiempo para ser dicha, exige mucha presencia aparentemente in\u00fatil, mucho estar sin m\u00e1s.
      \nUna madre me comentaba: \u201cHe prendido que uno de los momentos m\u00e1s sagrados como madre es ir a recoger a los hijos a la salida del colegio. No les pregunto nada concreto. Les llevo la merienda. Me limito a preguntas generales o callo. Procuro estar y dejar que ellos lleven la iniciativa en la conversaci\u00f3n. Me han ense\u00f1ado mis hijos que no dicen las cosas porque se las pregunte sino porque ellos quieren hablar. Los hijos te \u201csueltan\u201d sus cosas cuando quieren, no cuando se las preguntas. A veces, si preguntas, es cuando no te dicen nada o te dicen lo que quieren, pero no la verdad. La verdad la \u201clargan\u201d cuando ellos ven que hay espacio y acogida; cuando deciden hacerlo por su cuenta. Hay que estar ah\u00ed para que llegue ese momento, para favorecerlo. Hay que saber esperarlo. Si a este momento de la salida del colegio unes el momento de acostarse, precedido de silencio, oraci\u00f3n, una palabra bonita, ya tienes los \u201cmomentos m\u00e1gicos\u201d de comunicaci\u00f3n de los hijos. Al cabo del tiempo son muchas horas de escucha\u201d.
      \nHe aqu\u00ed uno de los riesgos que hoy padecen algunos hijos: no tener escuchadores a su lado. Muchos adolescentes viven y crecen sin referencias, sin adultos, sin palabras de alguien que les gu\u00ede. Desde peque\u00f1os, hay ni\u00f1os y ni\u00f1as que s\u00f3lo tienen como confidentes a \u201cgente de su edad\u201d, a \u201csus amigos o al perro\u201d. Los adultos no tienen tiempo, no son sus confidentes de sus hijos. Y los hijos\u00a0 crecen as\u00ed. En etapas de la vida como la adolescencia o la juventud la verdad la cuentan a amigos, pero la ocultan a los adultos. No es que en ello haya \u201cintencionalidad\u201d. Siguen la costumbre de lo que han vivido desde peque\u00f1os. Crecen sin la palabra y sin o\u00eddo del adulto cercano y despu\u00e9s se la niegan o se inventan historias que los adultos \u201cse las creen\u201d.
      \nDesde la simple observaci\u00f3n de educador y desde la\u00a0 inquietud pastoral tenemos que se\u00f1alar el peligro de dos mundos paralelos que no se complementan, sino que se silencian o enga\u00f1an.
      \nAh\u00ed est\u00e1 el riesgo para muchos hijos: se ven obligados a vivir sin adultos que les escuchen. La falta de la presencia del adulto reduce la posibilidad de maduraci\u00f3n sana y normal de los hijos que \u201cse las tienen que apa\u00f1ar\u201d. Pero ni el perro, ni el ordenador, ni los auriculares\u2026 les dir\u00e1n la palabra justa que necesitan.
      \n 
      \n2.5. La inmediatez<\/strong>
      \n 
      \nVivimos la inmediatez. Y la traspasamos a los hijos. No soportamos las esperas: se nos hace insoportable la espera del autob\u00fas, del metro, del sem\u00e1foro, del stop, del turno del m\u00e9dico, de la cola en le mercado\u2026 Nos vamos porque \u201chay mucha cola\u201d y \u201cya vendremos otro d\u00eda o a otra hora\u201d. Lo que nos apetece es \u201cir y solucionar todo sin esperar\u201d. El mismo esquema aplicamos a otras realidades de la vida, como el dolor de cabeza o de muelas; inmediatamente lo solucionamos tomando una pastilla que nos deja \u201ccomo nuevos\u201d.\u00a0 Y si necesitamos algo nos decimos: \u201cNo te preocupes, vamos ahora mismo y lo compramos\u201d. El progreso y el poder adquisitivo tienden a solucionarlo todo de manera inmediata: gestor\u00edas, talleres, farmacias, revelado de foto\u2026 Todo en el acto, sin esperar, sin hacer perder tiempo. Y si te hacen perder tiempo, hay libro de reclamaciones.
      \nEstamos metidos en esta din\u00e1mica hasta que un d\u00eda la vida nos hace pasar por el hospital. El primer d\u00eda llegas a urgencias\u2026 Las cosas all\u00ed van relativamente r\u00e1pidas\u2026 Despu\u00e9s ya no valen las prisas. Comienzas a aprender que hay que darse tiempo, que las cosas llevan su tiempo para las pruebas, para ver la evoluci\u00f3n de la enfermedad, para ver el efecto de la medicaci\u00f3n, para saber los resultados de los an\u00e1lisis, para calcular el tiempo de recuperaci\u00f3n\u2026
      \nEl riesgo de la inmediatez que nos envuelve es que nos creamos que el crecimiento y cambio personal puede avanzar a ritmo de inmediatez.\u00a0 La educaci\u00f3n de una persona no se resuelve en dos minutos, no admite un \u201cahora mismo te lo resuelvo\u201d. Educar es cuesti\u00f3n de tiempo, de aprendizaje. Hay que aprender la asignatura del valor de lo lento, de lo que crece como crece la semilla sembrada en la tierra sin artilugios especiales o climas artificiales de invernadero. Hay semillas de valores humanos que para que florezcan ma\u00f1ana tienen que ser sembradas desde la m\u00e1s tierna infancia.
      \nSi permanecemos en la \u201ccultura de la inmediatez\u201d nos podremos encontrar con personas que \u201ccogen un berrinche\u201d como los ni\u00f1os peque\u00f1os ante la m\u00ednima contrariedad, o que \u201ctiran todo por la borda\u201d porque no les salieron las cosas seg\u00fan la agenda que ellos hab\u00edan previsto. As\u00ed hay hijos que comienzan muchas cosas, que \u201cpican en todas partes\u201d pero no se centran en nada\u2026 En cuanto advierten que algo cuesta o exige tiempo, abandonan y buscan otras salidas. Prefieren \u201cperder miserablemente el tiempo\u201d en no hacer nada que ocupar el tiempo en avanzar lentamente construyendo camino y futuro.
      \nLa educaci\u00f3n en la fe es un proceso lento porque no se trata de aprender cosas, sino de cambiar el coraz\u00f3n\u2026 En Marcos (9,19), Jes\u00fas pronuncia la expresi\u00f3n: \u00a1Hasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que soportaros!<\/em> Los cambios interiores se realizan paso a paso. Tan lentos que a veces uno se desanima o se llega a preguntar si la \u201ccosa\u201d avanza. A Jes\u00fas le pesa <\/em>el hecho de que la gente se quede en la superficie<\/em>. Quieren ver milagros, quieren ver cambios externos m\u00e1s que interrogarse por el cambio interno, por la fuerza<\/em> presente entre ellos que hace posible \u201clas maravillas de Dios\u201d. \u00a1Qu\u00e9 bonitos son los milagros con tal de que los milagros no me planteen preguntas personales! Esta \u201csuperficialidad\u201d con la que la \u201cgente\u201d se posiciona ante el reino de Dios es la que a Jes\u00fas le \u201cpesa\u201d y le hace exclamar: \u00a1Hasta cuando os tengo que soportar!<\/em>
      \nSin darse cuenta, muchos adultos educan con el riesgo de la inmediatez. Meten prisa a los peque\u00f1os y no respetan su ritmo de vida. \u201cNo s\u00e9 que os pasa a los adultos que siempre vais con prisas y met\u00e9is prisas a los ni\u00f1os; no vais a nuestro ritmo\u201d, dijo una vez una ni\u00f1a a su t\u00eda. Los adultos siguen sin caer en la cuenta de que \u201clas prisas no son buenas\u201d para nada que sea verdaderamente educativo y personalizador. Saber esperar m\u00e1s all\u00e1 de lo inmediato es una tarea pendiente y una asignatura que hay que poner en la formaci\u00f3n desde los primeros a\u00f1os.
      \n 
      \n2.6. A m\u00ed esto me hunde<\/strong>
      \n 
      \nTransmitimos \u201cestilo de vida adulta madura\u201d no s\u00f3lo con la acci\u00f3n educativa que realizamos en el otro, sino con la forma de vivir la propia vida ordinaria que visibilizamos. Hay adultos que viven los acontecimientos de la vida con un gran \u201cpeso\u201d que les lleva a ver todo en negativo, o a emplear expresiones como \u201ca m\u00ed esto me hunde\u201d, \u201cesto se hace insoportable\u201d, \u201ctodo me toca a m\u00ed\u201d, \u201cen casa ahora no hay quien viva\u201d. Se trata de eventos normales: las migra\u00f1as del hijo que no acaban los neur\u00f3logos de diagnosticar bien, la llegada del abuelo a la familia tras la muerte de la abuela para que no est\u00e9 solo, hecho que obliga a redistribuir el espacio y las costumbres habituales, las salidas familiares porque ya no son cuatro sino cinco los miembros del \u201cnuevo\u201d hogar, y nuevos los roces y problemas intergeneracionales\u2026 La vida de cada d\u00eda, sin querer, se convierte en un problema que hunde<\/em>, que aplasta, que s\u00f3lo sirve para quejas y lamentaciones. No se ve nada m\u00e1s que el lado pesimista de la vida, lo negativo
      \nCuando hablas con los hijos, te das cuenta enseguida de\u00a0 que \u201crespiran\u201d lo que viven en casa. Utilizan las frases de los adultos, argumentan con los argumentos negativos de los adultos\u2026 El estilo de vida de los adultos se les pega en lo m\u00e1s \u00edntimo del alma y lo reproducen.
      \n\u00bfCu\u00e1l es el riesgo? Una forma de situarse ante la realidad de manera negativa. Porque despu\u00e9s los hijos no s\u00f3lo son as\u00ed en el ambiente familiar, sino que en el ambiente familiar aprenden a afrontan de manera negativa la vida: el viaje para hacer estudios en el extranjero es, en primer lugar, un momento en que pueden ocurrir \u201ctodas las desgracias del mundo\u201d; si van al pueblo de vacaciones, se van a aburrir mucho porque all\u00ed no hay tales<\/em> cosas, amigos\u2026 Se vive comenzando siempre por ver lo negativo. Es tanto lo negativo que nos puede pasar, que uno acaba encerrado en casa, cruzado de brazos para que no suceda nada de eso que imaginamos que puede suceder. El final es que se termina encerrado, protegido, a la defensiva, sin arriesgar nada. Y esto s\u00ed es lo m\u00e1s negativo de todo.
      \nAquello de lo que se quiere huir, lo negativo, es lo que previamente se crea como atm\u00f3sfera en la que se vive. Intentar en este clima familiar anunciar una religi\u00f3n de \u00e9xodo, de seguimiento, de optar por Jes\u00fas sin tener de antemano todas las cartas en la mano, todas las garant\u00edas de lo que nos puede advenir\u2026 se hace imposible. Se vive tan protegidos ante lo imprevisible que s\u00f3lo se deja entrar en la propia vida aquello que dominamos y controlamos.
      \nEste riesgo lo corren no s\u00f3lo los padres en sus hogares. Tambi\u00e9n es una conducta de riesgo en determinadas maneras de acompa\u00f1ar o dirigir espiritualmente a las personas. No es que haya que lanzar a la gente a la aventura de una manera irracional. Pero la vida tiene algo de aventura, de riesgo, de improviso, de incontrolable\u2026 Querer controlar todo es una se\u00f1al de inconsistencia personal y de falta de autoestima. Con lo que somos, con las fuerzas que tenemos en las manos, lo ordinario es que podamos afrontar la vida de manera responsable y seria. Y no nos faltar\u00e1n las manos de los cercanos y amigos\u2026Ni por supuesto las de Dios.
      \nSi una cosa no da Yahv\u00e9 a Abrah\u00e1n es un \u201cmapa de camino y una meta segura\u201d\u2026 El creyente se pone en camino no por conocer bien el camino, sino por estar seguro de aquel que nos pone en camino, porque no nos faltar\u00e1 su presencia mientras dure la caminata. Si algo no tenemos escrito en el Evangelio es un itinerario detallado de seguimiento de Jes\u00fas. Pero no nos faltan los grandes carteles indicadores del camino: vivid confiados en el Padre, vivid como samaritanos, vivid queri\u00e9ndoos como hermanos\u2026 Ya est\u00e1. Lo dem\u00e1s cada uno lo tiene que realizar haciendo su propio camino sinti\u00e9ndose acompa\u00f1ado por el Acompa\u00f1ante de Ema\u00fas.
      \n 
      \n2.7. Lo importante es triunfar<\/strong>
      \n 
      \nLos padres dicen que quieren lo mejor para los hijos. Lo mejor, en el subconsciente de muchos, es triunfar, estar muy preparado, haber hecho muchas cosas (ingl\u00e9s, judo, guitarra, piscina, ballet\u2026) para tener muchos puntos y asegurar mejor el triunfo (puesto) en una sociedad competitiva e implacable. \u201cLo mejor para los hijos\u201d tiene un precio: hay ni\u00f1os que hacen tanto que no hacen lo que tienen que hacer a su edad: jugar, estar con sus padres, con los amigos, dormir determinadas horas\u2026 Al obrar as\u00ed, muchos adultos creen de buena fe que est\u00e1n haciendo lo mejor que pueden hacer por sus hijos, gastando el dinero en la mejor inversi\u00f3n posible: la preparaci\u00f3n (no digo educaci\u00f3n, sino preparaci\u00f3n) de los hijos para el futuro. Los padres est\u00e1n dispuestos a sacrificarse por los hijos f\u00e1cilmente. Son conscientes de la meta a la que ellos han llegado. Saben muy bien que la posibilidad de que sus hijos obtengan a metas altas exige preparaci\u00f3n. Quieren que sus hijos \u201csuperen el list\u00f3n\u201d que ellos alcanzaron, que se suele contabilizar en \u201clo que podr\u00e1n ganar\u201d cuando entren en el mundo laboral. Los consejos para elegir carrera, para buscar empleo suelen partir de unas referencias como: la salida que la carrera tiene en el mercado, el poder adquisitivo que ofrece.
      \nTodo este conjunto de elementos lleva muchas veces a dejar a un lado el punto de partida\u00a0 esencial para construir todo futuro personal: los gustos, las posibilidades, las habilidades de cada individuo.
      \nEl riesgo reside en encauzar a la persona por caminos que no son los suyos. La preparaci\u00f3n personal, las metas propuestas son elementos interesantes y buenos con tal de que no se violente la realidad que cada uno es, las cualidades que tiene, las capacidades de que est\u00e1 dotado. Marcar metas inalcanzables u orientar por los caminos que no son los verdaderos puede da\u00f1ar a la persona y obligarle a vivir haciendo algo que no les gusta o a tener que reiniciar de nuevo la marcha. No est\u00e1 fuera de lo real encontrar a padres que proyecten para sus hijos aquello que ellos no fueron capaces de alcanzar.
      \nMe sorprendi\u00f3 la interpretaci\u00f3n que escuch\u00e9 en un grupo: \u201cA algunos padres lo \u00fanico que les interesa de los hijos son las notas. Tienes buenas notas, eres bueno. Te premio. Tienes malas notas, eres malo. Te castigo: no sales, te quedas a estudiar, no te compro\u2026 Lo que est\u00e1 en juego, en el fondo, es que si no traen buenas notas, las vacaciones se nos pueden fastidiar\u2026 T\u00fa tienes que triunfar y sacar todo a la primera \u2018porque as\u00ed no nos estropeas los planes de vacaciones previstos y ya reservados\u2019. Un d\u00eda los hijos se dan cuenta del funcionamiento de sus padres y les da por hacernos \u2018la guerra\u2019. Comienzan a traernos malas notas de manera inesperada\u2026 Y nos tenemos que aguantar. Como cuando la \u2018hija maravillosa\u2019 de la que tan orgullosos est\u00e1bamos se presenta un d\u00eda diciendo que est\u00e1 embarazada. Para explicarnos algunas cosas que pasan es indispensable echar la mirada atr\u00e1s y analizar todo aquello que d\u00e1bamos por \u2018normal\u2019. El en fondo, no hay que descartar que haya hijos que hagan cosas \u2018impensables\u2019 para decirnos que les tomemos m\u00e1s en serio, que seamos menos ego\u00edstas, que pensemos m\u00e1s en ellos y menos en nuestros planes. Los hijos, a una determinada edad, saben d\u00f3nde nos duele y saben \u2018darnos donde nos duele\u2019\u201d.
      \nNo s\u00e9 la verdad que pueda tener esta lectura de las cosas\u2026 pero a m\u00ed me sorprendi\u00f3 cuando la escuch\u00e9 y fue cuando empec\u00e9 a ver\u00a0 aqu\u00ed \u201cun riesgo de determinadas\u201d maneras de educar\u2026
      \nCuando los disc\u00edpulos se pelean entre ellos por puestos y por triunfar, la \u00fanica propuesta de triunfo que Jes\u00fas ofrece es: \u201c\u00bfPod\u00e9is beber el c\u00e1liz que yo voy a beber?\u201d (Mc 10, 38), es decir, \u00bfest\u00e1is dispuestos a correr la suerte que yo voy a correr? Esa participaci\u00f3n en la \u201csuerte\u201d que Jes\u00fas arriesg\u00f3 y por la que apost\u00f3 es la \u00fanica que nos brinda. Es la misma que ofreci\u00f3 al joven que le ped\u00eda el secreto de ser mejor, pero cuando le propuso vender todo lo que ten\u00eda, se fue triste (Mc 10,21). No esta preparado para eso.
      \n 
      \n2.8. Con tal de que estudien y saquen el curso\u2026<\/strong>
      \n 
      \n\u201cLos nuevos se\u00f1oritos\u201d en el hogar de no pocas familias son los hijos que estudian. Hay un consenso t\u00e1cito generalmente admitido por muchos que se puede formular as\u00ed: \u201cT\u00fa deber ahora es estudiar; con tal de que estudies y lo lleves todo al d\u00eda ya cumples tu deber; las tareas de la casa ya las hacemos nosotros\u201d. En este marco de principio viven bastantes hijos en edad de estudio. El padre y\/o la madre se multiplican: atienden a las labores de la casa adem\u00e1s de realizar su trabajo profesional. No s\u00e9 si se dan cuenta de que se convierten en criados o siervos de sus hijos, siempre exigentes: \u201cMe tienes que hacer\u201d, \u201cNo me has hecho bien\u201d. \u201cMe recoges t\u00fa la ropa\u2026\u201d. \u201cTengo que estudiar\u201d se convierte en raz\u00f3n o en \u201cexcusa\u201d para no implicarse en las labores hogare\u00f1as. cuandollegan las vacaciones, est\u00e1n de vacaciones, como que no le suele ocurrir a la madre que siempre tiene que pensar en la plancha y en qu\u00e9 pongo de cena hoy. Contrasta esta manera de funcionar con la de aquellas personas que trabajan y estudian o trabajan para poder estudiar.
      \nSi nos ponemos a pensar en el riesgo que hay en este tipo de educaci\u00f3n tenemos que se\u00f1alar ese af\u00e1n de poner las cosas tan f\u00e1ciles que barremos del camino todas las piedras para que nada les estorbe, se centren en una sola cosa, no tropiecen y saquen adelante el curso. Probablemente la vida no ser\u00e1 despu\u00e9s as\u00ed. Llegar\u00e1n d\u00edas en que se amontone todo y no tengan, como nos pasa hoy a nosotros,\u00a0 suficientes manos como para llevar todo adelante. \u00bfNo ser\u00e1 mejor conjugar lo importante con peque\u00f1as tareas que habit\u00faen a los hijos a lo que es la vida\u00a0 real?
      \nCuando mi madre estaba enferma tuve que aprender el consejo del m\u00e9dico: \u201cAcost\u00fambrese a no hacerle nada que ella pueda hacer. Que lo haga a su ritmo, pero que lo haga\u201d. Era la mejor manera de quererla: no hacerle todo, ayudarle lo justo, echar una mano all\u00ed donde comenzaba su incapacidad. Lo que me resultaba dif\u00edcil no es que ella hiciera algo, sino que yo ten\u00eda que frenar mi ansiedad y que ten\u00eda que dar tiempo al otro y aceptar su ritmo. En mi interior me dec\u00eda: \u201cYo esto lo liquidaba en dos minutos\u201d. Pero no era cuesti\u00f3n de que las cosas se hicieran r\u00e1pidamente, sino de que la persona fuera ella misma, diera de s\u00ed lo que pudiera y no se acostumbrara a ser pasiva, a que todo lo recibiera hecho.
      \nNadie en la vida nos har\u00e1 el camino personal. Nadie podr\u00e1 creer por nosotros. Nadie podr\u00e1 decir nuestra palabra. Hay cosas que no se pueden delegar, que s\u00f3lo existir\u00e1n si las hacemos, si nuestras manos se implican. \u201cQue lo haga mi mam\u00e1\u201d, \u201cque responda mi mam\u00e1\u201d, \u201cque se ocupe de ello mi mam\u00e1\u201d, \u201ceso lo dejo y ya mi mam\u00e1 lo har\u00e1\u201d son expresiones de riesgo. Tomar la propia vida en las manos y responsabilizarse de ella con mimo y con atenci\u00f3n es algo que comienza en el hogar, en el cuidado, orden y limpieza de la habitaci\u00f3n y sigue por asumir peque\u00f1as encomiendas de la casa.
      \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

        \n
      1. A modo de conclusi\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nHe se\u00f1alado estos \u201criesgos menores\u201d como ejemplo de una educaci\u00f3n familiar que, por lo que sea, deja la puerta abierta a comportamientos que dejan mucho que desear. Ser adultos no significa autom\u00e1ticamente ser maduros.
        \nMuchos adultos est\u00e1n viviendo ellos mismos acontecimientos en sus vidas muy importantes que repercuten sin duda en la educaci\u00f3n que dan a sus hijos. Expresiones como \u201cque no les falta lo que a m\u00ed me falt\u00f3\u201d, \u201cque no pasen la necesidad que yo pas\u00e9\u201d, \u201cque tengan las posibilidades que yo no tuve\u201d, etc. pueden tener un gran deseo de mejora del entorno en el que crece y maduran los hijos. Pero no hay que descartar que tambi\u00e9n es posible que sean recuerdos que encaminen a los adultos a dar tantas facilidades que se caiga en lo facil\u00f3n y poco educativo.
        \nFinalmente quiero insistir en que en educaci\u00f3n no hay exactitud matem\u00e1tica. Recuerdo la intervenci\u00f3n de un joven en un foro de reflexi\u00f3n sobre la transmisi\u00f3n de la fe en la familia. Se insist\u00eda mucho en la necesidad del ejemplo y coherencia vividos en el hogar como humus en el que sembrar la semilla de la fe.\u00a0 En este contexto, intervino \u00e9l diciendo: \u201cSoy creyente. Estoy aqu\u00ed. Hago segundo de econ\u00f3micas. Mi padre, si pudiera, quemaba todas las iglesias. Mi madre no hace nada m\u00e1s que \u201cre\u00edrse\u201d de mis \u201cbeater\u00edas\u201d pregunt\u00e1ndome para qu\u00e9 me sirven. Este es mi contexto familiar, y aqu\u00ed estoy. Lo del Evangelio, no es el resultado de que todo sea \u201cperfectamente\u201d l\u00f3gico. El Evangelio es don.
        \nSin embargo, es nuestra obligaci\u00f3n reflexionar y preparar el terreno para que la semilla germine. Somos bien conscientes de que el incremento, la germinaci\u00f3n no depende de nosotros. Y sabemos tambi\u00e9n que la semilla sembrada en buena tierra puede ser comida por los p\u00e1jaros, sin que llegue a fructificar\u2026 Mientras tanto, como labradores en el campo del Se\u00f1or, nos esforzamos en hacer de la tierra que pisamos la mejor tierra para el Evangelio.<\/p>\n

        \u00c1LVARO GINEL<\/p>\n

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        \u00c1lvaro GINEL \u00c1lvaro Ginel es director de la revista CATEQUISTAS \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Existen en la vida de las personas unos \u201cgrandes riesgos\u201d, a los que todos los medios de comunicaci\u00f3n aluden (droga, delincuencia, alcohol, etc.), y tambi\u00e9n muchos \u201cpeque\u00f1os riesgos\u201d que suelen pasar desapercibidos y a los que, con frecuencia, no se les […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[142,1191,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8027"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8027"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8027\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8027"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8027"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8027"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}