{"id":8062,"date":"2007-07-01T00:00:19","date_gmt":"2007-06-30T22:00:19","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8062"},"modified":"2007-07-01T00:00:19","modified_gmt":"2007-06-30T22:00:19","slug":"el-cine-que-ven-los-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-cine-que-ven-los-jovenes\/","title":{"rendered":"EL CINE QUE VEN LOS J\u00d3VENES"},"content":{"rendered":"

Diez aproximaciones<\/h1>\n

Jes\u00fas Villegas<\/strong> es Profesor del colegio Mar\u00eda Auxiliadora de Vigo
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\n\u00bfQu\u00e9 cine ven los adolescentes y j\u00f3venes?,\u00a0 \u00bfnos dice algo de los j\u00f3venes a los educadores y agentes de pastoral el cine que ven?, \u00bfes posible reconocerlos en el cine que ven?, \u00bfqu\u00e9 pueden transmitirles a los j\u00f3venes las pel\u00edculas que ven? Estas son las preguntas que subyacen en este art\u00edculo, a las que el autor se enfrenta y nos lanza al mismo tiempo a educadores y agentes de pastoral.
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\nEl siguiente ensayo estudia nueve pel\u00edculas que cuentan con el benepl\u00e1cito de un p\u00fablico joven. La \u00faltima (Maria Antonieta) la traigo a colaci\u00f3n por otros motivos, como al final se comprender\u00e1. Para seleccionarlas me he limitado a encuestar a mis alumnos de 3\u00ba, 4\u00ba de la ESO y 1\u00ba de Bachillerato sobre sus preferencias cinematogr\u00e1ficas en los diferentes g\u00e9neros. Despu\u00e9s, sin prejuicios est\u00e9ticos, he revisado las pel\u00edculas m\u00e1s mencionadas. Luego, he reflexionado sobre cada una de ellas, sin perder de perspectiva estas dos preguntas: primera, \u00bfme dicen algo de los j\u00f3venes las pel\u00edculas que ellos ven? Segunda: \u00bfqu\u00e9 puede trasmitirles a los j\u00f3venes, queriendo o sin querer, cada pel\u00edcula?
\nComo resultado de mis devaneos mentales, he escrito unas l\u00edneas a prop\u00f3sito de cada realizaci\u00f3n. He procurado abordar con independencia cada t\u00edtulo y no relacionar mis observaciones para no articular un discurso en busca de analog\u00edas demasiado forzado. Prefiero que la tarea de comparar pel\u00edculas e ideas,\u00a0 atar cabos y extraer conclusiones la emprenda el lector inteligente.
\n\u00bfPara comprender este trabajo es necesario conocer las obras cinematogr\u00e1ficas citadas? Creo que no. Mis colaboraciones en esta revista arrancan de la premisa de que me dirijo a unos lectores cuyos intereses son pastorales, no necesariamente f\u00edlmicos. Por tanto, he redactado cada aproximaci\u00f3n de forma que los detalles narrativos esenciales est\u00e9n ya todos presentes sobre el papel. Si alguien se anima despu\u00e9s de la lectura a analizar estas obras, seguro que podr\u00e1 matizar, ampliar o corregir mis deducciones.
\nFinalmente, recuerdo que este n\u00famero de Misi\u00f3n Joven se aproxima a los nuevos espacios juveniles. El primer subt\u00edtulo que pens\u00e9 para mi art\u00edculo fue el de \u201cEspacios mentales\u201d y a ese territorio de la interioridad juvenil pretenden acercarse estas p\u00e1ginas. A ver si he sido capaz de llegar hasta all\u00ed.
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\n1. Una de superh\u00e9roes: Spiderman 3<\/strong>
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\nPeter Parker, alias Spiderman, es un muchacho que vive de alquiler en un cuchitril de pocos metros cuadrados en la ciudad de la opulencia, Nueva York. La puerta de su casa cierra y abre mal (luego descubriremos que los goznes que dan acceso a su\u00a0 mundo interior pueden chirriar del mismo modo). Se gana su dinero en un trabajo eventual, inestable y sacrificado, el de fot\u00f3grafo, gracias sobre todo a las instant\u00e1neas que le roba a su alter ego y que le mal paga un director de peri\u00f3dico con mucho de tiranuelo. Estudia ciencias con aplicaci\u00f3n, se peina con una raya que es pura geometr\u00eda del orden y se viste de chico formal incapaz de romper platos. Su sonrisa de trazo infantil revela que, m\u00e1s all\u00e1 de las circunstancias, se trata de una buena persona. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que es feliz con discreci\u00f3n: ama a una chica preciosa, comprensiva, delicada y es correspondido; su \u00fanica familia, su t\u00eda, lo mima, lo escucha, lo aconseja sin entrometerse, desde esa justa distancia y esa santa paciencia que hace posible el entendimiento. Y, sobre todo, en su yo privado e inaccesible,\u00a0 se sabe alguien distinto, especial, \u00fanico. Y esa convicci\u00f3n lo abriga ante la adversidad y vuelve el resto de circunstancias de su existir tesoros valiosos y entra\u00f1ables. En fin: Peter Parker es un joven burgu\u00e9s medio. No:Peter Parker es el joven burgu\u00e9s medio por antonomasia.
\nPero ya sabemos: la mayor batalla se libra por dentro. Ese es el lema de la tercera pel\u00edcula de la saga de Spiderman dirigida por Sam Raimi. Y el lema de cualquier joven. Y el lema debe ponerse en juego. As\u00ed quePeter Parker, alias Spiderman, adem\u00e1s de sus m\u00e1s, va a sacar a relucir sus menos. Los problemas surgen cuando nuestro amigo se ve obligado a lidiar con la contrariedad. Entonces aflorar\u00e1n sus sentimientos menos nobles. Por un momento, en un alarde de suficiencia, ha cre\u00eddo que el mundo giraba alrededor de \u00e9l, que la realidad era algo as\u00ed como el guante de sus dedos ar\u00e1cnidos; ha llegado a autoconvencerse, f\u00edjate qu\u00e9 estupidez, de que lo sabe todo, lo puede todo, lo controla absolutamente todo. Y, de repente, los acontecimientos, siempre tan cabezones, empiezan a sacarle las u\u00f1as. Su puesto de trabajo se ve amenazado por un rival insidioso y sin escr\u00fapulos; la relaci\u00f3n con su chica, cuando parec\u00eda viento en popa,\u00a0 comienza a tambalearse; los fantasmas de un pasado doloroso y mal digerido reaparecen; su mejor amigo regresa transformado en enemigo \u00edntimo\u2026
\nEl director se ha esforzado en someter a su superh\u00e9roe, Spiderman, a unas fuertes dosis de humana debilidad. Un meneo de\u00a0 juventud en su vertiente m\u00e1s insalubre lo acorrala y casi, casi lo acogota contra el suelo. A Spiderman empieza a dolerle Peter Parker. Fracaso,\u00a0 frustraci\u00f3n, celos,\u00a0 dudas, ira, culpa, deseos de venganza. El h\u00e9roe sale del armario de la infalibilidad e ingresa en los tormentosos vericuetos del conflicto. Ya no se trata dezurrarse la badana con el megavillano de turno, sino sobre todo de doblegar las miserias personales m\u00e1s b\u00e1sicas. Y madurar. Ha llegado la hora de elegir: triunfar sobre uno mismo o ennegrecerse el alma y sumirse en la m\u00e1s s\u00f3rdida calleja, la de la desesperaci\u00f3n. Y Peter Parker coquetea con el desastre: Peter Parker \u00a1se despeina! \u00a1Mira a las chicas con ojos de ara\u00f1a dispuesta a com\u00e9rselas a todas como moscas! Y, lo peor de todo, desata su ira, buscando en el da\u00f1o del otro el alivio al propio dolor.
\nAl final nuestro joven consigue arrancarse el traje negro, la versi\u00f3n perversa de s\u00ed mismo. El gesto simb\u00f3lico se produce en el campanario de una iglesia (curioso, s\u00ed; religioso, por qu\u00e9 no). En la pr\u00e1ctica, \u00bfc\u00f3mo supera esa monta\u00f1a de adversidad en la que se ha visto sumido?\u00a0 Respondiendo a la pregunta capital de los que caen en las emboscadas de la vida: \u00bfcu\u00e1l es el camino cuando se ha perdido la senda? Pues descartemos: la violencia no es el camino. El cinismo no es el camino. La autodestrucci\u00f3n, la claudicaci\u00f3n, el remordimiento incurable no son el camino. Su t\u00eda se lo dice, se lo dice a \u00e9l y\u00a0 a todos los j\u00f3venes del mundo que van a ver esta pel\u00edcula: debes empezar por el principio, perdon\u00e1ndote a ti mismo. Es decir, ac\u00e9ptate, reconoce tus l\u00edmites, querido joven, asume que no lo puedes todo, ni lo sabes todo, ni eres autosuficiente. Y que tienes derecho a equivocarte, a ser limitado, a tropezar. Y que no eres el centro del mundo y, sin embargo, eres \u00fanico en tu g\u00e9nero y vales la pena. El\u00edgete, elige lo bueno de ti, apuesta fuerte por lo mejor. Cuando te hayas perdonado, el resto se te dar\u00e1 por a\u00f1adidura.
\nLa pel\u00edcula termina con una oleada de perdones que salpica absolutamente a todos: h\u00e9roes, amigos, enemigos, amores, p\u00fablico en general. Y los efectos especiales, pasmosos, casi se olvidan en medio de tantos afectos esenciales.
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\n2. Una de miedo: Saw 3<\/strong>
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\nEl principio sobre el que se asienta la serie de pel\u00edculas de terror m\u00e1s exitosa de los \u00faltimos a\u00f1os puede mover a la perplejidad. El psic\u00f3pata de turno encierra a sus v\u00edctimas en s\u00f3tanos, habitaciones y reductos insanos y los amarra a un sofisticado dispositivo de tortura. Entonces les propone un juego: si quieren sobrevivir, deber\u00e1n liberarse del suplicio retorcido ideado por esta mente insana en un plazo limitado de tiempo. Hay un ligero problema: esta escapatoria siempre conlleva un dolor extremo, pues el castigado s\u00f3lo saldr\u00e1 del atolladero vivito y coleando si logra la llave que lo libera del arn\u00e9s mal\u00e9volo tras amputarse un pie, extirparse un ojo, arrancarse de cuajo piel y carne, sumergir en \u00e1cido una mano o dejar que sus dedos sean mutilados de un disparo, entre otras atrocidades la mar de ocurrentes.
\nPero, en todos estos casos,\u00a0 el cerebro que ha ingeniado estos s\u00e1dicos tormentos\u00a0 act\u00faa movido por un inter\u00e9s \u00e9tico y, m\u00e1s all\u00e1, dir\u00eda yo que religioso. Es una especie de \u00e1ngel del bien que persigue sus prop\u00f3sitos redentoristas de forma radical y un tanto sucia. Su fin es nobil\u00edsimo; sus medios, discutibles. Lo que pretende el alma caritativa es que los sujetos de sus jueguecitos, quienes en realidad deber\u00edan estarle agradecidos, alcancen la salvaci\u00f3n de sus pecados mediante el sufrimiento f\u00edsico.\u00a0 Todas sus v\u00edctimas han fracaso en alguna faceta de su vida y, por medio de este proceso de ascesis salvaje, se supone que pueden reconquistar la paz interior, la purificaci\u00f3n, la liberaci\u00f3n de las culpas. Eso s\u00ed, si no mueren en el intento de la m\u00e1s insoportable de las maneras. En sus admoniciones explicativas, este personaje siempre aparece con el rostro enmascarado y su discurso est\u00e1 investido de innegables matices, giros y expresiones de corte religioso para dar empaque teol\u00f3gico y profundidad a sus experimentos de sangre. As\u00ed mismo, sus instrumentos de tortura remiten a la iconograf\u00eda cristiana (cruces, formas de martirio extra\u00eddas del martirologio tradicional o artilugios de ascendencia inquisitorial, im\u00e1genes tomadas de la representaci\u00f3n art\u00edstica del infierno o del pecado a lo largo de la historia\u2026).
\nEn una sociedad laica como la nuestra, sorprende y pasma que el cine, la televisi\u00f3n, la literatura seempe\u00f1en en recurrir a argumentos, personajes, im\u00e1genes y conceptos religiosos para envolver sus productos de una cierta aura. Lo grave en estos casos es que la orientaci\u00f3n de estos discursos se apoya, o bien en lecturas sensacionalistas, esquinadas y rid\u00edculas de pasajes b\u00edblicos o de valores evang\u00e9licos, o bien en la selecci\u00f3n de las manifestaciones m\u00e1s controvertidas y discutibles de lo religioso. Por ejemplo, el v\u00ednculo entre sacrificio y salvaci\u00f3n, el proceso que va de la culpa a la redenci\u00f3n se traduce en Saw en alarde de brutalidad. Se vuelven (aterradoramente) f\u00edsicos procesos espirituales. Las met\u00e1foras, los s\u00edmbolos religiosos se representan en la pantalla como realidades y esta confusi\u00f3n de lenguajes, esta lectura literal de lo que est\u00e1 cifrado en su origen en im\u00e1genes literarias\u00a0 (expresiones de Jes\u00fas como cargar la cruz, cortarse una mano, llanto y chirriar de dientes o sacarse la viga del ojo aqu\u00ed revierten en crucifixiones, amputaciones, trepanaciones y evisceraciones de carne y hueso) al final acaba por ofrecer al p\u00fablico (j\u00f3venes, en su mayor\u00eda) una versi\u00f3n de lo religioso dantesca, neobarroca, t\u00e9trica y hostil, sin contrapunto positivo que aten\u00fae su efecto.
\nAlguien dir\u00e1: \u201cno es para tanto: se trata de un mero divertimento. Los muchachos y muchachas s\u00f3lo buscan sensaciones l\u00edmite, enfrentarse cara a cara con la muerte, el sufrimiento y la corporalidad para as\u00ed exorcizar miedos at\u00e1vicos. Sublimaci\u00f3n, en fin\u201d. S\u00ed, no lo dudo. Siempre ha existido esta atracci\u00f3n por el cuerpo desgarrado y el cine, generoso, la ha saciado con creces. Pero si en una sociedad laica como la nuestra, repito, s\u00f3lo alcanzan cierta resonancia en los medios los atisbos de lo religioso que se presentan en forma de ecos apocal\u00edpticos,\u00a0tramas ocultas, evangelios ap\u00f3crifos y gritos de horror (a parte de las declaraciones desacertadas, los comportamientos reprobables y las actitudes discutibles de ciertos y muy puntuales miembros de la Iglesia), estaremos condenando a nuestra juventud al desconocimiento m\u00e1s absoluto de \u00e1mbitos como lo misterioso, lo sagrado, lo espiritual, es decir, aquellos que en realidad definen el verdadero significado y el valor de lo religioso. Y Saw 3, en su aparente inocencia de producto para\u00a0 usar y tirar, aunque no lo parezca, apunta en esa misma direcci\u00f3n simplificadora. La frase \u201cJuguemos un juego\u201d que sirve de prefacio a cada nuevo y truculento desaf\u00edo del criminal de Saw resulta, as\u00ed, una descarada declaraci\u00f3n de intenciones: reduzcamos lo sacro a un juego, juguemos caprichosamente con las resonancias de lo religioso, llenemos con vagas \u00ednfulas trascendentales una sucesi\u00f3n de aberraciones y\u2026 Bueno, a ver qu\u00e9 pasa y cu\u00e1nto ganamos.
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\n3. Una comedia sentimental: Todas contra \u00e9l<\/strong>
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\nJohn Tucker, el protagonista de esta comedia de instituto, aglutina en su persona todos los atractivos que vuelven arrebatador a un adolescente (al menos a un adolescente de pel\u00edcula); es rico, guapo, musculoso, capit\u00e1n y m\u00e1xima estrella del equipo de baloncesto de su centro. Tiene, adem\u00e1s, labia, tablas y recursos innumerables para relacionarse, sobre todo con las chicas. Como consecuencia de todo este c\u00famulo de virtudes, se trata del chico m\u00e1s conocido, envidiado, admirado y deseado en varios kil\u00f3metros a la redonda. \u00c9l aprovecha sus cualidades para cumplir un prop\u00f3sito tan elevado como perturbador: pasarse por la piedra a cuantas compa\u00f1eras en edad de merecer se le pongan a tiro.
\nEn un determinado momento, nuestro amigo hace malabares para mantener tres novietas a la vez: la intelectual, la jefa de animadoras del equipo y la ecologista. Las tres est\u00e1n descritas as\u00ed, como tipos, sin otra entidad que el representar una faceta de lo femenino \u2013 ideal (versi\u00f3n adolescente, claro). Por supuesto, las tres est\u00e1n de muy buen ver, m\u00e1s all\u00e1 de sus idiosincrasias particulares y s\u00f3lo en apariencia opuestas. Por circunstancias que no vienen al caso, descubren la impostura, el juego a tres bandas de su pareja, y organizan una sucesi\u00f3n de artima\u00f1as para vengarse del causante de sus desdichas.
\nLa pel\u00edcula necesita, no obstante, de un quinto personaje. Es la narradora de la historia: la t\u00edpica, m\u00edtica y cl\u00e1sica chica invisible, cero a la izquierda y (s\u00f3lo en apariencia) patito feo que actuar\u00e1 de instrumento para materializar el plan de estas tres despechadas amantes. Puesto que estamos en el terreno de la comedia sentimental, el camino m\u00e1s fiable para acabar por minar la arrogancia y el prestigio de este inefable representante de la masculinidad ser\u00e1 el amor. Si consiguen que\u00a0 Tucker se enamore de quien en realidad s\u00f3lo busca burlarse habr\u00e1n visto satisfechas sus leg\u00edtimas ganas de devolver la afrenta.
\nLa pel\u00edcula reh\u00faye cualquier moralina y en esta honesta falta de intenciones nos dice m\u00e1s cosas de los deseos juveniles que cualquier otro producto con pretensiones aleccionadoras. Las sucesivas humillaciones por las que pasa John, en lugar de hundirlo, engrandecen su mito: le obligan a protagonizar a su pesar un anuncio sobre herpes genital y eso sirve para que sus compa\u00f1eros encuentre en \u00e9l un modelo de compromiso social; lo vuelven llorica, sensibl\u00f3n y blandengue a base de hormonas femeninas y las chicas (todas bien torneadas) hallan en este alarde de sensibilidad un nuevo atractivo irresistible; lo presentan en medio de toda la concurrencia desnudo y en tanga femenino, y esa prenda se pone de moda entre los jugadores de baloncesto por su comodidad y el\u00e1sticas prestaciones\u2026 Incluso cuando descubre que la chica de la que se ha enamorado (yo creo que s\u00f3lo un poco) pretend\u00eda en realidad darle una lecci\u00f3n y acaba confesando que ment\u00eda para ligar y que eso est\u00e1 muy feo, todos los varones presentes en la fiesta donde se produce el desenlace lo aplauden como a un h\u00e9roe por su\u00a0 habilidad y su falta de escr\u00fapulos para agenciarse a las \u201cpibas\u201d m\u00e1s apetitosas del instituto. Suma y sigue.
\nVale, vale. Es verdad que la protagonista-narradora acaba por aceptarse como es y renuncia a la falsa imagen de chica-guay que sus tres amigas han construido de ella para llevar adelante su plan. Cierto que acaba insinu\u00e1ndose una posible relaci\u00f3n entre esta y el hermano de John, joven del tipo \u201cpaso desapercibido \u2013 pero soy – inteligente \u2013 de buen fondo \u2013\u00a0 sensible – chachi y respetuoso con el ganado femenino\u201d. Pero todo, en suma, desprende un tufo a revista de chicos cachas para adolescentes (femenino plural)\u00a0 jadeantes que espanta.
\nAl final, dentro de la insustancialidad del producto, lo m\u00e1s alarmante se resume en esa adocenada visi\u00f3n de los roles femenino y masculinos que hemos insinuado: los chicos viven para ligar y las chicas quieren \u201calgo m\u00e1s\u201d, pero no le hacen ascos a la \u00e9tica del revolc\u00f3n. La pel\u00edcula se sostiene sobre un machismo insolente y consentido (las protagonistas se limitan a alfombrar con sus babas el paso de un semental en pantal\u00f3n de deporte y la \u201clucha\u201d liberadora en la que gastan tiempo e ingenio en realidad s\u00f3lo confirma esa sumisi\u00f3n); el endiosamiento absoluto del aspecto f\u00edsico no deja resquicios a la duda y, en fin, la supuesta distancia ir\u00f3nica con la que est\u00e1 todo contado, sin tomarse a la tremenda ninguna situaci\u00f3n y ning\u00fan valor, sin confirmar los t\u00f3picos pero tampoco desminti\u00e9ndolos (algo as\u00ed como \u201cLa belleza est\u00e9 en el interior\u2026, pero estar bueno o buena me gusta m\u00e1s\u201d) convierte esta pel\u00edcula en una radiograf\u00eda rotunda de cierta juventud de nuestro tiempo.
\n 
\n4. Una de fantas\u00eda: Eragon<\/strong>
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\nEragon responde paso por paso al esquema instaurado por la omnipresente y omn\u00edvora El se\u00f1or de los anillos: una tierra imaginaria e inh\u00f3spita, un tirano con aspiraciones megal\u00f3manas, un grupo de rebeldes dispuestos a salvar el mundo, criaturas fabulosas al servicio del bien o el mal, magia\u2026 El h\u00e9roe, como en aquel caso, es un joven que debe asumir con entereza una misi\u00f3n de a\u00fapa para la que ha sido elegido. Su aventura conllevar\u00e1, por supuesto, un proceso de maduraci\u00f3n simult\u00e1neo al despliegue de todas sus destrezas. Y grandes valores (amistad, sacrificio, valent\u00eda\u2026), y el dolor de las p\u00e9rdidas, y la tentaci\u00f3n del mal, y… No insisto: un conjunto de lugares comunes, una morfolog\u00eda que, de tan vista, corre el riesgo de acabar perdiendo su indudable eficacia simb\u00f3lica.
\nPero en Eragon, como en la conocida saga de novelas fant\u00e1sticas de Laura Gallego Memorias de Idhun, aparece una criatura tambi\u00e9n muy frecuente en este tipo de textos y cuyas connotaciones, ahora s\u00ed, me resultan atractivas y pertinentes al hablar de cine para j\u00f3venes. Me refiero al drag\u00f3n. La victoria sobre el mal, en este caso, est\u00e1 en las garras de la \u00faltima de estas quim\u00e9ricas bestias. Es su concurso el que marca la diferencia, el que posibilita la esperanza. La excepcionalidad de nuestro protagonista radica en su condici\u00f3n\u00a0 de jinete de dragones: en sus manos cae el \u00faltimo huevo existente de estos reptiles m\u00edticos y, a partir de ah\u00ed, se desencadena la odisea.
\n\u201cEl tiempo de los dragones volver\u00e1\u201d: as\u00ed se enuncia en esta pel\u00edcula la posibilidad de un mundo nuevo. Pero, \u00bfqu\u00e9 es el drag\u00f3n? Y, sobre todo, \u00bfqu\u00e9 simboliza? Repasemos las caracter\u00edsticas que se le atribuyen a esta criatura en el relato y extraigamos conclusiones.
\nAnte todo, los dragones son bestias magn\u00edficas: su anatom\u00eda prehist\u00f3rica, su ligaz\u00f3n al aire (que atraviesan) y al fuego (que lanzan) los conecta con los or\u00edgenes del universo y con sus esencias. Su enorme tama\u00f1o no est\u00e1 re\u00f1ido con el vuelo, su peso no les impide surcar el aire con ligereza ol\u00edmpica y bravura. Hay en ese contraste y en su propia condici\u00f3n de criatura casi extinta una singular fuerza po\u00e9tica y una maravilla que justifican por s\u00ed solos su atractivo.
\nEl drag\u00f3n remite, aunque parezca parad\u00f3jico, a lo femenino. Su voz, su car\u00e1cter, incluso sus gestos apuntan maneras maternales (la orfandad del protagonista se resolver\u00e1 mediante el encuentro con el mago-padre que lo alecciona y el amable prodigio \u2013 madre que lo lleva por el cielo).
\nEl drag\u00f3n est\u00e1 al servicio del hombre, en concreto, se debe al jinete que lo cabalga y al que est\u00e1 predestinado. S\u00f3lo nace en su presencia, se comunica telep\u00e1ticamente con \u00e9l, lo obedece en todo momento y, en un \u00faltimo gesto de simbiosis absoluta, muere en caso de que aquel muera. Jinete y drag\u00f3n forman uno, son una \u00fanica criatura de doble naturaleza. Centauros del aire, formas mixtas que se consagran a servir y proteger el mundo, en una misi\u00f3n b\u00e9lica que, en realidad, tiene mucho de ecol\u00f3gico, de \u00e9tico, de m\u00edtico.
\nVistos estos rasgos, adentr\u00e9monos en su sentido y, en conclusi\u00f3n, en la raz\u00f3n \u00faltima de que estos seres cautiven al p\u00fablico juvenil. El drag\u00f3n debe entenderse, por todo lo que hemos enunciado en el anterior p\u00e1rrafo, como una faceta del joven, como su desdoblamiento (su alter ego), la encarnaci\u00f3n de ciertos valores y anhelos privados. No cualquier anhelo o cualquier valor, sino los m\u00e1s granados, aquellos de los que el joven se enorgullece, los que le distinguen, fortalecen y alientan. El drag\u00f3n, en definitiva, representa la quintaesencia del joven, su propia juventud en su m\u00e1s estilizada expresi\u00f3n:
\n\u00b0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El vuelo, la naturaleza maravillosa, el gigantismo podemos asociarlos sin dificultad con la incandescencia de sus ideales, con el plano de lo so\u00f1ado: con la posibilidad de lo imposible, siempre latente en su conciencia,\u00a0en definitiva.
\n\u00b0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Su\u00a0 excepcionalidad, ese car\u00e1cter de animal ins\u00f3lito al borde de su desaparici\u00f3n nos remite al car\u00e1cter propio, a la conciencia de poseer una personalidad delicada y quebradiza, pero \u00fanica\u00a0 e intransferible.
\n\u00b0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Las maneras femeninas del drag\u00f3n no ocultan un estrecho v\u00ednculo, a\u00fan no roto, con lo infantil, con lo materno, con lo protector y afectivo, que\u00a0 amarra al joven al \u00e1mbito de los sentimientos y lo prepara para el pr\u00f3ximo surgimiento del amor.
\nPodr\u00edamos seguir exprimiendo este juego de correspondencias simb\u00f3licas, pero creo suficientemente demostrado que el drag\u00f3n, en el relato fant\u00e1stico en general y en esta obra en particular, se ofrece m\u00e1s como una forma de caracterizaci\u00f3n del joven y lo juvenil que como una invitaci\u00f3n a la evasi\u00f3n absoluta. \u201cEl drag\u00f3n soy yo\u201d, podr\u00eda exclamar cualquier adolescente inmerso en esta aventura, que no deja de ser una invitaci\u00f3n al autoconocimiento.
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\n5. Una de risa: Scary Movie 4<\/strong>
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\nLa serie de pel\u00edculas titulada Scary Movie parodia el cine de terror adolescente. Sin embargo, a medida que la saga ha ido aumentando de t\u00edtulos, pel\u00edculas de otros g\u00e9neros han sido sometidas a la deformaci\u00f3n par\u00f3dica por sus art\u00edfices. En esta \u00faltima entrega se versionan de forma c\u00f3mica escenas, situaciones y personajes de La guerra de los mundos, Saw, El bosque, La maldici\u00f3n, Brokeback Mountain, Million dollar baby, Fahrenheit 7\/11, entre otras que, seguro, se me han escapado.
\nLa parodia ha existido siempre (El Quijote, no lo olvidemos, es, entre otras muchas cosas, parodia de las novelas de caballer\u00eda). No obstante, el cine actual que se basa en este procedimiento c\u00f3mico se asienta en los principios que all\u00e1 por los a\u00f1os ochenta estableci\u00f3 la m\u00edtica Aterriza como puedas. A saber: hilo argumental tenue e insignificante; personajes planos y deshumanizados que son s\u00f3lo marionetas propulsoras de la risa; encadenado continuo, amontonamiento m\u00e1s bien de gags; predominio del humor visual\u00a0 sobre el verbal; recurrencia al absurdo, la gamberrada, el porrazo, lo escatol\u00f3gico y lo sexual como bases de la comicidad; tendencia a la exageraci\u00f3n y la caricatura, a la amplificaci\u00f3n, al subrayado; continuo juego de complicidades entre pel\u00edcula y espectador mediantecameos de personajes famosos, gui\u00f1os, citas cruzadas (referencia a otras pel\u00edculas de la serie, por ejemplo, o a programas de la televisi\u00f3n, o a otros papeles de los actores en otras pel\u00edculas); aceptaci\u00f3n impl\u00edcita del \u201ctodo vale, todo est\u00e1 permitido, cuanto m\u00e1s loco mejor\u201d, lo que conlleva que cualquier instituci\u00f3n, valor o situaci\u00f3n puede ser objeto de burla, sin que en el fondo sean puestos en tela de juicio sus fundamentos\u2026 De todo esto se deduce que nos encontramos ante un humor de brocha gorda, m\u00e1s o menos ingenioso seg\u00fan la inspiraci\u00f3n, pero, por lo general, f\u00e1cil (funciona mediante la sarta de efectos independientes, no gracias a la elaboraci\u00f3n de una trama compleja), chisporroteante en el mejor de los casos, pero vac\u00edo casi siempre. Su fuerza corrosiva, revolucionaria, es m\u00e1s aparente que real. Frente a la comedia cl\u00e1sica, que plantaba la sonrisa sobre un fondo cr\u00edtico y una determinada visi\u00f3n-comprensi\u00f3n de la realidad, la falta de sistema y el puro despiporre condenan este subg\u00e9nero a una intrascendencia que, al final, supone una renuncia al poder revulsivo del humor verdadero.
\n\u00bfQu\u00e9 se deduce de que los j\u00f3venes construyan su concepto de lo que es humor a partir de pel\u00edculas como\u00a0Scary movie 4, por ejemplo? En principio, todo lo anterior opera como una reducci\u00f3n de expectativas. Si humor es igual a Scary movie, quiz\u00e1s su sensibilidad acabe por volverse inmune a formas m\u00e1s elaboradas de relato y a v\u00edas m\u00e1s sutiles y profundas de acceso a la risa y, por tanto, de llegar al conocimiento: la iron\u00eda, la s\u00e1tira,\u00a0 el enredo c\u00f3mico, el sobreentendido, el juego verbal. Adem\u00e1s, cuando el humor no denuncia ni mira con ojo cr\u00edtico ni desenmascara ni refleja con ternura o acidez nuestras miserias, cuando el humor, en conclusi\u00f3n, se queda en la carcajada y no apunta m\u00e1s all\u00e1, estamos sancionando el imperio del chiste y la guasa, pero a la vez optamos por desposeer de inteligencia a nuestra sonrisa.
\nUn detalle final: en Scary Movie 4, el \u00ednclito y omnipresente\u00a0 Leslie Nielsen se convierte en Presidente de los Estados Unidos. Mientras est\u00e1 en una guarder\u00eda escuchando un cuento sobre un patito, le comunican que la humanidad est\u00e1 siendo exterminada por una invasi\u00f3n alien\u00edgena y, por tanto, debe tomar el mando. El Presidente dice a su interlocutor que espere un momento, que le interesa\u00a0 saber cu\u00e1l es el destino del palm\u00edpedo: total, unos cuantos miles de muertos m\u00e1s no son nada. En una sesi\u00f3n de las Naciones Unidas, el mismo personaje, que se dirige a la Asamblea General, demuestra desconocer el significado de las siglas UN, se dedica a hacer chistes sobre las distintas nacionalidades y religiones all\u00ed congregadas para,\u00a0 finalmente, acabar desnudo, como el resto de mandatarios, al apuntar por error un rayo desintegrador de ropa a s\u00ed mismo y a toda la concurrencia. Estosmomentos, de una mala leche preclara y l\u00facida, de un humor pol\u00edtico regocijante, conviven con porrazos incontables (balones, pelotas, pedruscos, rayos, mesas, piezas de autom\u00f3vil, puertas y un sinf\u00edn de objetos contundentes golpean sin descanso sobre la cabeza de unos y otros), erecciones del tama\u00f1o de un yunque por ingesti\u00f3n en cantidades industriales de Viagra, ventosidades p\u00fablicas y ruidos de sumidero g\u00e1strico de una ciega en pa\u00f1os menores que confunde una reuni\u00f3n de convecinos con su propio cuarto de ba\u00f1o, bromas a costa de la homosexualidad, imitaciones de Tom Cruise, peque\u00f1as intervenciones\u00a0 con gracejo de jugadores de baloncesto famosos o de personajes televisivos norteamericanos archiconocidos\u2026 En este batiburrillo de mercado persa, en este zapeo sin orden ni concierto por el mundo del cachondeo, todo, al final, es nada, todo se desintegra en su propia inanidad y la posible andanada de vitriolo se acaba transformando en meras cosquillas. \u00bfEs esto lo c\u00f3mico para nuestros j\u00f3venes? Quiz\u00e1s no, o no s\u00f3lo, pero puede que fundamentalmente s\u00ed.
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\n6. Una de acci\u00f3n: A todo gas 3<\/strong>
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\nLos dise\u00f1adores de este producto y de su parentela han debido esforzarse en justificar la cadena de carreras ilegales de autom\u00f3vil que componen el sustrato esencial, la raz\u00f3n de ser de la pel\u00edcula. No nos enga\u00f1emos: el espectador que paga por una historia as\u00ed\u00a0 no persigue otra cosa que cochazos, velocidad y competiciones de infarto. Todo ello aderezado con m\u00fasica pegadiza a la moda, chicas despampanantes y un protagonista con el que identificarse (\u00bfy al que emular sobre el asfalto?). Pero como todo esto, a palo seco, carecer\u00eda de entidad cinematogr\u00e1fica, la pel\u00edcula se empe\u00f1a en suministrar a su p\u00fablico un argumento para engrasar la funci\u00f3n. Adem\u00e1s, si sazonamos el guiso con unas dosis de supuesta filosof\u00eda dom\u00e9stica, parecer\u00e1 que tenemos algo que contar: rellenemos el fiambre con unas cuantas frases lapidarias insertas en dos o tres conversaciones con empaque y elevaremos un mero espect\u00e1culo a la condici\u00f3n de peque\u00f1o manual de lecciones sobre la vida.
\nSe tratar\u00eda de explicar, mediante este aderezo intelectual, por qu\u00e9 el personaje central de esta historia encuentra en la conducci\u00f3n temeraria y destrozona de autom\u00f3viles la salsa de su existencia. Los guionistas descargan su bater\u00eda de argumentos sobre nosotros a lo largo y ancho de la hora y media que dura el asunto. Puesto que el muchacho en cuesti\u00f3n, a sus diecisiete a\u00f1os, no es transportista ni se ve inmerso en ninguna trama policial o deportiva que explique el porqu\u00e9 de sus carreras, se necesita un trasfondo existencial a sus afanes. Los coches, la conducci\u00f3n, pues, han de venderse como met\u00e1foras de algo m\u00e1s profundo. No hablamos s\u00f3lo de abrasar gasolina: hablamos del sentido de la vida.
\nImaginemos un muchacho que vive con su madre divorciada y trabaja de mec\u00e1nico en un taller. No maneja pasta ni pertenece al cogollito de la sociedad, todo lo contrario: podemos considerarlo un marginado, un excluido. Si, adem\u00e1s, lo mandamos a Jap\u00f3n para intentar reformarlo, su condici\u00f3n de forastero, de desclasado quedar\u00e1 suficientemente subrayada. Imaginemos tambi\u00e9n que su padre es militar y nuestro amigo, como reacci\u00f3n a la obsesi\u00f3n de este por acatar las reglas, se las salta a la torera a cada paso. Tenemos el sustrato ideal para un futuro piloto rabioso.
\nPero avancemos. A la pregunta de por qu\u00e9 corre, nuestro amigo no contesta (esto pertenece al plano de las causas ocultas) espet\u00e1ndonos sus motivaciones de \u00edndole social o familiar, sino de una forma mucho m\u00e1s llana y sincera: \u201cCorro para demostrar que soy mejor que otro\u201d. En fin: corre para ganar y santas pascuas. Pura competitividad. \u201cCuando gano, me siento como nuevo\u201d, dice, con esa simpleza que lo caracteriza. Como esto pude parecer insustancial o insuficiente a un espectador exigente, debemos engrosar la lista de motivos con algunos de m\u00e1s calado. Entonces el protagonista conoce a un delincuente japon\u00e9s multimillonario que nos regala su propia respuesta a la cuesti\u00f3n existencial.
\n\u00c9l no corre por competir. En una escena tan expl\u00edcita como reveladora, expresa con un gesto sus porqu\u00e9s para vivir, o sea, correr. En medio de una calle con su cochazo de infarto comienza a derrapar alrededor de otro \u201cbuga\u201d de lujo. Derrapa y derrapa y derrapa hasta dibujar con sus llantas un c\u00edrculo perfecto de goma quemada. En el interior del autom\u00f3vil rodeado, dos mujeres de infarto contemplan ese alarde de gallito boquiabiertas, seducidas, y, al final de la exhibici\u00f3n, no dudan en entregar la tarjeta con su direcci\u00f3n y tel\u00e9fono al donju\u00e1n de los chasis y las guanteras. Que el autom\u00f3vil es una prolongaci\u00f3n del falo y un reclamo sexual no puede cuestionarse, as\u00ed que ah\u00ed tenemos otra raz\u00f3n de peso para jugarse el pescuezo al volante: una buena carrocer\u00eda en el doble sentido de la expresi\u00f3n.
\nA\u00fan hay m\u00e1s: saltarse las reglas, vulnerar el orden social, competir, alardear y seducir son buenas justificaciones para pisar el acelerador. Pero le falta poes\u00eda al discurso. En la escena m\u00e1s mona de la pel\u00edcula, vemos en una monta\u00f1a una hilera de autom\u00f3viles que descienden por su serpenteante trazado con delicados y suaves derrapes de tipo, digamos, danzar\u00edn. En uno de los autom\u00f3viles el protagonista escucha c\u00f3mo la chica de la pel\u00edcula le comenta que en la conducci\u00f3n uno siente que lo dem\u00e1s desaparece, que s\u00f3lo existe el momento, sin problemas, sin pasado ni futuro. Si: conducir tiene, pues, su lirismo, su belleza, su puntillo espiritual. Conducir es puro presente, en fin.
\nY eso es todo. Ahora met\u00e1monos en el caletre de un joven que asiste a la proyecci\u00f3n de A todo gas 3. \u00bfQu\u00e9 se lleva de todo esto? Desde luego, nadie pretende que las pel\u00edculas destilen fragancias de Kant o que propaguen universos \u00e9ticos complejos. Pero entre las sofisticadas profundidades del saber y la descarada ramploner\u00eda media el abismo de la inteligencia. Si correr es vivir, el ideal de vida que como de pasada perfila esta pel\u00edcula merece todo el cr\u00e9dito del mundo y nuestra m\u00e1s sincera atenci\u00f3n, no por su validez, sino por lo que tiene de temible: \u00bfy si alguien se lo cree? \u00bfY si en realidad muchos ya se lo est\u00e1n creyendo? Eso s\u00ed, al final se advierte que las escenas automovil\u00edsticas han sido rodadas por especialistas.
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\n7. Un musical: High School Musical<\/strong>
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\nEl musical ha sido siempre una espl\u00e9ndida bombona de ox\u00edgeno. Alegre, vibrante, id\u00edlico, pegadizo, en sus formas m\u00e1s ortodoxas se ha consagrado a fabricar sue\u00f1os amables y edificar ilusiones de reposter\u00eda. Su funci\u00f3n: descongestionar la mente de sus espectadores de problemas, suciedad y otras arideces propias de esa enfermedad llamada existencia. El musical apuesta por lo inveros\u00edmil desde el momento en que sus actores se arrancan por peteneras sobre la mesa de un restaurante, mientras pasean al perro o en medio de una discusi\u00f3n. No funciona el efecto realidad en este g\u00e9nero: uno sabe que todo es artificio, que el manjar est\u00e1 cocinado a base de edulcorantes, conservantes y dem\u00e1s productos de dise\u00f1o. Sin embargo, cuando su qu\u00edmica funciona, la plet\u00f3rica vitalidad de sus n\u00fameros nos contagia su humor, su energ\u00eda y una dicha no por enga\u00f1osa menos dulce.
\nHigy School Musical nace como producto de la factor\u00eda Disney para un p\u00fablico preadolescente. Y ha acabado por convertirse en una obra de culto entre ese sector de la poblaci\u00f3n, incluso un poco m\u00e1s arriba. Al fondo de su esquem\u00e1tico argumento uno reconoce los destellos de Grease, pasados por el tamiz de correcci\u00f3n y\u00a0 buenas maneras necesario para garantizar la calificaci\u00f3n de \u201capta para todos los p\u00fablicos\u201d. Pero, y aqu\u00ed centraremos nuestro comentario, a pesar de su descarada simpleza de pretensiones y de su f\u00e1cil moraleja, al fondo de todo su aparato cosm\u00e9tico uno reconoce un trasfondo de realidad no exento de valor.
\nLa historia es bien sencilla: chica del tipo cerebrito versus chico de la clase jugador de baloncesto. Se conocen en la fiesta de Nochevieja, canturreando en un karaoke (fuera, pues, de la rutina acad\u00e9mica y de sus respectivos roles: recu\u00e9rdese Grease). Luego, caprichos del azar, acaban en el mismo instituto. Los dos desean participar como pareja en el musical que organiza el centro. Sin embargo, los grupos a los que pertenecen y con los que se les identifica (el equipo de baloncesto, por un lado, y el club de decatl\u00f3n acad\u00e9mico, por otro) presionan todo lo que pueden para que ambos se vuelquen en aquello que los define, el cultivo del cuerpo o el reino de la inteligencia, abandonando ese peligroso capricho de probar nuevos caminos de realizaci\u00f3n personal. Como guinda del pastel, el padre de Troy Bolton, el muchacho, es su entrenador y, adem\u00e1s, un aut\u00e9ntico obseso del deporte de la canasta, lo cual motiva que someta al muchacho a un continuo y asfixiante lavado de cerebro.
\nAl final, el arte y la sensibilidad (en forma de espect\u00e1culo musical) mediaran hasta lograr que estrechen su mano intelecto y m\u00fasculo en una soluci\u00f3n integradora\u00a0 muy del gusto de todo el mundo. Y, sobre todo, se nos acabar\u00e1 proponiendo que no debemos conformarnos con corroborar la etiqueta que nos hemos o nos han impuesto, sino que tenemos la oportunidad de descubrir y explorar todas nuestras facetas. Carecemos de l\u00edmite, podemos probar diferentes formas de plenitud (no s\u00f3lo aquella que nos identifica con una u otra panda) y, con el apoyo de los dem\u00e1s, nuestra peculiaridad puede forjarse en riqueza y tesoro.
\nTodo rueda como la vaselina, todo encaja, todos se reconcilian y acaban cantando en el escenario en un cl\u00edmax el\u00e9ctrico. Ahora bien, si dirigimos la luminosidad de este f\u00e1cil cuento hacia las turbias sombras del presente, \u00bfqu\u00e9 ocurre? Frente al bulling, ante el fracaso escolar, contra la guerra en las aulas en sus m\u00e1s diversos frentes, esta f\u00e1bula americana nos remite a unas condiciones esenciales, a una especie de reglas para evitar que todos estos males (la realidad en su m\u00e1s feo ejercicio destructor) lleguen a producirse: escapar, por ejemplo, de los dictados tir\u00e1nicos del colectivo, de la presi\u00f3n del grupo (la pandilla, la tribu, el equipo), que obligan muy a menudo a enmascararse\/deshumanizarse\/anularse; multiplicar al m\u00e1ximo nuestros intereses y trabajar as\u00ed todas nuestras dimensiones (f\u00edsica, intelectual, social, art\u00edstica) para no acabar degenerando en esquejes de persona; aceptar que todos somos distintos y eso es lo que nos vuelve especiales, no enemigos; ser alguien completo, uno mismo en su pura y aut\u00e9ntica desnudez, mucho antes que un estereotipo y un c\u00famulo de prejuicios que cumplir\u2026
\nHigh school musical admite, pues, una lectura pedag\u00f3gica de cierto inter\u00e9s. Quiz\u00e1s est\u00e9 en nuestras manos reconducir a todos esos chicos y chicas que forman parte del club de fans de esta cinta hacia esos matices \u00e9ticos. Puede ser productivo reconstruir este castillo de la Cenicienta en medio de la m\u00e1s descarnada realidad. Es cierto que se trata de un limpio, candoroso y muy americano ejercicio de conformismo y buena voluntad. Pero, qui\u00e9n sabe, del mismo modo que el \u00faltimo asesino en masa de adolescentes en Estados Unidos actu\u00f3 inspirado por una pel\u00edcula coreana (Old boy) para ejecutar su masacre, bien pudiera ocurrir que alguno aprendiera a superar sus carencias gracias a esta otra.
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\n8. Una realista: Arena en los bolsillos<\/strong>
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\nCuatro adolescentes con dificultades, dos chicos y dos chicas: uno vive en un piso de menores hasta que su madre recupere su tutela y pueda atenderlo; otro, de origen rumano,\u00a0 est\u00e1 acogido en la misma instituci\u00f3n, mientras su progenitora sobrevive limpiando contenedores de basura y su padre permanece en la c\u00e1rcel; la primera ni\u00f1a pertenece a una familia estructurada, pero su padre se comporta de forma autoritaria y poco comprensiva con ella; la \u00faltima convive con su madre y trabaja con regularidad en el bar que esta regenta. Los cuatro est\u00e1n inmersos en existencias m\u00e1s o menos complicadas, con problemas que se agravan paulatinamente, sin demasiados horizontes ninguno de ellos.\u00a0 Grafitean, se fugan clases,\u00a0 fuman sus buenos \u201cporros\u201d, delinquen (el rumano colabora con una banda de ladrones de viviendas). Y un buen d\u00eda deciden huir hacia el mar con un coche robado. All\u00ed vivir\u00e1n los instantes m\u00e1s hermosos de sus vidas, consagrados a la amistad, al amor, a la confidencia, al juego. Al cabo de unas jornadas fuera del tiempo y del mundo, cuando todo el barrio se ha movilizado ante el posible secuestro de los menores, sus im\u00e1genes mientras intentan robar comida de un supermercado se divulgan, la polic\u00eda los localiza y se los lleva de regreso a sus hogares. En los \u00faltimos planos de la pel\u00edcula, en la secuencia que justifica el t\u00edtulo, los cuatro descubren en los bolsillos de sus prendas pu\u00f1aditos de arena que simbolizan esos momentos inolvidables, esa experiencia cat\u00e1rtica \u00fanica y compartida, ya para siempre a resguardo en el mejor rinc\u00f3n de la memoria.
\nContado as\u00ed el argumento, Arena en los bolsillos parece la cl\u00e1sica pel\u00edcula de adolescentes en huida. Cuatro rebeldes con causa, cuatro marginados, ante la falta de perspectivas, buscan la inmensidad del mar como s\u00edmbolo de liberaci\u00f3n, como forma intuitiva de protesta, como imposible conato de una vida mejor. Huyamos de la realidad, pues esta apesta, y construyamos una caba\u00f1a en medio de ning\u00fan sitio. Desmarqu\u00e9monos de los valores adultos, salt\u00e9monos las normas, so\u00f1emos con una id\u00edlica isla desierta donde vivir felices\u2026 El sur y el mar, en esto casos de fuga hacia la lejan\u00eda, siempre redundan en una experiencia de inmersi\u00f3n en las propias profundidades delautoconocimiento, adem\u00e1s de permitir un despliegue de sensaciones desconocidas y un encuentro con los semejantes de inusitada intensidad. \u00a1Qu\u00e9 bonito! Ya, s\u00ed, pero\u2026 Hay algo esencial que, en este caso, no funciona.
\nY no funciona esta historia\u00a0 porque la impostada dureza de estas cuatro existencias y la simpat\u00eda resultante con que el director contempla a estos seres tiene bastante de cuento chino. No me refiero a que la pel\u00edcula sea mala (que tambi\u00e9n), ni siquiera al previsible juego de situaciones, s\u00edmbolos y conflictos que manejan sus art\u00edfices con torpeza digna de mejor causa, sino al trasfondo, a lo que se est\u00e1 queriendo decir sin decirlo o cuando parece decirse lo contrario. Porque estos cuatro irresponsables sin medio dedo de frente, a pesar de sus pesares, por mucho que malvivan, manejan dinero y zapatillas de marca, se enfurecen porque les mandan colgar el tel\u00e9fono o llegar pronto a casa, aspiran a acumular pasta y disfrutar de un buen chalet en la costa, ignoran los sentimientos de los que les rodean y se comportan y conversan y sue\u00f1an en todo momento con una zafia y obscena superficialidad. Nada deautoconocimiento: pura autocomplacencia. Nada de profundizaci\u00f3n en las relaciones: mero compadreo irrelevante.\u00a0Los cuatro son adolescentes neocapitalistas del siglo XXI y pretenden reflejar, no a una juventud malherida y rabiosa, que busca sanar enfermedades del alma, sino a un buen grueso de la poblaci\u00f3n juvenil, con necesidades cubiertas, ombligos sobrepujados y ninguna expectativa.
\nEsta supuesta revoluci\u00f3n de los que se conformar\u00edan con un buen coche, con manejar m\u00e1s pelas y con que les dejaran en paz quienes les exigen y acompa\u00f1an, esta revoluci\u00f3n, digo, tiene m\u00e1s de chirigota que de verdadera revuelta. Recomiendo revisar Los amantes de la noche, Rebelde sin causa, Los cuatrocientos golpes, Rebeldes o El club de los cinco, por citar s\u00f3lo cinco t\u00edtulos cl\u00e1sicos, o la conmovedora y reciente Todo sobre Lily y comparar la desaz\u00f3n existencial que exhalan esos t\u00edtulos con el pijer\u00edo patoso de estos cuatro lebreles elementales que, seguro, se contentar\u00edan con participar en la siguiente edici\u00f3n de Gran Hermano. La simb\u00f3lica arena en los bolsillos que ellos se trajeron de su viaje ha degenerado en mi faltriquera en arena real: en esa arena real y molesta que uno debe sacar de sus zapatos antes de pasar de verdad al interior.
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\n9. Una de aventuras: Piratas del Caribe 2: El cofre del hombre muerto<\/strong>
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\n\u00bfQui\u00e9n es Jack Sparrow? Jack Sparrow, el singular pirata que encarna Johnny Deep en esta trilog\u00eda de pel\u00edculas de aventuras marinas, se ha erigido en uno de los personajes emblem\u00e1ticos de este principio de siglo. Podemos hablar, sin miedo a equivocarnos, de un icono, un s\u00edmbolo idolatrado por millones de seguidores de todo el mundo. Su hero\u00edsmo antih\u00e9roico puede, en esta \u00e9poca de desencanto y descreimiento, arrastrar a las masas hacia el \u00fanico paroxismo que hoy se conoce: el que se sacia en la compra de los mil y un productos que secundan el estreno de sus pel\u00edculas.
\nPero, \u00bfqui\u00e9n es Jack Sparow? El encanto de Jack Sparrow proviene de un conjuntado c\u00famulo de contradicciones. Su ego\u00edsmo no est\u00e1 re\u00f1ido con ciertos arranques de generosidad que brotan, muy a pesar suyo, de un alma siempre en trato con demonios, otras almas en pena y holandeses errantes. Es sucio en todos los sentidos, pero el desali\u00f1o impostado de su presencia, entre lo hippie y lo gitano, seduce como un pantal\u00f3n estudiadamente agujereado o una camiseta deste\u00f1ida de una marca comercial con renombre. Ajeno a otros sentimientos que no sean aquellos que llevan a buen puerto su pellejo, coquetea con la chica de la pel\u00edcula en un juego sin consecuencias amorosas posibles, pero lleno de tensi\u00f3n er\u00f3tica. Para \u00e9l, pirater\u00eda rima con marruller\u00eda, con maneras nada elegantes, deudas por saldar y criaturas infernales. No entiende de normas, rey o patria, aunque, como el de la canci\u00f3n, su barco sigue siendo su tesoro (\u201cLa perla negra\u201d); su dios, la libertad, etc., etc., etc.
\nS\u00ed, pero, \u00bfqui\u00e9n es Jack Sparrow? Demag\u00f3gico y enredoso de palabra y de obra, desenfadado hasta el descaro, mezcla en sus modos una aparente falta de coqueter\u00eda que redunda en dandismo y una gestualidad de personaje de dibujo animado, a veces decantada hacia lo bufonesco y, otras, en deuda directa con la pantomima de los grandes c\u00f3micos del cine mudo. Lo esencial: no tomarse nada en serio y menos que nada la muerte, el peligro o los c\u00f3digos sociales establecidos. Le importa un bledo la imagen que transmite (aunque, al final, su imagen funciona por lo que tiene de rabiosa y aplomada individualidad). Le da igual codearse con seres del averno, antrop\u00f3fagos a punto de devorarle o la marina inglesa en pleno: el desparpajo absoluto, la independencia a toda costa y el \u201cs\u00e1lvese quien pueda\u201d rigen su estrat\u00e9gica inteligencia de superviviente siempre a la deriva y nunca lo suficientemente escorado como para gritar pidiendo auxilio.
\nYa, pero, \u00bfqui\u00e9n es Jack Sparrow? La segunda entrega de esta serie tiene su punto culminante en ese momento en que Jack va a ser devorado por el kraken, el pulpo gigante que viene a cobrar la deuda no pagada a Davy Jones. Espada en mano, entre los tent\u00e1culos monstruosos de esta furia, encara su dentada boca sin temblar, sin soltar la empu\u00f1adura de su arma, con ganas de incordiar a la mism\u00edsima muerte a pecho descubierto. Cuando no se puede huir por en\u00e9sima vez, aun cabe el recurso a la bravuconada final.
\nEn la \u00faltima secuencia, un traidor, un mezquino como \u00e9l, capaz de vender a su propia sombra si fuera necesario, consigue que su tripulaci\u00f3n, su rival amoroso (Will Turner), la mujer a la que desea entre bromas y veras (Elizabeth Swann), incluso uno de sus enemigos (el Capit\u00e1n Barbosa) se comprometan a navegar hasta el fin del mundo para rescatar de las fauces del espanto a este noble mercenario de estirpe sarnosa. Un canalla adorable, en suma.
\n\u00bfQu\u00e9 ofrece, pues, Jack Sparrow?\u00a0 \u00bfDe d\u00f3nde su capacidad para concitar esa simpat\u00eda, sobre todo entre el p\u00fablico juvenil? \u00bfRomanticismo? \u00bfExistencialismo? \u00bfCinismo? \u00bfEsteticismo? \u00bfEgo\u00edsmo? \u00bf\u00c9tica blanda? Todo eso, s\u00ed, pero con una superficialidad de capita de purpurina. Ah\u00ed esta la clave: como la propia pel\u00edcula, una mezcla estudiad\u00edsima de cine de piratas, cinta rom\u00e1ntica, humorada, fantas\u00eda desbocada, terror submarino y ensalada mitol\u00f3gica, el personaje est\u00e1 construido a partir del eclecticismo, de la heterodoxia total: una ingente acumulaci\u00f3n de referencias ligeras, de rasgos caractereol\u00f3gicos nunca asumidos del todo fuera de su condici\u00f3n de pincelada acaban por componer un retrato sorprendente: el retrato m\u00e1s completo que nos ha dado el cine de lo que hoy somos y, sobre todo, de lo que hoy nos gustar\u00eda ser a casi todos. Adi\u00f3s al h\u00e9roe cl\u00e1sico. Jack Sparrow canaliza algunos de los valores de m\u00e1s alta cotizaci\u00f3n en nuestra \u00e9poca (falta de principios como principio, humor por encima de todo, convicciones livianas, independencia a toda costa, aceptaci\u00f3n del enga\u00f1o y de la traici\u00f3n como formas leg\u00edtimas de medrar, ausencia de escr\u00fapulos\u2026). Es, s\u00ed, una pose, una actitud ante el mundo: pero es la pose o la actitud ante el mundo que muchos anhelan.
\n\u00bfQue qui\u00e9n es Jack Sparrow? Respondamos por fin a la pregunta. Jack Sparrow es nuestro ideal humano: al caballero medieval, al cortesano renacentista, al corsario rom\u00e1ntico le ha suplantado esta criatura juguetona de las mil caras y de ninguna.
\nUn apunte final desazonante\u00a0 Piratas del Caribe es la primera pel\u00edcula inspirada en una atracci\u00f3n de un parque tem\u00e1tico. Jack Sparrow, en conclusi\u00f3n, no nace de un gui\u00f3n, una novela, un c\u00f3mic o la vida misma: surge de la escenograf\u00eda de cart\u00f3n piedra de un espect\u00e1culo infantil. Es, hijo, pues, de su tiempo y de una barraca de feria \u00bfEntonces qu\u00e9? \u00bfY nosotros?
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\n10. EP\u00cdLOGO: MARIA ANTONIETA<\/strong>
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\nLa \u00faltima pel\u00edcula de Sofia Coppola nos propon\u00eda una audaz idea: retratar a\u00a0 Maria Antonieta, no como a una figura hist\u00f3rica sin m\u00e1s, sino, ante todo, como a una adolescente. Si t\u00fa pones en manos de una cr\u00eda de origen aristocr\u00e1tico todo un reino y la encierras en una jaula dorada (Versalles, por ejemplo), donde, despu\u00e9s de superar los rigores del protocolo y la maledicencia,\u00a0 pueda dar rienda suelta a sus deseos, lo l\u00f3gico es que esta muchacha se regodee en un mundo de sensaciones sin fin y salte de fiesta en fiesta y de satisfacci\u00f3n inmediata en satisfacci\u00f3n inmediata, sin sospechar que, a sus espaldas, su universo pol\u00edtico, mental y moral (el Antiguo R\u00e9gimen) se desmorone sin remedio.
\nMaria Antonieta pretende en el reducido territorio de su palacio encontrar su lugar en el mundo. Vitalista y alegre, poco amiga de los formulismos aunque sometida a su cors\u00e9, se pasar\u00e1 media pel\u00edcula persiguiendo la siempre esquiva mariposa de la felicidad. S\u00f3lo dispone para ello de todos los lujos, de todos los medios materiales existentes, de todo el tiempo del mundo y de ninguna mala conciencia (palabras como miseria, igualdad o fraternidad todav\u00eda no forman parte del vocabulario de la \u00e9poca). Hija de emperadores, archiduquesa, esposa de Luis XVI y, por ello, reina a los 19 a\u00f1os, su encanto, su propensi\u00f3n a la alegr\u00eda, su entrega al Carpe diem sin ning\u00fan prejuicio est\u00e1n observados sin intenci\u00f3n cr\u00edtica. Maria Antonieta es producto de un tiempo concreto, de una clase social determinada, de una ideolog\u00eda y unos c\u00f3digos, y juzgar su comportamiento como algo inmoral, reprobable o escandaloso ser\u00eda convertir en panfleto y denuncia una pel\u00edcula que s\u00f3lo pretende observar, comprender a un ser humano en el ejercicio de su m\u00e1s profunda intimidad.
\nPero Sofia Coppola apuesta por algo m\u00e1s con valent\u00eda. \u00bfY si estudio a Maria Antonieta como a una adolescente en unas circunstancias, un momento y un pa\u00eds concreto, pero me atrevo a insinuar tambi\u00e9n, con sutileza y descaro a la vez, que\u00a0 los adolescentes actuales son un poco, son bastante, son totalmente como Maria Antonieta? Por su geograf\u00eda mental, por su rechazo de los formulismos sociales, por su decidida persecuci\u00f3n del placer y la felicidad sensual, por su opulencia satisfecha, por su visi\u00f3n l\u00fadica e insustancial de la vida, por su facilidad para vivir en exclusiva en sus peque\u00f1os reductos privados, de espaldas al mundo, por su desconocimiento de otros valores que los de cambio, por su tendencia a resolver la frustraci\u00f3n gastando, por su desconcierto\u2026 Que Maria Antonieta fuera como fue inspira incluso simpat\u00eda (una simpat\u00eda distante, relativa); que los adolescentes de hoy en d\u00eda sean \u201cMar\u00edas Antonietas\u201d de la vida en toda su extensi\u00f3n puede inquietarnos. La directora de las magn\u00edficas Lost in traslation y Las v\u00edrgenes suicidas plantea esta posibilidad con la misma y desapasionada neutralidad, con igual inocencia y admiraci\u00f3n\u00a0 con que persigue por Le Petit y Le Grand Palais\u00a0 a la que pronto ser\u00e1 decapitada. Aqu\u00ed ya s\u00ed soy yo, si somos nosotros los que podemos enarbolar nuestro propio c\u00f3digo de valores e interrogarnos: \u00bfm\u00e1s all\u00e1 de las zozobras, sentimientos, inquietudes \u00edntimas y deseos propios del momento evolutivo, es admisible que una generaci\u00f3n inconsciente de remedos de arist\u00f3crata se ense\u00f1oree del mundo? \u00bfSon as\u00ed, de verdad, nuestros j\u00f3venes, o estamos s\u00f3lo ante una pel\u00edcula? Y si son as\u00ed, \u00bfentonces qu\u00e9?
\nY con esta pregunta, aplicada al resto de pel\u00edculas a las que nos hemos aproximado, podemos cerrar este trabajo. \u00bfLo que muestran las pel\u00edculas que ellos prefieren carece de relevancia o nos ayuda a entenderlos? \u00bfEs posible reconocer a nuestros j\u00f3venes en el cine que ven? \u00bfJ\u00f3venes-Maria Antonieta? \u00bfJ\u00f3venes- Spiderman o j\u00f3venes- Jack Sparrow? \u00bfHay algo de drag\u00f3n en sus almas? \u00bfSu humor, su religiosidad, su concepci\u00f3n de la vida, de los roles sexuales, de la rebeld\u00eda se refleja en las pel\u00edculas? \u00bfSe inspira en ellas? Desconozco las respuestas. Y no puedo hacer otra cosa que interrogarme.<\/p>\n

JES\u00daS VILLEGAS<\/p>\n

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Diez aproximaciones Jes\u00fas Villegas es Profesor del colegio Mar\u00eda Auxiliadora de Vigo   S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO \u00bfQu\u00e9 cine ven los adolescentes y j\u00f3venes?,\u00a0 \u00bfnos dice algo de los j\u00f3venes a los educadores y agentes de pastoral el cine que ven?, \u00bfes posible reconocerlos en el cine que ven?, \u00bfqu\u00e9 pueden transmitirles a los j\u00f3venes las […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[1156,66,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8062"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8062"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8062\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8062"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8062"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8062"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}