{"id":8081,"date":"2007-06-01T00:00:11","date_gmt":"2007-05-31T22:00:11","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8081"},"modified":"2007-06-01T00:00:11","modified_gmt":"2007-05-31T22:00:11","slug":"vicios-y-virtudes-del-relativismo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/vicios-y-virtudes-del-relativismo\/","title":{"rendered":"Vicios y virtudes del relativismo"},"content":{"rendered":"
Miguel Rubio<\/strong> (ISCM \u2013 Madrid) \u00bfQu\u00e9 es el relativismo? Como sucede con otros conceptos actualmente en circulaci\u00f3n para plasmar la idiosincrasia del momento presente, tambi\u00e9n \u00e9ste se encuentra inmerso en una cierta nebulosa dial\u00e9ctica y conceptual. El relativismo corre el peligro de convertirse, as\u00ed, en un concepto-tapadera, en una especie de refugio brumoso para denostaciones o magnificaciones del signo m\u00e1s diverso. \u00abTodo es relativo\u00bb, decimos a veces, cuando nos vemos confrontados con franjas de verdad o vida que nos desbordan y no sabemos o no queremos afrontar en su verdadera realidad. Creo conveniente, por lo mismo, ajustar de comienzo su sentido.<\/p>\n Desde el punto de vista etimol\u00f3gico<\/em>, el t\u00e9rmino \u00abrelativismo\u00bb procede del lat\u00edn relat<\/em>\u012bvus<\/em> (relativo). Y \u00abrelativo\u00bb, seg\u00fan el Diccionario de <\/em>la Real Academia Espa\u00f1ola<\/em> (RAE), significa \u2013retomo s\u00f3lo las acepciones que hacen a nuestro caso\u2013: \u00aba) Que guarda relaci\u00f3n con alguien o con algo; b) Que no es absoluto\u00bb. De ese modo, la ling\u00fc\u00edstica cede el testigo a la filosof\u00eda. El relativismo entra pronto en la historia de la filosof\u00eda occidental. Entre los fundadores aparece la figura del sofista Prot\u00e1goras (s. V a. C.). Y se cita al respecto su m\u00e1xima: \u00abEl hombre es la medida de todas las cosas\u00bb. La atribuci\u00f3n de una principalidad tan omn\u00edmoda al ser humano deviene pronto y se afianza con el correr de los tiempos como una de las fuentes m\u00e1s ricas y sugestivas del pensamiento. De ella se hace derivar tambi\u00e9n la ra\u00edz primigenia del relativismo. Erigido el hombre en \u00abmedida\u00bb suprema, todas las dem\u00e1s realidades pasan a ser relativas: relativizadas desde \u00e9l y por \u00e9l, medidas y mediadas por el epicentro humano. A partir de aqu\u00ed se despliega todo un abanico de interpretaciones y aplicaciones del relativismo filos\u00f3fico. En este terreno, y no obstante las obvias disparidades ideol\u00f3gicas de cada corriente o escuela, el relativismo cristaliza fundamentalmente en el doble \u00e1mbito ya apuntado \u2013la epistemolog\u00eda<\/em> y la \u00e9tica<\/em>\u2013, aunque en su \u00faltima evoluci\u00f3n emerge, como cu\u00f1a entre esas dos manifestaciones, una intermedia: la cultura<\/em>. Tresson, pues, las expresiones matriciales de relativismo: Los postulados te\u00f3ricos del relativismo filos\u00f3fico se traducen y aplican pragm\u00e1ticamente en el \u00e1mbito de la cultura. El<\/em> relativismo cultural <\/em>canaliza su comprensi\u00f3n y valoraci\u00f3n de la realidad concreta desde la \u00abperspectiva socio-cultural\u00bb. Defiende la validez de todo sistema socio-cultural. Todos los sistemas son ricos en s\u00ed, pero relativos. Por consiguiente, no se les puede valorar desde par\u00e1metros externos a ellos mismos, ni siquiera en nombre de una perspectiva supuestamente universal, que en definitiva asume par\u00e1metros de \u00abuna perspectiva ajena\u00bb, pretendidamente superior y absoluta (la cristiana, la occidental…). Adem\u00e1s de una corriente filos\u00f3fica epistemol\u00f3gica y de una manera de contemplar la realidad desde la perspectiva socio-cultural, el relativismo implica una \u00abactitud\u00bb \u00e9tica ante ella. En concreto, seg\u00fan el relativismo moral no existen valores absolutos ni cabe afirmar que algo sea bueno o malo por s\u00ed mismo o de manera absoluta; la bondad o maldad de las cosas depende de la valoraci\u00f3n del sujeto, tambi\u00e9n condicionado por diversas situaciones circunstanciales, que en cada lugar y momento dictan los criterios e intereses de valoraci\u00f3n. Por lo mismo, el relativismo moral<\/em> entiende la moral como conjunto de usos y costumbres, cuya validez depende de cada individuo, o incluso de sus propios intereses, en un espacio o tiempo concreto<\/em>s<\/em>. Nos interesa particularmente el relativismo moral<\/em>. Para adentrarnos por \u00e9l, creo conveniente explanar algunas de las afirmaciones que vengo realizando. Como por ejemplo: Ser\u00eda una forma de relativismo pr\u00e1ctico sustentante<\/em>; el primero en orden a la explicaci\u00f3n del origen y la retroalimentaci\u00f3n del relativismo moral hoy imperante. Podr\u00edamos definirle como aqu\u00e9l que constata el pluralismo \u00e9tico existente dentro de un mismo \u00e1mbito socio-cultural y, sobre todo, entre sociedades y culturas distintas. En efecto, comparados los comportamientos morales com\u00fanmente aceptados (\u00abnormalizados\u00bb) e incluso los sistemas \u00e9ticos por los que se rige cada una de ellas \u2013muchas veces divergentes entre s\u00ed\u2013, se evidencia la multiplicidad y diversidad f\u00e1cticas de moralidades vigentes en la sociedad actual.<\/p>\n Ser\u00eda la modalidad de relativismo te\u00f3rico-pr\u00e1ctico imperante<\/em>; el que realmente dar\u00eda explicaci\u00f3n del ethosgeneralizado en muchos de nuestros coet\u00e1neos. \u00abPor relativismo \u00e9tico-normativo se entiende la posibilidad de fundar juicios morales diversificados sobre una misma acci\u00f3n, o el mismo juicio moral sobre acciones divergentes\u00bb[4]<\/a>. Su definici\u00f3n parte de la negaci\u00f3n de la existencia de normas morales con validez universal para regir el comportamiento humano. Argumenta en base al relativismo \u00e9tico descriptivo: la constataci\u00f3n f\u00e1ctica de respuestas morales distintas a hechos m\u00e1s o menos iguales le lleva a la justificaci\u00f3n te\u00f3rica de las m\u00faltiples morales existentes. Del pluralismo \u00e9tico como fen\u00f3meno innegable se pasa a la fundamentaci\u00f3n del relativismo normativo, a la justificaci\u00f3n de la diversidad de normas morales relativas, de m\u00faltiples fundamentos del juicio moral, de diversos sistemas normativos divergentes entre s\u00ed.<\/p>\n Ser\u00eda la \u00faltima expresi\u00f3n de relativismo te\u00f3rico sustentante<\/em>; el m\u00e1s te\u00f3rico en su formulaci\u00f3n y el m\u00e1s radical en su planteamiento. Se define como aqu\u00e9l relativismo extremo que rechaza incluso la posibilidad de fundamentar normas morales y de formular cualquier tipo de juicio moral sobre las acciones que se realizan. Se diferencia, pues, del relativismo \u00e9tico normativo (que no excluye la posibilidad de pronunciar juicios morales relativos para acciones concretas y en situaciones determinadas), por su pretensi\u00f3n \u00abmeta-\u00e9tica\u00bb (intenta fundamentar el relativismo en la imposibilidad de formular juicios morales) y por su radicalismo (imposibilita no s\u00f3lo la universalizaci\u00f3n de juicios morales, sino su misma existencia). Fue el fil\u00f3sofo brit\u00e1nico G. E. Moore quien comenz\u00f3 a denunciarla (Principia Ethica<\/em>, 1903). Consiste en el error l\u00f3gico de planteamientos que pretenden deducir principios \u00e9ticos (justificaciones, conclusiones…) a partir de datos, que s\u00f3lo contienen informaci\u00f3n sobre hechos meramente dados (lo natural, lo que sucede, lo agradable, lo deseado…). La argumentaci\u00f3n podr\u00eda simplificarse as\u00ed: \u00abbueno\u00bb es lo que ocurre \u00abnaturalmente\u00bb; o: lo natural es intr\u00ednsecamente bueno e, inversamente, lo artificial es malo. Y trasladado al relativismo moral-normativo: dado que existen muchas morales, hay que admitir que existen muchas fundamentaciones del juicio moral. Para ser verdaderamente moral, el juicio que lo justifica ha de tener validez universal. Por lo mismo, resulta contradictorio sostener que se den actos morales, v\u00e1lidos s\u00f3lo para algunos sujetos y en aquellas circunstancias en que se llevan a cabo. Y eso es lo que postula el relativismo moral-normativo, para el que los actos de un individuo est\u00e1n sujetos a moralidad, pero \u00e9sta no puede aplicarse a otros sujetos en circunstancias similares de otra \u00e9poca cultural o de otra \u00e1rea geogr\u00e1fica. Como ya he se\u00f1alado, el principal debate sobre el relativismo moral actual se establece primordialmente en el terreno de la praxis y s\u00f3lo restringidamente a nivel te\u00f3rico. Por supuesto, la reflexi\u00f3n filos\u00f3fico-teol\u00f3gica actual se ocupa prolijamente de su problem\u00e1tica. Y cabe, adem\u00e1s, que otras personas ajenas a ese c\u00edrculo restringido adopten sus postulados como ense\u00f1a normativa de su comportamiento moral y hasta que eventualmente apelen a una fundamentaci\u00f3n meta-\u00e9tica del mismo. Por lo com\u00fan, sin embargo, el relativismo impera m\u00e1s bien como actitud bastante generalizada que, en sinton\u00eda con el \u00abpluralismo moral\u00bb envolvente, es relativista m\u00e1s por \u00abemoci\u00f3n\u00bb que por convicci\u00f3n. Encaramos con ello el \u00faltimo referente del relativismo moral actual. Ante panoramas como el que antecede, no es de extra\u00f1ar que el relativismo moral tenga mala prensa y muchos detractores, particularmente en el \u00e1mbito eclesi\u00e1stico y teol\u00f3gico. Comenta al respecto M. Vidal: \u00abSe constata que, sin desentenderse de la amenaza del fundamentalismo, es el relativismo al que se considera como el gran peligro. Esta afirmaci\u00f3n es tanto m\u00e1s objetiva cuanto m\u00e1s ‘oficialista’ y m\u00e1s ‘moralista’ tiende a ser el discurso. […]. En el momento actual la palabra-s\u00edmbolo que expresa la mayor amenaza a la formulaci\u00f3n y a la pr\u00e1ctica de los valores morales cristianos es la del relativismo, concepto que viene ofrecido dentro de una expresi\u00f3n de significaci\u00f3n categ\u00f3rica: la dictadura del relativismo<\/em>\u00ab[6]<\/a>. El relativismo no es un fen\u00f3meno aislado. Tampoco en su vertiente moral. Forma parte de una concatenaci\u00f3n de fen\u00f3menos, que han ido configurando a la sociedad occidental hasta confluir en el momento actual: secularizaci\u00f3n \/ desacralizaci\u00f3n, pluralismo, democracia, reconocimiento de los Derechos Humanos, tolerancia, multiculturalismo… \u00bfC\u00f3mo encajar, sin capacidad para relativizar, piezas tan multiformes en un puzzle tan colosal? MIGUEL RUBIO<\/p>\n Miguel Rubio (ISCM \u2013 Madrid) S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El art\u00edculo hace un an\u00e1lisis detenido del significado y sentido del relativismo (en su concepci\u00f3n lingu\u00edstica, filos\u00f3fica y moral), centr\u00e1ndose especialmente en el panorama del actual relativismo moral para intentar responder, sobre todo, a dos grandes preocupaciones: la posible articulaci\u00f3n de un di\u00e1logo \u00e9tico coherente que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1142,1143,94],"tags":[],"class_list":["post-8081","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-365","category-miguel-rubio","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8081"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8081"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8081\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8081"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8081"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8081"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo hace un an\u00e1lisis detenido del significado y sentido del relativismo (en su concepci\u00f3n lingu\u00edstica, filos\u00f3fica y moral), centr\u00e1ndose especialmente en el panorama del actual relativismo moral para intentar responder, sobre todo, a dos grandes preocupaciones: la posible articulaci\u00f3n de un di\u00e1logo \u00e9tico coherente que no ignore el relativismo ni a la sociedad que lo sustenta y la activaci\u00f3n de un ethos<\/em> plausible, que pueda presentarse como alternativa tanto al relativismo como al fundamentalismo.
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\n\u00bfQu\u00e9 significa que nuestra sociedad vive bajo \u00abla dictadura del relativismo\u00bb<\/em>? En la homil\u00eda de la misa previa al c\u00f3nclave (18.04.05), en el que luego saldr\u00eda elegido Papa Benedicto XVI, el todav\u00eda cardenal Ratzinger lo formulaba as\u00ed: \u00abSe va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como \u00faltima medida s\u00f3lo el propio yo y sus ganas\u00bb[1]<\/a>. La frase tuvo fortuna medi\u00e1tica. Y cre\u00f3 controversia. \u00bfRefleja esta sentencia atinadamente el derrotero de la sociedad actual? Y, previamente, \u00bfa qu\u00e9 nos referimos propiamente cuando hablamos del relativismo? No deseo ni me puedo permitir, dadas las caracter\u00edsticas de este art\u00edculo, presentar siquiera un esbozo del complejo mapa filos\u00f3fico-\u00e9tico-socio-cultural por el que se expanden sus significados. Mucho menos, abordar la multidimensional idiosincrasia de la sociedad actual. Con todo, limit\u00e1ndome al relativismo, s\u00ed creo necesario ordenar brevemente algunos conceptos para encauzar adecuadamente nuestro tema.
\n <\/em><\/p>\n\n
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\nDe la etimolog\u00eda se desprenden ya dos connotaciones importantes para fijar el significado primigenio de relativismo. 1) \u00abRelativo\u00bb \/ \u00abrelativista\u00bb tiene que ver con \u00abrelaci\u00f3n\u00bb (RAE: \u00abconexi\u00f3n, correspondencia de algo con otra cosa\u00bb). 2) \u00abRelativo\u00bb \/ \u00abrelativista\u00bb se contrapone a \u00ababsoluto\u00bb.
\nDesde el punto de vista conceptual<\/em>, la RAE propone una doble definici\u00f3n de relativismo, que asigna al campo de la filosof\u00eda y pone en juego las dos connotaciones apuntadas. \u00abRelativismo<\/strong>: a) Fil.<\/em> Doctrina seg\u00fan la cual el conocimiento humano s\u00f3lo tiene por objeto relaciones, sin llegar nunca al de lo absoluto. b) Fil.<\/em> Doctrina seg\u00fan la cual la realidad carece de sustrato permanente y consiste en la relaci\u00f3n de los fen\u00f3menos\u00bb. Y entre las acepciones que destaca de \u00abrelativo\u00bb frente a absoluto enumera la de \u00abValor relativo<\/strong>: a) Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite. b) […]. c) Alcance de la significaci\u00f3n o importancia de una cosa, acci\u00f3n, palabra o frase\u00bb.
\nDe lo cual se infiere otra connotaci\u00f3n, tambi\u00e9n relevante para precisar el concepto de relativismo: 3) \u00c9ste se aplica primordialmente al campo de la \u00abverdad\u00bb (a la posibilidad de su conocimiento) y al de la \u00ab\u00e9tica\u00bb (al orden de los valores).<\/p>\n\n
\n– Relativismo como \u00abteor\u00eda epistemol\u00f3gica\u00bb
\n– Relativismo como \u00abperspectiva socio-cultural\u00bb
\n– Relativismo como \u00abactitud moral\u00bb.
\n <\/em>Como matriciales, los elementos \u00abepistemolog\u00eda\u00bb, \u00abcultura\u00bb y \u00ab\u00e9tica\u00bb quedan implicados de una u otra manera en todo relativismo. Sin embargo, cuando se habla del relativismo filos\u00f3fico<\/em> propiamente dicho<\/em>, prima poderosamente la faceta epistemol\u00f3gica. El relativismo filos\u00f3fico consiste en una \u00abteor\u00eda epistemol\u00f3gica\u00bb, seg\u00fan la cual no existen verdades absolutas<\/em>. Todas las proposiciones de verdad o juicio son relativas: dependen de las circunstancias diversas en que las formula el sujeto en cuesti\u00f3n. Tales circunstancias o condiciones pueden ser de signo muy diverso: situaciones subjetivas o sociales, de un determinado lugar, o momento, o cultura…
\nEn el relativismo filos\u00f3fico \u2013y, a partir de \u00e9l, en cualquiera de sus expresiones\u2013 se hace presente una serie de notas comunes, que cabe esquematizar as\u00ed: El relativismo: a) Erige al sujeto en epicentro definitorio de una realidad siempre cambiante y, por lo mismo, siempre redefinible en su significado y valoraci\u00f3n por el sujeto o los sujetos protagonistas. b) Acent\u00faa el car\u00e1cter relativo de cualquier \u00abpunto de vista\u00bb sobre la realidad, o de cualquier \u00abactitud\u00bb ante la misma. c) Se declara \u00abantidogm\u00e1tico\u00bb y \u00abantiabsolutista\u00bb por definici\u00f3n. d) No es monol\u00edtico, sino que puede adoptar expresiones \u00abradicales\u00bb o \u00abmoderadas\u00bb.<\/p>\n\n
\nEl relativismo cultural desempe\u00f1a diferentes cometidos. a) Opera en forma de metodolog\u00eda positivista<\/em>, que analiza los fen\u00f3menos socio-culturales e intenta explicarlos en s\u00ed; al hacerlo reh\u00faye cualquier pretensi\u00f3n de universalidad cient\u00edfica o legitimaci\u00f3n moral de los fen\u00f3menos analizados, incluso en aquellos casos extremos o excepcionales, que difieren llamativamente de la normalidad; se limita a dar raz\u00f3n de la cohesi\u00f3n l\u00f3gica de esos fen\u00f3menos al interior del \u00e1mbito en que aparecen y se desarrollan. b) En el horizonte epistemol\u00f3gico adopta ante el conocimiento de la verdad<\/em> un posicionamiento, que supone el rechazo de las verdades absolutas y las trueca en interpretaciones relativas de la realidad. c) En el campo axiol\u00f3gico reconvierte los llamados valores absolutos <\/em>en relativos y limita su vigencia al marco concreto de una sociedad particular. La reinterpretaci\u00f3n alcanza asimismo a los valores morales, que concibe como creaciones propias de cada sociedad. Es m\u00e1s, la misma moralidad<\/em> \u2013despojada de principios universales y tan s\u00f3lo regida por valores relativos\u2013 consiste en un conjunto de tradiciones asumidas del acerbo folkl\u00f3rico cultural de la sociedad particular en que emerge y, consiguientemente, sin validez universal, ya que las tradiciones de cada sociedad difieren de cultura a cultura.<\/p>\n\n
\nSe aprecia, pues, la consonancia y la continuidad existentes entre la teor\u00eda epistemol\u00f3gica relativista, el relativismo cultural y el relativismo moral. Con todo conviene puntualizar que, en la mayor\u00eda de los casos, el relativismo moral realmente vigente en el mundo actual no viene inspirado por la l\u00f3gica de tales planteamientos, sino que se origina en el contexto de una experiencia ampliamente multiplicada en nuestro tiempo y se reviste predominantemente de componentes psicol\u00f3gicos y vitalistas. La intercomunicaci\u00f3n entre las m\u00e1s variadas sociedades del mapa terr\u00e1queo y el encuentro con sus culturas nos obliga a reconocer las diferencias de praxis moral e incluso de normativas morales, por las que se orientan los distintos grupos humanos, con marcadas divergencias de pueblo a pueblo. De aqu\u00ed a \u00abrelativizar\u00bb la importancia e incluso el sentido del universo moral, s\u00f3lo media un paso. Las sociedades occidentales contempor\u00e1neas no han dudado en darlo.
\nMarciano Vidal resume as\u00ed todo el arco significativo del relativismo: Es \u00e9ste \u00abun concepto que describe una realidad de amplio espectro, tan amplio como amplio es el significado de la condici\u00f3n humana. Hay un relativismo de significado preferentemente psicol\u00f3gico, que indica la configuraci\u00f3n de una personalidad con porosidades. Hay un relativismo gnoseol\u00f3gico, que se refiere a la posibilidad y a la forma de alcanzar la verdad. Hay un relativismo \u00e9tico, que se concreta en el mundo de los valores. Hay un relativismo socio-cultural, que da lugar a la constituci\u00f3n de una sociedad con usos y costumbres plurales. No hace falta advertir que esos cuatro n\u00facleos que generan el relativismo dan lugar a otros sub-n\u00facleos y que todos ellos conforman la entera ‘constelaci\u00f3n’ del relativismo\u00bb[2]<\/a>.
\n\u00c9ste ser\u00eda, con el tel\u00f3n de fondo te\u00f3rico precedente, el verdadero escenario en que se ubica el n\u00facleo central de nuestro tema.
\n <\/p>\n\n
\n– Verdad<\/em> y valores<\/em> son los dos epicentros sobre los que gravita el relativismo. \u00c9ste, aplicado al universo \u00e9tico, tampoco admite verdades o valores de rango superior (absolutos, eternos…), sino que postula para todos el mismo nivel de igualdad: todos son relativos y cambiantes, en sinton\u00eda con la diversidad y variaci\u00f3n de situaciones del sujeto.
\n– El relativismo moral<\/em> se verifica en dos dimensiones: a) Como \u00abArgumento te\u00f3rico\u00bb: como teor\u00eda o sistema de principios. b) Como \u00abactitud de vida\u00bb: como respuesta pr\u00e1ctica a situaciones de la vida real).
\n– La cristalizaci\u00f3n concreta del relativismo moral actual responde, a mi modo de ver, a estos tres vectores<\/em>: a) No importa tanto la teor\u00eda relativista cuanto la actitud relativista, es decir: la dimensi\u00f3n m\u00e1s pr\u00e1ctica, las repercusiones de esa actitud sobre la misma existencia. b) La actitud relativista actual se origina como secuela, no de los presupuestos de la teor\u00eda relativista, sino del subjetivismo antropol\u00f3gico y de los condicionamientos del contexto socio-cultural inmediato. c) El relativismo socio-cultural constituye, por ello, la materia prima y la fuente de retroalimentaci\u00f3n del relativismo moral.
\n2.1. Relativismo imperante y relativismo sustentante<\/em><\/strong>
\nDe acuerdo con la delimitaci\u00f3n y las precisiones que anteceden, el relativismo moral actual \u2013no obstante el dr\u00e1stico desglose a que lo hemos sometido\u2013 presenta todav\u00eda varias caras. Estudiosos de la moral como S.Privitera[3]<\/a> hablan del \u00abcar\u00e1cter poli\u00e9drico del relativismo \u00e9tico\u00bb y distinguen al interior de tal denominador com\u00fandiferentes niveles:<\/p>\n\n
\n
\n
\n2.2. Las falacias del relativismo<\/em><\/strong>
\n1) Desde el punto de vista te\u00f3rico, el relativismo moral meta-\u00e9tico<\/em> no requiere demasiada consideraci\u00f3n; el radicalismo de sus planteamientos le conduce a un extremismo contradictorio con sus mismos postulados (un relativismo \u00ababsoluto\u00bb) e insostenible a la hora de cualquier hipot\u00e9tica aplicaci\u00f3n a la vida real. 2) Desde el punto de vista pr\u00e1ctico, el relativismo moral descriptivo<\/em> \u2013sobre todo si lo exoneramos de cualquier pretensi\u00f3n teorizante\u2013 viene a identificarse con el pluralismo \u00e9tico<\/em> reinante en el mundo de hoy; la existencia del fen\u00f3meno como tal resulta incontestable; pero la extrapolaci\u00f3n del terreno f\u00e1ctico al plano de los principios de justificaci\u00f3n resulta cuestionable. 3) Desde el punto de vista te\u00f3rico-practico \u2013en su versi\u00f3n filos\u00f3fica o teol\u00f3gica y en su dimensi\u00f3n de estilo de vida pr\u00e1ctico\u2013, el relativismo \u00e9tico-normativo<\/em> ya ofrece otras dificultades. Las fundamentales: a) El salto il\u00f3gico en que incurre al trasladar los datos de hecho a la afirmaci\u00f3n de principio. b) La incongruencia de afirmar la posibilidad del juicio moral y negar su validez universal.<\/p>\n\n
\nEs falaz considerar que una cosa es buena por el mero hecho de ser natural. Que las casas sean lo que son y como son no significa que sean buenas. En el relativismo moral actual anidan fuertes contingentes de falacia naturalista, con las que nos desayunamos d\u00eda d\u00eda casi sin darnos cuenta. Por ejemplo: 1) La falacia de \u00ablas mayor\u00edas democracias<\/em>\u00ab: lo que aprueba la mayor\u00eda en el parlamento es bueno (Su falacidad: una cosa es que algo sea pol\u00edticamente legal y otra distinta que sea moralmente bueno; la \u00abmayor\u00eda\u00bb llev\u00f3 a Hitler al poder y resulta muy dif\u00edcil aceptar que eso fue \u00abbueno\u00bb). 2) La falacia de la \u00abbondad o neutralidad tecnol\u00f3-gica<\/em>\u00ab: la tecnolog\u00eda es buena en s\u00ed; hay que ser neutrales ante ella; es m\u00e1s: sostenerla fomenta el progreso humano, interferirla lo contradice (Su falacidad: ese modo de pensar aboca al fatalismo y al determinismo tecnol\u00f3gicos; la tecnolog\u00eda ser\u00e1 buena en la medida en que contribuye a la progresiva humanizaci\u00f3n de la sociedad y mala en la medida en que la deshumaniza o destruye; poca gente pensar\u00e1 que la bomba at\u00f3mica fue buena, o neutral, a la vista de sus resultados en Hisoshima y Nagasak; algo similar puede desprendenrse de ciertas aplicaciones ternol\u00f3gicas en el campo de la bio-tecnolog\u00eda). 3) Falaces resultan igualmente posturas relativistas, como las que sostienen que \u00abtodas las opiniones \u2013morales o no\u2013 son buenas\u00bb (haciendo caso omiso de que algunas sean radicalmente opuestas a otras); o que el aborto es bueno porque supone un progreso democr\u00e1tico y por lo tanto hay que aceptarlo.<\/p>\n\n
\nEn la misma onda del relativismo moral-normativo suele aducirse el complejo problema de la \u00e9tica de situaci\u00f3n<\/em>. Aunque desde planteamientos y supuestos distintos, \u00e9sta terminar\u00eda por confluir y encontrar respaldo en \u00e9l. Dentro del amplio abanico de posicionas que la constituyen, la \u00e9tica de situaci\u00f3n establece, en general, que los juicios morales surgen de la situaci\u00f3n concreta en que cada sujeto realizar\u00e1 la acci\u00f3n; el propio sujeto y su situaci\u00f3n determinan el sentido moral de esa acci\u00f3n. Por lo tanto, no es posible formular de modo aprior\u00edstico el juicio moral sobre una acci\u00f3n; para hacerlo hay que atenerse a la situaci\u00f3n en que emerje; y, adem\u00e1s, la validez moral de tal acci\u00f3n queda restringida al momento en que se lleva a cabo.
\nA pesar de sus conexiones e interferencias, ser\u00eda abusivo identificar \u00abrelativismo moral-normativo\u00bb y \u00ab\u00e9tica de la situaci\u00f3n\u00bb, por lo que las observaciones cr\u00edticas apuntadas anteriormente no pueden ser aplicadas sin m\u00e1s a este problema, m\u00e1xime teniendo en cuenta la presentaci\u00f3n que precede, a todas luces esquem\u00e1tica e incompleta. Un juicio cr\u00edtico exigir\u00eda una exposici\u00f3n m\u00e1s amplia y matizada. Ninguna de las dos cosas hace aqu\u00ed al caso.<\/p>\n\n
\n3.1. El relativismo emotivo<\/em><\/strong>
\nVivimos tiempos marcados por el subjetivismo y el individualismo. Son muchos los estudios que atestiguan c\u00f3mo estas corrientes, de la mano de la modernidad, se han instalado impetuosamente en la cultura occidental. Hay que saludar el hecho de que, por fin, el \u00absujeto\u00bb prime sobre los objetos y las ideas, de que el \u00abindividuo\u00bb se sobreponga a las estructuras y las normas, y no a la inversa. Lo que pasa es que, como tantas veces en el discurrir de la historia, el fen\u00f3meno no ha reportado la s\u00edntesis equilibradora (sujeto + objeto \/ idea; individuo + estructura \/ norma), sino que ha propiciado la polarizaci\u00f3n y, como contestaci\u00f3n a \u00e9pocas anteriores de dominio inverso, se decanta por el extremo \u00absubjetivismo\u00bb e \u00abindividualismo\u00bb. Esta hinchaz\u00f3n del sujeto como individuo ha tenido muchos desdoblamientos y muchas repercusiones. Entre ellas, el desplazamiento de la raz\u00f3n por las emociones y la enfatizaci\u00f3n de la realidad del yo frente a la realidad de lo dem\u00e1s y los dem\u00e1s.
\nMacIntyre bautiza como emotivismo<\/em> esta marca distintiva de nuestra \u00e9poca y lo describe, desde la \u00f3ptica \u00e9tica, como un desmantelamiento de los significados de moralidad, cuyos conceptos (juicios, decisiones, actos… morales) quedan circunscritos a alg\u00fan tipo de emoci\u00f3n. No cabe, pues, justificar la moral. Si sus contenidos carecen de \u00abfundamento racional\u00bb, resultan injustificables, arbitrarios, relativos… En este contexto introduce el t\u00e9rmino de relativismo emotivo<\/em>, que explicita as\u00ed: \u00abEs la doctrina seg\u00fan la cual los juicios de valor, y m\u00e1s espec\u00edficamente los juicios morales, no son nada m\u00e1s que expresiones de preferencias, expresiones de actitudes o sentimientos, en la medida en que \u00e9stos poseen un car\u00e1cter moral o valorativo. Al ser los juicios morales expresiones de sentimientos o actitudes, no son verdaderos ni falsos. Y el acuerdo de un juicio moral no se asegura por ning\u00fan m\u00e9todo racional, porque no lo hay. […]. Hoy la gente piensa, habla y act\u00faa en gran medida como si elemotivismo fuera verdadero, independientemente de cu\u00e1l pueda ser su punto de vista teor\u00e9tico p\u00fablicamente confesado\u00bb[5]<\/a>.
\n3.2. El imperativo \u00e9tico del realismo<\/em><\/strong>
\nAl final, casi, de este recorrido me gustar\u00eda poder ofertar una soluci\u00f3n solvente, pero s\u00f3lo me atrevo a apuntar dos preocupaciones: 1) \u00bfC\u00f3mo articular hoy un di\u00e1logo \u00e9tico coherente<\/em>, que no ignore al relativismo ni a la sociedad que lo sustenta y a la que retroalimenta? 2) \u00bfC\u00f3mo activar un ethos<\/em> plausible<\/em>, que pueda presentarse como alternativa a dos polos, ambos deshumanizadores, que se disputan hoy la hegemon\u00eda \u00e9tica en Occidente: relativismo y fundamentalismo?<\/p>\n\n
\nTal repulsa tiene raz\u00f3n de ser, si entendemos el relativismo moral en su acepci\u00f3n radical. Ya he apuntado sus falacias y contradicciones, a las que cabr\u00eda a\u00f1adir un listado nada desde\u00f1able de secuelas y epifen\u00f3menos afines: escepticismo, cinismo, reduccionismo, subjetivismo, individualismo, vaciamiento moral… Por contradictorio que parezca, este relativismo radical es \u00ababsolutista\u00bb, como puede colegirse de su \u00aba priori\u00bb m\u00e1s representativo: \u00abS\u00f3lo hay una verdad absoluta: que todo es relativo\u00bb.
\nSin embargo, conviene recordar que, frente a este estereotipo radical y excluyente de relativismo \u2013\u00bbque reduce todo (la psicolog\u00eda, la gnoseolog\u00eda, la \u00e9tica, la cultura) a relatividad, sin dejar ninguna posibilidad de existencia a lo dado, a lo fijo, a lo inmutable\u00bb\u2013, existen otras expresiones m\u00e1s d\u00factiles y convincentes. \u00abHay un relativismo moderado que, al subrayar la complejidad de la realidad, admite que toda aproximaci\u00f3n a \u00e9sta es un acercamiento de perspectiva, el cual ha de respetar la validez de otras aproximaciones\u00bb[7]<\/a>.
\nSe puede, pues, descubrir otro relativismo de rostro amable. O, cuando menos, hay que convenir en que algunos postulados relativistas han supuesto un saludable impulso liberalizador y humanizador. Por principio, el relativismo significa una carga de profundidad contra todo basti\u00f3n absolutista de cualquier g\u00e9nero, tiempo, lugar, cultura, ideolog\u00eda, moral o religi\u00f3n. All\u00ed donde mandan las posturas absolutas, merodean cuando menos los amagos y las intentonas de totalitarismo, fundamentalismo… El relativismo vigila atentamente y contraataca \u2013le va en ello la vida\u2013 cualquier engendro de absolutismo.<\/p>\n\n
\nSiempre resulta complicado conjuntar un puzzle complejo, porque se trata de colocar todas las piezas sin dejar ninguna fuera ni violentar o deformar la identidad de cada una. \u00bfC\u00f3mo encajar la \u00e9tica (cristiana) en un puzzle tanrelativizado como la sociedad actual? Hasta hace alg\u00fan tiempo, los conceptos fundamentales del discurso moral \u00abestaban integrados en totalidades de teor\u00eda y pr\u00e1ctica m\u00e1s amplias, donde ten\u00edan un papel y una funci\u00f3n suministrados por contextos de los que ahora han sido privados\u00bb[8]<\/a>. La situaci\u00f3n ha cambiado radicalmente. Hoy no s\u00f3lo cohabitan entrecruzadas concepciones morales diversas, sino que el subjetivismo depotencia la discusi\u00f3n \u00e9tica (\u00bfc\u00f3mo dar cuenta de juicios morales, que s\u00f3lo responden a emociones?) y restringe el campo del quehacer moral (en un clima relativista a penas si cabe m\u00e1s empe\u00f1o que fomentar puentes intersubjetivos que polibiliten la convivencia en paz y tolerancia).
\nEn cualquier caso, nos movemos sobre la plataforma de una \u00e9tica civil<\/em>, que tan s\u00f3lo puede aspirar a m\u00ednimos morales \u2013algo que nunca impedir\u00e1 a la \u00e9tica cristiana mantener su oferta de m\u00e1ximos\u2013 y que encuentra el gran reto en su liza contra la polarizaci\u00f3n entre fundamentalismo<\/em> (con sus concomitancias: racionalismo, institucionalismo, radicalismo, intransigencia…) y relativismo<\/em> (con sus concomitancias: subjetivismo, individualismo, permisivismo, tolerancia…).
\nAl respecto, la formulaci\u00f3n acu\u00f1ada por Ratzinger en su descripci\u00f3n de la situaci\u00f3n actual resulta dr\u00e1stica e inmisericorde, pero radiograf\u00eda perfectamente la columna vertebral del relativismo en su versi\u00f3n dura, a la vez que deja entrever posibles v\u00edas de recomposici\u00f3n en perspectiva cristiana. Dice: \u00abLa dictadura del relativismo\u00bb
\n– \u00abNo reconoce nada como definitivo<\/em>\u00ab: En un mundo en el que todo cambia, nada queda inamovible. Nos guste o no, la saciedad de hoy se configura as\u00ed. El relativismo representa s\u00f3lo el trasvase de esa m\u00e9dula de movilidad \/ cambiabilidad a los \u00e1mbitos del conocimiento, de la cultura, de la religi\u00f3n y de la moral. Pero ese cambio de tan alto voltaje conlleva tambi\u00e9n un coste elevado: disuelve los pilares de sustentaci\u00f3n (verdad), los referentes de orientaci\u00f3n (normas y criterios), las constantes de aspiraci\u00f3n (valores, religi\u00f3n).
\n– \u00abDeja como \u00faltima medida s\u00f3lo el propio yo y sus ganas<\/em>\u00ab: El sujeto toma el mando, pero se ladea al subjetivismo y al individualismo. Lo hace, adem\u00e1s, en exclusiva narcisista (desconoce, pues, el sentido de conjunto y las exigencias de alteridad, corresponsabilidad…) y anclado en el hedonismo (esas \u00abganas\u00bb arbitrarias rebajan notablemente cualquier incentivo \u00e9tico).
\nSin duda, el \u00e1mbito antropol\u00f3gico constituye uno de los escenarios \u00e9ticos, en el que la aportaci\u00f3n cristiana \u2013a\u00fan aceptando el minimalismo de la \u00e9tica civil\u2013 puede hacer una aportaci\u00f3n de mayor humanizaci\u00f3n. Ratzinger no cuestiona el proyecto antropol\u00f3gico moderno ni, en el caso, lo pospone a la norma (o al sistema institucional, o a c\u00f3digos inamovibles de verdades o valores), sino que descubre fisuras y desviaciones en el modelo actual. \u00c9ste, probablemente por primar en demas\u00eda su ra\u00edz helenista (m\u00e1s egoc\u00e9ntrica e individualista) frente a su ra\u00edz cristiana (impensable sin el otro y la alteridad), puede derivar hacia un relativismo de corte nihilista y deshumanizador.
\nAs\u00ed, la alternativa cristiana al relativismo radical no consiste en proponer c\u00f3digos frente sujeto, sino proponer un sujeto abierto a la alteridad frente a un sujeto cerrado sobre s\u00ed mismo; no establece la norma absoluta frente a la libertad, sino la libertad responsabilizada frente a la libertad individualista. Podr\u00edamos decir: no opta por el fundamentalismo frente al relativismo, sino por un relativismo \u00abrelativo\u00bb, respetuoso e integrador, frente a un relativismo \u00ababsoluto\u00bb, apriorista y disgregador.
\n3.3. Ni vale todo ni todo vale por igual<\/em><\/strong>
\nA modo de conclusi\u00f3n quiero subrayar estas sentencias:
\n– La principalidad del hombre<\/em> constituye una de las facetas m\u00e1s destacables del relativismo y, a la vez, aquel lugar de encuentro al que siempre puede acudir la moral cristiana. Inversamente, la tendencia a radicalizar su perspectiva a partir de un subjetivismo idol\u00e1trico<\/em> constituye uno de los peligros m\u00e1s delet\u00e9reos del relativismo y, simult\u00e1neamente, la se\u00f1al de alerta para que la moral cristiana no re-accione a la contra, encastill\u00e1ndose en posturas absolutistas.
\n– No todo es relativo; y cada cosa relativa lo es a su manera, o es relativamente relativa. Por otra parte, la vida humana tambi\u00e9n est\u00e1 hecha de constantes y las necesita. El ser humano se realiza en tensi\u00f3n entre su cambiabilidad y su historia o el recuerdo remanente de un yo inalterable; cambia constantemente, pero siempre permanece su n\u00facleo personal o deja de ser s\u00ed mismo.
\n– Ni relativismo total ni absolutismo a ultranza. La evidencia cotidiana no da para tanto. El equilibrio entre ambas tendencias constituye el camino ideal para superar los extremos, que por lo com\u00fan generan deshumanizaci\u00f3n. Con todo, en caso de forzosa elecci\u00f3n, la opci\u00f3n preferencial en sinton\u00eda con el Evangelio ha de caer del lado del sujeto (con riesgo de relativismo subjetivo) antes que de la norma (con riesgo de absolutismo). Lo que hay que salvar es a la persona, no a la norma (Mc 2, 27).
\n– El relativista ha de superar su radical aversi\u00f3n a jerarquizar ideas y valores. \u00abEl error fundamental del relativismo est\u00e1 en juzgar como criterio de valor la coherencia consigo mismo y prescindir de la coherencia con la realidad externa, en considerar valioso lo vigente dentro de una cultura, cuando el verdadero criterio de validez reside en la comparaci\u00f3n entre los distintos valores que se den en las distintas sociedades. De la comparaci\u00f3n, de la confrontaci\u00f3n \u2013por cierto, rechazada por los relativistas\u2013 puede surgir la superioridad de unos c\u00f3digos morales respecto a otros, establecerse una jerarqu\u00eda de valores v\u00e1lida para todos, admitir que ciertos valores son m\u00e1s deseables que otros; la libertad m\u00e1s que la esclavitud, el placer m\u00e1s que el dolor, el conocimiento m\u00e1s que la ignorancia, la belleza m\u00e1s que la fealdad, la salud m\u00e1s que la enfermedad, la verdad m\u00e1s que la mentira. La paz entre los pueblos, la abolici\u00f3n de la opresi\u00f3n del hombre, la igualdad de los sexos, no pueden reducirse a particularidades de determinadas culturas y, por tanto, relativas; son juicios de valores universales y absolutos\u00bb[9]<\/a>. La experiencia impone a todos reconocer que ni vale todo ni todo vale igual.<\/p>\n
\n[1]<\/a>J. RATZINGER, Homil\u00eda<\/em>: Ecclesia n. 3.255 (2005), 22.
\n[2]<\/a>M. VIDAL, Entre la Escila del fundamentalismo y la Caribdis del relativismo. La verdad moral en la dial\u00e9ctica del \u00abser\u00bb y del \u00abtiempo\u00bb<\/em>: Moralia 29 (2006) 424.
\n[3]<\/a>Cf. S. PRIVITERA, art., Relativismo<\/em>, en AA. VV., Nuevo diccionario de teolog\u00eda moral<\/em>, Paulinas, Madrid 1992, 1594-1600; ID. (ed.), Sul relativismo nella cultura contemporanea<\/em>, Instituto di Bioetica, Palermo 2003.
\n[4]<\/a>S. PRIVITERA, art., Relativismo<\/em>, 1594.
\n [5]<\/a>A. MACINTYRE, Tras la virtud<\/em>, Cr\u00edtica, Barcelona 1987, 26, 39.
\n [6]<\/a>M. VIDAL, a. c., 426-427.
\n[7]<\/a>ID., a. c.<\/em>, 424.
\n[8]<\/a> A. MACINTYRE, Tras la <\/em>v<\/em>irtud<\/em>, Cr\u00edtica, Barcelona 1987, 24-25.
\n[9]<\/a> SABRELI, En contra del relativismo<\/em> 1987, 131 (cita tomada de art. Relativismo moral<\/em>, en F. BL\u00c1ZQUEZ CARMONA – A.DEVESA DEL PRADO – M. CANO GALINDO, Diccionario de t\u00e9rminos \u00e9ticos<\/em>, Verbo Divino, Estella 1999, 481.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"