{"id":8091,"date":"2007-06-01T00:00:41","date_gmt":"2007-05-31T22:00:41","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8091"},"modified":"2007-06-01T00:00:41","modified_gmt":"2007-05-31T22:00:41","slug":"donde-estan-los-valores-ofrecer-un-sentido-para-la-vida","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/donde-estan-los-valores-ofrecer-un-sentido-para-la-vida\/","title":{"rendered":"\u00bfD\u00f3nde est\u00e1n los valores? Ofrecer un sentido para la vida"},"content":{"rendered":"

Luis Fernando Vilchez<\/strong> es Profesor de la Facultad de Educaci\u00f3n de la Universidad\u00a0 Complutense de Madrid
\n 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO
\nHablar de educaci\u00f3n es hablar de valores. A ellos se refiere el autor desde una perspectiva eminentemente educativa, pero para proponer m\u00e9todos concretos que ayuden a inculcarlos o asimilarlos, sino para poner el acento en el entramado que debe sustentar cualquier propuesta axiol\u00f3gica con la finalidad de llegar a comprender las claves para hacer la propia vida y ofrecerle sentido. De manera concreta se refiere a la necesidad de incluir la propia historia en la Historia, a las claves de la gratuidad y la s\u00edntesis, a las estrategias para hacer de la vida una lectura positiva, a las lecturas que otros nos han ofrecido y al valor de la esperanza.
\n <\/p>\n

    \n
  1. El contexto social como reto<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nEl objetivo global de la educaci\u00f3n se resume en ayudar al educando a desarrollarse y crecer como persona. La educaci\u00f3n contribuye a rebajar los niveles de incertidumbre ante la existencia humana, ofreciendo un sentido para vivirla. No se trata de ignorar las dificultades a las que aquella se enfrenta, pero estas han de verse no bajo el signo de la amenaza, sino del desaf\u00edo. Esta perspectiva, cuando de educaci\u00f3n en valores se trata, ayuda a situar nuestra reflexi\u00f3n. Porque al hablar de educaci\u00f3n, necesariamente hay que hablar de valores. Y queremos hacerlo no para proponer m\u00e9todos concretos para inculcarlos, ni para incidir en cuestiones de sobra conocidas por los interesados en el tema, sino para poner el acento en el entramado que ha de sustentar cualquier propuesta axiol\u00f3gica digna de tal nombre: ofrecer al educando una ayuda que d\u00e9 sentido a su vida. Nos situamos, debe aclararse honestamente, en la perspectiva de un humanismo cristiano y desde convicciones que nacen de experiencias de fe, pero con una amplitud de miras asumible tambi\u00e9n por otras perspectivas no expl\u00edcitamente cristianas.
    \nCoincidimos con V. Verd\u00fa (El estilo del mundo<\/em>, 2003) cuando afirma que el mundo occidental est\u00e1 lleno de medios y falto de fines y que asistimos a una teatralizaci\u00f3n de la realidad, cuyo reflejo es tan claro en medios como la televisi\u00f3n o internet, por el influjo que esos medios tienen entre los adolescentes y los j\u00f3venes. El reto de educar pasa hoy por ayudar al educando a que no se refugie en realidades virtuales, sino a que afronte la realidad objetiva con distanciamiento o cercan\u00eda, seg\u00fan los casos, pero siempre con esp\u00edritu cr\u00edtico, empe\u00f1o y compromiso, tratando de interpretarla y de darle un sentido. La actual \u00e9poca hipermoderna, de la que habla G. Lipovetsky (Los tiempos hipermodernos<\/em>, 2006), se caracteriza por el movimiento, la fluidez, y la flexibilidad, por la orientaci\u00f3n hacia el hedonismo, seg\u00fan sus propias palabras. En este contexto as\u00ed descrito, es f\u00e1cil concluir la necesidad que tiene el adolescente de fundamentos, de anclajes, de fondo, de propuestas con sentido. Es lo que, de otra manera pero coincidiendo en lo fundamental, dice Javier Elzo (Los j\u00f3venes y la felicidad<\/em>, 2006) cuando afirma que \u201cla sensaci\u00f3n personal de felicidad, de sentirse bien, est\u00e1 m\u00e1s correlacionada con la virtud y con cierto desprendimiento que con la mera b\u00fasqueda de satisfacci\u00f3n inmediata\u201d (p. 7).
    \nPor otro lado, se puede constatar c\u00f3mo en los \u00e1mbitos educativos se reproducen con frecuencia episodios de la \u201cpat\u00e9tica moral\u201d, cuyos cultivadores aportan muy poco a la cuesti\u00f3n del valor, abusan de la expresi\u00f3n \u201ccrisis de valores\u201d como una especie de condena aprior\u00edstica de los modos de vida actuales, sus recursos y posibilidades, y pocas veces profundizan en el sentido moral de la persona, en el fundamento \u00e9tico de las acciones y h\u00e1bitos de los sujetos. Y esto, sin embargo, es cada vez m\u00e1s necesario en un mundo que plantea frecuentes dilemas morales.
    \nHa de reconocerse, no obstante, la especial dificultad que hoy entra\u00f1a la educaci\u00f3n en valores y, consiguientemente, el proceso de asimilaci\u00f3n de estos por parte del educando, cuando en los \u00e1mbitos en los que se desenvuelve su vida hay una gran heterogeneidad de propuestas axiol\u00f3gicas, contrapuestas entre s\u00ed muchas veces y provenientes de fuentes de informaci\u00f3n e influencias cada vez m\u00e1s diversas.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. La cuesti\u00f3n del valor<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nLa cuesti\u00f3n del valor est\u00e1 presente en los discursos educativos, pero se trata generalmente de una apelaci\u00f3n al valor de manera objetivista, como si hubiese un \u201clugar de los valores\u201d donde buscarlos Los valores no existen en ausencia de acciones con valor y estas no se dan si no hay personas que los encarnen. Hablar de valores de manera convincente es hablar de acciones impregnadas de valor. En la transmisi\u00f3n del sentido moral a los educandos ha de cuidarse preferentemente el conocimiento del valor, las llamadas de atenci\u00f3n sobre la existencia de determinados valores y su jerarqu\u00eda, pero insistiendo en que lo principal es vivir experiencias llenas de valor, abriendo y se\u00f1alando espacios humanos en los que eso se hace realidad.
      \nEn la educaci\u00f3n en valores, hay tendencia muchas veces a primar lo que se transmite, lo que se narra e incluso al transmisor, pero se olvida al receptor con sus caracter\u00edsticas y circunstancias. As\u00ed, en buena l\u00f3gica, no se produce comunicaci\u00f3n, hay transmisi\u00f3n de datos pero no asimilaci\u00f3n de una experiencia. En la educaci\u00f3n en valores se propugna frecuentemente m\u00e1s el aprendizaje de mensajes y conceptos \u201cte\u00f3ricos\u201d sobre el valor y menos los aprendizajes significativos que nacen de la experiencia. Y no debemos olvidar que un aprendizaje no significativo es el primer paso para el des-aprendizaje y el olvido.
      \nLa transmisi\u00f3n e inculcaci\u00f3n de valores se estructuran a partir de un yo y un t\u00fa que se interpelan mutuamente. El papel del transmisor es fundamental, sobre todo como narrador de una experiencia que termina en una invitaci\u00f3n, como hace Jes\u00fas en el Evangelio: \u201cSi quieres, haz t\u00fa lo mismo\u2026\u201d Es necesario llevar a cabo lo que bien podr\u00eda denominarse reconstrucci\u00f3n comunicativa de los valores. A ello puede ayudar la recuperaci\u00f3n de una verdadera sabidur\u00eda narrativa del valor, encarnada principalmente por los educadores. Har\u00e1 falta encontrar el tono y la palabra oportuna para hablar a los j\u00f3venes con lenguajes que entiendan, sin refugiarse en estrategias sistem\u00e1ticamente a la defensiva, o con planteamientos maniqueos y simplistas.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Hacer de la vida una lectura con sentido<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nLa novela de U. Eco titulada La misteriosa llama de <\/em>la reina Loana<\/em> tiene el siguiente argumento: Un hombre se despierta en la cama de un hospital incapaz de reconocer a su mujer y a sus hijos, de recordar cu\u00e1l es su profesi\u00f3n, d\u00f3nde vive, sus gustos y aficiones. El protagonista, Giambattista Bodoni, ha perdido la memoria ligada a las emociones y ve su propia vida como si acabara de empezarla. Para ayudarle en el proceso de recuperaci\u00f3n, su esposa decide pasar una temporada en el pueblo donde el protagonista de la historia vivi\u00f3 en su infancia. En el desv\u00e1n de la casa est\u00e1n guardados los libros, los tebeos, los discos, los recortes de peri\u00f3dicos y los carteles de las pel\u00edculas que le acompa\u00f1aron en los primeros a\u00f1os de su vida. Nuestro hombre inicia entonces una labor esforzada para volver a dibujar su pasado y entenderlo. Descifrando, leyendo esos signos, termina por entenderlo todo, por recuperar la memoria, el sentido del presente y, en definitiva, el sentido de s\u00ed mismo.
        \nHay anuncios de academias que ense\u00f1an a hacer un buen curriculum<\/em> vitae<\/em>. En una \u00e9poca como la nuestra, en la que tener un trabajo es por s\u00ed mismo un don inapreciable, esos anuncios son toda una met\u00e1fora. Educar en valores es algo as\u00ed como ayudar a alguien a hacer un buen curr\u00edculum<\/em>, no para \u201csaber venderse\u201d laboral o comercialmente, sino para comprenderse a si mismo. La educaci\u00f3n en valores, as\u00ed entendida, es un conjunto de estrategias para hacer de la vida una lectura y de la lectura un sentido, una vida con sentido. Leer la vida, leer de la vida\u2026 Ayudar a ello, es acompa\u00f1ar al educando en el proceso de asunci\u00f3n de unos valores que den sentido a su existencia. Hoy se habla de aprender a aprender, apelando as\u00ed a un aprendizaje significativo. Aprender a leer es encontrar sentido a unos signos, y estos pueden ser letras, pero tambi\u00e9n cosas y acontecimientos. Como hace el protagonista de la novela de U. Eco.
        \nLa vida entera es un conjunto de signos a los cuales hay que dar sentido. Para eso hay que saber leerlos y en esta tarea no f\u00e1cil hay que proporcionar al educando claves de interpretaci\u00f3n. En la vida podemos distinguir muchas capas, unas incluidas en otras, como pasa con esas matruscas<\/em> que nos traen los amigos cuando viajan a Rusia, una mu\u00f1eca que se encierra en otra, esta en otra y as\u00ed sucesivamente hasta llegar a la m\u00e1s peque\u00f1a. Esas capas o dimensiones de nuestra vida son la familia, el colegio, los amigos, los compa\u00f1eros, lo que hemos aprendido, lo que hemos gozado y sufrido, las experiencias pasadas, los errores y los aciertos, las influencias del medio, la cultura, el lenguaje, im\u00e1genes y vivencias, tantas y tantas cosas que ser\u00eda interminable su enumeraci\u00f3n.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Claves para leer la propia vida<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          \u00a0<\/strong>
          \n4.1. La clave de la historia personal<\/em><\/strong>
          \n\u00a0<\/em><\/strong>
          \nPara leer nuestra vida, nuestra peque\u00f1a historia, tenemos que incluirla dentro del cuadro de esa Historia global, la de esa gran corriente movida en el espacio y el tiempo que llega hasta nosotros. Y, si queremos ser buenos historiadores de la propia vida, tenemos que recurrir a las fuentes de nuestra historia para ser rigurosos. \u00bfCuales son las fuentes de nuestro vivir?. Igual que en un palinsesto, \u00bfqu\u00e9 hay escrito debajo de nuestros pensamientos, sentimientos y conductas, debajo de lo que\u00a0 no se aprecia a simple vista?
          \nLa concepci\u00f3n del tiempo y del espacio, de la historia en definitiva, forman parte de la din\u00e1mica de nuestra vida. De ah\u00ed brota la necesidad de entender la historia, la general y la particular como historias de salvaci\u00f3n, para hacer una lectura de la realidad, del mundo y de nosotros mismos, en lo cual ha de basarse una escala de valores y una responsabilidad ante los retos de la nueva cultura, la que toca vivir a los j\u00f3venes.
          \nEducar en valores es repasar los matices de ese palinsesto que encierra la vida de un educando, lo que tiene escrito detr\u00e1s de lo que aparece a simple vista, ayudarle a que ponga nombre a sus experiencias, a lo que le ha pasado y ha vivido, a las personas que le han acompa\u00f1ado en esas experiencias, a sus referentes vitales.
          \n 
          \n4.2. La clave de la gratuidad<\/em><\/strong>
          \n\u00a0<\/em><\/strong>
          \nLo mejor de nosotros mismos lo hemos recibido. La categor\u00eda cristiana de la gratuidad, de la gracia, es tambi\u00e9n profundamente humana. Nacemos con una herencia gen\u00e9tica, recibimos el cari\u00f1o, los cuidados y atenci\u00f3n de unos padres, la influencia de unos maestros, la amistad de la gente que nos ha querido, las palabras y los libros de quienes han escrito para nosotros, las ayudas que hemos encontrado en una mano amiga y oportuna, tantas cosas\u2026, y todo eso gratuitamente.
          \nSer agradecidos no es simplemente una norma de buena educaci\u00f3n que inculcamos los padres a los hijos. Agradecer lleva impl\u00edcito ser humilde y saber valorar lo mucho y bueno que todos hemos recibido. Agradecer esuna manera de entender nuestra vida y darle sentido\u2026, desde la gratuidad, desde el agradecimiento.
          \n 
          \n4.3. La clave de la s\u00edntesis<\/em><\/strong>
          \n\u00a0<\/em><\/strong>
          \nLos psic\u00f3logos solemos decir que a los adolescentes y j\u00f3venes, especialmente de nuestro tiempo, les cuesta trabajo hacer s\u00edntesis vitales. La vida se les ofrece hoy en mil pantallas y datos, y con tanto dato fragmentado no es f\u00e1cil componer coherentemente el puzzle. S\u00edntesis es uni\u00f3n y relaci\u00f3n, es distinguir lo fundamental de lo accidental, s\u00edntesis es asumir lo que en principio parece contradictorio, pero que tambi\u00e9n puede ser complementario, sintetizar es \u201cponer cada cosa en su sitio\u201d. Por esto es importante ayudar al adolescente a hacer buenas s\u00edntesis. Y para hacerlas, ser\u00e1 necesario jerarquizar y preguntarse: qu\u00e9 es lo importante para mi vida, en este momento y para el futuro, qu\u00e9 es en definitiva lo que merece la pena. Parad\u00f3jicamente, vivimos en un mundo cada vez m\u00e1s globalizado y al mismo tiempo cada vez m\u00e1s fragmentado. Por eso a todos nos cuestan trabajo las s\u00edntesis.
          \n\u00bfC\u00f3mo aclararse, pues, en medio de este mundo?, \u00bfc\u00f3mo hacer esa s\u00edntesis que ayude a dar un sentido a la vida?. El reto que merece la pena enfrentar y superar es hacer la s\u00edntesis entre lo com\u00fan y lo particular, la pertenencia a la aldea global sin ausentarse de la propia, enfocar los problemas con el gran angular sin olvidar los matices cercanos, tener compasi\u00f3n del nigeriano que viene en patera huyendo de una terrible miseria y no cerrarse a que encuentre entre nosotros un acomodo para su vida, al \u00a0tiempo que somos sensibles al cercano igualmente necesitado, aceptar lo bueno que otros pueden aportarnos sin renunciar a los propios valores. Ese esfuerzo es necesario si queremos leer hoy nuestra vida, unir lo particular con lo general, dejando pasillos abiertos para que se pueda transitar del yo al nosotros, y del nosotros al yo.
          \n 
          \n4.4. La clave psicol\u00f3gica<\/em><\/strong>
          \n\u00a0<\/em><\/strong>
          \nEsta clave podr\u00eda titularse as\u00ed: <\/strong>estrategia para hacer de la vida una lectura positiva. El ser humano necesita leer-releer su pasado, su vida en definitiva, para contarla, interpretarla y \u201csacar lecciones\u201d de ella.
          \nLas met\u00e1foras de la vida, que a lo largo del tiempo y entre las diversas culturas se han ido ofreciendo, son en el fondo lecturas psicol\u00f3gicas de la existencia humana. As\u00ed, la vida como \u00e9xtasis (el \u201cvivo sin vivir en m\u00ed\u201d de Santa, Teresa), la vida como valle de l\u00e1grimas y simple lugar de paso (Edad Media, la salve\u2026), la vida como muerte lenta (filosof\u00edas nihilistas\u2026 y pesimistas seg\u00fan el t\u00f3pico \u201cvivir es morir un poco\u201d), la vida como\u00a0 a\u00f1oranza del pasado (\u201ccualquier tiempo pasado fue mejor\u201d, del poeta espa\u00f1ol Jorge Manrique), la vida como placer puntual o conjunto de placeres (carpe diem<\/em> de los romanos y de muchos nuevos romanos de nuestros d\u00edas), la vida como angustia y\u00a0 \u201csin vivir\u201d (algunas corrientes existencialistas y la ansiedad del hombre y mujer contempor\u00e1neos\u2026), la vida como trabajo (\u00e9tica calvinista, vivir para trabajar, esos que est\u00e1n todo el d\u00eda ocupados\u2026), como esencia de las cosas (los vitalistas, Dilthey y Ortega), la vida como desesperanza (\u201cesto no es vida\u201d), la vida como\u00a0 envidia mirando siempre de reojo a los dem\u00e1s (\u201cc\u00f3mo vive \u00e9se\u201d, \u201cas\u00ed ya se puede vivir\u201d, \u201cqu\u00e9 bien vives\u201d), la vida como afirmaci\u00f3n del sujeto (\u00e9lan<\/em> vital<\/em> de Bergson, Nietzsche), o la vida en fin como individualismo (\u201ces mi vida\u201d), etc., etc.
          \nEstrategias para una lectura psicol\u00f3gica de la propia vida podr\u00edan ser estas:
          \n– La estrategia de la positividad, como forma de encarar las cosas de manera constructiva, reconociendo y partiendo de lo bueno que tenemos, asumiendo los errores propios para transformarlos en v\u00edas de acierto o, al menos, para no repetirlos, tolerando los errores ajenos con comprensi\u00f3n, buscando siempre puntos de encuentro, aferr\u00e1ndose a los rayos de luz que cada d\u00eda brotan alrededor y no levant\u00e1ndose con el \u00e1nimo dispuesto a encontrar alg\u00fan pretexto para sentirse mal consigo mismo y con los dem\u00e1s, tratando de aprender siempre.
          \n– La estrategia de la persona, que nos lleva a entendernos como sujetos llenos de posibilidades y a tener fe en nosotros mismos. La personalidad es un conjunto de factores mentales y emocionales, es un proceso que se va construyendo d\u00eda a d\u00eda. Para eso hace falta aceptarse y saber sacar los registros oportunos, como un buen organista, para que la obra final suene hermosa, rica en matices y arm\u00f3nica.
          \n– La estrategia del\u00a0 <\/strong>acompa\u00f1amiento. El yo y el t\u00fa se exigen y suponen mutuamente. La persona es radicalmente comunicaci\u00f3n. La lectura de nuestra vida, si bien lo miramos, es una lectura en com\u00fan. Nuestra vida cobra sentido en la medida en que nos sentimos acompa\u00f1ados y en la medida en que podemos acompa\u00f1ar a otros. Ese acompa\u00f1amiento adopta muchas formas y se llama amor, amistad, familia, grupo, comunidad, complicidad, compartir, comuni\u00f3n, comunicaci\u00f3n, encuentro. Nuestra vida es el conjunto de nuestros encuentros personales y su calidad viene marcada por la densidad que damos a los encuentros con otras personas que a lo largo de ella hemos tenido.
          \n 
          \n4.5. La clave de las lecturas que otros nos han ofrecido<\/em><\/strong>
          \n\u00a0<\/em><\/strong>
          \n\u00bfNos hemos parado a pensar c\u00f3mo ser\u00eda nuestra vida de no haber le\u00eddo lo que hemos le\u00eddo y a quines hemos? Leer es mucho m\u00e1s que articular, mental y oralmente, unos signos y unos sonidos. Leer es abrirse a un mundo de significados, es abrirse a la experiencia propia a partir de las experiencias que otros nos han narrado, es so\u00f1ar, crear, idear, interpretando y prolongando las enso\u00f1aciones que otros han hecho y nos ofrecen en los libros. Por eso hasta podr\u00eda decirse que una persona \u201ces\u201d tambi\u00e9n, sus libros, sus lecturas. As\u00ed lo reconoc\u00eda Antonio Machado cuando recordaba a \u201csus\u201d poetas (\u201cEl primero es Gonzalo de Berceo \u2026\u201d), o Alberti cuando dice que \u201csiGarcilaso viviera\u201d \u2026, \u00e9l ser\u00eda su agradecido escudero.
          \nY de la palabra podr\u00edamos pasar a lo que no es palabra, a los silencios, porque nuestra vida est\u00e1 tambi\u00e9n hecha de silencios. <\/strong>El mismo leer requiere silencio, por dentro y por fuera. Si hay ruido interior o exterior, no leemos bien, \u201cno nos enteramos\u201d. Muchas veces no nos enteramos de lo que pasa, ni de lo que nos pasa porque no sabemos hacer silencio. Un silencio en m\u00fasica es fundamental, recordemos esos segundos anteriores a que el director de orquesta acabe su gesto tras un pian\u00edsimo<\/em> de los instrumentos y el p\u00fablico pueda aplaudir. Como en la m\u00fasica, en la vida son fundamentales los silencios para saber interpretarla bien.
          \n 
          \n4.6. La clave de la esperanza<\/em><\/strong>
          \n\u00a0<\/em><\/strong>
          \nSi, finalmente, tuvi\u00e9ramos que resumir en un concepto, palabra, o estrategia, el recurso m\u00e1s adecuado para hacer de la vida una lectura, habr\u00edamos de hablar de la virtud y del valor de la esperanza. Vale la pena leer y releer los acontecimientos propios y ajenos desde la perspectiva de la esperanza. La esperanza no es simple espera, la diferencia sutil entre esas dos palabras es interesant\u00edsima, como hizo notar acertadamente ya hace muchos a\u00f1os La\u00edn Entralgo (La espera y la esperanza). Esperanza es lucha, coraje, esfuerzo, empe\u00f1o y trabajo, para que las cosas, propias y comunes, caminen en la buena direcci\u00f3n. Esta es una clave que habr\u00edamos de aplicar al mundo en general y al peque\u00f1o mundo de nuestra vida. Desde la perspectiva creyente, esperar es confiar en que nuestra vida est\u00e1 en las manos de Dios, que nadie est\u00e1 excluido de su amor. Desde una perspectiva, en fin, puramente humana, esperar es no quedarse de brazos cruzados ante la vida, es construirse honestamente a s\u00ed mismo como persona, con unos valores como meta, gu\u00eda y acci\u00f3n, es ayudar a que los dem\u00e1s se construyan igualmente, contribuyendo as\u00ed a que nuestro mundo sea cada d\u00eda un poco mejor.
          \nEl ideal de un educador, cuando unos adolescentes y j\u00f3venes terminan sus etapas formativas, ser\u00eda poder decirles esto: A vosotros os toca ahora tomar la voz de la palabra, de los hechos y compromisos, de las acciones con valor. Termin\u00e1is una etapa y os quedan a\u00fan muchas otras por recorrer. Como los buenos actores, al terminar un acto, hac\u00e9is mutis por el foro, pero un mutis moment\u00e1neo. Ten\u00e9is por delante tiempo para seguir vuestra vida en otros escenarios, los que hay\u00e1is elegido, los que quer\u00e1is escoger. Ten\u00e9is por delante la oportunidad de hacer de vuestra vida una lectura constructiva, una lectura con sentido. Una vida, con el agradecimiento de fondo y la asimilaci\u00f3n de todo lo bueno que hab\u00e9is recibido, con un presente y un futuro impregnados de acciones con valores, como los que otras personas (padres, educadores) os han transmitido y vosotros hab\u00e9is compartido, es una vida con sentido. \u00c9se es el lugar de los valores.
          \n <\/p>\n

          LUIS FERNANDO VILCHEZ<\/p>\n

           
          \n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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