{"id":8198,"date":"2006-10-01T00:00:06","date_gmt":"2006-09-30T22:00:06","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8198"},"modified":"2006-10-01T00:00:06","modified_gmt":"2006-09-30T22:00:06","slug":"la-escuela-como-un-octavo-sacramento","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-escuela-como-un-octavo-sacramento\/","title":{"rendered":"La escuela, como un octavo sacramento"},"content":{"rendered":"
Jos\u00e9 Luis Corzo \u00bfPor qu\u00e9 la pastoral juvenil actual apenas se interesa por la escuela? El marianista estudio sociol\u00f3gico J\u00f3venes espa\u00f1oles 2005<\/em> (SM, Madrid 2006) dedica 63 admirables p\u00e1ginas de Juan Gonz\u00e1lez Anleo a \u201cJ\u00f3venes y religiosidad\u201d (241-304) en las que apenas consigo reunir una docena de alusiones al \u201ccentro educativo\u201d (confesional o no) como un factor relacionado con las actitudes y creencias religiosas de las chicas y chicos entre 15 y 24 a\u00f1os. Ya en 1999 le hab\u00eda o\u00eddo de viva voz al soci\u00f3logo Amando de Miguel cuestionar la enorme inversi\u00f3n eclesial en educaci\u00f3n cat\u00f3lica – vocaciones, institutos, estructuras, sinsabores – para s\u00f3lo lograr una ventaja de 6 puntos religiosos<\/em> sobre los alumnos de la escuela p\u00fablica. Pero en J\u00f3venes espa\u00f1oles 2005<\/em> hasta esos 6 puntos se tambalean. La teolog\u00eda pastoral es una disciplina teol\u00f3gica que se toma muy en serio el an\u00e1lisis concreto de las acciones eclesiales, donde se encarnan y realizan, de hecho, los misterios de nuestra salvaci\u00f3n: la evangelizaci\u00f3n, la celebraci\u00f3n de los sacramentos, el servicio de la comunidad, etc. Es la especialidad practicada, por ejemplo, en el Instituto Superior de Pastoral (Universidad Pontificia de Salamanca en Madrid) donde trabajo y cuyo m\u00e9todo va seguido del contraste de lo analizado con la Palabra de Dios y con la doctrina de la fe. A su luz, y por \u00faltimo, se proponen mejoras concretas. <\/strong>El primer paso es justificar que la acci\u00f3n humana de que tratamos es una verdadera acci\u00f3n eclesial. Es evidente que, seg\u00fan la teolog\u00eda y laeclesiolog\u00eda subyacente a nuestra reflexi\u00f3n, ser\u00e1n, o no, acciones eclesiales (y ministerios) unas u otras. En el pasado s\u00f3lo las acciones sacerdotales – derivadas de Cristo sacerdote, profeta y rey – eran \u201cpastorales\u201d y no incumb\u00edan a los fieles laicos. Los ministerios resultaban siempre ordenados<\/em>. Hoy, sin embargo, reconocemos muchos otros ministerios laicales, relacionados con acciones mundanas, sociales, intelectuales, organizativas\u2026 <\/strong> <\/strong> Jos\u00e9 Luis Corzo Director y Profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid) Escribo por encargo, para Misi\u00f3n Joven. Y me doy cuenta de que me encargan el tema de mi vida: la vocaci\u00f3n pastoral – m\u00e1s a\u00fan, sacerdotal – ejercida en la escuela. Me formaron para ello en la Orden de las Escuelas P\u00edas, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1082,305,94],"tags":[],"class_list":["post-8198","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-comentarios-357","category-jose-luis-corzo","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8198","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8198"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8198\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8198"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8198"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8198"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nDirector y Profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid)
\n
\nEscribo por encargo, para Misi\u00f3n Joven<\/em>. Y me doy cuenta de que me encargan el tema de mi vida: la vocaci\u00f3n pastoral – m\u00e1s a\u00fan, sacerdotal – ejercida en la escuela. Me formaron para ello en la Orden de las Escuelas P\u00edas, lo redescubr\u00ed por mi cuenta en los escritos del cura inc\u00f3modo<\/em> (como le llamaba la prensa italiana a don Lorenzo Milani) y lo puse en pr\u00e1ctica durante veinte apasionantes a\u00f1os en Salamanca.
\nSin embargo, ahora, no hago sino ver alejarse la escuela como un barco a la deriva que pocos consideran ya recuperable para la pastoral. Este mismo salesiano encargo me lo expresa con un interrogante (\u00bftodav\u00eda la escuela?<\/em>) y, lo que para m\u00ed es peor, con una sugerencia fat\u00eddica en la letra peque\u00f1a: \u201cla escuela como plataforma<\/em> de pastoral\u201d. Como quien dice: ella no es acci\u00f3n pastoral, sino ocasi\u00f3n, estaci\u00f3n de aterrizaje o de despegue (seg\u00fan se mire), tal vez, una estaci\u00f3n espacial de aproximaci\u00f3n a la \u201cgalaxia j\u00f3venes\u201d. Un soporte de la aeron\u00e1utica pastoral, propiamente dicha, al parecer, por las nubes.
\nAhora recuerdo que yo mismo fui testigo de esta ingenier\u00eda. Cuando en los a\u00f1os cincuenta yo era alumno de los escolapios y \u00e9stos nos ense\u00f1aban, nos educaban y nos catequizaban, todo en la misma pieza – la clase de tiza y de pizarra, eso s\u00ed, \u00a1inaugurada cada ma\u00f1ana con la misa y acabada por la tarde con el rosario! -, algunos j\u00f3venes y brillantes escolapios, como Enrique Iniesta, fundador de la revista Pastoral Juvenil<\/em> en 1957, batallaban con denuedo para instaurar en los colegios actividades pastorales distintas de la clase: el director y los ejercicios espirituales, la acci\u00f3n social, la mejora de las clases de religi\u00f3n, tradicionalmente encomendadas a quienes carec\u00edan de otra especialidad. Fue un gran paso adelante (\u00bfnecesito advertir que no todo lo antiguo era bueno?), pero conten\u00eda ya en germen la distinci\u00f3n entre la escuela (a la que se aferraban los viejos escolapios de mi ni\u00f1ez) y la acci\u00f3n pastoral (todav\u00eda incrustada en ella, pero ya diferente).
\n\u00a1Con qu\u00e9 asombro le\u00ed, a\u00f1os m\u00e1s tarde, en don Milani que \u201cno me siento p\u00e1rroco m\u00e1s que haciendo escuela\u201d y que \u201cen 7 a\u00f1os de escuela popular nunca he considerado que hubiera necesidad de tener tambi\u00e9n catequesis all\u00ed\u201d![1]<\/a>
\n <\/p>\n\n
\n
\nHe aqu\u00ed las alusiones aportadas: \u201cEl porcentaje de j\u00f3venes que se declaran cat\u00f3licos es de 53 en los centros privados y de 48 en los p\u00fablicos\u201d (p. 255). \u201cEl que los estudios se hayan realizado en un centro p\u00fablico o privado carece de relevancia\u201d respecto al concepto de Dios que se tenga (p. 269). La muestra del estudio tiene un 77 % de estudiantes en la escuela p\u00fablica y un 22 % en la privada \u201cmayoritariamente de ideario y praxis cat\u00f3lica\u201d, como el autor subraya varias veces. \u201cDeclaran una pr\u00e1ctica de cierta regularidad, una vez al mes por lo menos\u201d, un 9 % de los que estudiaron en un centro p\u00fablico y un 16 % en privados. En 2005 forman este grupo de regularidad s\u00f3lo el 10 % del total y son ya el 69 % de los j\u00f3venes los que no van \u201cnunca, pr\u00e1cticamente nunca\u201d a los actos de culto; de ellos, el 71 % son de la escuela p\u00fablica y el 63 % de la privada (p. 278). \u201cEl centro en el que cursaron o se est\u00e1n cursando los estudios no influye significativamente en el peso de las razones para haber dejado de ir a Misa\u201d (p. 281). La confianza juvenil en la Iglesia es de un 20 % de los j\u00f3venes en 2005: \u201cligeramente m\u00e1s los que han seguido estudios en centros privados que sus colegas de los p\u00fablicos, aunque las diferencias sean poco significativas\u201d, un 20 y 24 % respectivamente (p. 289). Y esto, a sabiendas de que s\u00f3lo el 2.2 % de los J\u00f3venes espa\u00f1oles 2005<\/em>consideran a la Iglesia uno de los lugares donde se dicen \u201clas cosas importantes sobre ideas e interpretaciones del mundo\u201d (frente al 4 % en 1994 y el 3 % en 1999) (p. 254). \u201cLos centros privados, en los que presumiblemente los contactos con la Iglesia cercana son m\u00e1s frecuentes – \u00bfde mayor calidad tambi\u00e9n? – superan significativamente a los centros p\u00fablicos en la frecuencia de recuerdos positivos\u201d [de tipo religioso]: un 39 y 30 % (p. 291). Si un 17 % de los j\u00f3venes espa\u00f1oles se sienten de acuerdo con las directrices de la Iglesia, \u201clos de centros privados se sit\u00faan con 5 puntos porcentuales por encima de los p\u00fablicos\u201d (p. 293). \u201c\u00bfHay una cantera favorable para el asociacionismo religioso en los centros privados, mayoritariamente de la Iglesia? Los datos nos dicen que un 6.4 % de los alumnos y exalumnos de los privados pertenecen a grupos religiosos, mientras que en los centros p\u00fablicos la pertenencia se reduce a un 2.4 % \u2026 si se tiene en cuenta las cifras tan exiguas con las que se est\u00e1 operando\u201d, \u00a1un 4 % de los j\u00f3venes encuestados! (p. 299). \u201cTampoco parece que el ser alumno o exalumno de un centro privado ejerza influencia significativa en la emergencia de un proyecto vocacional de vida consagrada\u201d: se lo han planteado alguna vez el 4.9 y el 4.4 % de la ense\u00f1anza privada y p\u00fablica, respectivamente (p. 302).
\n
\nPuede que su escasa significaci\u00f3n (insignificancia), incremente el n\u00famero de espa\u00f1oles adultos que no creen que la educaci\u00f3n religiosa sea importante para los hijos. As\u00ed lo piensa el 36 % de los espa\u00f1oles, en aumento seg\u00fan baja su edad, hasta llegar a un 50 % de quienes tienen entre 25 y 34 a\u00f1os (p. 249)[2]<\/a>.
\nTampoco hall\u00e9 gran inter\u00e9s por la escuela en el Seminario J\u00f3venes 2000 y Religi\u00f3n<\/em> (sobre el estudio de igual t\u00edtulo: SM, Madrid 2004), que organiz\u00f3 la Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda (con la delegaci\u00f3n pastoral de FERE y PPC) durante el curso 2004-05 y al que asist\u00ed con entusiasmo. El papel de la escuela en la acci\u00f3n pastoral juvenil era casi m\u00ednimo. Algo similar puedo decir del Curso de iniciaci\u00f3n en pastoral con j\u00f3venes<\/em> (CIPAJ), que protagonizan ellos mismos en nuestro Instituto Superior de Pastoral y resulta ejemplar, por otra parte, por su pluralidad y la colaboraci\u00f3n de expertos. Sobre el seminario mencionado, J. Joaqu\u00edn Cerezo y Pedro Jos\u00e9 G\u00f3mez Serrano acaban de publicar una s\u00edntesis:J\u00f3venes e Iglesia. Caminos para el reencuentro<\/em> (SM-PPC, Madrid 2006). He reunido sus escasas alusiones a lo educativo[3]<\/a>.
\nSin embargo y no s\u00e9 si muy convencidos, los autores levantan acta, casi al final, de que \u201cse da una enorme insistencia en muchos especialistas en pastoral respecto a la importancia de la acci\u00f3n educativa<\/em>\u201d. Y la describen muy bien: \u201cLa educaci\u00f3n – como profundizaci\u00f3n en la realidad, su sentido y su misterio -, y no el entretenimiento, debe constituir el centro de la acci\u00f3n pastoral, no s\u00f3lo como requisito previo al anuncio de la fe, sino como permanente dimensi\u00f3n de la evangelizaci\u00f3n en todas sus fases\u201d (p.164). Se ha dicho mucho, aunque sin citar expresamente la escuela[4]<\/a>.
\nEstos ejemplos, creo que obligan a reconocer la tendencia (no general, pero muy consolidada) de que hay que soltar las amarras que vinculaban la escuela a la pastoral juvenil y buscar otros \u00e1mbitos y actividades directamente religiosas. A m\u00ed me parece un error abandonar la escuela a su suerte en este momento. No ya la cat\u00f3lica, sino tampoco la escuela p\u00fablica, donde, por cierto, se concentra mayor n\u00famero de cristianos que en la confesional (y eso en Espa\u00f1a, donde cubre casi una tercera parte de la ense\u00f1anza obligatoria; no digamos en Francia o Italia, sin ir m\u00e1s lejos).
\n <\/p>\n\n
\nEsta teolog\u00eda pr\u00e1ctica<\/em> no debe confundirse con otra forma de teolog\u00eda pastoral, aplicativa<\/em>, que, primero, extrae de la Palabra sus consecuencias pr\u00e1cticas y, luego, elabora normas y programas sobre la realidad. Tambi\u00e9n analiza \u00e9sta, como destino. Pero su conocimiento es secundario a un \u201cdeber ser\u201d primario, que resulta lo fundamental<\/em>. Muchos documentos program\u00e1ticos se dicen pastorales en este sentido. La teolog\u00eda de la acci\u00f3n pastoral, en cambio, consciente de jugarse demasiado en la acci\u00f3n eclesial concreta, evita programarla a priori y mantiene un an\u00e1lisis constante que cuide todos los detalles y todas las carencias. Aplicada a la educaci\u00f3n, favorecer\u00eda una reflexi\u00f3n demasiado escasa entre nosotros, la Teolog\u00eda pastoral de la educaci\u00f3n<\/em>. Su ausencia explica tambi\u00e9n ad\u00f3nde hemos llegado.
\nEn cambio, siempre he considerado ejemplar en esta disciplina un documento de la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n cat\u00f3lica de 1977 titulado La Escuela cat\u00f3lica<\/em> (EC) y firmado por el cardenal Garrone y el secretario, entonces, de la congregaci\u00f3n, Antonio M. Javierre, m\u00e1s tarde tambi\u00e9n cardenal. Nos separan 30 a\u00f1os de aquel documento y a\u00fan puede leerse con deleite.
\n <\/p>\n\n
\nEn el fondo, la reciente secularizaci\u00f3n (asumida por la Iglesia en el Vaticano II) nos ha desconcertado mucho. \u201c\u00bfD\u00f3nde queda un lugar para Dios?\u201d, anticipaba D. Bonhoeffer. Aceptar la autonom\u00eda de las realidades mundanas parece prohibirnos que una acci\u00f3n, como ense\u00f1ar en la escuela, se considere acci\u00f3n eclesial. De ah\u00ed el extra\u00f1o fen\u00f3meno con que nos encontramos 40 a\u00f1os despu\u00e9s: la involuci\u00f3n conservadora tras el Vaticano II, que me temo haya afectado tambi\u00e9n a la pastoral juvenil. Para algunos, s\u00f3lo las acciones estrictas de la misi\u00f3n eclesial (evangelizar y santificar, predicaci\u00f3n y sacramentos) son competencia eclesial. Pietismo, podr\u00edamos llamar a este modelo. Para otros, la larga \u00e9poca de la cristiandad, cuando la fe edificaba el Reino de Dios en la tierra e impregnaba de esp\u00edritu y autoridad cristiana toda la realidad – \u00a1menos aut\u00f3noma de cuanto ahora se dice! – resulta todav\u00eda una a\u00f1oranza deseable. Lo dif\u00edcil es mantener el equilibrio entre el absoluto respeto a la autonom\u00eda de las realidades terrestres (GS 36) y el no perder su dimensi\u00f3n de profundidad (como dir\u00eda P. Tillich), es decir, religiosa, su ordo<\/em> ad Deum<\/em>, su orientaci\u00f3n existencial y hasta ontol\u00f3gica, si se quiere, por la que se vincula con el creador y el redentor[5]<\/a>.
\nLos s\u00edntomas involucionistas m\u00e1s llamativos de que este equilibrio no se logra son dos, muy evidentes y hasta frecuentes en educaci\u00f3n. Uno, superponer a lo natural la Gracia sobrenatural, ya sea en importancia o en tiempo (lo esencial es la evangelizaci\u00f3n expl\u00edcita; primero educar – el hombre-, luego, evangelizar – el cristiano; de las clases que se ocupen los seglares y de la evangelizaci\u00f3n, nosotras\/os). Y dos, considerar la acci\u00f3n eclesial para unos pocos elegidos y, para el resto, la mera naturaleza, la educaci\u00f3n[6]<\/a>. \u00bfNo hay nada de dualismo en la plataforma<\/em> escolar para la moderna pastoral juvenil? \u00bfNing\u00fan elitismo en los grupos juveniles cristianos?
\nUrge saber si la tarea escolar es o no una acci\u00f3n eclesial (de todos los miembros laicos del Pueblo de Dios).
\nEl documento La Escuela Cat\u00f3lica<\/em> (EC) lo da ya por sentado en su cap\u00edtulo I. En el II analiza con detalle la problem\u00e1tica actual<\/em> de la escuela cat\u00f3lica y, adelant\u00e1ndose a esos recientes estudios sociol\u00f3gicos, se\u00f1ala, entre otros problemas (como la pesada gesti\u00f3n de los colegios, el riesgo de proselitismo, el fin de la suplencia eclesial de lo secular, el elitismo social\u2026), que \u201cse le achaca incapacidad en la tarea de formar cristianos convencidos, coherentes, preparados en el campo social y pol\u00edtico [y concluye:] \u00bfNo debiera, tal vez, la Iglesia – como proponen algunos – renunciar a su misi\u00f3n apost\u00f3lica en las escuelas cat\u00f3licas y dedicar sus fuerzas a una obra evangelizadora m\u00e1s directa\u2026?\u201d (nn.16-24).
\nLa respuesta (previa en el documento) es de una precisi\u00f3n que ni siquiera la comprendi\u00f3 ni respet\u00f3 alguna de sus versiones espa\u00f1olas. El texto de EC (n.9) dice as\u00ed: \u201cLa escuela cat\u00f3lica entra de lleno en la misi\u00f3n salv\u00edfica de la Iglesia<\/em> y particularmente en la exigencia de la educaci\u00f3n a la fe<\/em>\u201d [7]<\/a>. Sorprendente expresi\u00f3n esta \u00faltima (tal vez, menos clara en espa\u00f1ol) con que se fundamenta el v\u00ednculo de la educaci\u00f3n escolar con la acci\u00f3n soteriol\u00f3gica – \u00a1nada menos! \u2013 de la Iglesia. No puede cambiarse por ninguna de las otras dos versiones teol\u00f3gicas ya apuntadas, mal paliativo contra la secularizaci\u00f3n: ni la educaci\u00f3n es previa a la evangelizaci\u00f3n (pre\u00e1mbulo de la fe); ni hay una educaci\u00f3n espec\u00edfica de la cristiandad y propia de los cristianos por ser educaci\u00f3n de<\/em> la fe expl\u00edcita (siendo anodina y no \u00edntegra[8]<\/a> la educaci\u00f3n secular). Como siempre, el gran escollo de una buena comprensi\u00f3n teol\u00f3gica de las realidades terrenas y de sus correspondientes teolog\u00edas de genitivo, comprendida la educaci\u00f3n, es la integraci\u00f3n (ontol\u00f3gica y temporal) de Naturaleza y Gracia. Su versi\u00f3n dualista, en cambio, ve tambi\u00e9n por separado el Mundo y la Iglesia. El binomio educaci\u00f3n y pastoral, y el de una escuela cat\u00f3lica y \u201cla otra\u201d, ser\u00edan un cap\u00edtulo m\u00e1s de esta deriva.
\nLo bonito del giro gramatical con que se ha expresado este texto vaticano es poder comprender que la educaci\u00f3n \u00a1permanente, continuada! es imprescindible para el mantenimiento de la fe. Como la educaci\u00f3n a la paz no es s\u00f3lo para tiempo de guerra. Cuando la fe ilumina la realidad, tambi\u00e9n pueden verla los no creyentes. Cuando la raz\u00f3n alumbra algo, no hay garant\u00edas de que el creyente ya lo supiera de antemano. La fe puede hablar en la plaza p\u00fablica, con el lenguaje de todos y de las realidades que nos incumben a todos. M\u00e1s a\u00fan, necesita siempre de lo mundano para lograr su certeza de lo divino. No a\u00f1ade visiones a lo conocido, sino que hace trasl\u00facido lo que resultaba opaco.
\n\u00bfAcaso los creyentes espa\u00f1oles no tenemos nada que decir de la educaci\u00f3n p\u00fablica de todos? \u00bfS\u00f3lo exigir la nuestra? Y \u00bfpara qu\u00e9 destinatarios? \u00bfPara los cat\u00f3licos? \u00a1Es mentira! Ni son todos los que est\u00e1n, ni est\u00e1n todos los que son.
\n <\/p>\n\n
\nOtro buen ejemplo de EC en su Teolog\u00eda pastoral de la educaci\u00f3n es su an\u00e1lisis implacable de la realidad educativa, antes y despu\u00e9s de confrontarla con la doctrina de la fe. Es decir, no cesa de analizarla aun cuando exprese muy pronto el ideal educativo de los cristianos. Compru\u00e9bese en el siguiente p\u00e1rrafo:
\n
\n\u201cEn algunas naciones, como consecuencia de la situaci\u00f3n jur\u00eddica yecon\u00f3mica … [la Escuela Cat\u00f3lica] corre el riesgo de dar uncontratestimonio, porque se ve obligada a autofinanciarse aceptando principalmente a los hijos de familias acomodadas. Esta situaci\u00f3n preocupa profundamente a los responsables de la Escuela Cat\u00f3lica, porque la Iglesia ofrece su servicio educativo en primer lugar a \u201caquellos que est\u00e1n desprovistos de los bienes de fortuna, a los que se ven privados de la ayuda y del afecto de la familia, o que est\u00e1n lejos del don de la fe\u201d (Vaticano II, GE 9). Porque, dado que la educaci\u00f3n es <\/em>un medio eficaz de promoci\u00f3n social y econ\u00f3mica para el individuo, si la Escuela Cat\u00f3lica la impartiera exclusiva o preferentemente a elementos de una clase social ya privilegiada, contribuir\u00eda a robustecerla en una posici\u00f3n de ventaja sobre la otra, fomentando as\u00ed un orden social injusto\u201d<\/em> (n. 58).
\n
\nA treinta a\u00f1os de este documento y cuando la escuela confesional espa\u00f1ola ha pasado de ser \u201cde pago\u201d a \u201cconcertada\u201d y pr\u00e1cticamente gratuita, quedan preguntas. La primera, si la escuela cat\u00f3lica espa\u00f1ola ha tenido agilidad para desmarcarse y denunciar la lucha de clases presente en la educaci\u00f3n (y tan finamente descrita por el cardenal franc\u00e9s). Y la segunda, si – ante el tremendo fracaso escolar en la escuela espa\u00f1ola – ha proclamado y hecho retumbar en nuestra adormilada sociedad que los primeros destinatarios de las escuelas de la Iglesia eran esos tres precisamente: los sin dinero, sin familia y \u00a1sin fe! Lafacultades de Pedagog\u00eda y Escuelas de Magisterio cat\u00f3licas \u00bfd\u00f3nde han hablado? \u00bfqu\u00e9 han dicho?
\nDar\u00eda por acabado el an\u00e1lisis de la acci\u00f3n educativa de los cristianos espa\u00f1oles, gracias a la lucidez de EC y a los res\u00famenes sociol\u00f3gicos antes rese\u00f1ados, pero, a su servidumbre al dinero y al mercado de trabajo, quiero a\u00f1adir un dato m\u00e1s: la Did\u00e1ctica ha secuestrado la Pedagog\u00eda hasta confundir constantemente ense\u00f1ar (y aprender) con educar-NOS (un crecimiento personal, por cierto, siempre colectivo)[9]<\/a>. Los pol\u00edticos han sucumbido al extraordinario atractivo de la did\u00e1ctica: una t\u00e9cnica, un arte y unas ciencias, geniales para la transmisi\u00f3n de conocimientos, destrezas y valores. (Nadie la maneja mejor que la publicidad comercial, m\u00e1s h\u00e1bil que la pol\u00edtica o la ideol\u00f3gica). Recurren constantemente a la escuela para cortar problemas como los accidentes de tr\u00e1fico o la violencia de g\u00e9nero; lo cual es de una estupidez pol\u00edtica incre\u00edble. Apelan a una supuesta materia humana blanda y maleable para formar y modelar el futuro social. Lo peor es que esto ha seducido tambi\u00e9n a la Pedagog\u00eda, poco o nada cient\u00edfica durante siglos. Ella misma se ha convertido hoy en un grandioso c\u00f3mo<\/em> (aprender y ense\u00f1ar) ajeno por completo al qu\u00e9<\/em>. Lo he denunciado muchas veces porque lo aprend\u00ed en Paulo Freire (entre quienes mejor lo dijeron, tras de S\u00f3crates).
\n\u00bfNo habr\u00e1 influido esa misma tentaci\u00f3n de la materia blanda en el a\u00f1ejo modelo eclesial de transmitir la fe durante la infancia y en su escaso cultivo posterior? No es posible que la religi\u00f3n sea cosa de ni\u00f1os. Ni que el curso m\u00e1s serio y largo de religi\u00f3n de un cristiano sea el de su primera comuni\u00f3n. La clase de religi\u00f3n, antes que de la educaci\u00f3n obligatoria, es un asunto, a mi juicio, de la universidad.
\nAs\u00ed, la mercantilizaci\u00f3n de la escuela – sirve al dinero – y suinstrumentalizaci\u00f3n pol\u00edtica generan, por una parte, un gran vac\u00edo de sus contenidos (ya s\u00f3lo instrumentales) y, por otra, un enorme fracaso escolar. De ninguno de ellos la Iglesia debe ser c\u00f3mplice.
\n <\/strong><\/p>\n\n
\nVerificar ahora que esta escuela actual (cat\u00f3lica o no) \u201centra de lleno en la misi\u00f3n salv\u00edfica de la Iglesia\u201d es el segundo paso de nuestra Teolog\u00eda pastoral. Adem\u00e1s de reclamar una buena s\u00edntesis teol\u00f3gica, tambi\u00e9n la alimenta. Elpastoralista no se conforma con aplicar la teolog\u00eda ajena, sino que tambi\u00e9n la elabora.
\nEl presupuesto teol\u00f3gico de nuestra reflexi\u00f3n, ya apuntado en el documento EC, se completa as\u00ed: la fe se nutre en el conocimiento de la realidad y en relaci\u00f3n con ella. La raz\u00f3n teol\u00f3gica cristiana ha expresado de muchas maneras la importancia de lo creado y redimido, por la encarnaci\u00f3n y el misterio pascual, para el encuentro con Dios. La Fenomenolog\u00eda de la religi\u00f3n constata la necesidad inexorable de mediaciones mundanas en toda experiencia religiosa. Los s\u00edmbolos imprevisibles de Dios en la historia de Israel y de Cristo (no confundir con los signos que ense\u00f1an – meten en se\u00f1ales – lo ya sabido) son clave de nuestra teolog\u00eda de la Revelaci\u00f3n. El car\u00e1cter sacramental de la propia Iglesia, del sacramento primordial que es Cristo y de toda la historia de la salvaci\u00f3n y creaci\u00f3n, configura la fe cristiana. La Iglesia la desarrolla, como es l\u00f3gico, a partir del punto \u00e1lgido del Evangelio, el reinado de Dios. Pero \u00c9l sigue educando a su pueblo, m\u00e1s all\u00e1 de la propia Iglesia; el Verbo se ha hecho carne y toda carne tiene ahora, en su fragilidad, m\u00e1xima transcendencia. Nadie nos evitar\u00e1 la sorpresa descrita en Mt 25: \u00bfcu\u00e1ndo te vimos a ti hambriento o sediento\u2026? Sin el conocimiento de lo mundano no hay encuentro con Dios[10]<\/a>.
\nPues bien, el conocimiento de la realidad es la \u00fanica raz\u00f3n de ser de la escuela; as\u00ed como la relaci\u00f3n con lo real es el elemento central de lo que llamamos educaci\u00f3n o crecimiento educativo. Por consiguiente, aprendizaje del mundo, relaci\u00f3n con \u00e9l y fe son, pues, concomitantes, viajan juntos a lo largo de la vida.
\nEntonces, la tarea de los cristianos en la escuela no puede ser otra que desvelar la verdad de lo mundano; ense\u00f1ar y aprender el mundo para o\u00edr su palabra y responder a su llamada (que es la del creador). No se trata de elaborar mediaciones ingeniosas, tal vez expresivas de la fe de algunos, con las que atraer a los j\u00f3venes hacia s\u00ed; sino de bru\u00f1ir las mediaciones en que Dios se ha hecho presente a los hombres y no cesa de hacerlo: la historia, el pr\u00f3jimo, el amor de caridad, la persona de Jes\u00fas y de una nube de testigos, la misteriosa realidad en todas sus formas. La escuela debe acariciar las cosas, por si debajo hay s\u00edmbolos<\/em>[11]<\/a>. Este es el car\u00e1cter sacramental de la escuela (el octavo sacramento, seg\u00fan don Milani)[12]<\/a>. [Verifique el lector, por ejemplo, si un buen alumno del sistema escolar actual ser\u00eda capaz, a la altura de su edad, de describir, por ejemplo, la f\u00e1brica<\/em> de la pobreza<\/em> que genera – mediante globalizaci\u00f3n econ\u00f3mica – el inmenso tercer mundo empobrecido. Y sin saber eso \u00bfpodr\u00e1 o\u00edr a quien tiene hambre y sed? \u00bfO depende s\u00f3lo de la televisi\u00f3n y de la suerte?]
\nLa impaciencia de algunos creyentes ha sido urgir en la escuela el anuncio expl\u00edcito de la encarnaci\u00f3n de Dios – en Cristo y en su Iglesia -, pero ni esa explicitud puede prescindir de las mediaciones en que se anuncia, se ve, se oye y se toca el Verbo de la vida (I Jn 1, 1-2) tambi\u00e9n presente en sus \u201chermanos m\u00e1s peque\u00f1os\u201d (Mt 25, 40.45). No me cabe la menor duda de que es la realidad mundana el objeto propio de la escuela; el mejor para los cristianos y el mejor tambi\u00e9n para los no creyentes. Esa es la contribuci\u00f3n que la pastoral juvenil necesita: una escuela mejor para todos, de la que todos sus alumnos salganoyentes de la palabra<\/em> (como titul\u00f3 K.Rahner su libro). El mayor peligro de la educaci\u00f3n ajena y propia es cegar los manaderos simb\u00f3licos, impedir las roturas de la realidad por la que se ve m\u00e1s all\u00e1; o mejor, m\u00e1s adentro. Lo sacramental no est\u00e1 a\u00f1adido, sino contenido.
\n <\/p>\n\n
\nEl riesgo de que educadores inconscientes comprometamos a la Iglesia con los intereses que utilizan la educaci\u00f3n fue una preocupaci\u00f3n de don Milani. Pero no ya por impedir a la Iglesia colaborar con la liberaci\u00f3n de los pobres (era anterior a la teolog\u00eda de la liberaci\u00f3n), sino por evitar, al menos, que ella misma, c\u00f3mplice de tan mala educaci\u00f3n, se impida a s\u00ed misma proclamar realmente el Evangelio. Un primer objetivo no tan extra\u00f1o a la pastoral juvenil escolar de hoy en Espa\u00f1a. (V\u00e9anse de nuevo las estad\u00edsticas juveniles sobre el cr\u00e9dito que conceden a la Iglesia).
\nA continuaci\u00f3n, m\u00e1s que al saber sabido, m\u00e1xima atenci\u00f3n a lo real, mediante la ciencia de las asignaturas escolares y la sospecha permanente de cu\u00e1l sea el bien necesario a los \u00faltimos. No se requieren especiales \u00e1mbitos de libertad para poder hacerlo. S\u00ed se necesita, sin embargo, librarse de impedimentos importantes, como los libros de texto y las programaciones escayoladas, que los cristianos tambi\u00e9n pueden denunciar. Despu\u00e9s, \u201ctodo se reduce, a inquietarles el alma. Y esto, con el largo contacto que nos proporciona la escuela, nos ha sido sumamente f\u00e1cil\u201d[13]<\/a>.
\nY \u00bfno hay nada que hacer m\u00e1s espec\u00edfico de la escuela cat\u00f3lica? \u201cSi no esescuela<\/em> y no reproduce los elementos caracter\u00edsticos de \u00e9sta, tampoco puede aspirar a ser escuela cat\u00f3lica<\/em> (…) No transmite la cultura como un medio de potencia y de dominio, sino como un medio de comuni\u00f3n y de escucha de la voz de los hombres, de los acontecimientos y de las cosas\u201d (EC nn. 25 y 56). En este marco, los cristianos en la escuela pueden subrayar los desaf\u00edos eternos y actuales de la humanidad; pueden mostrar a los grandes hombres de la historia, como Jes\u00fas de Nazaret y otros, y los libros que hablan de ellos; pueden acercarse a las zonas c\u00e1lidas del no saber: al s\u00edmbolo, al misterio, a las experiencias cumbre de los hombres en el arte, en la ciencia, en la pasi\u00f3n humanitaria y social; pueden ellos mismos testimoniar su compromiso con la justicia y con Dios; y pueden invitar a la fe, \u00bfpor qu\u00e9 no?
\n
\n
\n[1]<\/a> L. Milani, Experiencias pastorales<\/em> (BAC, Madrid 2004) pp. 136 y 170. \u201cCuando nos afanamos en encontrar aposta la ocasi\u00f3n de meter la fe en la conversaci\u00f3n, se demuestra que tenemos poca, que creemos que la fe es algo artificial que se a\u00f1ade a la vida y no, por el contrario, un modo<\/em> de vivir y de pensar. Sin embargo, cuando esta ocasi\u00f3n no se busca, con tal de que se haga escuela y escuela seria, se presentar\u00e1 por s\u00ed misma, m\u00e1s a\u00fan, estar\u00e1 siempre presente y de la forma menos pensada y menos consciente. A lo largo del a\u00f1o los j\u00f3venes nos ver\u00e1n actuar, reaccionar, pensar, responder en mil ocasiones distintas, siempre fieles a nosotros mismos, siempre y sin esfuerzo, fieles a nuestra forma de ver la vida. La superioridad pr\u00e1ctica de este catecismo<\/em> sobre el sistem\u00e1tico est\u00e1 demostrada, aparte de todo, por el fracaso de la catequesis\u201d (Ib\u00eddem, p. 171).
\n[2]<\/a> J.J. Cerezo y P.J. G\u00f3mez Serrano, J\u00f3venes e Iglesia<\/em> (PPC, Madrid 2006) 107. FERE,Significatividad<\/em> social de la escuela cat\u00f3lica<\/em> (SM, Madrid 2002) 50.
\n[3]<\/a> Unas 16 alusiones encuentro en \u00e9l: se constata que la escuela ha perdido influencia como agente de socializaci\u00f3n religiosa (p. 103), junto a la familia y la parroquia, las tres ya incapaces (p.120). Sin embargo, un 20 % de J\u00f3venes 2000<\/em> dicen que llevar\u00e1n a sus hijos a un centro religioso (p. 104), ya que a una educaci\u00f3n cat\u00f3lica \u201cfuerte\u201d se remiten los j\u00f3venes eclesiales<\/em> (un 20.6 %) y tambi\u00e9n, aunque menos, los cat\u00f3licos terrenales<\/em> (menos cumplidores con la Iglesia y que son un 25.6 % del total) (p.105). Las preferencias por un centro cat\u00f3lico se deben m\u00e1s a su calidad educadora gen\u00e9rica, que a lo religioso, incluida la clase de religi\u00f3n; s\u00f3lo lo mencionan algo m\u00e1s del 10 % de los padres que prefirieron estos centros (p.107). Y es que la importancia de un centro cat\u00f3lico para la socializaci\u00f3n religiosa se realiza m\u00e1s, de hecho, en el testimonio<\/em> de algunos docentes concretos y en la posible participaci\u00f3n<\/em> en grupos religiosos escolares, que en la formaci\u00f3n propiamente dicha. Sus puntos d\u00e9biles estar\u00edan en ciertas pr\u00e1cticas del centro incoherentes con su propio ideario y en preferir la instrucci\u00f3n sobre la formaci\u00f3n (p. 108). En paralelo, la demanda religiosa juvenil menosprecia hoy la formaci\u00f3n intelectual de la fe (p.111).
\nCuando los autores proponen cambios – en profundidad – en la acci\u00f3n pastoral con los j\u00f3venes, se fijan en la transmisi\u00f3n religiosa tradicional que estaba basada en la familia (hoy m\u00e1s ineficaz) y que \u201caprovechaba las oportunidades evangelizadoras que permit\u00edan las actividades de ocio educativo a las parroquias, colegios y dem\u00e1s instituciones eclesiales\u201d (p.155). Es decir, no era el colegio, sino el ocio escolar, lo que resultaba \u00fatil pastoralmente. Nueva confirmaci\u00f3n del ocasionalismo oportunista, que yo se\u00f1alaba en mi punto de partida, con su imagen visual de la escuela como plataforma para la pastoral: \u201cEl indudable monopolio eclesial del ocio educativo<\/em> pas\u00f3 a ser una plataforma<\/em> evangelizadora privilegiada (dado el deseo de los j\u00f3venes de juntarse y divertirse) cuando la mayor parte de las familias comenzaron a ser incapaces\u201d (p.159). La descripci\u00f3n de cuanto necesita cambios profundos a\u00f1ade, entre otros rasgos, una cr\u00edtica a la pedagog\u00eda cristiana tradicional, a base de transmisi\u00f3n de contenidos teol\u00f3gicos (en detrimento de la propia experiencia).
\n[4]<\/a> Tampoco la implican al insistir en la necesidad de una acci\u00f3n eclesial que \u201cplantee a los j\u00f3venes provocaciones y desaf\u00edos nuevos, y no tanto agradarles, halagarles o darles la raz\u00f3n para atraerles\u201d (sic p.164). Que la escuela, cat\u00f3lica o no, aparezca \u201calejada de los problemas que preocupan a la mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n\u201d, adquiere mayor calado pastoral si se atribuye directamente a la Iglesia, pero a m\u00ed, dicho de la escuela, ya me parece enorme (p.120, n.77).
\n[5]<\/a> He desarrollado pistas para esta dificultad en \u201c\u00bfQu\u00e9 debemos hacer, hermanos?\u201d en Instituto Superior de Pastoral, \u00bfQu\u00e9 ves en la noche? (Is 21,11)<\/em> (Verbo Divino, Estella 2005) 271-310.
\n[6]<\/a> Hasta este extremo: \u201cOtros estudiantes, que no tienen esta dimensi\u00f3n religiosa, no podr\u00e1n obtener frutos ben\u00e9ficos y se exponen a vivir superficialmente los a\u00f1os m\u00e1s hermosos de su juventud\u201d (Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n cat\u00f3lica, Dimensi\u00f3n religiosa de la educaci\u00f3n en la escuela cat\u00f3lica<\/em> [cardenal Baum y, secretario, arzobispo Javierre] (Vaticano 1988) n.48. Hemos hecho algunas reflexiones sobre la involuci\u00f3n de otros dos documentos posteriores a \u00e9ste en J.L. Corzo, \u201cLa transmisi\u00f3n de la fe en la escuela\u201d, en Instituto Superior de Pastoral, La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad actual<\/em> (Verbo Divino, Estella 1991) 289-307.
\n[7]<\/a> La FERE divulg\u00f3 varios documentos del magisterio romano sobre educaci\u00f3n y, a pesar de los originales ya en lenguas vern\u00e1culas, transcribi\u00f3 en este caso: \u201cexigencia de la educaci\u00f3n de<\/strong> la fe\u201d (n.9) (y no, d\u2019\u00e9duquer \u00e0 la foi<\/em>; dell<\/em>\u2019educazione alla fede<\/em>). Con ello abona la tendencia (rentable a cierta pol\u00edtica eclesi\u00e1stica de dudoso \u00e9xito en Espa\u00f1a) a considerar la escuela cat\u00f3lica como un derecho de los cat\u00f3licos por estar destinada s\u00f3lo a ellos, tal vez encerrados en su democr\u00e1tica cristiandad, menos misionera y menos integrada en lo secular de lo que cabr\u00eda esperar seg\u00fan otros modelos teol\u00f3gicos y eclesiol\u00f3gicos. Cf. FERE, Textos pontificios sobre educaci\u00f3n y escuela cat\u00f3lica (Madrid 1992) p\u00e1g.33.
\n[8]<\/a> El socorrido adjetivo educaci\u00f3n \u201cintegral\u201d puede significar un sumando m\u00e1s (la fe) o una asunci\u00f3n completa de lo humano \u201cporque en Cristo, el Hombre perfecto, todos los valores humanos encuentran su plena realizaci\u00f3n y, de ah\u00ed, su unidad. Este es el car\u00e1cter espec\u00edficamente cat\u00f3lico de la escuela, y aqu\u00ed se funda su deber de cultivar los valores humanos respetando su leg\u00edtima autonom\u00eda, y conserv\u00e1ndose fiel a su propia misi\u00f3n de ponerse al servicio de todos los hombres. Jesucristo, pues, eleva y ennoblece al hombre\u201d (EC n.35).
\n[9]<\/a> Hace a\u00f1os desarroll\u00e9 en un libro – Educar(<\/em>nos) en tiempos de crisis <\/em>(CCS, Madrid 1995) – las claves educativas que hab\u00eda escrito antes para Misi\u00f3n Joven<\/em>. La convicci\u00f3n freiriana de que nadie educa a nadie, sino juntos, no me ha dejado. La revista Educar(<\/em>NOS)<\/em> es un buen desarrollo de ese concepto de educaci\u00f3n (distinto de del aprendizaje) hoy poco frecuente. Puede verse completa en:www.amigosmilani.es<\/a>
\n[10]<\/a> Reunimos a varios te\u00f3logos para desarrollar esta idea en la c\u00e1tedra Domingo de Soto de la Universidad de Salamanca el curso 1995-96. Cf. J.L. Corzo (dir), Escuchar el mundo, o\u00edr a Dios. Te\u00f3logos y educaci\u00f3n<\/em> (PPC, Madrid 1997).
\n[11]<\/a> Es el t\u00edtulo de mi art\u00edculo en Educar(<\/em>NOS)<\/em> 7(1999)9-12, monogr\u00e1fico dedicado a \u201cAprender a no saber\u201d.
\n[12]<\/a> \u201cPor eso la escuela me es tan sagrada como un octavo Sacramento. De ella espero (y puede que ya lo tenga en la mano) la llave, si no de la conversi\u00f3n, que es un secreto de Dios, s\u00ed de la evangelizaci\u00f3n de este pueblo\u201d (L. Milani, o.c. Experiencias<\/em> \u2026 p.138).
\n[13]<\/a> L. Milani, o.c. p.16. \u201cEs muy dif\u00edcil que uno busque a Dios si no tiene ansia de conocer. Cuando hayamos despertado con la escuela la sed que est\u00e1 sobre cualquier otra sed o pasi\u00f3n humana, llevarlos luego a que se planteen el problema religioso ser\u00e1 un jueguecillo\u201d p.170.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"