{"id":8247,"date":"2006-07-01T00:00:52","date_gmt":"2006-06-30T22:00:52","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8247"},"modified":"2006-07-01T00:00:52","modified_gmt":"2006-06-30T22:00:52","slug":"reflexiones-para-una-pastoral-en-situacion-de-no-cristiandad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/reflexiones-para-una-pastoral-en-situacion-de-no-cristiandad\/","title":{"rendered":"Reflexiones para una pastoral en situaci\u00f3n de no cristiandad"},"content":{"rendered":"
\u00c1lvaro Ginel es Director de la Revista Catequistas<\/em><\/strong> <\/strong> \u00c1LVARO GINEL<\/p>\n estudios@misionjoven.org<\/p>\n \u00c1lvaro Ginel es Director de la Revista Catequistas S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO De forma testimonial y muy sugerente, el art\u00edculo avanza la necesidad de planteamientos nuevos en la pastoral con j\u00f3venes, de partir de una pastoral de misi\u00f3n. Desde una intuici\u00f3n b\u00e1sica de que la acci\u00f3n pastoral ha de comenzar por la atenci\u00f3n y valoraci\u00f3n […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[142,1070,94],"tags":[],"class_list":["post-8247","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-ginel","category-estudios-354_355","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8247","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8247"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8247\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8247"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8247"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8247"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nDe forma testimonial y muy sugerente, el art\u00edculo avanza la necesidad de planteamientos nuevos en la pastoral con j\u00f3venes, de partir de una pastoral de misi\u00f3n. Desde una intuici\u00f3n b\u00e1sica de que la acci\u00f3n pastoral ha de comenzar por la atenci\u00f3n y valoraci\u00f3n de la existencia del otro, plantea algunas cuestiones esenciales: tomar en serio la cultura secularizada, la existencia como lugar de encuentro, la gradualidad y flexibilidad de los itinerarios, la primac\u00eda de la persona, la b\u00fasqueda de nuevas respuestas, la importancia de lo previo.
\n
\nUn d\u00eda hice esta propuesta, al final de las sesiones del seminario Reflexionar la propia experiencia pastoral[1]<\/strong><\/a><\/em>, a los alumnos del Curso de Actualizaci\u00f3n Teol\u00f3gica<\/em>, en gran parte misioneros y misioneras que pasaban un a\u00f1o sab\u00e1tico de formaci\u00f3n permanente: resumid en una frase vuestra experiencia pastoral<\/em>. Uno de los alumnos, sacerdote que llevaba en un pa\u00eds africano de mayor\u00eda musulmana m\u00e1s de treinta a\u00f1os de ministerio pastoral, contest\u00f3: estar y escuchar. <\/em>El grupo se sorprendi\u00f3 con la s\u00edntesis e hizo silencio.
\nEste curso, en el mismo escenario acad\u00e9mico, otro misionero que trabaja en Brasil nos cont\u00f3 su experiencia pastoral. En la relaci\u00f3n que nos hizo se inclu\u00eda: la dimensi\u00f3n econ\u00f3mica, educativa, pol\u00edtica, la formaci\u00f3n de la comunidad, de los catequistas, la celebraci\u00f3n itinerante de los sacramentos por el amplio territorio de la misi\u00f3n, etc. Nos llam\u00f3 la atenci\u00f3n el hecho de que la pastoral que nos presentaba en las comunidades cristianas no estaba basada tanto en los Sacramentos, como en la Palabra, la reuni\u00f3n y la oraci\u00f3n. Comenzamos a interrogarle. Sus respuestas se pueden resumir as\u00ed: El presb\u00edtero pasa por las comunidades cuando puede (cada tres o cuatro meses) y aprovecha para celebrar los sacramentos del Bautismo, Eucarist\u00eda, Penitencia, Matrimonio. La mayor parte del tiempo, las comunidades est\u00e1n sin presb\u00edtero. Tienen que tener su vida. Desde la perspectiva europea, con una referencia pastoral todav\u00eda muy sacramental, nos era dif\u00edcil entender una pastoral \u201csin celebraci\u00f3n habitual de los Sacramentos\u201d. Si quit\u00e1ramos, en algunas parroquias europeas, la celebraci\u00f3n de los Sacramentos, \u00bfcon qu\u00e9 nos quedamos? Centr\u00e9monos en esa realidad que est\u00e1n viviendo comunidades cristianas que no tienen una tradici\u00f3n pastoral semejante a la nuestra. Entonces uno percibe la acci\u00f3n pastoral edificada sobre otros ejes: la reuni\u00f3n, la Palabra, la oraci\u00f3n, la acci\u00f3n liberadora a la que el Evangelio nos lanza, la preparaci\u00f3n \u00a1y espera! de la celebraci\u00f3n de los diversos Sacramentos.
\n\u00bfY si tuvi\u00e9ramos algo que aprender en nuestra situaci\u00f3n concreta de estas realidades eclesiales que la Iglesia vive en lugares llamados de misi\u00f3n? \u00bfNuestro hoy y aqu\u00ed <\/em>no tiene \u201calgo\u201d de lugar de misi\u00f3n<\/em>?
\nEs cierto que junto a estos hechos escuchaba el otro d\u00eda la narraci\u00f3n de una peregrinaci\u00f3n de 300 j\u00f3venes al castillo de Javier, y c\u00f3mo por el camino los adolescentes y j\u00f3venes se iban confesando… Pertenec\u00edan a unos movimientos cristianos. Llama la atenci\u00f3n comprobar estos resultados<\/em> tan palpables en n\u00fameros. Por eso, porque se mira mucho a los n\u00fameros, algunos les proponen como \u201cmodelo\u201d de acci\u00f3n pastoral eficaz<\/em> y lamentan que desde \u201cotras estrategias o pedagog\u00edas religiosas\u201d no se tengan resultados <\/em>similares.
\nMe parece que existe una tendencia facilona a calificar de buenos<\/em> a los agentes de pastoral que \u201ctiene \u00e9xitos contables\u201d, es decir, que se traducen en n\u00fameros, y malos<\/em> a los que trabajan de sol a sol \u201cpero no tienen \u00e9xitos tan contables\u201d (apliquemos esto de los n\u00fameros a: vocaciones, pr\u00e1ctica sacramental, etc.). En principio, esta visi\u00f3n de la realidad religiosa es muy reductiva, puesto que se queda en contabilizar formas externas. La confesi\u00f3n de la fe es mucho m\u00e1s amplia y abarca a toda la existencia. Los n\u00fameros son manifestaci\u00f3n de un solo aspecto de la religiosidad, aunque, eso s\u00ed, son c\u00f3modos y pr\u00e1cticos.
\nCreo que el punto de partida para una reflexi\u00f3n pastoral l\u00facida no es el encasillamiento de unos en el lado bueno y otros en el lado malo. Yo parto de que hoy todos los creyentes que viven el Evangelio con singularidades diversas sienten con fuerza la urgencia por el Reino. <\/em>Esta urgencia se visibiliza en formas de acci\u00f3n eclesial que responden a antropolog\u00edas diferentes y a lecturas v\u00e1lidas, pero no excluyentes ni totalizadoras, del Evangelio, de la Iglesia, de la Sociedad.
\nUna de las sensibilidades m\u00e1s interiorizadas en el hombre moderno y que hay que tener en cuenta en la acci\u00f3n pastoral es la tolerancia y el respeto. Estos dos aspectos forman parte del patrimonio de las sociedades modernas. La acci\u00f3n pastoral hoy encuentra no pocas dificultades y, en ocasiones, no pocas sospechas ante un anuncio del Reino de Jes\u00fas que comienza excluyendo, imponi\u00e9ndose, arrinconando o clasificando al otro en el territorio de \u201cla no verdad\u201d. Son tiempos de desaf\u00edo y de reto para, a la vez, confesar la fe en el Dios \u00fanico y verdadero, y acompa\u00f1ar al que vive consciente y honradamente la vida desde otra verdad, desde \u201csu verdad\u201d.
\nUna postura de confianza, de respeto, de acogida y de espera es indispensable en el agente de pastoral para trazar un marco de reflexi\u00f3n que no excluya y que no clasifique en categor\u00edas de buenos y malos[2]<\/a>.
\nLa reflexi\u00f3n que sigue est\u00e1 focalizada fundamentalmente sobre una pastoral de misi\u00f3n: <\/em>lo que la Iglesia tiene que hacer con los que no conocen a Jes\u00fas, con los que tienen prejuicios sobre la Iglesia y su mensaje, con los que estuvieron, pero se fueron y, en un momento de su vida, deciden volver a sus or\u00edgenes. No tiene en cuenta de manera directa la pastoral m\u00e1s ordinaria que las comunidades llevan a cabo, especialmente con los creyentes. No tratar directamente este tipo de acci\u00f3n pastoral no significa olvidar que existe; m\u00e1s a\u00fan, creo que tiene que seguir existiendo. Pienso que las comunidades cristianas cada vez m\u00e1s tendr\u00e1n que atender a varios frentes pastorales a la vez, porque plurales son los destinatarios. Pero en estos momentos necesitamos un impulso mayor hacia un tipo de pastoral al que no estamos habituados porque no nos lo exigieron las circunstancias. Hoy han cambiado tanto las cosas que tenemos que abrir el abanico de nuestro hacer pastoral para situarnos en una sociedad donde \u201clas mentalidades se han secularizado, la pluralidad estalla por todas partes, la memoria cristiana se pulveriza, la pr\u00e1ctica religiosa contin\u00faa descendiendo. La religi\u00f3n ha llegado a ser para algunos un asunto del pasado y, para un buen n\u00famero, una opci\u00f3n personal que se quiere tener y mantener en el secreto \u00edntimo de la conciencia\u201d[3]<\/a>.
\n <\/p>\n\n
\n\u00bfC\u00f3mo abrir caminos de reflexi\u00f3n para una pastoral en nuestro tiempo y en nuestro contexto? Mi primera intuici\u00f3n es que la acci\u00f3n pastoral tiene que comenzar por una atenci\u00f3n y una valoraci\u00f3n de la existencia del otro tal como es aqu\u00ed y ahora.<\/em>
\nEste modo de situarnos como Iglesia en acci\u00f3n no es ajeno a la pastoral de la que venimos y en la que nos movemos todav\u00eda. Voluntariamente he cambiado el t\u00e9rmino vida<\/em> por existencia<\/em>. Expresiones como \u201cfe y vida\u201d, \u201cllegar a la vida\u201d, \u201ccambiar la vida\u201d, \u201canalizar la vida\u201d, \u201cevangelizar la vida\u201d, \u201cponer a Dios en la vida\u201d… nos resultan familiares. La originalidad del momento consiste en que quiz\u00e1s la existencia es lo \u00fanico que nos da pie para abrir el Evangelio y presentarlo como salvaci\u00f3n que viene delDios revelado por Jes\u00fas.
\nMe parece que la palabra existencia<\/em> (o existencia humana<\/em>) refleja mejor toda la complejidad de la realidad de la persona. Por otra parte, evita las connotaciones de la reflexi\u00f3n pastoral de mediados y finales del siglo pasado.
\nMi convicci\u00f3n cada vez m\u00e1s profunda es que la existencia es el lugar privilegiado de encuentro con Dios<\/em>[4]<\/a>. \u201cLo de Dios y el hombre se juega todo en un mismo escenario: la trama de la vida, la trama de la historia. <\/em>El hombre escucha a Dios y descubre la presencia de Dios all\u00ed donde vive y muere. No hace falta salir del mundo para conocer y escuchar a Dios\u201d[5]<\/a>. Las cosas sencillas de la vida: los encuentros, los interrogantes, las personas que pasan por nuestra vida de manea significativa, las que quedan y dejan algo de ellas en nosotros, lo que nos pasa, las opciones que tomamos, las que dejamos de tomar porque nos da miedo, la muerte, la vida, todo es posibilidad de encuentro con Dios. Much\u00edsima gente hoy s\u00f3lo dispone de su existencia como lugar privilegiado de encuentro con Dios ya que no participan en grupos, no frecuentan la reuni\u00f3n cristiana semanal, no leen habitualmente libros religiosos ni se nutren de la Palabra de Dios… Lo \u00fanico que les queda en las manos para encontrarse con Dios es la aventura de su propia existencia[6]<\/a>. Esta afirmaci\u00f3n nos exige diversas aclaraciones.
\n
\n1.1. Tomar en serio la cultura secularizada<\/strong>
\n
\nLa existencia de la persona se desarrolla en un tiempo y espacio. Somos hist\u00f3ricos. Nuestro tiempo y espacio hoy, en las coordenadas desde donde reflexiono, est\u00e1n marcados por el fen\u00f3meno de la secularizaci\u00f3n y del secularismo. La religi\u00f3n ha perdido su puesto en la sociedad actual como referencia y, mucho m\u00e1s, en la vida de las personas concretas. Por todas partes se insiste en que vivimos una sociedad secularizada[7]<\/a>.
\nLa dificultad est\u00e1 no en aceptar y afirmar el dato de la secularizaci\u00f3n, sino en ser consecuentes con la afirmaci\u00f3n a la hora de hacer pastoral.<\/em> Vaya por adelantado un agradecimiento a los agentes de pastoral que han hecho y hacen unos enormes esfuerzos de cambio y de adaptaci\u00f3n, de b\u00fasqueda y de trabajo silencioso. Tenemos que reconocer que no es f\u00e1cil encontrar la salida oportuna, como en las autopistas, a las preguntas que nos planteamos; pero los esfuerzos est\u00e1n en marcha. La edad, la formaci\u00f3n adquirida, la personalidad formada en un determinado sentido pueden, en ocasiones, alejar o dilatar para \u201cm\u00e1s tarde\u201d la consecuci\u00f3n de metas nuevas. Las situaciones humanas reales s\u00f3lo nos piden una cosa: comprensi\u00f3n. Y no faltan motivos para comprender.
\nUn porcentaje ampl\u00edsimo de agentes de pastoral ha bebido su vida cristiana en un ambiente de acci\u00f3n pastoral en clima de cristiandad, ha desarrollado su acci\u00f3n pastoral con par\u00e1metros pastorales que ya es dif\u00edcil mantener; ahora se les est\u00e1 pidiendo que \u201ctrabajen pastoralmente\u201d en la realidad del mundo presente que est\u00e1 impregnada de secularizaci\u00f3n. El cambio es profundo. Las resistencias humanas, comprensibles. La acci\u00f3n pastoral, de tejas abajo, no es posible. S\u00f3lo la acci\u00f3n del Esp\u00edritu del Se\u00f1or que transforma los corazones y hace Pentecost\u00e9s donde y cuando quiere, puede alumbrar el horizonte de una hacer pastoral volcado en la misi\u00f3n. Hasta los nuevos agentes de pastoral nacidos en un ambiente m\u00e1s secularizado est\u00e1n desprovistos de referencias claras y palpables de lo que es una pastoral misionera en ambiente de secularizaci\u00f3n. Somos todos aprendices de una acci\u00f3n pastoral que la raz\u00f3n nos pide pero que la experiencia nos niega. Esto nos lleva a ponernos en una postura de disc\u00edpulos, de caminantes con derecho a vacilar o a ir a tientas, de escuchadores de Dios y del hombre de hoy.
\nLos Obispos franceses escrib\u00edan a los cat\u00f3licos de Francia y les dec\u00edan: \u201cEstamos cambiando de mundo y de sociedad. Un mundo desaparece y otro est\u00e1 emergiendo, sin que exista ning\u00fan modelo preestablecido para su construcci\u00f3n\u201d[8]<\/a>. Aqu\u00ed est\u00e1 la intuici\u00f3n fundamental: un mundo emerge y no tenemos modelo preestablecido de c\u00f3mo ser\u00e1, y por tanto, de c\u00f3mo hacerle frente y hacer pastoral en \u00e9l. Nuestra normal tendencia nos lleva a repetir lo que hemos visto, lo que hemos hecho, lo que hicieron con nosotros. Con facilidad damos peque\u00f1os retoques o introducimos adaptaciones como respuesta a la situaci\u00f3n concreta. Pero son retoques y adaptaciones.
\nEstamos retados y llamados a ser consecuentes con la afirmaci\u00f3n de que un mundo y una sociedad nueva est\u00e1n apareciendo. Las ofertas pastorales no pueden ser repetici\u00f3n de lo que fue v\u00e1lido ayer. Y que no sea v\u00e1lido hoy no quiere decir que no sea v\u00e1lido. Educados en el ayer, se nos pide vivir a fondo el presente \u2013estar y escuchar el p\u00e1lpito de nuestro mundo- y vislumbrar el futuro posible para inventar la acci\u00f3n pastoral.
\nNo partimos de cero: tenemos una tradici\u00f3n secular de la Iglesia, con etapas de la historia que nos pueden servir de inspiraci\u00f3n, y tenemos la fuerza y la vivencia del Evangelio alentados por la presencia del Esp\u00edritu que se nos ha prometido. Los agentes de pastoral estamos llamados no a una reconversi\u00f3n como la entiende la sociedad y el mundo de la empresa, sino a una conversi\u00f3n en el sentido m\u00e1s b\u00edblico. Es decir, no todo nos vendr\u00e1 de la t\u00e9cnica, de las t\u00e1cticas y de las ciencias auxiliares (\u00a1cosas que necesitaremos!) sino de la vivencia de la confesi\u00f3n de fe en Jes\u00fas en nuestra situaci\u00f3n. El Evangelio tiene en s\u00ed fuerza para sugerir caminos de transmisi\u00f3n, caminos de acci\u00f3n. Si el mundo en el que vivimos es nuevo, nuevo tendr\u00e1 que ser el hacer pastoral.
\n
\n1.2. La existencia, lugar de encuentro<\/strong>
\n <\/em>
\nLa expresi\u00f3n \u201csacar aplicaciones para la vida\u201d puede resultar familiar a predicadores, catequistas, agentes de pastoral. \u201cSacar aplicaciones para la vida\u201d era una manera corriente de hacer pastoral: se reflexionaba o se daba un tema, se analizaba un pasaje b\u00edblico y despu\u00e9s se sacaban aplicaciones para la vida.<\/em>
\nLa pregunta de un hacer pastoral nuevo que pone la existencia humana como lugar de encuentro con Dios es: \u00bfNo ser\u00e1 a la inversa?<\/em> Es decir, \u00bfno tendremos que partir primero de la existencia personal y de la existencia compartida con otras existencias para indagar las huellas de Dios, las preguntas que nos llevan a la b\u00fasqueda de Dios?
\nEn una sociedad de cristiandad, el punto de partida es dar por supuesto <\/em>que se cree, que se tiene una \u201ccultura b\u00e1sica cristiana\u201d, unas referencias cristianas asimiladas por \u00f3smosis. En una sociedad secularizada, la fe cristiana ya no cuenta en la vida real, y el sentido de la vida se plantea y resuelve desde otros principios que aquellos de la confesi\u00f3n de la fe en Jes\u00fas. La existencia humana queda abierta a todos los vientos. Mientras en la sociedad de cristiandad se trataba de profundizar y ahondar el sentido de un \u201ccredo\u201d inicial (bautismo de ni\u00f1os), en la sociedad secularizada el objetivo es anunciar un mensaje de salvaci\u00f3n como respuesta v\u00e1lida para vivir. No existe nada previo, nada dado por supuesto que tengamos que profundizar. Existe s\u00f3lo una propuesta de forma de vivir que se presenta y tiene que ser acogida como sugerente, como merecedora de mi atenci\u00f3n.
\nEl relato de los disc\u00edpulos de Ema\u00fas puede ser la mejor referencia para entender el cambio del que hablamos. En la existencia triste y de frustraci\u00f3n que viven los disc\u00edpulos que huyen de Jerusal\u00e9n ocurre algo<\/em>: unencuentro<\/em> que les hace pensar, que les calienta el coraz\u00f3n, que les pone en marcha hacia aquellos que hab\u00edan dejado previamente. Lo que experimentan los caminantes de Ema\u00fas en sus vidas decepcionadas y llenas de angustia acontece por una presencia, por un encuentro con Alguien que les interroga y les hace ver que lo que acaba de pasar tiene sentido y es continuaci\u00f3n y plenitud de una larga historia que les precede. Entienden as\u00ed su vida enmarcada dentro de una historia m\u00e1s amplia, y todo recobra sentido.
\nLa misma existencia, con sus m\u00e1s y sus menos, con sus vaivenes y sacudidas, con sus encuentros y desencuentros se hace pregunta y se hace atisbo de luz que nos env\u00eda a un centro donde hablar y reencontrar la Verdad y la Vida. Los de Ema\u00fas no tienen \u201cuna aplicaci\u00f3n pr\u00e1ctica\u201d para vivir su desconsuelo. En su desconsuelo encuentran una pregunta y una luz para ponerse en camino hacia donde estaba la luz[9]<\/a>.
\nEn mis a\u00f1os de formaci\u00f3n catequ\u00e9tica, cuando estaba en auge la llamada catequesis de la experiencia que nos ven\u00eda de Par\u00eds sobre todo, se nos ense\u00f1aba que hab\u00eda un plan progresivo de formaci\u00f3n, hecho desde la Psicolog\u00eda evolutiva y la Teolog\u00eda (un poco menos desde la Biblia). Se part\u00eda de una programaci\u00f3n, de unos temas que se supon\u00eda que era lo que una persona \u201cvive\u201d a una determinada edad; para entender el tema mejor se buscaban \u201chechos de vida\u201d vividos por otras personas y se \u201cayudaba\u201d a que las personas del grupo trataran de descubrir en su vida cosas parecidas. No importaba que ese hecho de vida descrito fuera ya patrimonio de la persona. Se preparaba al individuo para que lo entendiera, si ya lo hab\u00eda vivido, o para que lo viviera cristianamente cuando llegase. Ahora el esquema que tenemos que emplear con muchas personas es diferente, entre otras cosas porque no han sido evangelizadas, porque no han estado en grupos, porque lo primero que vivenes la vida, y muchas veces de manera amontonada, antes de disponer de recursos suficientes para afrontar lo que viven. Muchos ni\u00f1os y adolescentes viven \u201cantes de tiempo\u201d acontecimientos de la existencia que les marcan y les dejan huellas.
\n <\/em>
\n1.3. Los itinerarios de formaci\u00f3n cristiana no son l\u00edneas rectas<\/strong>
\n <\/em>
\nEn el lenguaje popular existen unas expresiones que est\u00e1n cargadas de sabidur\u00eda: \u201cLa vida puede dar muchas vueltas\u201d. \u201c\u00a1Vete t\u00fa a saber lo que ser\u00e1 de esta persona en el futuro!\u201d. La vida nos sorprende en propia piel y en piel ajena: \u201c\u00bfQui\u00e9n me iba a decir a m\u00ed que me iba a pasar esto? No me lo puedo creer\u201d. \u201cDe otro, lo podr\u00eda haber imaginado, pero de \u00e9ste… \u00a1jam\u00e1s!\u201d. Esta sabidur\u00eda acumulada en el patrimonio de la humanidad es la que nos hace pensar, junto con la experiencia directa de animadores de planes formativos de todo tipo, que la formaci\u00f3n religiosa presentada con progresi\u00f3n programada (los itinerarios formativos o de fe) no es la que asimila mejor la persona en nuestro contexto secularizado, falto de referencias cristianas y de acompa\u00f1antes que vivan la fe. El grado de formaci\u00f3n humana y cristiana que cada libro propone no es el que al final del curso la persona concreta llega a interiorizar. Posiblemente, \u00e9sta s\u00ed disponga de unos conocimientos estructurados, pero es m\u00e1s dudoso que esto mismo lo podamos decir del cambio personal, de la conversi\u00f3n, etc. La maduraci\u00f3n de las personas no es lineal. No s\u00e9 muy bien qu\u00e9 palabra o s\u00edmil emplear para describir la configuraci\u00f3n con Cristo, que no es fruto de esfuerzo humano, sino de la acci\u00f3n de Dios en cada persona que libremente le dice, como Mar\u00eda:fiat<\/em>.
\nNuestro propio itinerario de creyentes es un ejemplo: Nos tomamos vacaciones en la fe, volvemos a recaer, nos paralizan los miedos, lo que sabemos no somos capaces de aplicarlo a la vida, experimentamos momentos de aceleraci\u00f3n y, en otras ocasiones, tenemos que subir la cuesta de la vida en primera, porque la pendiente se nos hace dura… Al final de la adolescencia queremos que se vayan \u201ccon todos los sacramentos recibidos\u201d y dejar al Esp\u00edritu de Dios el resto… Tenemos que escuchar las lamentaciones de muchos agentes de pastoral que se quejan, al final de los procesos de formaci\u00f3n, de la inmadurez que tienen y de la falta de compromiso con la comunidad cristiana… Es cierto que ninguna pedagog\u00eda religiosa puede poner la fuerza de su eficacia en s\u00ed misma. El don de Dios se derrama en nosotros y en todos a pesar de nosotros, porque el Esp\u00edritu de Jes\u00fas es libre. Pero nos queda la responsabilidad de intentar ayudar al destinatario de nuestros d\u00edas para que acoja la acci\u00f3n de Dios.
\nNo pocos hombres y mujeres hoy tienen que volver a recorrer un camino de apertura a Jes\u00fas, el Resucitado, partiendo de su existencia como itinerario real. Nos queda siempre la confianza en cada persona (capax<\/em> Dei<\/em>), en su libertad, en su ritmo de aceptarse y asumir su vida. La comunidad cristiana, sabedora de estas realidades, no se cruzar\u00e1 de brazos alegando que ya han sido evangelizados. M\u00e1s bien se har\u00e1 encontradiza con hombres y mujeres que van por el camino, como el Resucitado con los de Ema\u00fas, para escuchar su desilusi\u00f3n, su angustia, para recoger sus l\u00e1grimas y dolor, su equivocaciones (\u201cme he equivocado al elegir\u201d), sus alegr\u00edas y triunfos… En estos acontecimientos que la persona vive, los agentes de pastoral tendr\u00e1n que percibir la puerta que da a las preguntas de b\u00fasqueda de Dios o proponer directamente el anuncio de Jes\u00fas que ayude a \u201creleer la vida\u201d, y releerla al calor de quien puede situar nuestra vida en una historia de salvaci\u00f3n que se nos regala, que nos precede, que nos envuelve y que, si queremos, podemos vivir en plenitud.
\n <\/p>\n\n
\nSabemos leer libros, sabemos leer los signos del cielo y predecir la meteorolog\u00eda, sabemos leer los movimientos de los pol\u00edticos… pero nos cuesta leer la propia vida. Somos malos lectores de nuestra historia personal. Para muchos agentes de pastoral la vida \u201cno es lo importante\u201d. Lo importante es el Mensaje, la teor\u00eda, el tema. Nadie pondr\u00e1 en duda la prioridad del dato revelado. No se trata de eso, sino de la acci\u00f3n pedag\u00f3gica que prepare los caminos del Se\u00f1or. Quienes a firmamos el valor de la existencia como punto de partida de la acogida del Jes\u00fas, creemos que es urgente aprender a tratar la existencia, la propia y la de los dem\u00e1s.
\n
\n2.1. Ante todo, una referencia personal<\/strong>
\n
\nCuando en la acci\u00f3n pastoral intento poner en pr\u00e1ctica la l\u00ednea operativa que aqu\u00ed describo he sentido que me quedo interiormente como en un vac\u00edo, o con una duda. Vivo una secreta insatisfacci\u00f3n interior. Me he acercado a buscar la ra\u00edz de esta sensaci\u00f3n interior y me parece haberla encontrado en esto: Lo l\u00f3gico, lo programado, el itinerario bien pensado, donde no falta nada de lo importante y donde todo est\u00e1 organizado l\u00f3gicamente, me da la seguridad de que \u201clo importante, lo esencial ha sido tratado\u201d, el contenido ha sido expuesto. Esto me tranquiliza y me hace dejar en manos de Dios y de su Esp\u00edritu los frutos de lo sembrado. Pase lo que pase, yo \u201ctengo la conciencia tranquila de haber hecho y dicho<\/em> todo lo que ten\u00eda que hacer y decir<\/em>\u201d (aunque si lo que pasa es \u201cbueno\u201d \u00a1no tengo ning\u00fan problema en apunt\u00e1rmelo como tanto personal!).
\nPor el contrario, cuando me centro en un trabajo pastoral que pone como central la existencia del otro, la vida de cada d\u00eda (que muchas veces es rutina, -\u00a1siempre lo mismo!- o desbarajuste, -\u00a1se te junta todo en un momento y todo te desborda!-) no experimento la misma paz. Me interrogo si lo habr\u00e9 hecho bien o mal, si los resultados no se deber\u00e1n a no seguir un itinerario formativo m\u00e1s sistem\u00e1tico, o si se me quedar\u00e1 algo sin decir, sin hacer. En el fondo est\u00e1 la pregunta: \u00bfa qui\u00e9n tengo que ser fiel? \u00bfy si no logro dar todos los contenidos? \u00bfqu\u00e9 es lo que hay que hacer?
\nAprender a tratar la existencia exige aprender a no poseer en la mano la seguridad que da una programaci\u00f3n bien ordenada. Se trata de un desplazamiento del centro de acci\u00f3n pastoral: de lo correctamente programado, a la atenci\u00f3n preferencial a la existencia concreta de las personas. Bien mirado, no debe existir contradicci\u00f3n. Si \u00e9sta se da, se debe, a mi juicio, a un juicio comparativo entre dos formas de llevar adelante la acci\u00f3n pastoral.
\nLa centralidad de la existencia en la acci\u00f3n pastoral no es olvido ni renuncia a nada esencial de lo que tengo que anunciar, sino proceso diverso que comienza por prestar atenci\u00f3n a la persona, proceso diverso para anunciar el Mensaje evang\u00e9lico o para provocar la interrogaci\u00f3n que sit\u00fae a la persona ante la acogida del don de Dios. En la vida todo va llegando, todo va surgiendo. Hay que saber esperar la plenitud del tiempo, la plenitud de cada persona. De la misma manera que \u201cse dan temas\u201d en un itinerario programado \u00a1y nos resbalan y no los entendemos!,<\/em> igualmente en la vida nos pasan muchas cosas \u00a1y no las entendemos a la primera ni a la segunda!<\/em>Todo tiene su tiempo. Y Dios est\u00e1 ah\u00ed, esperando la plenitud de cada uno, que llega cuando tiene que llegar. Nos tenemos que entender \u201cde otra manera\u201d, como personas que caminamos hacia la plenitud paso a paso, en las realidades de cada d\u00eda[10]<\/a>. No se trata de vivir resignados, sino de entendernos y de entender al Otro en un dinamismo que no acaba cuando acaba un libro. No estar\u00eda de m\u00e1s hacer el ejercicio personal de narrar la trama de nuestra historia de creyentes. Quiz\u00e1s nos dar\u00eda pistas para entender otras vidas.
\nSi he aportado esta referencia personal es para comprender a todos aquellos agentes de pastoral que experimentan dificultad a la hora de centrarse en la existencia de las personas como camino de acci\u00f3n pastoral. Probablemente, en el fondo, lo que les produce malestar es esta sensaci\u00f3n de vac\u00edo, de inacabamiento, de algo que no es \u201credondo\u201d, o la imposibilidad de poder decir en un momento: \u00a1Ya est\u00e1 todo dicho y hecho!<\/em> Ya me puedo quedar tranquilo! <\/em>Yo personalmente me consuelo escuchando las palabras de Jes\u00fas a los suyos: \u201cMe quedan muchas cosas por deciros, pero no pod\u00e9is con ellas ahora; cuando venga \u00c9l, el esp\u00edritu de la verdad, os guiar\u00e1 hasta la verdad plena\u201d (Jn 16,12-13). Sentirme consolado no quiere decir, en manera alguna, sentirme paralizado. Escucho con gozo la invitaci\u00f3n de los Obispos franceses a proclamar la totalidad del misterio de Jes\u00fas: \u201cLa Iglesia est\u00e1, pues, llamada a ejercer no s\u00f3lo una acogida amplia y desinteresada, sino tambi\u00e9n a una vigilancia activa: porque se trata de percibir las se\u00f1ales de lo imprevisto de Dios a trav\u00e9s de estas demandas m\u00faltiples, y de comprender al mismo tiempo que tales demandas exigen una iniciaci\u00f3n prolongada al misterio de Cristo, a su Palabra, a sus sacramentos y a la vida nueva de la que \u00e9l es la fuente\u201d[11]<\/a>.
\n
\n2.2. Aprender a tratar la existencia<\/strong>
\n <\/em>
\nHace unos a\u00f1os que animo grupos de adultos que nacen con ocasi\u00f3n de la comuni\u00f3n de los ni\u00f1os. Se trata de personas que en un momento de la vida deciden continuar profundizando la fe que ten\u00edan olvidada \u201cpor mil cosas de la vida\u201d, pero que las charlas a las que asistieron cuando la comuni\u00f3n de uno de sus hijos les volvieron a poner en camino. Aprend\u00ed en estos grupos que las hojas que preparaba para la reuni\u00f3n era imposible tratarlas… S\u00ed, las pod\u00eda tratar, pero \u201cdando un golpe de estado\u201d en el grupo e imponiendo la hoja a la vida que all\u00ed se \u201ccoc\u00eda\u201d.
\nMe hice muchas preguntas y llegu\u00e9 a la conclusi\u00f3n de \u201cdejar de hacer hojas\u201d. Comenc\u00e9 a ir a los grupos con hojas en blanco y l\u00e1piz. En ellas ten\u00eda que escribir la vida que se colaba<\/em> en palabras, frases, silencios, l\u00e1grimas, temas que sal\u00edan… Aprend\u00ed que muchos \u201ccontaban\u201d an\u00e9cdotas de la vida, pero no llegaban a las ra\u00edces de la vida. Aprend\u00ed que la vida es muchas veces \u201ccosas que nos pasan\u201d, pero no fuente de interrogaci\u00f3n, de sorpresa, de b\u00fasqueda, de encuentro con Dios…
\nDos elementos aparecieron enseguida: Era m\u00e1s f\u00e1cil llevar una hoja escrita que llevar una hoja en blanco que hab\u00eda que escribir con la vida que sal\u00eda sobre el tapete. La hoja escrita la \u201cimpon\u00eda yo\u201d y la llevaba bien preparada. La hoja en blanco la \u201cescuchaba\u201d yo en el grupo, no era lo que yo hab\u00eda preparado, sino lo que los miembros viv\u00edan… casi sin caer e la cuenta de ello. Y eso me resultaba dif\u00edcil. Captar la profundidad de la vida no es f\u00e1cil. Exige aprender a escuchar, aprender a esperar, aprender a confiar en el otro, aprender a leer entre l\u00edneas, aprender a ver se\u00f1ales de algo m\u00e1s profundo en la superficie de la vida, aprender a valorar lo peque\u00f1o de cada d\u00eda hasta poder decir que nada de la vida es peque\u00f1o. Muchas veces pasamos por la vida \u201cen directa o embalados\u201d y no tenemos tiempo para darnos cuenta de lo que en ella nos estamos jugando… La segunda cosa que tuve que aprender (y que sigo aprendiendo) es que la fe nos la jugamos no en el templo, sino en la vida. Es f\u00e1cil ser creyente en la celebraci\u00f3n, pero parece que no sabemos ser creyentes pelando patatas, paseando al ni\u00f1o por el parque, viendo la televisi\u00f3n, en el trabajo, escuchado las confidencias primeras del hijo que dice con 13 a\u00f1os: \u201cMam\u00e1, estoy enamorado… Ya nos hemos dado un beso en la mejilla… \u00bfNos podemos dar un \u201cbeso-pico\u201d?
\nEscuchando la vida, podemos adoptar diversas posturas: situarnos ante el otro como maestros que ense\u00f1an porque ya han pasado por las mismas experiencias y, por eso, nos sentimos capacitados para dar consejos, o situarnos como acompa\u00f1antes que ayudan a que el otro caiga en la cuenta del espesor de su propia existencia. Acompa\u00f1ar es esperar y confiar, es guiar sin imponer. Podemos olvidar que \u201cla existencia del otro se parece a la m\u00eda\u201d pero no es lo mismo; cada uno tiene su contextualizaci\u00f3n, su propia historia, su entorno. Me parece m\u00e1s interesante situarse en una perspectiva en la que el otro no necesita tanto consejos o \u201cpa\u00f1os calientes\u201d como fuerza y pistas para comprenderse, para comprender lo que le pasa, para sacar las propias energ\u00edas, para afrontar las preguntas y los retos que la vida le presenta, para acoger un Don que le viene de fuera o para preguntarse por las razones \u00faltimas de vivir… He palpado c\u00f3mo los grupos se paralizan y se quedan sin palabras cuando les preguntas: \u201cBueno, en todo esto que vivimos, \u00bfc\u00f3mo ser cristianos? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 Dios?\u201d. Hay muchas vidas de creyentes que no son vividas en creyente en los momentos de alegr\u00eda o de dolor… \u00a1Y esto es un dolor! No saben o no logran sacar la \u201cficha\u201d que \u201cestudiaron en catequesis\u201d (\u00a1con los buenos programas que tuvieron para \u201caplicarla\u201d!) para aplicarla a la situaci\u00f3n real.
\n
\n2.3. Aprender a ofertar nuevas acciones pastorales<\/strong>
\n
\nLa manera de programar las acciones pastorales que hoy tiene la mayor\u00eda de las comunidades cristianas arranca de fechas concretas (celebraci\u00f3n de sacramentos, celebraci\u00f3n de fiestas, calendario lit\u00fargico). La acci\u00f3n pastoral \u201cprepara para\u201d realizar con mayor sentido o profundidad o \u201cconocimiento\u201d determinados sacramentos o celebraciones lit\u00fargicas…
\nCreo sinceramente que es una posibilidad y una buena posibilidad de organizaci\u00f3n de acciones pastorales, pero no la \u00fanica. <\/em>Tambi\u00e9n la existencia proporciona \u201cmomentos fuertes\u201d de la vida que no coinciden con los \u201ctiempos fuertes\u201d de la liturgia ni con sus fechas y celebraciones, porque la existencia no tiene calendario prefijado. Hay que saber aprovechar esos \u201cmomentos existenciales fuertes\u201d como punto de partida, o como isla solitaria, para una propuesta pastoral basada en lo que afecta al coraz\u00f3n de las personas y las zarandea y las sit\u00faa ante las preguntas \u00faltimas. Momentos existenciales son: la experiencia del hospital, del dolor, los cumplea\u00f1os, los acontecimientos familiares (desde el nacimiento a las crisis de pareja o a la separaci\u00f3n), el trabajo, la lectura de un libro, el encuentro con personas que nos \u201cdejan huella\u201d, \u201cla casualidad\u201d de entrar un d\u00eda en la iglesia y hacer silencio o hablar con el cura y sentir que algo se remov\u00eda dentro, \u201cel dar vueltas\u201d en la cabeza a algo que no ten\u00eda claro, un funeral, la participaci\u00f3n en la liturgia de un monasterio, etc.
\nSi damos consistencia a los acontecimientos de la vida, resulta que la vida es el programa. Adem\u00e1s de las propuestas pastorales hechas al inicio de curso tendremos que admitir que los lugares de convocaci\u00f3n no se agotan en un tablero a la puerta de la iglesia. Los nuevos lugares de convocaci\u00f3n son los despachos, el encuentro con la gente, las visitas, lo inesperado que nos llega, el turismo religioso, la disponibilidad para el otro, los horarios c\u00f3modos que hagan ver que la comunidad cristiana tiene personas disponibles para los dem\u00e1s en tiempos c\u00f3modos… en una palabra, los lugares de convocatoria ser\u00e1n aquellos lugares donde se pude narrar la existencia y donde alguien escucha y ayuda a tomar m\u00e1s en la mano la propia vida.
\nConsecuencia de esto ser\u00e1 que la formaci\u00f3n de grupos tal como hoy la entendemos, tendr\u00e1 que cambiar. Existir\u00e1n quiz\u00e1s menos grupos pero m\u00e1s personas que necesiten acompa\u00f1amiento personal hasta llegar a pertenecer a un grupo. La expresi\u00f3n que se escucha como excusa para no formar grupos: \u201cno hay suficiente gente para un grupo\u201d tendr\u00e1 que ser matizada; \u201ces suficiente\u201d que exista una persona que busca para que la comunidad cristiana la acoja y le proporcione un acompa\u00f1ante… El grupo no se formar\u00e1 tanto por edades cuanto por sinton\u00eda de preocupaciones, de b\u00fasqueda de sentido o por inter\u00e9s de conocer el Mensaje de Jes\u00fas.
\n
\n2.3. Recuperar la importancia de lo previo a la catequesis<\/strong>
\n <\/em>
\nLos Obispos Italianos recordaban a las comunidades cristianas la \u201cnecesidad de un renovado primer anuncio\u201d[12]<\/a>. Les ped\u00edan una conversi\u00f3n misionera<\/em> porque hoy los hombres y mujeres de nuestro tiempo necesitan, como siempre, saber en qui\u00e9n cimentar las esperanzas. La fe cristiana responde con Pablo: \u201cQuien conf\u00eda en Jes\u00fas de Nazaret no queda defraudado\u201d (Rm 10,11).
\nHoy existen hombres y mujeres que buscan y se suben a los \u00e1rboles para ver pasar al Maestro comoZaqueo (Lc 19,4-5) ya sea por curiosidad o por una b\u00fasqueda interior; otros, como Nicodemo, le buscan de noche, sin querer ser vistos y sin poder acoger la verdad (Jn 3,1-21) porque tienen que \u201crenacer\u201d y eso no se hace en una noche, sino en muchas jornadas; no faltan los que se acercan a \u00e9l con otros intereses, como la samaritana (Jn 4,1-30), y acaban aceptando la propuesta de vida que \u00e9l vive y predica. Para todas estas personas la comunidad cristiana tiene que disponer de personas y de tiempos de acompa\u00f1amiento sin fecha de caducidad. Muchos hombres y mujeres hoy tienen que darse tiempo para desmontar construcciones de Dios falseadas o prejuicios que les impiden llegar a la verdad.
\nPara entender el tiempo nuevo de acci\u00f3n pastoral que ya est\u00e1 a la puerta, la referencia a la tenemos que tenemos que acudir es, sobre todo, la distribuci\u00f3n de etapas que nos leg\u00f3 la instituci\u00f3n catecumenal.<\/em> Hoy como entonces, habr\u00e1 que dar mucho m\u00e1s tiempo a la etapa previa a la catequesis que al tiempo de la catequesis expl\u00edcita. Para la \u201cedificaci\u00f3n del edificio de la persona creyente\u201d no nos valen las grandes m\u00e1quinas que vemos utilizar en la construcci\u00f3n de edificios; en dos d\u00edas desmontan el terreno, cambian \u201cla faz de la tierra\u201d… Para \u201ccambiar el coraz\u00f3n\u201d, para \u201cdisponerlo\u201d a la conversi\u00f3n, hay que trabajar poco a poco, lentamente… Lo del coraz\u00f3n, para que sea seguro, tiene que ser reposado, respetando el ritmo de las personas en su singularidad.
\nEl paso del \u201cno nacer creyente\u201d sino de \u201chacerse creyente\u201d nos obliga a reestructurar nuestros hacerespastorales. El Evangelio de Jes\u00fas no ha perdido fuerza. Es posible que los cristianos s\u00ed que hayamos perdido fuerza y estemos salpicados por una cierta rutina o desencanto. Pero sabemos que la fuerza del cambio est\u00e1 en el coraz\u00f3n mismo de la vivencia del Evangelio que nos ir\u00e1 mostrando el camino a seguir. No podemos caer en la tentaci\u00f3n deabsolutizar formas concretas. Nos basta absolutizar al Se\u00f1or Jes\u00fas, como Se\u00f1or de todo.
\n <\/p>\n
\n[1]<\/a> Seminario que animo en el Instituto Superior de Pastoral de Madrid.
\n[2]<\/a> Animaba un encuentro de catequistas en el que participaban presb\u00edteros y catequistas laicos en su mayor\u00eda. En una sesi\u00f3n de grupo peque\u00f1o se hablaba sobre la importancia de la familia. Hab\u00eda en el grupo un catequista separado. Un presb\u00edtero tuvo una intervenci\u00f3n muy dura, dejando la sensaci\u00f3n de que las cosas son muy claras y que la gente tiene que hacer lo que tiene que hacer, y ya est\u00e1. Si te sales de la fila te sales de la verdad, era la l\u00ednea de argumentaci\u00f3n. El grupo se qued\u00f3 paralizado porque, entre otras cosas, era \u201cla palabra de un presb\u00edtero\u201d. Entonces lleg\u00f3 una intervenci\u00f3n: \u201cUsted habla de lo que tiene que ser, de la teor\u00eda. Pero la realidad es la que es. Y el punto de partida es la realidad . Lo mejor es acoger lo que es y no juzgar a nadie porque no sabemos el sufrimiento y la realidad dura que viven muchas familias ni sabes la que yo vivo en mi situaci\u00f3n. No se puede ir por la vida con la verdad aprendida, sino caminado hacia la verdad. Es posible que la meta sea lo que dice, pero es meta, antes hay un camino. Y por favor, sin juzgar y sin clasificar en buenos y malos que as\u00ed las personas de Iglesia hacemos mucho da\u00f1o a los de dentro y espantamos a los de \u201cfuera\u201d porque ya los tachamos de \u201cmalos\u201d y perciben que no tienen nada que hacer acerc\u00e1ndose a la Iglesia, la instituci\u00f3n de la intransigencia\u201d.
\nLa intervenci\u00f3n me pareci\u00f3 inmensamente interesante. Con las verdades aprendidas de memoria quiz\u00e1s decimos la verdad, pero no respondemos a la verdad y a la realidad que viven las personas. Con la verdad aprendida de memoria quiz\u00e1s nos situamos en el camino f\u00e1cil de no ver la realidad y no aportar elementos para transformar la realidad. Con la verdad aprendida de memoria quiz\u00e1s s\u00f3lo podemos realizar acciones pastorales para selectos. \u00bfQu\u00e9 hacemos con los dem\u00e1s?
\n[3]<\/a> Asamblea de los Obispos de Qu\u00e9bec, Proponer hoy la fe a los j\u00f3venes: una fuerza para vivir, <\/em>trad. espa\u00f1ola en un inserto de la revista \u201cGazteen Berriak\u201d de la Delegaci\u00f3n Diocesana de Pastoral con J\u00f3venes, 50(2006)3.
\n[4]<\/a> Cfr. A. GINEL, Historia de salvaci\u00f3n y acci\u00f3n pastoral, <\/em>en Misi\u00f3n Joven 334 (2004) 27-32.49-51.
\n[5]<\/a> Ibidem, p. 28.
\n[6]<\/a> En las nuevas condiciones que son las nuestras, es importante subir all\u00ed donde la fe tiene su manantial. El manantial est\u00e1 en la persona misma. El manantial est\u00e1 en la personas, en los momentos esenciales de sus vidas, en las experiencias b\u00e1sicas a trav\u00e9s de las cuales se manifiestan los primeros estremecimientos, los primeros rumores de la fe. Es esta fuente es el punto de partida de todo itinerario. Nosotros debemos buscarla, desvelarla, canalizarla sin tregua. Como zahor\u00edes tenemos que estar atentos a este nacimiento, lejano o pr\u00f3ximo, de agua viva. Atentos al pozo secreto que cada uno tiene en lo m\u00e1s profundo de s\u00ed mismo\u201d. Asamblea de los Obispos de Qu\u00e9bec, Proponer hoy la fe…,Ibidem, <\/em>pp.4-5
\n[7]<\/a> \u201cEntre los muchos aspectos indicados con ocasi\u00f3n del S\u00ednodo, quisiera recordar la perdida de la memoria y de la herencia cristianas, <\/em>unida a una especie de agnosticismo pr\u00e1ctico y de indiferencia religiosa, por lo cual muchos europeos da la impresi\u00f3n de vivir sin base espiritual y como herederos que han despilfarrado el patrimonio recibido a lo largo de la historia\u201d. (Juan Pablo II, Ecclesia<\/em> in Europa<\/em>, 7). Adem\u00e1s de los Episcopados de Francia y Qu\u00e9bec, ya citados, que reflexionan sobre la situaci\u00f3n de nuestro mundo y sus repercusiones para la acci\u00f3n eclesial y pastoral, podemos mencionar al episcopado de B\u00e9lgica, Envoy\u00e9s<\/em> pour annoncer<\/em>, Declaraci\u00f3n para el a\u00f1o pastoral 2003-2004; al episcopado Italiano, Questa<\/em> \u00e8 la nostra fede. Nota pastorale sul primo annuncio del Vangelo, <\/em>2005. El episcopado Espa\u00f1ol ha reflexionado sobre estos mismos problemas tomando otro punto de vista: m\u00e1s que centrarse en la realidad del mundo, ha preferido centrarse en la Teolog\u00eda, cfr.Teolog\u00eda y secularizaci\u00f3n en Espa\u00f1a. A los cuarenta a\u00f1os de la clausura del Concilio Vaticano II. <\/em>Instrucci\u00f3n pastoral de la LXXXVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Espa\u00f1ola, Marzo 2006, en \u201cEcclesia\u201d 3.305-06(2006)542-559. Hay otros datos de nuestro entorno m\u00e1s cercano que habr\u00e1 que considerar como la encuesta \u00faltima que acaba de aparecer: Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda, J\u00f3venes espa\u00f1oles 2005, <\/em>SM, Madrid 2006. LUIS GONZ\u00c1LEZ CARVAJALSANTABARBARA, Las dificultades de la fe cristiana en Europa, <\/em>en \u201cSal Terrae\u201d 94(2006)99-110.
\n[8]<\/a> Les \u00c9v\u00eaques de France, Proponer la fe en la sociedad actual, <\/em> en \u201cEcclesia\u201d 5 y 12 abril 1997, p. 26(514).
\n[9]<\/a> En una reuni\u00f3n de adultos les pregunt\u00e9: \u00bfQu\u00e9 es lo que hoy os ayuda a vivir en cristiano? Me llam\u00f3 la atenci\u00f3n la respuesta de una persona, que se define muy \u201cfilos\u00f3fica\u201d y que le gusta pensar: \u201cA m\u00ed me ayuda a creer la vida. Las cosas sencillas de la vida me han ayudado a despejar dudas, a plantearme preguntas; los hechos son los que te abren los ojos, la vida diaria te va abriendo los ojos. Despu\u00e9s necesitas compa\u00f1\u00eda, hablar con otros, seguir buscando, pero la vida es mi libro para rastrear a Dios y para encontrarme con Jes\u00fas. Lo que m\u00e1s te hace pensar es lo que te pasa. Est\u00e1s implicado en ello y por eso sientes una fuerza interior que te lleva a encontrar respuestas\u201d.
\n[10]<\/a> En la acci\u00f3n pastoral normal me sorprenden esas personas que van lentamente \u201cre-visitando\u201d la fe. Un d\u00eda, te das cuenta de que avanzan de manera sorprendente y ellas mismas buscan medios para reformular la fe en libros, en encuentros, en coloquios personales.
\n[11]<\/a> Les \u00c9v\u00eaques de France, Proponer la fe en la sociedad actual, <\/em> en \u201cEcclesia\u201d 5 y 12 abril 1997, p. 41(529).
\n[12]<\/a> Questa<\/em> \u00e8 la nostra fede,<\/em> Introducci\u00f3n.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"