{"id":8249,"date":"2006-07-01T00:00:39","date_gmt":"2006-06-30T22:00:39","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8249"},"modified":"2006-07-01T00:00:39","modified_gmt":"2006-06-30T22:00:39","slug":"los-jovenes-nos-hacen-mover-ficha","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/los-jovenes-nos-hacen-mover-ficha\/","title":{"rendered":"Los j\u00f3venes nos hacen mover ficha"},"content":{"rendered":"

\u00bfC\u00f3mo impulsar la pastoral con j\u00f3venes hoy?<\/em><\/h1>\n

 
\n\u00c1lvaro Chordi<\/strong> (Adsis) es Delegado Diocesano de Pastoral con J\u00f3venes de Vitoria
\n 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo propone 12 claves de fondo para llegar a un nuevo planteamiento de la pastoral con j\u00f3venes. Dos convicciones fundamentales las alientan e impulsan: el coraz\u00f3n de la misi\u00f3n es levar a Dios dentro y la entra\u00f1a de la misi\u00f3n es la comuni\u00f3n, porque el presente y el futuro de la pastoral juvenil pasa por la comuni\u00f3n eclesial y por la capacidad de suscitar la experiencia de Dios y del Reino. Por ello la nueva l\u00f3gica misionera nos sit\u00faa ante la necesidad de abrir las puertas al Esp\u00edritu, de hacer significativa la presencia de Dios tambi\u00e9n en la periferia y en la frontera, de recrear la comunidad, de manifestar la incondicionalidad de nuestro amor a los j\u00f3venes, de invertir en la formaci\u00f3n de los agentes.
\n 
\nSomos conscientes que estamos cerrando una \u00e9poca y nos abrimos a unos tiempos nuevos y apasionantes. Nos estamos adentrando en caminos in\u00e9ditos e inciertos, imprevisibles y desconcertantes, que requieren de nosotros una apertura, confianza y creatividad insospechadas. Es una gran oportunidad que se est\u00e1 convirtiendo en invitaci\u00f3n y reclamo para ir a lo esencial de nuestra fe, vivir coherentemente desde ella y mostrarlo sin tapujos a los dem\u00e1s.
\nAsistimos a un cambio de ciclo que va generando un nuevo paradigma<\/em><\/a> que sin duda, nos llevar\u00e1 al coraz\u00f3n de la fe, a encontrar la fuente, y nos har\u00e1 m\u00e1s cre\u00edbles para ir mar adentro y reescribir con los j\u00f3venes el Evangelio. Y con ellos desencadenar verdaderos procesos de conversi\u00f3n y personalizaci\u00f3n de la fe<\/a>. La situaci\u00f3n actual nos interpela y provoca reacciones diversas. Ahora bien, si queremos iniciar y profundizar en la experiencia del Dios de Jes\u00fas de Nazaret con las generaciones j\u00f3venes, nuestras comunidades necesitan cambiar de mentalidad, repensar la pastoral con j\u00f3venes, asumir unas estrategias evangelizadoras diferentes y desarrollar una espiritualidad de resistencia que nos convierta en referentes alternativos y de contraste en el mundo de los j\u00f3venes y en la sociedad en general.
\nOs presentamos unas claves de fondo<\/em> para una nueva pastoral con j\u00f3venes que alumbra la experiencia vivida en el seno de las comunidades Adsis
<\/a> y de la Delegaci\u00f3n Diocesana de Pastoral con J\u00f3venes de Vitoria<\/a> y cuyos aterrizajes ofreceremos en otra ocasi\u00f3n.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Vivir m\u00e1s abiertos al viento y a las sorpresas del Esp\u00edritu<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nEstamos a las puertas de un nuevo \u00e9xodo que exige de todos los agentes de pastoral una gran certeza: vivir m\u00e1s abiertos al viento y a las sorpresas del Esp\u00edritu. Esto supone trasladar esa excesiva confianza en nuestras propias fuerzas a depositarlas en el Esp\u00edritu, que nos precede y prepara la ruta, que es quien verdaderamente acompa\u00f1a a los j\u00f3venes.
    \nNuestras comunidades han de ser capaces de gestar creyentes que sepan captar la actuaci\u00f3n del Esp\u00edritu en la vida de los j\u00f3venes, para ayudarles a reconocer dicha presencia y aprender a vivir desde ella. De ah\u00ed la urgencia de expropiarnos de \u201cnuestra\u201d obra y \u201cautoevangelizarnos\u201d, sumergi\u00e9ndonos en la novedad y radicalidad de la fe cristiana.
    \nEstamos convencidos que tenemos toda una vida para llegar a la fe<\/em>
    <\/a>. Hasta ahora hemos considerado la franja de la juventud una etapa de la vida suficientemente amplia como para iniciar a la fe; sin embargo, intuimos que quiz\u00e1s haya que alargar esa estancia en tramos posteriores de la vida adulta, cuando la propia existencia ofrezca experiencias adecuadas para apreciar la presencia del Esp\u00edritu en sus vidas y ser capaces de entrelazar las diversas experiencias vitales y de fe hasta llegar a completar el dibujo vocacional que permita encontrarse con su fuente. El compa\u00f1ero de camino durante esos a\u00f1os es el Esp\u00edritu, que se convierte en el primer responsable de la educaci\u00f3n permanente de los creyentes.
    \nEsta clave exige estar muy conectados con el Esp\u00edritu, vivir en su Presencia, sentirse permanentemente enviados, saber de qui\u00e9n nos hemos fiado. Tambi\u00e9n requiere confianza en el factor tiempo, sabiendo que no todos reciben de la misma manera lo que ofreces, que el ritmo de las personas tiene poco que ver con las pretensiones y expectativas evangelizadoras que nos marcamos a diario, y sobre todo, que unos siembran y otros recogen\u2026 y en muchos casos no vamos a ser testigos de la cosecha.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Recrear la comunidad para que sea sujeto pastoral<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      <\/strong>
      \nCuando llegan a nuestras manos proyectos de pastoral juvenil nos encontramos, en la mayor\u00eda de los casos, que la comunidad es la gran ausente en dichos proyectos. Y cuando no hay sujeto, o el que hay se muestra muy difuso, el proceso evangelizador va muy desencaminado.
      \n\u201cHemos de reconocer que el problema fundamental de la pastoral no radica en los proyectos y procesos pastorales de la evangelizaci\u00f3n y de la educaci\u00f3n en la fe, sino en el sujeto capaz de suscitar una b\u00fasqueda personalizada, un encuentro profundo y un di\u00e1logo fecundo abiertos a la propuesta del Evangelio. Este sujeto no es otro que la comunidad cristiana
      <\/a>\u201d.
      \nLa comunidad cristiana es el sujeto, el \u00e1mbito y el destino en el que la fe cristiana se vive como proyecto de vida personal y comunitaria y desde el que se propone como experiencia de nueva vida abierta a la fraternidad y a la solidaridad. Sin comunidad, no hay proceso evangelizador que se sostenga en pie<\/em>.
      \nPor tanto, toda acci\u00f3n pastoral debe fundamentarse ante todo en la vida de la comunidad, en su car\u00e1cter significativo sacramental, en el proyecto del que es portadora. S\u00f3lo de esta manera la comunidad podr\u00e1 ser sujeto pastoral
      <\/a>.
      \nLa comunidad es quien suscita y acompa\u00f1a el proceso de j\u00f3venes. Su responsabilidad se concreta en ser signo, testimoniar y significar con su vida la propuesta del Reino; salir a buscar a los j\u00f3venes, como instrumento de la iniciativa de Dios; acoger la realidad de los j\u00f3venes, sus necesidades y b\u00fasquedas; interpelar y proponer, ofreciendo experiencias y espacios donde los j\u00f3venes puedan encontrarse con Jes\u00fas; acompa\u00f1ar el proceso de apertura y crecimiento en la fe.
      \nLa pertenencia comunitaria y eclesial es central en el proceso educativo en la fe. Los j\u00f3venes no pueden pertenecer s\u00f3lo a s\u00ed mismos y, de manera vaga, a Jes\u00fas y a la comunidad. El sentido de pertenencia es componente importante del sentido de identidad. Nadie sabe qui\u00e9n es mientras no ha descubierto a qui\u00e9n y a qu\u00e9 pertenece. Alimentar estas pertenencias b\u00e1sicas es esencial para nuestra pastoral con j\u00f3venes. Pasar de la \u201cnecesidad de estar juntos\u201d a aglutinarse en torno a un proyecto compartido.
      \nAs\u00ed pues, son imprescindibles los peque\u00f1os relatos<\/em> como comunidades de referencia. Hoy el joven no se vincula a grandes relatos como anta\u00f1o nos hemos vinculado. En otras \u00e9pocas ha funcionado, primero, la ilusi\u00f3n del gran relato, y despu\u00e9s descubr\u00edamos el peque\u00f1o relato como comunidad de vida. Hoy el m\u00e9todo es al rev\u00e9s: el joven no se vincula a nada si no encuentra un peque\u00f1o relato que le resulte cercano, con calor afectivo, con relaciones interpersonales, vida en lo cotidiano, en el d\u00eda a d\u00eda. A partir de ah\u00ed tendr\u00e1 que descubrir el gran relato, incluso para la misma vivencia vocacional
      <\/a>.
      \nSin comunidad, todo anuncio creyente queda hu\u00e9rfano de un espacio de interiorizaci\u00f3n, de \u201cverificaci\u00f3n\u201d y de celebraci\u00f3n; sin el testimonio y la proclamaci\u00f3n de individuos concretos, el Evangelio quedar\u00eda mudo para el mundo.
      <\/a>
      \nEstamos asistiendo a un notable aislamiento de los j\u00f3venes respecto al resto de la comunidad cristiana. Aunque nadie duda de la necesidad de espacios propios para ellos, es muy posible que esta estrategia haya impedido muchas veces su inserci\u00f3n eclesial. La pastoral con j\u00f3venes es parte integrante del resto de la comunidad. Para trabajar en l\u00ednea comunitaria con los j\u00f3venes es esencial formarlos en una comuni\u00f3n general con el resto de la comunidad eclesial. As\u00ed, los j\u00f3venes han de participar activamente del \u201critmo vital\u201d de la comunidad, anim\u00e1ndola permanentemente, pues ellos mismos son parte integrante de la comunidad.
      \n <\/strong><\/p>\n

        \n
      1. Ceder m\u00e1s protagonismo a los j\u00f3venes<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nHoy m\u00e1s que nunca los j\u00f3venes ponen a prueba la incondicionalidad de nuestro amor hacia ellos: estar con ellos, buscar con ellos, explorar con ellos, esperar con ellos\u2026 de modo gratuito. La pastoral con<\/em> j\u00f3venes de este milenio nos provoca tal incertidumbre que se tambalean las opciones m\u00e1s profundas de nuestro servicio a los j\u00f3venes, hasta el punto que o nos dejamos evangelizar por ellos o seguiremos justific\u00e1ndonos \u201chaciendo lo de siempre\u201d.
        \n\u201cLos j\u00f3venes necesitan ser protagonistas de su proceso. La comunidad cristiana cree en sus posibilidades y capacidades de crecer, cambiar y aportar a su vida y al proyecto de Dios. Deben ser tenidos en cuenta, preguntados. No hay que darles todo hecho ni proponerles qu\u00e9 hacer, sino m\u00e1s bien facilitarles los instrumentos necesarios para que salga de ellos mismos. Debemos arriesgar en darles responsabilidades acordes a su situaci\u00f3n y capacidad que les hagan crecer, identificarse y contrastarse. No hay madurez sin responsabilidad, no hay confianza si no notan que apostamos y creemos en ellos. No pueden ser objeto, sino sujetos de su propio proceso.
        \nLos j\u00f3venes necesitan ensayar las capacidades que van descubriendo. Necesitan un espacio donde ser ellos mismos, descubrir sus capacidades y probarse fuera de la mirada protectora o cr\u00edtica de los adultos. La sociedad parece montada de tal manera que los j\u00f3venes tienen muy poco que aportar; as\u00ed que se refugian en la noche, las fiestas, el chat, internet\u2026, es decir, donde les dejamos. Es necesario regalarles espacio y ayudarles a ser protagonistas de su propia historia y la de los dem\u00e1s\u201d
        <\/a>.
        \nAdmitir el protagonismo de los j\u00f3venes lleva consigo una serie de actitudes y compromisos para toda la comunidad cristiana: que se construya \u201cdesde\u201d ellos y \u201ccon\u201d ellos y, no s\u00f3lo \u201cpara\u201d ellos
        <\/a>.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Entrar en una nueva \u201cl\u00f3gica\u201d misionera<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          <\/strong>
          \nEs necesaria una evoluci\u00f3n particular de los procesos formativos de j\u00f3venes que llevamos adelante en nuestras plataformas pastorales, pero este esfuerzo ha de ir precedido y acompa\u00f1ado de otras acciones misioneras con los j\u00f3venes. Para llegar a una gran parte de los j\u00f3venes que se encuentran alejados de la vida de la comunidad cristiana, ser\u00e1 necesario avivar una verdadera acci\u00f3n misionera en la que los j\u00f3venes creyentes deben de asumir una responsabilidad y un protagonismo especiales. Nadie como ellos mismos podr\u00e1 ofrecer un testimonio vivo del significado que el Evangelio tiene para la sensibilidad, las inquietudes y los problemas de la juventud actual.
          \nLa pastoral con j\u00f3venes no es ni debe ser solamente para los de \u201cdentro\u201d, sino que hay que salir \u201cfuera\u201d, con un talante nuevo y misionero all\u00ed donde se encuentran los j\u00f3venes. El mundo de los j\u00f3venes es un mundo poco evangelizado. Se est\u00e1 produciendo un \u00e9xodo de los j\u00f3venes respecto de la Iglesia. \u201cUno de los signos de nuestras carencias espirituales y evangelizadoras es la gran dificultad que experimentamos al transmitir la fe a las j\u00f3venes generaciones\u201d
          <\/a>.
          \n\u201cHace falta una primera evangelizaci\u00f3n<\/em> que tiene como objetivos: primero, crear posibilidades reales para encontrarse con Jesucristo y su Evangelio, as\u00ed como lugares en los que sea posible tener la experiencia del cristianismo; segundo, dar a conocer las propuestas y exigencias fundamentales del Evangelio de Jesucristo; tercero, invitar a realizar seriamente la conversi\u00f3n a Dios y la adhesi\u00f3n a Jesucristo y su Evangelio; cuarto, acompa\u00f1ar, si es posible, a las personas interesadas a lo largo de ese proceso que deber\u00eda cambiar profundamente su vida\u201d
          <\/a>.
          \nEn la realidad juvenil de cada d\u00eda conviven todo tipo de j\u00f3venes en diferentes ambientes y situaciones, y con planteamientos culturales muy diversos, que afectan incluso a la forma y estilo de vivir. Todo esto constituye el campo de la pastoral con j\u00f3venes que, para considerarse y ser misionera, tiene que superar las convocatorias y los campos de acci\u00f3n reducidos a los ambientes intraeclesiales y dirigidos a los ya cercanos, para abrirse a otros ambientes y dirigirse a todos los j\u00f3venes.
          \nLa mayor\u00eda de los j\u00f3venes ya no provienen de ambientes religiosos y muchos de ellos ni siquiera han realizado una primera apertura a la fe; por ello es necesario salir a su encuentro desde su misma realidad, siendo capaces de adaptarse a sus demandas e intereses, ayud\u00e1ndoles a descubrir su protagonismo y as\u00ed puedan asumir un d\u00eda, de manera libre y consciente, la propuesta de fe. La pastoral con j\u00f3venes debe estar abierta a todos e ir all\u00ed donde est\u00e1n los j\u00f3venes y, especialmente, los j\u00f3venes m\u00e1s necesitados, porque todos tienen derecho a escuchar la Buena Noticia de Jes\u00fas. As\u00ed pues, apostamos por una pastoral de \u201cdesplazamiento\u201d<\/em>
          <\/strong><\/em><\/a> y de \u201cpuertas abiertas\u201d<\/em> a todos los j\u00f3venes.
          \nNo hemos de tener miedo a los ensayos<\/em> pastorales de corte misionero. Hemos de salir a la calle a buscarles, abrir nuestros servicios e iniciativas a los j\u00f3venes que no vienen o que se fueron, so\u00f1ar en otras propuestas pastorales que atraigan a los j\u00f3venes, que rompan moldes establecidos, que al\u00eden a unos j\u00f3venes cristianos con otros, para que con coraje y audacia generen experiencias de vida en otros j\u00f3venes que todav\u00eda no conocen a Jes\u00fas ni su Evangelio.
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Proponer procesos plurales y diferenciados<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            <\/strong>
            \nVivimos en una cultura marcada por el pluralismo. Los sujetos de nuestra acci\u00f3n pastoral son j\u00f3venes en situaciones vitales y de fe muy diversas, con diferentes motivaciones. Mal que nos pese, no basta con ofrecer procesos formativos adaptados a cada edad; es necesario ofrecer procesos diferenciados, incluso para personas de edad semejante.
            \nEl camino recorrido hasta ahora sigue siendo v\u00e1lido para algunos<\/em> j\u00f3venes; pero hemos de diversificarlo a trav\u00e9s de la b\u00fasqueda de nuevos recorridos formativos que puedan llegar tambi\u00e9n a los chicos y chicas alejados de la Iglesia. El deseo de entrar en comunicaci\u00f3n con todos<\/em> los j\u00f3venes exige de nuestra parte una pluralidad de \u00e1reas y modalidades de intervenci\u00f3n: con el que viene a la Iglesia, con el que a\u00fan debe escuchar el primer anuncio, con el que recomienza a ser cristiano, con el que ya se halla comprometido en alg\u00fan \u00e1mbito de socializaci\u00f3n y con el que est\u00e1 marginado o a disgusto. Por eso es necesario que desde el coraz\u00f3n de la comunidad cristiana broten intervenciones espec\u00edficas suscitadas por la misma intencionalidad y pasi\u00f3n evangelizadoras.
            \nEn estos tiempos nuevos toca adecuar los procesos de iniciaci\u00f3n cristiana a la situaci\u00f3n actual. Sigue siendo necesario dise\u00f1ar itinerarios educativos de corte catecumenal, pero estos itinerarios han de ser mucho menos lineales y estandarizados. Ahora bien, junto a ello, hoy valoramos la urgencia de desarrollar un estilo de proceso que, manteniendo y potenciando la claridad del objetivo y el horizonte, responda a la realidad de los j\u00f3venes en la cultura actual. Se trata de apostar por un proceso que sea m\u00e1s modelo \u201cred\u201d<\/em> que \u201ccamino\u201d, en el que se ofrecen muchas posibilidades para llegar al mismo sitio, ofreciendo muchas puertas de entrada y permitiendo muchas salidas, pero, en todo caso, visualizando un horizonte claro
            <\/a>.
            \nEste estilo de proceso \u201cmodelo red\u201d nos invita a tener muy presente que hay pluralidad de situaciones de partida y de lugares de encuentro de los j\u00f3venes -parroquias, centros educativos, asociaciones, movimientos, proyectos sociales, voluntariado, espacios abiertos, etc-; pluralidad de itinerarios y modos de hacer y pluralidad de situaciones de salida del proceso.
            \nYa no nos valen s\u00f3lo los itinerarios rectos y lineales, donde hay una \u00fanica receta a la que sumarse. M\u00e1s bien, hay muchos itinerarios posibles que son en s\u00ed mismos m\u00faltiples, con muchas dimensiones, y que pueden desarrollarse con diferentes ritmos, y que hay bucles en el camino que permiten llegar al mismo lado por diferentes caminos. Hay actividades y elementos v\u00e1lidos para distintos momentos del camino, polivalentes en funci\u00f3n del momento del proceso. Hay un crecimiento en espiral. La clave reside en el agente de pastoral, que ha de tener muy claro el horizonte, los objetivos y los ritmos.
            \nCreemos que la fe se descubre a modo de \u201ctrechos de camino\u201d<\/em> que se recorren en compa\u00f1\u00eda de otros y otras creyentes mediante trazos discontinuos y ocasionales que van configurando el puzzle de una fe adulta a lo largo de toda la vida. Como afirman los Obispos de Qu\u00e9bec, \u201chay que comprender tambi\u00e9n que para muchos j\u00f3venes, en las condiciones en las que se encuentran, esta fe, incluso fragmentaria y todav\u00eda poco coherente, representa con frecuencia el m\u00e1ximo posible de adhesi\u00f3n\u201d
            <\/a>. Y esto hay que tenerlo muy en cuenta en nuestra labor cotidiana con los j\u00f3venes.
            \n <\/p>\n

              \n
            1. Posibilitar la interrelaci\u00f3n entre los j\u00f3venes y los pobres<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

              <\/strong>
              \nEl objetivo de una comunidad cristiana es hacer significativa <\/em>la presencia de Dios a favor de las mujeres y hombres de nuestra sociedad. Lo peor que les puede suceder a nuestras comunidades es que resultemos inocuos e indiferentes para los j\u00f3venes y los pobres. Hemos de hacer una opci\u00f3n por descubrir los valores contraculturales de nuestras sociedades y encarnarlos, renunciando a aquellas realidades que no sean compatibles con el Evangelio, y as\u00ed ser una alternativa global de vida para los j\u00f3venes.
              \nSomos llamados a vivir en las periferias, en los desiertos y en las fronteras. Cuando dejamos de ser extravagantes, nos integramos en el sistema, y dejamos de ser \u201craros\u201d, entonces nos volvemos tan normales que perdemos nuestra fuerza prof\u00e9tica. Somos habitantes del l\u00edmite, y estamos llamados a caminar por los extremos. Cuando nos acomodamos y dejamos de vivir exageradamente la vida, perdemos nuestra significatividad en el camino. Entonces la vida comunitaria deja de ser una par\u00e1bola que cuestiona y da luz para el camino. Nuestras comunidades dejan de ser esos faros encendidos en la noche que hacen se\u00f1as a los j\u00f3venes que navegan hacia el Reino.
              \nPara nosotros cualquier propuesta vocacional pasa por los pobres. Necesitamos intensificar en los j\u00f3venes experiencias mayores de b\u00fasqueda, comprensi\u00f3n y servicio entre los pobres acompa\u00f1ando a la comunidad. No bastan tareas espor\u00e1dicas, es preciso hacer de ello tarea y talante de vida en los \u00e1mbitos ordinarios y extraordinarios de la existencia.
              \nAhora bien, la mejor y m\u00e1s urgente acci\u00f3n a favor de los pobres es ofrecerles j\u00f3venes solidarios con su situaci\u00f3n, m\u00e1s comunidades presentes y comprometidas, m\u00e1s siervos que salen a sus caminos, m\u00e1s testigos del amor de Jes\u00fas, m\u00e1s defensores de su dignidad, m\u00e1s creyentes samaritanos.
              \nEl ejercicio del amor solidario es el mejor camino para encontrar o recuperar la fe. El que aprende a amar solidaria y gratuitamente empieza a entrar en el Reino. La comunidad samaritana ense\u00f1a a los j\u00f3venes los caminos samaritanos de la proximidad. Un coraz\u00f3n transformado por la solidaridad es un coraz\u00f3n abierto a los caminos del Esp\u00edritu.
              \nLa solidaridad y el encuentro con la exclusi\u00f3n social es ocasi\u00f3n para despertar interrogantes en los j\u00f3venes, es experiencia que les hace trascenderse y descubrir a Dios en los pobres, es el lugar donde Dios les llama y les convoca a entregar la vida junto con su comunidad. Todo proceso pastoral est\u00e1 en referencia concreta a los pobres. El voluntariado social es una buena plataforma desde la que los j\u00f3venes pueden aproximarse a los excluidos de nuestro tiempo as\u00ed como una oportunidad pastoral para ir o volver a la fe.
              \n\u201cConstatamos que los j\u00f3venes viven una \u201cimplicaci\u00f3n solidaria distanciada\u201d<\/em> donde no se busca una transformaci\u00f3n radical, sino una especie de \u00e9tica pr\u00e1ctica del cada d\u00eda, centrada poco a poco en las causas y con una mezcolanza de altruismo y de individualismo. La experiencia solidaria, necesaria para salir de s\u00ed mismos y mirar el mundo \u201cdesde otro lado\u201d, ampliando horizontes, es una oportunidad que necesita ser acompa\u00f1ada para que cale en las ra\u00edces de la propia identidad\u201d
              <\/a>.
              \nPor tanto, hemos de posibilitar experiencias puntuales o permanentes de servicio a los pobres, acompa\u00f1adasde una reflexi\u00f3n que les ayude a tomar conciencia de las implicaciones m\u00e1s all\u00e1 de la experiencia vivida
              <\/a>. En la medida en que la comunidad cristiana est\u00e1 implicada en la \u201csuerte de los pobres\u201d, y se deja tocar por ellos, los j\u00f3venes encontrar\u00e1n un espacio significativo de Reino que les permita trascender y complicarse la vida por la causa de Jes\u00fas de Nazaret.
              \n <\/strong><\/p>\n

                \n
              1. Suscitar la experiencia de Dios en todo momento<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                <\/strong>
                \nUno de los mayores dramas de la presencia de la Iglesia en el mundo de los j\u00f3venes consiste en reconocer a multitud de j\u00f3venes que han participado en nuestras plataformas pastorales y, sin embargo, no han \u201cconocido\u201d a Jesucristo y su Evangelio, no han experimentado a Dios y la vida los va engullendo en un estilo de vida en la que prescinden de hecho de Dios y su Reino. Quiz\u00e1s no hemos sabido ayudar a que el joven se \u201creapropie\u201d la fe desde la propia identidad personal.
                \nEntre las debilidades de la fe juvenil que hemos de subsanar figura el d\u00e9ficit de su experiencia orante<\/em>. Es evidente que se necesita una m\u00ednima infraestructura espiritual para captar la llamada a la trascendencia, una cierta sensibilidad para caer en la cuenta de que estamos habitados por el misterio amoroso de Dios. Por eso, iniciar a los j\u00f3venes de manera intensa, sistem\u00e1tica y pedag\u00f3gica a la oraci\u00f3n individual y comunitaria resulta capital para su fe.
                \nEs preciso ayudarles a pasar de la relaci\u00f3n intimista con un Dios que acaricia su sensibilidad a la relaci\u00f3n estimuladora con un Dios que interpela su vida entera y motiva su compromiso. Hemos de educar a la invocaci\u00f3n, para que el joven descubra en su vida una actitud personal de confianza hacia alguien que est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de la propia vivencia; consistir\u00e1 en educar entre la experiencia y la esperanza. Una educaci\u00f3n a la invocaci\u00f3n que consiste en hacer experiencia de trascendencia y que lleva al encuentro con Cristo. Para ello hemos de reconocer el silencio como espacio a explorar, como posibilidad de escucha de una palabra distinta a la del mismo joven, a las palabras de siempre; espacio para escuchar la palabra, y, por qu\u00e9 no, de Dios y de los otros.
                \n\u201cYa no surgir\u00e1n cristianos de procesos sociol\u00f3gicos o grupales. La apuesta por una nueva m\u00edstica<\/em> con todos los medios y creatividad de los que disponemos es clave para nuestra \u00e9poca. Todo lo que vaya orientado a la formaci\u00f3n para la interioridad, a favorecer experiencias de encuentro personal con Dios, a acompa\u00f1ar a otros para leer la propia vida desde Dios, es la mejor inversi\u00f3n que podemos hacer en nuestra pastoral con j\u00f3venes\u201d
                <\/a>.
                \n <\/p>\n

                  \n
                1. Ayudar a descubrir la propia vocaci\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                  <\/strong>
                  \nLa pastoral con j\u00f3venes siempre es pastoral vocacional. No hay camino de fe sin propuesta vocacional. <\/em>En la medida en que acompa\u00f1amos procesos de interiorizaci\u00f3n de la fe en los j\u00f3venes, estamos promoviendo la perspectiva vocacional. Que el joven descubra su propia vocaci\u00f3n es una cuesti\u00f3n vital para toda la Iglesia. Por eso hemos de invertir todos nuestros esfuerzos en que la comunidad cristiana acoja, cuide y active las diferentes vocaciones para hacer realidad el sue\u00f1o de Dios entre nosotros y que los j\u00f3venes encuentren referentes vocacionales v\u00e1lidos a su alcance.
                  \nEntendemos que la opci\u00f3n vocacional, en sentido amplio y espec\u00edfico, debe ser el fruto maduro e imprescindible del proceso de educaci\u00f3n en la fe, de proceso de crecimiento humano y cristiano. Es eje transversal y tarea espec\u00edfica<\/em>. La orientaci\u00f3n vocacional constituye el v\u00e9rtice y el coronamiento de toda pastoral con j\u00f3venes; y esto no como momento final del camino de fe, sino como una dimensi\u00f3n que debe estar presente a lo largo de todas las etapas del proceso. Es necesario, pues, educar la dimensi\u00f3n vocacional de la persona del joven para ayudarle a descubrir que todo cuanto le acontece en la vida no deja de ser una llamada de Dios a vivir su propia vocaci\u00f3n cristiana. Para ello ser\u00e1 necesario educar la vocaci\u00f3n a ser persona, educar a la vocaci\u00f3n cristiana y educar a la vocaci\u00f3n espec\u00edfica
                  <\/a>.
                  \n <\/p>\n

                    \n
                  1. Priorizar el acompa\u00f1amiento pastoral en los j\u00f3venes<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                    <\/strong>
                    \nEl acompa\u00f1amiento personal<\/em> de la vida creyente de nuestros j\u00f3venes por parte de personas adultas en su fe constituye otra pr\u00e1ctica pastoral necesitada de un notable refuerzo. Este importante servicio pastoral ayuda sobremanera a personalizar la fe y a ponerla a la escucha y b\u00fasqueda del proyecto singular que Dios alberga sobre la vida de cada uno de los j\u00f3venes. En otras palabras: fortalece el sentido vocacional de la vida cristiana. Adem\u00e1s hemos de posibilitar una formaci\u00f3n adecuada acerca del acompa\u00f1amiento personal y espiritual de los j\u00f3venes, sobre todo de los j\u00f3venes animadores, para que \u00e9stos ayuden a otros j\u00f3venes en su camino de fe.
                    \n\u201cEl acompa\u00f1amiento grupal<\/em> posibilita que en el grupo de iguales el resto de los miembros del grupo ejerzan un rol de acompa\u00f1amiento unos de otros. As\u00ed se pueden ejercitar y contrastar las actitudes que se trabajan y la madurez personal que se va desarrollando en el campo concreto de las relaciones interpersonales. El grupo es tambi\u00e9n un espacio donde aprender a servir y acompa\u00f1ar a los otros sin apropi\u00e1rselos, a cuestionar los propios intereses y relativizar el propio yo en funci\u00f3n del nosotros y de los otros, donde aprender a amar en lo concreto.
                    \nAunque el grupo ofrece ya un cierto nivel de pertenencia, todas las personas nos formamos en los ambientes: espacios m\u00e1s amplios de pertenencia y participaci\u00f3n de los que vamos asumiendo valores, actitudes, h\u00e1bitos, capacidades\u2026 En estos tiempos urge generar un ambiente amplio, mayor que el grupo reducido, de relaciones entre j\u00f3venes que permita el caldo de cultivo necesario para arraigar y consolidar una identidad cristiana en el momento en que se est\u00e1 formando: valores, apuestas y horizonte.
                    \nSi no ofrecemos este ambiente propicio a los valores que proponemos a los j\u00f3venes, les dejamos a merced de los otros ambientes en los que se encuentran inmersos: centros de estudio, medios de comunicaci\u00f3n social, familia, cuadrilla, calle\u2026 En estos \u00faltimos a\u00f1os, vamos constatando la importancia que tiene la interrelaci\u00f3n entre todos los j\u00f3venes (de grupos de fe, voluntarios, de proyectos sociales, monitores de tiempo libre, catequistas\u2026) con la comunidad cristiana, lo que llamamos el acompa\u00f1amiento ambiental. <\/em>Este tipo de acompa\u00f1amiento permite generar un espacio donde se van transmitiendo otros valores, otro estilo de relaci\u00f3n, otra forma de vivir y relacionarse. Al mismo tiempo, es un espacio donde los j\u00f3venes pueden ser referencia unos para otros\u201d
                    <\/a>.
                    \nConstatamos que los j\u00f3venes actuales sienten la necesidad de tener unos nuevos espacios: propios, entre iguales, significativos, donde se encuentren en libertad, y que se constituyen en espacios de socializaci\u00f3n. As\u00ed mismo sienten la necesidad de espacios donde sentirse protagonistas y de esta manera, se constituyen en punto de referencia del proceso del grupo. Tal vez haya que ofrecer unas plataformas <\/em>o movimientos plurales de encuentro<\/em>con una din\u00e1mica abierta y flexible, y que sean un punto de referencia para los j\u00f3venes, m\u00e1s que grupos de reflexi\u00f3n, que \u00fanicamente se re\u00fanen en una sala para hablar de cuestiones m\u00e1s o menos trascendentales. Que sean lugares de expresi\u00f3n de la fe, donde se ampl\u00ede la idea de grupo peque\u00f1o; que incluyan din\u00e1micas novedosas, que abarquen la acci\u00f3n y no s\u00f3lo la reflexi\u00f3n; que cuiden la formaci\u00f3n de los que acompa\u00f1an tanto los procesos grupales como los procesos personales; que compaginen una oferta plural de actividades y experiencias con un cierto acompa\u00f1amiento que permita la personalizaci\u00f3n de las experiencias significativas. La interrelaci\u00f3n entre los diferentes j\u00f3venes y animadores es muy importante para el crecimiento personal y de fe. En la labor pastoral con j\u00f3venes, hoy es clave atender al tejido de redes primarias<\/em>, m\u00e1s ligados a la cotidianeidad, de pertenencias plurales, de comunidades menos dogm\u00e1ticas, donde se da mucha importancia a la comunicaci\u00f3n y al deseo de relaciones personales aut\u00e9nticas
                    <\/a>.
                    \n <\/p>\n

                      \n
                    1. Invertir en la formaci\u00f3n de los agentes de pastoral<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                      <\/strong>
                      \n\u201cEs un motivo de mucha alegr\u00eda encontrarse con agentes de pastoral con actitud de b\u00fasqueda. Son personas abiertas, que saben disfrutar de los procesos pastorales donde est\u00e1n situados, que no est\u00e1n obsesionados por los n\u00fameros, que se alegran por los progresos concretos que hacen personas concretas. \u00a1Cu\u00e1nta riqueza humana y personal transmiten tantas personas dedicadas a la pastoral!\u201d
                      <\/a> Es admirable observar c\u00f3mo muchos j\u00f3venes viven con entusiasmo e ilusi\u00f3n ser agentes de pastoral. \u00a1Cu\u00e1nto derroche de generosidad al servicio de los j\u00f3venes!
                      \nAhora bien, ser agente de pastoral supone no solamente buena voluntad y entusiasmo, sino que debe exigirse una preparaci\u00f3n, una capacidad, una vocaci\u00f3n capaz de proponer algo in\u00e9dito, nuevo, una fuerza para vivir.
                      \nHemos de exigir a nuestros agentes de pastoral que sean j\u00f3venes adultos, maduros y creyentes, llamados por Dios a vivir su ser animador como una vocaci\u00f3n espec\u00edfica dentro del camino de su vocaci\u00f3n cristiana, con una preparaci\u00f3n y competencias adecuadas que har\u00e1n de \u00e9l o ella, no s\u00f3lo un animador competente, sino una persona capaz de amar a los j\u00f3venes y ayudarles a descubrir el sentido de su vida, el camino de su fe y su vivencia dentro de la comunidad cristiana.
                      \nEs cierto que la formaci\u00f3n de los agentes de pastoral es una necesidad sentida y manifestada en todos los \u00e1mbitos pastorales. Sin embargo, no gozamos de una formaci\u00f3n pastoral a tono con la situaci\u00f3n actual de los j\u00f3venes. No han faltado propuestas formativas, pero son escasamente seguidas por los agentes de pastoral. No invierten tiempo en una formaci\u00f3n sistem\u00e1tica y apropiada a los tiempos que corren. Est\u00e1n demasiado \u201cocupados\u201d en lo inmediato, en la actividad que desarrollan con los j\u00f3venes\u2026
                      \nUrge motivar la necesidad e importancia de la formaci\u00f3n as\u00ed como posibilitar tiempos, espacios y formatos adecuados para llevar a cabo dicha capacitaci\u00f3n pastoral. Hacen falta gu\u00edas competentes<\/em>. Necesitamos personas que hayan transitado por los caminos de la vida y la fe, que propongan una fuerza para vivir. El requisito de fondo imprescindible para que un agente de pastoral se sostenga en pie -y que nunca hay que dar por supuesto-, es su experiencia personal de fe.
                      \nPor tanto, \u201cel agente de pastoral debe atender a su doble condici\u00f3n de cristiano y de animador de j\u00f3venes. Como cristiano debe cuidar su formaci\u00f3n de modo adecuado y permanente. Y como animador de j\u00f3venes debe prepararse y formarse espec\u00edficamente para el ministerio eclesial que va a realizar\u201d
                      <\/a>.
                      \n <\/p>\n

                        \n
                      1. Promover los nuevos lenguajes y s\u00edmbolos<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                        <\/strong>
                        \nEn estos a\u00f1os ha cambiado el modo que tenemos de relacionarnos con los dem\u00e1s, de ofrecer mensajes, de llegar al otro. Han cambiado los medios y, por tanto, de alguna manera, han cambiado los propios mensajes. Lasgram\u00e1ticas interpretativas<\/em>, aquellos c\u00f3digos que nos permit\u00edan no s\u00f3lo relacionarnos con el otro sino tambi\u00e9n con el mundo, han modificado sus medios. Y si somos seres en relaci\u00f3n, no podemos quedarnos indiferentes a este cambio. El reto de la pastoral con j\u00f3venes ante estas nuevas gram\u00e1ticas es inculturizarse<\/em> en este nuevo mundo que ha surgido en los \u00faltimos a\u00f1os y que no cesa de cambiar. No hacerlo supone no estar en el mundo con los j\u00f3venes.
                        \nPor tanto, un gran reto pastoral en nuestros d\u00edas es decir la fe de modo culturalmente aceptable y comprensible, redescubriendo el n\u00facleo central y vital de la experiencia cristiana, contando a Jes\u00fas a los j\u00f3venes de hoy.
                        \nCuando nos preguntamos cu\u00e1les son sus nuevas realidades, sus nuevos modos de entender el mundo, sus nuevos lenguajes, sus nuevas formas de comunicarse\u2026 nos reconocemos gestando una nueva pastoral que conecta con ellos, nos sumergimos en su mundo para ver cu\u00e1les son las huellas que Dios ha ido dejando y abandonamos la imagen del conquistador para asumir la del explorador.
                        \nCreemos que Dios est\u00e1 en el mundo de los j\u00f3venes. Por eso mismo les escuchamos, creemos y sentimos que lo que el joven dice es importante, necesario y esencial, les aceptamos sus desenfoques, sus incoherencias, como ellos aceptan las nuestras, entablamos un di\u00e1logo que en muchos casos se convierte en confidencia amistosa.
                        \nLos nuevos lenguajes nos lleva a recuperar lo corporal como lugar de encuentro -expresi\u00f3n corporal, danza, teatro, juegos de contacto, aromas\u2026-; lo l\u00fadico-festivo como constructor de grupo y de identidad -juegos de cooperaci\u00f3n, de participaci\u00f3n, de confianza, de autoestima, interculturales, intergeneracionales, etc.-; lo creativo como hacedor de sue\u00f1os que ayuda al joven a \u201csubir\u201d un pelda\u00f1o, hacia la Trascendencia \u2013creando juegos, experiencias, fomentando el pensamiento alternativo, imaginando proyectos, trabajando en cosas nuevas, construyendo mensajes de vida a trav\u00e9s de internet, de power point, leyendo, releyendo el evangelio desde distintas claves y perspectivas\u2013.
                        <\/a>
                        \nHay que escuchar bien su lenguaje -m\u00fasica, noche, modas, cine, estilos, est\u00e9ticas\u2026- para comprender bien su realidad. Nuestra fe, nuestro horizonte de sentido es v\u00e1lido para ellos, aunque sea expresado de otra forma por ellos, porque el proyecto de Dios es proyecto para todos.
                        \nNo se puede hoy d\u00eda pensar en la educaci\u00f3n de la fe sin integrar en esa educaci\u00f3n la dimensi\u00f3n de lo emotivo, de lo sensible, de lo corp\u00f3reo… Hemos de potenciar lo sensorial, lo narrativo, lo din\u00e1mico, lo emotivo y lo sensacional. Recuperar la capacidad de fascinaci\u00f3n -contactar con los deseos y problemas de los j\u00f3venes-. Envolver las ideas abstractas con lenguajes narrativos s\u00f3lidos y bien trabados -personajes, testimonios, an\u00e9cdotas, biograf\u00edas, etc.-. M\u00e1s que demostrar, justificar o convencer, los j\u00f3venes necesitan que se les cuente, que se les sugiera y que se les implique desde la narraci\u00f3n de historias de vida. Utilizar g\u00e9neros evang\u00e9licos como la par\u00e1bola ser\u00e1 indispensable. La palabra m\u00e1s que el concepto, la sugerencia m\u00e1s que la demostraci\u00f3n. Debemos ser capaces de narrar nuestra propia historia a vueltas con la fe. Lo que se narra sabe a aut\u00e9ntico, y es m\u00e1s cre\u00edble que lo aprendido pero no experimentado. Lo que hemos vivido y lo que vivimos es lo que debemos transmitir.
                        \n <\/p>\n

                          \n
                        1. Potenciar siempre el trabajo en equipo y en red<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                          <\/strong>
                          \nLas diversas actividades e intervenciones en la pastoral con j\u00f3venes tienen una misma y \u00fanica finalidad: la promoci\u00f3n integral de los j\u00f3venes y de su mundo. Por esto se ha de superar la pastoral sectorial de muchas actividades, sin coordinaci\u00f3n entre s\u00ed, y lograr una pastoral m\u00e1s org\u00e1nica, haciendo realidad la convergencia y uni\u00f3n en las finalidades, opciones preferenciales y criterios de acci\u00f3n, y la conexi\u00f3n e interrelaci\u00f3n de todos los elementos y aspectos que intervienen en la acci\u00f3n pastoral.
                          \nTal convergencia viene exigida por la persona de nuestros destinatarios -\u00adhacia la cual se dirigen las diversas propuestas-, por las propias comunidades cristianas -que deben compartir objetivos y l\u00edneas operativas- y por la necesaria complementariedad de las diversas intervenciones, experiencias y modelos pastorales.
                          \nConsideramos de suma relevancia que los agentes pastorales desarrollen un estilo de trabajo en equipo, coherente con el modelo comunitario y eclesial. Este estilo de trabajo requiere considerar las distintas sensibilidades presentes en la comunidad, aunar criterios en la b\u00fasqueda com\u00fan del servicio a los j\u00f3venes, evitar las arbitrariedades y personalismos y generar los liderazgos necesarios de acuerdo a las habilidades de cada miembro del equipo y a las necesidades de los j\u00f3venes.
                          \nApostamos por un liderazgo ministerial<\/em>, es decir, un liderazgo que, siendo directivo y no autoritario, propone l\u00edneas de acci\u00f3n, con una comunicaci\u00f3n acorde con el servicio de cada uno, que no es vertical y descendente sino que valora el di\u00e1logo, que genera y potencia liderazgos espec\u00edficos, facilitando espacios de autonom\u00eda en la toma de decisiones y motivando la iniciativa y creatividad seg\u00fan el carisma de cada uno
                          <\/a>.
                          \nSi queremos sacar adelante una nueva pastoral con j\u00f3venes necesitamos disponer de ciertos recursos humanos y materiales<\/em>.<\/strong> Estos nuevos tiempos que vivimos requieren una mayor y cualificada presencia de los presb\u00edteros acompa\u00f1ando las diversas realidades de pastoral con j\u00f3venes, as\u00ed como de un apoyo decidido a aquellos religiosos\/as y seglares que accediendo a una adecuada formaci\u00f3n y ofreci\u00e9ndoles autonom\u00eda y responsabilidad, puedan promover la pastoral juvenil que estamos dibujando en estas p\u00e1ginas. Tambi\u00e9n hemos de invertir en la contrataci\u00f3n de personas, preferentemente seglares, que puedan impulsar una pastoral juvenil actualizada, as\u00ed como dotarnos de fondos econ\u00f3micos holgados que permitan llevar adelante una propuesta evangelizadora que cale verdaderamente en todos los j\u00f3venes.
                          \nConcluimos esta reflexi\u00f3n con dos convicciones muy presentes en nuestra presencia con los j\u00f3venes: \u201cel coraz\u00f3n de la misi\u00f3n es llevar a Dios dentro\u201d y \u201cla entra\u00f1a de la misi\u00f3n es la comuni\u00f3n\u201d. Hay muchos j\u00f3venes que esperan que alguien les escuche, les quiera y les ame; alguien que crea en ellos, que conf\u00ede \u201ca muerte\u201d en ellos, pase lo que pase. El presente y futuro de la pastoral con j\u00f3venes pasa por nuestra experiencia de comuni\u00f3n eclesial<\/em>. Aqu\u00ed cabemos todos. Nos necesitamos unos de otros; ya nadie es autosuficiente, o no debiera serlo. Hoy m\u00e1s que nunca estamos urgidos a concertar esfuerzos, a unirnos manteniendo nuestras identidades, a relativizar modos y estilos, a ampliar horizontes para facilitar la pastoral de conjunto que siempre beneficiar\u00e1 a los j\u00f3venes. As\u00ed construiremos entre todos una Iglesia con los j\u00f3venes.
                          \n <\/p>\n

                          \u00c1LVARO CHORDI<\/p>\n

                          estudios@misionjoven.org<\/p>\n

                          <\/a> MUNTANER, G., La novedad como est\u00edmulo: vicisitudes de la sociedad y de la religi\u00f3n en una \u00e9poca nueva.<\/em> Verbo Divino, Estella, 2005.
                          \n
                          <\/a> DERROITTE, H., Por una nueva catequesis. Jalones para un nuevo proyecto catequ\u00e9tico. Sal Terrae, Santander, 2004.
                          \n
                          <\/a> ADSIS, Proyecto Adsis de Pastoral de J\u00f3venes. Madrid, 2004.
                          \n
                          <\/a> DELEGACI\u00d3N DIOCESANA DE PASTORAL CON J\u00d3VENES DE VITORIA, Plan Estrat\u00e9gico \u201cGarai berriak\u201d. Vitoria-Gasteiz, 2004. Se puede consultar en www.gazteok.org<\/a>
                          \n
                          <\/a> ASAMBLEA DE LOS OBISPOS DE QU\u00c9BEC, Proponer hoy la fe a los j\u00f3venes: una fuerza para vivir. Una buena parte de este documento se puede leer en AA.VV., Proponer la fe hoy. De lo heredado a lo propuesto. Sal Terrae, Santander, 2005, 161-191. Se puede consultar entero enwww.gazteok.org<\/a>
                          \n
                          <\/a> P\u00c9REZ \u00c1LVAREZ, J. L., Entre lo propio y lo ajeno. La experiencia comunitaria en la PJ, en Revista de Pastoral Juvenil 423 (diciembre 2005), 3-14
                          \n
                          <\/a> HUEBSCH, B., La catequesis de toda la comunidad. Hacia una catequesis por todos, con todos y para todos. Sal Terrae, Santander, 2005. MOVILLA, S., Educaci\u00f3n de la fe y comunidad cristiana. PPC, Madrid, 2001. P\u00c9REZ \u00c1LVAREZ, J. L., Dios me dio hermanos. Comunidad cristiana y Pastoral de Juventud. CCS, Madrid, 1993.
                          \n
                          <\/a> SASTRE, J., Hacia una fe m\u00e1s personalizada. Di\u00f3cesis de Vitoria, 2002, 13-44.
                          \n
                          <\/a> CEREZO, J. J. \u2013 G\u00d3MEZ SERRANO, P. J., J\u00f3venes e Iglesia. Caminos para el reencuentro. PPC, Madrid, 2006, 168.
                          \n
                          <\/a> ADSIS, o.c., 34.
                          \n
                          <\/a> CEAS, Proyecto Marco de Pastoral de Juventud, (borrador 1), 2006, 9.
                          \n
                          <\/a> OBISPOS VASCOS, Renovar nuestras comunidades cristianas. Idatz, San Sebasti\u00e1n, 2005.
                          \n
                          <\/a> GEVAERT, J., El primer anuncio. Proponer el Evangelio a quien no conoce a Cristo. Sal Terrae, Santander, 2004, 23.
                          \n
                          <\/a> SECRETARIADO INTERDIOCESANO DE PASTORAL JUVENIL DE CATALU\u00d1A Y BALEARES, Mirada nova. Vers un nou impuls de la Pastoral de Joventut. Barcelona, 2003.
                          \n
                          <\/a> ADSIS, o. c., 17. El Departamento Adsis de Pastoral de J\u00f3venes ha elaborado un Proyecto y unos materiales que desarrollan un proceso circular o espiral para todo tipo de j\u00f3venes.
                          \n
                          <\/a> AA. VV., Proponer la fe hoy\u2026, 173.
                          \n
                          <\/a> ADSIS, o. c., 16.
                          \n
                          <\/a> SALAZAR, J., Solidaridad y trascendencia. Madrid, 2004.
                          \n
                          <\/a> COMPA\u00d1\u00cdA DE JES\u00daS, Un tesoro que desenterrar\u2026 Algunas sugerencias para la Pastoral Vocacional. Madrid, 2005.
                          \n
                          <\/a> OBRA PONTIFICIA PARA LAS VOCACIONES ECLESI\u00c1STICAS, Nuevas vocaciones para una nueva Europa. Madrid, 1997.
                          \n
                          <\/a> ADSIS, El acompa\u00f1amiento pastoral a j\u00f3venes. Madrid, 2003.
                          \n
                          <\/a> COMPA\u00d1\u00cdA DE JES\u00daS, Retos y fines de la Pastoral Juvenil Ignaciana. Madrid, 2002.
                          \n
                          <\/a> GUTIERREZ, K., Alegr\u00edas, tristezas y anhelos de un agente de pastoral, en Misi\u00f3n Joven 332 (septiembre 2004), 15-21.
                          \n
                          <\/a> CEAS, o .c., 40.
                          \n
                          <\/a> ARENAS, A.- VIZCAINO, E., Los lenguajes de la pastoral, en Catequ\u00e9tica, 325-341.
                          \n
                          <\/a> ARZOBISPADO DE SANTIAGO DE CHILE, Plan Pastoral Esperanza Joven. Itinerario formativo para la pastoral juvenil. Santiago de Chile, 2000.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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