{"id":8264,"date":"2006-06-01T00:00:38","date_gmt":"2006-05-31T22:00:38","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8264"},"modified":"2006-06-01T00:00:38","modified_gmt":"2006-05-31T22:00:38","slug":"tambien-la-pastoral-procede-por-proyectos-y-programaciones","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/tambien-la-pastoral-procede-por-proyectos-y-programaciones\/","title":{"rendered":"\u00bfTAMBI\u00c9N LA PASTORAL PROCEDE POR PROYECTOS Y PROGRAMACIONES?"},"content":{"rendered":"
Riccardo Tonelli RICCARDO TONELLI<\/p>\n estudios@misionjoven.org<\/p>\n Riccardo Tonelli Riccardo Tonelli es profesor de Teolog\u00eda Pastoral en la Universidad Salesiana de Roma S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El art\u00edculo intenta responder a la cuesti\u00f3n sobre la conveniencia o no de introducir en la pastoral juvenil las l\u00f3gicasproyectuales.\u00a0 Responde profundizando en las motivaciones que justifican las diferentes posturas. El proyecto pastoral es cuesti\u00f3n de […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1066,94,277],"tags":[],"class_list":["post-8264","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-353","category-mision-joven-2","category-riccardo-tonelli"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8264"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8264"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8264\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8264"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8264"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8264"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nRiccardo Tonelli es profesor de Teolog\u00eda Pastoral en la Universidad Salesiana de Roma
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo intenta responder a la cuesti\u00f3n sobre la conveniencia o no de introducir en la pastoral juvenil las l\u00f3gicasproyectuales.\u00a0 Responde profundizando en las motivaciones que justifican las diferentes posturas. El proyecto pastoral es cuesti\u00f3n de espiritualidad, pero exige seriedad y competencia profesional. El art\u00edculo se decanta por un modelo de proyecto capaz de asumir una l\u00f3gica circular entre fe y cultura: es el modelo hermen\u00e9utico, se\u00f1ala su funci\u00f3n instrumental y subraya la importancia de la verificaci\u00f3n.
\n\u00a0<\/strong>
\nEl interrogante que da t\u00edtulo a esta reflexi\u00f3n propone una cuesti\u00f3n de gran actualidad. En estos a\u00f1os, se est\u00e1 debatiendo en muchas comunidades eclesiales si conviene introducir tambi\u00e9n las l\u00f3gicas proyectuales en la pastoral juvenil (como se ha hecho en el \u00faltimo decenio… sin resultados entusiasmantes) o es preferible liberar la acci\u00f3n pastoral eclesial de estas cortapisas, un poco burocr\u00e1ticas y muy poco respetuosas del abandono confiado en el Esp\u00edritu (como sugieren algunos con mil interesantes razones y con la pasi\u00f3n de los hechos). La alternativa es seria: \u00bfpreferir la esponteneidad del presentismo actual o la profesionalidad reflexiva sobre la que tanto se ha insistido en estos \u00faltimos a\u00f1os?
\n
\nNo me gustar\u00eda intentar descubrir quien tiene raz\u00f3n. Prefiero profundizar en las motivaciones que justifican las diferentes posturas y, sobre todo, acoger el camino recorrido como invitaci\u00f3n a consolidar y a transformar.
\n
\n1\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Una cuesti\u00f3n de… espiritualidad<\/strong>
\n
\nVoy a entrar en la cuesti\u00f3n con una aproximaci\u00f3n que puede parecer extra\u00f1a. En mi opini\u00f3n, la necesidad de proceder haciendo proyectos es una \u201cuna cuesti\u00f3n de espiritualidad\u201d. Estoy convencido de que la respuesta sobre la oportunidad de los proyectos tambi\u00e9n en el \u00e1mbito pastoral es posible, motivada y seria s\u00f3lo despu\u00e9s de haber llegado a una opci\u00f3n de fondo sobre el modo de vivir la propia fidelidad al Esp\u00edritu de Jes\u00fas.
\n
\n1.1\u00a0 Servir a la \u201ccausa\u201d que nos ha sido confiada<\/em><\/strong>
\n
\nLos evangelios no nos dicen muchas cosas de Jes\u00fas que nos gustar\u00eda, en cambio, conocer. Sin embargo, hay algo que s\u00ed dicen de manera firme y segura: Jes\u00fas es alguien que tiene una enorme pasi\u00f3n por una causaespecial\u00edsima. Y de esta causa nos ha hablado con mucha frecuencia.
\nLa causa de Jes\u00fas es muy clara: hacer nacer vida donde existe muerte, en nombre y para la gloria de Dios. Como \u00e9l mismo ha declarado, ha hecho de la causa de la vida, \u201cplena y abundante\u201d para todos (Jn 10, 10), la \u201cperla preciosa\u201d que, para conseguirla, es necesario estar dispuestos a vender todo lo dem\u00e1s (Mt. 13, 45-46).
\nLa misi\u00f3n que le ha confiado el Padre, la conf\u00eda Jes\u00fas a sus disc\u00edpulos: \u201cComo me ha enviado el Padre, as\u00ed os env\u00edo yo a vosotros\u201d ( Jn 20, 21). Los disc\u00edpulos llaman a otros y los env\u00edan. Y as\u00ed se prolonga la cadena de los llamados, con la responsabilidad de realizar la misi\u00f3n que ha apasionado la existencia de Jes\u00fas: la causa de la vida. Sobre esta tarea mide el cristiano su propia existencia. Somos y existimos para, como hizo Jes\u00fas, servir a la vida.
\n
\n1.2. Solidaridad en la diversidad<\/em>\u00a0<\/strong>
\n
\nEn este modelo de relaci\u00f3n interpersonal, descentrado hacia la causa de Jes\u00fas, nos sentimos todos solidarios, incluso cuando poseemos y desempe\u00f1amos funciones diversas. Pero hemos de introducir una referencia mucho m\u00e1s exigente que la relaci\u00f3n de simple funcionalidad. Se deriva de las exigencias\u00a0 de solidaridad interpersonal y de la necesidad de colaboraci\u00f3n como expresi\u00f3n de la interdependencia \u201cde hecho\u201d (sobre las causas y sobre los efectos).
\nSolidaridad e interdependencia en el servicio a la causa nos conducen a la sincera constataci\u00f3n de que \u201ccuando hay\u00e1is hecho todo lo que os fue mandado\u201d, tenemos que reconocer somos \u201csiervos in\u00fatiles\u201d (Lc.17, 10).
\nDarse cuenta de ser s\u00f3lo siervos<\/em> al servicio de una causa cuya realizaci\u00f3n requiere la solidaridad en la diversidad, remite de manera decisiva a la cuesti\u00f3n sobre la que estamos reflexionando.
\nToda acci\u00f3n pastoral se resuelve en una relaci\u00f3n entre las componentes antropol\u00f3gicas (que Gaudium<\/em> et spes<\/em>nos ense\u00f1a a asumir con respeto) y la irrenunciable dimensi\u00f3n mist\u00e9rica<\/em> que suministra el horizonte normativo. Se justifica as\u00ed la distinci\u00f3n entre el proceso<\/em> de salvaci\u00f3n (que mira al intercambio de amor de la libertad de Dios que encuentra la libertad del hombre) y la mediaci\u00f3n<\/em> de salvaci\u00f3n (el signo, en el que la presencia misteriosa e inefable de Dios se hace rostro y palabra, llamado a sostener y a servir\u00a0 el proceso de salvaci\u00f3n).
\n
\n1.3. \u201cHacer proyectos\u201d serios<\/em><\/strong>
\n
\nSeriedad y competencia profesional son la dimensi\u00f3n concreta y verificable de toda colaboraci\u00f3n eclesial en la realizaci\u00f3n de la causa de Jes\u00fas para la vida de todos, que la comunidad eclesial comparte y realiza. Esta es, en \u00faltimo t\u00e9rmino, la motivaci\u00f3n fundamental que impulsa a la pastoral a compartir la exigencia de hacer proyectos. Por esto, he situado la cuesti\u00f3n del proyectar en el \u00e1mbito pastoral como hecho de espiritualidad.
\nA esta raz\u00f3n se a\u00f1ade otra m\u00e1s funcional… de una espiritualidad que sabe situarse en la cotidianidad.
\nEl proyectar nace de la exigencia de colaborar, acogiendo la diversidad y buscando la convergencia sobre las cosas que cuentan. Proceder a golpes de ciego o a impulsos del entusiasmo resulta realmente peligroso en un \u00e1mbito en el que est\u00e1 en medio la persona, su vida y su sentido. Y es condici\u00f3n indispensable para asegurar la colaboraci\u00f3n en una situaci\u00f3n de pluralismo. Para instar a personas y organismos diversos a hacer algo juntos, es indispensable construir juntos y compartir intensamente un mapa de intentos.
\n
\n2\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Proyectar<\/strong>
\n
\nProyectar es importante… pero \u00bfqu\u00e9 implica? En torno a la misma preocupaci\u00f3n (proyectar) convergen sensibilidad y aportaciones diferentes. La construcci\u00f3n de una convergencia en los t\u00e9rminos es condici\u00f3n irrenunciable para poder compartir despu\u00e9s la sustancia. No me gusta lanzar provocaciones que tienen el sabor peligroso de lo gen\u00e9rico; es mucho mejor, por el contrario, esforzarse para ponernos de acuerdo en los t\u00e9rminos y en las opciones que se derivan de ellos.
\n
\n2.1. El t\u00e9rmino central: proyecto<\/em><\/strong>
\n
\nEl sustantivo proyecto<\/em> representa, generalmente, la referencia obligada del proyectar. Con este t\u00e9rmino se entiende ordinariamente un plan general de intervenciones que concretiza una visi\u00f3n educativa y pastoral. El proyecto determina los objetivos operativos adecuados a las necesidades y a las exigencias de las diferentes situaciones (personales, sociales, ambientales). Sugiere l\u00edneas concretas y medios para alcanzar dichos objetivos. Crea roles y funciones para asegurar la eficacia de las l\u00edneas y el logro de los objetivos.
\n
\n2.2. Los t\u00e9rminos relacionados: marco fundamental y programaci\u00f3n<\/em><\/strong>
\n
\nEl proyecto est\u00e1 en el centro de las preocupaciones. Pero otros dos t\u00e9rminos, expresados de diversas formas,\u00a0 est\u00e1n \u00edntimamente relacionados con \u00e9l:<\/p>\n\n
\n2.3. \u00bfC\u00f3mo organizar los elementos?<\/em><\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nNo me detengo en elencar los elementos que entran en un proyecto y lo construyen operativamente. Los conocemos: el objetivo, la situaci\u00f3n de partida, la selecci\u00f3n y organizaci\u00f3n de los recursos (el m\u00e9todo) y la evaluaci\u00f3n.
\nPero siento, especialmente, una exigencia mucho m\u00e1s seria, porque indirectamente nos remite a los fundamentos teol\u00f3gicos que justifican y orientan cualquier proyecci\u00f3n. La expreso con un interrogante: \u00bfcu\u00e1l es la secuencia \u00f3ptima que se debe utilizar para organizar estos elementos?
\nNo es necesario mucho esfuerzo para constatar que la opci\u00f3n no puede dejarse al azar. Las diferentes secuencias implican grandes problemas procedimentales, que llevan a resultados muy diversos.
\n
\nSuperar tanto el modelo inductivo como el deductivo<\/em>
\n
\nEl modelo teol\u00f3gico tradicional asignaba a la situaci\u00f3n una funci\u00f3n pasiva, de recepci\u00f3n<\/em>, destino<\/em>, banco de prueba<\/em>. La comprensi\u00f3n de la salvaci\u00f3n y la descripci\u00f3n de las acciones necesarias para asegurarla, se defin\u00edan en absoluto, en fidelidad a un proyecto que viene de lejos. La situaci\u00f3n concreta no ten\u00eda peso en el proyecto, no lo modificaba en nada. Las eventuales dificultades operativas se superaban a trav\u00e9s de adaptaciones provisionales y parciales.
\nComo reacci\u00f3n, en estos \u00faltimos a\u00f1os, algunos han intentado invertir las posturas. Y as\u00ed, con frecuencia se ha otorgado a la situaci\u00f3n una funci\u00f3n decisiva, normativa incluso respecto al proyecto.
\nEl primer modelo recoge los procedimientos deductivos t\u00edpicos de muchas realizaciones educativas del pasado. El objetivo es descrito de manera segura, sobree todo por parte de las ciencias que pretenden una funci\u00f3n de car\u00e1cter normativo. Queda abierto s\u00f3lo\u00a0 el espacio de c\u00f3mo<\/em> hacer para conseguirlo. En el segundo modelo, de car\u00e1cter inductivo, prevalece la experiencia personal en menoscabo de los contenidos objetivos. La praxis educativa y pastoral se preocupa sobre todo de respetar las preguntas espont\u00e1neas de los j\u00f3venes.
\n
\nHacia un modelo hermen\u00e9utico<\/em>
\n
\nEl cotejo con las orientaciones que la pastoral ha sabido encontrar en la meditaci\u00f3n del acontecimiento de la Encarnaci\u00f3n, las mismas que justifican y demandan la utilizaci\u00f3n de los proyectos tambi\u00e9n en la pastoral, propone una alternativa que compromete tanto al modelo deductivo como al inductivo.
\nSe trata de un modelo de proyecci\u00f3n que asume una l\u00f3gica circular entre fe y cultura, entretejida de dar<\/em> yrecibir<\/em>. Lo llamo modelo hermen\u00e9utico<\/em> porque hace propio, en el nivel del proyectar, el gran camino experimentado en la interpretaci\u00f3n de la fe (y, consiguientemente, en el compromiso educativo y pastoral) a partir de la conciencia hermen\u00e9utica. Insta a considerar la situaci\u00f3n<\/em> como un verdadero \u201clugar teol\u00f3gico, que da carne<\/em> hist\u00f3rica al \u00fanico proyecto de salvaci\u00f3n.
\nEn el curso de la historia, la fe se ha encarnado progresivamente en opciones, orientaciones, preocupaciones, expresiones. Tambi\u00e9n hoy hemos de reescribirla, descifrando lo que es relativo, fruto de la situaci\u00f3n<\/em>, y lo que, en cambio, es decisivo y normativo, porque est\u00e1 vinculado a la intenci\u00f3n salv\u00edfica de Dios en Cristo Jes\u00fas. En esta perspectiva, la situaciones prosiguen la gran experiencia de la Encarnaci\u00f3n: hacen existir la salvaci\u00f3n en el hoy de nuestra historia.
\nEl modelo hermen\u00e9utico propone un proyecto capaz de parangonar los grandes objetivos de la existencia cristiana y las situaciones juveniles y culturales actuales. Del cotejo surgen nuevos objetivos, capaces de repensar las exigencias de siempre, en di\u00e1logo con los retos actuales, en una propuesta fiel a Dios y al hombre, en una \u00fanica radical fidelidad.
\n
\n3\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Para no morir de proyectos<\/strong>
\n
\nPara muchos educadores y agentes de pastoral, el proyecto se ha convertido con frecuencia en un punto de referencia excesivamente obligante. La definici\u00f3n de las metas y la elecci\u00f3n de los instrumentos con los que intervenir se han presentado no pocas veces como algo ante lo que medirse sin incertidumbres.\u00a0 Con un instrumental tan seguro, alguno ha encontrado la posibilidad de establecer qu\u00e9 es lo que funciona y lo que no funciona.
\nAdem\u00e1s la l\u00f3gica del proyecto parece imaginar\u00a0 modelos culturales estables que permiten previsiones en tiempos bastante largos. As\u00ed, si alguien intentaba cambiar cualquier cosa en los proyectos establecidos, pod\u00eda escuchar que no hab\u00eda transcurrido todav\u00eda el tiempo indispensable para la revisi\u00f3n, y que era necesario emplear los recursos para realizar y no para cambiar. Y as\u00ed el esfuerzo de mirar al futuro se ha resuelto en la invitaci\u00f3n a contemplar y a realizar cuanto hab\u00edamos ya previsto en la direcci\u00f3n del futuro.
\nLa riqueza de todo lo vivido, cuanto hab\u00edamos construido y las dificultades con las que estamos confront\u00e1ndonos, nos sugieren algunas preocupaciones que deben caracterizar todo buen proyecto.
\n
\n3.1. Funci\u00f3n instrumental del proyecto<\/em><\/strong>
\n
\nAnte todo, hay que afirmar con fuerza la funci\u00f3n instrumental del proyecto. No es la meta \u00faltima en cuya realizaci\u00f3n convergen todos los recursos y en cuya situaci\u00f3n se activan las verificaciones. Un proyecto es siempre y s\u00f3lo un instrumento. Si es bueno, es decir, si est\u00e1 bien hecho y gestionado de modo inteligente, es un buen instrumento. Pero cuando el proyecto no est\u00e1 bien hecho o bien cuando es gestionado de forma r\u00edgida, no nos permite llegar a la meta prevista e impide incluso seriamente conseguirla.
\nLa meta es otra: la vida y la esperanza de los j\u00f3venes cuya realizaci\u00f3n queremos asegurar mediante un atento proceso de colaboraci\u00f3n entre personas diversas, que reconocen el don de la diversidad rec\u00edproca.
\nEl proyecto tiene s\u00f3lo una funci\u00f3n instrumental, porque existe una referencia externa al mismo proyecto, que se refiere directamente a cada una de las personas a cuyo servicio se pone el proyecto. El proyecto se ridimensionacontinuamente a la medida de las personas concretas, y no al rev\u00e9s
\n
\n3.2. La otra cara del proyecto: la verificaci\u00f3n<\/em><\/strong>
\n
\nEsta toma de conciencia introduce en el hacer proyectos, una variable que realmente no puede olvidarse: la verificaci\u00f3n. La verificaci\u00f3n es la operaci\u00f3n que coteja las tres variables en juego: los protagonistas del proyecto, la meta a la que tiende, la selecci\u00f3n y organizaci\u00f3n de los recursos, prevista y actuada por el proyecto.
\nLas tres variantes tienen un peso decisivo para un buen proyecto, para hacerlo d\u00factil, flexible, cambiable. La meta se\u00f1ala las necesidades formativas reales de los protagonistas concretos. Cuando no se logra alcanzarla, una hip\u00f3tesis que se ha de verificar mira tambi\u00e9n a la posibilidad de conseguirla y a la funcionalidad de la misma meta.\u00a0 Con frecuencia la selecci\u00f3n y organizaci\u00f3n de los recursos puede ser una de las causas de que la meta no sea conseguida. No se pueden lograr nuevos resultados, utilizando recursos viejos… y todos sabemos cu\u00e1n duros de morir son los viejos recursos. La verificaci\u00f3n lo valora y rescribe audazmente el proyecto.
\nLos protagonistas son los referentes fundamentales del proyecto. Pero son acogidos, comprendidos, queridos en el proyecto global a cuyo servicio se sit\u00faan nuestros proyectos educativos y pastorales. Un proyecto educativo es, en realidad, ante todo un proceso capaz de integrar a los sujetos implicados en un horizonte existencial global, orientado a descubrir el sentido de la propia vida, las razones de esperanza que la franquean, las condiciones que hacen posible todo esto. Los proyectos institucionales se sit\u00faan, de modo funcional, en el interior del compromiso de cada persona de construir su propio proyecto de vida y en la responsabilidad que cada comunidad reconoce a este prop\u00f3sito.
\nUn buen proyecto sin tiempos fijos de verificaci\u00f3n y reformulaci\u00f3n es un sue\u00f1o que nunca llegar\u00e1 a ser realidad.
\n
\n3.3. Solidaridad en tiempos de globalizaci\u00f3n<\/em><\/strong>
\n
\nHemos alcanzado ya como dato irrenunciable, la convicci\u00f3n de que construir vida y esperanza no es nunca una operaci\u00f3n aislada ni rescindible en t\u00e9rminos individualistas: juntos nos ayudamos a vivir, juntos ponemos en crisis la esperanza, juntos reconstruimos un futuro de esperanza. El proyecto es condici\u00f3n indispensable para poder hacer todo esto entre personas que est\u00e1n dispuestas a colaborar precisamente porque ponen en juego \u00a0la propia riqueza existencial.
\nPor estas razones, el proyecto no puede concebirse como el m\u00ednimo com\u00fan denominador que permite la colaboraci\u00f3n entre personas diferentes, sino que se convierte\u00a0 en el punto de referencia que ha madurado en com\u00fan y en com\u00fan se ha verificado, poniendo verdaderamente los propios recursos al servicio de exigencias m\u00e1s grandes, que juzgan toda nuestra realizaci\u00f3n.
\nAdem\u00e1s, un buen proyecto asegura la posibilidad de llevarlo a la pr\u00e1ctica. Sin realismo no puede haber proyecto. Realismo significa la capacidad de so\u00f1ar metas de futuro con los pies bien arraigados en el presente, de individuar\u00a0 los recursos disponibles, de decidir en concreto de cu\u00e1les conviene servirse y cuales se deben abandonar, para crear las condiciones favorables para conseguir personalmente la meta que est\u00e1 ante nuestro camino
\n
\n3.4. Hacer proyectos en tiempos de \u201cvelocidad\u201d<\/em><\/strong>
\n
\nOtro dato constatable impacta y hace replantear la invitaci\u00f3n a hacer proyectos. Vivimos en un momento de aceleraci\u00f3n incontrolable: relaciones interpersonales, compromisos, perspectivas, realizaciones… Hasta la misma identidad (que deber\u00eda representar el punto de referencia constante en el dinamismo de crecimiento: a nivel personal e institucional) se est\u00e1 haciendo \u201cfluida\u201d. Se compone y descompone en muy breve tiempo… hasta el punto de que personas e instituciones de identidad consolidada parecen muy lejanas.
\nLa preocupaci\u00f3n no es el \u201cfinalmente\u201d, o \u201cno podemos m\u00e1s\u201d. Sea cual sea el resultado de la valoraci\u00f3n de este dato, se puede salir de \u00e9l s\u00f3lo sintonizando.
\n\u00bfEn qu\u00e9 pueden desembocar hoy los planes quinquenales o decenales, … los proyectos que se basan en una experiencia fuerte?
\n
\n3.5. De los proyectos a las estrategias<\/em><\/strong>
\n
\nLa fragmentaci\u00f3n y la complejidad impacta sobre todo a los j\u00f3venes m\u00e1s atentos al hoy y m\u00e1s implicados en sus din\u00e1micas. Elegir modelos operativos fuertes y org\u00e1nicos (como podr\u00edan llegar a ser algunos proyectos) puede hacer correr el riesgo de reaccionar hasta unos l\u00edmites innegables, activando procedimientos que dejar\u00e1n fuera a los m\u00e1s d\u00e9biles, precisamente a aquellos que son m\u00e1s sensibles a la l\u00f3gica y a la cultura dominante. Tambi\u00e9n esto es un modo de discriminaci\u00f3n.
\nEstas provocaciones dan que pensar. Asoma as\u00ed no una alternativa a la seriedad de hacer proyectos, sino una especie de preocupaci\u00f3n general y una exigencia que puede servir como apertura y conclusi\u00f3n del hacer proyectos.
\nLa llamo la opci\u00f3n de la estrategia<\/em>. Estrategia significa\u00a0 indicaci\u00f3n de prioridades sobre las que organizar los recursos disponibles y elaboraci\u00f3n de secuencias concretas y operativas, orientadas a asegurar el logro de la meta prevista.
\n\u00bfD\u00f3nde est\u00e1 la diferencia entre proyecto y estrategia? Sugerir la opci\u00f3n de la estrategia significa oponerse a cualquier improvisaci\u00f3n, como vivir al d\u00eda o bajo el impulso de los hechos, actualmente tan de moda e incluso mixtificado con palabras solemnes y devotas. La estrategia est\u00e1 siempre de parte del proyecto: reconoce su importancia para respetar la seriedad\u00a0 del proceso y para asegurar la condici\u00f3n de corresponsabilidad y colaboraci\u00f3n en una situaci\u00f3n de pluralismo.
\nPero, una vez afirmada la continuidad, puedo recordar tambi\u00e9n la diferencia. La estrategia representa un modo de hacer m\u00e1s d\u00e9bil que el proyecto, que apuesta por un tipo de opciones que, desde lo peque\u00f1o y los subjetivo, son capaces de llegar al conjunto y al todo.
\nCon una figura\u2026 la llamo la introducci\u00f3n en el proyecto de la l\u00f3gica de las cerezas. Quien quiere tomar algunas cerezas de un plato com\u00fan y no quiere meter sus manos dentro como si fueran una pala, espera poder agarrar aquella cereza que sea capaz de arrastrar con ella otras muchas, misteriosamente imbricadas. Estudia los gestos y los momentos, y despu\u00e9s arriesga.
\nLa cereza oportuna es una estrategia prudente. Optar por la l\u00f3gica, un poco d\u00e9bil, de las estrategias significa arriesgar llegar a cuanto se desea conseguir, individuando tiempos, intervenciones, conexiones, sobre los que se apuesta.
\nLa atenci\u00f3n a la estrategia, para revisar un poco el proceso fuerte caracter\u00edstico del proyecto, reconoce su importancia pero se empe\u00f1a en una revisi\u00f3n pr\u00e1ctica que tiene en cuenta la situaci\u00f3n social y cultural de los destinatarios.
\nComo puede advertirse, no estoy sugiriendo una inversi\u00f3n de tendencia, despu\u00e9s del tiempo y el esfuerzo dedicados en estos a\u00f1os a pensar en t\u00e9rminos de proyectos, de itinerarios, de procesos bien estructurados.
\nTodo esto es urgente: lo era hace diez a\u00f1os y lo sigue siendo hoy.
\nEn el proyecto todo est\u00e1 establecido en el punto de partida (objetivo y m\u00e9todo), con la posibilidad de asegurar una buena verificaci\u00f3n, comprobando el \u00e9xito alcanzado sobre lo que hab\u00eda sido previsto. La categor\u00eda dominante es la coherencia. Todo esto est\u00e1 muy bien. Pero la pregunta es: \u00bfes posible ir m\u00e1s all\u00e1?
\nEn la estrategia, lo ya conseguido y las hip\u00f3tesis de partida se consideran estupendas… pero no representan el dato seguro y el referente para la coherencia. El elemento cualitativo est\u00e1 determinado por la atenci\u00f3n al hoy, al presente (en clave educativa, porque no es nunca resignaci\u00f3n) y por la capacidad de inventar y de apostar en la direcci\u00f3n del futuro.
\nLa invitaci\u00f3n a asumir la perspectiva de las estrategias sugiere la opci\u00f3n por imprimir un mayor dinamismo al proyecto, y, sobre todo, por individuar los elementos particularmente significativos sobre los que poner en juego todos los recursos, para poder asegurar mejor el alcance de la meta del proyecto y la utilizaci\u00f3n inteligente de los medios.<\/p>\n
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