{"id":8293,"date":"2006-05-01T00:00:03","date_gmt":"2006-04-30T22:00:03","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8293"},"modified":"2006-05-01T00:00:03","modified_gmt":"2006-04-30T22:00:03","slug":"la-formacion-del-educador-deportivo-y-su-perfil-profesional","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-formacion-del-educador-deportivo-y-su-perfil-profesional\/","title":{"rendered":"La formaci\u00f3n del educador deportivo y su perfil profesional"},"content":{"rendered":"
Antonio Fraile Aranda<\/strong> \u00a0<\/strong> Se considera como el modelo tradicional por excelencia, ya que se basa en la transmisi\u00f3n directiva del conocimiento experto entre el docente y el discente. En el caso de la formaci\u00f3n de los t\u00e9cnicos deportivos, tambi\u00e9n es habitual que los entrenadores adquieran un conocimiento a partir del saber del ense\u00f1ante de lascentros de formaci\u00f3n deportiva, en la que sus docentes transmiten un contenido que esos se encargan de reproducir en su pr\u00e1cticas diarias. En este caso, se trata de un tipo de formaci\u00f3n que se desarrolla a partir de una concepci\u00f3n tecnol\u00f3gica del conocimiento. Por ello, todo lo que es objeto de aprendizajes debe estar vinculado con una actividad t\u00e9cnico-profesional, desde un modelo de racionalidad basado en la aplicaci\u00f3n de principios te\u00f3ricos desde un proceso instrumental y mec\u00e1nico (en este caso, considerando que esos principios tienen prioridad sobre las necesidades y caracter\u00edsticas personales de la persona-jugador). Este modelo parte del principio que dice que: la ense\u00f1anza en general y la deportiva en particular, siempre son actividades complejas y cambiantes, que se llevan a la pr\u00e1ctica en escenarios singulares, con un contexto y resultados no previsibles; por lo tanto, el entrenador debe apoyarse adem\u00e1s de su formaci\u00f3n, en su experiencia y en sus competencias para enfrentarse a las situaciones inciertas que configuran la pr\u00e1ctica. Entre ellas, debe destacar su capacidad de investigador de su pr\u00e1ctica a partir de: observar, reflexionar y aplicar sobre lo que acontece en su actividad. A continuaci\u00f3n pasaremos a revisar cual es le perfil de los entrenadores del deporte escolar, determinado por el proceso de formaci\u00f3n que han adquiriendo a lo largo de su vida. \u00a0<\/u><\/strong> ANTONIO FRAILE ARANDA<\/p>\n estudios@misionjoven.org<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Antonio Fraile Aranda Antonio Fraile es Profesor en la Universidad de Valladolid. Dr. Ciencias de la Educaci\u00f3n\/Lcdo. Educaci\u00f3n F\u00edsica \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El art\u00edculo se centra en la figura del educador deportivo y se propone se\u00f1alar algunos aspectos importantes de su formaci\u00f3n. Analiza brevemente en primer lugar los modelos formativos (academicista, t\u00e9cnico, pr\u00e1ctico) […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1060,1059,94],"tags":[],"class_list":["post-8293","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-antonio-fraile-aranda","category-estudios-352","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8293","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8293"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8293\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8293"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8293"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8293"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n <\/p>\n\n\n
\n Antonio Fraile<\/strong> es Profesor en la Universidad de Valladolid. Dr. Ciencias de la Educaci\u00f3n\/Lcdo. Educaci\u00f3n F\u00edsica<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo se centra en la figura del educador deportivo y se propone se\u00f1alar algunos aspectos importantes de su formaci\u00f3n. Analiza brevemente en primer lugar los modelos formativos (academicista, t\u00e9cnico, pr\u00e1ctico) vigentes. Despu\u00e9s, recogiendo algunos estudios recientes se fija en el perfil actual del educador deportivo y se\u00f1ala algunosaspectos que merece la pena tenerse en cuenta, como el car\u00e1cter heterog\u00e9neo de su formaci\u00f3n, con frecuencia deficiente. Desde esta perspectiva la transmisi\u00f3n de valores resulta bastante incierta. Indica tambi\u00e9n un conjunto de propuestas para la organizaci\u00f3n y gesti\u00f3n del deporte escolar.
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\nEntre las principales actividades para la socializaci\u00f3n de los escolares est\u00e1n\u00a0 las pr\u00e1ctica deportivas, gracias a las cuales los educadores podemos desarrollar una serie de capacidades vinculadas con los \u00e1mbitos cognitivos, f\u00edsicos, afectivos, sociales y emocionales. Ser\u00e1 a trav\u00e9s de diferentes tiempos y escenarios: en el recreo, durante el fin de semana, en vacaciones, en su tiempo libre, en los juegos de la calle o de los parques, etc., donde los escolares pueden lograr un mejor desarrollo integral. No obstante, s\u00f3lo los educadores pueden evitar el abuso que la sociedad de consumo hace de la cultura deportiva entre los escolares, en situaciones como: la compra de materiales y productos deportivos, el uso publicitario a que se somete a los deportistas en los diferentes medios, los cambios en los productos de alimentaci\u00f3n, etc
\nLa actuaci\u00f3n educativa del entrenador deportivo viene condicionada tanto por sus creencias y experiencias previas como jugador o espectador, como por el tipo de conocimientos que le han transmitido en la formaci\u00f3n inicial; y que tiene una relaci\u00f3n directa con los diferentes modos de concebir la pr\u00e1ctica. A partir de P\u00e9rez G\u00f3mez (1987), en el \u00e1mbito de la formaci\u00f3n de los educadores se determinan varias perspectivas que tambi\u00e9n se reproducen en el \u00e1mbito de la formaci\u00f3n de los entrenadores deportivos, cada una de ellas con un componente ideol\u00f3gico, tanto en el discurso te\u00f3rico, como en su posterior desarrollo pr\u00e1ctico.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nLa formaci\u00f3n de los entrenadores deportivos se viene apoyando en diferentes modelos educativos, similares a los que se vienen empleando para los docentes en el \u00e1mbito educativo en general:
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\nEste modelo de formaci\u00f3n para entrenadores hace que el ense\u00f1ante sea\u00a0 concebido como un especialista cuya formaci\u00f3n se vincula estrecha y exclusivamente al dominio te\u00f3rico de los contenidos. Se puede hablar de un profesor portador de un conocimiento \u201cenciclopedista\u201d que le lleva al dominio de lo te\u00f3rico sobre lo aplicativo, a partir de aprender de forma memor\u00edstica: conceptos, definiciones, reglas, estrategias t\u00e1cticas, m\u00e9todos de entrenamiento, etc. (aunque en ocasiones, esos conocimientos tengan escasa aplicaci\u00f3n en la pr\u00e1ctica deportiva).
\nEsa formaci\u00f3n academicista determina que los conocimientos te\u00f3ricos para el entrenamiento se conviertan\u00a0 en el contenido b\u00e1sico de la ense\u00f1anza, donde cada docente se encarga de ense\u00f1ar aquello que, a su vez, estudi\u00f3 de una forma descontextualizada y fragmentada, incluso en ocasiones sin comprender bien su utilidad para la pr\u00e1ctica. Esos fundamentos b\u00e1sicos son los que el jugador deber\u00e1 reproducir, dando escasa importancia a su iniciativa y capacidad creativa.
\nIgualmente, en su formaci\u00f3n permanente esos entrenadores siguen adquiriendo y reproduciendo el conocimiento te\u00f3rico, dejando a un lado los factores contextuales y aplicativos que ya conocen de su pr\u00e1ctica. Con ello, se llega a una acumulaci\u00f3n de conocimientos, que se siguen ampliando desde su experiencia (confiando excesivamente y sin ning\u00fan cuestionamiento en el conocimiento de los llamados expertos).
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nEste tipo de ense\u00f1anza est\u00e1 dirigida a que los aprendices lleguen a ser eficaces. As\u00ed, en el \u00e1mbito deportivo podemos hablar de un tipo de formaci\u00f3n para que los entrenadores aprendan a resolver problemas de la pr\u00e1ctica aplicando los principios generales y conocimientos cient\u00edficos derivados de la investigaci\u00f3n que realizan otros, generalmente expertos alejados de la pr\u00e1ctica. En este caso, la calidad del entrenador y de los entrenamientos depende de la eficacia de los productos o resultados finales.
\nTambi\u00e9n, este modelo nos conduce a un tipo de ense\u00f1anza-aprendizaje basado en una divisi\u00f3n del trabajo, en donde la investigaci\u00f3n de los expertos va generando un distanciamiento entre los te\u00f3ricos y los pr\u00e1cticos, haciendo que el entrenador dependa cada vez m\u00e1s de esos que investigan y siguen adquiriendo un mayor conocimiento te\u00f3rico, separando la teor\u00eda y la pr\u00e1ctica.
\nPor tanto, la definici\u00f3n de metas y objetivos, la selecci\u00f3n de los m\u00e9todos, la organizaci\u00f3n del espacio y del tiempo, las actividades, etc., son decisiones\u00a0 autom\u00e1ticas o rutinarias que parten de forma exclusiva del entrenador, consideradas como acciones t\u00e9cnicas.
\nPara concluir, este modo de actuar no nos parece el m\u00e1s adecuado para las etapas iniciales, ya que las situaciones por las que pasa la pr\u00e1ctica deportiva son inciertas, \u00fanicas, diversas; alejadas de soluciones autom\u00e1ticas y anticipadas.
\n <\/p>\n\n
\nPor \u00faltimo, desde este modelo, el entrenador se enfrenta a los problemas que genera la pr\u00e1ctica debiendo buscar la mejor soluci\u00f3n a partir de su conocimiento, elaborando estrategias, utilizando instrumentos y materiales, compartiendo con otros compa\u00f1eros sus problemas, etc. As\u00ed, a la vez que \u00e9ste (el entrenador) experimenta sus propuestas durante el entrenamiento va aprendiendo, siendo la reflexi\u00f3n una parte fundamental de dicho proceso de aprendizaje.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\n2.1. Los profesores y entrenadores en el deporte escolar<\/strong>
\nDentro de este apartado revisaremos cu\u00e1l es el sistema de relaciones que se establecen entre losense\u00f1antes y los escolares, a partir de analizar aquellas preguntas que tienen que ver con las caracter\u00edsticas pedag\u00f3gicas que se establecen entre ambos y que se ven reflejadas tanto en el perfil que adoptan en sus relaciones con los escolares, como en el tratamiento did\u00e1ctico al ense\u00f1ar los contenidos del deporte escolar.
\nPara Saura (1996), el perfil de los t\u00e9cnicos deportivos se define por ser: un colectivo muy joven, falto de experiencia, sin continuidad, sin una formaci\u00f3n espec\u00edfica y con poca dedicaci\u00f3n.
\nA su vez, la formaci\u00f3n de los entrenadores deportivos es muy heterog\u00e9nea. No existe uniformidad curricular y tampoco una tradici\u00f3n acad\u00e9mica y cient\u00edfica que explique la forma a seguir en la formaci\u00f3n de esos t\u00e9cnicos deportivos.
\nEl nivel de los entrenadores deportivos espa\u00f1oles es heterog\u00e9neo, pudiendo encontrarnos entrenadores de diferentes modalidades deportivas con el mismo nivel de titulaci\u00f3n, pero con un grado de formaci\u00f3n diferente, e incluso, a\u00fan m\u00e1s grave, entrenadores de la misma modalidad deportiva y con el mismo nivel de titulaci\u00f3n habiendo cursado programas formativos muy dispares (Ib\u00e1\u00f1ez y Medina, 1999).
\nEn el estudio de Ort\u00fazar (2004), se concretan m\u00e1s esas caracter\u00edsticas gracias a diferentes estudios realizados en diversos contextos espa\u00f1oles (Catalu\u00f1a, Pa\u00eds Vasco, Canarias, Castilla y Le\u00f3n, etc,) En primer lugar se trata de un monitor de sexo masculino, con una edad entre 20-29 a\u00f1os, sin ninguna titulaci\u00f3n\u00a0 y formaci\u00f3n deportiva.
\nPor \u00faltimo, Petrus (1998) nos dice que resulta il\u00f3gico que una actividad con tanta trascendencia educativa como el deporte escolar est\u00e9 bajo la responsabilidad de entrenadores con una deficiente o nula formaci\u00f3n.
\nUna vez revisados, a trav\u00e9s de varios estudios, cu\u00e1l es el perfil formativo de los t\u00e9cnicos y entrenadores deportivos que forman parte de las actividades deportivas de los escolares, pasaremos a revisar los aspectos educativos y pedag\u00f3gicos de los mismos.
\nDentro del perfil educativo de los t\u00e9cnicos deportivos, una primera cuesti\u00f3n a conocer tiene que ver con si el entrenador transmite valores educativos en el deporte escolar.<\/em> Para la mayor\u00eda de los entrenadores preguntados destacan la importancia y responsabilidad en educar a sus jugadores a partir de una transmisi\u00f3n continuada de valores, entre los que destacan: ayudarles a mostrar sus habilidades, divertirse jugando, favorecer una buena cohesi\u00f3n de grupo, mejorar la deportividad, la equidad, la responsabilidad, etc. (Cruz, 1987)
\nNo obstante, el que este colectivo de entrenadores parta de un perfil con importantes carencias, debido a su escasa formaci\u00f3n inicial, la transmisi\u00f3n de valores educativos depender\u00e1 de su autoformaci\u00f3n personal. Considerando que cada uno, seg\u00fan sean sus creencias, dar\u00e1 prioridad a unos determinados valores, y considerar\u00e1 como educativo lo que cada uno cree que es m\u00e1s adecuado a las edades y caracter\u00edsticas de los escolares participantes, entrando muchas veces en conflicto y contradicci\u00f3n con sus educadores (profesores, padres, etc).
\nEl deporte es un instrumento de transmisi\u00f3n de cultura que va a reflejar los valores b\u00e1sicos del marco cultural en el que se desenvuelve. Como producto social, la pr\u00e1ctica deportiva se convierte as\u00ed en un elemento clave de la socializaci\u00f3n <\/em>(Medina, 1994).
\nLa segunda cuesti\u00f3n, y relacionada con los valores que se transmiten, los escolares est\u00e1n muy de acuerdo en que sus entrenadores les respetan y les tratan dignamente. Considerando que el respeto representa una actitud de cuidado y atenci\u00f3n hacia todo lo valioso, y debe desarrollarse entre los escolares como una disposici\u00f3n a mantener una buena relaci\u00f3n con los dem\u00e1s, es importante que los entrenadores no subestimen, ni infravaloren el comportamiento de los escolares durante la pr\u00e1ctica deportiva. Igualmente, el respeto est\u00e1 muy relacionado con la atenci\u00f3n a los derechos y deberes que uno tiene con los dem\u00e1s, y que se convierten en compromisos a cumplir con el grupo y con el entrenador. Por \u00faltimo, tratar a los escolares de forma digna representa considerarles como personas a las que hay que ayudar en su desarrollo personal.
\nUn tercer aspecto a considerar es si a los escolares y educadores les gusta que chicos y chicas jueguen juntos.<\/em> Para que la actividad f\u00edsica ayude a desarrollar una educaci\u00f3n para la igualdad entre sexo, debe fomentarse de forma coeducativa atendiendo a unos valores b\u00e1sicos de tolerancia y solidaridad, y respetando el derecho a la diferencia. Esto exige al docente utilizar estrategias cooperativas, recriminar los rechazos y las situaciones de discriminaci\u00f3n\u00a0 que surgen entre los alumnos (generadas por la rivalidad, el exceso de competitividad, la b\u00fasqueda de resultados, etc.) y favorecer actuaciones sin ning\u00fan tipo de rechazo por raz\u00f3n de sexo, raza, etnia, etc. \u00a0Asimismo, el educador debe evitar un lenguaje que fomente la falta de respeto hacia los participantes, revisando aquellas cuestiones que exigen ser valoradas desde un punto de vista problematizador.
\nResulta parad\u00f3jico que mientras muchos escolares y educadores valoran este tipo de pr\u00e1cticacoeducativa, las entidades organizadoras (administraciones municipales, regionales y las federaciones a trav\u00e9s de los reglamentos deportivos) no lo tienen previsto e incluso rechazan que a ciertas edades ni\u00f1osy ni\u00f1as jueguen juntos. Por tanto esa buena disposici\u00f3n que muestran los escolares, profesores y entrenadores porque se desarrolle este tipo de pr\u00e1ctico, luego en la pr\u00e1ctica no es posible.
\nNo obstante, debemos saber encontrar las diferencias entre un tipo de pr\u00e1ctica mixta, en donde juegan chicos y chicas juntos, sin m\u00e1s, de una pr\u00e1ctica coeducativa en donde existe un respeto por los papeles que cada uno debe asumir dentro del juego, favoreciendo la igualdad de oportunidades y la equidad.
\nEl cuarto aspecto a revisar es si es habitual que el entrenador dialogue y se comunique con los escolares.<\/em> La valoraci\u00f3n que hacen los escolares sobre esta pregunta es que, en ocasiones, si se produce esa comunicaci\u00f3n, aunque la valoraci\u00f3n no es lo suficientemente alta con todos los jugadores (habitualmente el entrenador se relaciona y se comunica m\u00e1s con los que act\u00faan mejor y por tanto, terminan rechazando o discriminando a los manos capacitados).
\nTambi\u00e9n en este apartado relativo a los procesos de interacci\u00f3n entrenador-jugadores revisamos aquellos aspectos que tienen que ver con el nivel de exigencia de los entrenadores.
\nEl entrenador debe adoptar un modelo de mediaci\u00f3n que garantice una mejor atenci\u00f3n a la diversidad de los participantes, desde la interacci\u00f3n con el grupo, teniendo en cuenta como factor esencial el respeto a cada escolar como es y no como nos gustar\u00eda que fuera, lo que exige una serie de formas de actuar relacionadas con:<\/p>\n\n
\nSobre si el entrenador exige y trata a todos los jugadores por igual<\/em>. No es habitual que los entrenadores cuando act\u00faan reconozcan el principio de atenci\u00f3n a la diversidad, lo que exige que cada escolar pueda actuar seg\u00fan sus posibilidades y, por tanto, a la hora de exigirles no se puede pedir a todos por igual.
\nGuti\u00e9rrez (2003) hace alusi\u00f3n al estudio de Hendry y Welsh (1981) donde se miden las actitudes respecto al trato que tienen los profesores de educaci\u00f3n f\u00edsica con sus alumnos, y se aprecia como \u00e9stos se centran y apoyan m\u00e1s en sus clases a los estudiantes que muestran mayores habilidades. Igualmente, los escolares m\u00e1s competidores mostraron un punto de vista m\u00e1s favorable de esos mismos profesores de educaci\u00f3n f\u00edsica, destacando sus buenas relaciones.
\nDesde una dimensi\u00f3n educativa atender a la diversidad de todo el alumnado significa tener en cuenta sus diferencias, a nivel intelectual, f\u00edsico-motriz, social, cultural, etc.; lo que representa una invitaci\u00f3n a potenciar dichas capacidades y nunca utilizarlas para establecer desigualdades. Por tanto, el educador- entrenador ayudar\u00e1 a los participantes a construir sus propios mecanismos de autoaprendizaje, a trav\u00e9s de c\u00f3mo saber resolver los problemas que la propia actividad genera, considerando que todas los escolares pueden y deben desarrollar sus capacidades de una forma activa, superando el determinismopsico-biol\u00f3gico de las diferencias de aprendizaje.
\nEspecialmente, cuando cada d\u00eda aparecen m\u00e1s diferencias debido a la creciente pluralidad de modelos socio-culturales (la llegada de poblaciones emigrantes a los diferentes regiones espa\u00f1olas es cada vez mayor, debiendo estar preparados para saber educar a esa diversidad de escolares), lo que nos exige un elevado grado de: respeto, tolerancia, compromiso y acci\u00f3n entre los escolares participantes y los agentes educativos. As\u00ed, no s\u00f3lo se debe respetar el principio de no discriminaci\u00f3n por motivos de: sexo, nivel de capacidad o condici\u00f3n f\u00edsica, etc. sino facilitar, a todos, las m\u00e1ximas posibilidades de impulsar sus potenciales de aprendizaje y de mejora en la actividad deportiva en el \u00e1mbito escolar, desde la perspectiva de igualdad social. Debemos ayudar m\u00e1s a quien m\u00e1s lo necesita y no a todos por igual, donde la diversidad se perciba como un elemento enriquecedor para todos.
\n\u00a0<\/strong>
\n3. Conclusiones<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nPor \u00faltimo, a partir de diversos estudios realizados en el escenario escolar, surgen propuestas para ser recogidas y atendidas por las diferentes administraciones implicadas en la organizaci\u00f3n y gesti\u00f3n del deporte escolar y que tienen que ver con una nueva visi\u00f3n de este tipo de pr\u00e1ctica, especialmente en las etapas iniciales:<\/p>\n\n
\nBibliograf\u00eda:<\/strong>
\nCRUZ, J (1987) Aportaciones a la iniciaci\u00f3n deportiva. Apunts de E.F n\u00ba 9. INEF. Barcelona.
\nIB\u00c1\u00d1EZ, S. y MEDINA, J. (1999) Relaciones Entre la formaci\u00f3n del entrenador deportivo y la formaci\u00f3n del profesor de Educaci\u00f3n F\u00edsica. <\/em>Apunts de la E.F. y Deporte 56. Pp. 39-45
\nFRAILE ARANDA, A y Otros (1998) Una experiencia pr\u00e1ctica de organizaci\u00f3n de actividades f\u00edsicas extraescolares para ni\u00f1os de 2\u00ba ciclo de Primaria. En Santos, M\u00a0 y Sicilia, A: Actividades f\u00edsicas extraescolares. pp (87-111). Barcelona. Inde.
\nFRAILE, A (coord.) (2001); DE DIEGO, R; MONJAS, R; GUTIERREZ, S y\u00a0 LOPEZ, V. La Actividad f\u00edsica jugada. Alcoy. Marfil.
\nFRAILE ARANDA, A (2001) Los temas transversales como respuesta a problemas educativo-sociales desde lo corporal. Revista T\u00e1ndem n\u00ba 2. pp 21-37
\nFRAILE ARANDA, A (2003) Actividad f\u00edsica y salud en Educaci\u00f3n Secundaria. Junta de Castilla y Le\u00f3n.
\nFRAILE, A. (coord.) et. al (2004) El deporte escolar en el siglo XXI: an\u00e1lisis y debate desde una perspectiva europea. Gra\u00f3. Barcelona.
\nGUTI\u00c9RREZ SANMARTIN, M\u00a0 (2003) Manual sobre valores en la educaci\u00f3n f\u00edsica y el deporte. Barcelona. Paid\u00f3s.
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\n <\/p>\n