{"id":8359,"date":"2005-11-01T00:00:46","date_gmt":"2005-10-31T22:00:46","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8359"},"modified":"2005-11-01T00:00:46","modified_gmt":"2005-10-31T22:00:46","slug":"suscitar-la-fe-caminos-de-fe-para-los-jovenes-hoy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/suscitar-la-fe-caminos-de-fe-para-los-jovenes-hoy\/","title":{"rendered":"Suscitar la fe. Caminos de fe para los j\u00f3venes hoy"},"content":{"rendered":"
Entrevista a Pascual Ch\u00e1vez Villanueva, Rector Mayor de los Salesianos<\/strong> \u00ad\u00ad En la tradici\u00f3n b\u00edblica el prototipo de creyente ha sido siempre Abraham, que con raz\u00f3n ha sido llamado \u201cpadre en la fe\u201d o \u201cpadre de los creyentes\u201d, ante todo porque con \u00e9l se inicia la historia de la salvaci\u00f3n y porque \u00e9l encarna la apertura m\u00e1s humana al proyecto de Dios que quiere salvar al hombre pero que quiere hacerlo contando con su colaboraci\u00f3n. A Abraham se le pide cortar con el propio pasado, dejar patria, familia y bienes y dejarse guiar por la promesa de Dios (cf. Gn 12,1-9), y, cuando tenga finalmente un hijo, Isaac, se le pedir\u00e1 tambi\u00e9n sacrificar a ese hijo que era su futuro (cf. Gn 22,1-19). A veces Dios parece pedir demasiado, pero en el fondo no nos pide m\u00e1s que liberarnos de todo cuanto no sea Dios. S\u00ed, poder vivir la vida con todas sus vicisitudes, alegr\u00edas y tristezas, satisfacciones y frustaciones, esperanzas y angustias, como si vi\u00e9semos al Invisible. Entrevista a Pascual Ch\u00e1vez Villanueva, Rector Mayor de los Salesianos Ya en el a\u00f1o 2003 publicamos una entrevista a D. Pascual Chavez, Superior General de los Salesianos, sobre pastoral juvenil. Volvemos a hacerlo en esta ocasi\u00f3n, agradecidos a la Redacci\u00f3n de la revista hermana Note di Pastorale Giovanile, que la ha realizado, y agradecidos […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[257,1015,94],"tags":[],"class_list":["post-8359","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-autores-varios","category-materiales-346","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8359","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8359"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8359\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8359"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8359"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8359"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nYa en el a\u00f1o 2003 publicamos una entrevista a D. Pascual Chavez, Superior General de los Salesianos, sobre pastoral juvenil. Volvemos a hacerlo en esta ocasi\u00f3n, agradecidos a la Redacci\u00f3n de la revista hermana Note di Pastorale Giovanile<\/em>, que la ha realizado, y agradecidos especialmente a D. Pascual Chavez que nos permite generosamente su publicaci\u00f3n.
\nVolvemos, pues, sobre el mismo tema, pero desde una perspectiva distinta, como evidencia el t\u00edtulo. Nos referimos a los procesos o caminos por medio de los cuales hoy se puede suscitar la fe. Hemos constatado \u2013 y la Iglesia lo ha reconocido ampliamente \u2013 c\u00f3mo hoy en d\u00eda no se llega ya a ser cristiano gracias a las modalidades de socializaci\u00f3n religiosa que han sido v\u00e1lidas a lo largo de tantos siglos, dado que se han perdido los canales de transmisi\u00f3n intergeneracional y la fe se ha convertido en una elecci\u00f3n subjetiva, fruto de una decisi\u00f3n personal.
\n <\/p>\n\n
\nEsta situaci\u00f3n de secularizaci\u00f3n, indiferencia y abandono est\u00e1 presente sobretodo en el mundo occidental, pero por desgracia se est\u00e1 extendiendo r\u00e1pidamente tambi\u00e9n a otros continentes o contextos por medio de una cultura globalizada, marcada por una visi\u00f3n materialista e individualista de la vida. Las encuestas sobre los j\u00f3venes ponen en evidencia que entre ellos no existe una verdadera crisis de religiosidad y de b\u00fasqueda de sentido; de hecho existe un grupo considerable de j\u00f3venes que se\u00f1alan la necesidad de profundizar en la dimensi\u00f3n espiritual de la persona para encontrar el equilibrio y la armon\u00eda necesarias en este mundo fren\u00e9tico, fragmentado y en r\u00e1pida evoluci\u00f3n.
\nLa dimensi\u00f3n religiosa tiende a ser relegada a la esfera de lo privado y a ser absorvida por la l\u00f3gica de la satisfacci\u00f3n de las necesidades individuales. Se trata de una religiosidad individualista, para el confort personal; una religi\u00f3n de consuelos y no de responsabilidades, que pone en movimiento los aspectos emotivos y psicol\u00f3gicos y funciona como una especie de alivio espiritual al poner en juego los sentimientos, la pasi\u00f3n, las emociones, pero que descuida los valores que sirven para darle continuidad en el tiempo como son la fidelidad, la constancia, la coherencia de las elecciones, la asunci\u00f3n de responsabilidades.
\nEs una religiosidad no institucional, privada, con presencia de creencias heterog\u00e9neas formalmente incompatibles (tipo New Age). Los j\u00f3venes se encuentran de esta forma en una continua emigraci\u00f3n espiritual de una experiencia a otra, intentado repetidamente saciarse de emociones nuevas, m\u00e1s o menos m\u00edsticas, que les satisfagan individualmente pero que no aplacan jam\u00e1s la sed, porque cada elecci\u00f3n es r\u00e1pidamente abandonada en el momento en el que llegan las dificultades o en el que aparace la comunidad con la que confrontarse.
\nUna religiosidad, por otra parte, separada de la \u00e9tica. Si en \u00e9pocas precedentes la fe religiosa estaba unida a la \u00e9tica y al empe\u00f1o por la transformaci\u00f3n del mundo, hoy en cambio lo est\u00e1 a la est\u00e9tica y al esp\u00edritu de convivencia y de comuni\u00f3n. En este sentido la identidad religiosa de los j\u00f3venes (identidad que en un gran n\u00famero conserva a\u00fan la referencia a la fe cat\u00f3lica) acaba siendo una identidad-refugio, sin una verdadera profundidad interior, espiritual y \u00e9tica.
\nTodas las encuestas subrayan la eficacia de la participaci\u00f3n asociativa en la construcci\u00f3n de una identidad religiosa personal, favoreciendo la formaci\u00f3n y la adhesi\u00f3n a la fe, el camino religioso personal y la pr\u00e1ctica sacramental. Permanece el dato de la amplia gama de j\u00f3venes que manifiesta una relevante disponibilidad a un discurso religioso, que a\u00fan puede evolucionar hacia formas m\u00e1s maduras de identificaci\u00f3n y de pertenencia. Por esta raz\u00f3n es urgente renovar la oferta religiosa de las iglesias: superar una racionalidad instrumental, desarrollando la dimensi\u00f3n est\u00e9tica y m\u00edstica de la fe, eliminar una burocratizaci\u00f3n alienante, promoviendo la dimensi\u00f3n comunitaria de encuentro personal, afrontar la ausencia de coraz\u00f3n y de experiencia con un mayor desarrollo del lenguaje simb\u00f3lico y afectivo y una mayor presencia de experiencias de vida compartida.
\n <\/p>\n\n
\nEl joven siempre est\u00e1 abierto a la fe porque est\u00e1 abierto al futuro, a la b\u00fasqueda de la propia identidad, a la vida y a los valores. Pero frecuentemente esta apertura se encuentra bloquedada por un exceso de cosas y de satisfacciones inmediatas y superficiales. Sucede a muchos j\u00f3venes lo mismo que a la \u201csamaritana\u201d del pasaje evang\u00e9lico de Juan: tienen necesidad de que alguien, en nombre de Jes\u00fas, despierte en ellos aquel deseo profundo de salvaci\u00f3n y de felicidad que se encuentra escondido tras los deseos inmediatos de placer.
\nLas preguntas sobre el sentido si son sinceras, son siempre espirales que abren a la trascendencia, sobretodo cuando son acogidas con sinceridad y desarrolladas a trav\u00e9s de caminos pacientes de profundidad. Es tarea del educador abrir esos caminos hacia la interioridad, ayudar a los j\u00f3venes a tener experiencias significativas que llenen el coraz\u00f3n: experiencias de silencio, de contemplaci\u00f3n de la naturaleza, de comunicaci\u00f3n profunda, de acogida gratuita del otro, de servicio generoso… Caminos, todos ellos, que utilizados sabiamente, desarrollan la apertura a la trascendencia y despiertan la sed de Dios aunque no sea completamente conocido. Hoy este primer paso de un camino de fe es muy importante y en muchos casos, imprescindible.
\nEntre las dificultades de los j\u00f3venes para vivir la fe y hacer una opci\u00f3n de vida cristiana se pueden se\u00f1alar:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Un estilo de vida que adormece o apaga el deseo profundo de sentido, de verdad, de Dios: la prisa, el ruido, la multiplicidad de relaciones superficiales, la b\u00fasqueda fren\u00e9tica de experiencias nuevas y siempre m\u00e1s fuertes que respondan a las necesidades inmediatas, la poca capacidad de interiorizaci\u00f3n…
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Pero tambi\u00e9n por parte de la Iglesia y de las comunidades cristianas, una forma de vivir y expresar la fe demasiado lejana de la forma como los j\u00f3venes ven y viven la realidad; una cierta ruptura cultural que les hace sentir que la fe vivida, celebrada y proclamada por la Iglesia es una realidad extra\u00f1a a su universo mental y afectivo.
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\nPor lo que respecta a los procesos para suscitar la fe, Pablo los sintetiza magistralmente en la carta a los Romanos cuando escribe: \u00absi confiesas con tu boca que Jes\u00fas es Se\u00f1or y crees en tu coraz\u00f3n que Dios le ha resucitado de entre los muertos, ser\u00e1s salvo. Con el coraz\u00f3n se cree para conseguir la justicia, y con la boca se confiesa para conseguir la salvaci\u00f3n… Pero, \u00bfc\u00f3mo invocar\u00e1n a aquel en quien no han cre\u00eddo? \u00bfC\u00f3mo creer\u00e1n en aquel a quien no han o\u00eddo? \u00bfC\u00f3mo oir\u00e1n sin que se les predique? Y \u00bfc\u00f3mo predicar\u00e1n si no son enviados?\u00bb (Rm 10, 9-10.14-15a).
\nPero para llegar a esta comunicaci\u00f3n y aceptaci\u00f3n de la fe en Jes\u00fas hay itinerarios diversos que dependen de las situaciones en las que se encuentran los destinatarios del Evangelio.<\/p>\n\n
\nJunto a Abraham tenemos que hablar de Mar\u00eda como modelo de creyente, As\u00ed aparece desde el primer momento en el Evangelio de Lucas, que en el relato de la anunciaci\u00f3n la presenta abierta incondicionalmente a la voluntad de Dios, aunque \u00e9sta no coincidiese con su proyecto personal y aunque no la entendiese del todo (cf. Lc 1, 26-38; 2,19.50.51).\u00a0 Seg\u00fan el testimonio del mismo Jes\u00fas, la grandeza de su madre ha sido aquella de haber escuchado la Palabra de Dios y haberla guardado con amor (cf. Lc 11,28). \u00a1He aqu\u00ed su verdadera maternidad! Esta visi\u00f3n de Mar\u00eda como modelo de fe y madre de creyentes, aparece tambi\u00e9n en el evangelio de Juan, que la nombra s\u00f3lo dos veces llam\u00e1ndola \u201cmujer\u201d, al inicio en las bodas de Can\u00e1 (Jn 2,1-11), suscitando con la propia fe en el Hijo, la fe de los disc\u00edpulos, y al final a los pies de la cruz (Jn 19,25-27), cuando es confiado a su escuela el disc\u00edpulo amado y a \u00e9ste le viene asignada ella como madre. La grandeza de Mar\u00eda es por tanto su fe y por esto se nos ofrece como modelo a imitar y como madre a acoger.
\nNo obstante, quien inicia y completa nuestra fe, como dice la carta a los Hebreos, tras haber hecho un elogio de los grandes creyentes de la historia, es Jesucristo, que aprendi\u00f3 a vivir como Hijo, no buscando otra cosa que la voluntad del Padre hasta una muerte de cruz. Y el Padre respondi\u00f3 a su fidelidad filial resucit\u00e1ndolo de entre los muertos y enalteci\u00e9ndolo como Cristo y Se\u00f1or (cf. Heb 12,1-2: Flp 2.6-11).
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\nPienso que en la Sagrada Escritura, el camino privilegiado para conquistar la fe es el encuentro personal con Dios, por la simple raz\u00f3n de que \u2013como dec\u00eda un gran te\u00f3logo- lo \u00fanico realmente digno de fe es el amor. Y la fe es ante todo la experiencia del hombre que encuentra a Dios y halla respuesta a sus grandes interrogantes. Esta ha sido la experencia personal de los grandes creyentes, hombres y mujeres, como Abraham, Mois\u00e9s \u2013 el cual ha debido sufrir un cambio radical de sus esperanzas y proyectos de liberaci\u00f3n antes de encontrar a Dios y volver a su pueblo- igual que Samuel, David, El\u00edas, Mar\u00eda, Jos\u00e9, Pedro, Pablo. Todos ellos se han sentido envueltos en la ternura amorosa de Dios e implicados en su proyecto de salvaci\u00f3n y se han olvidado de todo y se han puesto en marcha, no porque lo entendieran todo, es m\u00e1s no lo entend\u00edan de hecho, pero se han aferrado a Dios con una misi\u00f3n que desarrollar en la vida.
\nEs cierto que hay otros encuentros, en circunstancias diversas, que pueden ser tambi\u00e9n caminos v\u00e1lidos para suscitar la fe. Pensemos, por ejemplo, en la participaci\u00f3n de los disc\u00edpulos en las bodas de Can\u00e1, donde la fe de Mar\u00eda se convirti\u00f3 en causa de su propia fe: \u201cAs\u00ed, en Can\u00e1 de Galilea, dio Jes\u00fas comienzo a sus se\u00f1ales. Y manifest\u00f3 su gloria, y creyeron en \u00e9l sus disc\u00edplos\u201d (Jn 2,11). O en el encuentro de Jes\u00fas con la Samaritana, que provoca su confesi\u00f3n de fe y la conversi\u00f3n de los samaritanos por el testimonio de la mujer: \u201cCuando llegaron donde \u00e9l los samaritanos le rogaron que se quedara con ellos. Y se qued\u00f3 all\u00ed dos d\u00edas. Y fueron muchos m\u00e1s los que creyeron por su palabra y dec\u00edan a la mujer: Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos o\u00eddo y sabemos que \u00e9ste es verdaderamente el Salvador del mundo<\/em> (cf. Jn 4, 41-42). O en el di\u00e1logo de Marta con Jes\u00fas tras la muerte de L\u00e1zaro en la que Marta realiza una de las confesiones de fe m\u00e1s perfectas: \u201cS\u00ed, Se\u00f1or, yo creo que t\u00fa eres el Cristo, el Hijo de Dios que iba a venir al mundo\u201d (Jn 11,27) O en el caso del centuri\u00f3n, cuya hija muerta y resucitada por Jes\u00fas le conduce a una confesi\u00f3n de fe y con \u00e9l a todos los de su casa (cf. Jn 4,1-4).
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\nUna escena especialmente iluminadora \u2013 como ya he se\u00f1alado\u2013 es la del camino de fe de los disc\u00edpulos de Ema\u00fas que desencantados por la frustraci\u00f3n de sus expectativas, destru\u00eddos por la muerte en cruz de Jes\u00fas, se reencuentran con la fe al cruzarse con un peregrino que hace con ellos camino, ilumina su mente y da calor a su coraz\u00f3n con la interpretaci\u00f3n de la Escritura y se da a conocer en la fracci\u00f3n del pan\u00a0(cf. Lc 24, 13-35). En este conocido pasaje, tan hermoso desde el punto de vista literario como rico desde la \u00f3ptica catequ\u00e9tica, encontramos los elementos fundamentales para una experiencia de fe: la Palabra que ilumina y da calor, el Sacramento que nutre y fortalece, el Testimonio que nos hace evangelizadores, la Comunidad que nace de una misma fe compartida.
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\nSiempre he intentado hablar a los j\u00f3venes y a los hermanos desde la propia experiencia, a partir de cuanto yo he vivido desde el momento en que mi madre, dos d\u00edas antes de morir, me confes\u00f3 que hab\u00eda pedido un hijo sacerdote y yo la respond\u00ed diciendo que yo era el fruto de su oraci\u00f3n. Entonces ten\u00eda once a\u00f1os. Desde entonces han sido decisivos en mi vida el trabajo con los j\u00f3venes, el ejercicio del ministerio sacerdotal, el estudio y la docencia de la Sagrada Escritura, el a\u00f1o transcurrido en Tierra Santa, la hermosa tarea de formador de los futuros sacerdotes salesianos, la toma de conciencia de la pobreza en el mundo.
\nHablando a los j\u00f3venes me gusta hablar de Jes\u00fas, de aquello que significa en mi vida, de aquello que ser\u00eda si \u00e9l me faltase. Pienso que a ellos les impresionan las palabras pero m\u00e1s a\u00fan los testimonios de alegr\u00eda y de afecto.
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\nA m\u00ed me fascina la experiencia de San Pablo, en primer lugar porque es el \u00fanico que habla biogr\u00e1ficamente, de forma testimonial. Escucharle contar lo que \u00e9l era antes de encontrarse con Jes\u00fas, c\u00f3mo persegu\u00eda denodadamente a sus seguidores, y en que se ha convertido despu\u00e9s, ayuda a entender los criterios de verificaci\u00f3n de toda experiencia aut\u00e9nticamente cristiana (cf. Ga 1,13-17). Con frecuencia nos ilusionamos pensando haber hecho experiencia de Dios s\u00f3lo porque tenemos un sentimiento de conmoci\u00f3n, pero ese sentimiento psicol\u00f3gico religioso no provoca ning\u00fan cambio de vida.
\nEscuchar a Pablo, tal y como se expresa en la carta a los Filipenses, que todo cuanto era para \u00e9l precioso lo considera \u201cp\u00e9rdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jes\u00fas, mi Se\u00f1or, por perd\u00ed todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo\u201d ( Flp 3,8-10). Escuchar a Pablo que no se deja condicionar por nadie y defiende con coraje, sin ceder a componendas, la \u201cverdad del evangelio\u201d (Ga 2,5.14). Escuchar a Pablo que confiesa que para \u00e9l \u201cel vivir es Cristo\u201d (Flp 1,21), que ha sido \u201ccrucificado con Cristo\u201d y ya no es \u00e9l el que vive sino Cristo quien vive en \u00e9l: \u201cla vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me am\u00f3 y se entreg\u00f3 a s\u00ed mismo por m\u00ed\u201d (Ga 2,21). Escuchar a Pablo que no ha querido otra ciencia \u201csi no es Jesucristo y \u00e9ste crucificado\u201d (1 Co 2,2), y que puede presentar argumentos para hacer p\u00fablico y cre\u00edble su amor a la Iglesia como ning\u00fan otro ap\u00f3stol puede pretender. (2 Co 11,18-30). Escuchar, por \u00faltimo, a Pablo que se enorgullece de llevar en el propio cuerpo los estigmas de Cristo por quien el mundo ha estado crucificado por \u00e9l y \u00e9l por el mundo (Ga 6,14-17). \u00a1Estos son los rasgos que definen la identidad del verdadero creyente!
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\n– Una persona que vive la vida como vocaci\u00f3n, como realizaci\u00f3n de un proyecto que da sentido y unidad a todas las diversas acciones y preocupaciones; una persona que vive la vida como respuesta de amor al amor de Dios, capaz de asumirla como un regalo, desarrollar sus mejores aspectos con gratitud y vivirla con alegr\u00eda.
\n– Una persona de esperanza, que sabe ver lo positivo, aunque sea peque\u00f1o e imperfecto, que sabe alegrarse por los peque\u00f1os pasos, que cree en el futuro y se compromete en \u00e9l porque cree que la fuerza de la resurrecci\u00f3n est\u00e1 presente y act\u00faa en la vida cotidiana de las personas y de la historia.
\n– Una persona interior, capaz de hacer silencio, de escuchar la voz de Dios en la vida cotidiana, a la luz de la Palabra; de desarrollar una relaci\u00f3n de amistad con Jes\u00fas por medio de los sacramentos de la Eucarist\u00eda y de la Reconciliaci\u00f3n y mediante la acogida y el servicio a los m\u00e1s pobres y a los m\u00e1s peque\u00f1os.
\n– Una persona de comuni\u00f3n, de di\u00e1logo, de acogida y de colaboraci\u00f3n, capaz de crear amistad y comuni\u00f3n en torno a ella.
\n– Una persona que vive el empe\u00f1o cotidiano del estudio, del trabajo, de la vida profesional, de la vida familiar, con fidelidad, competencia, como respuesta de amor al Se\u00f1or y de servicio a los dem\u00e1s.
\n-Una persona que siente y participa de las grandes aspiraciones de la humanidad y de la iglesia: la paz, la justicia, la defensa de la naturaleza, la evangelizaci\u00f3n y la construcci\u00f3n de una civilizaci\u00f3n del amor, a trav\u00e9s del compromiso concreto en la vida cotidiana y entre los propios compa\u00f1eros.
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\nUna de las pobrezas de nuestro tiempo es la actitud de reticencia y de sospecha ante los ideales; nos contentamos y confiamos s\u00f3lo en proyectos a nuestra medida, de peque\u00f1a perspectiva; pensamos s\u00f3lo en vuelos cortos, excluyendo como punto de partida los sue\u00f1os de nuevas rutas planetarias. Presentamos a los j\u00f3venes como ideales de vida las peque\u00f1as metas de lo cotidiano: tener un buen trabajo, dinero, una familia, etc. Pero los j\u00f3venes tienen necesidad de grandes horizontes, capaces de despertar y orientar el dinamismo de sus vidas. De modo particular los j\u00f3venes m\u00e1s pobres, que viven y sufren en la vida diaria tantas limitaciones y dificultades para crecer como personas, tienen necesidad de creer y confiar en la posibilidad de una vida plena a su alcance. <\/strong>Debemos ayudar a los j\u00f3venes a so\u00f1ar, a concebir grandes ideales, capaces de inspirar y motivar su esfuerzo por superar la monoton\u00eda de la vida diaria y creer en las posibilidades in\u00e9ditas que ellos poseen.
\nEl lenguaje de la santidad utilizado en la catequesis, en la pastoral y en la predicaci\u00f3n, tantas veces est\u00e1 caracterizado por una visi\u00f3n antropol\u00f3gica y teol\u00f3gica poco integral, moralista, en ocasiones narcisista (la b\u00fasqueda de la autoperfecci\u00f3n), individualista, espiritualista y dualista. Pero esta visi\u00f3n no corresponde al concepto evang\u00e9lico de santidad. Santidad, seg\u00fan el Nuevo Testamento es seguir e imitar a Jes\u00fas con todo el coraz\u00f3n y con toda la vida, dejarse conducir por el Esp\u00edritu Santo como hijos, amar tal y como somos amados por Dios, vivir seg\u00fan la gracia de nuestro bautismo. La santidad cristiana es un don, antes de ser fruto de nuestro esfuerzo, es dejarse amar por Jes\u00fas, confiar en \u00e9l y seguirlo con toda la vida y con todo el coraz\u00f3n. Entonces la santidad no se mide por el esfuerzo de perfecci\u00f3n moral, sino por la grandeza de coraz\u00f3n que ama y se dona totalmente pr amor.
\nS\u00f3lo de esta manera se puede superar una concepci\u00f3n de la santidad para una \u00e9lite de privilegiados, que excluye casi por principio a los m\u00e1s pobres o lejanos. Pienso que esto es un gran pecado contra el coraz\u00f3n del evangelio. Jes\u00fas mismo dec\u00eda que el Reino de Dios es de los pobres y sencillos; Pablo en la carta a los Corintios nos repite que Dios ha elegido \u201clo necio del mundo… lo d\u00e9bil del mundo… lo plebeyo y despreciable del mundo\u201d (cf. 1Cor. 1, 26ss). Jes\u00fas afirmaba que hab\u00eda venido no para los sanos sino para los pecadores y que los pobres y los pecadores son los primeros destinatarios del amor de Dios… \u00bfC\u00f3mo podemos pensar que la santidad no es una propuesta para ellos, que la santidad es s\u00f3lo para aquellos que ya han superado ciertas etapas de desarrollo humano?
\nEvidentemente creer esto nos compromete, como hizo don Bosco, a buscar un camino educativo y pedag\u00f3gico que abra con eficacia a estos j\u00f3venes al encuentro con Jes\u00fas; que los estimule a darse con todo el coraz\u00f3n, que los acompa\u00f1e en el desarrollo de las propias cualidades: un camino de vida cristiana adaptado para ellos pero siempre hacia la santidad.
\n <\/p>\n\n
\nNadie en la actualidad, y de forma especial ning\u00fan joven, puede vivir como cristiano de forma individualista, sino integrado en un grupo o en una comunidad, en la cual pueda compartir la propia fe, afrontar las propias dudas y dificultades, apoyar los propios esfuerzos, sostener el largo camino de maduraci\u00f3n.
\nLos j\u00f3venes en camino de fe, buscan grupos y comunidades con una clara identidad cristiana, en los cuales se sientan estimulados y motivados a vivir y profundizar la propia fe; pero, al mismo tiempo, grupos y comunidades abiertas, dialogantes, que asuman sus interrogantes, que sostengan su b\u00fasqueda, capaces de aceptar la diversidad de ritmos de maduraci\u00f3n.
\nEstas cualidades no las encontramos con frecuencia en las comunidades cristianas que encarnan la Iglesia en los diversos ambientes (parroquias); se sienten desilusionados y extra\u00f1os ante el formalismo, la burocratizaci\u00f3n y la lejan\u00eda de las comunidades cristianas adultas; escandalizados por la debilidad, el miedo y el silencio de los pastores. Pero cuando encuentran comunidades abiertas, acogedoras, disponibles al di\u00e1logo, cuando encuentran pastores que se ponen a su nivel, disponibles al di\u00e1logo y a la b\u00fasqueda compartida, cuando hacen experiencia de apertura a la universalidad y de una expresi\u00f3n p\u00fablica y clara de la fe como pueden ser las Jornadas Mundiales u otros encuentros internacionales…, entonces se sienten estimulados y animados a confesar y vivir la fe y a colaborar en la construcci\u00f3n de una comunidad.
\nUn reto importante para la Pastoral Juvenil es encontrar caminos de sinton\u00eda entre los j\u00f3venes y la Iglesia, entre la cultura juvenil y la riqueza de la tradici\u00f3n de la Iglesia de Jes\u00fas; encontrar caminos que conduzcan a una convergencia y aproximaci\u00f3n m\u00e1s cordial y fecunda. No es f\u00e1cil responder a este reto; es necesaria una pedagog\u00eda que ayude a los j\u00f3venes a abrir su subjetividad a las riqueza de la tradici\u00f3n y que ayude a las comunidades cristianas adultas a entender y dialogar con la cultura juvenil buscando con ellos expresar la fe de modo significativo.
\nEn mi mensaje a los j\u00f3venes del Movimiento Juvenil Salesiano del pasado 31 de enero presentaba algunos pasos de este camino pedag\u00f3gico: ante todo vivir en la comunidad y grupos juveniles la pasi\u00f3n por Dios que re\u00fane a la Iglesia en Cristo por medio del Esp\u00edritu, la fraternidad entre todos los bautizados, el impulso misionero y evangelizador, la voluntad de servicio a la sociedad, la prioridad hacia los m\u00e1s pobres. Siguiendo estas grandes opciones, se supera la tentaci\u00f3n de plegarse sin un discernimiento evang\u00e9lico a los criterios, valores, actitudes y comportamientos propios de una sociedad sumamente potente que, en vez de estar seducida por el Evangelio, tiende a erigirse como un \u00eddolo seductor para los creyentes; se vence la tentaci\u00f3n del miedo, que frecuentemente nos encierra tras los muros de la Iglesia con una actitud de desconfianza y reivindicaci\u00f3n ante la sociedad, la tentaci\u00f3n del individualismo y de la pasividad o la de la afanosa b\u00fasqueda de honores, de la inclinaci\u00f3n al dinero y del miedo a ser marginado con los marginados.
\nSe deben cuidar tambi\u00e9n los peque\u00f1os signos de la Iglesia vividos en la cotidianeidad: el signo de la acogida cordial y evangelizadora que manifieste una actitud de apertura gratuita, de escucha incondicional, de voluntad sincera de servicio; el signo de la calidad humana y cristiana de los peque\u00f1os servicios de cooperaci\u00f3n, animaci\u00f3n, voluntariado; el signo de celebraciones sencillas, alegres, participativas, en sinton\u00eda con los problemas y las situaciones de la sociedad; el signo de la apertura sincera y creativa a los compa\u00f1eros de trabajo, de universidad, de barrio, compartiendo sus preocupaciones, esperanzas y dificultades, con una actitud de confianza y fidelidad a los valores de las bienaventuranzas.
\nEs necesario compartir, j\u00f3venes y adultos, un conocimiento mayor de la Iglesia, superando una imagen parcial, transmitida en el ambiente o por una catequesis y formaci\u00f3n cristiana superficial y ocasional; y al mismo tiempo compartir juntos la vida concreta de las realidades eclesiales: parroquias, comunidades, movimientos, asociaciones…
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\n\u00a1Ciertamente! Disponemos de un patrimonio muy rico y variado. Partiendo de las figuras m\u00e1s conocidas como Domingo Savio, Laura Vicu\u00f1a, Ceferino Namuncur\u00e1, pasando por la categor\u00eda de los m\u00e1rtires, como los cinco j\u00f3venes polacos, y llegando a figuras con aureola como la beata Teresa Bracco, el beato Piergiorgio Frassati y el beato Alberto Marvelli, o sin aureola pero igualemente ejemplares como Salvo D\u2019Acquisto, Giacomo Maffei, Sean Devereux, Sigmund Ocasion, Fernando Cal\u00f2, Ninni Di Leo, Xavier Ribas, Paola Adamo, Flores Roderick, Domenico Zamberletti, Bartolom\u00e9 Blanco, Petras P\u00e9rkumas, Willi De Koster, Cruz Atempa, Renato Scalandri \u2026
\nAnte tantos j\u00f3venes crecidos en los ambientes salesianos de las diversas partes del mundo y que en su vida han vivido el Evangelio de una manera significativa y ejemplar, el vocablo \u201csantidad\u201d no debe por tanto intimidar, como si quisiera decir vivir un hero\u00edsmo imposible al alcance de unos pocos.
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\nSi creemos de verdad en la encarnaci\u00f3n debemos saber que en Jesucristo humanidad y divinidad se unen sin confundirse; todo en Jes\u00fas es humano y por tanto sujeto a las leyes de la maduraci\u00f3n humana que gu\u00eda y promueve la encarnaci\u00f3n. Tambi\u00e9n la fe cristiana, don de Dios y fruto de su gracia, se encarna en una persona seg\u00fan las leyes del desarrollo humano. No podemos por tanto prescindir del elemento educativo en el camino de crecimiento de fe, aunque si podemos utilizarlo de formas diversas. Algunos modelos pastorales y catequ\u00e9ticos parten del anuncio directo y expl\u00edcito del hecho cristiano para ayudar despu\u00e9s a su asimilaci\u00f3n gradual y a la transformaci\u00f3n de la mentalidad y de la vida; otros parten del proceso educativo que desarrolla en los j\u00f3venes preguntas y esperanzas de trascendencia, que lo abren y lo preparan a recibir el anuncio del Evangelio como una respuesta que supera la expectativas y esperanzas de la persona.
\nLos dos modelos deben ser complementarios porque cada uno tiene sus ventajas y sus l\u00edmites. Para los j\u00f3venes de hoy, que sufren muchas veces una cierta pobreza educativa, resulta muy importante este camino de la mediaci\u00f3n educativa (personas, experiencias de vida, desarrollo de los valores humanos fundamentales…) sin la cual la fe se queda sin fundamento, apoyada s\u00f3lo en lo afectivo y subjetivo y no en la propia identidad profunda.
\nEs cierto que se corre el peligro de estancarse en estos primeros pasos sin llegar al anuncio expl\u00edcito, por esto debemos enriquecer este modelo educativo con la convicci\u00f3n del valor profundamente humanizante de la misma fe cristiana y por tanto llevar a cabo el anuncio expl\u00edcito, sin esperar una situaci\u00f3n ideal que no llega nunca. Un anuncio directo y claro, tanto en sus aspectos humanos como en los psicol\u00f3gicos. La fe obliga a la persona a salir de s\u00ed misma, a confiar en el otro, a concebirse como relaci\u00f3n con Dios, superando la tendencia al narcisismo, tan frecuente entre los j\u00f3venes. Por esto creo que son dos elementos a combinar sabiamente en funci\u00f3n de los sujetos y de las circunstancias.
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\n\u00a1Esto es lo que me gusta hacer, so\u00f1ar! So\u00f1ar con la misma pasi\u00f3n apost\u00f3lica de Don Bosco, que quer\u00eda felices a los j\u00f3venes en esta vida y para siempre. En su primera entrevista, en Radio Vaticano\u00a0 pocos d\u00edas antes de su viaje a Colonia para la XX Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Benedicto XVI dec\u00eda:
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\n\u00ab Querr\u00eda ayudarles a entender (a los j\u00f3venes) qu\u00e9 hermoso es ser cristiano. La idea difundida es que los cristianos deben observar una inmesidad de mandamientos, prohibiciones, principos y similares y que por ello el cristianismo es algo fatigoso y que oprime la vida y que se es m\u00e1s libre sin todos estos fardos. Yo en cambio querr\u00eda poner en claro que estar sostenido por un gran amor y por una revelaci\u00f3n no es una carga sino que son unas alas que dan libertad y que es por eso bello ser cristiano. Esta experiencia nos da amplitud de miras y nos regala sobretodo a la comunidad, una comunidad en camino, que tiene un proyecto de futuro: todo esto nos ayuda a vivir una vida que merece la pena ser vivida. La alegr\u00eda de ser cristiano: \u00a1es hermoso y es justo creer!\u201d
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\nEsto es lo que Don Bosco hab\u00eda escrito en El Joven Instruido<\/em>cuando dec\u00eda a sus muchachos que hab\u00eda dos prejuicios de los que los quer\u00eda liberar: pensar que servir a Dios era una cosa aburrida y pensar que la juventud se debe disfrutar gozando, dejando para ma\u00f1ana la dedicaci\u00f3n a Dios. Mi sue\u00f1o es \u00e9ste, ver c\u00f3mo los j\u00f3venes se encuentran con Cristo y encuentran en \u00e9l el sentido y la alegr\u00eda de la vida, la respuesta a sus esperanzas e ideales y su puesto en la Iglesia y en el mundo. Mi sue\u00f1o es ver a los j\u00f3venes como el gran valor del presente a los que se deben dar todas las oportunidades para desarrollar sus talentos y energ\u00edas de bien, de forma que se pueda rejuvenecer la sociedad y la Iglesia.
\nMe da pena el espect\u00e1culo de cantidades inmensas de j\u00f3venes que se mueven sin ning\u00fan norte, presa de adultos a los que les interesan s\u00f3lo como consumidores de productos, tambi\u00e9n religiosos en el as\u00ed llamado \u201cmercado de las religiones\u201d, consumidores de sensaciones y experiencias, sin llegar a madurar y alcanzar la trascendencia en los otros y en Dios.
\nNo obstante Don Bosco no era s\u00f3lo un gran so\u00f1ador. Era tambi\u00e9n un extraordinario realizador de sus sue\u00f1os, como pone de manifiesto todo cuanto emprendi\u00f3 para acercarse a las necesidades de los j\u00f3venes. Por ello mi sue\u00f1o, va acompa\u00f1ado de mi empe\u00f1o, el de la Congregaci\u00f3n y el de toda la Familia Salesiana por llegar a ser siempre m\u00e1s claramente y m\u00e1s\u00a0 expl\u00edcitamente misionero evangelizador de los j\u00f3venes, gu\u00eda inteligente y capaz para acompa\u00f1arlos en la b\u00fasqueda de proyectos de vida.
\nInvito a todos vosotros a apostar por los j\u00f3venes, por su educaci\u00f3n, por su protagonismo y os exhorto a no permanecer en los umbrales de la evangelizaci\u00f3n, sino a ser propositivos, a anunciarles la Buena Noticia, a conducirlos al encuentro con Cristo a hablarle y a ofrecerles a Jes\u00fas.
\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"