{"id":8367,"date":"2005-11-01T00:00:48","date_gmt":"2005-10-31T22:00:48","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8367"},"modified":"2005-11-01T00:00:48","modified_gmt":"2005-10-31T22:00:48","slug":"dios-anda-por-nuestra-casa","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/dios-anda-por-nuestra-casa\/","title":{"rendered":"\u00bfDios anda por nuestra casa?"},"content":{"rendered":"
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\nMari Patxi\u00a0 Ayerra es madre, abuela, catequista.
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nDesde la convicci\u00f3n de que es en la vida familiar, desde los primeros a\u00f1os, donde el ni\u00f1o aprende qui\u00e9n es Dios y c\u00f3mo es, el art\u00edculo ofrece un amplio abanico de orientaciones y sugerencias para transmitir la fe: testimonio de fe y de oraci\u00f3n, ense\u00f1ar a rezar, catequesis familiar, di\u00e1logo y comunicaci\u00f3n, invenci\u00f3n de nuevos s\u00edmbolos y ritos familiares. De manera concreta se refiere tambi\u00e9n a las situaciones actuales de increencia e indiferencia religiosa, a la necesidad de acogida por parte de la comunidad cristiana, a las posibilidades que ofrece la celebraci\u00f3n de los sacramentos.
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\nHay casas en las que Dios es un extra\u00f1o, en las que no se percibe el m\u00ednimo atisbo de su presencia. En cambio, hay otras familias que est\u00e1n impregnadas de El y en su hogar contagian su experiencia espiritual. Porque lo de Dios no se transmite con charlas y palabras, sino por contagio, como las enfermedades, que no las transmite el que ha estudiado mucho sobre ellas, sino el que las padece. La fe la contagia quien tiene experiencia de Dios, quien tiene su vida entrelazada con la de El, quien est\u00e1 comprometido con la construcci\u00f3n del reino de Dios, aqu\u00ed en la tierra y colabora\u00a0 contento, ilusionado y al mismo tiempo sin ansiedad, sabiendo que no lo hace solo sino que Dios trabaja y vive la vida a su lado.
\nEs en la vida familiar donde uno aprende, en los primeros a\u00f1os, a conocer el mundo y las cosas fundamentales, como qui\u00e9n es Dios. Dicen que en los tres primeros a\u00f1os se le graban a un ni\u00f1o la mayor\u00eda de sus aprendizajes y creencias. Por eso los padres que hablan con sus hijos de Dios, que les ense\u00f1an a rezar, a ser agradecidos y contemplativos, a compartir lo que sienten por El y el entusiasmo y esperanza que aporta a sus vidas, ponen los cimientos para una fe adulta, que se ir\u00e1 alimentando de la informaci\u00f3n del colegio y de la catequesis, pero que florecer\u00e1 mejor porque salen de casa con la semilla de una fe profunda, vivida desde los principios de la vida.
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\nLos padres que saben que su vida est\u00e1 entrelazada con la de Dios, vivir\u00e1n con \u00c9l como si fuera uno m\u00e1s de la familia y as\u00ed les saldr\u00e1n con naturalidad esos momentos especiales, casi sagrados, en los que saben que los ni\u00f1os van aprendiendo a hablar con Dios, como es la bendici\u00f3n de la mesa, que supone dar gracias a Dios por los alimentos y tomar conciencia de ser afortunados por tenerlos y de caer en la cuenta de que otros no comen. Tambi\u00e9n acostumbra a los hijos a no comenzar a comer hasta que no se haya dado gracias y ya, desde muy ni\u00f1os, adquirir\u00e1n ese h\u00e1bito de ir haciendo presente a Dios en las peque\u00f1as cosas. Me encanta a m\u00ed c\u00f3mo mis nietos, que son muy comilones y se impacientan por empezar a comer, sin esperar a los que faltan por sentarse a la mesa, comienzan a bendecir o nos recuerdan que hay que rezar y, mientras, el de dos a\u00f1os dice am\u00e9n, continuamente, pues se le hace largo el rezo, ya que est\u00e1 deseando empezar a comer. Tambi\u00e9n me gusta mucho cuando estamos a media comida, o tomando el aperitivo en un bar, y dice un ni\u00f1o \u201c\u00a1no hemos bendecido!\u201d… Yo no s\u00e9 que sentir\u00e1n los dem\u00e1s, pero yo me entusiasmo de ver que Dios se va haciendo habitual en su vida.
\nOtro momento especialmente espiritual es cuando rezan los ni\u00f1os al acostarse. Perdonen que ponga el ejemplo de mis nietos, que podr\u00eda decir que es porque es el que tengo m\u00e1s cerca, pero no es as\u00ed. Es que realmente me entusiasman detalles religiosos que les veo vivir. Sus padres les han ense\u00f1ado a dar gracias a Dios por las cosas del d\u00eda, para que se sientan afortunados por lo que tienen, en vez de ansiosos por tener m\u00e1s, y ese momento de oraci\u00f3n tiene su parte educativa de fomentar austeridad y sencillez, y caen en la cuenta de tantos detalles afectivos y materiales que han recibido durante el d\u00eda. Tambi\u00e9n es importante el que pidan por otras personas, para ir haci\u00e9ndoles un coraz\u00f3n universal, que les saca de s\u00ed mismos, para sentir con otros, para que les importen los hermanos.
\nEl otro d\u00eda mi nieta de 6 a\u00f1os me dice: abuela, \u00bfhablamos un ratito con Dios? Que yo le quiero pedir perd\u00f3n porque me \u201chaiga enfadado contigo\u201d. Yo tambi\u00e9n ped\u00ed perd\u00f3n por las veces que me enfado con el abuelo, pero le expliqu\u00e9 que a Dios no le importa que nos enfademos, ya que \u00c9l sabe que es algo normal, pero que lo que le gusta es que nos duren poquito estos enfados. Y dice la ni\u00f1a: \u201cBueno, ahora pedimos por los de la ola (un hurac\u00e1n, que les afect\u00f3 mucho por la crudeza de las im\u00e1genes) y le hablamos a Dios, sin hablarle, s\u00f3lo con el coraz\u00f3n, y as\u00ed nos dormimos\u201d… Me fascina ver c\u00f3mo la ni\u00f1a, rota de cansancio, propone rezar, se acuerda de otros ni\u00f1os, pide perd\u00f3n y adem\u00e1s comprende que podemos hablar con Dios en los adentros, sin palabras y seguir durmiendo. Eso es lo que muchos mayores no llegan a comprender. Esa es la experiencia de Dios que enriquece la vida y se queda tatuada en el alma para siempre.
\nOtro detalle que recuerdo de mi nieto de 3 a\u00f1os, cuando muri\u00f3 Juan Pablo II, pregunt\u00f3 ante el televisor: \u201c\u00bfPor qu\u00e9 lloran tanto, es que no saben que el Papa se ha \u201cmorido\u201d, pero est\u00e1 ya con Dios?\u201d\u2026 Al rato, se ve que estaba el ni\u00f1o pensando en la muerte y me dice: \u201c\u00bfTe acuerdas, abuela, qu\u00e9 bien lo pasamos en la fiesta de la abuela Pili?\u201d Se refer\u00eda al funeral de mi madre, que preparamos con mucho cuidado y cari\u00f1o, y en el que celebramos su vida y la seguridad que tenemos de que ya est\u00e1 sentada en la mesa camilla de Dios Padre. Y me encanta comprobar que todo esto se ha quedado tatuado en la memoria de los ni\u00f1os.. Estos son los momentos, para m\u00ed, \u201csagrados\u201d, en los que se est\u00e1n poniendo las semillas de la fe que estos ni\u00f1os recordar\u00e1n toda su vida y que podr\u00e1n un d\u00eda transmitir a sus hijos.
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\nPor eso yo animo a los padres y a los abuelos, si los padres no lo hacen y se lo dejan hacer a los abuelos, que aprovechen esos d\u00edas en que les prestan a los nietos para que vayan adquiriendo estos h\u00e1bitos de amistad con Dios, que se les quedar\u00e1n grabados en el coraz\u00f3n para siempre y que, m\u00e1s tarde, podr\u00e1n completar con el conocimiento adulto de Jes\u00fas y el compromiso por seguirle.
\nClaro que hay que saber ser muy respetuoso y si los j\u00f3venes optan conscientemente por no ense\u00f1ar ninguna religi\u00f3n a sus hijos, no puede uno meterse en ese terreno sin su consentimiento, no vaya a ser que se molesten o se sientan manipulados.
\nEstoy hablando de los inicios en la fe, y es que la fe tiene que ver con la comunicaci\u00f3n, que es el alimento de la familia. Porque, igual que hablamos de ense\u00f1ar a los ni\u00f1os la oraci\u00f3n, al acostarse o en la mesa, se trata de saber contarles lo que Dios va haciendo en nuestra vida. En muchas familias se ha puesto demasiado \u00e9nfasis en recordar la obligaci\u00f3n de ir a misa y la de no cometer fallos, m\u00e1s que en sentir el amor de Dios y saberse sus hijos, siempre acompa\u00f1ados por El y seguidores de Jes\u00fas que nos ense\u00f1a una manera de vivir.
\nDe haber o\u00eddo excesivas misas se quejan muchos j\u00f3venes y yo creo que ese suele ser un fallo de los padres, por llevarles demasiado peque\u00f1os a misas que no entienden y, como se aburren, terminan por vivirlas como algo rutinario y obligatorio. Yo no s\u00e9 si lo he hecho bien, pero puse mucho cuidado en buscar eucarist\u00edas infantiles entendibles para sus edades y no poner la fuerza en la obligaci\u00f3n de ir a misa, sino en la suerte que ten\u00edamos de poder celebrar la vida con otros hermanos y hablar con Dios en comunidad.
\nCuando uno tiene un hijo elige muy bien c\u00f3mo quiere contarle la vida. Por ejemplo, yo elijo c\u00f3mo mis hijos se van a encontrar con la muerte, con la guerra, con la enfermedad y con la fe. Y si quiero darles lo mejor, pues buscar\u00e9 las eucarist\u00edas que les abran el apetito de seguir celebr\u00e1ndolas y les contar\u00e9 que la cuaresma es un tiempo para estar m\u00e1s cerca de Dios, pues nos vuelve a hacer una llamada y nos invita a sacar m\u00e1s tiempo para la oraci\u00f3n y seguirle con m\u00e1s ganas. Y de la Semana Santa, tambi\u00e9n les cuento con fuerza el jueves y el viernes santo, pero pongo un gran \u00e9nfasis en la resurrecci\u00f3n, porque estoy convencida que muchas veces los creyentes lo parecemos m\u00e1s de la cruz de Jes\u00fas, que de su forma de servir y lavar los pies a su gente, y de resucitar, que es lo que da sentido a la muerte, sabiendo que al final de la vida nos reencontraremos con El.
\nEsta Semana Santa me ha ocurrido algo que me ha dejado sorprendida de m\u00ed misma. De pronto, viendo las procesiones, ca\u00ed en la cuenta de algo que nunca hab\u00eda reflexionado, que es que todas las procesiones acababan con el sepulcro o la Dolorosa, pero en ninguna estaba presente la resurrecci\u00f3n. Adem\u00e1s me impresion\u00f3 tanto el sepulcro que no quise que lo vieran mis nietos. Y conste que soy de las que apuesto por educar para la elaboraci\u00f3n del duelo y la naturalidad de la muerte, pero el sepulcro sent\u00eda que produc\u00eda demasiada impresi\u00f3n a los ni\u00f1os, de 2, 4 y 5 a\u00f1os, que presentaba al Dios de muertos y no de vivos, y lo que yo m\u00e1s quiero que sepan estos ni\u00f1os es que tenemos un Padre que nos quiere un mont\u00f3n, que estamos habitados por El y que nos ense\u00f1a una manera de vivir diferente, que nos llena de felicidad y nos hace querer a los otros como a todo el mundo. Que a ese Dios hecho hombre le mataron por nosotros, pero eso es solo una parte de su vida, no lo fundamental.
\nNo s\u00e9 si es una barbaridad lo que digo, pero recuerdo que yo, de ni\u00f1a, adoraba la cruz, me fijaba mucho en las llagas y heridas de la corona de espinas, pero que lo que de verdad me hizo ser diferente fue conocer c\u00f3mo vivi\u00f3 Jes\u00fas y se entreg\u00f3 hasta el final de su vida, pero que resucit\u00f3 y nos est\u00e1 esperando en la mesa camilla de Dios, ese lugar maravilloso al que todos llegaremos un d\u00eda.
\nA m\u00ed me gustar\u00eda presentar a Dios como el que nos impulsa hacia lo mejor nuestro, el que hace brotar tesoros interiores que desconoc\u00edamos, el que fomenta la comunicaci\u00f3n entre unos y otros. Por eso, las familias en las que se cuentan la vida, en las que se piden perd\u00f3n unos a otros, en las que comparten sus sentimientos y sus dificultades dan seguridad al individuo y son un espacio de descanso y complicidad. Y los que saben ir a Dios cuando est\u00e1n cansados y agobiados y trabajan como si todo dependiera de ellos, pero luego descansan dejando todo en manos de Dios, esos saben vivir serenos, desasosegados, arm\u00f3nicos y contentos, porque est\u00e1n seguros de que Dios tiene m\u00e1s inter\u00e9s en ellos y en sus cosas que ellos mismos. Y dejan de ser los surperocupados, los yupies<\/em> del reino, los estresados de nuestra sociedad, para ser los escuchadores, los amigos, los compa\u00f1eros de trabajo que facilitan la vida y sosiegan y descansan a los de alrededor.
\nY es que Dios tiene un efecto potenciador en la persona, ayuda a disfrutar, a vivir con humor, nos entusiasma con la vida, nos vuelve contemplativos, nos alegra el coraz\u00f3n, nos regala momentos, detalles y personas para que seamos dichosos y nos convierte en cristianos alegres que\u00a0 podemos liberar a otros y contagiar las cosas de Dios, en vez de producir esa alergia aburrida de los cristianos grises y sosainas que presentan a un Dios light que nos aleja de la fiesta de la vida.
\nHay familias en las que la fe es su mayor tesoro y lo comentan, lo regalan a los que llegan y saben que es su impulso para vivir felices y para llegar a ser cada uno, en plenitud. Estos gozan de los sacramentos, hablan con naturalidad unos y otros de lo que viven, de lo que rezan, de lo que celebran y se transmiten mutuamente los virus de la fe. Y aprovechan la navidad para jugar con el nacimiento e ir contando la historia de Jes\u00fas, y cualquier otra fiesta del calendario, para que se vayan familiarizando con todo lo que creen.
\nUno de los mayores tesoros que unos padres pueden ofrecer a sus hijos es transmitir el gozo de la oraci\u00f3n. Esto se aprende en casa, igual que se aprende el valor de los amigos, de la comunicaci\u00f3n y la acogida. As\u00ed los ni\u00f1os y los j\u00f3venes hablan con Dios con naturalidad, de su vida y de todas las cosas. Y sin darse cuenta, \u00c9l se va haciendo vida de su vida y algo natural en su ser cotidiano.
\nPorque cuando uno vive acompa\u00f1ado de Dios la vida se vuelve una fiesta. Con \u00c9l uno aprende a disfrutar de las cosas sencillas, vive menos preocupado y m\u00e1s ocupado, est\u00e1 atento a las necesidades de los dem\u00e1s, lo que vuelve las propias peque\u00f1as y ayuda a relativizarlas, est\u00e1 libre de resentimientos y culpas, pues se sabe amado por Dios y se perdona y perdona a todos con facilidad. Y, sobre todo, el que tiene una relaci\u00f3n constante con Dios va dej\u00e1ndose impulsar por el evangelio, va contagi\u00e1ndose con el modo de vivir de Jes\u00fas, se va liberando de esas ataduras y deseos infinitos que nos crea esta sociedad del mejor estar, competitiva y consumista, y se compromete de lleno en transformarla para que todos vivamos bien.<\/strong>
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\nAntes era frecuente ver en las casas un crucifijo en la cabecera de la cama, una imagen de la Virgen en el cuarto de los ni\u00f1os, una especie de capillita con una imagen que visitaba todos los hogares mensualmente y que hac\u00eda que ese d\u00eda que estaba en la casa se rezara m\u00e1s en familia, y un mont\u00f3n de s\u00edmbolos religiosos que han desaparecido radicalmente de los hogares. Y eso no quiere decir que no ande Dios presente en su mente, sino que simplemente han pasado de moda, como otros adornos, sin m\u00e1s. Antes, era frecuente que una persona tuviera un rosario enorme adornando la cabecera de su cama, aunque eso no quer\u00eda decir que lo rezara, pero hoy es m\u00e1s frecuente ver una barrita de incienso quem\u00e1ndose en una bandejita, para que produzca buen olor y serenidad alrededor, que ver una imagen de Dios.
\nSe han quitado todos los s\u00edmbolos y no los hemos suplido por nada, como se ha suprimido el rosario en familia y tampoco hemos encontrado nada que ocupe su lugar, como no sea la televisi\u00f3n, que une a todos alrededor de ella, para adorarla y dificultar la comunicaci\u00f3n familiar. Ser\u00eda necesario que inventemos s\u00edmbolos y ritos familiares, para que los ni\u00f1os, ya desde su infancia, vean la presencia de Dios en su casa. A m\u00ed me gusta regalar, en momentos transcendentales, un crucifijo latinoamericano, de esos de colores vivos, o alg\u00fan icono o un nacimiento, junto al evangelio del a\u00f1o, con alguna cartita especial, para que Dios ande por ah\u00ed.
\nPodr\u00edamos crear ritos para la celebraci\u00f3n de un cumplea\u00f1os, un santo, un d\u00eda de…, una fiesta especial, para contagiar el gusto por la oraci\u00f3n y el incluir a Dios en la vida familiar. Tambi\u00e9n se podr\u00eda comentar el evangelio los domingos, todos juntos, o hacer una oraci\u00f3n en\u00a0 los viajes, o aprovechar una dificultad que tenga alguien de la familia, para orar unidos. Yo siempre ando con este tema entre manos. Podr\u00eda decir que es el que m\u00e1s me ha preocupado en mi vida y siempre he ido creando formas nuevas de encuentro con Dios entre nosotros. En casa recibimos una publicaci\u00f3n que comenta las lecturas de la eucarist\u00eda de cada domingo y, cuando mis hijos se casan o se independizan, nosotros, nos encargamos de que llegue a su nuevo hogar esa publicaci\u00f3n, suscribi\u00e9ndoles para toda la vida, para que ande por su casa, junto a la prensa dominical.
\nTambi\u00e9n al terminar el a\u00f1o, en una celebraci\u00f3n de recuento y acci\u00f3n de gracias, les regalamos, dedicado, el evangelio del a\u00f1o siguiente, para que no les falten las \u201cvitaminas\u201d fundamentales de la vida. Esta navidad, mi regalo ha sido un baulito con una especie de baraja, con 50 bendiciones de la mesa, para que no pierdan el h\u00e1bito de hacer presente a Dios y a los hermanos en sus comidas. Y as\u00ed, poco a poco, y con diferentes gestos, yo me intento que Dios no se les traspapele, de que ande acompa\u00f1ando su vida siempre.
\nPueden pensar que soy una pesada… y quiz\u00e1s tengan raz\u00f3n, pero es que es lo \u00fanico en lo que tengo inter\u00e9s de dejar de herencia a mis hijos, su amistad con Dios, que creo que es lo m\u00e1s valioso que yo he tenido en la vida, que hemos vivido en familia y que, hoy por hoy, todav\u00eda lo tienen. El haber tenido siempre una comunidad cristiana con la que celebrar y compartir la fe, la vida y el compromiso, nos ha ayudado a toda la familia al seguimiento de Jes\u00fas.
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\nPara la mayor\u00eda de la gente los dioses han cambiado, y hoy se adora al dinero, al trabajo, al poder y al tener, pero con el Dios de Jes\u00fas, que todos conocieron un d\u00eda, hay diferentes tipos de relaciones. Hay algunos que son ateos hay otras personas convencidas de que Dios no existe y tienen un rechazo total a todo lo que sea religioso; otros creyeron un d\u00eda y se han ido enfriando, por abandono en su relaci\u00f3n con Dios y lo justifican, en muchos casos, por haber tenido un empacho religioso en su ni\u00f1ez y juventud; hay un grupo que se queja del comportamiento de los cristianos, especialmente de la jerarqu\u00eda y dice que cree en Dios, pero no en la Iglesia; hay otro grupo de gente que quisiera ser creyente pero no lo consigue, que intelectualiza tanto a Dios que no le entra en la cabeza; un sexto grupo ser\u00eda el de los que creen en Dios, frecuentan los ritos y sacramentos, pero no se dejan transformar el coraz\u00f3n, sino que se les queda \u00fanicamente en el mundo de las ideas. Y, finalmente, el s\u00e9ptimo grupo ser\u00eda el de los que creen en Dios Padre, celebran su fe con los hermanos, intentan vivir al estilo de Jes\u00fas, se alimentan de los sacramentos y de la oraci\u00f3n y encuentran en su amistad con Dios salud para su historia personal y est\u00edmulo y misi\u00f3n para su vivir diario. No s\u00e9 si es muy simplista mi calificaci\u00f3n de los diferentes grupos de creyentes, es posible que lo sea, pero es el que yo me voy encontrando en mi vivir diario, entre mis amigos y conocidos.
\nUna teor\u00eda que mantengo, y con la que no coinciden la mayor\u00eda de mis gentes, es que no se puede mantener viva una pareja en la que uno tenga una vivencia de Dios y el otro no. Pues si no se puede compartir lo m\u00e1s profundo de la persona, el motor del ser y de las ilusiones, se vivir\u00e1 la relaci\u00f3n a medias y quedar\u00e1 coja la comunicaci\u00f3n. Y as\u00ed, mientras uno disfruta con un rato de oraci\u00f3n, un retiro, o unos ejercicios espirituales, el otro no comprende sus sentimientos ni se alimenta de lo mismo, lo que produce alejamiento, incomunicaci\u00f3n y grandes diferencias. Vaya, que rotundamente afirmo que no se puede casar un creyente con un ateo, porque su fe ser\u00e1 una fuente de distanciamiento, diferencias y desencuentros.
\nEl tipo de creyente que sea cada uno se manifestar\u00e1 en la propia casa y sobre todo en la vida familiar. Antes se viv\u00eda una fe social, es decir, que en casi todos los \u00e1mbitos se ve\u00eda alguna manifestaci\u00f3n religiosa; en cambio, hoy apenas se ven s\u00edmbolos, salvo en determinadas fiestas que son espec\u00edficamente religiosas y que se siguen celebrando por creyentes y no creyentes. Por eso es tan importante cuidar la transmisi\u00f3n de la fe en la familia, pues es donde se cimienta el conocimiento de Dios, aunque tambi\u00e9n tienen mucho que ver el colegio y la catequesis. Si un ni\u00f1o no ha conocido a Dios en su vida familiar lo tiene mucho m\u00e1s dif\u00edcil que el que ha vivido con \u00c9l desde sus primeros a\u00f1os.
\nHay familias que cuidan la expresi\u00f3n de su fe \u00fanicamente cuando los ni\u00f1os son peque\u00f1os. Cuando llegan a la adolescencia suelen pasar la crisis de borrarse de la fe de los padres, para encontrar la propia, es decir, que pasan una \u00e9poca de descreimiento, que es doloros\u00edsima para los padres con inquietud espiritual, pero que una vez superada, redescubrir\u00e1n de nuevo si tienen un entorno creyente que les atraiga, bien en la parroquia, el colegio o alg\u00fan grupo scout o de otro tipo. Si los padres siguen expresando su vivencia de Dios, aunque los hijos est\u00e9n en etapas de crisis, cuando las superen se reenganchar\u00e1n a la fe familiar con gozo.
\nCreo que es un error dejar de rezar juntos o de contar a los hijos lo que les va ocurriendo en su relaci\u00f3n con Dios, o el efecto que les ha hecho una lectura determinada, unos ejercicios espirituales, o el cambio de actitud que les ha supuesto un rato de oraci\u00f3n, para que los hijos lo sigan manteniendo como valor. En la vida familiar solemos hablar de todo lo que nos importa, pues es necesario hablar con naturalidad de las cosas de Dios, o comentar el evangelio, aunque alguno est\u00e9 en etapa de alejamiento o frialdad.
\nA m\u00ed con las cosas de Dios me pasa como con la comida. Yo, cuando voy a una casa y me invitan a algo muy rico, me intereso en aprenderlo y todo el mundo ve con naturalidad que las recetas de cocina y los consejos se intercambien entre las personas. Por cierto, que hay un cocinero en televisi\u00f3n que vemos todos los d\u00edas, que hace sencillo, econ\u00f3mico y agradable el cocinar, que es una necesidad que tenemos todos los seres humanos, ya que comemos tres o cuatro veces al d\u00eda. Este cocinero, que hace sencillo lo m\u00e1s elemental, entre canciones, humor y consejos y, sin darse uno cuenta, va aprendiendo los peque\u00f1os secretillos cotidianos que se necesitan para salir airoso del trance de hacer la comida familiar, me hace pensar que me gustar\u00eda ser como \u00e9l para las cosas de Dios, y presentarlo atractivo, sencillo, divertido, cercano y cotidiano. Porque en realidad tener fe es vivir una historia cotidiana de amistad con Dios y s\u00f3lo tiene que ver con las cosas del querer, como casi todo en la vida, y sobran los conceptos y las elucubraciones. Dios vuelve la vida sencilla, comprometida y f\u00e1cil. Con \u00c9l se puede con todo y uno vive much\u00edsimo mejor.
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\nLos padres que rondamos los sesenta hablamos muchas veces de la preocupaci\u00f3n que tenemos por la fe de nuestros hijos. Mientras, ellos dicen que ya han tenido bastantes misas con las del colegio, o que siguen creyendo en Dios, pero no necesitan ir a la iglesia, o que ahora est\u00e1n ocupados en cosas m\u00e1s importantes, como son la realizaci\u00f3n profesional, cumplir sus sue\u00f1os, pagar el piso o atender a los hijos, pero que Dios anda por ah\u00ed… Otros, rotundamente, piensan que lo de la fe es un comecocos infantil y que ya no les sirve nada de lo que creyeron en su juventud.
\nUna gran parte de esos j\u00f3venes ocupad\u00edsimos con las tareas de la vida, que hacen malabares para poder compatibilizar el trabajo, la casa y los hijos, que suplen su dedicaci\u00f3n paternal a base de hacer cosas especiales y de regalos infinitos, suelen ser afectuosos, juguetones y muy permisivos con sus hijos, debido al poco tiempo que tienen para estar con ellos, y por eso eligen no gastarlo en marcar l\u00edmites y enfadarse. M\u00e1s adelante buscan para su hijo el mejor colegio, es decir, donde sepan que le educan bien, est\u00e9 cercano a su domicilio y, si es religioso, incluso lo prefieren, pues piensan que la educaci\u00f3n\u00a0 cristiana no le va a hacer da\u00f1o, sino que m\u00e1s bien, le aportar\u00e1 unos valores, que es bueno que conozca y m\u00e1s adelante elija si quiere seguirlos o no.
\nSuelen encontrarse muy pronto con el principal dilema: el ni\u00f1o que acude a un colegio religioso conoce enseguida a Dios, quiere tenerle de amigo y comienza a rezar. As\u00ed los padres le acuestan ense\u00f1\u00e1ndole el \u201cJesusito de mi vida\u201d, oran con \u00e9l sobre la vida y se ponen en contacto con su parcela espiritual, que les despierta su hijo, entre ternuras y ritos, y sienten esa m\u00fasica interior que todos llevamos dentro. Sin apenas darse cuenta, los padres, en su deseo de dar lo mejor a sus hijos, despiertan a la fe y al encuentro con Dios y se produce algo profundo y especial entre la familia, que es que el ni\u00f1o va record\u00e1ndoles a ellos el amor de Dios.
\nCuando llega la Navidad, es posible que en el colegio se preparen actividades, se hable del ni\u00f1o Dios y se aprendan villancicos. Los padres recuerdan su ni\u00f1ez y ponen el nacimiento en casa y as\u00ed el ni\u00f1o sigue haciendo preguntas e integrando a Dios, casi sin darse cuenta, en la vida familiar.
\nM\u00e1s adelante este mismo ni\u00f1o habla de la posibilidad de hacer su primera comuni\u00f3n, y cuestiona a los padres por qu\u00e9 no ha sido bautizado, de beb\u00e9, como otros ni\u00f1os de su cole. Los padres, entonces, se encuentran de frente con el sacramento del bautismo, que hasta ahora apenas se lo hab\u00edan planteado. Si tienen la suerte de dar con una parroquia en la que les den una buena catequesis entusiasmante y liberadora, se reencontrar\u00e1n con el Dios que ya formaba parte de su vida y pueden vivir un profundo despertar religioso, e incluso ilusionarse con que su hijo haga la primera comuni\u00f3n y viva una buena relaci\u00f3n con Dios que ellos ayudar\u00e1n a mantener.
\nOtros padres, muchos desgraciadamente, acompa\u00f1an el despertar de su hijo a la fe, como lo hacen con la fiesta de los Reyes Magos, que es preciosa y hay que mantener, que tiene que ver con las ilusiones infantiles, pero que es un juego m\u00e1s de la vida, sin implicar nada de sus adentros. Estos padres festejar\u00e1n la celebraci\u00f3n como un acto social m\u00e1s, emocionados por la fe de su hijo, pero sin dejar que les cale lo m\u00e1s m\u00ednimo. Su atenci\u00f3n estar\u00e1 puesta en los efectos especiales, es decir en lo guapo que est\u00e9 su ni\u00f1o, la ropa, el convite y los regalos.
\nEn cada familia los acontecimientos religiosos se celebran de una manera. Afortunadamente muchos sienten el deseo de celebrar los sacramentos, aunque sea un deseo social el que les impulse. Lo mejor que podr\u00eda pasarles es que se encontraran con unos cristianos cercanos, c\u00e1lidos y emp\u00e1ticos, que conocieran perfectamente lo perdidos que se sienten esos padres en materia religiosa, y que aprovecharan esa ocasi\u00f3n para, en vez de comerles el coco y hacerles reproches por su alejamiento religioso, para entusiasmarles con la persona de Jes\u00fas y que les presentaran al Dios que tiene para nosotros grandes sue\u00f1os de plenitud y de felicidad.
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\n\u00a1Este tema s\u00ed que es realmente preocupante! Tenemos a cantidad de ni\u00f1os en catequesis, y esta es una estupenda oportunidad que se nos presenta de encuentro con los ni\u00f1os y con los padres, en la que tenemos la posibilidad de presentarles a Dios y despertar en ellos el deseo de seguirle. Y en algunos casos lo que solemos hacer es echar broncas repetitivas, sobre lo mal que lo hacen los padres y la falta de l\u00edmites que tienen sus ni\u00f1os… y as\u00ed lo \u00fanico que hacemos es alejarles, conseguir que nada m\u00e1s reciba el sacramento su hijo salgan de estampida y no vuelvan a pisar una iglesia hasta el pr\u00f3ximo hijo o el pr\u00f3ximo funeral.
\nNo podemos permitirnos el lujo de dejar escapar a esta gente que llega a nuestra iglesia, no somos qui\u00e9n para juzgar por qu\u00e9 o con qu\u00e9 intenci\u00f3n viene… Lo importante es que Dios se las ha arreglado para que estos padres vengan a su parroquia y nosotros no podemos perder esta oportunidad de acogerles, comprenderles y ayudarles a que su hijo viva un encuentro profundo y especial con Jes\u00fas y que a ellos tambi\u00e9n les salpique. Los sacramentos son, en realidad, la puerta de entrada de muchas personas a la Iglesia. Y ah\u00ed debemos estar un equipo de cristianos entusiasmados con Dios, que les contagiemos la fe, que les demostremos que nuestra vida es interesante y apasionada y que vivimos comprometidos con el mundo y con la historia.
\nUno de los momentos, para m\u00ed important\u00edsimo, es cuando una pareja acude al cursillo prematrimonial. La mayor\u00eda lo hacen, como un tr\u00e1mite m\u00e1s, burocr\u00e1tico-parroquial. Del primer encuentro con ellos, de c\u00f3mo se\u00a0 les acoja en la casa de Dios, depender\u00e1 c\u00f3mo lo vivan. Y si, adem\u00e1s, est\u00e1 bien preparado, es actual, no les infantiliza, y se lo dan personas de su edad, integradas en el mundo, y con una vivencia profunda de Dios, que les puedan servir como modelos de identidad, este cursillo se convertir\u00e1 en un impulso de crecimiento como pareja, de conocimiento y comunicaci\u00f3n entre los dos. As\u00ed, el cursillo prematrimonial puede ser una vivencia preciosa de encuentro entre la pareja, de hacer amigos desde un \u00e1mbito profundo y de encontrarse con Dios cara a cara.
\nLas cosas han cambiado much\u00edsimo, tanto a nivel social como religioso. Sucede, a veces, en algunos cursillos prematrimoniales, que parejas mayores, de buena voluntad, hablan a los j\u00f3venes de pureza, castidad, autoridad y controles de la natalidad, con palabras de ayer y recursos caducados. Hoy los j\u00f3venes no ponen en la castidad su principal valor sino en la cercan\u00eda, la amistad, la entrega y el saberse fieles el uno al otro. Es importante que descubran que Dios tiene un gran sue\u00f1o para cada ser humano y que en la pareja Dios lo que hace es potenciar ese sue\u00f1o y ayudar a que ambos se amen, se cumplan, y se potencien el uno al otro.
\nEs necesario que descubran que Dios no es alguien que est\u00e1 por ah\u00ed para pillarles en falta o para hacerles milagritos y conseguirles las cosas como las cajas de ahorro, que le metes mil euros y te regalan un juego de caf\u00e9. No, Dios no nos hace caso porque le pongamos una vela, le ofrezcamos un donativo o hagamos un sacrificio. No, \u00c9l no es una entidad bancaria, \u00c9l es un padre que nos quiere, nos acompa\u00f1a en la vida, est\u00e1 dentro de nosotros siempre y lo que espera es que seamos felices y que hagamos felices a los dem\u00e1s. Y cuanto m\u00e1s fuerte es la relaci\u00f3n con \u00c9l, m\u00e1s nos va comprometiendo en la mejora de este mundo, en trabajar por la justicia y la igualdad y en no descansar hasta que esta sociedad nuestra funcione bien para todos.
\nCuando una pareja hace un cursillo prematrimonial y descubre o se encuentra de nuevo con el Dios de Jes\u00fas, con el que entusiasma y potencia el amor en nosotros, celebra su boda ilusionada y Dios se va colando en su matrimonio y en su historia, casi sin que se den cuenta. Ser\u00eda importante que despu\u00e9s se les vaya haciendo un seguimiento, una oferta de participar en alg\u00fan grupo de j\u00f3venes o en formar una comunidad cristiana o integrarse de alg\u00fan modo atractivo en la vida parroquial.
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\nLos que hemos vivido la juventud y parte de la vida de familia alrededor de una parroquia, sabemos que estas son elementos dinamizadores de relaciones, de compromiso social y de vivencia del evangelio. Que son espacios que igual sirven para una reuni\u00f3n de vecinos que para otra de una asociaci\u00f3n, pero que todo ello los hace abiertos al barrio, a sus necesidades y a sus gentes.
\nLa familia debe ser el lugar donde se nutre la fe, pero necesita del acompa\u00f1amiento de\u00a0 la parroquia y de la comunidad cristiana que le apoye y dinamice. Sobre todo que el camino de encuentro con Dios tiene que ver mucho con el itinerario pastoral de la parroquia, que tiene en su mano el trabajo fundamental de evangelizar y socializar a los individuos.
\nY todo lo que digo de la parroquia se puede aplicar tambi\u00e9n al colegio religioso, que se encuentra con unos padres con los que puede trabajar, pastoral y psicol\u00f3gicamente, teniendo el tacto y la sabidur\u00eda de crear un clima de complementariedad, para aportar a los padres recursos para ayudar a sus hijos a crecer y especialmente a nivel religioso. Hay colegios que generan alrededor unas redes de relaci\u00f3n, ocio, educaci\u00f3n en la fe y formaci\u00f3n, que son un apoyo fundamental para los padres en la educaci\u00f3n de sus hijos, fuera del \u00e1mbito escolar, con actividades extraescolares y con complicidad educativa, implicando a los padres en la vida del colegio.
\nQuer\u00eda hablar de la fe en la familia y por eso voy y vengo por las distintas oportunidades de encuentro con Dios, a nivel pastoral y social, con que se puede encontrar. Cada etapa familiar, condiciona la vivencia de Dios en las casas y en el \u00e1mbito parroquial y escolar. Las hay que pertenecen a comunidades y grupos parroquiales, que viven su fe apoy\u00e1ndose los unos en los otros, buscando su alimento y formaci\u00f3n y celebr\u00e1ndola juntos. Estos son la esperanza de que Dios siga presente en esta sociedad descre\u00edda en la que vivimos. Ellos van a ser los transmisores del evangelio a las nuevas generaciones.
\nTenemos una tarea importante que hacer, hemos de inventar respuestas al reto de hacer llegar la buena noticia del evangelio a las familias, a los hogares, a los ni\u00f1os, a las parejas, a los j\u00f3venes y a los mayores. Nos hace falta ser creativos, osados, atrevidos para abrir caminos nuevos, atractivos, actuales y compatibles con este siglo XXI tan tecnificado, deshumanizado y estresado. Pero no hemos de olvidar que el Esp\u00edritu sigue soplando y que Dios cuenta con nosotros para hacerle llegar a cada ser humano con el que nos encontremos en el camino de la vida, para que mientras hacemos realidad la construcci\u00f3n de la gran familia humana, en nuestro hogar y en nuestra mesa, se respire el amor de Dios, se celebre, se contagie y se explicite, de forma natural y festiva. Que el Se\u00f1or nos sugiera el gesto y la palabra oportuna, que no lo tenemos nada f\u00e1cil. Pero, no andemos agobiados\u2026 que estamos en sus manos.<\/p>\n