\n| Jos\u00e9 Mar\u00eda Avenda\u00f1o es Vicario General de la Di\u00f3cesis de Getafe<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n
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\nS\u00cdNTESIS DEL ARTICULO<\/strong>
\n\u00bfQu\u00e9 implica el encuentro con Jes\u00fas de Nazaret? \u00bfQu\u00e9 procesos desencadena la acogida de la Buena Nueva?
\nEste art\u00edculo, mirando al evangelio y a la vida de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, hace ver lo que desencaden\u00f3 en Zaqueo, en la mujer pecadora, en Bartimeo, y tambi\u00e9n en Daniel, en Hortensia, en Luisa y Ces\u00e1reo, y de cuantos se acercan, como ellos, al Maestro: una nueva vida y una nueva creaci\u00f3n, un replanteamiento de la propia situaci\u00f3n, una manera diferente de sentir e interpretar el mundo.
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\nAyer estuve compartiendo la mesa con Daniel y su familia. Le conozco desde hace 15 a\u00f1os y en \u00e9l se ha materializado la vida que brota del Evangelio y ha desencadenado una manera de vivir diferente a la vida que \u00e9l llevaba. Le conoc\u00ed cuando acababa de cumplir veinte a\u00f1os. Su vida discurr\u00eda por caminos que nada tienen que ver con el latido de su coraz\u00f3n en la actualidad.
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\nEra un joven inteligente y vivo como pocos, pero tambi\u00e9n malgastado como ninguno. Fue mi maestro en ese modo turbio de la vida sin sentido. Fue mi Virgilio en el descenso al Infierno desde la droga y sus \u00e1ngeles negros. Me ense\u00f1\u00f3 miserias, falsedades, mentiras para buscarse la vida, estrategias para salir a flote cada d\u00eda. Ahora soy conocedor de una manera de ver las cosas, una mentalidad tortuosa y sufriente, una realidad por donde caminan los \u201cheridos de la vida\u201d. En ocasiones me preguntaba sobre su destino, \u00bfhacia d\u00f3nde conduc\u00eda una existencia tan tortuosa?,\u00a0 \u00bfvale la pena haber nacido?, \u00bfmerece, en verdad, la vida tanto esfuerzo?, \u00bfqu\u00e9 va ha ser de nosotros?, \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 Dios?. Acud\u00eda con frecuencia buscando ayuda para otros, que era en definitiva un buscar ayuda para s\u00ed mismo.
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\nSu horizonte era estrecho, apenas ten\u00eda unas se\u00f1as de identidad de las cuales no se sent\u00eda muy orgulloso; es m\u00e1s, no le apetec\u00eda hablar de su familia o de los suyos. No hab\u00eda tenido un hogar como modelo de identificaci\u00f3n. S\u00f3lo se preocupaba y se ocupaba de buscar dinero para conseguir una dosis que sosegase su ansiedad y nerviosismo.
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\nDaniel estaba atrapado por la droga. Se desesperaba al intuir que no lograr\u00eda librarse de esa esclavitud. Pero hab\u00eda en \u00e9l un trasfondo de religiosidad, de b\u00fasqueda del Misterio, de una Presencia diferente a todas, que\u00a0 afloraba cuando ven\u00eda a verme y a tientas buscaba otros caminos. ComoNicodemo\u00a0 me visitaba cuando quer\u00eda hablar de \u201cesos temas\u201d\u00a0 que dan vida eterna. Su visita era casi a escondidas. Esa inquietud me llevaba a rememorar aquel texto de Pablo VI en Evangelii<\/em> Nuntiandi<\/em>: \u201cparad\u00f3jicamente, el mundo, que, a pesar de los innumerables signos del rechazo de Dios, le busca, sin embargo, por caminos insospechados y siente dolorosamente su necesidad, el mundo exige a los evangelizadores que le hablen de un Dios a quien ellos mismos conocen y tratan familiarmente como si estuvieran viendo al Invisible\u201d (76).
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\nQuiz\u00e1s por el testimonio de la comunidad parroquial a la que acud\u00eda, quiz\u00e1s por la forma de vida de los testigos del Evangelio de Jesucristo, quiz\u00e1s porque estaba \u201ccansado de andar y de andar, y caminar\u201d como cuenta el cantautor Diego Torres, quiz\u00e1s porque en su coraz\u00f3n acogi\u00f3 la\u00a0 luz de Dios o tal vez una luz nueva en sus ojos le interrog\u00f3 sobre lo que eran sus d\u00edas y sus noches, el caso es que un atardecer me lo encontr\u00e9 malherido, bajo un sol ingrato de verano, cuando el mundo parec\u00eda deshabitado.
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\nLe recogimos y le acogimos. \u00a1Qu\u00e9 movimiento de Iglesia samaritana y liberadora! El equipo de toxicoman\u00eda de la parroquia ah\u00ed estuvo, creo que en el momento oportuno. Nos pregunt\u00e1bamos: \u00bfsaldr\u00e1 de esta? Pero Daniel salv\u00f3 su vida. Es probable que tocara fondo y a partir de ese momento todo su ser\u00a0nos pidi\u00f3 que le habl\u00e1semos de Jesucristo, a tiempo y a destiempo: \u201cAyudadme, quiero conocerle. Acercarme a \u00c9l. Quiero saber quien es \u00c9l, le conozco s\u00f3lo de o\u00eddas, lo que me han contado\u201d.
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\nEn verdad que nos convencimos todos de la importancia de saber tejer los ejes diamantinos del testimonio silencioso con el testimonio cristiano expl\u00edcito, y todo ello con el \u201cgesto y la palabra oportuna\u201d, respetando la situaci\u00f3n de la persona que se evangeliza, respetando el ritmo de su conciencia y de sus convicciones, sin forzar jam\u00e1s.
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\nDaniel inici\u00f3 un catecumenado que tuvo su origen en el encuentro con Jesucristo, y hoy, \u00e9l proclama sentirse criatura bendita de Dios con el compromiso cristiano de ayudar a sus hermanos heridos. El d\u00eda despu\u00e9s de ese inolvidable encuentro puso al servicio de los dem\u00e1s su saber y sus estudios. Daniel es abogado de los que s\u00f3lo tienen abogado de oficio. Confiesa que el encuentro con Jesucristo le devolvi\u00f3 a la vida y ahora esa vida la ha puesto al servicio de Dios y de los dem\u00e1s para dar gloria a Dios con las buenas obras que brotan de una verdadera experiencia cristiana de Dios.
\n <\/p>\n\n- La llamada de Jes\u00fas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\nLos j\u00f3venes necesitan que se les comuniquen experiencias de fe y de vida comprometida por el Evangelio. Desde mi trabajo pastoral, \u201cmi observatorio\u201d est\u00e1 desde hace veinte a\u00f1os en Legan\u00e9s, afirmo que los j\u00f3venes precisan sentirse conocidos e interpretados en sus preguntas a veces sin expresar, en su fragilidad, en sus dificultades, en sus dudas. Necesitan sentirse comprendidos y ayudados.
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\nTodos necesitamos mayor arraigo contemplativo, necesitamos \u201chacer sitio al Esp\u00edritu Santo dentro de\u00a0nosotros\u201d, para creer en la fe evang\u00e9lica y para construir la comunidad. En verdad estamos en tiempos recios donde como dice J. B. Metz: \u201cla experiencia de Dios inspirada b\u00edblicamente no es una m\u00edstica de ojos cerrados, sino una m\u00edstica de ojos abiertos; no es una percepci\u00f3n relacionada \u00fanicamente con uno mismo, sino una percepci\u00f3n intensificada del sufrimiento ajeno\u201d. Tanto los j\u00f3venes como los adultos hemos de tener claro que la contemplaci\u00f3n est\u00e1 en el origen de toda verdadera opci\u00f3n de vida y de acci\u00f3n cristiana. Lo que podemos atestiguar a nuestros hermanos proviene de la contemplaci\u00f3n; y \u00e9sta nace de la acogida de la Palabra de Dios que nos pone en contacto con Jesucristo Crucificado y Resucitado. El encuentro con Jesucristo nos lleva a asumir el discurso de la Cruz en nuestra vida y en nuestras comunidades cristianas, crucificados con Cristo, entregados a los m\u00e1s pobres.
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\nPor eso a la pregunta que nos hacen los j\u00f3venes: \u201c\u00bfes todav\u00eda posible en nuestro mundo pretender ser feliz?, \u00bfes posible creer en Dios?\u201d, podemos responder que s\u00ed. La fe y la felicidad son posibles para ellos hoy, para cada uno de nosotros. Sin embargo son afirmaciones que han de ser fruto de un encuentro sincero y coherente con el Dios de Jesucristo.
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\nEn las llamadas de Jes\u00fas o en el coraz\u00f3n del anuncio de la Buena Nueva no hallamos ning\u00fan tipo de proselitismo, sino la convicci\u00f3n \u00edntima de que la felicidad existe.
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\nEl encuentro con el Evangelio construye el sentido y podemos experimentar la felicidad de caminar y regocijarnos con la sensaci\u00f3n del suelo que se conquista paso a paso. En este punto los j\u00f3venes pueden encontrar motivos para reflexionar sobre si vagabundean o caminan \u201ccon sentido\u201d o\u00a0 \u201csin sentido\u201d ante la oferta que Jes\u00fas les hace: \u201cYo Soy el Camino, la Verdad y la Vida\u201d (Jn 14,6).
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\nEn la sociedad actual nos encontramos con la realidad de personas creyentes, ateas, indiferentes, y \u00faltimamente ap\u00f3statas; Jes\u00fas de Nazaret sigue llamando y al igual que en las vocaciones que nos relata San Marcos en los cap\u00edtulos 1, 2 y 3 el lugar por donde transcurre la vida, el trabajo o el desempleo, la marginaci\u00f3n o la inserci\u00f3n social, es el lugar donde se sigue haciendo experiencia de fe y la vida queda trastocada de pies a cabeza, y el d\u00eda despu\u00e9s queda transfigurado por dicha novedad.
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\nJes\u00fas se presenta a la gente, porque va por los caminos del mundo buscando a las personas en el lugar en el que est\u00e1n. \u201cllegando al lago de Galilea vio a Sim\u00f3n y Andr\u00e9s\u201d (Mc 1,16). \u201cYendo un poco m\u00e1s all\u00e1\u201d (1,18) llam\u00f3 a Santiago y a Juan. \u201cJes\u00fas sali\u00f3 de nuevo junto al lago… al pasar vi\u00f3\u00a0 a Lev\u00edde Alfeo sentado en el banco de los impuestos\u201d (Mc 2,1-4).
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\nEl cardenal Martini a este respecto afirma: \u201cJes\u00fas llama a la gente para seguirle, all\u00ed donde est\u00e1, en su propia situaci\u00f3n concreta. Va a ofrecer su invitaci\u00f3n a cada uno de all\u00ed donde \u00e9l est\u00e1, en una situaci\u00f3n com\u00fan, honesta y honrada como la de pescador, o una situaci\u00f3n deshonrada y moralmente dif\u00edcil como la de recaudador\u201d. De donde se deduce que la llamada se le ofrece a cada hombre y mujer en su propia situaci\u00f3n geogr\u00e1fica, ambiental, social, familiar distinta. Dios nos ha encontrado y llamado, invit\u00e1ndonos a la fe y al seguimiento de Cristo.
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\nUn acento fundante en nuestra pastoral reside en c\u00f3mo nos situamos\u00a0 en relaci\u00f3n con las personas a las que les presentamos la novedad del Evangelio. Jes\u00fas se acerca, escucha, habla e invita a seguirle; En todo momento, con palabras de esperanza y confianza absoluta en Dios. Confianza total y entrega agradecida\u00a0 y humilde a la persona de Jes\u00fas, la Palabra de Vida.
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\nEl encuentro con Cristo y su Evangelio desencadena, en quien conf\u00eda totalmente en\u00a0 El, una toma de conciencia en continua actitud de bendici\u00f3n y acci\u00f3n de gracias por\u00a0 nuestra vida\u00a0 que depende\u00a0 en todo momento de Dios; que somos sus hijos; que nos ha creado para que \u201ctengamos vida y vida en abundancia\u201d (Jn 10,10) y esa vida quede convertida en amar y servir a los hermanos y hermanas. Se produce una conversi\u00f3n tal en todo nuestro ser con el convencimiento de que Dios nos quiere con un amor \u00fanico; lleva tatuado nuestro nombre en su coraz\u00f3n; \u201cnuestro nombre \u00e9sta escrito en el cielo\u201d: su misericordia ha sido derramada sobre nosotros con una medida ilimitada.
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\nDaniel, el joven\u00a0 toxic\u00f3mano, convertido en la actualidad a la Buena Nueva de la vida de Dios, ha vivido un proceso particular, pero com\u00fan con Zaqueo o la mujer pecadora, y tantas otras personas que ven mudarse en luz lo que antes eran valles de oscuridad.
\n <\/p>\n \n- Zaqueo: el hombre que cambio el dinero por el Amor <\/strong>(Lc 19,1-10)<\/li>\n<\/ol>\n
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\nUn hombre muy rico enemistado con su pueblo por el dinero. Ese dinero era fruto de las recaudaciones. Mucha de la gente de su pueblo se hab\u00eda hecho una imagen de \u00e9l como alguien con poca talla moral y humana. Zaqueo a la vez estaba atrapado por esa imagen.
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\nSabemos lo del \u00e1rbol y c\u00f3mo se fue abriendo paso para encaramarse y poder ver a Jes\u00fas. As\u00ed lo constata Dolores Aleixandre: \u201c\u00bfQu\u00e9 misterioso impulso\u00a0 lo sac\u00f3 de su casa, de su tranquilo bienestar?\u201d. Seguro que la gente le miraba y no con una mirada gratificante. Zaqueo quer\u00eda conocer a Jes\u00fas. Y ocurri\u00f3 lo que suele acontecer siempre que pasa el Se\u00f1or. Toda l\u00f3gica queda descolocada. Los ojos de Jes\u00fas se fijaron en este hombre peque\u00f1o de estatura. Oye pronunciar su nombre: \u201cZaqueo, baja enseguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa\u201d. El coraz\u00f3n de Zaqueo bailaba con espigas y las estrellas del firmamento se agolparon en todo su cuerpo.
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\nMurmuraciones de las que impiden que la vida cambie. Murmuraciones, rivalidades, envidias y poner barreras a la brisa suave de Dios; esos eran algunos de los antisignos del Reino que estaban impidiendo la libertad de este hijo de Dios. Y este hombre ve que su riqueza empieza a hacerse ligera, y siente c\u00f3mo al dejar abierta, de par en par, la puerta de su interior ha pasado con holgura Alguien que ser\u00e1 a partir de ahora su Tesoro, su verdadera Riqueza.
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\nTambi\u00e9n salpica a Jes\u00fas su propia actuaci\u00f3n: \u201cHa entrado a hospedarse en casa de un pecador\u201d. Sigue afirmando Dolores Aleixandre que: \u201cSobre esas sombras, brilla, c\u00e1lidamente la actitud de Zaqueo, su apresuramiento gozoso, su alegr\u00eda, la explosi\u00f3n de su generosidad: Doy la mitad de mis bienes a los pobres y, si en algo he defraudado, devuelvo cuatro veces m\u00e1s<\/em>\u201d.
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\n\u00a1Oh, dichoso encuentro el de Zaqueo y Jes\u00fas, Jes\u00fas y Zaqueo! \u00a1Oh, dichoso encuentro en el que una criatura bendita de Dios ha recuperado su verdadera identidad gracias al Hijo del Hombre y se vive encontrado, salvado y liberado\u00a1.
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\nA partir de ahora se desencadenar\u00eda una vida centrada en Dios y en el amor al pr\u00f3jimo como a uno mismo. Una existencia caracterizada por la transparencia, la honestidad, la luminosidad que aporta la Luz de la Vida y gusta internamente la vida a la que le invit\u00f3 Jes\u00fas, el Cristo.
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\nZaqueo\u00a0 ha encontrado lo que vale la pena en la vida, eso por lo que se puede aventurar toda la existencia. Ha hallado aquello por lo que se pueden dejar de lado otras cosas, a lo que hay que decir claramente \u201cno\u201d. Desde ahora la vida de Zaqueo girar\u00e1 desde la l\u00f3gica del Reino de los cielos, ese Tesoro cuya inmensa val\u00eda hace que todos los bienes que se poseen se vendan o se distribuyan entre los pobres. Zaqueo abri\u00f3\u00a0 su coraz\u00f3n a \u201cla sabidur\u00eda e inteligencia de Dios\u201d y esto provoc\u00f3 la aplicaci\u00f3n pr\u00e1ctica de la par\u00e1bola del Evangelio: \u201cEl Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegr\u00eda, va a vender todo lo que tiene y compra el campo\u201d (Mt 13.44). Sin lugar a dudas a Zaqueo no le sucedi\u00f3 aquello que, seg\u00fan el poeta, ocurre al necio al \u201cconfundir el valor con el precio\u201d.
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\nPodemos ver, al d\u00eda siguiente a Zaqueo replanteando su trabajo, su econom\u00eda,\u00a0 su situaci\u00f3n familiar, su vida relacional\u00a0 y su compromiso congruente con los pobres, los humillados y ofendidos de los que \u00e9l tuviera conciencia.
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\nAhora hab\u00eda descubierto un territorio nuevo en su coraz\u00f3n en el que se le ha mostrado Aquel que da consistencia a todo, percibido como un T\u00fa Misericordioso. Al volver los ojos a Jes\u00fas y su Buena Noticia,Zaqueo trascendi\u00f3 la espesura de lo que se impone como realidad agresiva y se dej\u00f3 afectar de modo pr\u00e1ctico, din\u00e1mico, alegre y creativo de lo que ha sido un regalo, una donaci\u00f3n\u00a0 gratuita del Amor\u00a0para colaborar con Dios en aliviar otras esclavitudes y sufrimientos.
\n <\/p>\n\n- La mujer pecadora: el milagro de no juzgar <\/strong>(Lc 7, 40-60)<\/li>\n<\/ol>\n
\nUna mujer. En el juda\u00edsmo la mujer era inferior al var\u00f3n. Tan era as\u00ed, que todo jud\u00edo ten\u00eda que dar gracias a Dios, en la oraci\u00f3n de la ma\u00f1ana: \u201cpor no haberme creado mujer\u201d. Y la mujer le respond\u00eda bajando la voz: \u201cBendito sea el Se\u00f1or, que me ha creado seg\u00fan su voluntad\u201d.
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\nLa\u00a0 mujer viv\u00eda retirada. En el Templo pod\u00eda llegar s\u00f3lo hasta el vest\u00edbulo. Tampoco pod\u00eda tomar la palabra en la sinagoga. La mujer sorprendida en adulterio era condenada a muerte por lapidaci\u00f3n p\u00fablica. Su palabra era poco cre\u00edble, de ah\u00ed que no pudiera ser testigo en los tribunales. En definitiva ser mujer era no contar apenas en la vida social ni religiosa de la \u00e9poca. Pero, si adem\u00e1s resultaba que la mujer era considerada pecadora \u00bfqu\u00e9 se pod\u00eda hacer?
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\nLos pecadores formaban un sector de la sociedad marginado, proscrito, despreciado. En aquella sociedad jud\u00eda, la condena moral o religiosa se concretaba pr\u00e1cticamente en una marginaci\u00f3n social. Los llamados pecadores sufr\u00edan la exclusi\u00f3n social,\u00a0 adem\u00e1s de la condena moral.
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\nEl acercamiento de Jes\u00fas a los pecadores es un estilo de ser y de actuar.\u00a0 Su acogida a los pecadores, excluidos por todos los hombres, sin esperanza, es un rasgo t\u00edpico que da un significado profundo a toda su actuaci\u00f3n.
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\nJes\u00fas es un hombre que supera toda clase de barreras y prejuicios; se adentra hasta los niveles m\u00e1s profundos de sus vidas donde viven el drama de la condena, el aislamiento y la imposibilidad de salvaci\u00f3n. Jes\u00fas no se acerca como quien examina el pecado del pecador o pecadora, sino como un amigo, ofreci\u00e9ndoles, en primer lugar, su amistad y su comprensi\u00f3n, convencido plenamente de que los pecadores pueden llegar a acoger la salvaci\u00f3n de Dios antes que aquellos piadosos fariseos que apoyan su futuro en la observancia cuidadosa de la ley: \u201cEn verdad os digo, los publicanos y las prostitutas llegan antes que vosotros al Reino de Dios\u201d(Mt 21, 31)
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\nCon estos presupuestos nos situamos en la casa de un fariseo, de nombre Sim\u00f3n. Un var\u00f3n correcto seg\u00fan la ley, equilibrado y duro ante el pecado. Es acogedor y amable con su invitado Jes\u00fas y al mismo tiempo queda sorprendido con la llegada de aquella mujer que se deshace en bendici\u00f3n hecho amor concreto al ungir con perfume los pies del Salvador, porque quiz\u00e1s en su mirada vio barruntarse el milagro del no juzgar. Un hurac\u00e1n de agradecimiento y de emoci\u00f3n.
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\nLas l\u00e1grimas de quien se siente protegida nos lleva a pensar en nuestra Iglesia, s\u00ed, la Iglesia de nuestros d\u00edas, en esta sociedad acelerada con el progreso y el consumismo, que descuida la interiorizaci\u00f3n y la reflexi\u00f3n. Una\u00a0 Iglesia que tiene que ser, como exhortaba Juan Pablo II en Ecclesia<\/em>in Europa,<\/em>\u00a0 \u201cla Iglesia de las bienaventuranzas\u201d. Una Iglesia que en el trabajo pastoral cotidiano ha de considerar que al no tener todas las respuestas, s\u00f3lo le queda revelar y compartir la compasi\u00f3n y el amor, la pasi\u00f3n\u00a0 por Jesucristo y por la humanidad, a todas horas, en comuni\u00f3n con la pasi\u00f3n de Jesucristo con los pobres y oprimidos de este mundo.
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\nVolviendo al relato y la vida de la mujer\u00a0 pecadora, sentimos c\u00f3mo al ser reconocida y valorada por Jes\u00fas, la paz ha vuelto a su alma, a todo su ser; el coraz\u00f3n no le cab\u00eda en el pecho. Es una criatura nueva, ha sido justificada y perdonada delante de todos, y eso ha ocasionado en ella el canto de unmagnificat<\/em> perfumado, un canto de bendici\u00f3n y alabanza; se siente liberada; ha tocado con la punta de sus dedos la vida eterna.
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\nAntoine de Saint Exupery nos cuenta en El Principito<\/em> que \u201clo esencial es invisible a los ojos\u201d. Pues algo similar ocurri\u00f3 aquel d\u00eda. Jes\u00fas con su mirada escrutadora de la dignidad humana, su \u201ccardiagnosia\u201d, vio lo que otros no pod\u00edan ver, porque sus corazones estaban atiborrados de egolatr\u00eda. Jes\u00fas se percat\u00f3 de lo que la Biblia nos expresa como la conciencia de ser siervo in\u00fatil, de ser peque\u00f1as criaturas, y sin embargo, muy amadas y queridas por Dios. Jes\u00fas experiment\u00f3 la encarnaci\u00f3n de \u201cun coraz\u00f3n contrito y humillado\u201d en la persona de aquella mujer, catalogada como pecadora.
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\nSin lugar a dudas lo que el Evangelio desencaden\u00f3 en aquella criatura fue una nueva creaci\u00f3n. Ahora, parafraseando al profeta Ezequiel, ella ser\u00e1 testigo privilegiado del cambio de coraz\u00f3n, lejos de clasificar a las personas con la facilidad y el poco respeto con el que lo hizo Sim\u00f3n, el fariseo: \u201cC\u00f3mo se ve que no sabe quien es esa mujer\u201d.
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\nJes\u00fas la defiende alegando que aquella mujer se hab\u00eda portado con mayor premura y delicadeza que \u00e9l. Ella ir\u00eda de ac\u00e1 para all\u00e1, como una mujer libre. Con seguridad que fue una disc\u00edpula de Jes\u00fas, una misionera del perd\u00f3n y la misericordia de Dios que nos sobrepasa y nos impulsa a una manera de ser que rebosa alegr\u00eda\u00a0 por los cuatro costados.
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\nAhora, mi memoria fraterna me conduce a pensar en Hortensia. Una mujer joven, prostituta en las inmediaciones de un pol\u00edgono industrial de Madrid. Al mismo tiempo, pienso en el equipo de C\u00e1ritas<\/em>que procura que se sientan todas las noches, ella y sus compa\u00f1eras, protegidas, comprendidas, no juzgadas y amadas. Recuerdo el olor a humo, a hoguera cuidadora de alejar el fr\u00edo de la noche, en la ropa de algunos de los componentes de ese grupo de C\u00e1ritas<\/em>.
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\nY todo esto como consecuencia de la experiencia del Dios de Jesucristo y su amor \u201chasta el extremo\u201d. Hortensia reza todas las noches y nos refiere de su Amor como quien la mantiene con vida. Agradece, con l\u00e1grimas en los ojos, la cercan\u00eda de la Iglesia, sin juzgarla, ni a ella ni a sus compa\u00f1eras. Iglesia samaritana que baja a las cunetas de la vida para dar testimonio consecuente del Dios de la Vida.
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\nHortensia quiere dejar esta manera de sobrevivir, pero necesita ayuda, ella tiene miedo. \u00daltimamente tararea una mezcla de Evangelio con las palabras de Jes\u00fas: \u201cNo teng\u00e1is\u00a0 miedo; yo no os dejar\u00e9 hu\u00e9rfanos\u201d y una canci\u00f3n de Pasi\u00f3n Vega, y afirma que esa es ella misma\u00a0 quien tambi\u00e9n quiere beberse las calles: \u201c…ella nunca dice que no, es la esclava de su se\u00f1or y el mundo se le viene encima. Mar\u00eda no tiene calor en la sangre. Mar\u00eda se apaga y no lo sabe nadie… Mar\u00eda so\u00f1aba con ser princesa de los cabellos de oro y la boca de fresa… Mar\u00eda se fue una ma\u00f1ana sin decir nada. Mar\u00eda ya no tiene miedo. Mar\u00eda empieza de nuevo\u201d.
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\nEl d\u00eda despu\u00e9s, la mujer pecadora del Evangelio acogi\u00f3 un modo diferente de estar en la vida, una \u201cmanera de sentir e interpretar el mundo\u201d. Esta mujer sencilla de coraz\u00f3n entendi\u00f3 las cosas del Reino que otros sabios y entendidos no ve\u00edan (Mt 11,25), ella entendi\u00f3 la Misericordia. Con certeza que esta mujer no trafic\u00f3 con Dios para asegurarse la vida, al contrario, su coraz\u00f3n limpio la llevar\u00eda por caminos de la vida con una sensibilidad que facilitar\u00eda el seguimiento y el discipulado de Jes\u00fas.\u00a0 \u00a1Qu\u00e9 gran lecci\u00f3n para los j\u00f3venes y los adultos de hoy!
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\nEn esta mujer se han desencadenado, al un\u00edsono, la misericordia y la justicia en el mundo concreto que le correspondi\u00f3 vivir con sus trampas y amenazas; un trabajo dif\u00edcil y no exento de riesgos. Tarea suya ser\u00eda acreditar nuestra fraternidad, pues tenemos un Padre com\u00fan, y que se santifique el Nombre sagrado de Dios en un mundo en el que acechaba la constante tentaci\u00f3n de la mentira.
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\nHabr\u00e1 que revisar y llevar a cabo el sano ejercicio de la autocr\u00edtica en nuestros quehaceres pastorales para ver c\u00f3mo se conjugan en la vida cristiana, en nuestros trabajos misioneros y evangelizadores, as\u00ed como en nuestras comunidades o grupos de vida, la oraci\u00f3n y el compromiso cristiano, la contemplaci\u00f3n y el trabajo por la justicia, y que lleven\u00a0 al perd\u00f3n, la\u00a0 misericordia, la comprensi\u00f3n y la libertad para la que nos libert\u00f3 Cristo.
\n <\/p>\n\n- Bartimeo: Se le abrieron los ojos del coraz\u00f3n <\/strong>( Mc.10,46-52)<\/li>\n<\/ol>\n
\u00a0<\/strong>
\nPor la ciudad de Jeric\u00f3; ciudad del lujo y de la \u201cbuena vida\u201d, pasa Jes\u00fas de Nazaret en direcci\u00f3n a Jerusal\u00e9n donde le espera el cumplimiento de la voluntad del Padre. Le acompa\u00f1a bastante gente y sus disc\u00edpulos algo remisos en el verdadero significado de la subida a Jerusal\u00e9n. La multitud dificulta el encuentro de Jes\u00fas y Bartimeo, un mendigo ciego que estaba sentado a la vera del camino.
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\nBartimeo pobre e invidente est\u00e1 envuelto en su manto, incapaz, marginado, fuera de la vida que hay en todo camino. Este hombre grita y suplica con una honda fe en Jes\u00fas. Y Jes\u00fas se detiene ante la sencillez y la bondad de aquella s\u00faplica; una voz que indica limpieza de coraz\u00f3n en esa criatura que clama. La gente le dice de parte de Jes\u00fas: \u201c\u00e1nimo, lev\u00e1ntate, te llama\u201d. \u00c9l salta de gozo y alegr\u00eda; se le abre el mar inmenso de la esperanza y la confianza.
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\n\u201cQu\u00e9 quieres que te haga\u201d, le pregunta Jes\u00fas. Bartimeo le confiesa que quiere ver, y se lo dice llamando a Jes\u00fas como \u201cMaestro\u201d. Podemos sentir la dicha de aquel lugar al escuchar de Jes\u00fas: \u201c\u00a1Ve, tu fe te ha curado!\u201d.
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\nAquel mismo d\u00eda y el d\u00eda despu\u00e9s, Bartimeo empez\u00f3 a ver el mundo de otro modo. Todo estaba te\u00f1ido de otro color. Miraba con ojos sanados en la amistad de Jes\u00fas. La realidad, aun siendo la misma, se encontraba repleta de la luz de Dios. La mendicidad y la recuperaci\u00f3n de la vista hicieron que ese hombre transformara en un enorme potencial de vida lo que antes era noche cerrada, sin luz de luna.
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\nDe la mano de Bartimeo os quiero relatar lo que desencaden\u00f3 el evangelio en la vida de Luisa, una mujer que viv\u00eda en su instalaci\u00f3n particular ajena a Dios. Viv\u00eda \u201cmuy bien\u201d; ten\u00eda de todo;\u00a0 trabajaba impartiendo clases de econom\u00eda en la c\u00e1tedra de una Universidad espa\u00f1ola. Disfrutaba de una buena situaci\u00f3n social.\u00a0 Sin embargo no ve\u00eda lo esencial de la vida. Su coraz\u00f3n buscaba algo m\u00e1s, pero no ten\u00eda experiencia de fe.
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\nUn d\u00eda exacto de Navidad, se encontr\u00f3 con el Enmanuel (Dios con nosotros), y a trav\u00e9s de la participaci\u00f3n en las eucarist\u00edas en una parroquia de Legan\u00e9s; la escucha de la Palabra; el compromiso cristiano con los m\u00e1s pobres y la atenci\u00f3n respetuosa a su persona y sus proyectos,\u00a0 sus ojos empezaron a ver\u00a0 de otra forma. Ella tambi\u00e9n arroj\u00f3 el manto que la ten\u00eda ensimismada. El otro personaje es Ces\u00e1reo; un mendigo, sin techo desde hac\u00eda mucho tiempo; alcoh\u00f3lico; pero teniendo a Dios como su mejor amigo.
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\nEl encuentro de Luisa con Ces\u00e1reo hizo que esta mujer, despu\u00e9s de un proceso personalizado, comenzara a mirar con la mirada amiga de Jesucristo. Luisa se dedic\u00f3 al cuidado de este hombre durante bastantes meses, siempre en equipo. En la actualidad, Ces\u00e1reo vive rehabilitado. Luisa, por su parte, tras un periodo de discernimiento, se puso en contacto con una Congregaci\u00f3n Religiosa que atiende a los m\u00e1s pobres. Vive entregando su vida al servicio de los dem\u00e1s como buena disc\u00edpula del \u201cMaestro\u201d de Nazaret, en la Rep\u00fablica Democr\u00e1tica del Congo.
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\nBendito sea Dios que nos busca por los caminos, que escucha nuestra s\u00faplica y nos hace ver con su Luz el \u201cespesor de lo real\u201d.
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\nConclusi\u00f3n<\/strong>
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\nJes\u00fas tiene un don de vida capaz de dar sentido a toda vida terrena, por\u00a0 muy desfavorecida o privilegiada que \u00e9sta pueda ser. Cuando uno se acerca a Jes\u00fas quiz\u00e1 lo haga porque piensa que, al fin y al cabo, mal no le har\u00e1 y tal vez le haga sentir mejor; otros vendr\u00e1n a \u00e9l conscientes\u00a0 de que sus vidas son un desastre, quiz\u00e1 un desastre demasiado grande para abrigar esperanzas, El modo como ha tratado a Daniel, a Zaqueo, a la mujer pecadora, a Hortensia, a la samaritana, a Bartimeo,… nos indica que ofrece vida a todas las personas, y de modo especial a aquellos hijos e hijas de Dios que menos vida tienen y la esclavitud, el desierto, la explotaci\u00f3n o la marginaci\u00f3n\u00a0 se han cebado en ellos.
\n
\nNos alegramos y bendecimos a Dios por nuestros hermanos y hermanas que han sido y son para nosotros, y para nuestro pueblo, un don de Dios. Ellos y ellas nos siguen ense\u00f1ando que el deseo de Jes\u00fas \u201che venido para que teng\u00e1is vida y vida en abundancia\u201d (Jn 10,10), se materializa cada d\u00eda y es fuente de libertad, justicia y felicidad.
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\nEl d\u00eda despu\u00e9s del encuentro con el Evangelio sigue desencadenando un modo de estar en la vida contando, sin lugar a dudas, con Cristo en Getseman\u00ed, como bien acreditan cada d\u00eda con su vida tantos hombres y mujeres desgastando su existencia\u00a0 y entreg\u00e1ndola hasta las \u00faltimas consecuencias por\u00a0cargar con la cruz propia y de los dem\u00e1s, siguiendo a Jesucristo Crucificado y Resucitado, poni\u00e9ndose a todas horas de parte de los m\u00e1s d\u00e9biles.
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\nLa novedad del Evangelio es vivir con ternura y pasi\u00f3n por toda la creaci\u00f3n, particularmente por el ser humano, con la conciencia de que ha sido creado \u201ca imagen y semejanza de Dios\u201d. Es tener una mirada limpia, resucitada y resucitadora ante todas las cosas, acontecimientos y personas.\u00a0 Impulsados, desde la encarnaci\u00f3n en este mundo y la vida en fraternidad, queriendo a nuestra Iglesia, y saliendo a los caminos de la vida al encuentro con el Rostro de Cristo, como \u00e9l sol\u00eda hacer, buscando los \u201camores quebrantados\u201d, los \u201cheridos de la vida\u201d. Llevando en fr\u00e1giles vasijas, como somos t\u00fa y yo, el b\u00e1lsamo de la esperanza cristiana que fortalece la fe y la caridad, y da vigor a la acci\u00f3n prof\u00e9tica colaborando y construyendo el bien com\u00fan y la solidaridad.
\n
\nAl igual que Zaqueo y la mujer pecadora nos dejaron el testigo de una vida llena de sentido en un mundo roto, hoy Daniel, Hortensia y tantos otros van regando los senderos de la existencia con un perfume\u00a0 de\u00a0 belleza y hermosura, la Belleza y la Hermosura de Dios\u00a0 que salva el mundo.
\n
\nLos\u00a0 agentes de pastoral, los j\u00f3venes y quienes nos ocupamos\u00a0 de anunciar al mundo el Evangelio estamos en un momento hist\u00f3rico esperanzador. Dejemos a Dios ser Dios y vivamos en \u00c9l como el centro de nuestra vida, y\u00a0 \u201ctodo lo dem\u00e1s se nos dar\u00e1 por a\u00f1adidura\u201d.<\/p>\nestudios@misionjoven.org<\/p>\n
\nBibliograf\u00eda<\/strong>
\n <\/p>\n\n- B. Metz, El clamor de la tierra. El problema dram\u00e1tico de la teodicea<\/em>, Estella 1999.<\/li>\n<\/ol>\n
Pablo VI, Evangelii<\/em> Nuntiandi<\/em>, Madrid 1995.
\nJuan Pablo II, Ecclesia<\/em> in Europa<\/em>, Madrid 2003.
\nJuan Pablo II, Novo Millenio Ineunte<\/em>, Madrid 2000.<\/p>\n\n- M. Martini, La llamada de Jes\u00fas<\/em>, Narcea, Madrid 1985.<\/li>\n
- Aleixandre y J. J. Bartolom\u00e9, La fe de los grandes creyentes<\/em>, CCS, Madrid 2004.<\/li>\n
- E. Brown, Para que teng\u00e1is vida<\/em>, Sal T\u00e9rrea, Santander 2002.<\/li>\n<\/ol>\n
Congreso Internacional de la Vida Consagrada. Pasi\u00f3n por Cristo, pasi\u00f3n por la humanidad<\/em>, Publicaciones Claretianas, Madrid 2005.<\/p>\n\n- Arriola, Sombras vivas<\/em>, PPC, Madrid 2005.<\/li>\n<\/ol>\n
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