{"id":8916,"date":"2005-09-01T00:00:38","date_gmt":"2005-08-31T22:00:38","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8916"},"modified":"2005-09-01T00:00:38","modified_gmt":"2005-08-31T22:00:38","slug":"encrucijada-y-horizonte-de-la-catequesis-hoy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/encrucijada-y-horizonte-de-la-catequesis-hoy\/","title":{"rendered":"Encrucijada y horizonte de la catequesis hoy"},"content":{"rendered":"

\u00c1lvaro Ginel
\n <\/p>\n\n\n\n
\u00c1lvaro Ginel es Director de la revista CATEQUISTAS<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO
\nDesde una situaci\u00f3n de malestar respecto a la catequesis, sentida por catequistas, responsables de comunidades y destinatarios, el art\u00edculo subraya los aut\u00e9nticos pilares sobre los que debe descansar, la verdadera tarea que debe perseguir (hacer nuevos creyentes) y reflexiona con hondura sobre el quehacer de transmisi\u00f3n de la fe y sobre la identidad del catequista en la comunidad cristiana para llegar a se\u00f1alar el horizonte de un nuevo modelo de catequesis.
\n 
\nEl malestar en la catequesis hoy es evidente. Lo viven los catequistas en su hacer diario y lo manifiestan con expresiones como: \u201cNo s\u00e9 si lo que hago vale para algo. No s\u00e9 qu\u00e9 hacer. No les interesa nada. Los padres no quieren saber nada. Te matas a trabajar y despu\u00e9s de la comuni\u00f3n (o de la Confirmaci\u00f3n) no te queda ni uno\u201d. Lo viven los responsables de la comunidad que no saben tampoco qu\u00e9 hacer y dejan hacer o imponen normas r\u00edgidas en orden a que \u201cal menos sepan algo, aprendan de memoria algo, salgan de la catequesis con algo\u201d porque se presupone que despu\u00e9s de recibir el sacramento que sea, abandonar\u00e1n todo. Lo viven los que est\u00e1n en la catequesis que no se explican muy bien por qu\u00e9 tienen que estar all\u00ed tres a\u00f1os o dos a\u00f1os, con unos horarios nada f\u00e1ciles, si \u201cno hacen nada\u201d, si \u201csiempre es lo mismo\u201d, si \u201cpara aprender lo que aprendemos, en un mes se podr\u00eda hacer\u201d. En un pasado reciente hemos hecho cambios en la catequesis: alargando tiempos<\/em> de preparaci\u00f3n, cambiando los instrumentos<\/em> que nos serv\u00edan para la catequesis (libros y m\u00e9todos). Pero los resultados no son los esperados.
\nEn este momento nos damos cuenta de que hemos hecho retoques, hemos implantado elementos (proceso, tiempos largos…) extra\u00eddos de un modo de hacer catequesis (la iniciaci\u00f3n cristiana) y los hemos trasplantado a nuestro esquema de catequesis que est\u00e1 basado, sobre todo, en el funcionamiento de la escuela. Hoy palpamos que los cambios no nos han aportado lo que esper\u00e1bamos y comenzamos a sospechar que el problema es bastante m\u00e1s global de lo que nos imagin\u00e1bamos.
\nHablamos mucho de mentalidad misionera<\/em>, pero no tenemos claro qu\u00e9 y c\u00f3mo hacer en nuestras comunidades la acci\u00f3n misionera. Sabemos y tenemos experiencia de un tipo y estilo de catequesis, pero no tenemos referencias de c\u00f3mo ser misioneros, es decir, c\u00f3mo hablar de Dios a quien no ha o\u00eddo hablar o a quien oy\u00f3 hablar de Dios y est\u00e1 bautizado, pero no se meti\u00f3 de lleno en la corriente de los seguidores de Jes\u00fas. El profesor J. Gavaert explicitaba esta falta de mentalidad misionera con un ejemplo muy sencillo. Dec\u00eda que cuando recorre el mundo dando conferencias observa que en los pa\u00edses tradicionalmente llamados de misi\u00f3n, los misioneros se frotan las manos cuando despu\u00e9s de una convocatoria a la que asisten 100 personas quedan con 4 o 5 interesados en iniciar un proceso de conocimiento de Jes\u00fas. Y dicen: \u201c\u00a1Han quedado 5!\u201d. Esto mismo, en los pa\u00edses llamados de vieja cristiandad es reflejado as\u00ed: \u201c\u00a1Bah, para 5 que han quedado no vale la pena gastar esfuerzos!\u201d.
\nTenemos que admitir que ning\u00fan camino del Evangelio se hace para siempre ni es para durar siempre. El Evangelio pide caminos cada d\u00eda y en cada \u00e9poca para florecer en medio del mundo. Ahora nos toca buscar caminos… No hace falta comenzar haciendo bien las cosas. Hace falta, como Lucas dice en el cap\u00edtulo 10:
\n– emprender el camino como ovejas entre lobos;
\n– no llevar demasiadas cosas para no concentrar la atenci\u00f3n en defender las cosas que tenemos y olvidar el Mensaje que llevamos;
\n– rebosar paz en el coraz\u00f3n y darla antes de dar los contenidos;
\n– permanecer all\u00ed donde sois acogidos, sin m\u00e1s exigencia; no and\u00e9is buscando lugares de la ceca a la meca;
\n– ser libres para cambiar de lugar si donde estamos no nos sentimos acogidos;
\n– llevar la salvaci\u00f3n a todos, es decir, el mensaje de un Dios que es Padre y quiere que a todos les llegue la Buena Nueva.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Dos pilares b\u00e1sicos para un edificio<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nLos catequistas comenzamos a reflexionar sobre la catequesis desde lo que hacemos<\/em>. La tarea que tenemos en la Comunidad cristiana nos lleva a afrontar los problemas desde la base. Es decir, palpamos la dificultades reales y decimos: \u201cEsto no va\u201d, \u201cesto no s\u00e9 si ser\u00e1 as\u00ed\u201d, \u201chaciendo la catequesis de esta manera me doy cuenta de que hay algo que no funciona…\u201d.
    \nEn lo que hacemos y en c\u00f3mo lo hacemos se condensan muchas y serias realidades que van m\u00e1s all\u00e1 del hacer, por ejemplo, qu\u00e9 es ser creyente hoy, qu\u00e9 imagen de Iglesia presentamos, qu\u00e9 tipo de persona proyectamos con lo que hacemos, qu\u00e9 fe hemos hecho vida en nosotros, no s\u00f3lo que hemos aprendido y tenemos que exponer a los otros… Las dificultades que tenemos en la catequesis no se resuelven con retoques ni con soluciones t\u00e9cnicas. Nuestras dificultades como catequistas son s\u00edntomas que apuntan a realidades profundas y complejas.
    \nSi no tenemos en cuenta las grandes interrogaciones que hay detr\u00e1s de las reales dificultades t\u00e9cnicas que encontramos, corremos el riesgo de afrontarlas y de resolverlas mirando al pasado e intentando reproducirlo en el presente sin que nada, de hecho, cambie. El camino de soluci\u00f3n f\u00e1cil, pero err\u00f3neo, es echar mano de lo que hicieron con nosotros y, con alg\u00fan retoque, volver a ponerlo en vigor. No resultar\u00e1. No nos est\u00e1 resultando. No podemos empe\u00f1arnos es continuar por ah\u00ed.
    \nEl nuevo reto de la comunidad cristiana hoy es que tenemos que engarzar con la Tradici\u00f3n de la comunidad cristiana de siempre para ser fieles a la fe recibida, y, al mismo tiempo, crear el futuro de transmisi\u00f3n de la fe y de proposici\u00f3n de la fe hoy que no hemos vivido. <\/em>Para poder hacer este recorrido necesitamos, como en una obra de ingenier\u00eda s\u00f3lidamente construida, tener algunos pilares donde apoyarnos y donde apoyar la nueva edificaci\u00f3n.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. 1.<\/strong>Dios quiere darse a conocer<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nCreo que es importante que pongamos como punto de partida que Dios quiere darse a conocer. <\/em>No tenemos nosotros m\u00e1s inter\u00e9s que Dios en que haya nuevos creyentes. A veces pensamos que estamos empe\u00f1ados en transmitir la fe s\u00f3lo nosotros o, al menos, nosotros somos los que tenemos mucho inter\u00e9s y Dios, poco o nada… Resolver los problemas de la catequesis es un problema teol\u00f3gico, no s\u00f3lo te\u00f3rico y pr\u00e1ctico. Este pilar lo cambia todo y es central. Si estamos metidos en la evangelizaci\u00f3n de otros es porque Dios quiere ser conocido<\/em>, porque Dios nos env\u00eda a predicar y a evangelizar<\/em> para extender el reino.
      \nEstamos ante un misterio: No entendemos bien por qu\u00e9 Dios quiere darse a conocer y que le conozcamos. No entendemos por qu\u00e9 Dios tiene necesidad de nosotros, de su Iglesia para darse a conocer. \u201cDios quiere vivir con nosotros y compartir la vida. No quiere ser Dios sin nosotros… Es Dios el que quiere darse a conocer. No es cosa nuestra o de la Iglesia. No es propaganda ni campa\u00f1a evangelizadora, ni, menos a\u00fan, recuperar el terreno perdido; ni que la instituci\u00f3n Iglesia soporte mal su marginalizaci\u00f3n actual. Se trata de que Dios nos quiere y quiere vivir con nosotros. Se trata de que Dios se quiere revelar para hacer alianza\u201d<\/a>.
      \nNo hacemos cosas de evangelizaci\u00f3n \u201cporque se nos ocurran\u201d, sino porque hemos recibido una misi\u00f3n, un env\u00edo. Se le ha ocurrido a Dios darse a conocer. Se le ha ocurrido a Dios encomendarnos esta misi\u00f3n y enviarnos a anunciar el Reino de Dios. A nosotros se nos pide tratar \u201calgo que no es nuestro\u201d, que es \u201cmisterio\u201d, que es de Dios. Al misterio nos aproximamos con la escucha de la Palabra de Dios. Una escucha nueva, desde estar situados en nuestras coordenadas hist\u00f3ricas. Tenemos que escuchar a Dios antes de escuchar nuestras razones, nuestras ideas y tambi\u00e9n antes de escuchar a los \u2018t\u00e9cnicos\u2019 de la comunicaci\u00f3n. Tenemos que escuchar a Dios para aprender c\u00f3mo Dios quiere que le anunciemos, porque la idea ha partido de \u00e9l.
      \n 
      \n1.2.<\/strong>Ser persona creyente<\/strong>
      \n 
      \nSi la idea de anunciar parte de Dios y \u00e9l tiene protagonismo por ser el inicio de la acci\u00f3n evangelizadora, el segundo aspecto a considerar es c\u00f3mo se entiende la persona que acepta la misi\u00f3n de anunciar, c\u00f3mo es, c\u00f3mo se entiende a s\u00ed misma la persona que dice \u201ccreo\u201d, \u201cestoy de acuerdo contigo y entro en esta din\u00e1mica de ser creyente\u201d. Si Dios nos busca para comunicarse, para revelarse, para entablar alianza con nosotros, para mantener un di\u00e1logo con nosotros es para que realmente podamos desarrollar que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26-27). \u00a1Cada persona es capax Dei!<\/em> Capaces de estar t\u00fa a t\u00fa con Dios. Toda persona tiene capacidad de ser interlocutor de Dios. No se pide a nadie nada imposible cuando se le anuncia a Dios.
      \nHay un pasaje de la Carta a los Hebreos que es fascinante: Por fe obedeci\u00f3 Abrah\u00e1n a la llamada de salir hacia el pa\u00eds que habr\u00eda de recibir en herencia; y sali\u00f3 sin saber ad\u00f3nde iba. Por fe se traslad\u00f3 como forastero al pa\u00eds que el hab\u00edan prometido y habit\u00f3 en tiendas con Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa. Pues esperaba una ciudad construida sobre cimientos cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hb 11,8-10).<\/em>
      \nAbrah\u00e1n es \u201cpadre de los creyentes\u201d (Rom 4,18) y lo que vemos en \u00e9l es una persona que se pone en marcha, que se f\u00eda de Alguien. Abrah\u00e1n parte no porque se le ocurre, sino porque Alguien le lanza a una aventura. Para Abrah\u00e1n ser y realizar su vida es aceptar el riesgo de partir, de emprender una aventura. Para Abrah\u00e1n, creer es caminar y caminar es creer. Para Abrah\u00e1n caminar y creer no es poseer una f\u00f3rmula de algo o de Alguien (o a algo o a Alguien en f\u00f3rmula). Creer es emprender una larga marcha. Decir s\u00ed a Dios, decir \u201ccreo en Dios\u201d es, ante todo, emprender un camino de dinamismo y de relaci\u00f3n y es aceptar que me realizo personalmente, soy el que tengo que ser, lanz\u00e1ndome a esta aventura. Realizaci\u00f3n personal y fe son inseparables y son plenificadores. Son fuente de felicidad personal.
      \nLa fe del Padre de los creyentes es obediencia. Se acepta a Dios obedeciendo a Dios que nos lanza a emprender una marcha. Se \u201centiende a Dios\u201d obedeciendo a Dios. Se \u201centiende\u201d a Dios en el camino emprendido, en la aventura inaugurada y aceptada en la que \u00e9l nos meti\u00f3. La marcha, el camino o trayecto a recorrer, el lanzarse a la aventura que Dios pide, es a la vez fe y forma de realizaci\u00f3n personal. Ser persona creyente incluye un aspecto de riesgo o apuesta personal fiados en Dios porque no se te dan demasiados detalles para llegar a la meta. Todo se aprende caminando. Todo se vislumbra caminando. El kil\u00f3metro siguiente depende del kil\u00f3metro presente.<\/em> Con todo el saber del mundo sobre Dios y sobre la fe es posible que no exista fe. Abrah\u00e1n no se pone en marcha porque sepa, sino a pesar de que no sabe. Aprende lo que es Dios y lo que es fiarse en Dios, fi\u00e1ndose en Dios, caminando hacia la tierra que se le mostrar\u00eda.
      \nLa fe de Abrah\u00e1n se enmarca y se junta en una \u00fanica existencia humana. La historia de Abrah\u00e1n no es algo a lo que se a\u00f1ade la fe en Dios. Es tal historia porque ha aceptado ponerse en marcha y aceptar a Dios en su vida. Ser creyente y ser persona coinciden en un dinamismo tal que podemos decir que ser persona es ser creyente y ser creyente es ser persona
      <\/a>. Creer no se reduce a saber cosas, o a tener afirmaciones en la cabeza. Creer es afrontar continuamente la existencia y la propia historia fiados en Dios, a\u00fan cuando lo que nos acontezca parezca que no puede venir de Dios. Es la experiencia de Abrah\u00e1n. \u201cPor la fe, sometido a prueba Abrah\u00e1n, beneficiario de la promesa, ofreci\u00f3 a Isaac, su \u00fanico hijo, eso que le hab\u00eda hecho esta promesa: Isaac continuar\u00e1 tu descendencia; pues pens\u00f3 que Dios tiene poder para resucitar de la muerte. Y as\u00ed lo recobr\u00f3 como un s\u00edmbolo\u201d (Hb 11,17-19). Este pilar de la fe es importante. La manera que entendamos y vivamos la fe ser\u00e1 orientaci\u00f3n para transmitir la fe. La manera como entendamos qu\u00e9 es ser creyente nos ayudar\u00e1 a formar a los nuevos creyentes.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. La tarea: \u201chacer\u201d nuevos creyentes <\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \n\u201cLa Iglesia existe para evangelizar, para llevar la Buena Noticia a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad\u201d (DGC 46). Este mandato del Se\u00f1or de anunciar, de hacer disc\u00edpulos, de ser testigos (Mc 16,15; Lc 22,19) es tarea y es misi\u00f3n. No nos interrogamos por la catequesis porque somos \u201cprofesionales\u201d de la catequesis sino porque somos enviados<\/em>. No queremos que las cosas cambien porque no tenemos los \u00e9xitos programados como \u201cempresa\u201d de evangelizaci\u00f3n, sino porque somos unos \u201cenviados\u201d a la vi\u00f1a del Se\u00f1or.
        \n 
        \n2.1. Darnos cuenta de la tierra que pisamos<\/strong>
        \n 
        \nA Mois\u00e9s, cuando se le llama para encomendarle una tarea, la vocaci\u00f3n de conducir al pueblo de la esclavitud de Egipto hacia la libertad, se le pide que se descalce, que se quite lo que le da seguridad al caminar, \u201cporque la tierra que pisa es terreno sagrado\u201d (Ex 3,5). Dios est\u00e1 donde est\u00e1 la realidad que nos interroga. Est\u00e1 all\u00ed donde nosotros creemos que no est\u00e1 y donde no vemos los frutos que esperamos o donde percibimos que \u201clas cosas no marchan\u201d. La tierra que pisamos, la realidad catequ\u00e9tica que a veces nos descorazona es \u201cnuestra tierra sagrada\u201d y el lugar donde escuchamos: \u201cdesc\u00e1lzate, porque la tierra que pisas es sagrada\u201d.
        \nAcercarnos a Dios y a su misterio exige descalzarnos. Sin ese ejercicio de quitarnos algo nuestro no es posible acercarnos a la realidad y en ella percibir a Dios. A los disc\u00edpulos se les env\u00eda <\/em>a predicar recomend\u00e1ndoles que no lleven nada (Mc 6,8)<\/em>. Lo que tenemos, lo que nos da seguridad es impedimento para descubrir la realidad que tenemos que transformar. O, de otra manera, para transformar la realidad algo nuestro tiene que ser transformado.
        \nLa tarea de la nueva catequesis comienza por \u201casombrarnos\u201d y descubrir a Dios en la realidad. Muchas veces la realidad nos descorazona y creemos que all\u00ed es justamente donde Dios no est\u00e1. Todos tendemos a decir que \u201cnecesitamos determinadas cosas\u201d para nuestra tarea de evangelizaci\u00f3n. Necesitamos libros, espacios, materiales, tiempo… Nos decimos que \u201chabr\u00eda que hacer, los destinatarios tendr\u00edan que ser, la comunidad tendr\u00eda que cambiar\u201d… Nos quejamos de que no podemos dar el programa porque no saben… Tenemos como \u201cadquirida y asumida\u201d una manera de hacer, de desarrollar la catequesis y que no nos saquen de ah\u00ed… Por ejemplo, muchos manuales comienzan anunciando que Dios es Padre nuestro que nos quiere mucho. Y es verdad. Pero \u00bfes ese el principio? \u00bfNo ser\u00e1 el principio una pregunta por qui\u00e9n soy yo antes de una afirmaci\u00f3n de qui\u00e9n es Dios? Descubrir la interpelaci\u00f3n de Dios hoy a los que llama implica descalzarse, dejar algo que llevamos puesto.
        \nLa zarza desde la que Dios nos llama e interpela es hoy como ayer tierra sagrada.<\/em> Las interrogaciones que tenemos, los miedos que nos acosan… son llamas de una zarza donde Dios habla y est\u00e1. Asumir la realidad sin hundirnos, analizarla, rezarla, intentar cambiarla es ver a Dios. Cuando las cosas son s\u00f3lo nuestras, nos pasar\u00e1 como a las mujeres que van al sepulcro. Van comentando sus dificultades: \u201c\u00bfqui\u00e9n nos remover\u00e1 la piedra?\u201d (Mc 16,3). No imaginaban que lo que para ellas era dificultad, Dios lo hab\u00eda transformado ya en signo de revelaci\u00f3n. La losa estaba removida y encima de ella un \u00e1ngel que les esperaba con lo que ellas no esperaban.
        \n 
        \n2.2. Nosotros tenemos una tradici\u00f3n<\/strong>
        \n 
        \nA lo largo de la historia, la Iglesia ha tejido una tradici\u00f3n de transmisi\u00f3n de la fe. No siempre ha sido igual. Nosotros nos debemos a una cuyas ra\u00edces hay que ponerlas en el concilio de Trento. Con diferentes matices y retoques, la tradici\u00f3n de la catequesis actual naci\u00f3 en la Reforma del concilio de Trento y ha dado sus frutos durante cinco siglos largos. Podemos decir que nosotros somos creyentes formados en esa tradici\u00f3n de transmisi\u00f3n de la fe. El problema que tenemos planteado es si la forma y estructuraci\u00f3n como se nos ha transmitido la fe a nosotros es la que tenemos que mantener, retocar o abandonar. Todo apunta a que la tenemos que abandonar progresivamente porque ya no es v\u00e1lida. Tanto ha cambiado el mundo en el que se nos pide confesar al Dios de Jes\u00fas.
        \nNo se quiere decir que tenemos que abandonar la transmisi\u00f3n de la fe sino una forma de transmisi\u00f3n de la fe. Por la expresi\u00f3n \u201ctransmisi\u00f3n de la fe\u201d es posible que alguno entendiera un acto de dar: yo tengo la fe y te la doy; yo te doy lo que tengo y t\u00fa no tienes.<\/em> Esta forma de entender la transmisi\u00f3n de la fe no tiene consistencia teol\u00f3gica pues la fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por \u00c9l. Nadie da la fe a nadie.
        \nSe entiende tambi\u00e9n la transmisi\u00f3n de la fe como una acci\u00f3n para ayudar al sujeto a prestar atenci\u00f3n, a tomar conciencia y a consentir a una Presencia con la que ese sujeto ha sido ya agraciado: esa Presencia originante de Dios y de su gracia que hace de \u00e9l un sujeto creado a imagen de Dios y dotado de una fuerza divina de atracci\u00f3n que le inscribe en el horizonte sobrenatural de la gracia. Transmitir la fe es, fundamentalmente, educar a la persona en la experiencia de Dios presente en su interior, provocando en ella la adhesi\u00f3n de la fe y la experiencia de esa adhesi\u00f3n
        <\/a>.
        \nDesde esta manera de entender la transmisi\u00f3n, la fe no es \u201calgo\u201d que se da a otro. Hay que pensar m\u00e1s bien en una acci\u00f3n educativa intencionada que parte de una confesi\u00f3n de fe: en lo m\u00e1s \u00edntimo de cada persona hay un \u201csoplo, aliento, huella de Dios\u201d. La Biblia narra la creaci\u00f3n del ser humano como \u201carcilla en la que Dios infunde soplando en su nariz aliento de vida\u201d (Gen 2,7). Desde esta narraci\u00f3n reveladora de la relaci\u00f3n Dios \u2013 individuo, hay una huella de presencia de Dios en cada persona. Transmitir la fe es poner al sujeto en camino hacia la huella o presencia divina que ya existe en \u00e9l, pero no ha descubierto ni ha aceptado conscientemente.
        \nHablamos hoy de iniciaci\u00f3n cristiana <\/em>o de iniciaci\u00f3n en la vida cristiana. <\/em>Tiene grandes coincidencias con la manera de entender la transmisi\u00f3n de la fe formulada por Mart\u00edn Velasco. La iniciaci\u00f3n cristiana es un proceso organizado y con etapas por el cual el individuo que busca a Dios consciente y libremente llega a ser hijo de Dios por el Bautismo. Es un proceso de nacimiento a una vida nueva, a una manera nueva de entenderse a s\u00ed mismo como persona y de vivir que no se ha inventado ella misma, sino que acepta como don y posibilidad que viene de fuera: del Esp\u00edritu a trav\u00e9s de la Iglesia, comunidad de creyentes.
        \n <\/p>\n