\nAndrea Fontana es Director del Centro Catequ\u00edstico \nDiocesano de Tur\u00edn.<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n \nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO \nAgradecemos a nuestra revista hermana Catechesi<\/em><\/strong> la disponibilidad para publicar este interesant\u00edsimo art\u00edculo que sit\u00faa y debate el problema fundamental de la pastoral actual: recuperar la capacidad de \u201chacer cristianos\u201d, de construir la comunidad. El problema de la iniciaci\u00f3n cristiana implica situarse en una nueva visi\u00f3n del mundo, de la vida y de la religi\u00f3n, precisamente en la que representa Jesucristo. S\u00f3lo partiendo de Jesucristo es posible recuperar el fundamento de la fe cristiana. \n \nMucho se habla y se escribe actualmente sobre la iniciaci\u00f3n cristiana, <\/em>a pesar de encontrarse reducida en muchas di\u00f3cesis a una simple operaci\u00f3n de \u201cmarketing\u201d. Esperando que la historia nos obligue a tomarla en serio y a comprender c\u00f3mo funciona; voy a intentar presentar algunas consideraciones en esta \u00e9poca de desorientaci\u00f3n y profundo cambio en la pastoral de nuestras iglesias. \nAbordar\u00e9 puntos cruciales que podr\u00edan escandalizar a algunos o dejar indiferentes a otros, si no logran entender sus decisivas consecuencias con miras a la pervivencia del cristianismo en Europa como forma hist\u00f3rica de adhesi\u00f3n a la persona de Jes\u00fas de Nazaret, el Hijo de Dios, muerto y resucitado para abrir a la humanidad un camino de salvaci\u00f3n, que va m\u00e1s all\u00e1 de las religiones y pol\u00edticas y m\u00e1s all\u00e1 tambi\u00e9n de los sentimentalismos y las instituciones. \nEs probable que, al no estar todos de acuerdo, se abra el debate. Ser\u00eda un gran resultado, pues no quiero escribir para escandalizar ni para herir, sino \u00fanicamente para eso: para abrir un debate, que espero resulte sereno y con amplitud de miras, por encima de las seguridades que defendemos celosamente porque, como cualquier seguridad, son un apoyo s\u00f3lido y una garant\u00eda. \n <\/p>\n\n- Ya no estamos en r\u00e9gimen de cristiandad<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\u00a0<\/strong> \nEmpiezo por afirmaciones compartidas: \u201cYa no estamos en r\u00e9gimen de cristiandad\u201d. <\/em>Lo dice todo el mundo: soci\u00f3logos, obispos y sacerdotes. Es evidente que en el mundo en que vivimos perduran muchas formas religiosas: todas ellas con la buena intenci\u00f3n de salvar al hombre…; algunas permanecen por intereses econ\u00f3micos, otras por fanatismo y otras para defender el patrimonio cultural del pasado. Sea como fuere, todas garantizan cierta tranquilidad frente al misterio de la vida y del mal, de la violencia y de los miedos existenciales. El hombre no puede prescindir de formas religiosas.<\/em> Si las eliminamos de nuestras iglesias, volver\u00e1n por la televisi\u00f3n, por la pol\u00edtica o por los grupos espont\u00e1neos, ya que son refugio, puerto, punto de referencia. \nLos extremismos fundamentalistas son la franja m\u00e1s clamorosa del fen\u00f3meno religioso: anidan en cualquier religi\u00f3n para ofrecer un baluarte contra la huida hacia la modernidad o el cambio. No es verdad que las grandes religiones \u2013juda\u00edsmo, cristianismo, islamismo- condenen tales actitudes… S\u00ed, condenan de palabra los fundamentalismos y las nostalgias del pasado, pero, en alguna de ellas, son necesarios para contrarrestar los impulsos hacia un cambio que asusta, elimina seguridades y amenaza a quien detenta el poder. \nNo obstante, mi pregunta no se refiere al an\u00e1lisis de la situaci\u00f3n, sino a \u201cpor qu\u00e9\u201d<\/em> no estamos ya en r\u00e9gimen de cristiandad. \u00bfPor qu\u00e9 hoy afirman muchas personas que es lo mismo una religi\u00f3n que otra y que, por lo tanto, no hace falta tener una…? \u00bfPor qu\u00e9 se han derrumbado las pertenencias institucionales a la iglesia cat\u00f3lica (escasez de vocaciones, faltas de asistencia a la misa dominical, rechazo de ciertas reglas morales…)? \u00bfPor qu\u00e9 proliferan sectas y magos que prometen para\u00edsos f\u00e1ciles y sorprendentes curaciones de todo mal? En mi opini\u00f3n, las causas son tres: \n– Se ha perdido la identidad cristiana.<\/em> \u00bfQu\u00e9 es el cristianismo? \u00bfUna fe en Jesucristo que orienta la vida, cambia a las personas y produce una agrupaci\u00f3n? \u00bfO es una religi\u00f3n compuesta de pr\u00e1cticas tranquilizadoras, mixturas supersticiosas y ritos rutinarios que expresan con sublimidad los instintos humanos de asociaci\u00f3n, solidaridad y paz universal…? No estoy seguro de que quienes se confiesan cat\u00f3licos tengan la intenci\u00f3n de adherirse a Jesucristo para hacer viva su memoria y encontrar hoy su presencia mediante formas adecuadas a los tiempos y esperar la plenitud de la resurrecci\u00f3n prometida, o que no quieran, m\u00e1s bien, adherirse a una religi\u00f3n que se identifica con la cultura occidental del pasado y con las seguridades que ofrece una tradici\u00f3n que se expresa en el arte y en la pol\u00edtica, en el quehacer diario y en las seguridades garantizadas. \n– En consecuencia, la generaci\u00f3n adulta no transmite el Evangelio a sus hijos, <\/em> sino una religi\u00f3n que se basa en el sentido com\u00fan y en las expectativas personales: muchos padres afirman que son incapaces de contar a sus hijos con claridad la historia de Jes\u00fas, porque ignoran su significado y consecuencias. Sin embargo, mandan a sus hijos al catecismo mientras son peque\u00f1os porque, de todos modos, el catecismo les procura hijos obedientes, que no dicen mentiras y con los que se pueden celebrar aquellas dos o tres fiestas de la infancia que re\u00fanen a la familia con motivo del Bautismo, de la Primera Comuni\u00f3n y de la Confirmaci\u00f3n. Pero luego ya sabemos que, hechas tales cosas, se ha cumplido con una tradici\u00f3n y ah\u00ed queda todo. La adhesi\u00f3n es meramente formal, la participaci\u00f3n es en funci\u00f3n de los gestos que hay que realizar (hacer como los dem\u00e1s). El resultado es una vida fundamentalmente honrada y respetuosa con las tradiciones institucionales. \n– Por eso, o no se ve o se teme actualizar el orden del d\u00eda sobre los verdaderos problemas que hoy plantea la vida cristiana,<\/em> porque la fe en Jesucristo quedar\u00eda despojada del sugestivo y cautivador contorno que se ha ido depositando sobre el Evangelio con el paso del tiempo. \nEn efecto, la tradici\u00f3n cultural y teol\u00f3gica en que hoy d\u00eda se expresa la fe cristiana tiene su ra\u00edz en siglos de f\u00f3rmulas, instituciones y modos de decir; no es f\u00e1cil distinguir entre lo que forma parte de la historia humana -en la que se encarna la Palabra de Dios- y lo que el Esp\u00edritu sugiere hoy para dar respuestas adecuadas a los cambios actuales. Es arriesgado afrontar problemas, tales como la democracia en la iglesia, la profesionalidad y vida personal de los sacerdotes, la presencia de las mujeres y de los seglares en la instituci\u00f3n, nuevas formas de celebraci\u00f3n m\u00e1s modernas, el sentido de la pobreza, de la castidad y de la obediencia, el poder que tienen algunas hermandades o instituciones influyentes, el disenso teol\u00f3gico y la uniformidad disciplinar y lit\u00fargica, etc. \nNo podemos sublimar los problemas reales refugi\u00e1ndonos en la espiritualidad, en la forzada fraternidad sacerdotal, en el fingir que todo va bien, en las presuntas justificaciones b\u00edblicas, en apelar a un ente an\u00f3nimo \u2013\u201cla iglesia\u201d-<\/em> que decide, regula y ense\u00f1a. El Esp\u00edritu Santo, real presencia prof\u00e9tica en la iglesia cat\u00f3lica, no anula la responsabilidad de decisiones que se han de tomar ni la invenci\u00f3n de otras formas institucionales ni la propuesta de nuevos caminos pastorales que tomar. Por otro lado, es algo que ya ha ocurrido en otras \u00e9pocas: los ritos han cambiado, la disciplina se ha actualizado, las formas de ejercer el poder han sufrido mudanzas, las interpretaciones teol\u00f3gicas se han inculturado. \n <\/p>\n\n- Recuperar el fundamento de la fe cristiana<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\nEsta nueva situaci\u00f3n que se va creando nos plantea una cuesti\u00f3n fundamental, sin prejuicios: \u201c\u00bfC\u00f3mo se llega a ser cristiano?\u201d<\/em> Partir del testimonio de los cristianos o del hecho de haber nacido en un pa\u00eds cristiano, en una familia cristiana, s\u00f3lo es una ocasi\u00f3n para entrar en contacto con la fe cristiana; pero no basta la ocasi\u00f3n para serlo, pues uno es cristiano por opci\u00f3n libre: \u201cSi quieres, ven y s\u00edgueme…\u201d<\/em> Nadie est\u00e1 obligado a ello; tampoco se es cristiano por tradici\u00f3n o por costumbre. Frente a la narraci\u00f3n de la historia de Jes\u00fas de Nazaret uno puede abrirse a la fe cristiana o tomar la decisi\u00f3n de vivir fuera de ella. \nHasta hace unos decenios no hab\u00eda necesidad de hacerse cristiano mediante una opci\u00f3n personal: era lo normal, porque viv\u00edamos en la cristiandad, patrimonio com\u00fan a todos. Era autom\u00e1tico: se llegaba a ser cristiano contrayendo h\u00e1bitos de vida compartidos, salvo raras excepciones. Toda la sociedad caminaba en la direcci\u00f3n del cristianismo, encarnado en la cultura y en la religi\u00f3n de los padres, generaci\u00f3n tras generaci\u00f3n, de forma impl\u00edcita, de forma social, de forma p\u00fablica. \nHoy d\u00eda hay muchos que a\u00fan entran en contacto con la iglesia gracias al rostro concreto de las parroquias, pues su presencia, aunque minoritaria, merece atenci\u00f3n: para socializar a los j\u00f3venes, para asistir a los ancianos y enfermos, para hacer gestos de solidaridad con los marginados, para educar a los muchachos, para dictar a la sociedad ideales de paz y convivencia. Estar presente con la iglesia en tales \u00e1mbitos equivale muchas veces a ser cristiano y pertenecer al pueblo de los creyentes. Creyentes quiz\u00e1s s\u00ed, pero no practicantes; es decir, no practicantes de un discipulado expl\u00edcito que hace memoria de Cristo anunciado, celebrado y vivido como punto de referencia para las decisiones cotidianas. Participar en las actividades de la iglesia cat\u00f3lica es, a veces, agregaci\u00f3n solidaria a una instituci\u00f3n digna de respeto y de fuerte carga ideal que logra influir hasta en la pol\u00edtica de los Estados. \nVemos, pues, que hoy nuestras iglesias tienen muchas actividades, <\/em>importantes, y tal vez hasta necesarias, que en s\u00ed tienen un contenido \u00e9tico compartido por todos, pero que no est\u00e1 necesariamente relacionado con Jesucristo. La excusa de que la iglesia debe acoger a todos, no rechazar a nadie, no apagar el p\u00e1bilo humeante y construir comuni\u00f3n y solidaridad merece atenci\u00f3n; pero no es suficiente para producir una identidad de pertenencia: prueba de ello es que hoy existen muchas organizaciones sin fin de lucro que se presentan con los mismos objetivos que la iglesia, y realizan obras importantes en el \u00e1mbito internacional y local. No digo yo que las parroquias no deban acoger a los chicos, ofrecerles actividades deportivas para reunirlos y alejarlos de la calle; tampoco digo que la iglesia no deba sostener las presencias prof\u00e9ticas de quien dedica su vida a los drogadictos o a los presos. Sin embargo, tales actividades pastorales no producen autom\u00e1ticamente iniciaci\u00f3n cristiana ni adhesi\u00f3n a Jesucristo. \nAs\u00ed, hay actividades pastorales que dan ocasi\u00f3n a fiestas admirables, donde se palpa la alegr\u00eda de quien acude a verlas: \u201c\u00a1Qu\u00e9 funci\u00f3n m\u00e1s bonita! Hab\u00eda mucha participaci\u00f3n… Fue emocionante…\u00a1Qu\u00e9 cantos m\u00e1s hermosos!\u00a1Cu\u00e1nta gente!…\u201d<\/em> Los resultados de tales actividades son apreciables en el momento, satisfacen nuestro gusto est\u00e9tico y compensan el trabajo que nos ha costado prepararlas. Pero, \u00bftales actividades est\u00e1n hoy tambi\u00e9n en condiciones de producir mayor adhesi\u00f3n a Jesucristo, a su Evangelio y a la comunidad de sus disc\u00edpulos? \u00bfNo hace falta algo m\u00e1s que una bonita funci\u00f3n o un d\u00eda de convivencia o una iniciativa abierta a todo el pueblo para \u201chacer que uno sea cristiano\u201d? No se trata de adherirse a actividades humanamente significativas, sino a una persona, la de Jesucristo en su plenitud, como salvador de nuestra vida. \nPor \u00faltimo, hay actividades pastorales que podr\u00edan ser ocasi\u00f3n para evangelizar y hacer una iniciaci\u00f3n cristiana,<\/em> pero a menudo se reducen a una preparaci\u00f3n formal para un rito que debemos hacer: cursillos para novios, encuentros antes de un bautizo, preparaci\u00f3n de los ni\u00f1os para su Primera Comuni\u00f3n y Confirmaci\u00f3n… Est\u00e1 claro que se soportan encuentros y participaciones con miras a un objetivo: una vez logrado, deja de hacerse lo que se hac\u00eda, precisamente porque ya se ha logrado el fin y no tendr\u00eda sentido seguir participando… \u00bfPara qu\u00e9? Dado que nunca se ha elegido conscientemente a Jesucristo como fundamento de la propia existencia, no hay raz\u00f3n para seguir busc\u00e1ndolo. Se ha elegido la boda en la iglesia, la Primera Comuni\u00f3n del hijo, el bautizo del reci\u00e9n nacido: una vez logrado lo que se quer\u00eda, se acab\u00f3 la raz\u00f3n por la que hicimos todo lo anterior. La iniciaci\u00f3n cristiana est\u00e1 ausente de tales actividades. Porque ha sido el rito de un momento y no lo que le da significado ni cuanto le sigue como consecuencia. Se ha acudido a un supermercado que ofrec\u00eda lo que busc\u00e1bamos: adquirida la mercanc\u00eda que se buscaba con el pago de lo que era justo (algunas reuniones necesarias…), ya no volvemos, y acudimos a otros puestos en busca de otras cosas que nos interesan. Se ped\u00eda un sacramento, y el sacramento \u2013bien o mal- se nos ha dado; no nos interesa otra cosa. \nRecuperar el fundamento de la fe cristiana significa partir nuevamente de Jesucristo,<\/em> no de lo que debe hacerse por costumbre o de lo que la gente pide por superstici\u00f3n: poner el fundamento mediante el primer anuncio, que abre nuevas perspectivas de vida, motiva de manera profunda la participaci\u00f3n, entabla un di\u00e1logo y una acogida orientadas a hacerse disc\u00edpulo y no s\u00f3lo a satisfacer una petici\u00f3n del momento o a tomar parte en ciertas actividades. En las parroquias estamos agotados con las mil cosas que debemos hacer, y dejamos a un lado lo fundamental: anunciar a Jesucristo de forma expl\u00edcita. Porque el testimonio de acogida, bondad, amistad con todos y disponibilidad para resolver los problemas conyugales, sociales y profesionales es necesaria, pero no basta. Se requiere un anuncio expl\u00edcito, gradual e incisivo que se convierta en itinerario de iniciaci\u00f3n cristiana. El primer anuncio es m\u00e1s un esp\u00edritu que un momento concreto. El primer anuncio es la sensibilidad pastoral que nos permite reconducir todo a su fundamento: Jesucristo. La moral, la actividad pastoral, el centro juvenil, la homil\u00eda, deben incluir siempre el primer anuncio, dar raz\u00f3n de aquello por lo que estamos all\u00ed, invitar a elegirle a \u00e9l como raz\u00f3n de vida. Ofrecemos no actividades o ritos que hacer, sino el encuentro con Jesucristo el Se\u00f1or mediante las actividades y los ritos: tal es la identidad cristiana de las personas que lo siguen y de las comunidades que lo anuncian. \n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n- El problema no es la salvaci\u00f3n eterna<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\nAs\u00ed pues, el verdadero problema y el fundamento de todo es Jesucristo. <\/em>En la profesi\u00f3n de fe cristiana, lo divino se ha desposado con lo humano. En cuanto divino, es la novedad del cristianismo; en cuanto humano, es la ra\u00edz hist\u00f3rica del cristianismo. \n \n3.1. La \u201cencarnaci\u00f3n\u201d de Jesucristo en la historia<\/strong> \n \nJesucristo se encarn\u00f3 dentro de una historia de hombres y religiones cuyo punto de referencia es el juda\u00edsmo del primer siglo de nuestra era: \u00e9l lo asumi\u00f3, lo practic\u00f3 y lo transmiti\u00f3 a sus disc\u00edpulos. Ahora bien, para ser cristiano, \u00bfes esencial el juda\u00edsmo o la adhesi\u00f3n a Jesucristo como forma personal de comuni\u00f3n con \u00e9l en los sentimientos, en las opciones y en la orientaci\u00f3n de vida? La respuesta la encontramos atestiguada ya en los Hechos de los Ap\u00f3stoles y en las cartas de Pablo: no se requiere abrazar el juda\u00edsmo para ser cristiano. En efecto, el cristianismo, que naci\u00f3 del juda\u00edsmo, fue expulsado de la sinagoga como movimiento her\u00e9tico; fue igualmente procesado por las religiones supersticiosas y polite\u00edstas de la \u00e9poca como movimiento ateo que contestaba la sacralidad del Estado, de los templos y de las divinidades. Lo que se predicaba y cre\u00eda era cabalmente a Jesucristo: el nuevo templo, el nuevo Dios, la nueva religi\u00f3n… Los disc\u00edpulos eran no \u201creligiosos\u201d \u2013en el sentido de adeptos a las formas religiosas tradicionales-; eran simplemente \u201cdisc\u00edpulos\u201d del Nazareno. En el correr de los siglos, al tener que vivir en este mundo, los disc\u00edpulos se han ido expresando en los lenguajes de la historia y organiz\u00e1ndose en estructuras humanas, han hablado y vivido seg\u00fan los signos de la historia y del suelo que pisaban, han asumido los signos religiosos de otras religiones, sobre todo del juda\u00edsmo. \nHa ocurrido, as\u00ed, que la historia ha ido adelante,<\/em> las sociedades se han desarrollado, las formas religiosas han evolucionado y con ellas los disc\u00edpulos de Jesucristo, que, creyendo en \u00e9l por encima de todas las criaturas y m\u00e1s all\u00e1 de cualquier forma religiosa, se han revestido de la historia para poderse hacer visibles. \u00bfHa sido siempre coherente en el tiempo tal proceso de adecuaci\u00f3n del cristianismo a las formas hist\u00f3ricas? \u00bfHabr\u00eda podido seguir otros caminos en la teolog\u00eda, en la moral y en la religi\u00f3n? Probablemente s\u00ed. O probablemente no. Depende de la conciencia de los individuos y de la responsabilidad de quienes ten\u00edan el poder, que han hecho cambios y adaptaciones, elaborado teolog\u00edas y establecido normas. Igual que Dios habl\u00f3 \u00faltimamente por medio de Jes\u00fas de Nazaret, su Hijo, superando la antigua Tor\u00e1, as\u00ed tambi\u00e9n ahora Jes\u00fas, el Hijo de Dios, resucitado y vivo, m\u00e1s all\u00e1 de los tiempos y de los espacios, sigue encarn\u00e1ndose en las formas hist\u00f3ricas del cristianismo. Resulta demasiado f\u00e1cil atribuir los cambios hist\u00f3ricos y las mutaciones culturales del cristianismo siempre y pase lo que pase al Esp\u00edritu Santo: sigue sucediendo lo que ya ocurri\u00f3 en Jes\u00fas de Nazaret. \u00bfCu\u00e1nto de humano y cu\u00e1nto de divino hab\u00eda en sus acciones? \u00bfQu\u00e9 relaci\u00f3n tiene el Cristo de la fe con el Cristo de la historia? No es f\u00e1cil distinguirlo por m\u00e1s que lo hayan intentado muchos \n \n3.2. La adhesi\u00f3n al Cristo por medio de la iglesia cat\u00f3lica<\/strong> \n \nTal es la raz\u00f3n por la que Jesucristo es esencial para ser cristiano: \u00e9l es la piedra angular, la referencia originaria y originante, el test decisivo para definir a sus disc\u00edpulos. La adhesi\u00f3n que se propone es adhesi\u00f3n a Jesucristo por medio de la iglesia cat\u00f3lica. No simplemente a la iglesia cat\u00f3lica, sino a Jesucristo que asume rostro hist\u00f3rico a trav\u00e9s de la iglesia cat\u00f3lica: unas veces de forma transparente, otras de forma m\u00e1s confusa. Esta adhesi\u00f3n a la forma hist\u00f3rica actual del cristianismo es lo que define al cristiano. \nEvidentemente la adhesi\u00f3n a Cristo en la forma hist\u00f3rica \u2013a veces discutible- de la iglesia cat\u00f3lica no dice nada sobre la salvaci\u00f3n de las personas, porque si Jes\u00fas, el resucitado y viviente, est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de los espacios, del tiempo y de las culturas, es probable que tambi\u00e9n quepa la posibilidad de adherirse a Cristo de otra forma. Y, viceversa, el rechazo a Jesucristo, cuando es anunciado en una forma hist\u00f3rica concreta \u2013la de la iglesia cat\u00f3lica- no prejuzga la salvaci\u00f3n. Siempre ha sido com\u00fan la convicci\u00f3n de que el \u00faltimo juez de la santidad de nuestra vida es el santuario \u00edntimo de nuestra conciencia, escuchada, estimulada y educada. Est\u00e1 claro que, si Jesucristo se encarn\u00f3 en formas hist\u00f3ricas concretas, tambi\u00e9n podr\u00eda encarnarse en otras formas. Todo ello nos da la medida de la provisionalidad de nuestro camino actual: \u00bfEstamos m\u00e1s apegados a la forma hist\u00f3rica del catolicismo o lo estamos a Jesucristo? \u00bfHay alguien que posea la verdad sobre Jesucristo o son muchos los que, por caminos distintos, avanzan hacia la verdad que es Jesucristo? \u00bfC\u00f3mo hemos sabido formular en el curso del tiempo la verdad sobre Jesucristo? \u00bfEn qu\u00e9 medida nuestro lenguaje medieval expresa hoy la realidad de Cristo tal como lo creemos sobre la base de la tradici\u00f3n apost\u00f3lica? Y, \u00bfanunciar a Jesucristo significa tambi\u00e9n formular con palabras humanas y con mentalidades religiosas hist\u00f3ricas el objeto de nuestra fe? \u00bfEs precisamente a Jesucristo a quien nosotros formulamos o todav\u00eda es s\u00f3lo una parte de \u00e9l? \u00bfSiguen hoy los disc\u00edpulos precisamente su Palabra de liberaci\u00f3n o una interpretaci\u00f3n mediatizada por las culturas y teolog\u00edas humanas del pasado? Es verdad: el Esp\u00edritu Santo gu\u00eda a sus disc\u00edpulos seg\u00fan la promesa: \u201c\u00c9l os guiar\u00e1 hasta la verdad plena… (Jn 16,13). Pero, \u00bfel Esp\u00edritu Santo gu\u00eda a la iglesia entera o s\u00f3lo a algunos que en la iglesia tienen m\u00e1s poder que otros, son m\u00e1s visibles que los dem\u00e1s y tienen m\u00e1s inteligencia que el resto? Y \u00bfcu\u00e1ndo cumplir\u00e1 el Esp\u00edritu Santo su tarea de llevarnos a la \u201cverdad plena\u201d? \u00bfHa tenido ya lugar o debe llegar a\u00fan el Pentecost\u00e9s definitivo, al final de los tiempos, cuando \u201ctodo se cumpla perfectamente\u201d en Cristo? \nAnte tales interrogantes, es obvio lo que define a los disc\u00edpulos: la adhesi\u00f3n expl\u00edcita y consciente a Jesucristo, muerto y resucitado, Hijo de Dios y verdadero hombre. Y est\u00e1 claro lo que define el espacio de nuestra salvaci\u00f3n terrena y eterna: nuestra conciencia y el modo concreto que ella nos sugiere para vivir nuestra adhesi\u00f3n a \u00e9l. Si nuestra conciencia, tras detenida consideraci\u00f3n, nos sugiere elegir la iglesia cat\u00f3lica, es en la iglesia cat\u00f3lica tal como ella vive en este momento hist\u00f3rico donde hallaremos nuestra salvaci\u00f3n; si, en cambio, nos sugiere la iglesia luterana, es en la iglesia luterana donde encontraremos nuestra salvaci\u00f3n. La salvaci\u00f3n eterna es, pues, el juicio definitivo sobre la bondad de nuestra existencia; su resultado positivo no est\u00e1 vinculado a la pertenencia a una iglesia m\u00e1s que a otra. Nosotros, bas\u00e1ndonos en el juicio de nuestra conciencia, libre y responsable, creemos que en la iglesia cat\u00f3lica encontramos a Jesucristo del modo m\u00e1s adecuado, mediante un encuentro aut\u00e9ntico, en su ense\u00f1anza m\u00e1s verdadera: por ello seguimos en ella, a pesar de todo. \n\u00a0<\/em> \n3.3. Nuestra tarea<\/em><\/strong> \n\u00a0<\/em> \nAs\u00ed pues, \u00bfcu\u00e1l es nuestra tarea? \u00bfLlevar a la salvaci\u00f3n eterna o proponer la adhesi\u00f3n a Jesucristo en la iglesia cat\u00f3lica? Yo creo que es proponer la adhesi\u00f3n a Jesucristo por medio de la iglesia cat\u00f3lica para que nos ayude a vivir mejor en la perspectiva de la salvaci\u00f3n, muy conscientes, de todas formas, de que quien no se adhiere podr\u00e1 salvarse si act\u00faa seg\u00fan su conciencia, que \u00fanicamente valora Dios, el Padre. El problema de \u201chacer cristianos\u201d es un problema nuestro: nosotros debemos anunciarlo, proponerlo y adherirnos a \u00e9l. El problema de la salvaci\u00f3n eterna es problema de Dios: s\u00f3lo \u00e9l sabe reconocer la bondad de las existencias y el juicio de las conciencias. Nuestro problema es no confundir las ideas: \u201chacerse cristiano\u201d es distinto de ser buena persona, hombre o mujer religioso, dedicar la propia vida a los ideales de la justicia, de la paz y de la fraternidad universal. \nDebemos distinguir lo que produce humanidad nueva, salvaci\u00f3n para todos, y lo que, en cambio, es adhesi\u00f3n expl\u00edcita a Jesucristo. Quien se adhiere a Cristo debe producir gestos de paz y de amor, pero no todo el que produce gestos de paz y de amor se adhiere sin m\u00e1s a Cristo; mejor dicho, no a Cristo tal como lo predica y vive la iglesia cat\u00f3lica. \u00a1No sembremos confusi\u00f3n! No podemos confundir la adhesi\u00f3n a Cristo por medio de la iglesia cat\u00f3lica con la salvaci\u00f3n eterna, con la honradez de los sentimientos, con ser \u201camigo del p\u00e1rroco\u201d, con la acogida de todos. \nTodo eso, admirable y digno de ser buscado, no se ha de confundir con la opci\u00f3n libre y consciente de hacerse cristiano. Cabe ser \u201camigo de todos\u201d y no querer seguir a Jesucristo (baste recordar al joven rico del Evangelio de Mateo: 19,16-22). A veces cabe incluso la posibilidad de hacer gestos religiosos \u2013aplaudir a un sacerdote admirable, casarse por la iglesia, trabajar en la parroquia- sin creer o seguir a Jesucristo. \n\u00a0<\/em><\/p>\n\n- \u00bfPastoral de iniciaci\u00f3n o pastoral de actividades?<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\u00a0<\/em> \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>As\u00ed resulta claro lo que significa \u201ciniciar\u201d en la vida cristiana: Quien ha cre\u00eddo en Jesucristo durante su vida terrena, lo ha hecho porque ha penetrado en su humanidad y ha encontrado en ella lo divino que llevaba dentro de s\u00ed como Hijo de Dios. Quien cree en Jesucristo hoy se adhiere a su persona divina penetrando en lo humano que la iglesia cat\u00f3lica lleva dentro de s\u00ed. No es lo humano lo que cuenta, aunque se presente a trav\u00e9s de ello; lo que salva y justifica es lo divino que encierra dentro de s\u00ed. \nNo se trata de hacer gestos religiosos tal como se nos presentan en la iglesia, sino de encontrar a Jesucristo, el Hijo de Dios, en tales gestos religiosos, los cuales podr\u00edan incluso variar de forma, como han cambiado en el devenir hist\u00f3rico. No se trata de participar en actividades parroquiales ben\u00e9ficas sino de seguir el estilo y modelo de amor propuesto por el Hijo de Dios, que hizo manifiesto en el mundo el amor del Padre. \nLo mismo ocurre para leer la Biblia: se requiere la fe penetrante de quien no se deja distraer por la corteza hist\u00f3rica, literaria y humana en que se expresa, sino que, en su lenguaje humano, descubre la Palabra de Dios. Y de ella vive a diario, orientando su vida hacia \u00e9l. Porque no es la arqueolog\u00eda lo que hace cre\u00edble la Palabra de Dios escrita en la Biblia; es la fe la que reconoce, en la historia contada, la presencia, acci\u00f3n y mensaje de Dios a cada uno de nosotros. \nEn tal sentido, ser iniciado significa aprender a leer los signos, actividades y formas, a fin de captar lo que de Jesucristo aportan a la vida concreta, para poder adherirse a \u00e9l. No se cree en las formas ni en los signos ni en las actividades; por ellas se cree en Jesucristo. As\u00ed se llega a ser su disc\u00edpulo y se cambia la propia identidad. \nPor eso ser iniciado es un trabajo largo, donde hacen falta iniciadores, es decir, personas que, viviendo coherentemente su adhesi\u00f3n a Cristo, sepan conducir a otros hasta el mismo objetivo. Se requieren igualmente personas que consientan ser iniciadas, es decir, que libre y conscientemente se dejen llevar a un mundo religioso al que eran extra\u00f1as, para penetrar en \u00e9l hasta encontrar la sustancia, es decir, a Jesucristo. Los mismos Ap\u00f3stoles tuvieron que caminar a su lado muchos meses, entre vacilaciones y dudas, para poder profesar su fe en \u00e9l, penetrando en sus palabras de vida, interpretando sus sentimientos y gestos terrenos, dej\u00e1ndose amar y poseer por \u00e9l. Lo mismo sucede hoy: el viaje hacia el descubrimiento de las f\u00f3rmulas humanas, de los signos celebrativos y de los gestos que hay que hacer en el amor de la iglesia cat\u00f3lica debe conducirnos al encuentro y reconocimiento de lo que buscan las personas. La respuesta a la pregunta: \u201c\u00bfA qui\u00e9n buscas?\u201d, se convierte poco a poco en: \u201cJesucristo, el Hijo de Dios\u201d. \u201cEs \u00e9l a quien me interesa creer y amar, esperar y ver; t\u00fa, con tu modo de vivirlo, me ayudas a reconocerlo en mi historia personal\u201d. \nLa iniciaci\u00f3n, entendida as\u00ed, conduce a un cambio de la propia identidad y no simplemente a la habilidad para hacer los gestos religiosos de la iglesia cat\u00f3lica. La personalidad de quien se convierte en disc\u00edpulo de Cristo se transforma y da un nombre nuevo a los horizontes de su vida. No se siente obligado a hacer cosas que antes no hac\u00eda, sino impulsado a hacer, por amor a Jesucristo, lo que antes no hac\u00eda. No se siente amenazado de perdici\u00f3n eterna, sino situado en una perspectiva de salvaci\u00f3n antes desconocida venciendo sus miedos e inseguridades. \nEl problema de la iniciaci\u00f3n cristiana no es dar respuestas correctas y documentadas a interrogantes religiosos, sino situarse en una nueva visi\u00f3n del mundo, de la vida y de la religi\u00f3n; precisamente, la que representa Jesucristo. Cuando se ama profundamente a una persona, es imposible vivir como si no existiera. \n\u00a0<\/em><\/p>\n\n- Hacerse iglesia, madre fecunda y no est\u00e9ril madrastra<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\u00a0<\/em> \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>La pastoral de hoy, pues, debe hallar su centro unificador precisamente en el fundamento que ha sido puesto y por el que existe la iglesia: Jesucristo. Sin \u00e9l no tiene raz\u00f3n de existir: yo no soy cristiano porque quiero a mi obispo; si acaso quiero a mi obispo porque soy cristiano. No voy a la iglesia porque, de lo contrario, me remuerde la conciencia; voy por Jesucristo, porque he hallado en esta iglesia el mejor modo de encontrarlo. No rezo para encontrar paz y serenidad; rezo porque sin \u00e9l me parece llevar una existencia vac\u00eda y est\u00e9ril. Cada d\u00eda hago mis opciones rigi\u00e9ndome por lo que he comprendido del Evangelio y lo que se me propone, en la medida en que mi fr\u00e1gil humanidad logra captarlo y mi conciencia motivarlo. \nA veces tenemos la impresi\u00f3n de que los hombres de iglesia se proponen a s\u00ed mismos: vinculan las personas a la suya, se sit\u00faan en el centro de la pastoral sin considerar que deben estar a su servicio. Lo importante no es que los dem\u00e1s nos aprecien como amigos; lo importante es ser amigos de Jes\u00fas. La identidad cristiana depende del v\u00ednculo que nos une a Jesucristo, no del lazo de amistad con nosotros o de la participaci\u00f3n en nuestras actividades parroquiales. \n\u00a0<\/em> \n5.1. \u00bfPara qu\u00e9 la acci\u00f3n pastoral?<\/em><\/strong> \n \nLa iglesia deber ser madre fecunda que engendra hijos para dejarlos que sigan a Jesucristo, no para retenerlos en el recinto de la instituci\u00f3n. La madre engendra y educa para que la vida de sus hijos sea modelada por Cristo y por su Esp\u00edritu. El verdadero problema en este punto es hallar el camino para que los hombres de hoy conozcan, encuentren y vivan en compa\u00f1\u00eda de Cristo. \nLa pastoral no es el objetivo de la acci\u00f3n eclesial, es su instrumento; como tal, debe ajustarse al trabajo que le corresponde hacer. A m\u00ed personalmente me gustaba much\u00edsimo el canto gregoriano, en lat\u00edn; pero no puedo, por mi nostalgia de una forma pastoral, ofrecerla hoy porque no me arriesgo a otros proyectos m\u00e1s eficaces y significativos. Tampoco es correcto, para esquivar ciertas dificultades de adaptar el instrumento a la modernidad, refugiarse en jornadas de espiritualidad aisl\u00e1ndome en un monasterio para encontrarme con mi Dios: \u201c\u00a1As\u00ed tendr\u00e9 fuerza para vivir las frustraciones de cada d\u00eda!\u201d Es m\u00e1s honrado, aunque m\u00e1s dif\u00edcil, hacer que desaparezcan de mi vida las frustraciones cotidianas. La huida al pasado (restaurando la misa en lat\u00edn, reeditando el catecismo de P\u00edo X, volviendo a antiguos usos mon\u00e1sticos), la huida a una espiritualidad desencarnada o el recurso al principio de la autoridad o de la obediencia no son un modo correcto de resolver el problema de la pastoral actual, que debe recuperar la capacidad de \u201chacer cristianos\u201d, \u201cformar cristianos\u201d, \u201cconstruir la comunidad\u201d… \n\u00a0<\/em> \n5.2. El nuevo camino de la acci\u00f3n pastoral: el estilo catecumenal<\/em><\/strong> \n\u00a0<\/em> \nIntroducir el estilo catecumenal, propio de la iniciaci\u00f3n cristiana, es el nuevo camino que debemos seguir en nuestra pastoral: es un problema de mentalidad. Cambia el modo de llevar nuestras parroquias. El espacio dado a los seglares y las responsabilidades compartidas, las prioridades de algunas opciones en la pastoral cotidiana, la atenci\u00f3n a la acogida y al di\u00e1logo con el hombre moderno, el esp\u00edritu de saber \u201cempezar de nuevo desde el principio\u201d con el anuncio y el cambio de vida, el hacerse cristiano como forma que a menudo choca con los estilos que ofrece la sociedad en que vivimos, el puesto dado a la Palabra de Dios y el objetivo primario de \u201chacer cristianos\u201d… son factores de mentalidad que se han de modificar ante todo en los pastores y, despu\u00e9s, en toda la iglesia, para que la \u201cpastoral\u201d de los pastores pueda ser \u201cacci\u00f3n eclesial\u201d de toda la comunidad. Estamos en v\u00edsperas de grandes cambios; el Esp\u00edritu Santo nos forzar\u00e1 a acogerlos en nuestro modo de proponer el cristianismo. Ello exige una atenci\u00f3n constante a los criterios con que escogemos a los ministros seglares: no a quien nos da la raz\u00f3n, sino a quien se pone al servicio del Evangelio con competencia y coherencia; no a nuestros amigos, sino a los amigos de Jes\u00fas… La valoraci\u00f3n de las actividades pastorales no se basa en el buen resultado de las iniciativas o en el n\u00famero de participantes, sino en la capacidad de hacer encontrar a Jesucristo… Nos preguntamos en qu\u00e9 medida nuestras iniciativas o nuestros ritos o las actividades de la parroquia promueven el Evangelio de Jes\u00fas y en qu\u00e9 medida, por el contrario, no son promoci\u00f3n de actividades para sentirnos estimados y aprobados por todos \n\u00a0<\/em> \n5.3. El \u00a0 problema de los contenidos<\/em><\/strong> \n\u00a0<\/em> \nHay tambi\u00e9n un problema de contenidos. Son todav\u00eda muchos -pastores y te\u00f3logos- los que opinan que basta una serie de nociones para resolver hoy el problema de la fe cristiana. Aquello de que la gente \u201cya no sabe qui\u00e9n es Cristo\u201d, o \u201ctenemos que volver a hablar de Dios a nuestros contempor\u00e1neos\u201d, es verdad; pero no basta. Lo que se cuestiona no es s\u00f3lo la instrucci\u00f3n religiosa o una nueva propuesta de la teolog\u00eda en el seno de la iglesia; el problema es \u201cqu\u00e9 clase de instrucci\u00f3n y qu\u00e9 clase de teolog\u00eda\u201d. Si se trata de una instrucci\u00f3n o de una teolog\u00eda de quien est\u00e1 enamorado de Cristo y vive mejor la propia vida en su compa\u00f1\u00eda y propone a Cristo para hacer feliz a la gente y darle de nuevo la vida, estamos de acuerdo. En cambio, la \u00e1rida exposici\u00f3n de los contenidos de la fe, con el mismo lenguaje y las mismas f\u00f3rmulas de anta\u00f1o, no har\u00e1 m\u00e1s que agravar, en nuestros contempor\u00e1neos, el desamor hacia la fe. \nPorque lo sabemos todos: si es verdad que hay un solo Cristo, tambi\u00e9n lo es que existen diversas teolog\u00edas y que no todas ellas son comprensibles y significativas para los hombres. Debemos tener la valent\u00eda de formular los contenidos de modo fiel a la tradici\u00f3n apost\u00f3lica, pero con fidelidad tambi\u00e9n al hombre en la actual situaci\u00f3n cultural. La mejor ex\u00e9gesis y la mejor actualizaci\u00f3n del mensaje cristiano son la vida, el sufrimiento humano, la b\u00fasqueda de sentido, la situaci\u00f3n de embarazo frente al recrudecimiento de la violencia, de las divisiones, del mercado en que se venden el hombre y la mujer y se hacen esclavos de realidades inimaginables hasta ayer mismo. No podemos ignorar los interrogantes que hoy plantea la historia y seguir ofreciendo soluciones te\u00f3ricas que no ayudan a vivir…, sino que crean prisiones, levantan barreras, dan por buena la situaci\u00f3n de los oprimidos y evidencian nuestras fobias. \nLa historia y la experiencia de la vida ense\u00f1an que los hechos son indiscutibles: Jes\u00fas, el Hijo de Dios, muri\u00f3 en la cruz y resucit\u00f3 por nuestra salvaci\u00f3n; pero, cuando explicamos tales hechos, las interpretaciones teol\u00f3gicas reflejan nuestra cultura y la \u00e9poca hist\u00f3rica en que surgieron. Por ejemplo, hoy no podemos seguir presentando los sufrimientos de Cristo en su pasi\u00f3n como la causa de nuestra salvaci\u00f3n; Cristo nos salv\u00f3, no por lo mucho que sufri\u00f3, sino porque am\u00f3 a los hombres hasta el punto de sufrir y morir por ellos. Es el amor de Cristo lo que nos salva, no su dolor. Lo mismo podemos decir de los sacramentos: no son cosas que se dan o se reciben, bienes que se administran o se toman.., sino hechos que ocurren en el seno materno de la Iglesia y que, como tales, generan la presencia del Resucitado gracias al Esp\u00edritu Santo, hechos de los que somos protagonistas vivi\u00e9ndolos en la fe y en el amor a Cristo. \n\u00a0<\/em> \n5.4. El problema del m\u00e9todo<\/em><\/strong> \n\u00a0<\/em> \nPor \u00faltimo, hay un problema metodol\u00f3gico, es decir, la forma concreta de llevar las reuniones, de rezar en comunidad, de celebrar los ritos y de vivir la fe. \nNecesitamos una peque\u00f1a intervenci\u00f3n quir\u00fargica para embellecer el cuerpo f\u00edsico de Cristo del que somos imagen ante nuestros contempor\u00e1neos. La forma de hacer las homil\u00edas, el modo de tratar a la gente cuando acude a pedir un \u201cservicio religioso\u201d y la manera de llevar las reuniones y hacer las celebraciones debe invitar a participar con gusto y no s\u00f3lo por deber o para cumplir una obligaci\u00f3n. \nSi estamos convencidos de que Cristo est\u00e1 de nuestra parte, procuremos que pueda atraer hacia s\u00ed, por amor, a quien hasta ahora s\u00f3lo ha venido por deber. Procuremos que sea \u201csimp\u00e1tico\u201d, que todos lo vean sonre\u00edr en nuestro rostro y hablar con nuestra boca y que puedan tocarlo en nuestras comunidades. Aprendamos, sobre todo, a anunciar la persona de Cristo, a motivar con solidez nuestra pertenencia a \u00c9l, a ofrecer y acompa\u00f1ar a las personas en un camino de conversi\u00f3n. Dejemos de preparar s\u00f3lo para gestos religiosos o actividades y emprendamos itinerarios hacia la vida cristiana. \nSi cambia la mentalidad con que afrontamos los problemas de la pastoral, si cambia el modo de presentar los contenidos del mensaje cristiano y de hacerlo significativo para los hombres de nuestro tiempo, cambiar\u00e1 tambi\u00e9n la estrategia de llevar nuestras parroquias, dando mayor cabida a la iniciaci\u00f3n cristiana, abriendo canales por los que la gente pueda comenzar a creer y proveyendo mejor a la formaci\u00f3n de los cristianos. Las actividades se reducen, las comunidades son presididas tambi\u00e9n por seglares formados, los sacerdotes son humanamente de fiar y profesionalmente tienen buena preparaci\u00f3n, la teolog\u00eda est\u00e1 actualizada y se expresa con lenguajes eficaces para la cultura contempor\u00e1nea. \n \n5.5. Criterios para que sea aut\u00e9ntica una pastoral de iniciaci\u00f3n cristiana<\/em><\/strong> \n\u00a0<\/em> \nPara ello debemos recurrir a algunos criterios fundamentales, sin los que la pastoral de nuestras comunidades no producir\u00e1 una nueva adhesi\u00f3n a Cristo. He aqu\u00ed los criterios que emergen del modelo de la \u201ciniciaci\u00f3n cristiana\u201d. \n– Los itinerarios pastorales no se construyen seg\u00fan la edad de la vida. Puesto que son itinerarios para hacerse cristiano, pueden comenzarse a cualquier edad y podr\u00e1n tener resultados distintos, que no depender\u00e1n de la edad, sino de la maduraci\u00f3n de actitudes y comportamientos cristianos objetivamente verificables (formaci\u00f3n de h\u00e1bitos para la oraci\u00f3n, para la escucha del Evangelio, para la solidaridad, para el perd\u00f3n mutuo, etc.). El derecho a celebrar un sacramento no procede de la edad, sino \u00fanicamente de la pertenencia a la comunidad cristiana. La clasificaci\u00f3n del pueblo de Dios por edades es \u00fatil para considerar la evoluci\u00f3n humana del individuo, pero sirve poco cuando se hace un camino de fe. Ciertamente habr\u00e1 que tener en cuenta la diversa percepci\u00f3n del mensaje seg\u00fan la edad, pero el criterio es siempre el mismo: \u201c\u00bfC\u00f3mo hacerse cristiano y vivir el discipulado de Cristo en la comunidad de la que formo parte, comunidad que consta de ni\u00f1os, j\u00f3venes y adultos?\u201d \n– Puesto que ante Dios no hay categor\u00edas de edad ni distinci\u00f3n social o de raza, es necesario que el camino implique a las familias, las cuales comienzan o recuperan la vivencia de la vida cristiana en su propio interior, trasmiti\u00e9ndola a sus propios hijos y participando de forma consciente y libre en la vida comunitaria de la parroquia, aunque no todos lo hagan del mismo modo. Su protagonismo en la pastoral es esencial para transmitir y vivir la fe cristiana. \n– Para tal contexto \u201cformativo\u201d funcionar\u00e1 el grupo de la iniciaci\u00f3n cristiana, que no coincide necesariamente con el grupo de amigos del p\u00e1rroco o de amigos entre s\u00ed y que puede reunir a personas de edades distintas o de extracci\u00f3n social diversa. Se impone un camino intergeneracional: el grupo, en su caminar, se mover\u00e1 con la presencia constante de adultos (familia, catequistas acompa\u00f1antes, cristianos testigos) y en \u00edntimo contacto con la comunidad parroquial. Ya no hay misas para ni\u00f1os o celebraciones para ni\u00f1os, sino misas y celebraciones comunes con la participaci\u00f3n de los ni\u00f1os, a quienes se prestar\u00e1 la debida atenci\u00f3n. Ya no hay grupos de trabajadores o de ancianos, sino grupos de cristianos que han llegado a cierto punto de su camino: al principio, unos estar\u00e1n en condiciones de prestar un servicio en la comunidad, otros dedicados a lo social y otros destinados a la evangelizaci\u00f3n… Cada grupo parroquial no se caracteriza ya por la referencia a la edad o a una actividad realizada o a un inter\u00e9s simplemente humano (amistad, costumbre de estar juntos…), sino por la dimensi\u00f3n particular con que vive la fe en la comunidad y por las necesidades que su vida manifiesta con relaci\u00f3n a la fe. \n– Por ello hay que referirse ante todo a la Biblia y al Evangelio, aprendiendo a ponerse a la escucha de la Palabra de Dios y a llevarla a la pr\u00e1ctica. Los catecismos y los instrumentos metodol\u00f3gicos sirven para ayudarnos a entender mejor la Palabra, a ponerla en el centro del anuncio, a encontrar caminos para interiorizarla y modos para vivirla. La Biblia se convierte en el libro de la pastoral de los cristianos: para anunciar, para formarse, para rezar, para hacer el examen de conciencia de la parroquia… Ahorramos en fotocopias y hojas sueltas, y nos adentramos en la Sagrada Escritura, que los sacerdotes deben aprender nuevamente a leer y comentar y los seglares a hojearla y meditarla, haci\u00e9ndola actual todos en su existencia de cada d\u00eda. \n– El fundamento de la vida cristiana es Jesucristo: lo es desde el primer anuncio que inaugura el camino; es \u00e9l a quien debemos narrar; es en su escucha donde hay que situarse para aprender a vivir como cristiano. Jes\u00fas es el centro vivo de nuestra fe, del que dependen nuestro modo de acercarnos al Padre, nuestra forma de vivir la iglesia, nuestro quehacer diario en la familia y en la sociedad. Es Jes\u00fas quien sigue haci\u00e9ndonos disc\u00edpulos suyos hoy y salv\u00e1ndonos por los sacramentos. Es importante recuperar la identidad de nuestra fe hoy para no diluir el anuncio en un vago moralismo o en una no mejor precisada religiosidad natural. \n– En el esp\u00edritu de la iniciaci\u00f3n cristiana, el camino propuesto por la parroquia no consta s\u00f3lo de \u201cconferencias\u201d o \u201ccursos\u201d donde se aprende algo para la mente esclareciendo nociones de la fe; se compone de vivencias cristianas que se experimentan juntos y en las que nos comprometemos cambiando nuestro estilo de vida; consta tambi\u00e9n de celebraciones o ritos que nos permiten el encuentro con Jesucristo, el Viviente; por medio de ellos, y gracias a su Esp\u00edritu, nos transformamos poco a poco, gradualmente. Las etapas de todo camino no s\u00f3lo marcan el descubrimiento de ideas; indican tambi\u00e9n el progreso en la adquisici\u00f3n de comportamientos cristianos. \n– Los sacramentos de la iniciaci\u00f3n cristiana son el gran acontecimiento de nuestra salvaci\u00f3n en Cristo muerto y resucitado: no son cosas que se reciben. Nos permiten participar en el \u00fanico acontecimiento de salvaci\u00f3n que ha tenido lugar en la historia: la muerte y resurrecci\u00f3n de Cristo. Ellos son nuestra pascua, en la que pasamos del hombre viejo al nuevo, revestido de Cristo. Se han de celebrar, pues, no en fechas fijas seg\u00fan la edad u otras instancias culturales, sino en un \u00fanico acontecimiento, que se realiza de forma simult\u00e1nea con nuestro paso a la vida nueva. Nos permiten hacernos cristianos y seguir si\u00e9ndolo, celebrando en la Eucarist\u00eda la pascua cotidiana del cristiano que vive a diario en comuni\u00f3n con Cristo. Los restantes ritos proceden de ellos y no son m\u00e1s que actualizaci\u00f3n del \u00fanico acontecimiento de salvaci\u00f3n. Si no hacen referencia a la pascua de Cristo, se convierten en signos m\u00e1gicos o en tradiciones religiosas: buenas y \u00fatiles si se quiere, pero desgajadas de su origen. \n– La preocupaci\u00f3n de los cristianos acompa\u00f1antes se dirige, durante todo el camino, a las personas que forman parte del grupo, a fin de seguir sus cambios, incertidumbres y alegr\u00edas: personas -muchachos y adultos-, a las que hay que acercarse en la singularidad de su ser humano con sus vivencias y dones y acompa\u00f1ar seg\u00fan el ritmo de la familia a la que pertenecen. Debe dirigirse tambi\u00e9n a la comunidad en la que se inserta el grupo y en la que deber\u00e1n insertarse las personas: porque es toda la comunidad la que engendra para la fe con su testimonio y su oraci\u00f3n, tom\u00e1ndose en serio el camino de quien se est\u00e1 haciendo cristiano. Se dirige, adem\u00e1s, al Esp\u00edritu Santo, que modela las personas obrando maravillas en su historia personal para guiarlas al encuentro con Cristo y a vivir la vida nueva. \nEl itinerario s\u00f3lo ser\u00e1 real si saben conjugarse armoniosamente entre s\u00ed estos tres elementos: las personas, la comunidad y el Esp\u00edritu Santo. El anuncio, la oraci\u00f3n y el testimonio de vida manifiestan de forma concreta la atenci\u00f3n a las personas, al Esp\u00edritu que act\u00faa y a la comunidad que acoge y engendra. \n– Por \u00faltimo, no debemos olvidar que el objetivo de todo itinerario pastoral no es el sacramento que se celebra como derecho, sino la vida cristiana que nace del sacramento celebrado. Nuestra tarea es iniciar en la vida cristiana: ello significa iniciar en un vivir como cristiano en el mundo, iniciar en la escucha y pr\u00e1ctica de la Palabra, iniciar en la celebraci\u00f3n de la Eucarist\u00eda como cristianos, iniciar en la participaci\u00f3n de la vida parroquial, iniciar en la vivencia de la fe, la esperanza y la caridad que, como don, hemos recibido de Cristo, enviado por el Padre para salvar a todos. Vida cristiana cimentada sobre la fe en Cristo muerto y resucitado: primero la fe, despu\u00e9s la moral; vida cristiana, que es vida de fe, esperanza y caridad, sin una serie de obligaciones que nos encadenan m\u00e1s a tradiciones humanas que a Palabras divinas. \n\u00a0<\/em><\/p>\n\n- Conclusi\u00f3n <\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\u00a0<\/em><\/strong> \nEl camino de nuestra reflexi\u00f3n ha desembocado en una aserci\u00f3n motivada e innovadora: hoy el gran cambio que se nos pide no es conservar instituciones o estructuras a las que se ha llegado en el curso de los siglos, sino encontrar el camino del anuncio de Cristo que probablemente suscitar\u00e1 nuevas instituciones y estructuras cuyos contornos no vislumbramos todav\u00eda. Es probable que tengamos que renunciar a modos de pensar y a costumbres culturales bien arraigadas; es probable que tengamos que cambiar instituciones y organizar de otro modo nuestras comunidades; es probable que tengamos que cambiar formas de vida presbiterales, formas de comunidades parroquiales y formas de actividades pastorales… \nNo s\u00f3lo debemos encontrar nuestro punto de partida, que siempre ser\u00e1 Jesucristo; tambi\u00e9n tendremos que modificar nuestro punto de llegada. \u00bfQu\u00e9 interpretaci\u00f3n hacer de Jesucristo? \u00bfQu\u00e9 forma de vivir como disc\u00edpulos suyos? \u00bfQu\u00e9 organizaci\u00f3n dar a nuestras comunidades de disc\u00edpulos? La iniciaci\u00f3n cristiana pone en discusi\u00f3n no s\u00f3lo una peque\u00f1a parte de nuestro servicio pastoral y eclesial, sino su misma sustancia. Es una nueva mentalidad con la que estar en el mundo, en este mundo. El camino seguido por la comunidad primitiva, que no vacil\u00f3 en inventar nuevas reglas, nuevos servicios y nuevas formas con relaci\u00f3n al juda\u00edsmo, nos espolea a escuchar al Esp\u00edritu, que hoy habla a sus iglesias de un modo nuevo. \nQuiz\u00e1 tengamos que abandonar para siempre la pretensi\u00f3n de condicionar la cultura y la sociedad en sentido cristiano: deberemos trabajar sobre las personas y las familias, a fin de que, haciendo opciones apropiadas que las alejan de la cultura com\u00fan y de los modos compartidos de vivir, las convirtamos en testigos de Cristo con otras formas, recorridos e identidades. Quiz\u00e1s un d\u00eda nos demos cuenta de que as\u00ed hemos propiciado el nacimiento de nuevos valores y estructuras sociales y culturales a las que podremos dar otra vez el nombre cristiano. Sin embargo, el Reino de Dios no es de este mundo: se construye en este mundo, pero m\u00e1s all\u00e1. A veces lo contesta, a veces lo anima, a veces lo asocia; pero no coincide sin m\u00e1s con la cultura y la sociedad. Es otra cosa, igual que Dios, Padre de Jesucristo, es otra cosa con relaci\u00f3n al mundo y al universo. Igual que hacerse cristiano es distinto a hacerse hombre o mujer que viven en esta historia. Es algo distinto, totalmente gratuito y elegido con libertad de conciencia. Es una nueva identidad, donada por Cristo y fortalecida por el Esp\u00edritu Santo, que pone en relaci\u00f3n con Dios, el Padre, de forma nueva, seg\u00fan el modelo de Jesucristo, en el Esp\u00edritu de amor.<\/p>\nAndrea Fontana<\/p>\n estudios@misionjoven.org<\/p>\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u00bfCu\u00e1l es el problema? Andrea Fontana Andrea Fontana es Director del Centro Catequ\u00edstico Diocesano de Tur\u00edn. S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Agradecemos a nuestra revista hermana Catechesi la disponibilidad para publicar este interesant\u00edsimo art\u00edculo que sit\u00faa y debate el problema fundamental de la pastoral actual: recuperar la capacidad de \u201chacer cristianos\u201d, de construir la comunidad. […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[999,998,94],"tags":[],"class_list":["post-8918","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-andrea-fontana","category-estudios-344","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8918","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8918"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8918\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8918"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8918"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8918"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}} |