{"id":8924,"date":"2005-09-01T00:00:07","date_gmt":"2005-08-31T22:00:07","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8924"},"modified":"2005-09-01T00:00:07","modified_gmt":"2005-08-31T22:00:07","slug":"educar-en-la-justicia-y-la-solidaridad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/educar-en-la-justicia-y-la-solidaridad\/","title":{"rendered":"EDUCAR EN LA JUSTICIA Y LA SOLIDARIDAD"},"content":{"rendered":"

Un plan para educar en valores sociales<\/em><\/h1>\n

Oriol R\u00e0fols<\/strong>
\n 
\nEl equipo PlaJiS de Barcelona, coordinado por Oriol R\u00e0fols ha publicado recientemente el libro Educar en la justicia y la solidaridad. Un plan para educar integralmente en valores sociales<\/em><\/strong>. Se trata de una propuesta amplia dirigida a todas las comunidades educativas para ayudar en la tarea hoy sumamente importante de educar en la justicia, en la solidaridad, en los valores sociales. Presentamos en estas p\u00e1ginas, de manera necesariamente breve, la experiencia que recoge el libro.
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    \n
  1. EDUCAR EN VALORES SOCIALES HOY<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    \u00a0<\/strong><\/p>\n

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    • La historia de un proyecto<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

      Educar en la justicia y la solidaridad<\/em> nace tras un proceso de reflexi\u00f3n de varios a\u00f1os. Durante este proceso se llego, en primer lugar, a la conclusi\u00f3n de que era necesario intensificar la atenci\u00f3n que se prestaba a la justicia y la solidaridad como elementos fundamentales de una educaci\u00f3n completa; y, en segundo lugar, que era conveniente ofrecer un propuesta que ayudara a racionalizar las diversas iniciativas que hab\u00eda sobre el tema para evitar en lo posible la dispersi\u00f3n de energ\u00edas en proyectos dispares.
      \nA tal fin, se elaboro un proyecto general que defin\u00eda la filosof\u00eda de la propuesta y que recog\u00eda una lista general de contenidos y capacidades a desarrollar. Tomando como base el proyecto general se organizaron diversos equipos de trabajo. Estos equipos se encargaron de hacer propuestas concretas aplicables a diversos campos educativos: escuelas, plataformas de educaci\u00f3n social, comunidades cristianas y centros de tiempo libre. Finalmente se construy\u00f3 un archivo de actividades para recoger experiencias e ideas que hab\u00edan nacido estos \u00faltimos a\u00f1os entorno a los valores sociales.
      \n <\/p>\n

        \n
      • El libro, una herramienta de trabajo<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

        La idea central que ha guiado en todo momento la elaboraci\u00f3n del libro ha sido llegar a disponer de una herramienta \u00fatil para reforzar y dar consistencia a la tarea de los educadores. El libro est\u00e1 pensado para dar apoyo al trabajo de educaci\u00f3n para la paz, la solidaridad, la justicia o la ecolog\u00eda que los educadores ya est\u00e1n realizando en diversos \u00e1mbitos. Es decir, se pretende ayudar a organizar lo que ya se est\u00e1 haciendo, facilitar la toma de conciencia de los puntos fuertes y de los puntos d\u00e9biles de cada acci\u00f3n educativa y dar pistas para completar o mejorar su contenido social con nuevas ideas y propuestas.
        \nEn definitiva, se trata de que la educaci\u00f3n en valores sociales no sea algo a\u00f1adido a la tarea habitual del los educadores sino uno de sus ejes de trabajo. El libro define en qu\u00e9 podr\u00eda consistir el eje de trabajo de los valores sociales y, una vez definido este eje, como utilizarlo para identificar las posibilidades, y no desaprovechar ninguna ocasi\u00f3n, de profundizar en la igualdad, la participaci\u00f3n ciudadana, la justicia entre el norte y el sur\u2026 en el trabajo diario con los chicos y chicas.
        \n <\/p>\n

          \n
        • Valores sociales si, \u00bfpero c\u00f3mo?<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

          Frecuentemente la sociedad demanda una educaci\u00f3n en valores, pero no es f\u00e1cil discernir hasta que punto se pide que los educadores formen a ciudadanos responsables o, simplemente, se espera de los educadores que ense\u00f1en a los educandos a ser personas pac\u00edficas que sepan quedar bien cuando expresan sus opiniones. Parece claro que la primera opci\u00f3n deber\u00eda ser el camino a seguir tanto desde el punto de vista educativo como desde el punto de vista de la fe cristiana. Pero sin embargo muchas veces, con el af\u00e1n de dar r\u00e1pida respuesta a los retos sociales que se plantean, tenemos tendencia a creer y aceptar que es posible educar en valores siguiendo el ritmo que imponen los acontecimientos o las modas. Y a largo plazo nos exponemos a dibujar un perfil de ciudadano con unos valores sociales m\u00e1s bien superficiales: con cierta inquietud solidaria, que participa en algunas acciones puntuales pero que no vive cotidianamente esos valores.
          \nCiertamente, algunos acontecimientos de resonancia (una guerra, una urgencia humanitaria\u2026) son el detonante de un repentino inter\u00e9s por los valores sociales. Y aqu\u00ed encontramos una magn\u00edfica ocasi\u00f3n para debatir, informar o dar salida a acciones de voluntariado. Pero \u00bfqu\u00e9 sucede cuando tal o cual problema ya no aparece en los medios de comunicaci\u00f3n? F\u00e1cilmente es olvidado, a\u00fan cuando las causas que lo provocaron pueden continuar presentes y las consecuencias que a que dio lugar pendientes de solucionar. Aprovechar las ocasiones favorables para que los chicos y chicas descubran problemas sociales es necesario aunque no es suficiente. Los valores requieren un tiempo de maduraci\u00f3n para lograr cierta profundidad y enraizamiento en la vida personal. No basta con querer ser solidario para serlo, es necesario que este inter\u00e9s por la solidaridad supere la prueba de alguna adversidad, logre mantenerse m\u00e1s all\u00e1 de algunas semanas y se mantenga cuando desaparezca la presi\u00f3n del grupo. Una educaci\u00f3n en valores que pretenda llegar hasta las \u00faltimas consecuencias debe llegar a producir cambios personales. Y esto solo es posible con un l\u00ednea de trabajo coherente y sostenida a lo largo de varias etapas del crecimiento.
          \n <\/p>\n

            \n
          • Un plan para educar<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

            En los \u00faltimos a\u00f1os la educaci\u00f3n en valores ha sido uno de los temas a los que se ha dedicado m\u00e1s esfuerzos y atenci\u00f3n. Se han presentado propuestas para dinamizar este espacio educativo, se han llevado a cabo numerosas campa\u00f1as y se ha puesto en circulaci\u00f3n una gran diversidad de materiales. La idea de definir un plan responde a la necesidad de dar coherencia a este, cada vez m\u00e1s amplio, conjunto de valores, actitudes y acciones concretas. La propuesta del libro parte de la idea de que la educaci\u00f3n en valores no solo requiere buenas iniciativas (que por suerte abundan) sino que tambi\u00e9n es necesaria una visi\u00f3n global que:<\/p>\n

              \n
            • asegure el sentido de cada acci\u00f3n educativa (seg\u00fan la edad, seg\u00fan el contexto);<\/li>\n
            • tenga en cuenta la diversidad de los valores (no tendr\u00eda sentido trabajar durante a\u00f1os el tema del desarme y dejar de lado, por ejemplo, el tema de la justicia social);<\/li>\n
            • y a la vez, sea capaz de generar un proceso de aprendizaje a largo plazo (\u00bfde que servir\u00eda reciclar papel en las aulas de primaria si cuando se llega a la ESO mezclamos de nuevo papel y restos org\u00e1nicos?).<\/li>\n<\/ul>\n

              Con este objetivo, el plan recoge una lista de los principales valores sociales y propone un orden de trabajo a desarrollar desde los valores m\u00e1s b\u00e1sicos e inmediatos hasta los m\u00e1s complejos y lejanos.
              \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

                \n
              • Una propuesta en tres fases<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                La propuesta contenida en el libro est\u00e1 organizada en tres grandes apartados. En primer lugar se presenta el proyecto general, un marco de referencia global que define la filosof\u00eda del plan y propone el conjunto de valores sociales con los que trabajar. En segundo lugar, se ofrecen diversas propuestas de como programar en concreto la educaci\u00f3n en valores en la escuela, la comunidad cristiana, las plataformas de educaci\u00f3n social y en el tiempo libre. Y, finalmente, se recogen actividades y experiencias ya probadas.
                \nLa aportaci\u00f3n principal del proyecto general es la organizaci\u00f3n de los valores en familias y su distribuci\u00f3n por edades y aspectos, son los llamados itinerarios. Las propuestas aplicadas a cada \u00e1mbito eval\u00faan las posibilidades y las dificultades para educar en la justicia y la solidaridad en cada \u00e1mbito, y programan las posibles actividades a realizar por grupos de edad. Y las actividades concretas, recogidas en un CD, forman parte de un fichero informatizado para facilitar su manejo.
                \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

                  \n
                1. EL PROYECTO GENERAL<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                  \u00a0<\/strong><\/p>\n

                    \n
                  • La filosof\u00eda de los itinerarios<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                    El libro propone trabajar a partir de itinerarios, es decir, de un planteamiento estructurado de los diversos valores. Esta estructuraci\u00f3n responde a tres principios:<\/p>\n

                      \n
                    • los valores forman familias;<\/li>\n
                    • los valores pueden ordenarse, de m\u00e1s b\u00e1sicos a m\u00e1s complejos;<\/li>\n
                    • hay acentos distintos en la configuraci\u00f3n de un valor.<\/li>\n<\/ul>\n

                      Vayamos por partes. Primero, los valores son complementarios unos de otros. Cuando se trata de participaci\u00f3n, por ejemplo, pensamos en creatividad, tambi\u00e9n en confianza, en di\u00e1logo, en respeto… son un conjunto de valores lo que permite realmente que la participaci\u00f3n sea posible. Pues bien, esas agrupaciones a las que podr\u00edamos llamar familias de valores, son los itinerarios. Nuestro plan est\u00e1 organizado en cuatro itinerarios.
                      \nSegundo, dentro de cada familia de valores podemos diferenciar unos aspectos m\u00e1s b\u00e1sicos y otros aspectos m\u00e1s complejos. Es m\u00e1s b\u00e1sica la confianza que la elaboraci\u00f3n de acuerdos, sin la primera no ser\u00e1 posible lo segundo. Los aspectos m\u00e1s b\u00e1sicos son tambi\u00e9n m\u00e1s aptos para ser desarrollados por los m\u00e1s peque\u00f1os, los dem\u00e1s aspectos ser\u00e1n posibles gradualmente en fases posteriores de la maduraci\u00f3n personal. El trabajar con itinerarios permitir\u00e1 seguir el orden l\u00f3gico del proceso de aprendizaje y as\u00ed acompa\u00f1ar el progreso evolutivo de la persona. Los itinerarios est\u00e1n organizados en cinco bloques de edad: de tres a seis a\u00f1os, de seis a doce, de doce a diecis\u00e9is, de diecis\u00e9is a dieciocho y adultos.
                      \nTercero, cada aspecto pertenece a un cierto tipo de dimensi\u00f3n personal. Pueden ser sentimientos, conocimientos o bien acciones. Cuando se trata de la pobreza podemos incidir en la dimensi\u00f3n sentimental: \u00bfc\u00f3mo propiciar el inter\u00e9s por las personas menos favorecidas?. O bien centrarnos en la dimensi\u00f3n conceptual: analizar, clasificar y reflexionar cr\u00edticamente sobre las causas de la pobreza. O prestar atenci\u00f3n a la dimensi\u00f3n activa: participar en una campa\u00f1a de recogida de alimentos. Seria imposible llegar a vivir un valor de forma meramente conceptual, aunque tampoco servir\u00eda de nada el simple sentimentalismo o el activismo sin sentido cr\u00edtico, ni una motivaci\u00f3n. De hecho los aspectos sentimentales act\u00faan como motivaci\u00f3n, los aspectos conceptuales permiten tomar decisiones y los aspectos activos permiten participar realmente. Las capacidades de cada itinerario est\u00e1n agrupadas en torno a tres dimensiones: el sentir, el conocer y el actuar.
                      \n <\/p>\n

                        \n
                      • Cuatro itinerarios<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                        La distribuci\u00f3n por familias o itinerarios responde a un criterio de mayor o menor cercan\u00eda a la persona o, lo que ser\u00eda lo mismo, de menor a mayor amplitud social. Podr\u00edamos imaginar los cuatro itinerarios como c\u00edrculos conc\u00e9ntricos. El c\u00edrculo menor estar\u00eda formado por el conjunto de aspectos personales: confianza, sensibilidad, capacidad cr\u00edtica, compromiso… El siguiente c\u00edrculo recoge las cuestiones principales de la convivencia con las personas cercanas: respeto, igualdad, di\u00e1logo… El tercer c\u00edrculo agrupa lo referente a la vida social y a la realidad de nuestro mundo: lucha contra la pobreza, paz y justicia, participaci\u00f3n pol\u00edtica y sindical… Finalmente el c\u00edrculo m\u00e1s amplio contiene la dimensi\u00f3n ecol\u00f3gica y de relaci\u00f3n con el medio ambiente: reciclaje, consumo responsable…
                        \nA modo de lema cada uno de los itinerarios tiene un t\u00edtulo. El itinerario 1\u00ba, la persona: \u201cCada persona es fundamental para construir la justicia y la solidaridad<\/em>\u201d; el itinerario 2\u00ba, las relaciones: \u201cRelaciones justas y solidarias con los que nos rodean\u201d<\/em>; el itinerario 3\u00ba, la sociedad y el mundo: \u201cUna sociedad justa y solidaria en un mundo justo y solidario\u201d<\/em>; y el itinerario 4\u00ba, la naturaleza: \u201cCompartamos la naturaleza de forma justa y solidaria con las generaciones futuras.\u201d<\/em> Estos cuatro itinerarios se presentan en forma de parrilla, una por itinerario. En cada parrilla se distribuyen los diversos aspectos por edades (columnas) y por dimensiones de la persona (filas).
                        \n <\/p>\n

                          \n
                        • Un mapa de oportunidades educativas<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                          Los elementos que aparecen en las parrillas son capacidades, es decir, posibilidades que tiene la persona en una edad concreta para profundizar en los valores sociales. Cada una de las capacidades que ofrecen los itinerarios se podr\u00e1n tomar en consideraci\u00f3n o no, aprovechar m\u00e1s o menos dependiendo de nuestros intereses educativos y de la programaci\u00f3n que con ellas confeccionemos. Los itinerarios no son propuestas cerradas sino un conjunto de ideas para ayudar a programar este \u00e1mbito de la educaci\u00f3n en valores. Los itinerarios son como un mapa de carreteras que ofrece diversas rutas para desplazarse entre dos ciudades. Habr\u00e1 que escoger una ruta teniendo en cuenta que en un mismo viaje no se van a poder utilizar todas las carreteras disponibles. De la misma forma las capacidades descritas en los itinerarios est\u00e1n enlazadas entre si y se puede pasar de unas a otras. Aunque el camino a recorrer puede tomar distintas formas. A cada educador corresponder\u00e1 escoger qu\u00e9 ruta va a utilizar. Partiendo del punto donde se encuentren los chicos y chicas ser\u00e1 necesario pensar qu\u00e9 capacidades se van a poner en juego para llegar al destino y en qu\u00e9 orden se deben dar los pasos sucesivos.
                          \nEn una determinada ocasi\u00f3n ser\u00e1 conveniente empezar por los sentimientos, en otra ser\u00e1 mejor empezar por la acci\u00f3n o por el estudio de la cuesti\u00f3n. Por ejemplo delante de un conflicto en el aula, puede empezarse por expresar qu\u00e9 sensaciones ha tenido cada uno de los implicados, luego razonar sobre las causas y las consecuencias de lo acontecido, para, finalmente, llegar a un acuerdo sobre como actuar de ahora en adelante. Otro ejemplo: \u00bfqu\u00e9 hacer para descubrir la situaci\u00f3n de marginaci\u00f3n en la que viven las personas mayores? Un buen inici\u00f3 puede ser participar como voluntario en una visita o en una fiesta preparada en una residencia del barrio, a partir de ah\u00ed descubrir detalles de la vida de las personas mayores que, finalmente, puede llevar a sentir un inter\u00e9s por ellas. En el primer caso partimos de los sentimientos para pasar al conocimiento y llegar a la acci\u00f3n; en el segundo caso, partimos de una acci\u00f3n concreta para llegar m\u00e1s tarde a los sentimientos.
                          \nEsto mismo sucede en la programaci\u00f3n por edades. \u00bfComo desarrollar los h\u00e1bitos de participaci\u00f3n<\/em>? Se puede empezar con los ni\u00f1os y ni\u00f1as de primaria asign\u00e1ndoles peque\u00f1as responsabilidades en el funcionamiento diario del grupo: quien recoge las cajas de colores, quien organiza los estantes… Podremos pasar despu\u00e9s a elegir delegados en los grupos de educaci\u00f3n primaria y a pedir responsabilidades a nivel colegial a los alumnos mayores de ESO: se pueden hacer cargo de los m\u00e1s peque\u00f1os en actividades colectivas o organizar juegos. Finalmente los j\u00f3venes de bachillerato pueden participar en representaci\u00f3n del grupo en jornadas cient\u00edficas o encuentros con otras instituciones del barrio o del municipio.
                          \n <\/p>\n

                            \n
                          1. LAS PROPUESTAS POR \u00c1MBITOS<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                            \u00a0<\/strong><\/p>\n

                              \n
                            • Los valores ya est\u00e1n ah\u00ed<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                              Antes de cualquier propuesta de programaci\u00f3n debemos tener en cuenta que los valores sociales ya est\u00e1n presentes de forma impl\u00edcita en toda actividad de grupo, ya sea en forma de valores, ya sea en forma de antivalores. Conviene pues prestar atenci\u00f3n a los valores sociales que est\u00e1n latentes en la vida diaria de la escuela o la parroquia o el centro de tiempo libre. Porque la educaci\u00f3n se juega en lo habitual y diario. Depende de que tipo de relaci\u00f3n establezcan los chicos y chicas con su entorno familiar, social o natural; depende de que un centro educativo tenga un funcionamiento m\u00e1s o menos participativo; depende de como se respete la igualdad, la solidaridad o la justicia en un determinado \u00e1mbito, estaremos potenciando los valores sociales o no. M\u00e1s all\u00e1 de las grandes propuestas lo que define a las personas son los gestos cotidianos. Todo el mundo es capaz de decir algo coherente sobre la ecolog\u00eda pero la ecolog\u00eda real depende de gestos cotidianos como por ejemplo el uso que hacemos del papel o del agua que consumimos.
                              \nConsolidar, dar sentido y profundidad a estos gestos es el objetivo pedag\u00f3gico del proyecto que estamos presentando. Por este motivo la cuesti\u00f3n de programar consistir\u00e1, primeramente, en evaluar y revisar qu\u00e9 aspectos de los valores sociales est\u00e1n presentes en un determinado \u00e1mbito. En segundo lugar, descubrir qu\u00e9 posibilidades de crecimiento, mejora, ampliaci\u00f3n de horizontes tenemos a nuestro alcance. Y, finalmente, trazar un proyecto que defina las formas, los tiempos y los responsables de llevarlo a cabo. Los valores est\u00e1n presentes en el grupo pero no de forma completa ni definida sino esperando que se estimule su desarrollo, y el desarrollo solo es posible con una acci\u00f3n programada.
                              \n <\/p>\n

                                \n
                              • Evaluar y programar<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                                En la educaci\u00f3n en valores la evaluaci\u00f3n y la programaci\u00f3n no son una cuesti\u00f3n menor. Cuando se descubre que los valores est\u00e1n siempre presentes de forma impl\u00edcita en cualquier \u00e1mbito o actividad y que se encuentran difuminados por todas partes, se tiende a pensar que su evaluaci\u00f3n es dif\u00edcil, cuando no imposible, y que no vale la pena ni tan siquiera proponerla. En cambio la propuesta que se hace desde el libro considera que es posible evaluar la presencia o ausencia de ciertos valores. Podemos comparar, por ejemplo, la lista de capacidades que se tienen a cierta edad con el aprovechamiento real de estas capacidades en un grupo concreto.
                                \nOtras veces se objeta que el desarrollo de los valores es algo que avanza por contagio y que, como mucho, se puede estimular a base de esl\u00f3ganes. Por lo cual una programaci\u00f3n m\u00e1s en detalle resultar\u00eda in\u00fatil. Desde el plan se apuesta por la posibilidad de establecer una programaci\u00f3n definida de los procesos de mejora y crecimiento en valores. Es posible establecer objetivos y canales de intervenci\u00f3n que tengan en cuenta las acciones educativas que ya se llevan a t\u00e9rmino habitualmente y que est\u00e1n ligadas a un cierto valor. Se considera tambi\u00e9n que es posible fijar una temporizaci\u00f3n y decidir en qu\u00e9 consiste la responsabilidad de cada uno de los intervinientes en el proceso. Se puede, por ejemplo, programar como descubrir el entorno<\/em>, empezando por lo m\u00e1s cercano y, paso a paso, avanzar hacia lo m\u00e1s lejano. Y estos objetivos se pueden abordar gracias a un eje de animaci\u00f3n o gracias al calendario de excursiones o gracias a la asignatura de ciencias sociales. Y habr\u00e1 monitores, animadores o maestros encargados de tal o cual tarea.
                                \nOtra cosa bien distinta es que por motivos pr\u00e1cticos sea mejor seleccionar alg\u00fan aspecto entre los muchos que est\u00e1n implicados en la vida diaria del colectivo en cuesti\u00f3n, y de ese aspecto o aspectos seleccionados hacer la programaci\u00f3n. Seria una ingenuidad intentar trabajar todos los valores a la vez.
                                \n <\/p>\n

                                  \n
                                • Pistas para programar<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                                  Las programaciones del plan se han elaborado a partir de las caracter\u00edsticas especificas de cada \u00e1mbito y de las capacidades de cada edad previstas en los itinerarios. Por un lado se definen las posibilidades y las dificultades de educar en valores en la escuela, en las plataformas de educaci\u00f3n social, en el tiempo libre y en la comunidad cristiana. Y por el otro se proponen intervenciones (momentos, personas, recursos…) mediante las cuales se pueden trabajar los valores. Finalmente se analiza edad por edad e itinerario por itinerario como es posible desarrollar cada una de las capacidades contenidas en el proyecto general. Por ejemplo, la capacidad de participar en actividades de grupo<\/em> de los chicos y chicas de seis a doce a\u00f1os, en la escuela se puede trabajar a partir de trabajos colectivos; en el tiempo libre se puede trabajar a partir de un taller de teatro; y en la comunidad cristiana a partir de la misma vida del grupo. En los diversos \u00e1mbitos se han definido tambi\u00e9n dos niveles de intervenci\u00f3n: uno, el nivel institucional (relaciones exteriores de la instituci\u00f3n, presencia social, grandes l\u00edneas comunes a todas las edades…); y dos, las actividades propias de cada grupo de edad.
                                  \n <\/p>\n

                                    \n
                                  1. EL ARCHIVO DE ACTIVIDADES<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                                     <\/p>\n

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                                    • Compartir experiencias<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                                      Los educadores y educadoras se ven constantemente urgidos a dar respuesta a las novedades que van apareciendo a un ritmo cada vez m\u00e1s acelerado. Nuevas formas de pobreza, nuevas formas de esclavitud, nuevas formas de injusticia reclaman una respuesta. Y efectivamente a tal fin se elaboran numerosas iniciativas. Pero no es f\u00e1cil encontrar un rato libre para ponerlas negro sobre blanco y compartirlas con otros educadores. Con la edici\u00f3n del libro se han compilado un total de 86 actividades que los diversos colaboradores del proyecto han puesto en pr\u00e1ctica en su acci\u00f3n educativa. Son propuestas, ideas y sugerencias que se pueden aplicar tal como est\u00e1n o servir de base para nuevas iniciativas. Las actividades se presentan en un CD acompa\u00f1adas de un programa inform\u00e1tico que permite una b\u00fasqueda r\u00e1pida y selectiva. Est\u00e1n agrupadas por edades, \u00e1mbitos, valores, tipos de actividades y tambi\u00e9n se pueden localizar en funci\u00f3n de las palabras clave que est\u00e1n asociadas a cada actividad. Las actividades de los distintos \u00e1mbitos se han editado conjuntamente con la idea de que pueden ser complementarias. Las propuestas que han nacido en el \u00e1mbito del tiempo libre pueden ser \u00fatiles para la escuela, y las de la comunidad cristina \u00fatiles para el tiempo libre\u2026
                                      \n <\/p>\n

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                                      • El proyecto est\u00e1 abierto<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                                        Con el libro no se pretende cerrar el proyecto, sino todo lo contrario, ofrecer un esqueleto entorno al cual continuar y ampliar el trabajo. As\u00ed se ha creado una p\u00e1gina web donde aparecen las actividades del CD y donde es posible a\u00f1adir nuevas experiencias para compartir y ampliar la lista de propuestas. La posibilidad de compartir puede dar m\u00e1s fuerza a la tarea de educar, recogiendo nueva ideas y ayudando a descubrir como otras personas est\u00e1n dedicando esfuerzos en una misma direcci\u00f3n. La p\u00e1gina tiene la siguiente direcci\u00f3n: www.plajis.net
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                                        1. UN PLAN PARA PONERSE EN MARCHA<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

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                                          • La educaci\u00f3n como di\u00e1logo<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                                            \u00bfComo podr\u00eda llevarse a cabo la implantaci\u00f3n de este proyecto? La experiencia ya hace tiempo que nos ha ense\u00f1ado que los valores no se pueden imponer. Plantear los valores como algo cerrado e indiscutible no conduce a ning\u00fan resultado educativo y adem\u00e1s suele generar un notable rechazo de los mismos. M\u00e1s a\u00fan en una sociedad plural, como la nuestra, donde los valores de un grupo est\u00e1n llamados a convivir con los valores de otros, y donde solamente unos pocos valores (m\u00ednimos) pueden llegar a ser aceptados por todos. Ahora bien, las experiencias de los \u00faltimos tiempos tambi\u00e9n apuntan una nueva cuesti\u00f3n, a saber, no es posible educar sin valores. La neutralidad absoluta de los educadores en temas de valores no da lugar a un aprendizaje personal libre y creativo, sino que conduce al desinter\u00e9s y al desconcierto.
                                            \nSi aceptamos esta doble conclusi\u00f3n va a ser necesario que planteemos dos condiciones para educar en valores. Ser\u00e1 conveniente que la educaci\u00f3n parta de una primera propuesta hecha por el educador, que sirva de punto de partida. Y ser\u00e1 tambi\u00e9n conveniente que la propuesta este abierta a un proceso de dialogo. Los educadores debemos proponer con fuerza, inter\u00e9s e ilusi\u00f3n valores concretos a los chicos y chicas, pero teniendo en cuenta que los valores deben ser escogidos, construidos y vividos por cada implicado y que sin la opci\u00f3n personal de cada uno a favor de ciertos valores, estos valores no valen nada<\/em>. Este es un proceso de dialogo en el que uno propone y el otro prueba. Y al final, despu\u00e9s de la experiencia, cuando se ha percibido realmente la validez<\/em> de tal o cual valor, la persona puede, si quiere, aceptarlo y hacerlo suyo. Para aceptar o rechazar un valor son necesarios una experiencia y un conocimiento previos que los educadores pueden hacer posible.
                                            \n <\/p>\n

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                                            • Un reto<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

                                              En este proceso de aprendizaje de valores, de asimilaci\u00f3n siempre original de propuestas, el educador tiene una gran responsabilidad: \u00e9l debe guiar el proceso de prueba y acompa\u00f1ar la elaboraci\u00f3n de respuestas. Pero cuando el educador acepta trabajar en una l\u00ednea de dialogo, en la que los valores no se dan nunca por acabados sino que se van construyendo, su responsabilidad tambi\u00e9n consiste en aceptar que \u00e9l es uno m\u00e1s que est\u00e1 en proceso. El educador puede ser cuestionado, recibir propuestas o, descubrir aspectos nuevos que le lleven a modificar su postura inicial. Esta situaci\u00f3n implica que no es posible llevar a cabo este dialogo educativo si no se esta dispuesto a progresar y madurar como persona o como instituci\u00f3n. \u00bfQu\u00e9 sentido tendr\u00eda tomar conciencia de la importancia de la participaci\u00f3n ciudadana en un centro educativo donde no es posible participar? \u00bfO, de la importancia de la vida social en una aula donde nunca se organizan trabajos en grupo? El plan para educar en valores sociales pretende generar un proceso de revisi\u00f3n personal e institucional, de programaciones, objetivos y formas de funcionar, para mejorar su grado de justicia y de solidaridad. Si no se est\u00e1 dispuesto a revisar y profundizar lo que ya se est\u00e1 haciendo no ser\u00e1 posible poner en marcha este plan porque no ser\u00e1 posible educar realmente en valores.
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                                              Un plan para educar en valores sociales Oriol R\u00e0fols   El equipo PlaJiS de Barcelona, coordinado por Oriol R\u00e0fols ha publicado recientemente el libro Educar en la justicia y la solidaridad. Un plan para educar integralmente en valores sociales. Se trata de una propuesta amplia dirigida a todas las comunidades educativas para ayudar en la […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1001,94,1002],"tags":[],"class_list":["post-8924","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-experiencias-344","category-mision-joven-2","category-oriol-rafols"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8924","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8924"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8924\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8924"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8924"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8924"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}