{"id":8976,"date":"2005-05-01T00:00:32","date_gmt":"2005-04-30T22:00:32","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=8976"},"modified":"2005-05-01T00:00:32","modified_gmt":"2005-04-30T22:00:32","slug":"en-busca-de-la-espiritualidad-perdida","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/en-busca-de-la-espiritualidad-perdida\/","title":{"rendered":"EN BUSCA DE LA ESPIRITUALIDAD PERDIDA"},"content":{"rendered":"

Mar\u00eda Dolores L. Guzm\u00e1n
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\nMar\u00eda Dolores L. Guzm\u00e1n es Profesora en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas a distancia \u201cSan Agust\u00edn\u201d.
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nParte el art\u00edculo del poco inter\u00e9s que parecen suscitar los asuntos de la Iglesia cat\u00f3lica, del amplio descenso de las manifestaciones religiosas (misa, sacramentos, oraci\u00f3n) y, al mismo tiempo, del creciente \u00e9xito de \u201cnuevas\u201d formas de espiritualidad. Siguiendo algunos relatos b\u00edblicos hace ver los obst\u00e1culos y escollos que impiden crecer espiritualmente y se\u00f1ala tambi\u00e9n algunos aspectos del itinerario que es preciso recorrer para llegar a una verdadera espiritualidad, en la que somos conducidos por el mismo Jes\u00fas por el camino de la encarnaci\u00f3n.
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\n\u00a0<\/em>
\nProfesor X, gran m\u00e9dium con poderes sobrenaturales<\/em>. Usted lo ha intentado todo. No sufra m\u00e1s. Aqu\u00ed me tiene. Resuelvo todo tipo de problemas por muy dif\u00edciles que sean: recuperar la pareja, atraer personas queridas, predicciones de amor, felicidad y suerte, encontrar empleo, mal de ojo, inteligencia, dificultades con la justicia, cura de la impotencia sexual, enfermedades cr\u00f3nicas, limpieza con m\u00e1xima eficacia. Resultado r\u00e1pido 100% garantizado. Consulta todos los d\u00edas de 9.00 a 22.00 horas<\/em>.
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\nEste era el mensaje en papel que me encontr\u00e9 en la mano a la salida de una c\u00e9ntrica estaci\u00f3n de metro de la capital. Un repartidor se aseguraba la supervivencia a golpe de promesas gratuitas de bienestar. Todo tiene soluci\u00f3n en la vida. Los problemas son meros accidentes. \u00a1Existe el elixir de la felicidad! Es una mera cuesti\u00f3n de dinero y de confianza ciega en la asombrosa capacidad de algunos individuos de resolver las dificultades cotidianas que desbordan al com\u00fan de los mortales. \u00bfNo dicen los cient\u00edficos que el ser humano todav\u00eda no utiliza m\u00e1s que una peque\u00f1a parte de su cerebro? Existen muchos recursos desaprovechados en la naturaleza del hombre. Menos mal que quedan estos expertos en agudeza visual y en corazones rotos que saben sacar partido a esas malgastadas zonas de la inteligencia. \u00a1Qu\u00e9 necesitados andamos de consuelo!
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\nUna buena sobredosis de fe y desesperaci\u00f3n asoma detr\u00e1s de la persona que termina en el consultorio de cualquiera de esos iluminados. Es evidente que en nuestra sociedad, volcada en solucionar los problemas materiales, asoman innumerables grietas que descubren la fragilidad de las propuestas comerciales y del bienestar. Resulta que el alma est\u00e1 viva y que forma parte del ser humano. No somos s\u00f3lo cuerpo, no s\u00f3lo de pan vive el hombre<\/em> (Mt 4,4). Y el esp\u00edritu est\u00e1 empezando a resentirse porque, siendo similar al aire, le falta ox\u00edgeno y espacio para moverse y respirar. A nadie le gusta que le arrinconen, menos a\u00fan al Esp\u00edritu que tiene ese car\u00e1cter salvaje de ir y venir a sus anchas siguiendo sus intuiciones y su voluntad (Jn 3,8). El hombre y la espiritualidad se est\u00e1n buscando mutuamente. Es una cuesti\u00f3n de supervivencia y de realidad.
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  1. Coletazos de fe<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    A pesar del poco inter\u00e9s informativo que despiertan los asuntos de la Iglesia (a no ser que se les puedan sacar la punta del esc\u00e1ndalo o de la pol\u00e9mica pol\u00edtica) tambi\u00e9n pueden encontrarse en la prensa titulares tan sorprendentes como: EE. UU financia un estudio para saber el efecto terap\u00e9utico de la oraci\u00f3n<\/em><\/a> -eso s\u00ed, para descubrir el impacto de los rezos en las reconstrucciones de los pechos de las mujeres que deciden acudir al quir\u00f3fano por causas est\u00e9ticas-; o bien, La gen\u00e9tica de la religi\u00f3n. Un investigador asegura que las creencias espirituales tienen una ra\u00edz biol\u00f3gica en el ADN humano<\/strong><\/a> <\/em>-para tratar de demostrar, con las mismas armas de una sociedad que rinde culto a los genes, que la oraci\u00f3n est\u00e1 registrada en la naturaleza humana-; o evidencias como El porcentaje de j\u00f3venes cat\u00f3licos practicantes cae a la mitad en cuatro a\u00f1os<\/em><\/a>, respaldado todo ello por estudios solventes y estad\u00edsticas arrolladoras del Instituto de la Juventud.
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    \nEn cierto modo, y a pesar del deseo de algunos de dar por finiquitado, sin discriminaci\u00f3n, el mundo que rodea la espiritualidad cristiana (oraci\u00f3n, manifestaciones piadosas, referencias eclesiales, etc.) como exponente de comportamientos prehist\u00f3ricos y poco saludables para el hombre moderno, parece que la resistencia de \u00e9sta a ser enterrada es mayor de lo previsto. Tampoco ser\u00eda conveniente que desapareciera totalmente del mapa dado el juego que da en la portada de los noticiarios. As\u00ed que la convivencia entre cultura actual y religiosidad, a pesar del rechazo mutuo, est\u00e1 garantizada, aunque probablemente no sea del modo que muchos deseamos.
    \n1.1. Sin consuelo
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    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Todo lo relacionado con el mundo cat\u00f3lico est\u00e1 de capa ca\u00edda tal y como efectivamente demuestran los datos comparativos. La pr\u00e1ctica sacramental en el sector juvenil de la poblaci\u00f3n ha descendido notablemente en las \u00faltimas d\u00e9cadas: si en 1968 el 53% de los j\u00f3venes asist\u00edan a Misa al menos una vez a la semana, ese porcentaje ha descendido en 2002 al 15%. Y en tan s\u00f3lo ocho a\u00f1os, la tasa de j\u00f3venes que no reza nunca o casi nunca ha subido desde el 41,6% en 1994 hasta el 53% en 2002, a\u00f1o en que s\u00f3lo el 13% dice rezar con frecuencia    <\/a>. Al mismo tiempo, se detecta un incremento, lento pero progresivo, de la presencia de otras experiencias espirituales y religiosas que responden al reclamo de \u201clo sagrado\u201d. Nueva Era, Ocultismo y hasta Satanismo se est\u00e1n haciendo un hueco en las agendas y, lo que es peor, en el coraz\u00f3n de los occidentales.<\/a>
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    \nEn la Aldea Global, el sujeto experimenta una soledad de dimensiones planetarias, una sensaci\u00f3n de v\u00e9rtigo alarmante ante la incapacidad de asumir y solucionar conflictos de car\u00e1cter internacional, y una sobrecarga de informaci\u00f3n que genera confusi\u00f3n y desorientaci\u00f3n. No es extra\u00f1o que se busquen, al precio que sea, alternativas que den respuesta y alivien el peso de vivir en este mundo. Da la sensaci\u00f3n de que los cristianos no terminan de encontrar el modo de trasladar a la vida de las personas las palabras liberadoras de Jes\u00fas: Venid a m\u00ed todos los que est\u00e1is fatigados y sobrecargados, y yo os dar\u00e9 descanso<\/em> (Mt 11,28).
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    \nLa Iglesia olvida con frecuencia la \u201catenci\u00f3n primaria\u201d y personal. Busca personas capaces de cargar con el cartel de \u201cocupado: sujeto comprometido\u201d como marca diferenciadora de los nuevos movimientos religiosos a los que se les acusa, no sin cierta raz\u00f3n, de ser portadores de evasi\u00f3n y de falta de deseos por cambiar la realidad. Sin embargo, esta cr\u00edtica no deber\u00eda arrinconar el oficio de consolar, propio del cristiano, que tiene su origen en el Dios de toda consolaci\u00f3n, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones para poder nosotros consolar a los que est\u00e1n en toda tribulaci\u00f3n, mediante el consuelo con que nosotros mismos somos consolados\u201d<\/em> (2Cor 1,3-4).
    \n\u00a0<\/em><\/strong>
    \n1.2. <\/strong>Collage<\/em><\/strong> de creencias<\/strong>
    \nQuien desee erradicar del todo las creencias religiosas tiene ante s\u00ed una ingrata tarea de dif\u00edcil resoluci\u00f3n. El creciente \u00e9xito de las \u201cnuevas\u201d formas de espiritualidad contrasta con el ate\u00edsmo y el indiferentismo instalado mayoritariamente en los hogares europeos, pero confirma una realidad ratificada por las cifras: el 85% de la humanidad se declara creyente. La increencia es un fen\u00f3meno moderno y localizado en Europa occidental. Hablar de la fe no deber\u00eda ser un acto vergonzante sino un acto de fidelidad a la historia y al ser humano. Algo se mueve en el interior del hombre que le espolea y le incita a ir m\u00e1s all\u00e1 de s\u00ed mismo.
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    \nQuiz\u00e1s lo llamativo de esta espiritualidad emergente, que se resiste a ser arrinconada, sea su \u201ccar\u00e1cter recopilatorio\u201d, es decir, su destreza para moverse con asombrosa facilidad entre distintas tradiciones religiosas aglutinando lo supuestamente m\u00e1s interesante y est\u00e9tico de cada una de ellas. Queda bien presentarse como conocedor de las religiones orientales y aporta un halo guay<\/em> lucir s\u00edmbolos de la New Age (dragones, eneagramas, representaciones caracter\u00edsticas de la tradici\u00f3n celta y de sabor esot\u00e9rico…) e incluso proscritos o sat\u00e1nicos (la cabra, la esv\u00e1stica nazi…), como expresi\u00f3n de un car\u00e1cter rebelde y contracultural. M\u00e1s complicado es determinar hasta qu\u00e9 punto penetra en la conciencia y en el coraz\u00f3n de las nuevas generaciones este modo de proceder pero, seg\u00fan las \u00faltimas investigaciones 12 de cada mil j\u00f3venes se encuentran en riesgo potencial de pertenecer a sectas destructivas    <\/a> y la venta de art\u00edculos relacionados con el ocultismo est\u00e1 aumentando considerablemente, especialmente en Internet. Se estima que los americanos se gastaron el pasado Halloween cerca de 300.000 d\u00f3lares en productos para celebrar esta fiesta.
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    \nInternet se ha convertido en una herramienta tremendamente eficaz para dar a conocer, sin discriminaci\u00f3n de p\u00fablico, todas las modalidades posibles de religiosidad. Un doble reto se hace inexcusable: articular desde la legalidad sistemas que protejan a la poblaci\u00f3n m\u00e1s vulnerable y que garanticen la fiabilidad de la informaci\u00f3n que se recibe; y concienciar a los padres de la necesidad de seguir de cerca los pasos que los hijos dan en la Red. Dejar a un joven ante un ordenador con conexi\u00f3n a Internet, sin ning\u00fan tipo de control, es ponerle en la mano una bomba de relojer\u00eda.
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    \nLo curioso y parad\u00f3jico de esta pr\u00e1ctica compiladora de lo mejor valorado de cada expresi\u00f3n religiosa es la falta de autocr\u00edtica. No se busca tanto la conformidad entre lo que se dice que se cree y la forma de actuar en la vida cotidiana, sino el asumir un estilo esteta con el que la persona se identifica y se siente c\u00f3moda sin m\u00e1s. Es el imperio de la moda que llega tambi\u00e9n al \u00e1mbito espiritual. Detenerse en llevar hasta las \u00faltimas consecuencias ideas tan en boga como la reencarnaci\u00f3n o la meditaci\u00f3n zen<\/em> requerir\u00eda demasiado esfuerzo. Sin embargo, conviene no rendirse demasiado pronto ante esta situaci\u00f3n; los j\u00f3venes, a la larga, no son indiferentes a la autenticidad. La llamada a la coherencia es fuerte en ellos y, en este sentido, se abre un camino de di\u00e1logo importante. Ofrecerles preguntas \u2013en lugar de imperativos– que les hagan cuestionarse la radicalidad de sus creencias y de sus acciones ser\u00eda el mejor modo de no generar en ellos rechazo ante quien pone en entredicho el basamento de sus valores. Que ellos detecten preocupaci\u00f3n por su modo de ser y de sentir, sin imposiciones ni aspavientos, es fundamental.
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>
    \n1.3. Escarbar en el coraz\u00f3n
    \n<\/strong>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Estas estridentes mezclas religiosas en las que cabe de todo revelan, entre otras, dos realidades: la p\u00e9rdida de capacidad comunicadora de la Iglesia cat\u00f3lica y la necesidad de trascendencia del hombre. Es un hecho verificable que se sigue buscando respuesta a las inquietudes sobre el sentido de la vida y del dolor.
    \n 
    \nPara seguir adelante con el deseo de difundir el evangelio, a pesar de la panor\u00e1mica descrita, es requisito indispensable contar con una fuerte capacidad de autocr\u00edtica, con enormes ganas de comprender al otro, con el convencimiento profundo de que la fe en Jesucristo mueve monta\u00f1as<\/em> (Mt 17,20), y con la confianza de que el coraz\u00f3n humano dif\u00edcilmente se resiste a ser atendido, cuidado y amado. No se puede renunciar a estar cerca de la gente, a palpitar con sus problemas por muy ins\u00f3litos y estrafalarios que nos parezcan, y a reducir el mensaje cristiano a pura legalidad. Debe hacernos reflexionar el hecho de que la imagen de la Iglesia est\u00e9 com\u00fanmente asociada al cumplimiento de normas y mandamientos (con especial \u00e9nfasis en unos m\u00e1s que en otros) y a la asistencia al culto dominical.
    \n 
    \nLa \u201cv\u00eda de la experiencia\u201d que tanto se ha propugnado en los \u00faltimos tiempos parece que no est\u00e1 dando los frutos deseados. Se hab\u00eda detectado la urgencia de potenciar testigos, es decir, transmisores de un acontecimiento visto y o\u00eddo <\/em>en primera persona (Hch 4,20). Sin embargo, cuando se habla de la experiencia personal de la fe, brotan con relativa frecuencia discursos melifluos carentes de entidad con una tendencia inquietante hacia el sentimentalismo m\u00e1s rampl\u00f3n. En realidad poco se diferencian de los discursos y las actitudes que manifiestan algunas personas vinculadas a los nuevos movimientos religiosos. Cambian las palabras, pero el contenido y lo que se busca de fondo es similar. Por ello merece la pena situarse ante el otro como un aut\u00e9ntico hermano dejando de lado los reproches y el complejo de superioridad.
    \n 
    \nEs necesario escarbar en el coraz\u00f3n –en el propio y en el de los dem\u00e1s– y despojarlo de ropajes y adherencias. S\u00f3lo as\u00ed encontraremos el Esp\u00edritu que nos habita. En ese rinc\u00f3n virgen de nuestra alma las palabras de Jes\u00fas seguro que tendr\u00e1n una buena acogida.
    \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

      \n
    1. Enemigos a las puertas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      La vida est\u00e1 llena de \u201cescollos\u201d que salen al paso impidiendo a la persona crecer en verdad, llen\u00e1ndose de sabidur\u00eda<\/em> (Lc 2,40). La ingenuidad no es buena compa\u00f1era y es importante conocer esos \u201cgigantes\u201d de nuestro mundo que viven empe\u00f1ados en hacernos creer que es mejor evadirse que comprometerse. Los enemigos de la verdadera espiritualidad acechan y trabajan afanosamente para despojarla de su dimensi\u00f3n m\u00e1s vital y real. Para enfrentarse a ellos conviene asumir sin titubeos que \u201ctener parte con Jes\u00fas\u201d es lo genuino de la vida espiritual<\/a>. Seguir de cerca los pasos del Se\u00f1or se presenta por tanto como condici\u00f3n sine qua non<\/em> para conocer a la tercera persona de la Trinidad.
      \n 
      \nCuatro momentos de la Historia de la Salvaci\u00f3n resultan especialmente clarificadores: la creaci\u00f3n del hombre -Yahv\u00e9h insufl\u00f3 en sus narices aliento de vida <\/em>(Gn 2,7)-, el bautismo de Jes\u00fas –el Esp\u00edritu de Dios bajaba en forma de paloma y ven\u00eda sobre \u00e9l<\/em> (Mt 3,16)-, la muerte en cruz \u2013inclinando la cabeza, entreg\u00f3 el esp\u00edritu <\/em>(Jn 19,30)-, y la efusi\u00f3n del esp\u00edritu en Pentecost\u00e9s \u2013una r\u00e1faga de viento impetuoso llen\u00f3 toda la casa<\/em> (Hch 2,2)-. Vida y humanidad, entrega y renuncia, comuni\u00f3n y misi\u00f3n, y referencia inexcusable a Jesucristo, son los rasgos m\u00e1s sobresalientes. Nada que ver con el gusto por lo extraordinario y lo extravagante que habitualmente se asocia a las personas espirituales. S\u00ed, en cambio, con la cercan\u00eda, la vitalidad, el amor al l\u00edmite y la relaci\u00f3n personal.
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      \nYa desde antiguo el hombre ofreci\u00f3 enconada resistencia a creer que Dios se encuentre en la realidad cotidiana y que se haya hecho tan humano. Es una convicci\u00f3n extendida pensar que los \u201cmaestros\u201d de la interioridad pertenecen a otro mundo m\u00e1s elevado y m\u00e1s puro. Tentaciones de ayer que son las mismas de hoy. Las p\u00e1ginas b\u00edblicas est\u00e1n llenas de ejemplos que traslucen la oposici\u00f3n –m\u00e1s o menos soterrada– del hombre a la humanidad y sencillez de Dios.
      \n\u00a0<\/strong>
      \n2.1. David vs<\/em>. Goliat<\/strong>
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Apenas un adolescente era David cuando el profeta Samuel le ungi\u00f3 delante de todos haciendo p\u00fablica la elecci\u00f3n de Yahveh. Un hecho donde el Creador ya va \u201cmarcando estilo\u201d: no es el sujeto interesado quien decide su destino, ni quien se arroga una misi\u00f3n. Son otros los que reconocen en aquel chaval la presencia de Dios. Un suceso que discurre con absoluta limpieza y transparencia. Acontece de un modo p\u00fablico y notorio. Nadie podr\u00e1 decir jam\u00e1s que detr\u00e1s de una \u201ccarrera tan mete\u00f3rica\u201d como la del futuro rey de Israel se produjeran oscuras intrigas palaciegas y malas artes. Propio es del \u201cbuen esp\u00edritu\u201d la diafanidad.
      \n 
      \nUn perfecto desconocido. Una persona ajena a los ambientes donde se tomaban las \u201cgrandes decisiones\u201d pol\u00edticas y religiosas. No era habitual del papel couch\u00e9<\/em> ni se relacionaba con los personajes m\u00e1s in <\/em>del momento como sus hermanos mayores, quienes trabajaban para Sa\u00fal, el rey. Ni siquiera su padre pens\u00f3 en \u00e9l cuando vio aparecer al profeta. Y sin embargo… El menor de los hijos de Jes\u00e9, el \u00faltimo de ocho hermanos, es en quien Yahveh deposita sus esperanzas; la mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias pero Yahveh mira al coraz\u00f3n<\/em> (1Sm 16,7).
      \n 
      \nLos comienzos de David fueron como los de cualquier chico de su edad. Combinaba dos actividades para ganarse el pan: cuidar el reba\u00f1o de su padre en Bel\u00e9n y tocar la c\u00edtara en el campamento del rey para amenizar las veladas. Mucho tiempo dedicado a trabajar y a escuchar. As\u00ed se forjan las grandes almas.
      \n 
      \nPero Israel viv\u00eda bajo la continua amenaza de los filisteos que contaban con la fuerza y los alardes de Goliat. La vida est\u00e1 siempre expuesta a m\u00faltiples peligros que acechan y que, en ocasiones, arremeten directa y expl\u00edcitamente contra ella. As\u00ed ocurri\u00f3 cuando sali\u00f3 de las filas de los filisteos un hombre de las tropas de choque<\/em> con la intenci\u00f3n de derrotar a los israelitas (1Sm 17,4). Goliat era alto y seguro de s\u00ed. Atrapado por el ego<\/em>. Un tipo \u201caparente\u201d. Contaba con notables y cuantiosos recursos: una coraza de escamas, escudero, grebas de bronce, jabalina y lanza. Todo lo necesario para cubrir una buena defensa y un buen ataque. En cambio, David llevaba lo de siempre, lo de todos los d\u00edas: su zurr\u00f3n de pastor, el cayado y una honda. A pesar de la evidente situaci\u00f3n de desventaja, el ungido de Yahveh, conoc\u00eda bien sus posibilidades. Hab\u00eda tenido que pelear en numerosas ocasiones con el oso y el le\u00f3n cuando atacaban a sus ovejas.
      \n 
      \nEl \u00e9xito que obtendr\u00e1 David descansa en una historia de fidelidades mutuas (entre \u00e9l y Dios) vividas en medio de su tarea habitual. Confiaba en Yahveh no por su potencialidad milagrera, sino por su presencia eficaz y salvadora en los problemas de cada d\u00eda: Yahveh<\/em>, que me ha librado de las garras del le\u00f3n y del oso, me librar\u00e1 de las manos de ese filisteo <\/em>(1Sm 17,37).
      \n 
      \nPocos efectos especiales y un buen pu\u00f1ado de fe y humildad fueron suficientes para desarmar y desactivar tantas capas de autocomplacencia, de falsa protecci\u00f3n y de endeble vistosidad.
      \n 
      \n2.2. Sans\u00f3n vs.<\/em> Dalila y los filisteos<\/strong>
      \nEl caso de Sans\u00f3n resulta a\u00fan m\u00e1s chocante que el de David dado el car\u00e1cter voluble y bravuc\u00f3n del forzudo joven, hijo de Man\u00f3aj. Si en los primeros tiempos de buena sinton\u00eda con Dios el sucesor de Sa\u00fal muestra un comportamiento ejemplar que explica el apoyo incondicional de Yahveh, de Sans\u00f3n no se puede decir lo mismo. Mujeriego empedernido, osado aventurero, caprichoso y vividor, malgastar\u00e1 el regalo de su consagraci\u00f3n en peleas intrascendentes simplemente para demostrar su poder y humillar.
      \n 
      \nPero esa imagen de perdonavidas encerraba dos puntos flacos: su propia fortaleza f\u00edsica y su desconocimiento del amor. Sans\u00f3n actuaba en funci\u00f3n de lo que otros esperaban de \u00e9l. Por eso reaccionaba tan f\u00e1cilmente con las provocaciones y se defend\u00eda tan bien en el \u201cojo por ojo\u201d. Si de mostrar la fuerza se trataba, \u00e9l era el mejor. Viv\u00eda para su imagen y para justificarse ante s\u00ed mismo y ante los dem\u00e1s. No hab\u00eda entendido que su elecci\u00f3n por parte de Dios era un acto gratuito de amor que no requer\u00eda mayores pruebas que su agradecimiento y fidelidad.
      \n 
      \nSus enemigos descubrieron enseguida su debilidad. La derrota estaba garantizada si encontraban una persona que canalizara todos los \u201cafectos desordenados\u201d de Sans\u00f3n. Entonces ser\u00eda vulnerable. En el fondo era un ni\u00f1o grande, como la mayor\u00eda de nosotros. Cuesta madurar. Y se evita porque produce dolor. Una mujer de la vaguada de Soreq, llamada Dalila, se convertir\u00e1 en la causa de su perdici\u00f3n. Se enamor\u00f3 de ella y le abri\u00f3 todo su coraz\u00f3n <\/em>(Jc 16,17).
      \n 
      \nS\u00f3lo hay un Ser a quien podemos ofrecer todo lo que somos sin que nuestra existencia corra peligro. Se arriesga demasiado cuando se pone la vida entera en manos de otros que, a\u00fan siendo importantes, son fr\u00e1giles tambi\u00e9n. Se puede caer con facilidad en la idolatr\u00eda de los sentimientos. Nuestra sociedad actual es buen ejemplo de ello. Pero reverenciar lo que no se debe conduce a situaciones de muerte. \u201cS\u00f3lo Yahveh es Dios de vida. La idolatr\u00eda supone absolutizar lo relativo y caduco y elevar a esa categor\u00eda lo inconsistente y vac\u00edo. Y as\u00ed, cuando las referencias absolutas quedan situadas exclusivamente en niveles inmanentes y horizontales, la frustraci\u00f3n que genera deriva en violencia. Y la violencia trae consigo la muerte\u201d      <\/a>.
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      \nLos filisteos hab\u00edan apuntado bien y hab\u00edan dado en el blanco. Sus armas hab\u00edan sido tremendamente eficaces. En primer lugar, la intriga y la murmuraci\u00f3n \u2013ent\u00e9rate y sons\u00e1cale (Jc 16,4)–, porque hab\u00edan comprobado que, en el cara a cara, ten\u00edan todas las de perder; en segundo lugar, la elecci\u00f3n de Dalila, capaz de manipular los sentimientos m\u00e1s nobles en beneficio propio, seductora, obstinada y chantajista –\u00bfC\u00f3mo puedes decir \u201cte amo\u201d si tu coraz\u00f3n no est\u00e1 conmigo? Tres veces te has re\u00eddo de m\u00ed y no me has dicho en qu\u00e9 consiste esa fuerza tan grande (Jc 16,15)–; y, por \u00faltimo, el dinero con el que compraban cualquier voluntad \u2013te daremos cada uno cien mil siclos de plata (Jc 16,4)–.
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      \nCuando Sans\u00f3n entendi\u00f3 por fin que la \u00fanica fuerza salvadora proviene de Dios, comenz\u00f3 a recuperarse. Su cabellera, signo de su consagraci\u00f3n y pertenencia al Absoluto le empez\u00f3 a crecer, invoc\u00f3 al Creador y le dijo: Se\u00f1or Yahveh, d\u00edgnate acordarte de m\u00ed (Jue 16,28). Y fue escuchado.
      \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

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      1. Esp\u00edritu en movimiento<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        El itinerario de estos dos grandes personajes del AT sirve de ejemplo para subrayar algunos de los aspectos que conviven en el interior del ser humano, para bien y para mal, y que contribuyen a su crecimiento en una u otra direcci\u00f3n. Muchos de ellos son f\u00e1cilmente reconocibles como rasgos no s\u00f3lo personales sino como caracter\u00edsticos de toda nuestra cultura.
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        \nEn la historia de David habr\u00eda que destacar tres \u201cmovimientos\u201d realizados bajo el influjo del Esp\u00edritu:
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