{"id":9004,"date":"2005-03-01T00:00:59","date_gmt":"2005-02-28T22:00:59","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9004"},"modified":"2005-03-01T00:00:59","modified_gmt":"2005-02-28T22:00:59","slug":"tiempo-de-fundamentalismos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/tiempo-de-fundamentalismos\/","title":{"rendered":"TIEMPO DE FUNDAMENTALISMOS"},"content":{"rendered":"
Eugenio Alburquerque<\/strong> Eugenio Alburquerque<\/strong><\/p>\n estudios@misionjoven.org<\/a><\/p>\n Eugenio Alburquerque Eugenio Alburquerque es Director de Misi\u00f3n Joven S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El art\u00edculo realiza una primera aproximaci\u00f3n descriptiva sobre el fen\u00f3meno del fundamentalismo, especialmente del fundamentalismo religioso, que presenta como un dato social global, presente actualmente en todas las grandes religiones. Intenta poner de relieve sus ra\u00edces culturales y teol\u00f3gicas, as\u00ed […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[960,465,94],"tags":[],"class_list":["post-9004","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-338","category-eugenio-alburquerque-frutos","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9004"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9004"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9004\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9004"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9004"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9004"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\nEugenio Alburquerque es Director de Misi\u00f3n Joven<\/strong>
\n
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl art\u00edculo realiza una primera aproximaci\u00f3n descriptiva sobre el fen\u00f3meno del fundamentalismo, especialmente del fundamentalismo religioso, que presenta como un dato social global, presente actualmente en todas las grandes religiones. Intenta poner de relieve sus ra\u00edces culturales y teol\u00f3gicas, as\u00ed como sus rasgos y caracter\u00edsticas principales. El autor subraya, sobre todo, su relaci\u00f3n a la modernidad: una relaci\u00f3n de oposici\u00f3n y de rechazo, situando precisamente en esta asimilaci\u00f3n de la modernidad su principal desaf\u00edo. En un tiempo de fundamentalismos, es m\u00e1s necesario que nunca un talante de di\u00e1logo.
\n
\nAl intentar aproximarnos al complejo fen\u00f3meno del fundamentalismo, conviene comenzar se\u00f1alando que los fundamentos son algo verdaderamente trascendental para todo ser humano. Necesitamos fundamentos para poder vivir creativamente, para desarrollar arm\u00f3nicamente nuestros talentos, para crecer, madurar y realizarnos como personas. Nuestras capacidades f\u00edsicas, intelectuales, afectivas, se basan ineludiblemente sobre unos fundamentos de cuidado, confianza y amor. Y esto mismo se podr\u00eda decir respecto al \u00e1mbito social. Las familias, los pueblos, las naciones necesitan ra\u00edces. Necesitan tradiciones, ritos, cultos, cultura. Necesitan tener su propia historia para poder asentarse y expandirse; para poder ser pueblo, familia y comunidad; para poder vivir creativamente.
\n
\nLa confianza en nuestros fundamentos, personales y sociales, es el modo m\u00e1s originario que tenemos los humanos para solucionar el problema m\u00e1s inquietante de la existencia: nuestra propia condici\u00f3n mortal. Es esta confianza la que nos ayuda a superar la angustia ante los continuos peligros que amenazan nuestra existencia y la que, a\u00fan siendo mortales, nos abre a la vida, al futuro, a la felicidad.
\n
\nCuando se pierde o se desvanece esa confianza radical, cuando se quiebra la tradici\u00f3n y la cultura, cuando se diluye la creativa apropiaci\u00f3n del pasado y se impide la transformaci\u00f3n hacia el futuro, entonces surgen las reacciones fundamentalistas. Aunque las actitudes fundamentalistas han existido siempre, en el momento actual alcanzan un arraigamiento muy firme y muy fuerte. Vivimos tiempos de fundamentalismo, o mejor, de fundamentalismos, porque, de hecho, existen diversos tipos (vital, cultural, econ\u00f3mico, pol\u00edtico, religioso). El intento de escrutarlos y analizarlos significa, ni m\u00e1s ni menos, el intento de analizar la sociedad moderna. Realmente el an\u00e1lisis del fundamentalismo se convierte en el diagn\u00f3stico de nuestra \u00e9poca.
\n
\nEste es el objetivo preciso de este art\u00edculo: perfilar el sentido y significado del fundamentalismo actual. Nos ce\u00f1imos al fundamentalismo religioso, pero advirtiendo que alcanza a todas las religiones y que, al tratarse de un fen\u00f3meno tan complejo, tan hondo y extenso, no se reduce al campo religioso. Se extiende a todos los \u00e1mbitos de la vida social: la cultura, la econom\u00eda, la pol\u00edtica.
\n
\n <\/strong><\/p>\n\n
\nEn el lenguaje ordinario, damos al t\u00e9rmino fundamentalismo un sentido peyorativo. Llamar a alguien fundamentalista es tildarle de reaccionario, intransigente, integrista, fan\u00e1tico. Se suele entender como una tendencia de pensamiento y una actitud vital de tipo conservador e inmovilista, opuesta a las tendencias liberales y modernistas. Designa, en realidad, la actitud de quien defiende la inalterabilidad de los principios de una doctrina (religiosa o pol\u00edtica), del que se muestra radical en sus creencias u opiniones y tiende a la aplicaci\u00f3n estricta de sus normas y principios.
\n
\nLos especialistas matizan el sentido del fundamentalismo, apreciando sus diferencias con el integrismo o el tradicionalismo. El fundamentalismo hace referencia a los fundamentos de la fe; en la tradici\u00f3n protestante, a la centralidad de la Sagrada Escritura. El integrismo se refiere, m\u00e1s bien, a la integridad de la fe, incluyendo, entre los cat\u00f3licos, la Tradici\u00f3n eclesial. Pero, de alg\u00fan modo, los fundamentalismos actuales tienden tambi\u00e9n a una actitud integrista ante la fe. Y se suelen manifestar como tradicionalistas<\/em>, preocup\u00e1ndose de mantener la tradici\u00f3n doctrinal, excluyendo cualquier tipo de cr\u00edtica a los textos fundamentales; autoritarios<\/em>, evitando tambi\u00e9n el desarrollo y discusi\u00f3n de posibles alternativas; y hasta fan\u00e1ticos<\/em>, movilizando todos los medios para controlar a sus fieles[1]<\/a>. Pero sobre todo, el fundamentalismo se manifiesta en la exigencia intransigente de sometimiento a la doctrina y a la pr\u00e1ctica establecida. Hay, pues, una insistencia en un punto de vista absoluto de la verdad. Y esta actitud desencadena las m\u00e1s de las veces un rechazo de ciertos principios importantes del mundo moderno, como la tolerancia, el pluralismo, la secularizaci\u00f3n, el relativismo.
\n
\nCada vez aparece m\u00e1s clara la vinculaci\u00f3n entre las vicisitudes de la modernidad y el crecimiento del fundamentalismo. Especialmente si lo referimos a la religi\u00f3n, se trata de un movimiento intensamente antimodernista, que se manifiesta en todas las religiones, de manera particular en las llamadas religiones del libro<\/em> (juda\u00edsmo, cristianismo, islamismo). Alude directamente a la reacci\u00f3n de las religiones frente a los procesos de modernizaci\u00f3n; una reacci\u00f3n provocada por el miedo a los cambios sociales y por la p\u00e9rdida del sistema de valores. Ante el temor al vac\u00edo de sentido y de valores, el individuo tiende a agarrarse irracionalmente a ciertas seguridades prefabricadas.
\n
\nEsta reacci\u00f3n busca un soporte absolutamente seguro de las creencias ante los vaivenes culturales, persigue protecci\u00f3n ante la inseguridad o ante las posibles dudas. Pero, precisamente, por su car\u00e1cter absoluto, propicia una ideolog\u00eda de intolerancia y, a veces, tambi\u00e9n de fanatismo. La falta de algo absoluto y eterno produce p\u00e1nico e inseguridad; en ella arraigan los actuales integrismos.
\n
\nEn la cultura moderna asistimos a una toma de conciencia creciente de la relatividad de toda expresi\u00f3n cultural y tradicional. La consecuencia que produce este relativismo es inseguridad, miedo y zozobra. Crece entonces el ansia de claridad y de certezas, de seguridad, de identidad y de comunidad. Estas son las condiciones clim\u00e1ticas para el surgimiento y crecimiento de los fundamentalismos, de todos aquellos grupos y movimientos dispuestos a ofrecer sentido, seguridad, identidad y comunidad.
\nEl fundamentalismo comienza, pues, como una reacci\u00f3n ante el cambio, ante el pluralismo, ante la modernidad. A la moderna afirmaci\u00f3n y soberan\u00eda del yo el fundamentalismo opone la soberan\u00eda de Dios; al antropocentrismo, el teocentrismo; a la libre raz\u00f3n humana, la verdad absoluta; a la libertad, la intolerancia; a la diferencia, la uniformidad; a la duda, la b\u00fasqueda y la pluralidad, las certezas establecidas y la seguridad doctrinal; a lo privado, lo p\u00fablico; a la raz\u00f3n aut\u00f3noma, la fe heter\u00f3noma; a una \u00e9tica laica, una moral sometida a la religi\u00f3n; a la sociedad abierta al presente, la sociedad enraizada en la tradici\u00f3n.
\n <\/p>\n\n
\nEste acercamiento somero al significado del fundamentalismo ha puesto ya de relieve algunos de sus rasgos m\u00e1s caracter\u00edsticos. No pod\u00eda ser de otra manera, porque la descripci\u00f3n de un determinado fen\u00f3meno entra\u00f1a siempre se\u00f1alar sus perfiles esenciales. Pero intentamos ahora presentarlos de manera m\u00e1s detenida y org\u00e1nica, teniendo delante especialmente el fundamentalismo religioso de las religiones del libro<\/em>; esta presentaci\u00f3n nos ayudar\u00e1, a su vez, a comprender m\u00e1s hondamente el fen\u00f3meno fundamentalista[2]<\/a>.
\n
\n2.1. Rechazo de la hermen\u00e9utica<\/strong>
\n
\nSe suele cifrar el momento del surgimiento del fundamentalismo en la respuesta a los grandes cambios sociales que se produjeron en Norteam\u00e9rica a finales del siglo XIX, fruto de los avances cient\u00edficos y de la industrializaci\u00f3n. Mientras los protestantes liberales se adaptaban a la situaci\u00f3n y emprend\u00edan la tarea de reinterpretar el mensaje cristiano con vistas a un mundo m\u00e1s secularizado, los protestantes conservadores quer\u00edan conservar a toda costa los \u201cfundamentos\u201d de la fe y rechazaban cualquier compromiso con el mundo. Y, en el empe\u00f1o por difundir sus posturas, inician en el a\u00f1o 1909 la publicaci\u00f3n de un conjunto de escritos con el t\u00edtulo: Los fundamentales: el testimonio de la verdad<\/em>.[3]<\/a> En ellos defienden como fundamentales <\/em>cinco principios: la inerrancia de la Escritura, el nacimiento virginal de Jesucristo, su muerte redentora, su resurrecci\u00f3n f\u00edsica y su poder de hacer milagros. De aqu\u00ed arranca y se deriva la designaci\u00f3n de fundamentalismo. Entre sus caracter\u00edsticas teol\u00f3gicas principales hay que resaltar, desde el principio, la defensa de la inspiraci\u00f3n verbal y de la inerrancia de la Sagrada Escritura.
\n
\nEste es, quiz\u00e1s, el primer rasgo que aparece en las actitudes fundamentalistas cristianas: el literalismo b\u00edblico. Para los fundamentalistas, existe un texto sagrado, una Escritura santa, que procede de Dios y es revelada a los hombres; en cuanto tal, no contiene error y garantiza la verdad objetiva. En el fondo, se niega toda interpretaci\u00f3n y camino hermen\u00e9utico de acercamiento cr\u00edtico a los textos b\u00edblicos. Mientras la teolog\u00eda moderna est\u00e1 invadida por los problemas hermen\u00e9uticos, el fundamentalismo es profundamente antihermen\u00e9utico<\/em>, proponiendo siempre la interpretaci\u00f3n literal de la revelaci\u00f3n divina. Por muy dif\u00edcil y enigm\u00e1tico que sea un texto, es accesible a los fieles, porque no admite m\u00e1s que una sola interpretaci\u00f3n, por ser revelaci\u00f3n de Dios.
\n
\nPor ello, desde la mentalidad fundamentalista, cualquier adaptaci\u00f3n del mensaje cristiano a la cultura debe ser desterrada como algo her\u00e9tico. El fundamentalismo insiste en la absoluta uniformidad doctrinal, tratando de establecer con claridad los dogmas y las verdades que hay que creer, as\u00ed como tambi\u00e9n de fijar las normas morales para todos los espacios de la vida privada. No es infrecuente en esta actitud fundamentalista, para justificar sus posturas doctrinales, el recurso a textos<\/em> situados fuera del contexto<\/em>, que se utilizan sin ning\u00fan tipo de rigor hermen\u00e9utico y que se convierten en pretexto<\/em> para justificar la propia postura.
\n
\n2.2. Oposici\u00f3n a la modernidad<\/strong>
\n
\nEsta mentalidad antihermen\u00e9utica, en realidad, representa simplemente la manifestaci\u00f3n de un aspecto m\u00e1s amplio y profundo: el rechazo y la oposici\u00f3n a la modernidad. Pero no rechaza toda la modernidad. No se opone, por ejemplo, a la modernidad tecnoecon\u00f3mica; se opone a una parte, a aquella que relativiza la tradici\u00f3n y somete a la religi\u00f3n a sospecha cr\u00edtica. El rechazo de la modernidad va unido a la declaraci\u00f3n de guerra contra el naturalismo, el laicismo y el comunismo[4]<\/a>.
\n
\nEn nombre de la verdad de la tradici\u00f3n y de la revelaci\u00f3n religiosa se rechaza el esp\u00edritu cr\u00edtico que amenaza la religi\u00f3n desde la racionalidad, la libertad y el pluralismo. Los fundamentalistas tienden a confundir pluralismo y relativismo y, consecuentemente, a rechazar ambas posturas. La modernidad ofrece las bases racional y legal para el pluralismo, al reconocer que todos los individuos y grupos sociales tienen derecho a manifestar las propias ideas y convicciones, a expresar la propia fe, a hacer o\u00edr la propia voz. Por ello, para el fundamentalismo la modernidad resulta una amenaza: la pluralidad no se casa bien con la defensa de un \u00fanico magisterio eclesi\u00e1stico, una \u00fanica tradici\u00f3n dogm\u00e1tica, un \u00fanico c\u00f3digo normativo.
\n
\nEn un momento en que el pluralismo social y el pluralismo religioso constituyen un hecho clave en la sociedad actual, las distintas iglesias tienen, sin duda, el reto de reconocer y aceptar los valores de la modernidad y de convertirse en espacios de convivencia, recuperando y fortaleciendo un aut\u00e9ntico talante ecum\u00e9nico.
\n
\n2.3. Vinculaci\u00f3n ideol\u00f3gica a proyectos pol\u00edticos<\/strong>
\n
\nAl mismo tiempo que el fundamentalismo nace como oposici\u00f3n de la modernidad, conlleva tambi\u00e9n un modo determinado de entender la sociedad, la cultura, la pol\u00edtica. Realmente en todas las manifestaciones fundamentalistas aparece un proyecto sociopol\u00edtico. Mientras socialmente crece la conciencia de la irrelevancia p\u00fablica de la religi\u00f3n, el fundamentalismo enarbola la bandera de su relevancia p\u00fablica. Es lo que pretenden los distintos grupos que buscan rejudaizar, recristianizar o reislamizar la sociedad, utilizando frecuentemente la fe para conseguir otros intereses pol\u00edticos.
\nDetr\u00e1s del fundamentalismo religioso existe tambi\u00e9n una ideolog\u00eda que se al\u00eda con intereses sociales, econ\u00f3micos, pol\u00edticos de determinados grupos, contrarios a cualquier tipo de pluralismo. Su empe\u00f1o no es robustecer la fe. Desean transformar el mundo para que la fe sea m\u00e1s f\u00e1cilmente preservada. Es posible incluso que la vinculaci\u00f3n ideol\u00f3gica llegue a ser tan fuerte que, en realidad, no se distinguen los confines de la religi\u00f3n y los de la pol\u00edtica. Contra esta tergiversaci\u00f3n ideol\u00f3gica advierte Juan Pablo II: \u201cLa Iglesia tampoco cierra los ojos ante el peligro del fundamentalismo de quienes, en nombre de una ideolog\u00eda con pretensiones de cient\u00edfica o religiosa, creen que pueden imponer a los dem\u00e1s hombres su concepci\u00f3n de la verdad y del bien. No es de esta \u00edndole la verdad cristiana. Al no ser ideol\u00f3gica, la fe cristiana no pretende encuadrar en un r\u00edgido esquema la cambiante realidad sociopol\u00edtica y reconoce que la vida del hombre se desarrolla en la historia en condiciones diversas y no perfectas. La Iglesia, al ratificar constantemente la trascendente dignidad de la persona, utiliza como m\u00e9todo propio, el respeto de la libertad\u201d[5]<\/a>.
\n
\n2.4. Visi\u00f3n apocal\u00edptica<\/strong>
\n
\nEn general, los fundamentalismos religiosos tienen un planteamiento apocal\u00edptico, referido al fin de los tiempos, que tiende a te\u00f1ir su discurso y su orientaci\u00f3n vital de una especie de fatalismo, de postraci\u00f3n e impotencia. Si todo est\u00e1 a punto de acabar, si la venida del Se\u00f1or es inminente, f\u00e1cilmente la par\u00e1lisis y el descompromiso<\/em> empiezan a anidar en la mentalidad y en las actitudes fundamentalistas.
\n
\nNo cabe duda de que las corrientes milenaristas de car\u00e1cter apocal\u00edptico y combativo ejercen gran atractivo en los grupos fundamentalistas. Es significativo que las mayor\u00eda de los fundamentalismos propugnan una concepci\u00f3n muy detallada del final de la Historia y emiten su juicio sobre esos acontecimientos. Y su proximidad impulsa el celo santo de querer convertir a los dem\u00e1s, de salvarlos del poder del mundo que no acierta a reconocer en el desarrollo de los acontecimientos normales o incluso en las cat\u00e1strofes una ocasi\u00f3n providencial de la realizaci\u00f3n del plan divino.
\n <\/p>\n\n
\nEl fundamentalismo no surge al azar; y no podr\u00eda crecer y desarrollarse con la fuerza que lo est\u00e1 haciendo, si no encontrara los nutrientes que lo alimentan y sostienen. \u00bfC\u00f3mo y por qu\u00e9 surge el fundamentalismo? \u00bfPor qu\u00e9 se llega tan f\u00e1cilmente a posturas y actitudes fundamentalistas? \u00bfPor qu\u00e9 nuevos grupos fundamentalistas aglutinan a tantos hombres y mujeres, tambi\u00e9n a tantos j\u00f3venes?
\n
\nEn parte hemos respondido ya a estas cuestiones o, al menos hemos aludido a ellas, al describir el fundamentalismo como reacci\u00f3n a la modernidad y al se\u00f1alar entre sus rasgos caracter\u00edsticos la oposici\u00f3n a la cultura moderna. Realmente en la ra\u00edz de los movimientos fundamentalistas se encuentra la profunda crisis cultural en que estamos inmersos. Es la crisis de la modernidad, en cuanto \u00e9poca de la racionalidad y de la Ilustraci\u00f3n, de la ciencia y de la t\u00e9cnica, del nacionalismo e imperialismo, del dominio del hombre sobre s\u00ed mismo y sobre el mundo, con el consiguiente abandono de la naturaleza y de Dios.
\n
\nInaugurada con la Revoluci\u00f3n Francesa al grito de libertad, fraternidad, igualdad<\/em>, y sancionada por Kant con su \u201catr\u00e9vete a pensar\u201d, la modernidad se encuentra hoy en crisis. Seg\u00fan P. Lanceros, se encuentra cansada y hu\u00e9rfana de utop\u00eda. Para J. Mart\u00ednez Gordo, en cambio, permanece irrealizada y truncada como proyecto hist\u00f3rico. Flores d\u2019Arcais la percibe amenazada precisamente por los fundamentalismos religiosos[6]<\/a>.
\n
\nEl fundamentalismo tiene, pues, una ra\u00edz cultural; est\u00e1 arraigado en la cultura moderna, pero surge como reacci\u00f3n y contraposici\u00f3n a las consecuencias de la modernidad. De manera especial conviene se\u00f1alar la importancia que ha tenido el giro propiciado por la cosmovisi\u00f3n modernista: de una visi\u00f3n del mundo uniforme y religiosa se ha pasado a la pluralidad cosmovisional y al descentramiento religioso. Si durante muchos siglos la religi\u00f3n ocup\u00f3 el centro de la sociedad, la modernidad supone la p\u00e9rdida de esta centralidad, que es ocupada, en cambio, por la econom\u00eda y la pol\u00edtica. De manera que, progresivamente, ciencia, arte, derecho, pol\u00edtica, se van independizando de la religi\u00f3n y recobrando su autonom\u00eda; y la religi\u00f3n va siendo relevada de su funci\u00f3n de legitimaci\u00f3n social de dichas actividades. As\u00ed la religi\u00f3n queda m\u00e1s libre, puede ser menos instrumentalizada por el poder; pero, ciertamente, deviene tambi\u00e9n menos importante, al quedar relegada a lo meramente religioso.
\n
\nEste proceso constri\u00f1e a la religi\u00f3n a ser solo religi\u00f3n y a circunscribirse al \u00e1mbito de las propias Iglesias. Asistimos, pues, a un proceso de privatizaci\u00f3n<\/em> de la religi\u00f3n: cada vez resulta socialmente m\u00e1s \u201cinvisible\u201d (Luckmann), m\u00e1s interior y m\u00e1s espiritualizada. No puede extra\u00f1ar que todo ello vaya acompa\u00f1ado de un creciente individualismo. Cada vez m\u00e1s, la religi\u00f3n es una cuesti\u00f3n de elecci\u00f3n personal y cada vez m\u00e1s est\u00e1 bajo el influjo de los individuos. Si a ello se a\u00f1ade el influjo del pluralismo y relativismo cultural, puede comprenderse tambi\u00e9n el deslizamiento hacia un mayor subjetivismo y eclecticismo con el riesgo, actualmente muy sentido, de llegar a una \u201creligi\u00f3n a la carta\u201d. Esto supone la quiebra de la religi\u00f3n institucionalizada y la aparici\u00f3n de grupos de religiosidad difusa, ecl\u00e9ctica, con perfiles esot\u00e9ricos y con \u00e9nfasis en la experiencia y en lo emocional. Asistimos, pues, a la desinstitucionalizaci\u00f3n de la religi\u00f3n.
\n
\nEs precisamente esta situaci\u00f3n socioreligiosa de p\u00e9rdida de la centralidad y de p\u00e9rdida del monopolio por parte de la instituci\u00f3n la que genera, junto a los esfuerzos valientes y generosos de discernimiento, el nacimiento tambi\u00e9n de los movimientos fundamentalistas. As\u00ed fue en el principio, como hemos visto en la g\u00e9nesis del fundamentalismo protestante norteamericano del siglo XIX. Y as\u00ed sigue siendo actualmente en la propuesta de una religi\u00f3n neotradicional que respete el sistema y ofrezca, al mismo tiempo, sentido, seguridad, calor y hogar a los grupos religiosos. En realidad, el fundamentalismo es el eco y la expresi\u00f3n de ese malestar que tiene en su ra\u00edz una fallida resoluci\u00f3n de las relaciones entre religi\u00f3n y modernidad. Mientras estas relaciones no encuentren el camino del di\u00e1logo, mientras la religi\u00f3n no sea capaz de asimilar la modernidad, el fundamentalismo ser\u00e1 siempre un desaf\u00edo abierto a las religiones.
\n <\/p>\n\n
\nLa gran expansi\u00f3n del fundamentalismo comienza en el siglo pasado, en la d\u00e9cada de los a\u00f1os setenta. Contra lo que entonces se preve\u00eda, fue cobrando fuerza en una sociedad en proceso de secularizaci\u00f3n, hasta llegar a convertirse en una tendencia imparable. Contra todas las expectativas se ha desarrollado a pasos agigantados a un ritmo que incluso actualmente a muchos parece incontenible. En Estados Unidos y en menor intensidad tambi\u00e9n en Europa, las iglesias fundamentalistas de confesi\u00f3n evang\u00e9lica crecen a un ritmo mucho mayor que las dem\u00e1s denominaciones protestantes o que la Iglesia cat\u00f3lica. En Am\u00e9rica Latina, el fundamentalismo de las iglesias pentecostales ha cuadriplicado su crecimiento en los \u00faltimos treinta a\u00f1os. La ascensi\u00f3n del Ayatol\u00e0 Jomeini en Ir\u00e1n puso en guardia al mundo entero de lo que, a partir del a\u00f1o 1979, se ha calificado como \u201cfundamentalismo isl\u00e1mico\u201d[7]<\/a>.
\n
\nPero no es un problema que ata\u00f1e simplemente al Islam, como pudiera parecer a algunos. Los movimientos fundamentalistas est\u00e1n presentes en todas las grandes religiones: hinduismo, budismo, juda\u00edsmo, islamismo, cristianismo.
\n
\nCiertamente, el fundamentalismo es un problema muy grave en el Islam. En sus manifestaciones m\u00e1s recientes significa un movimiento de reacci\u00f3n hacia la herencia colonial y la hegemon\u00eda cultural de corte occidental. Su objetivo principal es el cambio de la sociedad. Se trata de islamizar la modernidad, sirvi\u00e9ndose para ello de la radicalidad del Cor\u00e1n como paradigma moral, social y pol\u00edtico. En el fundamentalismo isl\u00e1mico resulta muy dif\u00edcil establecer una l\u00ednea divisoria entre pol\u00edtica y religi\u00f3n. Implica una gran carga social y pol\u00edtica, enfatizando una radicalidad muy fuerte respecto a la sociedad moderna[8]<\/a>.
\n
\nEl fundamentalismo jud\u00edo ahonda sus ra\u00edces en la estructura religiosa y en la historia del juda\u00edsmo, de modo particular en el conflicto cultural surgido a finales del siglo XVIII y principios del XIX con el advenimiento de una Ilustraci\u00f3n en versi\u00f3n jud\u00eda, conocida como Haskal\u00e1<\/em>, que provoca una oposici\u00f3n radical entre las corrientes tradicionales y los movimientos de reforma religiosa y pol\u00edtica. Actualmente, se enmarca dentro del cuadro de los grandes conflictos sociales e ideol\u00f3gicos del siglo XX. Para los fundamentalistas jud\u00edos, lo fundamental<\/em> es preservar la identidad religiosa y cultural, individual y colectiva, frente a la invasi\u00f3n de la secularizaci\u00f3n moderna y a su consecuencia m\u00e1s desastrosa: la autodisoluci\u00f3n en el mundo no jud\u00edo. Hoy este fundamentalismo religioso tiene tambi\u00e9n un fuerte impacto sobre el sistema pol\u00edtico israel\u00ed por lo que significa la confluencia de la religi\u00f3n y el nacionalismo en casi todos los aspectos de la vida social y pol\u00edtica del pa\u00eds. De manera que resulta muy dif\u00edcil delimitar la l\u00ednea divisoria entre los grupos fundamentalistas y los otros grupos religiosos moderados[9]<\/a>.
\n
\nPero el fundamentalismo ha afectado tambi\u00e9n a todas las Iglesias que viven la fe cristiana: cat\u00f3licos, ortodoxos, protestantes, aunque, quiz\u00e1s sea en las iglesias protestantes donde alcanza acentos m\u00e1s llamativos, especialmente en el protestantismo norteamericano. Es, sobre todo, en Norteam\u00e9rica donde se percibe, a partir de 1960, el auge y el aumento constante del fundamentalismo religioso. El protestantismo americano, bajo la gu\u00eda de destacados l\u00edderes religiosos promueven campa\u00f1as de evangelizaci\u00f3n mundial, con el extra\u00f1o maridaje de la religi\u00f3n m\u00e1s conservadora y los mass<\/em> media<\/em> mas avanzados. La religi\u00f3n tremendista<\/em>, en expresi\u00f3n de Harvey Cox, sale a la palestra p\u00fablica, abandonando su exilio cultural. Es un fen\u00f3meno sumamente complejo, que algunos no han dudado en bautizar como \u201cmultinacionales de la fe\u201d, en el que existen lazos muy estrechos de la religi\u00f3n con la pol\u00edtica. Tiene un impacto muy fuerte en la sociedad norteamericana y un notable influjo tambi\u00e9n en otros pa\u00edses[10]<\/a>.
\n
\nEn cuanto al fundamentalismo cat\u00f3lico, se pone de manifiesto en la sociedad moderna especialmente a ra\u00edz del Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia cat\u00f3lica se abre a la investigaci\u00f3n hist\u00f3rica y exeg\u00e9tica. Surgen las posturas fundamentalistas como reacci\u00f3n a la apertura conciliar. Cuando la Iglesia-instituci\u00f3n deja paso a la Iglesia-pueblo de Dios, muchos ven peligrar sus se\u00f1as de identidad. La defensa de la tradici\u00f3n va a dar lugar a un integrismo intransigente y beligerante. Esta actitud lleva al enfrentamiento y hace muy dif\u00edcil la comuni\u00f3n intraeclesial. En general, el movimiento fundamentalista cat\u00f3lico tienta a la Iglesia a promover un sistema cerrado y uniforme de creencias y de normas morales, que lo abarquen todo y que respondan a todos los problemas de la sociedad. Y busca formas de presencia social que rememoran el r\u00e9gimen de cristiandad.
\n <\/p>\n\n
\nLa presencia y desarrollo creciente del fundamentalismo religioso es un desaf\u00edo abierto a la experiencia religiosa y a todo quehacer educativo y pastoral. Desde la perspectiva cristiana siempre ser\u00e1 importante plantearse con seriedad la cuesti\u00f3n de su fundamento. El fundamentalismo se\u00f1ala precisamente la necesidad de fundamentos firmes y s\u00f3lidos de la fe, al mismo tiempo que advierte sobre la necesidad humana de identidad, de arraigamiento, de seguridad. Los seres humanos no acertamos a vivir a la intemperie. Sin un m\u00ednimo de sentido, de orientaci\u00f3n y de seguridad, naufragamos. Para poder mirar al futuro y encarar el porvenir, para poder esperar sin desfallecer, para creer y confiar, no se pueden cortar las ra\u00edces que nos vinculan e identifican, no se puede prescindir del pasado ni borrar la tradici\u00f3n.
\n
\nPero, por otra parte, el fundamentalismo es expresi\u00f3n y eco de la fallida relaci\u00f3n entre religi\u00f3n y modernidad. El fundamentalismo lanza un fuerte grito contra la injusta marginaci\u00f3n de la religi\u00f3n, contra el olvido superficial de las potencialidades de la religi\u00f3n para la humanizaci\u00f3n, contra las idolatr\u00edas generadas por la modernidad[11]<\/a>. Y alerta, al mismo tiempo, de los peligros que acechan: dogmatismo, relativismo, intolerancia, totalitarismo, violencia.
\n
\nPero el gran desaf\u00edo radica precisamente en la capacidad de que la religi\u00f3n llegue a asumir la modernidad, a reconocer sus valores y sus aportaciones. El fundamentalismo nos emplaza a conseguir un equilibrio din\u00e1mico entre raz\u00f3n y fe, libertad y autoridad, certeza y criticismo, estabilidad y experimentaci\u00f3n, verdad y pluralismo, seguridad y tolerancia.
\n
\nSi vivimos tiempos de fundamentalismo y tenemos que convivir con el fundamentalismo \u2013junto a nosotros y dentro de nosotros-, es m\u00e1s necesario que nunca un espacio y un talante dialogante. El respeto a los dem\u00e1s es el fundamento de la tolerancia. Una sociedad plural descansa en el reconocimiento de las diferencias, de la diversidad de costumbres y de formas de vida. Por ello, sin personas tolerantes resulta imposible la convivencia pac\u00edfica. De manera que la tolerancia deviene la virtud democr\u00e1tica por excelencia[12]<\/a>. Ella define a todo buen ciudadano, tambi\u00e9n al ciudadano religioso. Tolerar es admitir y permitir en los otros maneras de pensar, de creer y de obrar diferentes de la nuestra. Con Locke y Stuart Mill, hay que reconocer como quicio de la tolerancia la convicci\u00f3n de que la verdad total no la tiene nadie y el respeto que se deriva del reconocimiento de la igualdad fundamental de los seres humanos. Levinas se ha referido a lo que \u00e9l mismo llama una \u201cmetaf\u00edsica respetuosa\u201d. Seg\u00fan el fil\u00f3sofo franc\u00e9s, lo que define al individuo respetuoso es la capacidad de reconocer la alteridad<\/em>. Sujeto moral es quien reconoce la diferencia de los otros y la respeta. Y el respeto implica permitir que las personas act\u00faen de acuerdo con sus convicciones morales, se expresen seg\u00fan sus costumbres y creencias. Los cristianos tenemos una raz\u00f3n muy especial a favor del di\u00e1logo y la tolerancia: el ejemplo mismo de Dios. En Jes\u00fas nos ha mostrado la forma que \u00e9l ha escogido para enfrentarse al mal, al pecado, a la intolerancia. Muriendo en la cruz, tolera lo m\u00e1s intolerable.
\n <\/p>\n
\n [1] <\/a> Cf. G. M\u00dcLLER-FAHRENHOLZ, \u201c\u00bfQu\u00e9 es el fundamentalismo contempor\u00e1neo? Perspectivas psicol\u00f3gicas\u201d, Concilium<\/em> 241 (1992) 405-415.
\n [2] <\/a> Cf. M. E. MARTY, \u201c\u00bfQu\u00e9 es el fundamentalismo? Perspectivas teol\u00f3gicas\u201d, Concilium<\/em> 241 (1992) 387-403; R. GARAUDY, Los integrismos. Ensayo sobre los fundamentalismos en el mundo<\/em>, Barcelona 1995; J. FLAQUER, Fundamentalismo. Entre la perplejidad, la condena y el intento de comprender<\/em>, Cuadernos \u201cCristianisme i Justicia\u201d, Barcelona 1997; J. M. MARDONES, \u201cModernidad\u201d, en 10 Palabras clave sobre fundamentalismos<\/em>, Verbo Divino, Bilbao 1999, 35-42.
\n [3] <\/a> Su t\u00edtulo exacto es: The fundamentals: A testimony to the truth<\/em>.
\n [4] <\/a> Conviene recordar, desde la perspectiva cat\u00f3lica, que P\u00edo IX conden\u00f3 la modernidad y que hasta hace pocas d\u00e9cadas los profesores de teolog\u00eda se ve\u00edan obligados a firmar que nunca secundar\u00edan sus tesis: Cf. \u201cJuramento contra los errores del modernismo\u201d, Denzinger<\/em>, 2145-2147.
\n [5] <\/a> Centesimus<\/em> annus<\/em>, 46.
\n [6] <\/a> Cf. P. FLORES D\u2019ARCAIS, El desaf\u00edo oscurantista<\/em>, Anagrama, Barcelona 1994; P. LANCEROS, La modernidad cansada<\/em>, Madrid 1994; J. MARTINEZ GORDO, \u201c\u00c9tica laica, fundamentalismo religioso y modernidad\u201d, Iglesia viva<\/em> 171 (1994) 287-297.
\n [7] <\/a> Cf. J. A. COLEMAN, \u201cEl fundamentalismo en su globalidad. Perspectivas sociol\u00f3gicas\u201d, Concilium<\/em> 241 (1992) 435-449.
\n [8] <\/a> Cf. AA. VV., El fundamentalismo isl\u00e1mico<\/em>, Fundaci\u00f3n Canovas del Castillo, Madrid 1992; P. MART\u00cdNEZ MONT\u00c1VEZ, El reto del Islam. La larga crisis del mundo \u00e1rabe contempor\u00e1neo<\/em>, Temas de hoy, Madrid 1997; M. ABUMALHAM, \u201cIslam\u201d, en 10 Palabras clave sobre fundamentalismos<\/em>, 209-244.
\n [9] <\/a> Cf. J. TREBOLLE, \u201cJuda\u00edsmo\u201d, en 10 Palabras clave sobre fundamentalismos<\/em>, 179-208.
\n [10] <\/a> Cf. G. KEPEL, La revancha de Dios<\/em>, Anaya, Madrid 1991; M. VOLF, \u201cEl reto del fundamentalismo protestante\u201d, Concilium<\/em> 241 (1992)521-535; J. BOSCH, \u201cProtestantismo\u201d, en 10 Palabras clave sobre fundamentalismos<\/em>, 133-177.
\n [11] <\/a> Cf. J. M. MARDONES, o. c., 389-397.
\n [12] <\/a> Cf. V. CAMPS, Virtudes p\u00fablicas<\/em>, Espasa-Calpe, Madrid 19963<\/sup>.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"