{"id":9029,"date":"2005-01-01T00:00:56","date_gmt":"2004-12-31T22:00:56","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9029"},"modified":"2005-01-01T00:00:56","modified_gmt":"2004-12-31T22:00:56","slug":"en-camino-hacia-el-misterio-de-dios-tres-figuras-emblematicas-zacarias-maria-e-isabel-lc-15-56","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/en-camino-hacia-el-misterio-de-dios-tres-figuras-emblematicas-zacarias-maria-e-isabel-lc-15-56\/","title":{"rendered":"En camino hacia el misterio de Dios. Tres figuras emblem\u00e1ticas: Zacar\u00edas, Mar\u00eda e Isabel (Lc 1,5-56)"},"content":{"rendered":"
Javier Gonz\u00e1lez Monz\u00f3n<\/strong> \u201cCuando cre\u00edamos que ten\u00edamos todas las respuestas,<\/em><\/p>\n de pronto, cambiaron todas las preguntas\u201d<\/em><\/p>\n (Mario Benedetti)<\/p>\n <\/strong> <\/strong> <\/strong> <\/strong> \u00bfEn qu\u00e9 sentido se hace referencia al poder de Dios? \u00bfC\u00f3mo entiende Mar\u00eda ese poder que Gabriel ha afirmado? \u00bfEn qu\u00e9 pone exactamente su fe Mar\u00eda? En el v. 38 ha dado el narrador una respuesta de fe gen\u00e9rica ahora da una respuesta m\u00e1s matizada. Mar\u00eda ensalza a Dios como mi \u00abSalvador\u00bb (v. 47), que ha mirado la humildad de su esclava. Una vez m\u00e1s Dios mira y se fija. Es importante la cualidad que atrae la mirada de Dios: la humildad, entendida como apertura al Misterio, a su trascendencia y santidad. Pero \u00bfc\u00f3mo es Dios salvador de Mar\u00eda? \u00bfC\u00f3mo realiza esa salvaci\u00f3n?<\/p>\n El poder de Dios es entendido como la misericordia de Dios y su fidelidad. El himno presenta unas im\u00e1genes del poder de Dios en acci\u00f3n: salva a unos (humildes, hambrientos) y dispersa y derriba a otros (soberbios, potentados y ricos). Es un Dios dispuesto a tomar partido y carne a favor de los que no cuentan en la historia. Luego el himno entiende que Dios es salvador haciendo misericordia por siempre. As\u00ed a partir del v. 50 se hace m\u00e1s social y se menciona Abrah\u00e1n que se insinuaba en el fondo del relato desde el inicio. El himno redondea su visi\u00f3n haciendo que Mar\u00eda sit\u00fae su experiencia excepcional del poder de Dios en el contexto de la experiencia de Israel. Como Gabriel, Mar\u00eda vuelve su mirada a las pasadas obras divinas para entender lo que Dios hace ahora y el futuro que en todo esto se prefigura. As\u00ed, el relato de Lc 24 que hasta ahora nos hemos resistido a mencionar, hablar\u00e1 no solo de la resurrecci\u00f3n de Cristo, sino de la resurrecci\u00f3n de la memoria. Al final del himno torna el narrador y afirma que se qued\u00f3 tres meses antes de regresar a casa \u00bfPor qu\u00e9 tres y no dos o uno? Porque Mar\u00eda act\u00faa libremente y de paso deja en la sombra la figura de Jos\u00e9 a fin de subrayar la concepci\u00f3n virginal de Jes\u00fas. <\/strong> Sabemos que en el Imperio Romano las Vestales deb\u00edan cuidar de que jam\u00e1s se apagase el fuego eterno del templo de Vesta porque \u00e9ste representaba el porvenir del Imperio. Este fuego sagrado es la educaci\u00f3n al Misterio. Hablamos de educar a las actitudes del silencio, la contemplaci\u00f3n y la admiraci\u00f3n ante la realidad. La Est\u00e9tica ofrece un campo de educaci\u00f3n que abarca desde los sentidos a los sentimientos e incluso al compromiso. La iniciativa en la fe parte de Dios que se comunica libremente, eduquemos a la acogida a la acci\u00f3n de gracias y a la capacidad de servir y de descentrarse. Aprender a escuchar y a dialogar es preparar para el encuentro y la lectura de los signos que en la historia de Salvaci\u00f3n Dios ha constituido. Buen olfato para detectar los buenos olores de los malos; y una buena capacidad expresiva para anunciar y narrar la propia vida. El anuncio de la fe es necesario para el acceso a la fe. La fe cantada y celebrada es su vigor. La mediaci\u00f3n de diferentes lenguajes que nos ayuden a interpretar y a expresar la realidad y la fe es una necesidad. El mutismo o la pobreza expresiva son s\u00edmbolo de nuestra incapacidad o de nuestro raquitismo en la experiencia viva de la fe. La capacidad de hacer un alto e interpretar la fe y la vida en la direcci\u00f3n adecuada. Se buscan int\u00e9rpretes cualificados de las experiencias de vida y de fe de los j\u00f3venes… Si los pastores no hubieran sido avisados de que el Mes\u00edas hab\u00eda nacido, podr\u00edan haberse encontrado con Jos\u00e9, Mar\u00eda y Jes\u00fas, pero jam\u00e1s lo hubieran reconocido. Necesitamos reconocer los signos de la cercan\u00eda de Dios en nuestras vida y en la sociedad; y ello es imposible sin reflexi\u00f3n, meditaci\u00f3n, oraci\u00f3n y, menos a\u00fan, sin conocer c\u00f3mo act\u00faa Dios \u2013aunque sea de memoria- . Es La educaci\u00f3n a la misericordia y a la ternura. Dios toma opci\u00f3n mira y escucha para hacer misericordia entra\u00f1able. La respuesta del hombre hacia los dem\u00e1s no puede ir sino en la misma direcci\u00f3n del Misterio. Es la invitaci\u00f3n al realismo. <\/strong>Dios mira y se fija en la humildad, entendida como apertura a la trascendencia y abandono en Dios. Educar en la sencillez de vida y por qu\u00e9 no, en la austeridad y el dominio de s\u00ed. Si humildad es andar en la verdad, \u00a1qu\u00e9 verdad m\u00e1s pr\u00e1ctica! Se trata de la educaci\u00f3n a la libertad, al amor y a la utop\u00eda. Hacer de nuestras comunidades \u00e1mbitos donde autentificar las aspiraciones de nuestros j\u00f3venes y confrontarlas con el evangelio. La educaci\u00f3n que parte de la vida y a ella torna. No se trata de evadir, sino de volver a la vida, pero en una tonalidad diversa (conversi\u00f3n) en sinton\u00eda (fe) ante la proximidad del Misterio. Mar\u00eda siempre est\u00e1 presente de un modo activo, como lo estuvo en la generaci\u00f3n de su hijo, en los nuevos hijos de la fe como Madre y Maestra. Javier Gonz\u00e1lez Monz\u00f3n Universidad Pontificia Salesiana (Roma) \u201cCuando cre\u00edamos que ten\u00edamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas\u201d (Mario Benedetti) Generalmente en nuestros itinerarios de educaci\u00f3n a la fe mostramos personajes y signos b\u00edblicos como modelos est\u00e1ticos, es decir, en su perfecci\u00f3n final. Con ello contribuimos a subrayar a\u00fan m\u00e1s la distancia […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[952,954,94],"tags":[],"class_list":["post-9029","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-dossier-336_337","category-javier-gonzalez-monzon","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9029","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9029"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9029\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9029"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9029"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9029"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nUniversidad Pontificia Salesiana (Roma)<\/strong>
\n <\/p>\n
\nGeneralmente en nuestros itinerarios de educaci\u00f3n a la fe mostramos personajes y signos b\u00edblicos como modelos est\u00e1ticos, es decir, en su perfecci\u00f3n final. Con ello contribuimos a subrayar a\u00fan m\u00e1s la distancia existencial y cultural que nos separa del texto b\u00edblico. Propongo seguir un camino alternativo: identificarnos con los lectores. El autor del texto b\u00edblico ha previsto y programado estrat\u00e9gicamente el camino del lector ideal y entre ambos ha creado v\u00ednculos de estrecha colaboraci\u00f3n[1]<\/a>. Se requiere adquirir las habilidades de un lector agudo \u00bfC\u00f3mo? Pregunt\u00e1ndole al mismo texto.
\n
\nNo somos los primeros lectores de la palabra de Dios, sino que somos afortunados \u00abenanos a lomos de gigantes\u00bb. Por eso mismo, sacamos de lo nuevo y de lo viejo para ofrecer la frescura siempre viva y actual de la Palabra de Dios.
\n
\nVamos a seguir la din\u00e1mica mencionada aplicada al primer cap\u00edtulo del evangelio de Lucas, donde emergen a la existencia tres figuras de una talla incre\u00edble, seducidas por el Misterio de Dios. Nos referimos a Zacar\u00edas, Isabel y Mar\u00eda[2]<\/a>. En un segundo momento se\u00f1alaremos algunos apuntes para un itinerario de educaci\u00f3n a la fe.
\n <\/p>\n\n
\nUna sugerencia: ser\u00eda m\u00e1s provechoso \u2013y tambi\u00e9n m\u00e1s activo- leer este art\u00edculo teniendo al lado la Biblia[3]<\/a>.
\n <\/p>\n\n
\nUn buen inicio atrapa al lector. Como en nuestros cuentos: \u00ab\u00c9rase una vez…\u00bb. El narrador nos dibuja as\u00ed el marco: \u00aben los d\u00edas de Herodes (tiempo), rey de Judea (espacio)…\u00bb(Lc 1,5). Aviso: Lucas ha iniciado con un estilo que recuerda al AT \u00bfQu\u00e9 quiere evocar?
\n
\nLa presentaci\u00f3n de los personajes clave viene a continuaci\u00f3n: Zacar\u00edas e Isabel. El narrador hace una descripci\u00f3n externa: marido y mujer, ambos de linaje sacerdotal, devotos de la Torah y sin hijos. Nada se dice de su vida interior ni hay valoraci\u00f3n de su situaci\u00f3n. Pero las resonancias del AT y la menci\u00f3n a la esterilidad y a la ancianidad suscitan en el lector el recuerdo de historias pasadas en las que Dios act\u00faa: Abrah\u00e1n y Sara (Gn 15, 2-3; 16,1; 17,17) o Jacob y Raquel (Gn 30,22-24), Man\u00f3aj y su esposa, los padres de Sans\u00f3n (Jc 13,3-25), y Elcan\u00e1 y Ana, los padres de Samuel (1 Sam 1,1-20).
\n
\nZacar\u00edas vive una situaci\u00f3n dram\u00e1tica. Un anciano sacerdote sin hijos es una contradicci\u00f3n viviente: el hombre que deb\u00eda garantizar a los hermanos la bendici\u00f3n de Dios, no la tiene para s\u00ed. Pero si su situaci\u00f3n es dram\u00e1tica, la de su esposa es una tragedia. En el mundo antiguo la esterilidad era culpa de la mujer. Pero la situaci\u00f3n ya no tiene visos de soluci\u00f3n: los dos son ancianos. La tensi\u00f3n dram\u00e1tica inicia porque no es a causa de un castigo divino, porque son justos ante Dios y caminaban de modo intachable \u00aben todos<\/em> los mandamientos y preceptos del Se\u00f1or\u00bb.
\n
\n 1.2. Inicio del relato: anuncio e interpretaci\u00f3n <\/strong>(Lc 1,11-17)
\n
\nLa intriga est\u00e1 servida. La acci\u00f3n se desenvuelve en el Santuario del Se\u00f1or, en una ceremonia de servicio lit\u00fargico[4]<\/a>. Se presenta el tercer actor: el pueblo (\u00abtoda la multitud del pueblo\u00bb -Lc 1,10- es una exageraci\u00f3n ret\u00f3rica y teol\u00f3gica).
\n <\/strong>
\nSe le aparece el \u00e1ngel. En el AT aparece con frecuencia el \u00abmensajero del Se\u00f1or\u00bb casi siempre de manera an\u00f3nima. Los \u00fanicos \u00e1ngeles designados por sus nombres en el AT son Miguel (Dn 10, 21; 12,1), Rafael (Tob 12) y Gabriel (Dn 8,16; 9,21). El t\u00e9rmino es el mismo que se usa para caracterizar las apariciones del resucitado en el NT.
\n
\nLa reacci\u00f3n de temor de Zacar\u00edas implica un reconocimiento de lo que est\u00e1 ocurriendo, aunque \u00e9l mismo no sepa por qu\u00e9 \u2013\u00e9sta es la primera interioridad de un personaje que nos ofrece el narrador-. Zacar\u00edas se encuentra ante un signo que pide ser interpretado. En este punto la narraci\u00f3n se imposta en clave decididamente ocular: la localizaci\u00f3n del \u00e1ngel se visualiza con minuciosidad (\u00aba la derecha del altar del incienso\u00bb Lc 1,11) y el narrador nos presenta un Zacar\u00edas sobresaltado por lo que ve. Para saber por qu\u00e9 se le ha aparecido el \u00e1ngel, Zacar\u00edas necesita o\u00edr y la narraci\u00f3n ha de situarse ahora en un plano auditivo. Es preciso interpretar el signo.
\n
\nEl \u00e1ngel silencioso no habla hasta el v. 13, en discurso directo.\u00a1Atenci\u00f3n! el cielo habla por primera vez. Las primeras palabras son un estereotipo en las apariciones de la Biblia: \u00abno temas\u00bb; porque su petici\u00f3n ha sido escuchada[5]<\/a>. Ciertamente nada se nos dice expl\u00edcitamente de que pidiera algo a Dios, pero en el camino del lector que llevamos ya sabemos a lo que se refiere. Y Dios escucha. Interesante la primera acci\u00f3n que tiene a Dios como sujeto: Dios es el que escucha la oraci\u00f3n del justo (cf. Ex 32,11-14; Sal 106,23; St 5,16).
\n
\nLo importante es que el \u00e1ngel anuncia lo que Dios se dispone hacer, en una din\u00e1mica de promesa-cumplimiento: Zacar\u00edas tendr\u00e1 un hijo. Interesante c\u00f3mo lo dice: \u00abIsabel, tu mujer, te dar\u00e1 a luz un hijo\u00bb y se anuncia su nombre:\u00bb a quien pondr\u00e1s por nombre Juan\u00bb. El nombre en el mundo sem\u00edtico comprende a la persona en su existencia y su misi\u00f3n (Juan significa \u00abel Se\u00f1or es favorable\u00bb).
\n
\nEl \u00e1ngel adem\u00e1s interpreta el anuncio y lo hace retornando al pasado: este hijo ser\u00e1 el precursor prometido de la salvaci\u00f3n escatol\u00f3gica que Dios va a realizar. Al interpretar este nacimiento, el \u00e1ngel adopta el lenguaje de la Escritura, pero sugiere que el recto conocimiento de la promesa y su cumplimiento depender\u00e1 de una recta lectura de los signos del pasado b\u00edblico. Para entender el presente y el futuro que \u00e9ste presagia hay que mirar hacia atr\u00e1s.
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\n\u00bfC\u00f3mo mirar atr\u00e1s? El narrador compone el discurso del \u00e1ngel a modo de tapiz de retazos de citas y reminiscencias del AT[6]<\/a>. Dios act\u00faa ahora como siempre ha actuado. Zacar\u00edas puede pensar que ya conoce el sentido de la promesa como respuesta a su oraci\u00f3n. Pero lo que el \u00e1ngel le ofrece es una interpretaci\u00f3n mas amplia: ese hijo tendr\u00e1 la misi\u00f3n de preparar un pueblo para el Se\u00f1or. Seg\u00fan se desarrolla la interpretaci\u00f3n del nacimiento, la figura de Zacar\u00edas se va desdibujando y se alcanza a los hijos de Israel (todo el pueblo) de modo que el centro lo ocupa Dios. El futuro mira m\u00e1s all\u00e1 de Zacar\u00edas.
\n <\/p>\n\n
\nEn el v.18 recoge la reacci\u00f3n de Zacar\u00edas<\/em>. No es casual que la palabra clave de la pregunta sea el verbo \u00abconocer\u00bb. Esta es la pregunta que nos presenta el narrador: \u00bfSe requiere alg\u00fan tipo de conocimiento para acoger el Misterio? \u00bfCu\u00e1l?
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\nEn la respuesta de Zacar\u00edas resuena la pregunta de Abrah\u00e1n (Gn 15,8; 17,7; 18,11). El que se parece a Abrah\u00e1n en no tener hijos, tiene que parec\u00e9rsele tambi\u00e9n en la pregunta. \u00bfDe verdad son tan semejantes? Es verdad que ambos son est\u00e9riles y de edad avanzada. Pero Zacar\u00edas es sacerdote, Abrah\u00e1n no. Abrah\u00e1n es el primero en la serie de personajes que en el AT no tienen descendencia, Zacar\u00edas es el \u00faltimo. En Gn 15,6 se dice que Abrah\u00e1n puso su fe en Dios antes de plantear su pregunta, pero de Zacar\u00edas no. La pregunta de Abrah\u00e1n se formula en respuesta a la promesa de la tierra, la de Zacar\u00edas responde a la promesa de un hijo; Zacar\u00edas pide en la oraci\u00f3n un hijo mientras Abrah\u00e1n no; Zacar\u00edas tiene su visi\u00f3n en el templo, Abrah\u00e1n no… De hecho si la pregunta resuena casi id\u00e9ntica, apunta en una direcci\u00f3n muy distinta.
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\nDig\u00e1moslo claramente, la pregunta de Zacar\u00edas supone que conoce esa tradici\u00f3n. Si conoce la escritura, debe saber que se cumplir\u00e1 la promesa de Dios, lo que significa que no hay motivo alguno para que haga esa pregunta. El relato no podr\u00eda expresar mejor la situaci\u00f3n contradictoria en que se encuentra Zacar\u00edas: por un lado, tiene fe para pedir; por otro, no es capaz de creer ante la promesa de Dios. As\u00ed el narrador quiere que aparezca la fe de Abrah\u00e1n encarnada en los personajes. Si bien Abrah\u00e1n no ha sido citado hasta ahora. La libertad de Zacar\u00edas es reclamada, no forzada.
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\n <\/em>A lo largo de la obra lucana los planes de Dios no s\u00f3lo no se ver\u00e1n amenazados por las dudas humanas o por el rechazo frontal, sino que parad\u00f3jicamente se reforzar\u00e1n en su trayectoria. Dios espera que el ser humano acepte sus planes, pero no depende del ser humano para su cumplimiento. El \u00e1ngel se presenta a s\u00ed mismo y exhibe sus credenciales. Recuerda a Dn 9, 21-27. El narrador deja la interpretaci\u00f3n a cargo de uno de sus personajes. Mientras que Zacar\u00edas reclama conocimiento, Gabriel le recrimina su falta de fe. La \u00fanica respuesta ante el Misterio de Dios es la fe \u00bfQu\u00e9 implica la fe?
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\nZacar\u00edas buscaba un signo para conocer, y el signo que recibe es el desconcierto inicial del mutismo y del silencio[7]<\/a> hasta que se cumpla la promesa. El signo es a la vez punitivo y proped\u00e9utico, un juicio a la incredulidad y una pedagog\u00eda para la fe, sin obligarle ni imponerle a la fuerza esa fe… El narrador no le hace decir a Gabriel que no podr\u00e1 hablar hasta que el otro crea. Una vez que sea concebido, nazca y reciba nombre el ni\u00f1o, Zacar\u00edas podr\u00e1 hablar libremente.
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\nEl narrador nos sugiere que la fe se basa en un conocimiento de cierto tipo, en particular un conocimiento de la fidelidad de Dios a sus promesas en el pasado, pero debe ir m\u00e1s all\u00e1 de \u00e9l. El conocimiento es necesario, pero insuficiente. Hay que interpretar los signos.
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\n <\/em>El narrador deja el santuario en el v. 21 donde est\u00e1n Zacar\u00edas y al \u00e1ngel y se desplaza al exterior, donde el pueblo se extra\u00f1a de su tardanza. Cuando sale Zacar\u00edas el pueblo no est\u00e1 ya en oraci\u00f3n, sino desconcertado. El signo es el mismo Zacar\u00edas mudo; la iron\u00eda est\u00e1 en que el que ped\u00eda un signo, \u00e9l mismo se ha convertido en signo.
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\nTanto para Zacar\u00edas como para el lector, su mudez, da testimonio del poder de la palabra de Dios. El pueblo juzga diversamente: cree que es por haber contemplado una visi\u00f3n. Pero el lector sabe que es por no haber cre\u00eddo (Lc 1, 20). El pueblo necesita escuchar una palabra de interpretaci\u00f3n y hasta que no la escuche, no tendr\u00e1 conocimiento suficiente que le sirva de base para su fe. De nuevo no es casual que en la respuesta del pueblo se encuentre el verbo conocer (= comprender) ( cfr Lc 1,18). Termina r\u00e1pidamente y lo hace volver a casa \u00bfD\u00f3nde es? No se nos dice nada.
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\nEn Lc 1,23 Zacar\u00edas desaparece de escena e Isabel, que ha sido s\u00f3lo nombrada, pasa al centro de la escena. El embarazo de Isabel es el segundo signo de cumplimiento del relato. Ahora toca a Isabel la interpretaci\u00f3n. El v. 25 es una lectura acertada, aunque incompleta del signo que es el embarazo: acertada porque reconoce que Dios ha intervenido -ha concebido (no se lo ha revelado un \u00e1ngel ni su marido)-; la lectura es incompleta porque se centra demasiado en ella misma. Se pretende que en las palabras de Isabel resuenen las de Sara (Gn 21,6) y Raquel (Gn 20,23). \u00a1Qu\u00e9 l\u00e1stima que nuestra traducci\u00f3n est\u00e9 mutilada! Deber\u00eda decir as\u00ed: \u00abAs\u00ed ha obrado el Se\u00f1or conmigo en los d\u00edas en que se dign\u00f3 mirarme<\/em> para quitar mi afrenta entre los hombres\u00bb (Lc 1,25). Segundo apunte interesante que tiene a Dios por sujeto: Dios no es s\u00f3lo el que escucha, sino adem\u00e1s mira, se fija atentamente.
\nEl narrador emplea su clausura de modo estrat\u00e9gico. Si Mar\u00eda sabe que su prima est\u00e1 embarazada es porque le ha sido revelado. Cualquier personaje que amenace con arrebatar la iniciativa divina es silenciado de una manera u otra.
\n <\/p>\n\n
\nEn el umbral del segundo episodio los lectores saben qu\u00e9<\/em> va a ocurrir: Dios quiere un pueblo bien dispuesto para su visita<\/em> y que el hijo de Zacar\u00edas e Isabel est\u00e1 destinado a prepararla; pero no queda claro c\u00f3mo<\/em> realiza Dios esa visita. Tambi\u00e9n saben que la promesa de Dios exige fe pero no conocen los perfiles precisos de esa fe.
\n
\nEl narrador hace una vez m\u00e1s que tome el cielo la iniciativa, reforzando la din\u00e1mica de promesa-cumplimiento establecida en el episodio anterior. Se trata de una t\u00e9cnica de reanudaci\u00f3n: recupera elementos del episodio anterior y los matiza: va a explorar en qu\u00e9 consiste esa fe en la que insisti\u00f3 Gabriel. Es un nuevo comienzo.
\n
\nEl relato avanza en el tiempo (\u00abal sexto mes\u00bb del embarazo de Isabel), se sit\u00faa en un espacio distinto: en Nazaret, una ciudad de Galilea, y presenta un nuevo personaje, Mar\u00eda. Hasta ahora no sabemos qu\u00e9 relaci\u00f3n guarda con el episodio anterior, pero se mantiene la unidad de acci\u00f3n al menos a nivel de plan divino.
\n
\nEn el relato anterior Zacar\u00edas se mov\u00eda de un lado a otro mientras que el \u00e1ngel permanec\u00eda fijo. Ahora se nos informa de unos movimientos del \u00e1ngel: \u00abentrando… \u00bb (n\u00f3tese que no se aparece); y, al final del relato, se narra su ida, dejando a Mar\u00eda como pivote del relato.
\n
\nMar\u00eda es una joven, soltera aunque comprometida, de cuyo linaje y piedad nada se dice. Se dice dos veces que es \u00abvirgen\u00bb para preparar lo que sigue. Jos\u00e9 es mencionado en su condici\u00f3n de descendiente del rey David. Aparecen tres personajes cuya identidad los vincula a los planes de Dios (Gabriel como el mensajero, Mar\u00eda como virgen \u2013 cf. Isa\u00edas 7,14- y Jos\u00e9 como de la estirpe de David).
\n
\nEn el episodio anterior el \u00e1ngel permanece silencioso. Ahora le hace empezar con un saludo: \u00abAl\u00e9grate, llena de gracia, el Se\u00f1or est\u00e1 contigo\u00bb (Lc 1,28). A lo largo de todo el episodio los detalles visuales son acallados en favor de detalles auditivos. Por ejemplo, nada se dice sobre la aparici\u00f3n o si Mar\u00eda vio al \u00e1ngel… se hablar\u00e1 de palabras, o\u00eddo, saludo… En una historia dominada por la fe el relato se narra en clave auditiva. En v. 29 se turba Mar\u00eda por lo que oye. Se trata de una visi\u00f3n de Mar\u00eda m\u00e1s penetrante que la de Zacar\u00edas, preocupada por el significado del saludo del \u00e1ngel.
\n
\nComienza el relato de la promesa. Lc<\/em> 1,30-33: anuncio e interpretaci\u00f3n. <\/em>Se inicia la respuesta a la pregunta de Mar\u00eda. Gabriel se dirige a ella por su nombre. Se aclara en qu\u00e9 va a consistir la visita divina anunciada en los vv. 13-17, es decir, mediante el Mes\u00edas dav\u00eddico. vv. 13-17 anuncian un nacimiento y luego ofrecen una interpretaci\u00f3n del mismo con expresiones tomadas de la Escritura. El conocimiento, una vez m\u00e1s observamos se obtiene mirando al pasado.
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\nLa iniciativa es absolutamente de Dios: ha encontrado gracia ante Dios, y en el v. 32 ser\u00e1 llamado Hijo del Alt\u00edsimo y el Se\u00f1or Dios le dar\u00e1 el trono de David su padre. (Dios se nombra de tres maneras para dejar clara su iniciativa absoluta). Ya se sabe el qu\u00e9 pero \u00bfy el c\u00f3mo? \u00bfC\u00f3mo ser\u00e1 esto puesto que no conozco var\u00f3n? (Lc 1,34). <\/em>Dado que Mar\u00eda est\u00e1 prometida a Jos\u00e9, var\u00f3n de la casa de David, tanto ella como el lector podr\u00edan contar con que el Mes\u00edas habr\u00e1 de nacer durante el inminente matrimonio. Resulta sorprendente la pregunta de Mar\u00eda en el v. 34, pues implicar\u00eda que ella da por supuesto que el ni\u00f1o nacer\u00e1 antes de iniciar su vida de esposa con Jos\u00e9.
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\nEn el anuncio hay muchos enigmas: Si el ni\u00f1o habr\u00e1 de nacer durante el matrimonio \u00bfPor qu\u00e9 omite Gabriel cualquier alusi\u00f3n a Jos\u00e9 que es el descendiente de David? \u00bfPor qu\u00e9 a una mujer prometida y no casada? Los especialistas rechazan cualquier intento de explicaci\u00f3n a partir de la psicolog\u00eda de Mar\u00eda, se trata de un recurso del narrador para preparar la revelaci\u00f3n culminante en v. 35. Ello le da al relato un tono de colaboraci\u00f3n entre Mar\u00eda y el \u00e1ngel en el proceso de la anunciaci\u00f3n.
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\nMar\u00eda y Zacar\u00edas en el arte narrativo de Lucas poseen la misma informaci\u00f3n, quiz\u00e1s est\u00e9 en desventaja Mar\u00eda, ya que no se le anuncia el modo concreto: tener un hijo como Zacar\u00edas. Pero las diferencias son m\u00e1s marcadas:
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\n– Mar\u00eda no se fija inmediatamente en s\u00ed misma, sino en el anuncio, en la iniciativa de Dios, en contraste con Zacar\u00edas que empieza subrayando su propia necesidad de saber;
\n– Mar\u00eda no da muestras de incredulidad, pero pregunta el c\u00f3mo;
\n– Mar\u00eda duda de sus propias credenciales (no conozco var\u00f3n) m\u00e1s que de las del \u00e1ngel, enuncia una carencia propia, no una falta del cielo;
\n– Mar\u00eda no exige ver, sino que afirma simplemente su incapacidad para ver. Sus palabras implican impotencia m\u00e1s que un intento de captar un conocimiento que pudiera servirle de base para su propia iniciativa;
\n– La pregunta de Zacar\u00edas implica un fallo de memoria, mientras que la de Mar\u00eda implica la memoria de que todas las dem\u00e1s anunciaciones fueron hechas a personas casadas y no a una virgen.
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\nPor segunda vez se menciona al Esp\u00edritu Santo. La primera, en el v. 15. Se trata de un lenguaje de comunicaci\u00f3n entre Dios y Mar\u00eda. No se menciona a Jes\u00fas por su nombre, sino \u00abal que ha de nacer ser\u00e1 santo y ser\u00e1 llamado Hijo de Dios\u00bb. Estamos en el n\u00facleo de la cristolog\u00eda lucana[8]<\/a>.
\nCuando el lector espera que Gabriel diga m\u00e1s cosas sobre Jes\u00fas, como hizo con Juan, el \u00e1ngel pasa a hablar de Isabel, ya embarazada. As\u00ed dirige la atenci\u00f3n a un Dios que tiene poder para hacer algo que quiz\u00e1 parezca menos veros\u00edmil que producir a un ni\u00f1o de un vientre est\u00e9ril. Si el principio del conocimiento adecuado est\u00e1 en reconocer la propia incapacidad, su consumaci\u00f3n consistir\u00e1 en reconocer el poder de Dios, como se desprende de la respuesta de Gabriel.
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\n <\/em>La direcci\u00f3n del relato va de Jes\u00fas a trav\u00e9s de Isabel a Dios. Para Mar\u00eda la sorpresa consiste en saber que su prima est\u00e1 embarazada. Para el lector la sorpresa es saber que son parientes. Isabel es un signo del que Mar\u00eda oye hablar pero que no ve. Mientras Zacar\u00edas ped\u00eda un signo capaz de conferirle alg\u00fan conocimiento, a Mar\u00eda se le da un signo que exige la fe. Mientras que a Zacar\u00edas se le ped\u00eda que creyera que Dios iba a hacer de nuevo lo que ya hab\u00eda hecho antes, a Mar\u00eda se le pide que crea que Dios har\u00e1 lo que nunca habr\u00e1 hecho antes. No se le da m\u00e1s que a Zacar\u00edas pero se le pide mucho m\u00e1s. \u00bfQu\u00e9 camino habr\u00e1 de recorrer el creyente una vez que haya pronunciado su palabra de sumisi\u00f3n?
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\nEl narrador busca hacer converger la fe y su interpretaci\u00f3n. La atenci\u00f3n en el v.39 contin\u00faa sobre Mar\u00eda de viaje a Judea, sola, sin la menci\u00f3n a Jos\u00e9. Se describen cuatro acciones de Mar\u00eda: se levant\u00f3, se fue, entr\u00f3 y salud\u00f3. Si en la primera escena se narraba el movimiento de Zacar\u00edas, en la segunda, del \u00e1ngel, en la tercera, de Mar\u00eda. El relato se centra cada vez m\u00e1s estrechamente en Mar\u00eda. Una vez que ha llegado ni Isabel ni Mar\u00eda se mueven. El \u00fanico movimiento es el salto del ni\u00f1o en el seno.
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\nEl narrador no dice nada acerca de las razones de Mar\u00eda para emprender el viaje, se da noticia de cu\u00e1ndo<\/em> marcha (\u00bb en aquellos d\u00edas\u00bb), con qu\u00e9 talante<\/em> (\u00abcon prontitud\u00bb) y ello libremente. Parece quedar sin respuesta el por qu\u00e9 lo hace. Con la indicaci\u00f3n de que son parientes basta. \u00bfPor qu\u00e9 quiere el narrador que ambos personajes se encuentren? Porque quiere que sea la fe la que desencadene la acci\u00f3n desde el primer momento. En los dos primeros fue la iniciativa del cielo la que puso en marcha la acci\u00f3n; ahora toca a la respuesta humana. No es mera coincidencia que vaya al \u00fanico personaje que ha le\u00eddo de manera acertada aunque incompleta los signos. Para as\u00ed dar una interpretaci\u00f3n completa y cierta de los signos. El relato guarda silencio acerca del embarazo de Mar\u00eda, el narrador sigue eludiendo hablar de Jes\u00fas. El relato se centra en Dios y Mar\u00eda.
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\n <\/em>Una vez que se ha informado del saludo de Mar\u00eda al final del v. 40, el relato pasa a una modalidad fuertemente auditiva que predominar\u00e1 en todo el episodio. La acci\u00f3n es puesta en marcha por el saludo y el narrador suprimir\u00e1 los detalles visuales a lo largo de todo el episodio, como hizo ya en el anterior. Esta decisi\u00f3n de transportar a un modo auditivo la narraci\u00f3n de la fe y sus consecuencias sugiere que en la respuesta de la fe, para el narrador, importa m\u00e1s lo que se oye que lo que se ve. Parad\u00f3jicamente Mar\u00eda es un signo que se oye pero no se ve.
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\nLas tres referencias al saludo de Mar\u00eda (vv.40.41.44) subrayan su importancia. No es de su contenido, sino de su efecto, del que se da cuenta largamente. Se habla de Mar\u00eda como la que ha cre\u00eddo. \u00bfEn qu\u00e9 pone Mar\u00eda su fe? Se explicitar\u00e1 en el Magnificat<\/em> y en el relato lucano en su totalidad.
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\nEl v. 41 es el \u00fanico momento del episodio en que el narrador abandona el relato externo para informarnos del salto del ni\u00f1o y de la venida el Esp\u00edritu Santo sobre Isabel (cuanto sigue es un discurso prof\u00e9tico, por eso introduce el narrador el Esp\u00edritu Santo). El impulso del Esp\u00edritu Santo va a la zaga del saludo de Mar\u00eda, y se produce en el momento en que Isabel propone su propia interpretaci\u00f3n del signo que es la venida de Mar\u00eda. Por primera vez el Esp\u00edritu representa la intervenci\u00f3n del cielo en el proceso del reconocimiento humano para otorgar a un personaje la capacidad de interpretar acertadamente unos signos que de otro modo resultar\u00edan impenetrables. Si en los dos primeros episodios era Gabriel el que aparec\u00eda como figura prof\u00e9tica que anuncia el nacimiento e interpreta su significado. Ahora en el tercer episodio lo hacen Isabel (y Juan): Mar\u00eda, la que ha cre\u00eddo.
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\nEn vv. 19-20 Gabriel evalu\u00f3 r\u00e1pidamente la duda de Zacar\u00edas, sin embargo el mensajero celeste nada dice en respuesta a la palabra de fe de Mar\u00eda. Isabel pasa de la segunda a la tercera persona para referirse a Mar\u00eda: \u00a1feliz la que ha cre\u00eddo! Aparece por primera vez Jes\u00fas como \u00abSe\u00f1or\u00bb (cf. Sal 110,1 LXX).
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\nEl texto al presentar sus personajes carga el acento en sus relaciones. En los vv. 41-45 el Esp\u00edritu Santo no solo es principio de poder , capaz de operar una concepci\u00f3n virginal, sino de conocimiento. Con ello muestra que en su cercan\u00eda Dios comparte su poder y su conocimiento para superar la impotencia y la ignorancia.
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\nCuando calla Isabel y el narrador se fija de nuevo en Mar\u00eda, nada se dice del Esp\u00edritu Santo. El himno que entona Mar\u00eda no es un discurso inspirado al estilo de la profec\u00eda de Isabel. La raz\u00f3n es que se pretende subrayar la diferencia entre la profec\u00eda y la alabanza como modos de reconocer la visita de Dios. As\u00ed se a\u00f1ade la alabanza a la profec\u00eda como los dos frutos de la fe, como modos de reconocimiento que hacen posible la fe. Del Magnificat nos limitamos a se\u00f1alar algunos elementos importantes para nuestro tema:
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\nSegunda cuestion: \u00bfPor qu\u00e9 hace el narrador que Mar\u00eda regrese a casa antes de que Isabel d\u00e9 a luz? Porque quitar\u00eda protagonismo a Mar\u00eda y el reci\u00e9n nacido pasar\u00eda al centro de la escena. Pero Zacar\u00edas se ha quedado en el fondo del escenario… Dios y su acci\u00f3n no pueden quedar en la sombra.
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\nUnos elementos que se deducen del an\u00e1lisis realizado como sugerencias a impostar en nuestros itinerarios de educaci\u00f3n a la fe de manera creativa. Sugerimos el siguiente recorrido:
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\n[1]<\/a> Cf. U. Eco, Lector in fabula. <\/em>La cooperaci\u00f3n interpretativa en los textos narrativos<\/em>, Barcelona 3<\/sup>1993. En el \u00e1mbito de aplicaci\u00f3n a la Biblia: D. Marguerat \u2013 Y. Bourquin, C\u00f3mo leer los relatos b\u00edblicos. Iniciaci\u00f3n al an\u00e1lisis narrativo<\/em>, Santander 2000; C. Mora Paz \u2013 M. Grilli \u2013 R. Dillmann, Lectura pragmaling\u00fc\u00edstica de la Biblia. Teor\u00eda y aplicaci\u00f3n, <\/em>Estella 1999. Para informaci\u00f3n y bibliograf\u00eda cf. http:\/\/www.unigre.it\/pragmatica\/homepage.htm<\/a> [acceso 23\/11\/04].
\n[2]<\/a> Aunque la bibliograf\u00eda es abundante, dejando a un lado los grandes comentarios al evangelio de Lucas se\u00f1alamos algunos estudios en leguna castellana: J. N. Aletti, El arte de contar a Jesucristo. <\/em>Lectura narrativa del evangelio de Lucas<\/em>, Salamanca 1992; R. E. Brown, El nacimiento del Mes\u00edas. <\/em>Comentario a los relatos de la infancia<\/em>, Madrid 1982; Mark B. Coleridge, Nueva lectura de la infancia de Jes\u00fas. La narrativa como cristolog\u00eda en Lucas 1-2, <\/em>C\u00f3rdoba 2000; J. M. Garc\u00eda P\u00e9rez \u2013 M. Herranz Marco, La infancia de Jes\u00fas seg\u00fan san Lucas, <\/em>Madrid, 2000; S. Mu\u00f1oz Iglesias, Los evangelios de la Infancia <\/em>I. Los c\u00e1nticos del Evangelio de la Infancia seg\u00fan san Lucas<\/em>, Madrid, 1990; II. Los anuncios ang\u00e9licos previos en el Evangelio lucano de la Infancia<\/em>, Madrid, 1986; J. M. Mu\u00f1oz Nieto, T<\/em>iempo de anuncio<\/em>. Estudio de Lc 1,5-2,52, Taipei 1994; G. P\u00e9rez Rodr\u00edguez, La infancia de Jes\u00fas (Mt 1-2; Lc 1-2)<\/em>, Salamanca, 1990;.
\n[3]<\/a> Seguimos la traducci\u00f3n castellana de la nueva edici\u00f3n de la Biblia de Jerusal\u00e9n.
\n[4]<\/a> Al parecer, hab\u00eda 24 grupos sacerdotales, el grupo de Zacar\u00edas, el de Ab\u00edas era el 8\u00ba y le tocaba 2 veces al a\u00f1o el servicio lit\u00fargico en el templo durante una semana, o bien en la ofrenda del incienso de la ma\u00f1ana o de la tarde; cf. F. Bovon, I. El evangelio seg\u00fan san Lucas(Lc 1-9) (Salamanca 1995) 80.
\n[5]<\/a> As\u00ed en el evangelio de Lucas la oraci\u00f3n lo precede (Lc 1,13) y lo clausura (Lc 24,53) ambas en el templo.
\n[6]<\/a> De la Torah: Gn 16,11-12; Nm 6,3; Lv 10,9; de los profetas (anteriores y posteriores) Jue 13,4; 2 Re 2,9-10; 1 Sam 1,11; Dn 10,12; Mal 2,6; y de los otros escritos: Eclo 48,10.
\n[7]<\/a> El t\u00e9rmino griego que califica este fen\u00f3meno significa \u00absordo y mudo\u00bb. Aunque la traducci\u00f3n hable s\u00f3lo de mudo (Lc 1,20), por ello hablar\u00e1 por se\u00f1as (Lc 1,22), pero no se entender\u00eda bien Lc 1,62: \u00abY preguntaban por se\u00f1as a su padre c\u00f3mo quer\u00eda que se le llamase\u00bb. A un mudo no hace falta hablarle por se\u00f1as.
\n[8]<\/a> Cf. R. F. O’Toole, Luke’s<\/em> Presentation of Jesus: A Christology<\/em>, Roma 2004.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"