{"id":905,"date":"1997-05-01T19:01:44","date_gmt":"1997-05-01T19:01:44","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=905"},"modified":"1997-05-01T19:01:44","modified_gmt":"1997-05-01T19:01:44","slug":"proyecto-personal-y-proyecto-profesional-del-joven","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/proyecto-personal-y-proyecto-profesional-del-joven\/","title":{"rendered":"Proyecto personal y proyecto profesional del joven"},"content":{"rendered":"
Clemente Lobato<\/strong><\/p>\n Clemente Lobato<\/strong> es profesor de <\/em>\u00abOrientaci\u00f3n en la <\/em>Escuela Superior\u00bb en el Instituto de <\/em>Ciencias de la <\/em>Educaci\u00f3n de la Universidad <\/em>del Pa\u00eds Vasco.<\/em>\u00a0<\/em><\/p>\n Vivimos dentro de una \u201ccultura del proyecto\u201d. El autor, una vez enmarcado y definido el concepto, identifica la noci\u00f3n de \u201cproyecto personal\u201d como \u201cproyecto de vida\u201d con el que las personas configuran la propia identidad. S\u00f3lo a partir de aqu\u00ed tiene sentido hablar del \u201cproyecto profesional\u201d. El art\u00edculo concluye se\u00f1alando \u201calgunas pistas de actuaci\u00f3n\u201d para ayudar a los j\u00f3venes a elaborar su proyecto personal y profesional.<\/p>\n En nuestra realidad social, pol\u00edtica, econ\u00f3\u00admica, educativa… se habla mucho de proyectos: proyectos de saciedad, proyecto pol\u00edtico, pro\u00adyecto urban\u00edstico, proyecto educativo, proyecto de centro, proyecto profesional, etc. El termino proyecto<\/em> parece florecer en todos los campos. Tanto en la esfera de lo p\u00fablico como en la de lo privado, el proyecto representa hoy la afirmaci\u00f3n de un valor.<\/p>\n Nos encontramos en \u00abla cultura de proyec\u00adto\u00bb (Boutinet,1993). Un fen\u00f3meno cultural liga\u00addo fundamentalmente a la individualizaci\u00f3n de las conductas y a la fragmentaci\u00f3n del tiempo en las sociedades modernas.<\/p>\n En un mundo donde lo aleatorio y lo impre\u00advisible se a\u00f1aden a la complejidad para nublar la acci\u00f3n actual, s\u00f3lo el enfoque de proyecto <\/em>permite dar sentido a lo vivido, vincul\u00e1ndolo al futuro que prepara.<\/p>\n En una sociedad en la que los cambios se suceden vertiginosamente; el progreso cient\u00edfi\u00adco y las innovaciones tecnol\u00f3gicas se imponen; la movilidad social y geogr\u00e1fica se establece; la interdependencia econ\u00f3mica se mundializa; se vive una cada vez mayor mufidiversidad cultu\u00adral donde conviven valores muy distintos y, en consecuencia, se genera en la persona un de\u00adsaf\u00edo ineludible: la necesidad urgente de pose\u00ader una identidad fuerte y bien definida.<\/em><\/p>\n En esta aldea global, en la que se est\u00e1 trans\u00adformando nuestro mundo, con escasas refe\u00adrencias externas, es necesario crear personas con una s\u00f3lida identidad personal, capaces de elaborarse un proyecto personal que les confi\u00adgure y construya en el tiempo.<\/p>\n En la \u00faltima d\u00e9cada, desde la perspectiva de la orientaci\u00f3n educativa y del asesoramien\u00adto vocacional, el proyecto -personal y profe\u00adsional- aparece como horizonte de la interven\u00adci\u00f3n orientadora y de su investigaci\u00f3n y refle\u00adxi\u00f3n te\u00f3rica.<\/p>\n Seg\u00fan Boutinet (1993), el proyecto<\/em> es una categor\u00eda fundamental del pensamiento en el siglo XX.<\/p>\n En la filosof\u00eda existencialista aparece este con\u00adcepto como una noci\u00f3n central, sobre todo en la obra de Heidegger y de Sartre. En el primero, desde un enfoque metaf\u00edsico, hace referencia a la posibilidad de la comprensi\u00f3n del ser, mien\u00adtras que en el segundo se enmarca en una filo\u00adsof\u00eda de la acci\u00f3n, en la que todos los proyectos particulares de un individuo se muestran como funciones de un proyecto fundamental: la ma\u00adnera que elige de estar en el mundo.<\/p>\n Etimol\u00f3gicamente, el t\u00e9rmino proyecto viene del lat\u00edn pro-iectus, proicere, <\/em>que designa la ac\u00adci\u00f3n de lanzar hacia adelante. El proyecto remite primordialmente a la acci\u00f3n que alguien se pro\u00adpone realizar. El futuro es esencial en el proyec\u00adto, como brote hacia adelante de uno mismo.<\/p>\n La vida como tal es un inexorable estar lan\u00adzado a vivir la propia existencia, como un te\u00adner que escoger ser lo que uno quiera llegar a ser. El ser humano es libertad limitada y con\u00addicionada, pero libertad de poder escoger y construir lo que quiera ser. La persona se mani\u00adfiesta, pues, como un permanente tener que ir m\u00e1s all\u00e1 de lo que es, m\u00e1s all\u00e1 de donde se est\u00e1. Por eso, el proyecto no es algo facultativo de unos cuantos privilegiados. El proyecto es constitutivo de todo ser humano: se proyecta siempre en un futuro de esperanza y de ine\u00adxorable tarea de auto-elecci\u00f3n.<\/p>\n El proyecto puede definirse, entonces, co\u00admo un poner en relaci\u00f3n, de modo significati\u00advo, el pasado, el presente y el futuro, quedan\u00addo privilegiada esta \u00faltima dimensi\u00f3n (Gui\u00adchard). Es decir, el ser humano puede conocer la representaci\u00f3n de lo que es, aqu\u00ed y ahora, como la de lo que se desea que ocurra.<\/p>\n Al mismo tiempo el proyecto apunta hacia un objeto pendiente de constituirse. Ahora bien, esa representaci\u00f3n anticipadora est\u00e1 marcada por la configuraci\u00f3n del presente que ella misma constituye y, en consecuencia, permite com\u00adprender el proyecto como una elaboraci\u00f3n cog\u00adnitiva delpresente<\/em> susceptible de evolucionar en el curso de su puesta en pr\u00e1ctica. Tanto el pro\u00adyecto como las representaciones que lo consti\u00adtuyen evolucionan necesariamente en el trans\u00adcurso de la experiencia y del propio desarrollo.<\/p>\n Como escriben Pemartin et Legres, la ma\u00adduraci\u00f3n de proyectos es un proceso multivariado y de plurales dimensiones, entre las que destacamos:<\/p>\n – La voluntad de hacerse cargo de su deve\u00adnir personal.<\/p>\n – Un conocimiento de s\u00ed m\u00e1s diversificado y m\u00e1s completo.<\/p>\n – Una perspectiva del mundo social m\u00e1s di\u00adversificada y m\u00e1s objetiva.<\/p>\n – La posibilidad de acceder a una mejor com\u00adprensi\u00f3n de las razones de sus elecciones.<\/p>\n – El conocimiento de los obst\u00e1culos o difi\u00adcultades que pueden intervenir.<\/p>\n – La elaboraci\u00f3n de estrategias que condu\u00adcen a los objetivos pretendidos.<\/p>\n – La existencia de un proyecto de vida del que el proyecto profesional es un aspecto.<\/p>\n – La toma de conciencia de que ese pro\u00adyecto no es m\u00e1s que un momento.<\/p>\n Ahora bien el concepto de proyecto perso\u00adnal en el joven no es un\u00edvoco. Podemos defi\u00adnir cuatro campos en el mismo:<\/p>\n S\u00f3lo una visi\u00f3n global de estas diversas di\u00admensiones permite respetar la naturaleza ver\u00addadera del proyecto personal del joven y no reducido a un solo aspecto dominante.<\/p>\n La noci\u00f3n de proyecto personal no es, en primer lugar, un proyecto de una profesi\u00f3n concreta, sino un proyecto de vida. <\/em>Se trata, para el adolescente o joven, de proyectarse en el futu\u00adro de una manera din\u00e1mica, con la convicci\u00f3n que su \u00e9xito est\u00e1 entre sus manos: confianza en la vida, pero tambi\u00e9n confianza en s\u00ed mismo, en su energ\u00eda, su competencia y habilidad.<\/p>\n Ciertamente que el proyecto personal de un joven llega a ser el punto de partida y el cen\u00adtro de gravedad de una din\u00e1mica psicosocial:<\/p>\n En consecuencia, la emergencia y madura\u00adci\u00f3n del proyecto personal en sus diversos cam\u00adpos suponen la movilizaci\u00f3n de competencias diversas tanto como de recursos personales propios.<\/p>\n El proyecto personal, desde un punto de vista antropol\u00f3gico, supone una persona que tiene el coraje de tomar la vida en sus manos, de sentir\u00adse due\u00f1o de s\u00ed, es decir, querer ser fiel a s\u00ed mis\u00admo, tener la capacidad de vivir \u00abde dentro a fue\u00adra\u00bb, asumir la vida como vocaci\u00f3n. El proyecto de vida es una invitaci\u00f3n a retomar la vida en las pro\u00adpias manos y a recubrir la grandeza de deci\u00addir sobre la propia existencia de modo aut\u00f3nomo, comprometido y, por ello mismo, plenificante. \u00bb El proyecto de vida es el polo magn\u00e9tico que iman\u00adta las distintas fuerzas, unifica los distintos com\u00adponentes de la persona, permite ser y sentirse uno mismo a trav\u00e9s de las diversas opciones y si\u00adtuaciones, y realizarse\u00bb (Sovemigo,1990).<\/p>\n Un proyecto que, en definitiva, expresa cu\u00e1l es el valor central que estructura la propia existen\u00adcia, que orienta y moviliza todas sus energ\u00edas ha\u00adcia una determinada forma d plenitud humana.<\/p>\n Todo proyecto de vida se articular\u00e1 en fun\u00adci\u00f3n de tres fidelidades b\u00e1sicas:<\/p>\n En buena medida, el proyecto personal o de vida consistir\u00e1 en discernir y posicionarse res\u00adponsablemente y con coherencia ante estos tres ejes del proyecto. Lo decisivo es la volun\u00adtad y la capacidad de mirarse a s\u00ed mismo y al en\u00adtorno para dar nombre a sus luces y a sus som\u00adbras y poder as\u00ed configurar un horizonte que ilu\u00admine todo el valle de la existencia.<\/p>\n El proyecto personal se basa en un cuestio\u00adnamiento del sujeto ante lo que le importa. No puede eludir ni la cuesti\u00f3n del sentido de la existencia ni de la identidad, porque est\u00e1 esen\u00adcialmente conectado a ellas. El proyecto per\u00adsonal toca la totalidad del individuo. Aparece como una construcci\u00f3n progresiva que se en\u00adra\u00edza en el pasado, asume y transciende el presente para dar sentido a un futuro, y per\u00admite el desarrollo de la identidad del joven. El proyecto personal es el proyecto de realiza\u00adci\u00f3n social del yo, que va a permitir encontrar\u00adse-crearse un lugar en la estructura social y desarrollar un estilo espec\u00edfico de vida.<\/p>\n La identidad, pues, se configura y se expli\u00adcita a trav\u00e9s de un proyecto personal que con\u00adtinuamente se reconfigura a trav\u00e9s de una permanente interacci\u00f3n.<\/p>\n La mayor parte de los trabajos te\u00f3ricos y emp\u00edricos sobre la identidad en la adolescen\u00adcia est\u00e1n basados en la teor\u00eda de E. H. Erik son. La adolescencia, para este autor, consti\u00adtuye una moratoria psicosocial, un periodo de no compromiso definitivo en la existencia, que precede el acceso a una vida profesional. Ese periodo, en las sociedades actuales, se alarga cada vez m\u00e1s y se hace cada vez m\u00e1s marca\u00addo y m\u00e1s consciente.<\/p>\n En esta fase, el joven debe lograr un senti\u00admiento de identidad que Erikson describe como:<\/p>\n – Sentimiento de estar bien en su cuerpo.<\/p>\n – Sentimiento de saber d\u00f3nde se va.<\/p>\n – Certeza interior de ser reconocido por per\u00adsonas significativas.<\/p>\n Para Erikson, la crisis de identidad se termina cuando el adolescente se compromete en los mo\u00addelos de roles adultos y en las posibilidades de conductas que le propone la sociedad. Llegar a tener relaciones nuevas y maduras con sus iguales de ambos sexos, adquirir una independencia afectiva de sus padres y del resto de los adultos, elegir una profesi\u00f3n y prepararse para ella, llegar a una independencia econ\u00f3mica, prepararse para el matrimonio y la vida familiar, adquirir un conjun\u00adto de valores y un sistema \u00e9tico de conducta, son exigencias de las sociedades occidentales indus\u00adtriales. Los compromisos abarcan diversos cam\u00adpos, por ejemplo la educaci\u00f3n, la profesi\u00f3n, la religi\u00f3n, la pol\u00edtica, las relaciones interpersonales y las re\u00adlaciones \u00edntimas.<\/p>\n Pero el mundo postmoderno se caracteriza por una tendencia a la individualizaci\u00f3n, que pone fuertemente el acento en la independen\u00adcia y la individualidad, marcando as\u00ed la necesi\u00addad de una elecci\u00f3n clara de una identidad personal.<\/p>\n Cuando los adolescentes se comprometen en estas dimensiones, han de tomar decisio\u00adnes en cuanto a sus deseos, sus objetivos, su posici\u00f3n en la sociedad, y la direcci\u00f3n que ellos quieren dar a su vida, es decir, han de elabo\u00adrar un proyecto personal.<\/p>\n Si no llegan a tales compromisos al final de la adolescencia, por la raz\u00f3n que sea, la crisis de identidad no se ha resuelto y se quedan en un estado de identidad difusa. La alienaci\u00f3n de esta fase la define Erikson como la confusi\u00f3n de identidad. La mayor parte de las veces, la incapacidad de establecerse en una identidad profesional est\u00e1 en el origen de esa dificultad.<\/p>\n El conjunto del sistema educativo debe preparar a la persona para realizar su proyec\u00adto de vida y, como parte importante del mis\u00admo, su proyecto profesional. As\u00ed debe enten\u00adderse la orientaci\u00f3n profesional como un pro\u00adceso cronol\u00f3gicamente posterior de soluci\u00f3n a la pregunta: \u00bfqu\u00e9 quiero hacer con mi vida?<\/p>\n Tal cuesti\u00f3n resulta fundamental, cabe ini\u00adciar la elaboraci\u00f3n de un proyecto profesio\u00adnal, en coherencia con su proyecto personal, y desde el que el joven podr\u00e1 elegir un sector profesional determinado, y quiz\u00e1 una profe\u00adsi\u00f3n concreta, hacia la que vertebrar\u00e1 su iti\u00adnerario formativo. La elecci\u00f3n, adem\u00e1s de ver\u00adse condicionada por las necesidades y de\u00admandas del mercado laboral, deber\u00e1 enfren\u00adtarse a los estereotipos implantados en la so\u00adciedad.<\/p>\n Por este motivo es necesario enfrentarse <\/em>a una concepci\u00f3n puramente economicista de la orientaci\u00f3n profesional que no se preocupa del crecimiento personal y, menos todav\u00eda, de la felicidad del joven.<\/p>\n El problema radica en preparar a los adoles\u00adcentes y j\u00f3venes, en el sistema educativo ac\u00adtual, a elaborar su propio proyecto personal o de vida, que alumbre un proyecto profesional a desarrollar en su itinerario laboral. Un proyecto profesional no se identifica necesariamente con una profesi\u00f3n. Puede implicar diversas profe\u00adsiones que una misma persona puede desem\u00adpe\u00f1ar a lo largo de su existencia en un mundo en permanente cambio, como el que nos ha tocado vivir. Pero todas ellas guardan una re\u00adlaci\u00f3n, en la que se plasma y se realiza el pro\u00adyecto personal del joven.<\/p>\n S\u00f3lo as\u00ed cabe \u00abvivirse\u00bb <\/em>a trav\u00e9s de los cam\u00adbios y acontecimientos, s\u00f3lo as\u00ed cabe \u00abcons<\/em>truirse\u00bb <\/em>en y a trav\u00e9s de distintas elecciones. La propia identidad se construye y se consoli\u00adda a trav\u00e9s del proyecto personal en sinton\u00eda con ese proyecto profesional ejercido en dis\u00adtintas profesiones y ocupaciones.<\/p>\n Pero, \u00bfc\u00f3mo puede acceder el adoles\u00adcente y el joven a elaborar y gestarse un pro\u00adyecto personal y un proyecto profesional? Qu\u00e9 duda cabe que es necesaria una funci\u00f3n de acompa\u00f1amiento para dominar la compleji\u00addad en su conjunto.<\/p>\n El adolescente y el joven no pueden realizar\u00adse a trav\u00e9s de su proyecto si los adultos no aceptan tomarlo en cuenta. Si ser sujeto es po\u00adder enunciarse<\/em> en su proyecto, los rituales educativos pueden dar la ilusi\u00f3n de favorecer la asunci\u00f3n de lo individual en las l\u00f3gicas institu\u00adcionales. Esta ilusi\u00f3n se convierte en un riesgo cuando la instituci\u00f3n educativa desea regular y ordenar lo imprevisible e improgramable.<\/p>\n Armonizar la intencionalidad y el deseo, fa\u00advorecer el desarrollo de un proyecto personal, es para la instituci\u00f3n educativa, aceptar que un alumno es, ante todo, un adolescente o un jo\u00adven y aceptar que es propio de la identidad adolescente acceder a una identidad adulta. Armonizar los programas escolares con las exi\u00adgencias de un proyecto personal es un desaf\u00edo necesario y estimulante para la instituci\u00f3n edu\u00adcativa.<\/p>\n En consecuencia, es preciso crear un entor\u00adno educativo que propicie el desarrollo de ac\u00adtitudes, es decir, un entorno que plantee cues\u00adtiones, que ayude a explorar y a anticipar, que provoque reformulaciones, que anime a verifi\u00adcar, que favorezca la interacci\u00f3n y que d\u00e9 per\u00admanentemente unfeed-back <\/em>positivo.<\/p>\n Ciertamente ha de existir un proceso din\u00e1\u00admico que realice el paso de una intencionali\u00addad (ser en proyecto) a una configuraci\u00f3n (te\u00adner un proyecto). Y no olvidemos que todo pro\u00adyecto, t\u00e9cnicamente hablando, es consciente, concreta la formulaci\u00f3n de una intenci\u00f3n, plantea un fin, prev\u00e9 un cierto n\u00famero de me\u00addios para alcanzarlo e integra un plan de evalua\u00adci\u00f3n y un proceso de regulaci\u00f3n en su consecu\u00adci\u00f3n. Todo un reto para los educadores y educa\u00addoras de hoy. Para toda la instituci\u00f3n educati\u00adva y para toda la sociedad.<\/p>\n Clemente Lobato<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Clemente Lobato Clemente Lobato es profesor de \u00abOrientaci\u00f3n en la Escuela Superior\u00bb en el Instituto de Ciencias de la Educaci\u00f3n de la Universidad del Pa\u00eds Vasco.\u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Vivimos dentro de una \u201ccultura del proyecto\u201d. 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5. Del proyecto de vida al proyecto profesional<\/h3>\n
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BIBLIOGRAF\u00cdA<\/h4>\n
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