{"id":9106,"date":"2004-07-01T00:00:26","date_gmt":"2004-06-30T22:00:26","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9106"},"modified":"2004-07-01T00:00:26","modified_gmt":"2004-06-30T22:00:26","slug":"globalizar-la-solidaridad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/globalizar-la-solidaridad\/","title":{"rendered":"Globalizar la solidaridad"},"content":{"rendered":"
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\nLa vida aparece siempre seg\u00fan el color del cristal con que se mira. Para muchos, la globalizaci\u00f3n est\u00e1 produciendo grandes beneficios y logros sociales; para otros, es perniciosa y nefasta. Sobre todas las opiniones se yergue la contumaz y siniestra realidad del subdesarrollo, la pobreza, el hambre y la miseria de nuestro mundo. Y sobre todos los debates, la dura constataci\u00f3n: aumenta el n\u00famero de pobres y crece el nivel de la pobreza, de manera que, como una y otra vez ha denunciado Juan Pablo II: los ricos son cada vez m\u00e1s ricos y los pobres cada vez m\u00e1s pobres. Realmente, estamos sufriendo y tolerando niveles de desigualdad e injusticia absolutamente intolerables. A veces, con un sentido de impotencia tremendo; otras, incluso con indiferencia y abulia.
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\nEl signo de la mesa compartida<\/strong>
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\nEs importante y urgente acertar a situarnos como creyentes, educadores, agentes de pastoral ante una realidad social tan compleja y tan problem\u00e1tica. Con una actitud cr\u00edtica y l\u00facida, atendiendo los signos de nuestro tiempo, hemos de ser capaces de mirar a las v\u00edctimas del sistema, de escuchar los gritos desesperados de tantos hermanos y, sobre todo, de llegar a la verdadera actitud cristiana de la solidaridad, a abrir las puertas de nuestra casa y de nuestro coraz\u00f3n a los nuevos \u201csamaritanos\u201d que yacen en las m\u00e1rgenes de los caminos.
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\nComo ha se\u00f1alado Jon Sobrino, para la comunidad cristiana, el signo de la globalizaci\u00f3n es la mesa compartida por todos y entre todos, la mesa que iguala a los desiguales y construye la familia humana. \u00bfC\u00f3mo llegar a ser familia humana<\/em> en un mundo en el que la mayor\u00eda de los seres humanos no tienen garantizados la vida, el pan y la dignidad? \u00bfC\u00f3mo construir la familia humana en un mundo dividido, en el que los hermanos explotan, aplastan y matan a los hermanos?
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\nQue el mundo llegue a ser un hogar para todos, no un mercado. \u00c9sta es el gran utop\u00eda del Reino: convertir el globo en una familia, hacer del gran mercado del mundo, un hogar. Y la utop\u00eda del Reino se va construyendo, cuando es saciado el hambriento y se apaga la sed del sediento; cuando es hospedado el sin techo y socorrido el mendigo; cuando son servidos los pobres y acogidos los abandonados.
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\nPor una solidaridad globalizada<\/strong>
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\nCuenta Albert Camus en uno de sus relatos, la historia de un hombre cuyo amigo hab\u00eda sido encarcelado, y \u00e9l se acostaba en el suelo todas las noches para no gozar de una comodidad de la que hab\u00edan privado a aquel a quien quer\u00eda. \u201cQui\u00e9n se acostar\u00e1 en el suelo por nosotros?\u201d, pregunta el narrador de la historia a un desconocido a quien encuentra en la noche. \u201c\u00bfSer\u00eda yo capaz de hacerlo?\u201d… \u201cUn d\u00eda todos seremos capaces y entonces nos salvaremos\u201d.
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\nLa salvaci\u00f3n est\u00e1 en la solidaridad; una solidaridad globalizada, pero al mismo tiempo, muy concreta. Por eso, la pregunta es: \u00bfhasta d\u00f3nde estamos dispuestos a llegar? Ante los grandes problemas que plantea la globalizaci\u00f3n, de manera muy sencilla, la comunidad cristiana tiene que interrogarse: \u00bfestamos dispuestos, en cuanto ciudadanos, a pagar m\u00e1s impuestos para que la administraci\u00f3n p\u00fablica intensifique el desarrollo de los pa\u00edses empobrecidos y esclavizados? \u00bfEstamos dispuestos a comprar, a un precio m\u00e1s elevado, productos importados a fin de remunerar m\u00e1s justamente a los pa\u00edses del Sur? \u00bfEstamos dispuestos a cambiar la mentalidad consumista, a abandonar una din\u00e1mica de despilfarro y derroche, y a entrar en el camino de la austeridad y sobriedad?
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\nMuchas preguntas, muy concretas todas, para explicar simplemente eso: \u00bfa qu\u00e9 estamos dispuestos? Al abordar en este n\u00famero la amplia y compleja cuesti\u00f3n de la globalizaci\u00f3n, Misi\u00f3n Joven<\/strong> se asoma a este proceso cultural, pol\u00edtico y econ\u00f3mico desde una perspectiva educativa y pastoral. Quiere abrir un horizonte a la reflexi\u00f3n en los grupos y comunidades juveniles; pero un reflexi\u00f3n que motive el compromiso solidario concreto.
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