{"id":9142,"date":"2004-05-01T00:00:36","date_gmt":"2004-04-30T22:00:36","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9142"},"modified":"2004-05-01T00:00:36","modified_gmt":"2004-04-30T22:00:36","slug":"la-nueva-evangelizacion-de-europa-conlleva-una-nueva-revolucion-sexual","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-nueva-evangelizacion-de-europa-conlleva-una-nueva-revolucion-sexual\/","title":{"rendered":"LA NUEVA EVANGELIZACI\u00d3N DE EUROPA CONLLEVA UNA NUEVA REVOLUCI\u00d3N SEXUAL"},"content":{"rendered":"
Cosme Puerto<\/strong> \u00a0<\/strong> Cosme Puerto<\/p>\n estudios@misionjoven.org<\/p>\n Cosme Puerto \u00a0 Cosme Puerto es profesor de Sexolog\u00eda en el Instituto Ciencias de la Familia de Salamanca, Valladolid, Sevilla y Valencia. El autor intenta en este art\u00edculo analizar el problema sexual que el pasado nos ha dejado y mirar por donde deber\u00eda caminar la pastoral de ni\u00f1os y j\u00f3venes en el presente. Ello […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[888,886,94],"tags":[],"class_list":["post-9142","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-cosme-puerto","category-estudios-328","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9142"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9142"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9142\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9142"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9142"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9142"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n\u00a0<\/strong>
\nCosme Puerto<\/strong> es profesor de Sexolog\u00eda en el Instituto Ciencias de la Familia de Salamanca, Valladolid, Sevilla y Valencia.
\n
\nEl autor intenta en este art\u00edculo analizar el problema sexual que el pasado nos ha dejado y mirar por donde deber\u00eda caminar la pastoral de ni\u00f1os y j\u00f3venes en el presente. Ello le lleva a plantear un nuevo concepto de sexo y sexualidad para hacer ver sus implicaciones y, sobre todo, a se\u00f1alar que la clave de la sexualidad y genitalidad est\u00e1 en integrarlas en la afectividad. El amor da a la sexualidad su verdadero sentido humano.
\n\u00a0<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nLa relaci\u00f3n sexual entre las personas seduce y, al mismo tiempo, preocupa y aterra. El encuentro sexuado y sexual con el otro resulta tan apetecible como desconcertante y problem\u00e1tico. La l\u00ednea entre lo sublime y lo banal en el campo sexual es casi imperceptible. El encuentro de los sexos se puede banalizar. Y tambi\u00e9n puede ser causante de grandes problemas y tragedias. Pero todos estamos de acuerdo en un punto: que esa aventura tan apetecible, tan atractiva \u00a0 y en la que ponemos tantos deseos y expectativas, nos gustar\u00eda que durara, que fuera un plan de convivencia y que nos diera la felicidad que buscamos en ella. Todos intentamos vivirla con la mejor intenci\u00f3n. Pero con frecuencia \u00e9sta no es suficiente. \u00bfQu\u00e9 es lo que nos sucede?
\n
\nLa revoluci\u00f3n sexual de los 60 fue un fen\u00f3meno de una gran trascendencia. Ha confrontado al mundo, y a la sociedad occidental en particular, con una parte vital del ser humano. Cayeron casi todos los esquemas de comportamiento. Trajo consigo un proceso de emancipaci\u00f3n, principalmente de la mujer. Supuso para el creyente un proceso de desacralizaci\u00f3n de la sexualidad. Pero en la medida en que ha distorsionado y trivializado la sexualidad de hombres y mujeres, nos ha deshumanizado. Trajo consigo un sue\u00f1o de felicidad inmediata y como consecuencia el sinsentido, el aburrimiento, la ansiedad y la crispaci\u00f3n.
\n
\nLa Declaraci\u00f3n del Vaticano II sobre la Educaci\u00f3n Cristiana de la Juventud se ha quedado en un reto; la calidad de la educaci\u00f3n sexual en la escuela cristiana, en una utop\u00eda.\u00a0\u00a0 Nadie asocia hoy una sana y aut\u00e9ntica educaci\u00f3n sexual a la necesidad de una verdadera liberaci\u00f3n personal y social. La devaluaci\u00f3n de la sexualidad en los permisivos del presente y en los represivos del pasado es la causa de que la educaci\u00f3n sexual siga siendo al inicio del milenio una asignatura pendiente y la gran perdedora en el momento actual. El nuevo plan de calidad de la educaci\u00f3n en Espa\u00f1a, ignora por completo la necesidad, la urgencia y la calidad de esta asignatura pendiente. Ni a la escuela p\u00fablica, ni a la privada \u2013y menos a la cat\u00f3lica\u2013 les preocupa demasiado la necesidad y el derecho que tiene todo individuo a ella. Si ni\u00f1os y j\u00f3venes no la reciben de padres, escuelas, sociedad e Iglesia, la calle dominada por la deformaci\u00f3n pornogr\u00e1fica ser\u00e1 su \u00fanica maestra.<\/p>\n\n
\nEn el pasado siglo se han producido grandes cambios en el campo de la sexualidad, promoviendo una nueva valoraci\u00f3n de la sexualidad y provocando cambios profundos en nuestras vidas. Esos nuevos e importantes valores est\u00e1n creando unas nuevas costumbres sexuales y esas costumbres generan la aparici\u00f3n de nuevos modelos sexuales. Algunos de los eventos del pasado que nos obligan a cambiar:
\n– La revoluci\u00f3n sexual.
\n– Una sexualidad m\u00e1s all\u00e1 de la genitalidad.
\n– El cerebro pasa a ser la gran batuta de la vida sexual y el pene pierde su poder.
\n– Emancipaci\u00f3n sexual de la mujer.
\n– La guerra entre los sexos.
\n– Nuevo concepto de masculinidad y feminidad.
\n– Lucha de la mujer por la igualdad de los sexos.
\n– Matrimonio patriarcal heterosexual en crisis.
\n– La fusi\u00f3n de la figura de la mujer-madre con la figura de amante.
\n– Cambio de la idea de complementaridad entre los sexos.
\n– Nacimiento de nuevas formas de pareja y convivencia entre los sexos.
\n– El amor va desplazando a la procreaci\u00f3n como fin primario.
\n– La procreaci\u00f3n responsable como un derecho de toda pareja.
\n– La reivindicaci\u00f3n del placer como un derecho de la sexualidad sana.
\n– La igualaci\u00f3n de roles tradicionales entre hombres y mujeres.
\n– Desarrollo de nuevas t\u00e9cnicas y aparici\u00f3n de la p\u00edldora hormonal segura.
\n– La generalizaci\u00f3n de la p\u00edldora como m\u00e9todo anticonceptivo barato y eficaz.
\n– Las enfermedades de transmisi\u00f3n sexual de segunda generaci\u00f3n.
\n– Matrimonio m\u00e1s largo y sexualidad que se prolonga hasta el final de la vida.
\n– Acceso de la mujer al empleo remunerado.
\n– El hombre comienza a ser el nuevo \u201csexo d\u00e9bil\u201d.
\n– La nueva revoluci\u00f3n emocional entre los sexos, etc.
\n
\n1.1. Ante una Nueva Revoluci\u00f3n Sexual.<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nNuestro mundo sexual est\u00e1 cambiando radicalmente: la mujer ya no muere en el parto, la mortalidad infantil ha descendido, al igual que el n\u00famero de hijos; la edad en la que ni\u00f1os y ni\u00f1as llegan a la pubertad ha disminuido, la esperanza de vida ha aumentado, la sexualidad reproductora no da sentido a la mayor parte de nuestra vida, etc. La llegada y presencia del SIDA entre nosotros acentu\u00f3 no s\u00f3lo los efectos negativos de una mala sexualidad, sino que tambi\u00e9n nos ofreci\u00f3 la oportunidad de entender mejor las pr\u00e1cticas y la conducta sexual, la ocasi\u00f3n de reintroducir las pr\u00e1cticas no coitales y la comunicaci\u00f3n carnal, la conveniencia de aumentar las investigaciones sobre la sexualidad y, evidentemente, una gran oportunidad para crear una nueva salud sexual, m\u00e1s acorde con los nuevos problemas.
\n
\nHemos conocido la emancipaci\u00f3n econ\u00f3mica y psicol\u00f3gica de la mujer, los cambios legales que han permitido la protecci\u00f3n de las minor\u00edas sexuales, la legalizaci\u00f3n de la prostituci\u00f3n, de las parejas de hecho, de la anticoncepci\u00f3n. Tambi\u00e9n los abusos a menores, el acoso sexual, los malos tratos y la violaci\u00f3n. \u00a0 Tambi\u00e9n es importante destacar la movilidad de una naci\u00f3n a otra, el incremento de la movilidad social, el anonimato en la sociedad, el estudio cient\u00edfico de la sexualidad. No olvidemos los avances cient\u00edficos de la farmacolog\u00eda como la revoluci\u00f3n de la Viagra, el tratamiento psicol\u00f3gico de los abusos sexuales, la menopausia y andropausia, la reproducci\u00f3n asistida y el impacto de las nuevas tecnolog\u00edas en la informaci\u00f3n de la sexualidad. Todo ello supone nuevas opciones, nuevas libertades, nuevas oportunidades. Pero tambi\u00e9n nuevas responsabilidades y transformaciones en los roles, en el matrimonio, en la relaciones de pareja, en la reproducci\u00f3n y en la comprensi\u00f3n, valoraci\u00f3n y apreciaci\u00f3n del concepto del sexo y de la sexualidad.
\n\u00a0<\/strong>
\n1.2. Integraci\u00f3n de la sexualidad en el amor<\/strong>
\n
\nDespu\u00e9s de muchos a\u00f1os de la primera revoluci\u00f3n sexual, el cristianismo debe preguntarse: \u00bfQu\u00e9 debemos aportar los cristianos para que esta revoluci\u00f3n logre su objetivo? Los creyentes debemos estar agradecidos por los nuevos avances conseguidos y por la nueva amplitud de miras, pero a su vez debemos ser muy cr\u00edticos. Tenemos que conectar la revoluci\u00f3n sexual con el Nuevo Testamento. Los ni\u00f1os, j\u00f3venes y adultos necesitan integrar su sexualidad con su fe y su espiritualidad. La iglesia tiene que ser positiva acerca del don de la sexualidad. En el pasado defendimos el respeto a la vida y, sin perder este horizonte, hoy debemos insistir en integrarla en el primer precepto: el amor.
\n
\nAl hablar de la sexualidad en conexi\u00f3n con el amor, el cristianismo estar\u00e1 respondiendo a lo que falta en la revoluci\u00f3n sexual y a lo que la gente necesita y quiere o\u00edr. Debemos aceptar la positividad e importancia que la sociedad actual da a la sexualidad y evaluarla cr\u00edticamente en t\u00e9rminos de amor. Para el cristiano es buena, por ser un don y un fruto de la mano creadora de Dios, que nunca crea algo malo. Adem\u00e1s Dios se hace carne en lo humano, se hace hombre para santificarlo.
\n
\nLa respuesta cristiana del pasado consist\u00eda en reprimir y rechazar la sexualidad; pero su primera respuesta hoy debe ser aceptarla, darle una grata bienvenida e integrarla en la relaci\u00f3n amorosa. No por miedo, sino porque hemos sido educados en el amor y para el amor. La sexualidad es una energ\u00eda dada por Dios y, sobre todo, es el instrumento para expresar corporalmente el amor, de tal modo que desvincular sexualidad y amor, es pervertirla.
\n
\nEl nuevo milenio necesita emprender una segunda revoluci\u00f3n sexual. La liberaci\u00f3n sexual, que propon\u00eda la primera revoluci\u00f3n sexual, no fue tan gloriosa como parec\u00eda. Sirvi\u00f3 para superar falsas creencias, tab\u00faes, prohibiciones, miedos, inhibiciones, culpabilidades. Hoy comienzan a o\u00edrse en la lejan\u00eda las campanas que anuncian una segunda revoluci\u00f3n sexual. Revoluci\u00f3n que nos libere del pozo ciego y mal oliente de la trivialidad, que va unida a la superficializaci\u00f3n de las personas, donde han terminado hundi\u00e9ndose nuestras relaciones sexuales en la actualidad.
\n
\nLa revoluci\u00f3n sexual que propongo es la integraci\u00f3n de la sexualidad en el amor. La nueva utop\u00eda que presento como liberaci\u00f3n sexual es la que nos valora como personas y nos vincula en el amor. La vivencia de la sexualidad debemos valorarla los creyentes en funci\u00f3n del principio del amor, que sigue siendo el \u00fanico criterio cristiano para evaluar la verdad. La educaci\u00f3n sexual escolar de los ni\u00f1os y j\u00f3venes se ha centrado en la biolog\u00eda del sexo, sin componente emocional o amoroso asociado, que es la clave para entender la relaci\u00f3n sexual hoy. La Iglesia cat\u00f3lica nos ha educado con frecuencia en un marco demasiado racionalista y fr\u00edo, estoico, desapasionado, de m\u00ednimos. Pero para una religi\u00f3n que tiene el principal precepto en el amor, que considera que la esencia de Dios es el amor, el amor debe impregnar la sexualidad humana. La educaci\u00f3n para ser una persona amante debe ser lo principal y primero. No hay duda de que el significado de la sexualidad humana hay que hallarlo en ese amor apasionado, c\u00e1lido, sentimental.
\n <\/p>\n\n
\nLa sociedad actual ha trivializado la sexualidad, pero ha abierto tambi\u00e9n muchas puertas para el mejor conocimiento de la verdad sexual. Debemos, pues, explorar la verdad acerca de la sexualidad. Uno de los mayores desaf\u00edos es clarificar los conceptos de sexo, sexualidad, y dar con la actitud positiva adecuada acerca de estos problemas doctrinales. Entender el plan divino respecto de la sexualidad humana es uno de los asuntos m\u00e1s urgentes para la evangelizaci\u00f3n de nuestro mundo. Desde mi experiencia pastoral, una de las razones del alejamiento de nuestros j\u00f3venes y adultos del cristianismo es la visi\u00f3n de la sexualidad que perciben de nosotros los creyentes. En el mundo occidental, el sexo ha estado durante muchos siglos unido \u00fanicamente a la procreaci\u00f3n. La Iglesia se esforz\u00f3 en protegerlo y limit\u00f3 la procreaci\u00f3n a la uni\u00f3n matrimonial estable. Todos los actos se juzgaban en funci\u00f3n de si llevaban o no llevaban a la relaci\u00f3n genital plena, si la evitaban o no. Dado que la procreaci\u00f3n debe darse dentro del matrimonio, lo mismo ocurr\u00eda con los actos autosexuales, homosexuales y la mayor\u00eda de actos heterosexuales de ternura, cari\u00f1o y afecto dentro del matrimonio. Se consideraban pecados graves sin parvedad de materia, ya que la vida humana misma estaba en juego, aun en la expresi\u00f3n sexual afectiva. Todo esto ha contribuido en el mundo cristiano a realizar una sinonimia entre sexo, sexualidad y genitalidad reproductora, confundiendo sexualidad con conductas sexuales, heterosexualidad, autosexualidad, etc.
\n
\n2.1. La distinci\u00f3n del sexo y la sexualidad<\/strong>
\n
\n\u00bfDe qu\u00e9 se habla cuando se habla de sexo y sexualidad en nuestra labor pastoral?. El \u201csexo\u201d es una de las palabras m\u00e1s utilizadas de nuestro tiempo. Con significados equ\u00edvocos en su mayor parte. La gran divulgaci\u00f3n ha extendido que el sexo es lo que se hace con los genitales o lo que se refiere a su ejercicio. De ah\u00ed expresiones como \u201csexo seguro\u201d, \u201cpracticar el sexo\u201d, \u201chacer el sexo\u201d, \u201cs\u00f3lo sexo\u201d, etc. Con frecuencia se asocia la noci\u00f3n de sexo con la reproducci\u00f3n o con el placer genital. Y se olvida que la funci\u00f3n reproductora sirve para reproducirse y la del placer sirve para disfrutar, pero la funci\u00f3n sexuante que es previa a las otras y distinta tiene como fin propio la sexuaci\u00f3n de los sujetos. Y es que reproducci\u00f3n, placer y sexo son tres conceptos y no dos.
\n
\nSe confunde sexo con sexualidad a todos los niveles. Utilizar ambos t\u00e9rminos como sin\u00f3nimos constituye un grueso error. Sin embargo, aun en medios acad\u00e9micos se sigue con este uso indistinto. Y as\u00ed, mal podemos explicarnos y entendernos en una teolog\u00eda pastoral al hablar de esta realidad y lo que se sigue de ella. Los sexos, los sujetos sexuados, los hombres y las mujeres como tales hombres y tales mujeres, han sido considerados con demasiada frecuencia desde sus funciones y muy poco desde ellos mismos. Y han sido muy poco tenidos en cuenta en su dimensi\u00f3n m\u00e1s propia: la de ser personas sexuadas. El concepto moderno de sexo, fuera de la referencia a la funci\u00f3n reproductora o hedonista genital, se constituye en el hallazgo de la explicaci\u00f3n de nuestra propia identidad. Da cuenta de c\u00f3mo los sujetos son o llegan a ser de uno o de otro de los dos sexos en los que se configura la condici\u00f3n humana. Y es esa condici\u00f3n humana la que se vive, la que se desea (con)vivirse, en relaci\u00f3n. Yo no tengo sexo: soy persona sexuada.
\n
\nLa historia de este proceso de sexuaci\u00f3n es larga y compleja. Esta complejidad es la que permite explicar la gran variedad de niveles, as\u00ed como las posibilidades de realizarse como personas sexuadas de maneras tan diversas y la intervenci\u00f3n ante sus dificultades o problemas. Frente a la simplificaci\u00f3n del modelo antiguo (sexo = \u00f3rganos genitales), esta complejidad, generada por la nueva definici\u00f3n de los \u201csexos\u201d, tiene la ventaja de ofrecer muchas posibilidades para explicar y comprender a los sujetos sexuados y a la sexualidad como conducta o expresi\u00f3n de la totalidad de la persona (y no \u00fanicamente de la genitalidad reproductora o er\u00f3tica).
\n
\nLa corriente cient\u00edfica esta sustituyendo el \u201csexo\u201d en singular por los \u201csexos\u201d en plural. Intenta con ello profundizar, comprender y recuperar la complejidad de este concepto. El plural \u201csexos\u201d nos permite resituar a los hombres y las mujeres desde un nuevo orden que reconoce a ambos. A cada uno de ellos por s\u00ed mismo y en relaci\u00f3n con lo otro. El plural nos pone en relaci\u00f3n no s\u00f3lo con la diversidad intersexual, sino con la diversidad intrasexual. Esto es, con los m\u00faltiples y diversos modos de ser, sentirse y vivirse como hombres sexuados con hombres y mujeres.
\n
\n\u00bfQu\u00e9 son los sexos? Son los niveles, elementos, componentes o cualidades biol\u00f3gicas, psicol\u00f3gicas, afectivas, sociales, culturales, axiol\u00f3gicas y religiosas que van formando y estructurando, a trav\u00e9s de un proceso que dura toda la vida, las diferencias entre hombre y mujer, que aceptamos y nos identificamos con ellas \u2013en lo m\u00e1s profundo de nuestro ser\u2013 con gozo y alegr\u00eda. Antes era lo biol\u00f3gico s\u00f3lo y, ahora, lo biol\u00f3gico y el g\u00e9nero forman el todo de los \u201csexos\u201d, en un conjunto estructurado y de interrelaciones, que es la persona sexuada que se va realizando a lo largo de un proceso que dura toda la vida y que nos van haciendo la persona sexuada que somos en cada momento.
\n
\nPodemos distinguir diversos niveles diferenciales del sexo, tan integrados entre s\u00ed que s\u00f3lo pueden aislarse para facilitar el an\u00e1lisis: sexo citol\u00f3gico, cromosom\u00e1tico, cromat\u00ednico, gonadof\u00f3rico, hormonal, genitales externos, sistema nervioso central, hipotal\u00e1mico, gam\u00e9tico, morfol\u00f3gico, asignaci\u00f3n, crianza, ps\u00edquico, identidad, etc. La distinci\u00f3n del sexo en \u201cbiol\u00f3gico y de g\u00e9nero\u201d nos es suficiente para aclararlo y evitar un nuevo dualismo. Nos parece que se explica y comprende mejor esta realidad de los sexos, si distinguimos en ella tres grandes planos:
\n– El sexo biol\u00f3gico:<\/em> la naturaleza va m\u00e1s all\u00e1 del dimorfismo, no existen simplemente dos sexos, sino tambi\u00e9n los seres humanos que est\u00e1n entre los dos sexos.
\n– El sexo psicol\u00f3gico:<\/em> el sexo subjetivo es el que cada uno se reconoce. Si el sexo psicol\u00f3gico est\u00e1 en desacuerdo con el sexo biol\u00f3gico o de asignaci\u00f3n, surgir\u00e1n problemas, aquellos con los que se confrontan los transexuales.
\n– El sexo social:<\/em> en nuestra sociedad, existe una dicotom\u00eda masculino\/femenino, se pertenece a uno u otro de los dos sexos, se nos declara en el nacimiento que somos de sexo femenino o de sexo masculino.
\n
\nConcluyendo este punto podemos decir que el sexo explica y habla de las estructuras biol\u00f3gicas y de g\u00e9nero, del sistema de sexo-g\u00e9nero, del proceso de sexuaci\u00f3n y de la persona sexuada que somos. La sexualidad habla de las conductas que vivimos o que expresamos a trav\u00e9s de ese todo sexuado que son los \u201csexos\u201d. La sexualidad es la manera, la forma, la calidad y la profundidad como se encuentran, abren, comunican, relacionan, aman las personas sexuadas. Hoy para educarnos y evangelizar es necesario que rescatemos la complejidad del \u201csexo\u201d y de la \u201csexualidad\u201d del constre\u00f1imiento \u201cgenitalista\u201d del pasado. No somos s\u00f3lo sexuados por nuestros genitales; ni sexuales s\u00f3lo por nuestra genitalidad; ni somos er\u00f3ticos o gozamos s\u00f3lo por nuestras conductas o gestos intergenitales.
\n
\n2.2. M\u00e1s all\u00e1 de la genitalidad<\/strong>
\n
\nEl siglo XX fue testigo de un cambio sin precedentes en nuestra visi\u00f3n de la sexualidad. La aportaci\u00f3n de los grandes investigadores del sexo ha cambiado nuestra concepci\u00f3n de la sexualidad. Tal vez destaque sobremanera Freud al indicarnos que la sexualidad es un componente esencial y que coimplica a todos los dinamismos de la persona, que la sexualidad es mucho m\u00e1s rica que la mera genitalidad. Esta aportaci\u00f3n, hoy patrimonio de la verdad universal, constituye un gran trauma para la teolog\u00eda y filosof\u00eda cristiana.
\n
\nTratamos de clarificar, ordenar y situar el concepto \u201csexualidad\u201d con cierta l\u00f3gica y coherencia en la historia y en la evoluci\u00f3n del pensamiento. La sexualidad como concepto y vocablo es un hallazgo posterior a la Ilustraci\u00f3n Comienza a usarse en 1830 por Fourier y Kierkegaard. La generalizada costumbre de hablar del sexo o de la sexualidad como si estos t\u00e9rminos y conceptos fueran de siempre, es un burdo planteamiento intelectualmente insostenible. Cada \u00e9poca o tiempo tiene sus valores, sus ideas y conceptos propios en funci\u00f3n de lo que necesita vivir y expresar.
\n
\nSi la sexuaci\u00f3n es el proceso a trav\u00e9s del cual las personas se hacen de uno u otro sexo, la sexualidad deviene el modo resultante y global de sentirse, vivirse y expresarse como tales sujetos sexuados. Los conceptos de reproducci\u00f3n o de fecundidad ser\u00edan una de sus manifestaciones, no la \u00fanica ni \u2013incluyo hoy\u2013 la m\u00e1s universal. Muchas personas del \u00e1mbito teol\u00f3gico usan la palabra \u201csexo\u201d para referirse a la parte biol\u00f3gica y \u201csexualidad\u201d para la psicol\u00f3gica-afectiva. No debemos olvidar que ambas abarcan la totalidad de la persona. La sexualidad, entendida en su acepci\u00f3n plena, es una realidad que se refleja y se expresa en todas las dimensiones de la persona sexuada, desde la biofisiol\u00f3gica, la psicol\u00f3gica, afectiva, social, cultural, axiol\u00f3gica y espiritual. No puede ser considerada como un aspecto marginal sino como una realidad profunda, presente y operante en todas las dimensiones de la persona. Por el s\u00f3lo hecho de que la sexualidad comprende la totalidad de la persona, se puede expresar o vivir a varios niveles:
\n– A nivel de totalidad: relaciones genitales m\u00e1s sexuales.
\n– A nivel de relaciones sexuales.
\n– A nivel de relaciones genitales.
\n
\nEn el primer nivel, esa \u201ctotalidad\u201d presupone y desarrolla la plena donaci\u00f3n personal en un amor oblativo, que est\u00e1 claramente orientado al di\u00e1logo de amor sexual y a la admiraci\u00f3n de s\u00ed mismo. En el segundo nivel, las relaciones no son de naturaleza genital, sino que la excluyen. El hombre y la mujer las viven en las relaciones de vida diaria, sus relaciones rec\u00edprocas, en la amistad y en la donaci\u00f3n de s\u00ed mismo, hasta en el nivel espiritual y celibatario. En el tercer nivel, prescindimos de las sexuales y por tanto de la totalidad, qued\u00e1ndose meramente reducidas a la genitales o prostitutivas dentro o fuera de la vida en pareja.
\n
\nLa gente ve la sexualidad de muchas maneras, diversas y contradictorias. La postura m\u00e1s correcta para m\u00ed es la que se denomina \u201cpostura integral de la sexualidad\u201d, <\/em>que abarca todas las dimensiones desde una integraci\u00f3n arm\u00f3nica y equilibrada de acuerdo a la etapa evolutiva del individuo. El punto de vista integral implica un elemento som\u00e1tico, psicol\u00f3gico, afectivo, social, cultural, axiol\u00f3gico-\u00e9tico, religioso e higi\u00e9nico-sanitario. Esta visi\u00f3n ve el papel de la sexualidad en la plenitud de la persona humana de manera muy distinta a las visiones parciales, como la recreativa o l\u00fadica, la genital reproductora, la placentera o hedonista, la relacional, etc.
\n
\nLa definici\u00f3n de \u201csexualidad sana\u201d de la O. M. S., con alguna modificaci\u00f3n, ser\u00eda para m\u00ed la m\u00e1s correcta y completa en funci\u00f3n de la postura integral: \u201cSalud sexual es la integraci\u00f3n de los elementos som\u00e1ticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual, por medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicaci\u00f3n y el amor\u201d[1]<\/a>.<\/em> Le a\u00f1adir\u00eda los elementos que le faltan: cultural, axiol\u00f3gico y religioso.
\n\u00a0<\/strong>
\n2.3. La integraci\u00f3n genital un camino de amor<\/strong>
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\nLa educaci\u00f3n cristiana es particularmente responsable de su inadecuada educaci\u00f3n sexual, pero tampoco esta exenta de culpa la familia y la sociedad. Las ultimas d\u00e9cadas del siglo pasado han sido testigos de una educaci\u00f3n biol\u00f3gica genital, pero sin ense\u00f1anza y desarrollo alguno de la inteligencia emocional, que son la clave para integrar, vivir y entender la relaci\u00f3n sexual cristiana. La mayor\u00eda de los modelos sexuales actuales contemplan a menudo el componente afectivo como una molestia, una verg\u00fcenza, una amenaza o un obst\u00e1culo a la libre expresi\u00f3n de la sexualidad, sea en forma de rechazo radical a permitir que los sentimientos paseen por ella, lo que popularmente se entiendo como buscar el placer sexual por el placer como si fuera un absoluto, sea permitiendo que las emociones rijan la voluntad. Estos modelos sexuales generan hostilidad entre el afecto y el contacto corporal.
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\nLa clave de la sexualidad y genitalidad esta en integrarlas en la afectividad. Para que la integraci\u00f3n de nuestra sexualidad sea posible es necesario que las personas adquieran un fuerte autocontrol de ella. La sexualidad humana no es una fuerza instintiva e imponderable, un impulso incontrolable. Su relaci\u00f3n con el cerebro es demasiado clara para poder ignorar que \u00e9ste debe regir la evoluci\u00f3n sexual. Chauchard, a lo largo de todas sus obras, ha demostrado admirablemente c\u00f3mo la plenitud sexual s\u00f3lo es alcanzada por aquellos que saben educar su sexualidad someti\u00e9ndola al autocontrol directo del cerebro. El cerebro del hombre se coloca, entonces, al servicio del coraz\u00f3n, y le permite dominar una genitalidad demasiado inquieta, transform\u00e1ndola en manifestaciones de amor. La integraci\u00f3n y el autocontrol de la sexualidad es, adem\u00e1s, el \u00fanico medio que posibilita que la salida al otro sea una comunicaci\u00f3n de amor, m\u00e1s bien que una explosi\u00f3n de b\u00fasqueda de placer. Lo que hay de m\u00e1s importante en el acto genital no es el placer que produce, sino el amor que lo prepara y permanece.
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\nLa sexualidad aparece con el nacimiento como un impulso que no conoce una meta ni el objeto a que tiende. Esta primitiva sexualidad va germinando sobre los sentimientos de amor generados por la relaci\u00f3n madre-hijo, donde comienza a estructurarse la relaci\u00f3n sexual, que aparece como la meta de la sexualidad. La meta de la relaci\u00f3n se va centrando en el amor al otro. La capacidad de amar es una condici\u00f3n indispensable para la integraci\u00f3n de la sexualidad. De no ser as\u00ed, careciendo del objeto amado la sexualidad se manifestar\u00e1 s\u00f3lo en su funci\u00f3n primitiva de descarga de la tensi\u00f3n. El amor por tanto humaniza la sexualidad y le da el verdadero sentido humano.
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\nLa integraci\u00f3n tiene lugar mediante la instancia afectiva de la sexualidad. Todas las personas tienen la necesidad b\u00e1sica de amar y ser amados. No pueden realizarse y crecer de manera sana sin ese n\u00facleo de experiencias humanas de amor y aceptaci\u00f3n. Las personas deben intentar clarificar lo m\u00e1s posible esos deseos. La cultura reinante ense\u00f1a que las cosas humanas que merecen la pena en esta vida s\u00f3lo se alcanzan a trav\u00e9s de la sexualidad genital. Las personas deben esforzarse por lograr la integraci\u00f3n genital en la instancia afectiva. Tratando de ser personas amantes mediante una madurez del amor oblativo, evitando el comportamiento genital explotador, instrumentalizador y deshumanizador de las personas. La integraci\u00f3n es una capacidad de autocontrol y dedicaci\u00f3n a todos impulsados por el amor. Las necesidades que las personas buscan y ponen en la actividad genital deben satisfacerlas integradas unas relaciones amorosas sanas y relizadoras.
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\nHay que madurar todas las instancias del todo sexual sin descuidar ninguna de ellas. Pero es la instancia afectiva la que integra de manera especial el todo sexual y esta ha de ir creciendo hasta impregnar a todas las dem\u00e1s. Si la sexualidad no nos lleva a una realizaci\u00f3n plena no puede mantenerse y se resiente todo \u00e9l. Si la sexualidad genital no esta integrada e impregnada de la energ\u00eda afectiva que nos centra en el amor al otro, se convierte en una ideolog\u00eda y termina haci\u00e9ndonos unos ascetas represivos, que no son castos.
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\nLa capacidad de amar es una condici\u00f3n indispensable para la integraci\u00f3n de la sexualidad. Hoy es de capital importancia, integrarla en la inteligencia emocional, para vivir una sexualidad sana, positiva y realizadora. Esa integraci\u00f3n implica en cada uno de nosotros educar y desarrollar la habilidad de nuestra inteligencia emocional. En nuestro pasado educativo se daba toda la importancia a la inteligencia racional. Hemos cre\u00eddo que una buena racionalizaci\u00f3n de la sexualidad era capaz de reprimirla o sublimarla en funci\u00f3n de nuestro de tipo de vida. Realidad que nos ha llevado a ser buenos ascetas, olvidando que cuando ya no ten\u00edamos voluntad para seguirla reprimiendo con raciocinios y fuerza de voluntad nos desbordaba y terminaba con nuestra vocaci\u00f3n. Cada d\u00eda son m\u00e1s las voces que claman por un desarrollo de la inteligencia emocional para poder lograr este objetivo prioritario. Un equilibrio de la racional y emocional ser\u00eda el ideal, pero en el caso de desequilibrar la balanza ser\u00eda preferida del lado de la afectividad.
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\n2.4. Inventar un nuevo modelo de relaciones de g\u00e9nero<\/strong>
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\nLas dificultades de las relaciones sexuales del joven moderno vienen m\u00e1s por la saturaci\u00f3n que por el acoplamiento. Puestos a elegir entre las dos posibilidades, seguramente todos preferimos los problemas de la saturaci\u00f3n a los del acoplamiento, pero para poder llegar a los segundos no nos queda m\u00e1s remedio que aprender a superar los primeros; que son mucho m\u00e1s comunes y frecuentes. Baste decir que las parejas que se separan porque no superan la crisis de acoplamiento m\u00e1s del 50% lo hacen por motivos sexuales. M\u00e1s de la mitad de los fracasos tempranos de convivencia son debidos a dificultades relacionadas con el funcionamiento sexual de la pareja; por eso es tan importante que antes de intentar resolver los problemas que surgen en la convivencia tratemos los que la impiden.
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\nEntre el modelo sexual masculino que las mujeres ya no aceptan y un modelo sexual femenino que los hombres todav\u00eda no han aprendido, se mueve un importante colectivo de individuos desorientados que, con buena intenci\u00f3n y desigual fortuna, est\u00e1n creando el nuevo modelo de relaciones sexuales del futuro. Lo que voy a decir intenta orientar y favorecer las relaciones sexuales de hombres y de mujeres de hoy dispuestos a vivir en pareja y a trabajar juntos para acoplarse en una armon\u00eda igualitaria, gozosa y realizadora hacia el ma\u00f1ana superando el ayer.
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\nLas mujeres de hoy reclaman un trato igualitario, pero siguen pagando las consecuencias de un sexismo menos r\u00edgido pero a\u00fan demasiado generalizado. El hombre avanza lentamente y todav\u00eda son mayor\u00eda los que siguen pensando que las mujeres buenas no deben cambiar. Las mujeres del nuevo siglo no quieren estar a disposici\u00f3n del hombre sino disfrutar sexualmente con \u00e9l. Pero los hombres no hemos aprendido a relacionarnos, en condiciones de igualdad, con las mujeres. Estamos en el inicio del camino, d\u00eda a d\u00eda aumenta el n\u00famero de hombres y mujeres que trabajan por el nuevo proyecto. Un modelo menos sexista y m\u00e1s humanista, menos competitivo y m\u00e1s cooperativo, un modelo que no juzgue a las personas por su g\u00e9nero sino por sus valores.
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\n3.1. <\/strong>Durante gran parte de la historia cristiana de Europa, la sexualidad se ha visto como obra del mal y promotora de su reino. La minor\u00eda que sigue siendo cristiana continua ignorando una verdad, que m\u00ed experiencia educativa y pastoral me ense\u00f1a en este campo. El abandono masivo de personas de todas las edades, y particularmente de los j\u00f3venes, de la asistencia a la Iglesia. La fe que les ofrecemos no les ense\u00f1a a vivir la sexualidad como don y tarea moral sana y positiva. La teolog\u00eda pastoral de la nueva evangelizaci\u00f3n para la comunidad europea, si quiere cortar esta sangr\u00eda continua de abandono masivo, debe realizarse desde una visi\u00f3n y concepto sexual de \u201cpositividad\u201d.
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\n3.2. <\/strong>Es un inmenso error pastoral que a principios del siglo XXI, la evangelizaci\u00f3n de la mujer y del joven de hoy, est\u00e9n mirando al pasado sexual. Cada d\u00eda son m\u00e1s fuertes los sectores conservadores y fundamentalistas cat\u00f3licos que se vuelven hacia un pasado \u00e1ureo, en todo lo concerniente a la vida sexual de las personas hoy. No dudando para ello en ocultar y sofocar la voz y visi\u00f3n del Vaticano II, que en el Decreto de Educaci\u00f3n para los Cat\u00f3licos nos marca la nueva direcci\u00f3n: una educaci\u00f3n sexual sana, positiva y evolutiva de la persona.
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\n3.3. <\/strong>La evangelizaci\u00f3n nueva que esta necesitando los miembros de la comunidad europea en este y otros campos pastorales, no esta en volver a la evangelizaci\u00f3n anterior al Concilio de una Iglesia refugiada en la autoridad y el miedo para atraer a los files al templo. Lo que necesita la gente es que veamos la sexualidad como un poderoso componente del amor, que es lo que define al Dios de Jes\u00fas. Hacer esa nueva revoluci\u00f3n sexual que todos necesitamos, devolviendo a la sexualidad la positividad que tiene y que le da la filosof\u00eda contempor\u00e1nea: como algo que define a la persona.
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\n3.4. <\/strong>Cada \u00e9poca tiene que afrontar sus retos. Dos mil a\u00f1os de evangelizaci\u00f3n cristiana han llenado el pensamiento europeo de argumentos sexuales defensivos, represivos y negativos sobre la bondad que puso la obra creadora de Dios y su redenci\u00f3n encarn\u00e1ndose en ella. La nueva evangelizaci\u00f3n y pastoral en el nuevo milenio es muy sencilla. Como dice Timothy Radcliffe: \u201cLa reeducaci\u00f3n del coraz\u00f3n humano pide que veamos la sexualidad con franqueza. No cabe duda que es un hermoso sacramento de comuni\u00f3n con otro, el don de s\u00ed mismo, por lo que no puede ser banalizado\u201d[2]<\/a>.
\n\u00a0<\/strong>
\n3.5<\/strong>. El reto de la teolog\u00eda pastoral en el momento presente es ense\u00f1ar que la sexualidad cristiana es un don de la mano creadora de Dios y una tarea moral positiva que no debe confundirse con su ejercicio. La persona no tiene sexualidad, sino que es persona sexuada. El sexo nos define y nos constituye en lo que somos, es algo bello, positivo, bueno y debemos defender el derecho de todo individuo a una educaci\u00f3n integral y el deber de darla padres y educaci\u00f3n religiosa. El reto pastoral no es negar la educaci\u00f3n sexual sino darla mejor que nadie para que esa sociedad juzgue nuestra labor pastoral.
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\n3.6.<\/strong> La teolog\u00eda pastoral en su evangelizaci\u00f3n a ni\u00f1os, j\u00f3venes y adultos ha evitado el \u00e1rea completa de la sexualidad. En el rompecabezas de la sexualidad no entran todas sus partes. Carece de una filosof\u00eda integral del sexo y sexualidad. Su visi\u00f3n estrecha de las cosas no nos ayuda a valorar la complejidad y la riqueza de nuestra sexualidad y la de los dem\u00e1s. Los educadores cristianos al no contar con el apoyo de sus pastores no realizan su misi\u00f3n por miedo a ser condenados o perder sus puestos de trabajo.
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\n3.7.<\/strong> Los evangelizadores cristianos afirman continuamente que la educaci\u00f3n sexual, la familia, la pareja, el modelo de relaci\u00f3n sexual de hombre y mujeres est\u00e1n en crisis. \u00bfPorque nos quejamos de la situaci\u00f3n y hacemos tampoco por resolverla?. Jes\u00fas aunque no se caso, manten\u00eda con las mujeres una relaci\u00f3n sexuada, sexual, amistosa y amorosa muy c\u00e1lida.<\/p>\n
\n[1]<\/a> Cuadernos de Salud P\u00fablica<\/em>, n\u00ba. 47, Ginebra, 1974.
\n[2]<\/strong><\/a> IDI<\/strong>. n\u00ba 361, abril 1998, pg. 91<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"