Fernando Garc\u00eda<\/strong> \u00abAmar\u00e1s al pr\u00f3jimo como a ti mismo\u00bb (Mt 22,39)<\/p>\n En medio del fragor de la batalla, de las cabezas que vuelan catapultadas al interior de la ciudad que resiste a duras penas al asedio, en medio del p\u00e1nico, del llanto, de la sangre y de la espada, encontramos un principio de sabidur\u00eda que gu\u00eda la \u00e9pica de la acci\u00f3n. \u00abEl que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor\u00bb (Mc 10,43)<\/p>\n Boromir tiene todo lo que se necesita para ser feliz: el amor de su padre, la herencia al gobierno de la ciudad m\u00e1s poderosa de los hombres, la fuerza f\u00edsica que le hace ser admirado por la gente… Sin embargo, a medida que comienza su aventura en la compa\u00f1\u00eda del Anillo, va surgiendo dentro de \u00e9l una espiral de codicia que acabar\u00e1 provoc\u00e1ndole la muerte. \u00abEl que se haga peque\u00f1o como este ni\u00f1o ese es el mayor en el reino de los cielos\u00bb (Mt 18,4)<\/p>\n En el Concilio de Elrond en Rivendel, estaban representadas las principales razas de la Tierra Media. Los elfos<\/em>, el pueblo de las estrellas, dotado de una sagacidad y una inteligencia especial; los hombres<\/em>, que con su fuerza y valor comenzaban a dominar el mundo; los enanos<\/em>, fuertes como la roca de la que hab\u00eda nacido. Junto a ellos, estaban tambi\u00e9n dos representantes de un pueblo sencillo, que no se caracterizaba por virtud, haza\u00f1a o proeza alguna. Un pueblo, que como recordar\u00e1 m\u00e1s adelante el anciano B\u00e1rbol, \u00abno estaba ni tan siquiera en las viejas listas de los pueblos libres\u00bb. \u00abNo tengo plata, ni oro, pero te doy lo que tengo,en nombre de Jesucristo, echa a andar\u00bb (Hch 3,6)<\/p>\n \u00abEl Se\u00f1or de los Anillos\u00bb es la historia de una \u00e9pica lucha del bien contra el mal. La desproporci\u00f3n de fuerzas en combate es enorme. La raz\u00f3n s\u00f3lo invita a pensar en la victoria de los secuaces del mal. \u00abNo tem\u00e1is. Os ha nacido hoy en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mes\u00edas, el Se\u00f1or\u00bb (Lc 2,10)<\/p>\n En esta lucha del bien contra el mal, Frodo encarna la figura del salvador que da la libertad y la paz al mundo. Las nubes grises y el fuego, se disipan cuando el portador del Anillo cumple su misi\u00f3n. Las \u00e1guilas son las portadoras de la buena noticia. \u00abYo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminar\u00e1 a oscuras,<\/p>\n sino que tendr\u00e1 la luz de la vida\u00bb (Jn 8,12)<\/p>\n Durante su reposo en Lothl\u00f3rien, la dama Galadriel, regal\u00f3 a Frodo un peque\u00f1o recipiente que conservaba la luz de la estrella de E\u00e4rendil: \u00abPara t\u00ed, portador del Anillo esta luz, para que te ilumine cuando todas las dem\u00e1s luces se hayan apagado\u00bb. \u00abYo soy el pan vivo bajado del cielo\u00bb (Jn 6,51)<\/p>\n Para el duro camino que se abre en perspectiva, la reina Galadriel, regala a los miembros de la compa\u00f1\u00eda del Anillo el \u00ablembas\u00bb o pan del camino de los elfos. Alimentados casi exclusivamente con este pan \u00e9lfico, Sam y Frodo podr\u00e1n llegar al final de su misi\u00f3n en el \u00abMonte del Destino\u00bb. \u00abSali\u00f3 el sembrador a sembrar…\u00bb (Mc 4,1-9)<\/p>\n Sam, el inseparable jardinero de Frodo, recibe de la reina Galadriel un regalo que pasa desapercibido en la pel\u00edcula, pero que tiene una gran importancia para concluir este comentario. Una cajita con una especie de polvo dorado y una semilla del \u00abmallorn\u00bb, los majestuosos \u00e1rboles que crecen en el bosque de Lothl\u00f3rien. 3. \u00bfHas probado, alguna vez, a narrar la historia de Jes\u00fas de Nazaret?<\/p>\n Un comentario diferente al \u00abSe\u00f1or de los Anillos\u00bb Fernando Garc\u00eda – \u00a1Qu\u00e9 pasada de batalla! – Le he sobrado media hora. \u00a1Pensaba que no se acaba nunca! – En ocasiones es demasiado lenta, pero los efectos especiales son geniales. 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\n
\n– \u00a1Qu\u00e9 pasada de batalla!
\n– Le he sobrado media hora. \u00a1Pensaba que no se acaba nunca!
\n– En ocasiones es demasiado lenta, pero los efectos especiales son geniales.
\n
\nEstas son algunas de las opiniones que daban mis amigos cuando salimos del cine, pasada la una de la ma\u00f1ana, despu\u00e9s de ver la tercera parte del \u00abSe\u00f1or de los Anillos\u00bb. Est\u00e1bamos cansados y no nos apetec\u00eda mucha conversaci\u00f3n. Pero las caras somnolientas de mis colegas, que hab\u00edan madrugado esa ma\u00f1ana para ir a trabajar, se hubieran espabilado r\u00e1pidamente si yo hubiese hecho este comentario: \u00abA mi me ha sorprendido el trasfondo cristiano que recorre la pel\u00edcula\u00bb. No lo hice, y as\u00ed les ahorr\u00e9 la sorpresa y el pensamiento de que, tal vez, me hab\u00eda equivocado de sala en el cine.
\nPero cuanto no dije entonces, me atrevo a decirlo ahora: \u00abEl Se\u00f1or de los Anillos\u00bb refleja un universo de valores y unas actitudes ante la vida de profundo calado cristiano. Esta realidad ha pasado totalmente desapercibida, para la mayor parte de los millones de j\u00f3venes que en los cincos continentes han asistido, con mayor o menor disfrute, a las casi diez horas de proyecci\u00f3n. Sin embargo, no tendr\u00eda porqu\u00e9 sorprendernos.
\nDurante casi dos mil a\u00f1os el cristianismo, con su peculiar forma de ver al hombre y la vida, ha impregnado la forma de pensar del hombre occidental. El pensamiento cristiano ha aflorado en la poes\u00eda, en la arquitectura, en la pintura, en la literatura… Aunque hoy algunos se niegan a reconocerlo, basta dar un paseo por cualquiera de las grandes ciudades de nuestra vieja Europa, para observar la influencia hist\u00f3rica que ha tenido el pensamiento cristiano en nuestra forma de ver el mundo. No es por ello extra\u00f1o, que cuando Tolkien cogi\u00f3 la pluma para empezar a crear su extraordinario mundo mitol\u00f3gico, lo empapase de valores cristianos.
\nNuestros j\u00f3venes de hoy no son sensibles a esta realidad. Para ellos la historia es un concepto que cotiza a la baja. Su tiempo se construye fundamentalmente desde el presente. Su mente est\u00e1 ya m\u00e1s habituada al esquema del mundo audiovisual de suceder vertiginosamente im\u00e1genes, que al esquema narrativo de contar una historia que engancha con el pasado y camina hacia el futuro.
\nLas tradiciones del pasado les suenan a \u00abrollos aburridos\u00bb o a \u00abimposiciones dogm\u00e1ticas\u00bb; el futuro se presenta excesivamente abierto como para pensar en \u00e9l. Esta situaci\u00f3n les coloca en una especie de \u00abc\u00e1rcel del presente\u00bb en la que disfrutar al m\u00e1ximo el momento que se vive, es prioritario sobre cualquier perspectiva de futuro. La crisis con la generaci\u00f3n de sus padres, con la que tantas veces se convive por conveniencia, la ausencia de un proyecto personal de futuro, el triunfo de la sociedad globalizada y la consiguiente p\u00e9rdida de las ra\u00edces que les identifican con una cultura propia, la ca\u00edda en la l\u00f3gica de un consumismo feroz y de una b\u00fasqueda eternamente insatisfecha de sensaciones, son algunas de las consecuencias de esta generaci\u00f3n de j\u00f3venes que \u00abha perdido la memoria\u00bb.
\n\u00a1Es aqu\u00ed donde el educador se hace hoy m\u00e1s necesario que nunca! Convencido de que tiene algo que ofrecer, se presenta ante los j\u00f3venes con una propuesta que les permita engancharse a esa larga cadena cultural que constituye la historia humana. El educador no se lamenta por el cambio cultural, no condena a ninguna generaci\u00f3n, no renuncia a sus valores para disfrazarse de lo que no es, no pierde la esperanza. El educador est\u00e1 con los j\u00f3venes y desde su presencia, aprovecha cualquier fragmento de su vida, por peque\u00f1o, insignificante e inconexo que \u00e9ste sea, para ofrecerles un proyecto. Un proyecto de realizaci\u00f3n de todas las posibilidades personales que el joven tiene escondidas y a veces atrofiadas dentro de s\u00ed; un proyecto de construcci\u00f3n personal, \u00abde coger el toro por los cuernos\u00bb y ser timonel de la propia vida. Un proyecto abierto a todas las posibilidades de ser persona: abierto a los dem\u00e1s, abierto a la sociedad, abierto a Dios.
\nPor esta raz\u00f3n, de un fragmento tan insignificante como es pasar un rato con los amigos viendo una pel\u00edcula, se pueden sacar conclusiones importantes para la vida. Por esta raz\u00f3n, y sin \u00e1nimo de ver gigantes donde s\u00f3lo hay molinos, creo sinceramente que despu\u00e9s de ver \u00abel Se\u00f1or de los Anillos\u00bb, se puede realizar una lectura entre l\u00edneas que permite sacar a la luz, algunas de las convicciones b\u00e1sicas de los creyentes en Jes\u00fas de Nazaret.
\n1. La vida un valor a proteger<\/strong><\/p>\n
\nLo descubrimos al inicio de la saga, cuando el mago Gandalf dialoga en el interior del agujero hobbit con el bueno de Fodro. La fiesta de cumplea\u00f1os de Bilbo ha sido un \u00e9xito y ahora \u00e9l pasa a ser el nuevo poseedor de un misterioso Anillo. Es necesario que vaya conociendo cosas del pasado. Gandalf va introduciendo a Frodo en la historia de Bilbo y del Anillo; del Se\u00f1or Oscuro y de una misteriosa y traicionera criatura llamada Gollum. A este punto, Frodo, expresa un sentimiento de rabia: \u00ab\u00a1L\u00e1stima que Bilbo no matara a Gollum cuando tuvo la oportunidad! – \u00bfL\u00e1stima?, responde el mago, s\u00ed l\u00e1stima fue lo que detuvo la mano de Bilbo, no matar sin necesidad. Muchos de los que viven merecen morir y muchos de los que mueren merecen vivir. \u00bfPuedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte porque ni el sabio conoce el fin de todos los caminos\u00bb.
\nEl di\u00e1logo, que pasa casi desapercibido en la pel\u00edcula, pone en la autorizada boca de Gandalf, la convicci\u00f3n del derecho inalienable de la vida de toda criatura, por mezquina y traicionera que sea. Ning\u00fan ser humano es due\u00f1o de la vida de otro: igual que no podemos devolver la vida, no somos qui\u00e9nes para dispensar la muerte.
\nEl sabio, que no se deja corromper por el orgullo o el poder, sabe que la vida de los dem\u00e1s no le pertenece. Por eso Gandalf no s\u00f3lo deja con vida a Gollum. Tambi\u00e9n dejar\u00e1 marchar libremente a Lengua de Serpiente, el astuto y malvado consejero del rey The\u00f3den, y permitir\u00e1 vivir al humillado Saruman. Frente a la defensa de la vida propuesta por el sabio, la l\u00f3gica del poder y de la envidia, introduce la cultura de la muerte. En las ant\u00edpodas de la forma de actuar de Gandalf, se encuentra la actitud del suicida senescal de Gondor, que se autoincinera dominado por el miedo, la locura y la m\u00e1s absoluta despreocupaci\u00f3n por los problemas de los otros; o la escena, que no refleja la pel\u00edcula, del final de Saruman acuchillado por la espalda por su lacayo Grima.
\nGandalf nos propone una defensa de la vida que va m\u00e1s all\u00e1 de la justicia. Su relaci\u00f3n con las personas merecedoras del castigo, no responde a las expectativas del espectador. No fulmina con un rayo al traidor sino que le da otra oportunidad, le permite reiniciar el camino, le perdona…
\nSi al joven que hoy ve la pel\u00edcula le sorprende esta actitud, es porque el perd\u00f3n se ha convertido en un valor que cotiza a la baja. Cada vez sentimos menos necesidad de pedir perd\u00f3n. Cada vez nos cuesta m\u00e1s perdonar. \u00abEl ojo por ojo\u00bb y \u00abel que la hace la paga\u00bb son actitudes m\u00e1s naturales, que anunciar un perd\u00f3n que vaya m\u00e1s all\u00e1 de la justicia. Sin embargo, la cultura cristiana se ha construido sobre el precepto del amor, de la acogida del otro, del no juzgar para no ser juzgado (1Jn 4,11). El mago elige la v\u00eda de dar una segunda oportunidad a las personas, de invitarlas al bien, de abrir nuevas puertas de realizaci\u00f3n. Ese es el camino para ser cristiano hoy: establecer en los peque\u00f1os detalles de cada d\u00eda, una relaci\u00f3n entre las personas en la que confiar, esperar, y perdonar, sustituya a la desconfianza, la desesperaci\u00f3n y la venganza.
\n2. La codicia que destruye al hombre<\/strong><\/p>\n
\nEl mensaje es claro: la codicia es una sed insaciable que acaba destuyendo a la persona. Rompe la armon\u00eda con uno mismo y destruye la relaci\u00f3n con los dem\u00e1s. Se manifiesta en la envidia, la sed de poder, el deseo de poseer lo que es del otro. Esta locura transforma al que est\u00e1 junto a m\u00ed en un potencial enemigo porque tiene aquello que yo no tengo. Llevada al extremo, la codicia se torna homicida: con un asesinato Sm\u00e9agol consigue el Anillo, con violencia Boromir intenta robarlo.
\nFrente a esta \u00ablocura del poseer\u00bb, Gandalf y Galadriel nos manifiestan la \u00absabidur\u00eda del rechazar\u00bb. Es paradigm\u00e1tica la escena de Lothl\u00f3rien en la que Frodo, superado por los acontecimientos, ofrece expl\u00edcitamente el Anillo del poder a la reina elfa. Galadriel parece dudar, la sabidur\u00eda no excluye la tentaci\u00f3n, pero finalmente rechaza lo que tantos otros codician: \u00ab\u00a1No, si t\u00fa me lo das, sentar\u00edas en el puesto del Se\u00f1or Oscuro, una reina poderosa y terrible!\u00bb.
\nPara los j\u00f3venes de hoy decir no, no es f\u00e1cil. La mentalidad consumista en la que vivimos nos bombardea por los cuatro costados intentado ampliar ilimitadamente el arco de nuestros deseos. Tener, tener y tener. Vivimos junto al nuevo dios-consumo, al que tantas veces rendimos culto idol\u00e1trico casi de forma inconsciente. Construir una vida en la que una s\u00f3la cosa es lo esencial, no resulta hoy demasiado popular.
\nEl evangelio de Jes\u00fas denuncia expl\u00edcitamente esta tendencia del ser humano de acumular sin l\u00edmite (Lc 12,16-21). Denuncia las injusticias que la codicia de unos, genera en la pobreza de otros. Proclama el camino de la sencillez y del servicio al hermano, como la ant\u00edtesis del pecado de la soberbia y el poder (Jn 13,12-17). Decir no al Anillo, es para Galadriel, decir no a una tentaci\u00f3n de querer ser lo que no se es, de buscar el poder a toda costa. Hoy es necesario educar a nuestros j\u00f3venes a decir no, porque hablar de pluralismo, no quiere decir \u00abque todo vale\u00bb; ayudar a crecer en la autonom\u00eda, no significa olvidarnos de preocuparnos por el otro; vivir con pasi\u00f3n la vida, no es sin\u00f3nimo de exceso y desenfreno.
\nHoy es necesario educar a asumir el \u00abl\u00edmite\u00bb para as\u00ed canalizar la fuerza vital y positiva del deseo. En la vida, muchas veces hay que decir que no. No a la utilizaci\u00f3n de las personas; no a la evasi\u00f3n de la realidad a trav\u00e9s de la droga, del riesgo insensato o de la diversi\u00f3n despersonalizada; no a violencia al servicio de oscuros intereses personales o sociales. De esta forma al decir no, se dir\u00e1 un s\u00ed a la vida, a la fidelidad a uno mismo y al otro, a la construcci\u00f3n de una sociedad m\u00e1s justa conjugando una incuestionable autonom\u00eda con una necesaria preocupaci\u00f3n por el hermano.
\n3. El triunfo de la sencillez<\/strong><\/p>\n
\nSin embargo, ellos, los hobbits<\/em>, ser\u00e1n los grandes protagonistas de la historia; a ellos se les confiar\u00e1 la misi\u00f3n m\u00e1s dif\u00edcil y delicada: destruir el Anillo. Todas las grandezas que atesoran los dem\u00e1s pueblos, no servir\u00e1n en la trama de la historia, m\u00e1s que para tender un cebo, para distraer al oponente. La \u00faltima maniobra desesperada del maltrecho ej\u00e9rcito de Aragorn, de encaminarse a la Puerta Negra para retar cara a cara a Sauron, no tendr\u00e1 otra finalidad que despistar, apartar la mirada del Se\u00f1or Oscuro de su propio territorio, porque en esta historia, el \u00e9xito no depende del poder y la fuerza de las armas, sino de la sencillez y grandeza del coraz\u00f3n.
\nEsta es la causa de la derrota de Sauron: despreciar a aquellos que a primera vista parecen insignificantes. Esta es la altura de miras de Gandalf: descubrir la fuerza de la sencillez, el valor de la fidelidad y el coraje interior que hace a Frodo y a Sam continuar adelante en su misi\u00f3n.
\nVivimos en una sociedad competitiva. A los j\u00f3venes les llegan multitud de est\u00edmulos que les invitan a ser m\u00e1s que los dem\u00e1s, a estar por encima del otro. Es la maquinaria de la sociedad de mercado que a un tiempo que crea ejecutivos sin escr\u00fapulo, margina a los que no son capaces de entrar por el aro. Las etiquetas y prejuicios circulan por doquier. Incluso los educadores las utilizamos disfraz\u00e1ndolas de an\u00e1lisis cient\u00edfico, para comentar con nuestros colegas que \u00abfulanito es cerebrot\u00f3nico\u00bb o que \u00abmenganito es introvertido\u00bb, olvid\u00e1ndonos que fulanito y menganito son \u00fanicos, irrepetibles e incasillables.
\nAnte esta realidad de ayer y de hoy, a\u00fan resuena el mensaje del evangelio que anuncia que Dios humilla a los poderosos y enaltece a los humildes (Lc 1,52), que proclama bienaventuados a los sencillos de coraz\u00f3n y que denuncia con radicalidad la injusticia de toda discriminaci\u00f3n entre las personas, por diferencia de poder, status, sexo o dinero. Si una convicci\u00f3n nos transmiti\u00f3 Jes\u00fas de Nazaret, es que ante los ojos de Dios todos somos iguales, es m\u00e1s, que si para \u00e9l alguno merece un privilegio ese es el pobre, el sencillo, el humilde, el necesitado. Entre todos los candidatos para llevar adelante la misi\u00f3n, el Dios cristiano, sin duda, tambi\u00e9n hubiera elegido al hobbit.
\n4. Algunos s\u00edmbolos significativos<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La lucha del bien y el mal<\/strong><\/p>\n
\nUn primer vistazo nos parece indicar que el origen del mal, radica en un secreto destino desconocido incluso para los m\u00e1s sabios. En realidad no es as\u00ed. El mal, tal y como nos lo presenta la pel\u00edcula, es el resultado de una libre opci\u00f3n de las personas: la discordia vertida en la corte de Rohan es fruto de las mentiras del lujurioso Grima; la destrucci\u00f3n llevada a cabo en Isengard es responsabilidad de la codicia de Saruman; incluso la maldad m\u00e1s absoluta, representada en el \u00abojo sin p\u00e1rpado\u00bb de Sauron, tiene un origen preciso.
\nQuienes conocen la mitolog\u00eda de Tolkien saben que el origen de Sauron se remota a la creaci\u00f3n del mundo. En el Ainulindal\u00eb, se narra como Eru, que en la lengua \u00e9lfica es llamado Il\u00favatar, cre\u00f3 Arda inspirando una melod\u00eda armoniosa en la mente de los primeros esp\u00edritus llamados los Valar, los poderes del mundo. Nada m\u00e1s comenzar esta m\u00fasica creadora, surgi\u00f3 entre los Valar una voz discordante. Una voz que no aceptaba el \u00fanico l\u00edmite que Il\u00favatar les hab\u00eda impuesto: la capacidad de crear seres libres; una voz que se rebel\u00f3 contra Il\u00favatar y contra sus hermanos, enfrascado en el ego\u00edsmo de sus propios pensamientos. Este primer \u00abpecado\u00bb, esta primera soberbia, esta primera envidia del Valar llamado Melkor, introdujo el mal en el mundo, arrastr\u00f3 hacia \u00e9l a otros esp\u00edritus, entre ellos Sauron, y acometi\u00f3 la mayor atrocidad a los ojos de Il\u00favatar: incapaz de crear un pueblo de la nada, secuestr\u00f3, tortur\u00f3 y deform\u00f3 a unos cuantos de la bella raza de los elfos para hacer surgir de ellos la abominable raza de los orcos.
\nAfirmar que el mal no proviene del plan inicial de Dios, sino de las equ\u00edvocadas elecciones de los hombres, es la lecci\u00f3n que nos ha ense\u00f1ado desde miles de a\u00f1os la primera p\u00e1gina del G\u00e9nesis. (Gn 3.1-24). Afirmar que el bien es peque\u00f1o como un grano de mostaza, que como la levadura que fermenta toda la masa, puede ir poco a poco transformando el mundo, pertenece al n\u00facleo del mensaje de Jes\u00fas (Lc 13,18-21). Sin embargo, hoy, este mensaje del bien y del mal, es percibido de forma muy confusa por los j\u00f3venes. Corren tiempos de relativismo, de individualismo, de pasividad. Una lectura unilateral de valores como la autonom\u00eda o el pluralismo y una reacci\u00f3n radical contra tiempos pasados en la que otros nos dec\u00edan qu\u00e9 deb\u00edamos hacer, han provocado en los j\u00f3venes una sensaci\u00f3n de no saber qu\u00e9 es el bien o qu\u00e9 es el mal, o cuanto menos, de dejar la respuesta a este asunto para la esfera de lo extrictamente privado.
\nEducar hoy, exige ayudar al joven a asumir la responsabilidad \u00e9tica de sus acciones y a comprometerse por un mundo m\u00e1s justo. En medio de una cultura individualista que ha perdido los lazos que nos unen a las personas, educar es proponer el reto de hacernos responsables del cuidado de nuestros hermanos (Hch 4,32-35). Cuanto hacemos o dejamos de hacer en esta vida, por peque\u00f1o que sea, repercute en la felicidad de los dem\u00e1s. Es significativa la reflexi\u00f3n que realizan Merry y Pippin en su tensa espera de la decisi\u00f3n de los ents<\/em> sobre entrar o no en la guerra del Anillo. Uno cansado y agobiado expresa: \u00ab\u00a1C\u00f3mo me gustar\u00eda volver a casa y olvidarme de todo!\u00bb El otro con sabidur\u00eda le responde \u00ab\u00bfVolver a casa?, \u00bfA\u00fan no te has dado cuenta? Las cosas ya no volver\u00e1n a ser como eran. \u00a1Es imposible volver a casa!\u00bb. S\u00f3lo desde un compromiso \u00e9tico que nos impide pasar de largo de los problemas de los dem\u00e1s (Lc 10,25-36), podemos hacer del mundo una casa m\u00e1s habitable. Para ello no hay otro camino que invitar a los j\u00f3venes a participar de forma solidaria en la construcci\u00f3n de una sociedad mejor, de un mundo m\u00e1s \u00e9tico.
\nUn salvador<\/strong><\/p>\n
\nFrodo ha realizado esta misi\u00f3n a trav\u00e9s de la entrega de s\u00ed mismo, encamin\u00e1ndose hacia la propia destrucci\u00f3n en un camino sin retorno. Pero Frodo, al final sucumbe, las fuerzas le fallan y su misi\u00f3n, parad\u00f3jicamente, obtiene el \u00e9xito por la avaricia de la criatura Gollum, a la que la sabidur\u00eda de Gandalf le hab\u00eda perdonado la vida.
\nLos cristianos vivimos de una experiencia de salvaci\u00f3n (1Cor 15,1-8.12-14). La entrega de Jes\u00fas fue tambi\u00e9n un camino sin retorno. \u00c9l muri\u00f3 asesinado como consecuencia de su mensaje del reino de Dios. (Hch 3,13-15). Se hizo uno de nosotros en medio de la pobreza (Lc 2,7), recorri\u00f3 las aldeas de Galilea anunciando la buena noticia de un Dios que sal\u00eda en favor de los hombres (Mc 3,7-12), fue fiel a Dios, aceptando la muerte en la cruz como consecuencia del rechazo que cre\u00f3 la misi\u00f3n de amor que el Padre le hab\u00eda encomendado (Flp 2,6-8). Sufri\u00f3 la angustia y la soledad hasta sudar sangre en Getseman\u00ed y Dios lo confirm\u00f3 resucit\u00e1ndolo de entre los muertos.
\nDesde aquel domingo por la ma\u00f1ana, los cristianos creemos que se ha cumplido la salvaci\u00f3n que todo hombre anhela en lo m\u00e1s profundo de su coraz\u00f3n, que es posible realizar un proyecto de vida y de amor, que el bien, aunque peque\u00f1o e insignificante, al final acaba triunfando sobre el mal y el pecado.
\nSin embargo, hoy puede resultar impopular hablar de salvaci\u00f3n en medio de una generaci\u00f3n opulenta y satisfecha. No en vano, ya en aquella lejana Galilea, quienes mejor acogieron el mensaje de Jes\u00fas, fueron quienes menos ten\u00edan y m\u00e1s necesitaban (Lc 18,24-25; Mt 22,1-14). No obstante, muchas son a\u00fan las pobrezas que atenazan la felicidad de los j\u00f3venes, y que reclaman mensajeros de salvaci\u00f3n. Eso s\u00ed, nuestra salvaci\u00f3n no consiste tanto en destruir como en construir, no se trata de tirar al fuego el mal del mundo, cuanto sembrar el bien en la vida diaria. Ayudar al joven de hoy, a encontrar signos de esperanza y calidad de vida, como respuesta al modelo que surge de las promesas y actitudes de Jes\u00fas.
\nLa luz de E\u00e4rendil<\/strong><\/p>\n
\nEl s\u00edmbolo luz-tinieblas es una constante de la mitolog\u00eda de Tolkien para expresar la lucha entre el bien y el mal. La alegr\u00eda llegar\u00e1 al mundo con la luz de los dos \u00e1rboles de Valinor; rodeado en oscuridad Melkor y Ungoliant destruir\u00e1n la luz de los \u00e1rboles que s\u00f3lo sobrevivir\u00e1 en los Silmarils de Fe\u00e4nor; con una profunda tiniebla, Sauron sembrar\u00e1 el miedo entre sus enemigos ante la inminencia de la batalla; la luz de E\u00e4rendil, salvar\u00e1 la vida de Frodo en la trampa que el astuto Gollum le tiende en el pasaje secreto de entrada a Mordor.
\nLa simbolog\u00eda de la luz y las tinieblas con que se abre la Biblia (Gn 1,3-4), es ampliamente desarrollada en el pensamiento cristiano (Jn 9). La luz es el s\u00edmbolo central de la experiencia de la resurrecci\u00f3n (Lc 23,44.24,1.4). Jes\u00fas de Nazaret se nos presenta como luz del mundo. Una luz que jam\u00e1s se apaga (Jn 8,12). \u00c9l est\u00e1 con nosotros hasta el fin del mundo y nos sigue diciendo hoy como ayer dijo a sus disc\u00edpulos: \u00a1No tem\u00e1is! Los primeros cristianos as\u00ed lo entendieron y por eso representaban la presencia viva y resucitada del Se\u00f1or, en las catacumbas y en sus lugares de encuentro, con el icono del Buen Pastor del que hablaba el salmo: \u00abAunque camine por ca\u00f1adas oscuras, nada temo, porque t\u00fa vas conmigo. Tu vara y tu cayado me sosiegan\u00bb (Sal 23).
\nLa oscuridad en que viven muchos j\u00f3venes es tantas veces, consecuencia directa de la debilidad de sus relaciones interpersonales. La crisis de la familia como lugar de comunicaci\u00f3n intergeneracional y transmisi\u00f3n de valores, es el signo m\u00e1s significativo. A ella se une la crisis de otras \u00abinstituciones adultas\u00bb como el colegio, las asociaciones, los partidos pol\u00edticos, la parroquia… El resultado es la p\u00e9rdida de la necesaria transmisi\u00f3n intergeneracional de vida, valores, cultura. Si, para los j\u00f3venes, el \u00fanico lugar de conversaci\u00f3n y de intercambio de valores es el grupo de colegas, se pierde irremediablemente esa luz que puede ofrecer la experiencia de vida del mundo adulto.
\nSer educador es dar el regalo de la luz a unos j\u00f3venes que necesitan personas que se acerquen a ellos de una forma adulta, para ayudarlos a construir un proyecto unitario de vida. Si las \u00fanicas luces que los j\u00f3venes tienen son las \u00ablamparillas\u00bb virtuales que ofrece Hollywood, el f\u00fatbol o el rock, es l\u00f3gico pensar que se encuentren s\u00f3los ante particulares situaciones de desorientaci\u00f3n, soledad y angustia.
\nPara el educador cristiano, Jes\u00fas de Nazaret es la luz verdadera que puede alumbrar los rincones m\u00e1s negros de la vida. Puede ayudar a encontrarse con uno mismo superando la depresi\u00f3n, la no aceptaci\u00f3n de s\u00ed, o la identidad esquizofr\u00e9nica; puede ayudar a encontrarse con los dem\u00e1s, superando la soledad, el aislamiento, o el narcisismo.
\n Pan para el camino<\/strong><\/p>\n
\n\u00bfC\u00f3mo no pensar en una tradici\u00f3n religiosa en la que Dios aliment\u00f3 a su pueblo con \u00abman\u00e1\u00bb en el desierto y se dio a si mismo como pan en memoria de su muerte? (Ex 16,4;Lc 22,19). La eucarist\u00eda ha sido en el cristianismo el signo de identidad desde sus primeros inicios. Ya en la Didaj\u00e9, documento de la segunda mitad del siglo primero, encontramos una exhortaci\u00f3n que nos manifiesta la vida de la comunidad cristiana: \u00abcada domingo, d\u00eda del Se\u00f1or, reunidos, partid el pan y dad gracias, despu\u00e9s de haber confesado vuestros pecados para que vuestro sacrificio sea puro\u00bb (Did 14.1). Pablo escrib\u00eda a sus cristianos de Corinto, hacia el a\u00f1o 56, haber transmitido una tradici\u00f3n que a su vez \u00e9l hab\u00eda recibido: \u00abque Jes\u00fas, el Se\u00f1or, la noche que iba a ser entregado, tomo pan y despu\u00e9s de dar gracias, lo parti\u00f3 y dijo: Esto es mi cuerpo entregado por vosotros, haced esto en memoria m\u00eda…\u00bb (1Cor 11,23-25).
\nDesde los or\u00edgenes de nuestra fe cuando la comunidad de creyentes se reun\u00eda semanalmente para partir el pan, ten\u00edan la convicci\u00f3n de estar cumpliendo un mandato del Se\u00f1or. Su celebraci\u00f3n era fundamentalmente una acci\u00f3n de gracias a Dios, en continuidad con la oraci\u00f3n jud\u00eda de acci\u00f3n de gracias –berak\u00e1-,<\/em> era un memorial de la \u00daltima Cena y de la muerte en cruz de Jes\u00fas, era un anuncio gozoso de su resurrecci\u00f3n, era una invocaci\u00f3n al Esp\u00edritu para que bendijese los dones y fortaleciera la comuni\u00f3n, era, por tanto, un signo de comuni\u00f3n con los hermanos que com\u00edan el mismo pan. (1Cor 11,20-22.26)
\nEl problema de los j\u00f3venes para captar toda esta riqueza simb\u00f3lica del pan para el camino, es doble. Por una parte surge de su dificultad para descubrir una cualidad especial en el tiempo. La Eucarist\u00eda cristiana es hoy, fundamentalmente, una celebraci\u00f3n ligada a una forma de vivir el tiempo. Uno de los d\u00edas de la semana, es considerado cualitativamente especial: el d\u00eda del Se\u00f1or, d\u00eda para la tranquilidad, para el silencio, para la paz, para la interioridad, para dar armon\u00eda a la propia vida, para dividir una semana de la otra, para el encuentro con los dem\u00e1s, para la familia, d\u00eda para celebrar. (Hch 2,42-47). Educar hoy exige ayudar a los j\u00f3venes a descubrir la heterogeneidad del tiempo, a captar la necesidad del silencio y de la paz, para dar armon\u00eda a la propia vida. S\u00f3lo as\u00ed se les puede iniciar a la experiencia de la celebraci\u00f3n.
\nPor otra parte est\u00e1 la dificultad del lenguaje simb\u00f3lico propio de la celebraci\u00f3n cristiana. Los j\u00f3venes viven un empobrecimiento de la fuerza evocativa de la palabra. Su vocabulario es cada vez m\u00e1s escaso, conocer se confunde con reconocer, la l\u00f3gica diacr\u00f3nica de la narraci\u00f3n, est\u00e1 dejando paso a la l\u00f3gica visual y virtual del \u00abe-mail\u00bb, el \u00absms\u00bb o el \u00abchat\u00bb. Educar significa ayudar al joven a percibirse como un sujeto productor de s\u00edmbolos; ayudarle a recobrar el poder de las palabras como modo de unirse a una historia que le precede y de encaminarse a un sue\u00f1o de futuro. Abrirse al s\u00edmbolo es abrirse a lo inexpresable, a lo eterno, al misterio, a Dios.
\n Una cajita para Sam<\/strong><\/p>\n
\nDestruido el Anillo, Aragorn recupera el trono de los hombres y los elfos se encaminan hacia los Puertos Grises para abandonar la Tierra Media. Cuando los hobbits vuelven a La Comarca, descubren que las huellas del mal son m\u00e1s profundas de cuanto hubieran podido imaginar. Tras poner punto final a la \u00faltima maldad de Saruman, urge ponerse manos a la obra a la reconstrucci\u00f3n.
\nEs aqu\u00ed donde Frodo le recuerda a Sam el regalo de Galadriel. Sin dudarlo, Sam se pone en camino y recorre toda la comarca para dispersar al viento, el contenido de la preciosa caja. Su regalo no se lo queda para s\u00ed en los l\u00edmites de su jard\u00edn privado, lo echa al viento para que llegue a los m\u00e1s posibles. As\u00ed donde hab\u00eda muerte, renace la vida; donde hab\u00eda cenizas, surge un bosque como nunca jam\u00e1s se hab\u00eda visto.
\nSembrar es la tarea del educador cristiano. El \u00e9xito de nuestra semilla no depende de nosotros. Cada uno somos portadores de un regalo de Dios, que no podemos encerrar en los l\u00edmites del propio yo. Los j\u00f3venes necesitan de educadores que con el coraz\u00f3n en la mano est\u00e9n dispuestos de desgastarse por los dem\u00e1s, a\u00fan a costa de dejar el propio jard\u00edn sin flores.
\nEsta es la \u00abesencia\u00bb del cristianismo: Que hay m\u00e1s alegr\u00eda en dar que en recibir (Lc 22,26), que cuanto hag\u00e1is a estos peque\u00f1os a m\u00ed me lo hac\u00e9is (Mt 25,45), que no hay mayor amor que dar la vida por los amigos (Jn 15,13).
\n5. M\u00e1s all\u00e1 de la ficci\u00f3n<\/strong>
\nCuando sal\u00ed del cine, ni se me pas\u00f3 por la cabeza decir estas cosas a mis amigos. No me hubieran dejado ni llegar al final de la primera p\u00e1gina. No faltar\u00e1 quien piense que estas reflexiones est\u00e1n \u00abcogidas por los pelos\u00bb, y que se fuerza una novela para meterla en el propio universo mental. Tal vez alguno, como me dice de broma un amigo, me acuse de \u00abintegrista\u00bb por intentar ver obsesivamente un mensaje cristiano en un producto literario de una sociedad secularizada.
\nPero en cuanto he dicho no hay m\u00e1s que pasi\u00f3n educativa. Creo que ser educador no es ponerte la bata blanca antes de empezar la clase, o el ch\u00e1ndal antes de comenzar el entrenamiento. Ser educador, es ver la vida con ojos agudos, que son capaces de ver un poco m\u00e1s profundo de las apariencias. Vivir un poco descentrado, porque la pasi\u00f3n que se siente por los j\u00f3venes, te hace pensar en ellos en cada momento de tu vida, sin distinguir entre \u00abmi tiempo\u00bb y \u00abmi trabajo\u00bb. Ser educador es intentar ayudar al otro a construir un espacio com\u00fan de significado, de sentido, de valor.
\nY cuanto se dice de ser educador, se puede decir de ser creyente. Creer no es un \u00abplus\u00bb que se a\u00f1ade a la tarea educativa. Creer es una forma de ver la vida y el mundo, es la fidelidad a una persona llamada Jes\u00fas de Nazaret, que te hace sentirte portador de un mensaje de esperanza y de vida.
\nLa fe en Jes\u00fas, coloca al creyente m\u00e1s all\u00e1 de la ficci\u00f3n. El Nazareno no es un personaje mitol\u00f3gico fruto de la imaginaci\u00f3n de literato alguno. Su vida y su mensaje nos introduce en la l\u00f3gica de un Dios que ha querido hacerse uno de nosotros y nos ha revelado su \u00abrostro\u00bb y su \u00abpalabra\u00bb. Dios, en Jes\u00fas, ha dejado de ser radicalmente otro y ha pasado a ser cercano. En Jes\u00fas de Nazaret, los creyentes hemos descubierto el verdadero rostro amoroso de Dios y hemos aprendido una forma plena de ser hombre. Hemos conocido un camino para superar el odio, la tristeza, el dolor, el sufrimiento y el desencanto. Hemos aprendido a amar. Si verdaderamente estamos convencidos de esto, \u00bfc\u00f3mo no se lo vamos a contar a los dem\u00e1s?
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\nPara reflexionar<\/strong><\/p>\n\n
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