{"id":9172,"date":"2004-01-01T00:00:22","date_gmt":"2003-12-31T22:00:22","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=9172"},"modified":"2004-01-01T00:00:22","modified_gmt":"2003-12-31T22:00:22","slug":"cine-actual-y-sinsentido-de-la-vida","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/cine-actual-y-sinsentido-de-la-vida\/","title":{"rendered":"CINE ACTUAL Y (SIN)SENTIDO DE LA VIDA"},"content":{"rendered":"
Jes\u00fas Villegas<\/strong> Mystic River \u2013 Dogville \u2013 <\/em><\/strong>Gangs of New York \u2013 Bowling for Columbine – Elefante<\/em>: \u00a0<\/strong> Nueve reinas \u2013 Los impostores \u2013 Confidence…<\/em> El \u00faltimo golpe \u2013 <\/em><\/strong>El oro de Mosc\u00fa \u2013 Atraco a las tres … y media \u2013 El furg\u00f3n \u2013 El buen ladr\u00f3n<\/em> Chicago, Crueldad intolerable…<\/em><\/strong>\u00a0\u00a0 <\/strong> Desenfocado, Lejos del cielo <\/em><\/strong> Te doy mis ojos, Dolls, La flaqueza del bolchevique, <\/em><\/strong>Abajo el amor:<\/em> Magnolia, <\/em><\/strong>Vidas contadas, En la ciudad, Wonderland, Piedras, Suite La Habana, Las invasiones b\u00e1rbaras…<\/em> So\u00f1adores, <\/em><\/strong>Noviembre, Bully, Ken Park, Felices diecis\u00e9is<\/em>: D\u00edas de futbol, Stroytelling, A prop\u00f3sito de Schmidt, <\/em><\/strong>Punch drunk love<\/em> \u00a0<\/strong> Jes\u00fas Villegas Jes\u00fas Villegas es profesor en el Colegio \u201cMar\u00eda Auxiliadora\u201d de Vigo S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO De manera sint\u00e9tica, pero muy sugerente, el art\u00edculo hace un balance de los estrenos de las \u00faltimas temporadas sobre algunos films significativos en relaci\u00f3n al sentido y sin-sentido de la condici\u00f3n humana. A trav\u00e9s de diez s\u00edntomas […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[854,66,94],"tags":[],"class_list":["post-9172","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-324_325","category-jesus-villegas","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9172","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9172"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9172\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9172"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9172"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9172"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nJes\u00fas Villegas es profesor en el Colegio \u201cMar\u00eda Auxiliadora\u201d de Vigo
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nDe manera sint\u00e9tica, pero muy sugerente, el art\u00edculo hace un balance de los estrenos de las \u00faltimas temporadas sobre algunos films significativos en relaci\u00f3n al sentido y sin-sentido de la condici\u00f3n humana. A trav\u00e9s de diez s\u00edntomas (violencia, identidad vulnerada, enga\u00f1o perpetuo, etc.) manifiesta por donde van las tendencias del cine actual. Al mismo tiempo, de forma m\u00e1s breve, apunta tambi\u00e9n como alternativa algunas luces que se ciernen en medio de las sombras.
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\nSi el cine es un term\u00f3metro de la realidad, nuestro mundo est\u00e1, indudablemente, enfermo. Basta con repasar los estrenos m\u00e1s significativos de la \u00faltima temporada para caer en la cuenta de que el balance sobre la condici\u00f3n humana que de estas obras se deduce no puede resultar m\u00e1s desolador: violencia, p\u00e9rdida de identidad, mentira, materialismo componen, entre otros, una n\u00f3mina desesperanzada de s\u00edntomas que, al final, colocan al g\u00e9nero humano en una casi insalvable posici\u00f3n vital. En estas p\u00e1ginas pretendo repasar, de manera sint\u00e9tica pero suficiente, algunas de las pel\u00edculas o tendencias cinematogr\u00e1ficas en las que ese malestar o, lo que es peor, ese malser<\/em>, se manifiesta con especial intensidad. Intentar\u00e9 tambi\u00e9n proponer algunas alternativas, algunas luces en ese magma de sombras que las pantallas nos regalan. Citar\u00e9 en cada apartado varias pel\u00edculas del \u00faltimo a\u00f1o o a\u00f1o y medio que presenten de una forma u otra matices sobre el rasgo comentado, aunque s\u00f3lo analice sucintamente, por motivos de espacio, alguna de ellas.
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Tres amigos viven en la infancia una experiencia inici\u00e1tica atroz: cuando juegan en las calles de su barrio, dos supuestos polic\u00edas se llevan a uno de los tres. En realidad, los agentes son dos pederastas disfrazados que secuestran al muchacho, Dave, y lo someten durante un tiempo indefinido a abusos sexuales, hasta que por fin logra escapar. A\u00f1os despu\u00e9s, los tres chicos, ahora hombres, vuelven a coincidir en torno a un crimen: uno de ellos es padre de una muchacha asesinada, otro, el polic\u00eda que investiga el caso, y el \u00faltimo (el que sufri\u00f3 la violaci\u00f3n en el pasado), el supuesto culpable del homicidio. Marcados por aquel episodio terrible de su infancia y por las dolorosas circunstancias actuales, los acontecimientos les abocar\u00e1n a una nueva tragedia en el momento en que Jimmy, el padre ultrajado, un delincuente reconvertido en el que rebrotan los instintos criminales, decida tomarse la justicia por su mano, al creer demostrada la responsabilidad de su amigo en el asesinato. De forma casi ritual y sacr\u00edlega, puesto que encuentra en todo lo sucedido las huellas de un dios que se ha vengado de sus veleidades pasadas y contra el que ahora \u00e9l se rebela otra vez, ejecutar\u00e1 a su amigo y se deshar\u00e1 del cad\u00e1ver lanz\u00e1ndolo al r\u00edo que da t\u00edtulo a la pel\u00edcula. Una vez aclarada la inocencia de Dave (quien ha asesinado a otro hombre, un pederasta, pero no a la hija de su amigo), Sean, el polic\u00eda, decide ocultar el homicidio de Jimmy: la muerte de Dave, un hombre demediado por aquel episodio de violencia infantil, se acepta como un sacrificio liberador, que garantiza, parad\u00f3jicamente, la paz en la conciencia de estos hombres, quienes se sent\u00edan en parte culpables de lo sucedido a su amigo en su ni\u00f1ez. Adem\u00e1s, el silenciamiento de la verdad asegura hasta cierto punto el equilibrio social, recuperado, eso s\u00ed, a base de sangre. En la escena final de la pel\u00edcula vemos, en medio de un desfile festivo por las calles del barrio, c\u00f3mo Jimmy, transformado otra vez en un fuera de la ley, y Sean se saludan con un gesto ambiguo (uno, el polic\u00eda, mima la acci\u00f3n de disparar, mientras el otro, el delincuente, levanta las manos). Mientras tanto, el hijo de Dave marcha en una de las carrozas del desfile sin levantar la mirada del suelo, condenado a ser un nuevo inocente con una herida incurable en el alma. (Mystic river)<\/em>
\n \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Una mujer, Grace, llega a un pueblecito perdido entre monta\u00f1as, huyendo de unos gansters<\/em>. Estamos en Norteam\u00e9rica, en los a\u00f1os de la Depresi\u00f3n. La comunidad la acoge, primero con suspicacia, pero despu\u00e9s con satisfacci\u00f3n. Ella decide ofrecer su trabajo al pueblo, una hora a cada uno de los habitantes, como forma de agradecimiento por su generosidad. La armon\u00eda reina en el lugar, que despierta y revive gracias a la ben\u00e9fica influencia de Grace. Sin embargo, a medida que la situaci\u00f3n se consolida y legaliza, lo que hab\u00eda sido una contraprestaci\u00f3n laboral casi aceptada por no desenga\u00f1ar a su ofertora, acaba degenerando en abuso. Los miembros de la comunidad proyectar\u00e1n sobre la inocente muchacha sus peores instintos, hasta reducirla a ser una esclava a la que humillan, explotan e incluso violan indiscriminadamente, siempre bajo la amenaza de entregarla a las autoridades o, lo que es peor, a sus perseguidores. Grace, inocente, angelical, una especie de ser puro y caritativo ca\u00eddo en el infierno, acepta su destino entre el dolor y la imperturbabilidad. Es un nuevo Cristo sometido a su particular calvario. Finalmente, los gansters<\/em>, tras ser avisados por el representante del pueblo, dan con la muchacha. Entonces descubrimos que en realidad el jefe de la banda (Dios en la tierra) es padre de Grace. Esta, tras una conversaci\u00f3n trufada de alusiones religiosas, decide que todo el pueblo sea exterminado de la manera m\u00e1s cruel posible, para, finalmente, ejecutar ella misma a su \u00faltimo habitante. (Dogville)<\/em>.
\nMystic river y Dogville. <\/em>Dos de los grandes t\u00edtulos del pasado a\u00f1o. Dos tremebundas reflexiones sobre la violencia, subterr\u00e1nea o manifiesta, como elemento capital en la construcci\u00f3n y soporte del modo de vida occidental. Dos dolorosos zarpazos sobre el alma humana. Dos an\u00e1lisis sin concesiones de la sociedad norteamericana y, por extensi\u00f3n, del resto del mundo desarrollado. En ambas hay una v\u00edctima sacrificada en nombre del orden social (Dave, Grace). En ambas ese mismo orden social huele a podrido. En ambas la inocencia de los personajes puros se degrada o, m\u00e1s exactamente, es violada, tanto desde un punto de vista f\u00edsico como moral. En ambas el inocente, sin dejar de serlo en parte, se acaba transformando en un bestia. En ambas la venganza o el exterminio se plantean como \u00fanicas salidas posibles ante el desorden generado. En ambas hay cicatrices, pecado y culpa sin redenci\u00f3n posible. En ambas abundan las referencias religiosas, que nos remiten a un Dios silencioso y cruel, deudor del Dios del Antiguo Testamento, a una especie de hamp\u00f3n (invisible en el primer caso, encarnado en el segundo) que convierte a los seres humanos en pasto de su incomprensible poder, o bien, que se acaba por erigir en justiciero implacable ante la debilidad humana. Ambas concluyen con un desolador final, en un caso, de falsa y tensa armon\u00eda, fruto de un pacto de silencio entre el orden social y el ejercicio criminal a costa de la hecatombe de la infancia; en el otro, de radical, s\u00e1dica, nihilista, apocal\u00edptica destrucci\u00f3n. Grandes pel\u00edculas de amargo sabor sobre la fragilidad de la persona, su condici\u00f3n depredadora o insuficiente, su mala conciencia incurable.
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\nLa vida de nadie \u2013 El adversario \u2013 El imperio del tiempo- <\/em><\/strong>Las horas del d\u00eda – La mancha humana :<\/em>
\nCuriosamente, las tres primeras pel\u00edculas se inspiran en el mismo hecho real. Un hombre mantuvo enga\u00f1ados durante a\u00f1os a todos sus allegados, haci\u00e9ndoles creer que era un alto cargo de las Naciones Unidas, cuando, en realidad, estaba en paro y se pasaba las ma\u00f1anas en un parque. La historia remat\u00f3 en tragedia, pues este personaje acab\u00f3 asesinando a su familia, antes de suicidarse. Llama la atenci\u00f3n la coincidencia de tres versiones sobre una misma an\u00e9cdota rodadas en tan breve plazo de tiempo, pero la aventura pat\u00e9tica de ese individuo fracasado que se esconde detr\u00e1s del disfraz de un triunfador nos avisa de algunos de los miedos latentes en nuestra conciencia contempor\u00e1nea, y por ello es l\u00f3gica su capacidad de convocatoria para los creadores. El af\u00e1n por medrar, por obtener una imagen de prestigio de cara a los otros, y, por a\u00f1adidura, el temor a no alcanzar esas metas que t\u00e1citamente nos impone el sistema encuentran una plasmaci\u00f3n contundente en estas obras sobre la falsificaci\u00f3n de la personalidad, sobre la imposibilidad de escapar al autoenga\u00f1o, sobre el miedo a traicionar las expectativas de los dem\u00e1s. Hay una profunda oquedad en el hombre moderno, presionado por su entorno para alcanzar un estatus social y laboral determinado, que, al final, puede frustrarlo como persona si monopoliza su identidad o destruirlo en el caso de tornarse una obsesi\u00f3n inalcanzable.
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\nEl cine de timos, aquel donde se persigue estafar al semejante mediante el ingenio, est\u00e1 viviendo una \u00e9poca dorada. Como casi siempre, una preferencia cinematogr\u00e1fica nos habla, sin querer, de una obsesi\u00f3n o de un fantasma del tiempo que la engendra. En este caso no pod\u00eda ser menos: el capitalismo nos acoge maternalmente (\u00bf?) y a la vez nos somete con modos dictatoriales a su orden blindado. La victoria sobre ese sistema que nos acepta y nos coarta no deja de ser el sue\u00f1o secreto de cualquiera de los integrados en \u00e9l. Por eso el timo act\u00faa como met\u00e1fora, como forma malabar de burlar y transgredir lo establecido sin salir de los l\u00edmites del tablero de juego del materialismo. El fraude, adem\u00e1s, es una versi\u00f3n juguetona de la competencia, una traslaci\u00f3n al terreno del delito gimn\u00e1stico de esa ley del m\u00e1s fuerte que nos gu\u00eda en la selva urbana. Por si fuera poco, en su ejecuci\u00f3n ha de exhibirse una inteligencia pr\u00e1ctica y fr\u00eda, una raz\u00f3n deshumanizada y cortante que, hoy en d\u00eda, se quiere equiparar a la verdadera virtud. Pero, ante todo, el timo nace de la insolidaridad y se propone como una invitaci\u00f3n a no fiarse jam\u00e1s del vecino, pues puede albergar en su interior a un tramposo, a un escamoteador, a un artista de los juegos de manos capaz de desplumarnos.
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\n\u00a0<\/em>
\n\u201cEl amor mueve el mundo… El amor al dinero\u201d. Eso reza el lema que presentaba la \u00faltima pel\u00edcula de David Mamet, El \u00faltimo golpe<\/em>. Si en el cine de timos, el arte del enga\u00f1o se nos propone como tibia insumisi\u00f3n a un orden de cosas inspirado en las leyes de mercado y a la vez como su radical aceptaci\u00f3n, el atraco funciona del mismo modo: como forma furiosa de atacar los principios de un mundo basado en la protecci\u00f3n del dinero y como manera de asumir y ratificar esos principios de ra\u00edz. El que sue\u00f1a con dar el golpe del siglo aspira a convertirse en un nuevo rico y para ello atenta precisamente contra los cimientos en los que \u00e9l mismo desea asentarse. Los sue\u00f1os, hoy en d\u00eda, se bordan en papel moneda; la quimera de escapar de nuestras vidas anodinas ya no nos lleva a reinos de valores alternativos o revolucionarios, sino a para\u00edsos caribe\u00f1os de cinco estrellas, ganados a pulso de chequera, sin ning\u00fan margen posible para el idealismo. En el robo se busca la soluci\u00f3n a la falta de horizontes vitales o a la monoton\u00eda, pero una soluci\u00f3n materializada en el terreno pedestre de la opulencia. El mundo mejor que se a\u00f1ora hoy en d\u00eda s\u00f3lo se mide en cantidades, nunca en calidades.
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\nEn estas dos pel\u00edculas, sus protagonistas est\u00e1n dispuestas a cualquier cosa con tal de alcanzar los objetivos que ambicionan. En Chicago<\/em>, una mujer enga\u00f1a a su marido, comete un homicidio, traiciona y manipula, o representa el papel que la impone su abogado para as\u00ed conseguir convertirse en una gran estrella del musical. Tras esta pretensi\u00f3n no hay principios est\u00e9ticos o art\u00edsticos, no hay sentimientos de superaci\u00f3n, s\u00f3lo el puro y duro af\u00e1n de brillar como una candileja m\u00e1s sobre un escenario. En Crueldad intolerable<\/em>, otra mujer urde las m\u00e1s retorcidas tretas para enriquecerse mediante la herencia de un marido multimillonario al que desprecia. Un abogado presuntuoso e implacable, tan ajeno a los sentimientos como su rival, evita el fraude de esta arp\u00eda de altos vuelos, antes de ser sometido a una meditada venganza por parte de la misma. S\u00ed, al final se enamoran y parece que el fulgor de los sentimientos aniquila el resplandor dorado de los intereses econ\u00f3micos, pero es tal el cinismo de ambos personajes y su car\u00e1cter caricaturesco, que el remate tiene m\u00e1s de farsa que de verdadera consagraci\u00f3n del amor. De nuevo el timo, el dinero, el inter\u00e9s se ense\u00f1orean del mundo, pero ahora con la ligera variaci\u00f3n de que los personajes no ejercen de forma profesional o ilusa el delito, sino que, peor a\u00fan, venden su alma corrupta al diablo a condici\u00f3n de alcanzar sue\u00f1os de triunfo o de m\u00e1rmol de Carrara. Un detalle para concluir: resulta significativo que la mujer se equipare al hombre en estas obras y en otras a trav\u00e9s de la rapi\u00f1a, la falta de escr\u00fapulos, la amputaci\u00f3n de los sentimientos y la codicia en sus m\u00e1s bajas formas de expresi\u00f3n. Si el hombre y la mujer est\u00e1n, por fin, iniciando un proceso de igualaci\u00f3n definitiva, confiemos en que este proceso no se rubrique en los aspectos m\u00e1s impresentables que han definido hasta hoy en d\u00eda la condici\u00f3n masculina.
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>
\nOtro lema para los anales de una \u00e9poca: \u201cUn d\u00eda sin sexo es un d\u00eda perdido\u201d. As\u00ed reza la m\u00e1xima que mueve al protagonista de Desenfocado<\/em>, un afamado actor televisivo norteamericano de los a\u00f1os sesenta al que el triunfo y las malas compa\u00f1\u00edas van a ir alejando paulatinamente de una vida familiar y de orden, hasta despe\u00f1arlo por los barrancos del adulterio, la sexualidad obsesiva y enfermiza y la autodestrucci\u00f3n. Lejos del cielo<\/em> nos cuenta una historia tambi\u00e9n ambientada en el medio siglo norteamericano (a\u00f1os cincuenta ahora). Asistimos a las peripecias de una mujer de clase media, casada felizmente, de vida ejemplar, integrada en una comunidad impoluta de casas con jard\u00edn y enanitos de escayola… Hasta que todo ese arm\u00f3nico ed\u00e9n se resquebraja a consecuencia del descubrimiento de la homosexualidad de su marido y, sobre todo, por la relaci\u00f3n ambigua de amistad que entabla con un hombre negro. Este \u00faltimo v\u00ednculo despierta las suspicacias, envidias y cr\u00edticas del grup\u00fasculo social tan acomodaticio como esquinado del que forma parte, tolerante s\u00f3lo en apariencia, que la convierte al cabo del tiempo en una indeseable. Asediada por este sistema opresor y, sobre todo, por la propia y pat\u00e9tica estrechez de sus principios morales y emotivos de mujer burguesa, se mostrar\u00e1 incapaz de asumir sus verdaderos sentimientos reprimidos. Al final, trasquilada y vencida, volver\u00e1 al redil del que apenas asom\u00f3 el hocico.
\nCreo que estas dos pel\u00edculas nos iluminan otro de los dolorosos perfiles de nuestra \u00e9poca: la superficie higi\u00e9nica e inodora de nuestra realidad oculta, en muchas ocasiones, fuerzas mal contenidas en la olla de presi\u00f3n de nuestra conciencia, deseos inconfesados o mal canalizados, palpitaciones secretas que, cuando se desatan, siembran el caos y la desorientaci\u00f3n o nos condenan al ostracismo. Los dos protagonistas de estas pel\u00edculas, v\u00edctimas ambos de la hipocres\u00eda social, han edificado los pilares de su existencia sobre un modelo de mundo pulcro pero insatisfactorio por incompleto e insustancial. Una posici\u00f3n acomodada o una estructura familiar encalada carecen de solidez cuando no se sustentan sobre la plenitud humana, cuando se inspiran m\u00e1s en la domesticaci\u00f3n de los deseos e ilusiones que en su aut\u00e9ntica asimilaci\u00f3n o realizaci\u00f3n. Mientras los valores que nos impulsen se fundamenten en lo sancionado por una sociedad de miras estrechas y no en lo que de verdad nos estimula y completa, estaremos logrando maquillar con purpurina lo que deber\u00eda estar recubierto de principios propios, de ideas asumidas, de sue\u00f1os y libertades perseguidos. Adem\u00e1s, debajo de estos dos seres torturados se observa una falla absoluta, la que se produce en cualquiera cuando no est\u00e1 educado para sentir, cuando la inteligencia para gestionar nuestro territorio emocional duerme el sue\u00f1o de los justos.
\n <\/p>\n\n
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>
\nLa imposibilidad de amar: he aqu\u00ed otro de los grandes dramas de nuestro tiempo. Dolls<\/em>, la magistral obra de Takeshi Kitano, articula de forma simb\u00f3lica en sus tres historias esa tragedia del amor que no puede realizarse en plenitud. El fan<\/em> enamorado de la estrella del pop<\/em> que se arranca los ojos para poder acercarse a ella, la mujer que espera en un banco eternamente al amante que un d\u00eda se fue para buscar el triunfo y el poder, los dos amantes condenados a vagar unidos por una cuerda, ella enloquecida por la traici\u00f3n de \u00e9l, \u00e9l arrepentido de haberla abandonado por inter\u00e9s…: son tres f\u00e1bulas bell\u00edsimas sobre el desencuentro, sobre la dificultad para conciliar unos sentimientos que se nos agarrotan, que se nos difuminan en ese mundo movido por otros amores que no son tales (al dinero, al prestigio, al sexo…) En esas tres historias, en el momento en el que los amantes consiguen, por fin, ser reconocidos por aquellos a quienes aman, la fatalidad juega una mala pasada que trunca la historia posible. En Te doy mis ojos<\/em>, el drama de los malos tratos se agudiza al concretarse en dos personajes que, a pesar de la violencia, creen amarse. Los reencuentros, la terapia a la que se entrega el maltratador y, sobre todo, el proceso de liberaci\u00f3n que vive la mujer acaban al final por desvelar que, en realidad, ese amor constitu\u00eda s\u00f3lo un espejismo, una construcci\u00f3n falsa a cuatro manos derivada de la sumisi\u00f3n de la esposa a costa del sacrificio de su identidad. Por citar un \u00faltimo ejemplo, en La flaqueza del bolchevique<\/em>, un ejecutivo amargado s\u00f3lo encuentra una enga\u00f1osa promesa de frescura en la atracci\u00f3n imposible por una adolescente. Y as\u00ed, una tras otras, las pel\u00edculas m\u00e1s revulsivas de los \u00faltimos tiempos (recordemos la soberbia Deseando amar) <\/em>atestiguan que nuestro mundo no puede anegar la atracci\u00f3n sexual, el enamoramiento, la promesa del amor, pero s\u00ed que ahoga entre sus brazos pluriformes la prolongaci\u00f3n de ese proceso hasta su definitiva culminaci\u00f3n en el tiempo. Ya no caben finales felices con un beso: la inconsistencia, la duda, el temor a eternizar los sentimientos transforma en el cine actual cualquier gesto de amor en un amago.
\n <\/p>\n\n
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Uno de las tendencias m\u00e1s fecundas del cine actual es la del cine coral. Desde que Short Cuts<\/em> de Robert Altman o Grand Canyon <\/em>de Lawrence Kasdan apostaran por el retrato de una colectividad a trav\u00e9s de las idas y venidas entrecruzadas de un grupo de personajes, representativos de eso que podr\u00eda calificarse como el alma de una ciudad, este procedimiento narrativo se ha propagado por todas las cinematograf\u00edas. Con sus matices y peculiaridades, todas estas obras suelen tener como denominador com\u00fan la reflexi\u00f3n sobre temas como la b\u00fasqueda de la felicidad, el papel del azar en las existencias, o la incomunicaci\u00f3n y el desconocimiento motivados, en buena medida, por la vida urbana. Aunque parezca contradictorio, el resultado de este protagonismo m\u00faltiple y compartido suele ser un veredicto de soledad. \u00a1Hay tanta gente a nuestro alrededor y estamos tan despoblados!
\nUn hito en esta productiva f\u00f3rmula lo constituye, sin duda, Magnolia<\/em>, el monumental y arriesgado mosaico de Paul Thomas Anderson. Este trabajo del director norteamericano me interesa especialmente por c\u00f3mo consigue que todos esos temas antes citados se unifiquen hasta formar un conjunto arm\u00f3nico y fluido. Pero, adem\u00e1s, detecto en esta pel\u00edcula al menos tres variaciones sobre el tema de la soledad que yo considero capitales para valorar lo que el cine actual nos ofrece de reverberaci\u00f3n de nuestra \u00e9poca:
\na)A lo largo de una jornada presenciaremos el debatirse de seres marcados a fuego por culpas y heridas que necesitan ser perdonadas (el adulterio, la traici\u00f3n, la dependencia de las drogas, el desamor…). El deseo de una instancia que nos alivie de los tormentos del alma nos habla de la necesidad de liberar nuestra conciencia de sus propias cargas, demasiado pesadas en un mundo donde la incomunicaci\u00f3n y la negaci\u00f3n de la trascendencia nos condena a soportar en soledad todo ese lastre interior.
\nb)En la mayor\u00eda de personajes se produce tambi\u00e9n una dr\u00e1stica escisi\u00f3n, doloros\u00edsima, entre imagen p\u00fablica (hay varios personajes que representan en sus vidas un papel: un presentador de televisi\u00f3n, un ni\u00f1o prodigio que participa en un concurso televisivo, una especie de telepredicador que difunde un machismo dominador y fascista a sus adeptos…) e intimidad resquebrajada (el presentador padece una enfermedad terminal y, adem\u00e1s, arrastra la culpa de haber abusado de su hija; el ni\u00f1o sabio es explotado por un padre inmisericorde; el telepredicador oculta el drama familiar del abandono…). El esfuerzo por conseguir que no salte echo pedazos el icono que cada uno ha levantado de s\u00ed mismo (recordemos el segundo s\u00edntoma que hemos comentado en este trabajo) se salda con el derrumbamiento personal en la mayor\u00eda de las ocasiones, aunque desde ese hundimiento se intuya una posible reconstrucci\u00f3n m\u00e1s integrada de la identidad.
\nc)Lo que m\u00e1s me interesa de esta obras es, no obstante, un apunte desazonador y certero: la mayor\u00eda de los personajes entablan relaciones con otros a lo largo de la pel\u00edcula sin que, al final, la comunicaci\u00f3n se produzca, porque cada cual s\u00f3lo est\u00e1 preparado para vivenciar y habitar su mundo, sin acceder al de los otros y sin expresar el suyo propio. En la mayor\u00eda de encuentros, cada individuo permanece atrincherado en su circunstancia, su esfera de problemas, dudas, temores e intereses, impermeable al drama o la necesidad del otro, que tampoco revela sus verdaderos anhelos con nitidez, de tal forma que los di\u00e1logos entre ellos, al final, a pesar de su aparente comunicabilidad, se saldan con la incomprensi\u00f3n y con el fracaso, porque no abordan las cuestiones esenciales. Esa incapacidad de dos para entenderse y ser algo m\u00e1s que uno y otro describe, creo, otro de los males mayores de nuestro tiempo.
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\n\u00bfQu\u00e9 ha sido de la utop\u00eda? \u00bfQu\u00e9 papel desempe\u00f1an los j\u00f3venes en el contexto actual? \u00bfHay alguna rebeld\u00eda posible? La pel\u00edcula de Bertolucci So\u00f1adores<\/em> me parece tan clarividente como descorazonadora. En el ambiente parisino del Mayo del 68, dos hermanos, los cuales mantienen una relaci\u00f3n de amor que roza lo incestuoso, y un muchacho norteamericano conviven solos en la vivienda de los padres de los primeros durante unos d\u00edas. Mientras en las calles la revuelta cobra forma y se sue\u00f1a en voz alta con la quim\u00e9rica materializaci\u00f3n de un mundo mejor, nuestros tres personajes discuten sin salir de casa sobre cine, pol\u00edtica y m\u00fasica, se inician en los misterios del sexo y en las turbulencias de los sentimientos, fundan su propia rep\u00fablica independiente de corte anarquista entre cuatro paredes, con el caos, la perversi\u00f3n de las convenciones burguesas y la desinhibici\u00f3n absoluta como \u00fanicos principios, para, en \u00faltima instancia, conformar una especie de tri\u00e1ngulo amoroso en apariencia indisoluble que, hacia el fin del metraje, se ver\u00e1 desarbolado en las calles por una carga de la polic\u00eda tan contundente como simb\u00f3lica. La revoluci\u00f3n social y pol\u00edtica ha sido sustituida por la revoluci\u00f3n individual; el impulso de cambiar el mundo es reemplazado por el egocentrismo o el regodeo en el peque\u00f1o grupo como rabiosa pero insuficiente forma de contestaci\u00f3n. Bertolucci, el comunista convencido de los a\u00f1os sesenta y sesenta, parece claudicar y reconocer, treinta y tantos a\u00f1os despu\u00e9s, que cada individuo en su acci\u00f3n s\u00f3lo pretende alimentar su propia experiencia, sin que el proyecto hist\u00f3rico o social juegue otro papel que el meramente motivador. S\u00f3lo existe el yo, que se sirve del otro, de su entorno, del momento que le toca vivir para realizarse, sin otras pretensiones que no sean, en \u00faltima instancia, mera disculpa o est\u00e9tica. Es como si el altruismo, el ideal de cualquier tipo hubiera ca\u00eddo en desuso, sustituido por una sumisi\u00f3n del individuo a los designios de su propio ombligo, sin que nada nos oriente hacia el proyecto colectivo. \u00bfBertolucci est\u00e1 releyendo con actitud desencantada su cine anterior y su propia experiencia en aquella \u00e9poca mitificada? \u00bfO acaso reinterpreta a la juventud del 68 desde el prisma narcisista de los nuevos j\u00f3venes? Sea como sea, estos so\u00f1adores inocentes e improductivos, que intentan descubrir el mundo y sus leyes en el territorio reducido y c\u00f3modo de su peque\u00f1o para\u00edso, invitan m\u00e1s al desencanto no exento de simpat\u00eda que a la revuelta.
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>
\nUna pel\u00edcula fallida y un tanto est\u00fapida como D\u00edas de f\u00fatbol<\/em> no deja lugar a dudas, sin embargo, sobre la nueva imagen totalizadora que del ser humano se ha impuesto en buen parte del cine de los \u00faltimos tiempos. Los personajes grotescos de este largometraje espa\u00f1ol, llenos de defectos e imperfecciones que los vuelven risibles pero no dignos de piedad, se comportan como prototipos deleznables de lo peor del ser humano: insensibles, negados para el amor, adeptos a sus roles de machos o hembras en el m\u00e1s rancio sentido de esas expresiones, listos para aceptar un destino insatisfactorio, un falso final feliz que los recluya en la cotidiana miseria de lo convencional y preestablecido… El tipo de mirada inmisericorde y burlesca que se lanza sobre estos tipos pretendidamente entra\u00f1ables se hace extensible a buena parte de los personajes del cine actual. Hoy en d\u00eda ya no se estilan los puntos de vista sobre el ser humano comprensivos o edificantes, sino que a individuos abortados les corresponden an\u00e1lisis corrosivos, c\u00ednicos, que denuncien con frialdad el patetismo de unas vidas esperp\u00e9nticas o la bajeza de sus motivaciones. A muchas de las pel\u00edculas que hemos citado (Dogville, Chicago, Crueldad intolerable…)<\/em>, en las que los seres que las pueblan son radiografiados desde una distancia cr\u00edtica que casi les amputa la esencia de su humanidad, habr\u00eda que a\u00f1adir, entre muchas otras, el cine envenenado y cruel hasta el sadismo de Todd Solondz, cuya \u00faltima pel\u00edcula alcanza zonas de sordidez pocas veces exploradas en su visi\u00f3n cr\u00edtica de la clase media americana, o el impresentable protagonista de A prop\u00f3sito de Schmidt<\/em> que, a pesar de su lamentable entidad, se gana alg\u00fan respeto al demostrar por momentos ciertos atisbos emocionales. Sea como sea, en este caso, insisto, el car\u00e1cter de los entes de ficci\u00f3n y la manera en que su creador los mira coinciden en su falta de simpat\u00eda, un rasgo que parece fruto de un desprecio mutuo: el del artista hacia unos seres que nacen sin alma y el de sus criaturas hacia el creador que les dota de una vida que no sabr\u00e1n vivir.
\nLa desaparici\u00f3n del personaje en buena parte del cine comercial al uso, su sustituci\u00f3n por la criatura virtual, el esquema caracteriol\u00f3gico o el pelele puede leerse de varias maneras: la habitual, es decir, como s\u00edntoma de la crisis del cine, de su cada vez m\u00e1s profunda simplificaci\u00f3n en un fuego de artificio o en un videojuego que no necesita del factor humano; o la derivada de lo expuesto en el anterior p\u00e1rrafo, o sea, como confirmaci\u00f3n de que el vaciado a que estamos siendo sometidos en la vida real encuentra su mejor reflejo en personajes sin espesor, sin sombra, sin alma.
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\n\u00bfHay alg\u00fan horizonte de luz en este yermo panorama? \u00bfD\u00f3nde encontrar en el cine actual v\u00edas de escape, razones para el humanismo, puertas hacia la recuperaci\u00f3n del sentido? En primer lugar, quiero advertir que considero insuficientes las soluciones f\u00e1ciles y blandas, los estereotipos, el cine de buenas intenciones que, en el fondo, esquematiza la realidad, la falsea para que sus buenos prop\u00f3sitos se cumplan de forma t\u00f3pica. El triunfalismo de Cadena de favores<\/em> o Amelie<\/em>, por citar dos ejemplos muy conocidos, me repele por su manera simplificada de abordar el problema de lo humano y por su falso y c\u00f3modo optimismo infundado. Son pel\u00edculas \u00fatiles como material did\u00e1ctico, pero no reveladoras de una alternativa sustancial y realista. Por motivos de espacio, me limitar\u00e9 a apuntar algunas tendencias del cine de hoy que pueden permitirnos el beneficio de la esperanza:
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\n1.- El cine que se enfrenta a la vida desde la experiencia de la muerte, la enfermedad y el dolor y, gracias a su poder regenerador, redimensiona los valores de la existencia: Mi vida sin m\u00ed, Su hermano, El hijo de la novia, La habitaci\u00f3n del hijo.<\/em><\/strong> A veces estas experiencias l\u00edmite conduces a la destrucci\u00f3n y el pesimismo, como en En la habitaci\u00f3n<\/em><\/strong>…
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\n2.- El cine que recupera la figura del h\u00e9roe como personaje que se encara consigo mismo, que asume su contradicci\u00f3n y, desde ah\u00ed, afronta el reto de ser y actuar por s\u00ed y por los otros: Tigre y Drag\u00f3n, Hero, El se\u00f1or de los anillos, El protegido…<\/em><\/strong>
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\n3.- Los cines perif\u00e9ricos, todav\u00eda incontaminados y volcados en mirar la realidad con ojos limpios, recuperando valores y experiencias que nuestro mundo ha sacrificado a favor del progreso y la tecnolog\u00eda: destacar\u00e9 el cine asi\u00e1tico y, en especial, el cine iran\u00ed, con la contribuci\u00f3n magna de Abbas Kiarostami (recomiendo \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 la casa de mi amigo?, …Y la vida contin\u00faa, El sabor de las cerezas, A trav\u00e9s de los olivos y El viento nos llevar\u00e1<\/em><\/strong>), sin olvidar obras como La pizarra, El color del para\u00edso, La manzana<\/em><\/strong>…
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\n4.- El cine documental, el falso documental y el cine de vocaci\u00f3n realista, que fija su atenci\u00f3n en la realidad y nos desvela as\u00ed sus claroscuros, sin cargar las tintas m\u00e1s de lo necesario en los componentes aniquiladores de la existencia: El efecto Iguaz\u00fa, Los espigadores y la espigadora, Bloody sunday, Caminantes, Los ni\u00f1os de Rusia, En construcci\u00f3n, Los lunes al sol…<\/em><\/strong>
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\n5.- El cine que se sostiene sobre personajes comprometidos con el ser humano, quienes, desde la constataci\u00f3n de sus limitaciones y de la fragilidad de nuestra condici\u00f3n, nos proponen al menos la compasi\u00f3n hacia el pr\u00f3jimo como norma de vida: Las confesiones del Doctor Sachs, Doctor Akagi, Hoy empieza todo, Las normas de la casa de la sidra… <\/em><\/strong> A este respecto no quiero olvidar el personaje memorable y evang\u00e9lico del enfermero en Magnolia<\/em><\/strong>, que escucha y acompa\u00f1a pacientemente al hombre moribundo en su camino hacia la muerte.
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\n6.- El cine que mira los m\u00e1rgenes de nuestra sociedad y encuentra en esos bajos fondos otras maneras de vivir menos deudoras del sistema: el cine de O. Iosseliani, en especial Adi\u00f3s tierra firme<\/em><\/strong>, el cine de Kaurismaki, sobre todo El hombre sin pasado<\/em><\/strong> o Nubes pasajeras<\/em><\/strong>.
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\n7.- El cine que se atreve a recuperar la pulsaci\u00f3n cl\u00e1sica, la confianza en los relatos bien contados y en los personajes a los que retrata, mir\u00e1ndoles a los ojos; aquel que no tiene miedo de rozar la emoci\u00f3n del espectador desde la autenticidad: El camino a casa, Ni uno menos, Una historia verdadera, La vida mancha…<\/em><\/strong>
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\n8.- El recurso a revisar el cine cl\u00e1sico, aquel que en su balance universal e imperecedero todav\u00eda se mostraba seguro de la posibilidad de levantar historias y de plantear no s\u00f3lo lo que son las cosas, sino tambi\u00e9n lo que deber\u00edan ser: Matar a un ruise\u00f1or, El gran dictador, \u00a1Qu\u00e9 bello es vivir!…<\/em><\/strong>
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\n9.- Pel\u00edculas aisladas que, sin triunfalismos, desde un balance tan sombr\u00edo como las que aqu\u00ed hemos citado, aventuran, adem\u00e1s, alternativas a la desolaci\u00f3n tales como el perd\u00f3n (en la soberbia El hijo<\/em><\/strong> de los hermanos Dardenne), la aceptaci\u00f3n de la vida como experiencia de dolor que, sin embargo, alberga momentos de felicidad y de luz que la justifican (Las horas<\/em><\/strong>) o el reconocimiento del otro como sujeto protegido por unos principios \u00e9ticos fundamentales (Competencia desleal, El pianista<\/em><\/strong>).
\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"